EDUCACIÓN, ÉTICA Y MORAL

La evaluación en la educación ética y moral


Es un proceso contextualizado e
integral
La educación ética y moral requiere de una mirada y un
tratamiento especial, contenidos y las dimensiones se
pone de presente en el ser humano, en sus aspectos
cognitivos, emotivos, afectivos, sociales, etc.
La característica, la evaluación proceso complejo, y
diversos son los procesos, contenidos y estará presente en todos los ámbitos y espacios de la vida escolar
manifestaciones morales.
Imposible la objetivación, la cuantificación,
formulación de unas calificaciones que den cuenta de
los conocimientos que los estudiantes hayan logrado
en cuanto a normas o valores, consideramos que la
tarea evaluativa deberá orientarse hacia la
comprensión, interpretación y análisis evaluativo de los
distintos aspectos y contenidos que se presentan en la
vida cotidiana de la institución educativa.
Es un proceso contextualizado e integral
los hechos y manifestaciones humanas sólo adquieren significado y
sentido dentro de un contexto cultural determinado, el profesor
reconoce el medio, las situaciones y condiciones específicas que
los alumnos se han venido desarrollando y en el que la escuela se
ha ido configurando en los comportamientos, juicios o acciones;
analizando a la luz de ese amplio marco de referencia.
Necesario aprovechar las distintas situaciones y momentos de la
vida escolar, analizar niños y niñas los problemas y conflictos. Las
razones, las responsabilidades propias, las alternativas de solución,
la construcción de criterios morales autónomos. La evaluación
(en las áreas curriculares, en el gobierno escolar, en los recreos, en
las actividades transversales, etc.). Proceso integral, porque tiene en
cuenta la integralidad y singularidad de los sujetos implicados.
La maestra(o), deberán partir del presupuesto de que cada ser es
único y de que la educación ética y moral no supone la
homogeneización. No podrá existir un solo patrón para evaluar a los
estudiantes, deberán considerar y respetar las individualidades.
Es un proceso permanente
La evaluación se centra más en los procesos que en
los resultados, parte de la labor cotidiana de los
maestros. Las manifestaciones diarias de los alumnos
serán objeto de ese análisis para ir comprendiendo las
formas como se van construyendo en sujetos morales.
La evaluación comprendida de esta manera, no tiene ni
momentos ni espacios específicos, es parte
constitutiva del proceso de enseñanza-aprendizaje y,
por tanto, no puede ser considerada como un anexo o
elemento independiente.
No es una actividad que se hace a último momento
para presentar los informes de logros de los
estudiantes, ni mucho menos para sancionar
Proceso reflexivo y autorreflexivo que en sí mismo
educa y proporciona criterios para continuar evaluando
las acciones, los contenidos, los juicios.
La evaluación constituye en un eje central del proceso
educativo que regulará, de una u otra forma, su
desarrollo, mucha atención la manera como se haga,
logros que la institución alcance en la formación
moral de sus miembros y en la democratización del
establecimiento.
Es un proceso participativo
La evaluación deberá ser un proceso de participación
individual y colectiva a distintos niveles, en el que
intervengan los diferentes protagonistas. El dialogo se
convierte así en la herramienta fundamental para que
tanto los profesores, las directivas y el personal
administrativo, como los estudiantes, amplíen su
comprensión sobre los problemas de la convivencia la
manera como sus comportamientos, etc.
Supone un proceso de ÁMBITOS Y COMPONENTES DE FORMACIÓN PARA UNA
autoevaluación. EDUCACIÓN ÉTICA-MORAL

En el campo de lo moral reviste una importancia particular. La reflexión

individual frente a los propios comportamientos, valoraciones o acciones, es la
que va a permitir que el sujeto, mirándose al espejo, confronte la coherencia
entre la teoría y la práctica, entre juicios morales y sus acciones morales.

Supone el uso de diferentes instrumentos

La dificultad de objetivar los procesos implicados en la educación ética y

moral, debido a su carácter inaprehensible y complejo, conlleva la necesidad
de buscar diferentes fuentes, procedimientos e instrumentos para lograr hacer
evaluaciones lo mas certeras posibles, esfuerzo por recorrer, integrar y cruzar
información, de tal manera que se posibilite una comprensión mas rica de las
diferentes situaciones de la vida escolar evitando obstaculizar las miradas
parciales de los maestros o alumnos. Cabran aquí toda la gama de
posibilidades:: entrevistas, cuestionarios, charlas informales, debates,
colectivos, relatos, narraciones, juegos análisis de cuadernos, confrontaciones
en grupo, e inclusive instrumentos de tipo cuantitativo como los test, que de
alguna manera podrían dar cuenta del avance de los procesos.

Tiene un carácter prospectivo

La información obtenida y el análisis de que ella hagan los docentes y

estudiantes en su practica evaluativa, serán un valioso diagnostico
constituyéndose en referentes insustituibles para la toma de decisiones,
nuevos caminos, planteamientos curriculares, practicas escolares. La
evaluación como mirada de futuro, permitirá al niño y al adulto alternativas y
soluciones a sus dificultades, vislumbrar nuevos rumbos y planear acciones
individuales y de grupo.
 ÁMBITOS Y COMPONENTES DE FORMACIÓN PARA UNA EDUCACIÓN ÉTICA-MORAL
Conciencia, confianza y valoración de sí mismo.
1. Promueve las vivencias.
2. Facilita relación con las áreas.
3. Genera reflexión.
4. Se relaciona con grupos.
5. Valoración de valores culturales,
6. Amplia su perspectiva social.
Auto regulación.
7. Ayuda a regular el individuo.
8. Se requiere una población.
9. Construcción de normas.
10. Genera oportunidades de gobierno.
11. Levar a situaciones familiares
Autorrealización.
1. Reconocer formas de vida.
2. Razonamiento de expresiones.
3. El alumno es protagonista.
4. Desarrollo grato para empleados y maestros.
5. La escuela, centro cultural.
6. Reflexión en la escuela.
Ethos para la convivencia.
7. Desarrollo de habilidades propias.
8. Fomentar la actitud de escucha.
9. Respetar puntos de vista
10. Generar dialogo y participación
11. Cualificar la convivencia
12. Comprender formas de vida
 ÁMBITOS Y COMPONENTES DE FORMACIÓN PARA UNA EDUCACIÓN ÉTICA-MORAL

Identidad y sentido de pertenencia. ● Capacidad creativa y propositiva

1. Construye identidad reconociendo su ser.
1. Buscar y propone alternativas
2. El área asume el problema de identidad.
3. Propiciar oportunidades escolares. 2. Creación de mentes positivas
4. A través del PEI se forma la pertenencia. 3. Fomentar solución de problemas.
5. Construcción de identidad. 4. Retomar de forma critica y creativo
6. Acceso a otros mundos y comunidades.
5. Proyectos de intervención
Sentido crítico 6. Motivar a pensar en alternativa.
7. Su mana donde se amabadoi y
7. Valoración de lo externo.
8. Estimula el sentido crítico.
9. Organización de actividades
10. Espacio de crecimiento colectivo.
11. Desenvolverse fuera del área
12. Poder tener una mirada crítica hacia el mundo.