FICHA TECNICA

Coordinación general:
- División Sudamericana
- Glaucia korkischko
Revisión:
- Cuca Lapalma
Autora:
- Isabel Laborda
Diagramación:
- Ewig Studios
Para reflexionar :
• ¿Están nuestros niños y niñas disfrutando del estudio de la Palabra de Dios?
• ¿Entienden que a través de ella pueden conocer a Jesús y su plan de salvación?
Es un deber y un privilegio de los maestros de la Escuela Sabática poder entregar, no solo un
conocimiento teórico de las Escrituras, sino un conocimiento práctico, que invite a sus
alumnos a experimentar las bendiciones de conocer y disfrutar la Palabra.

¿Cómo?

Entendiendo cómo aprenden los

niños
I. CÓMO APRENDEN
LOS NIÑOS
La Pedagogía es el “arte de enseñar” y la didáctica enfoca las técnicas y metodologías para
aplicar en ese proceso de enseñanza.

Algunas ideas que podemos aplicar de esa área a la experiencia de enseñanza-aprendizaje cada sábado:
- Enseñar no es simplemente comunicar informaciones.
- Es necesario incluir situaciones que ayuden al niño a aplicar el contenido a su propia experiencia.
- Los niños deben tener espacio para preguntar y formular sus propias respuestas, incentivándolos en la discusión de los
resultados.
- El maestro es un facilitador del aprendizaje, pero no el protagonista.
- El trabajo cooperativo permite una construcción más firme del conocimiento.
- No se debe descuidar el ambiente de aprendizaje, este debe ser interesante y estimulante.
- Incluir el trabajo manual y la experimentación, como también actividades que conecten al niño con la realidad (Ej.
Trabajos misioneros, visitas, recaudación de alimentos, etc.)
- Es deber del maestro capacitarse y estudiar para presentar los contenidos. Usar el auxiliar del maestro como guía.
 Un ambiente agradable
+
Un espacio físico interactivo
+
Maestros preparados y consagrados
+
Actividades espirituales que incentiven el aprendizaje activo del
alumno
=
Alumnos que disfrutan de la Palabra de Dios
II. EL AMBIENTE DE APRENDIZAJE
¿Cómo debe ser el ambiente que invita a aprender?

- El espacio: iluminado, arreglado, limpio y bien decorado con combinaciones de colores suaves y recursos audiovisuales
agradables.

- El ambiente emocional: el niño debe sentirse parte de la clase, amado por sus maestros y seguro. Eso incentiva la atención al
contenido y promueve la autoestima y la motivación. Deben ser ambientes donde la ética, el respeto, la adaptación a la
deficiencia, atienden la diversidad de inteligencias y estilos de los alumnos.

Tu aula ¿está ambientada y arreglada para facilitar la creatividad, el diálogo y el

aprendizaje? ¿Es un lugar frío y poco acogedor para el niño? ¿Está sobrecargado
de imágenes o elementos visuales que distraen la atención del niño?
III. JESÚS, NUESTRO
MODELO DE ÉXITO
¿Qué podemos aprender de él para aplicar en nuestra experiencia personal?
- Humildad admirable y paciencia.
- Disposición a escuchar.
- Al comunicar sus ideas, Jesús apeló a la razón y a las emociones, y también
pidió acción.
- Trató de integrar todos los sentidos en su enseñanza.
- Estaba atento a las necesidades físicas de sus seguidores.
- Practicó lo que enseñaba: coherencia y ejemplo indiscutible.
- Hablaba con una voz clara y audible para ser oído y comprendido.
- Usó ilustraciones, historias o experiencias cercanas al oyente que le permitían
explicar el tema central de su exposición.
 LOS MÉTODOS DE JESÚS
Exposición oral: este método
permite comunicar ideas,
sentimientos, valores y, así,
influenciar la forma de pensar y el
comportamiento de muchos
oyentes. Al mismo tiempo,
promueve las preguntas y el
diálogo. A pesar de los avances
tecnológicos, la exposición oral
continúa siendo uno de los
métodos más eficaces de
instrucción y motivación.
Despertar y mantener el interés:
¿cómo logró Jesús despertar y
mantener el interés de sus oyentes?
Tenía un conocimiento profundo de
lo que enseñaba y estaba siempre
bien preparado. Los que lo
escuchaban notaban su compromiso
y convicción personal sobre el
asunto que estaba exponiendo.
Preguntas para reflexionar: Jesús usó dos tipos de preguntas. (1) Preguntas para pensar: con la intención
de asegurarse de que los conceptos enseñados hayan sido aprendidos e internalizados. (2) Preguntas que
invitan al alumno a reflexionar, a hacer conexiones y a expresar sus propias ideas.
Instrucción en todos los momentos: Jesús enseñó muchas de sus más profundas lecciones en situaciones
informales, en interacción con sus discípulos.

Uso de elogios y correcciones: Jesús estaba

interesado en sus seguidores, y la Biblia nos muestra
que en varias ocasiones corrigió a sus discípulos para
mostrarles que podían mejorar. Siempre usando una
disciplina redentora.
Compromiso con la salvación
de sus discípulos:
Jesús amaba a cada uno de sus
discípulos, aunque conocía bien sus
debilidades y fallas. Él los acompañó,
dialogó con ellos, oró e intercedió por
ellos en oración, y finalmente dio su
vida por ellos y por nosotros, sus
seguidores.
Pregunta para reflexionar: ¿Sienten
nuestros alumnos que los amamos y
queremos que sean salvos? ¿Le
comunicas a cada uno de tus alumnos
un mensaje inspirado de orientación,
esperanza y progreso, preparándolos
para la vida eterna en la Tierra
Nueva?
IV. LA JOYA MÁS PRECIOSA
• ¿Qué valor tiene la Palabra de Dios
para ti?

• La Biblia puede ser representada por

el agua, la luz, el alimento y el tesoro.
Todas esas son analogías.
V. MÉTODOS PARA LA ENSEÑANZA DE
LA BIBLIA
El objetivo: ayudar a nuestros alumnos a disfrutar de la Palabra de
Dios, motivándolos a estudiar por sí mismos. Siempre comienza orando,
pidiendo la dirección del Espíritu Santo.

Algunos métodos que pueden ayudar en este propósito:

MÉTODO LIBI
En español la sigla significa: Laboratorio de Investigación Bíblica
Infantil. Su objetivo es incentivar la participación activa de sus
alumnos, y también los invita a reflexionar, desarrollar el
pensamiento crítico, fomentar el diálogo y juntos poder extraer
lecciones prácticas de la Palabra de Dios.
MÉTODO INDUCTIVO PARA NIÑOS
Este método consiste en tres partes: Observación, interpretación y aplicación. Para ayudar a los niños
a implementar este método, podemos hacerlo a través de preguntas:
a. Observación: ¿de qué hablan esos versículos? Preguntas como: ¿Qué? ¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo?
¿Cuál de ellos?
b. Interpretación: ¿Qué enseñanza encuentra en esos versículos? ¿Qué quiere decir usted?
c. Aplicación a la vida cotidiana: ¿Qué significa para...? ¿Qué otras implicaciones tiene eso? ¿Cómo
puedo...? ¿Qué quiere Dios que aprenda con esto?

DRAMATIZACIÓN DE HISTORIAS
Es una manera de experimentar las historias que se enseñan. La dramatización debe ser breve, utilizando
elementos que sean atractivos, pero fáciles de crear. Las vestimentas o ropas para usar en la dramatización, ¡no
pueden faltar!

TÉCNICAS DE MEMORIZACIÓN DE VERSÍCULOS

“En el estudio diario, el método que consiste en examinar un versículo tras otro es a menudo utilísimo” (La
educación, p. 189) Ejercita la memoria, dando a la mente cuando las necesita, porciones de inspiración divina.
RECURSOS Y MATERIALES
DIDÁCTICOS
El abanico de opciones es muy variado hoy en día: libros, audios, personajes hechos de goma
EVA, fieltro o paño, juegos bíblicos, tanto en formato físico como digital.

Algunas recomendaciones para elegirlos:

- Con contenido espiritual que no tengan enseñanzas

contrarias a la Biblia.
- Con dibujos agradables y no caricaturezcos.
- De acuerdo con las características del desarrollo de los
niños (por ejemplo, textos comprensibles para los que
están comenzando a leer, libros de materiales resistentes
para bebés o niños pequeños, etc.).
- Si son juguetes, que no se rompan con facilidad o presenten riesgos
para los niños (Por ejemplo: juguetes con piezas pequeñas que
pueden ahogar a un bebé.)
- No uses fábulas o historias donde los animales hablan.
- Evita usar personajes populares de los medios de comunicación.
- Si usas material digital, como videos e imágenes, recuerde cuidar
los derechos de autor. Evita plagios y siempre menciona la fuente o
el autor de los materiales ajenos.
VI: MEMORIZACIÓN
DE VERSÍCULOS
El objetivo de memorizar versículos
bíblicos va más allá repetir y recordar partes
de la Biblia. Nuestros niños deben aprender a
memorizar partes de la Biblia con el propósito
de descubrir lo que el Señor quiere enseñarles
en cada texto y guardar esas verdades en sus
corazones.
“En el estudio diario, el método que consiste en examinar un versículo tras otro es
a menudo de mucha utilidad. Tome el estudiante un versículo, concentre la mente
para descubrir el pensamiento que Dios encerró para él allí, y luego medite en él
hasta hacerlo suyo. Un pasaje estudiado en esa forma, hasta comprender su
significado, es de más beneficio que la lectura de muchos capítulos sin propósito
definido y sin que se obtenga verdadera instrucción.” (White, La educación, pág.
170)