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Profecía

de los
Cronograma 2300
profético
días:
parte 2.
Puesto que los 2.300
años se proyectan
hasta bien avanzada la
era cristiana, el
santuario no puede
referirse al templo de
Este era el
Jerusalén que fue “santuario del
destruido en el año 70 primer pacto”
(C.S. 465, p 2).
d. C.
¿Sobre que modelo se basaba el Santuario del
primer pacto?
“Mira”, dijo el Señor, “hazlo
conforme al modelo que se
te mostró en el monte”
( Éxodo 25:40).

Ese “modelo” es lo que


Pablo llama “el verdadero
tabernáculo” ... (Hebreos
8:2).
Por tanto, el santuario del que habla Daniel
8:14, es el del nuevo pacto, es
inequívocamente el santuario celestial, que
Pablo dice “que levantó el Señor, y no el
hombre” (Heb.8:2; CS 463-470).

Según (Heb.8:1),
Cristo es el sumo
sacerdote del
Santuario celestial.
El eje central de Daniel 8:14 es que: “el
santuario será purificado”.

San Juan dice: “Entonces me fue dada


una caña semejante a una vara de
medir y se me dijo: "Levántate y mide
el templo de Dios y el altar y a los que
adoran en él”.
Pero el patio que está fuera del templo
déjalo aparte y no lo midas, porque ha
sido entregado a los gentiles
(Apoc-11:1,2).
El templo de Dios -es decir, el plan de la
redención que en él se representa- y los verdaderos
adoradores del Señor están a salvo-dentro de él.

Esta restauración y conservación


del templo de Dios también
tiene una aplicación especial
para la comprensión más plena
del significado del ministerio de
Cristo en el santuario celestial,
el conocimiento que ha ido en
aumento desde 1844.
Después del gran chasco del 22 de octubre de
1844, la atención de los creyentes adventistas fue
dirigida hacia el santuario celestial y la obra de
Cristo como sumo sacerdote en ese santuario.
Esta mención del
Santuario que hace
Daniel no es una
referencia al templo
literal de Jerusalén,
porque cuando Juan
recibió sus visiones ese
templo estaba en ruinas
El apóstol Juan en
hacia 26 años, ya que
la isla prisión de
Juan recibió la visión en
Patmos, lugar
el 96 d.C.
donde escribió el
Apocalipsis.
Una ves vencidos los 490 años, los judíos
fueron rechazados como nación, (no
individualmente), como sus representantes
escogidos (Mat.21:43).

“Por tanto os digo, que el


reino de Dios será quitado
de vosotros, y será dado á
gente que haga los frutos
de él”. Recuerde que esto
se cumplió a partir de las
setenta semanas.
Y por esta razón ese templo nunca será
restaurado como centro de culto divinamente
reconocido.
Por consiguiente, “los que adoran”,- y que
fueron medidos por Juan-, no son judíos
literales adorando en su templo literal, sino
los que dirigen su adoración – en todo el
mundo-hacia el templo celestial, donde
Cristo ministra a favor de sus hijos (Heb.
8:1-2).
Que sugiere una obra de juicio, lo implica,
que si hemos entregado nuestra vida a
Cristo, Él nos defenderá ante el tribunal de
Dios.
En un sentido especial y según el contexto de
esta profecía, la medición ocurre en un
período específico de la historia de la iglesia.

Apoc.14:7. Decía a gran


voz: "¡Temed a Dios y
dadle gloria, porque la
hora de su juicio ha
llegado. Adorad a aquel
que hizo el cielo y la
tierra, el mar y las fuentes
de las aguas.
El sumo sacerdote pasaba del En 1844, cuando de cumplieron
lugar Santo al Santísimo, una los 2300 años, Cristo pasó del
ves en el año, para realizar su lugar Santo al Santísimo, para
purificación. O sea, para realizar su purificación, o sea la
limpiarlo de los pecados “medición” de la iglesia,
confesados por los hijos de individualmente.
Dios.
En un sentido más especifico: ¿Quiénes son estos “que
adoran”?

Hebreo 8:10.
Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel
después de aquellos días--dice el Señor--: Pondré mis
leyes en la mente de ellos, y sobre su corazón las
escribiré; y seré a ellos por Dios y ellos me serán a mí
por pueblo

Es decir, el verdadero Israel espiritual, el pueblo de Dios,


que contrasta con los “gentiles”, son los que “guardan
los Mandamientos de Dios, y tienen el Testimonio de
Jesús” (Apoc.12:17 y 14:12
Este Israel espiritual tubo su comienzo cuando algunos
israelitas “recibieron” a Jesús como su Salvador (Juan
1:12), a estos se les agregaron los gentiles que por la
predicación de los apóstoles aceptaron a Cristo
(Lea por favor Gálatas 3:26-29).

La Biblia registra que por presión


ejercida sobre los obedientes
hijos de Dios, cuando la iglesia se
unió con el estado, e impusieron
leyes opresivas como fue la
inquisición, poco a poco los fieles
hijos de Dios fueron
Note la candela en la
desapareciendo, y la verdad se parte de los pies.
echo por tierra.
Al llegar 1844, Dios sucintó un pueblo movido por su Espíritu,
que al investigar las Escrituras, descubrió en (Apoc.14:7) que
Dios dice:
“Adorad al hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las
aguas”, y al comparar este texto con (Éxodo 20:8-11), donde
dice:

“Acordarte has del día del reposo, para santificarlo: Seis días
trabajarás, y harás toda tu obra; Mas el séptimo día será
reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni
tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu
extranjero que está dentro de tus puertas: Porque en seis
días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas
que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto
Jehová bendijo el día del reposo y lo santificó”.
Vieron que el sábado era un monumento
conmemorativo de la creación, porque los dos
textos decían lo mismo, por tanto,
descubrieron la importancia que tenía
obedecer los Mandamientos de Dios, esto
incluía lógicamente, la santificación del sábado
como el verdadero día de reposo, según lo
registraron los apóstoles en sus escritos (Lea 1
Juan 2:3-4).

Entonces, este remanente de 1844 retomó la fe


de la iglesia primitiva.
Encontramos que la idea de la medición se usa de más de una
manera.
1). Se usa como una preparación para edificar.
2). para restaurar.
3). y también para destruir.
Pero aquí el sentido es para preservar.

La medición es como el sellado que se describe en Apoc.7:2,3; Y vi


otro ángel que subía del nacimiento del sol, teniendo el sello del Dios
vivo: y clamó con gran voz á los cuatro ángeles, á los cuales era dado
hacer daño á la tierra y á la mar, Diciendo: No hagáis daño á la tierra,
ni al mar, ni á los árboles, hasta que señalemos á los siervos de
nuestro Dios en sus frentes.

El sellado y la medición son ambos para la protección de los fieles de


Dios en los terrores demoníacos que han de descender sobre la Tierra.
Note que el vidente-Juan-tiene que medir el
Templo, pero tiene que omitir en su medición
el Atrio exterior, que se les ha entregado a los
gentiles (Apoc.11:2).

Atrio en derredor
del Santuario
El Templo de Jerusalén estaba dividido en cuatro atrios
concéntricos, que convergían, por así decirlo, en el Lugar
Santísimo.

Estaba el Atrio de los Gentiles, donde podían entrar los no judíos


pero más allá del cual no podían pasar bajo pena de muerte.
Entre él y el atrio siguiente había una balaustrada en la que se
encontraban lápidas que advertían a los gentiles que el pasar más
adentro suponía hacerse reos de la pena capital.
El siguiente era el Atrio de las Mujeres, y éstas no podían pasar
más adelante.
Luego estaba el Atrio de los Israelitas, más allá del cual no podían
entrar los laicos.
Por último estaba el Atrio de los Sacerdotes, donde estaban el altar
de los holocaustos, de bronce, el altar del incienso, de oro, y el
Lugar Santísimo; y a este atrio solo podían entrar los sacerdotes.
El vidente había de medir el Templo; pero la fecha del
Apocalipsis, como ya hemos visto, es alrededor del año
96 d C., y el Templo dejó de existir el año 70 d C.
¿Cómo se podía medir el Templo?

La solución está en lo siguiente: es casi seguro que


Juan está siguiendo una descripción que se conocía de
antes. Seguramente este pasaje se habló o escribió
originalmente el año 70 d C., durante el último asedio
de Jerusalén.
Juan toma esta figura, y la espiritualiza
totalmente. Cuando habla del Templo, no está
pensando en los edificios sagrados de los
judíos, que habían sido demolidos hacía por lo
menos veinte años.

Para él el Templo es la
Iglesia Cristiana, el Pueblo
de Dios. (1 Corintios 3:16)
dice: ¿No sabéis que sois
templo de Dios y que el
Espíritu de Dios habita en
vosotros?
Encontramos esta figura repetidamente en el Nuevo
Testamento.

1). Los cristianos somos piedras vivas, edificados en una


casa espiritual (1 Pedro 2:5).
2). La Iglesia está fundada sobre los apóstoles y los profetas;
Jesús es la piedra angular; toda la Iglesia va creciendo
para ser un Templo santo en el Señor (Efesios 2:20-21).
3). «¿Es que no sabéis ---dice Pablo- que sois el Templo de
Dios?» (1Co 3:16).

Medir el Templo es lo mismo que sellar al pueblo de Dios


para eximirlos del terrible tiempo de la prueba; pero el
resto están condenados a la destrucción.
Será purificado. Del hebreo tsadaq, que quiere
decir: “ser justo”, “ser recto”. lo que puede
sugerir que se deba dar a este término un
significado especial.

Los traductores sugieren


varios significados, tales como
“ser puesto en rectitud”, o “ser
puesto en una condición
correcta”, “ser rectificado”,
“ser declarado recto’, “ser
justificado’, o “ser vindicado’.
Para ayudar a determinar
a cuál acontecimiento
relacionado con el
santuario celestial se hace
referencia aquí, será útil
examinar las ceremonias
del santuario terrenal,
porque los sacerdotes de
ese santuario servían “a
lo que es figura y sombra
de las cosas celestiales”
(Heb.8:5).
Culto diario, lugar Santo
Las ceremonias del santuario del
desierto y del templo estaban
divididas en dos grupos
principales: el culto diario y el
anual.

El ministerio diario de Cristo


como nuestro sumo sacerdote
estaba simbolizado por las Culto anual, lugar Santísimo
ceremonias diarias.

El día anual de la expiación era


símbolo de una obra que Cristo
debía emprender al final de la
historia.
Para un estudio detallado de estas dos fases del
ministerio sacerdotal en el Santuario terrenal,
que como hemos visto, era un símbolo del
Santuario celestial, en base a la importancia
que tiene, dedicaremos una tercera parte a
este tema.

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