Está en la página 1de 4

UN MENSAJE DE PARTE DE DIOS

NO DEJANDO DE CONGREGARNOS II
INTRODUCCION

• Hebreos 11:25 No dejando de congregarnos, como


algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y
tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca

• La semana pasada aprendimos en qué circunstancias fue


escrita la carta a los hebreos, decíamos que la iglesia era
perseguida. Aprendimos también que, a riesgo de perder su
vida, ellos se reunían para adorar a Dios y encontrase con su
Salvador.

• Fuimos llevados a la reflexión sobre la necesidad de


congregarnos.

• Sigamos mirando porque es importante congregarnos.


NO DEJANDO DE CONGREGARNOS II

I. EL HEBRAISTA LES EXPLICA PORQUE CONGREGARSE.


A. Les dice exhórtense unos a otro. Esto habla de ser
guardas de nuestros hermanos, de cuidarnos.
B. Es un bálsamo cuando recibimos las palabras de aliento
de nuestros hermanos en la fe. El sentir el apoyo de los
demás fortalece el animo a seguir.
C. Es alentador saber que otros a pesar de las
circunstancias deciden adorar a Dios.
D. Es gratificante salir al encuentro con Jesús y sentir su
presencia mientras nos congregamos. La palabra que
recibimos, los momentos de oración, los canticos, hacen que
su presencia nos envuelva.

Cuando el pueblo de Dios se reúne en el templo, ocurren cosas


extraordinarias, Dios se
complace en vernos como uno adorándole.
NO DEJANDO DE CONGREGARNOS
II. EL HEBRAISTA LES RECUERDA QUE HABRÁ UN DÍA EN QUE NOS
CONGREGAREMOS TODOS LOS REDIMIDOS
A. Será la congregación donde estaremos por
siempre al lado de Jesús.
B. Dice aquel día se acerca, refiriéndose al día en
que la iglesia será raptada y nos congregaremos
con el Señor en las nubes.
C. El hebraísta da esa sensación de prontitud,
estamos en tiempos donde el escenario mundial
se está moviendo preparando el camino para la
segunda venida del Señor.

D. Que cuando el Señor venga o partamos a su


presencia si es el caso, estemos cumpliendo con
lo que él nos mandó a hacer.

Prepararnos para la segunda venida de Cristo es la


razón primordial por la que somos cristianos, sino somos
capaces de estar un poco más de una hora en su casa,
NO DEJANDO DE CONGREGARNOS II

CONCLUSIÓN:

Concluimos igual que la semana


pasada: Si los destinatarios de esta
carta a costa de su vida se
congregaban en el nombre del Señor,
¿quién eres tú para estar amedrantado
por una pandemia y permitir que las
normas y el temor que has abrigado
dentro de ti te impidan congregarte?

También podría gustarte