Está en la página 1de 21

Algún día:

Los ministros de Dios habrán hecho su última tarea, ofrecido sus últimas


oraciones, derramado sus últimas lágrimas amargas por una iglesia rebelde y
un pueblo impío. Su última solemne amonestación ha sido dada. Entonces,
aquellos que han profesado la verdad y no la han practicado, ¡cuán
rápidamente darían casas y terrenos, dólares que han sido acumulados
miserablemente y conservados en forma mezquina, para recibir algún
consuelo, para que se les explique el camino de salvación, o para oír
de sus ministros una palabra de esperanza, o una oración o una exhortación!
Pero no, deberán padecer hambre y sed en vano; su sed nunca será saciada, ni
podrán obtener consuelo. Sus casos están decididos y fijados para siempre.
Es un tiempo temible, terrible. EGW, Manuscrito 1, pag.1857
Apocalipsis 18
El último llamado
Apocalipsis 18, El último llamado.
Primer llamado:
Apocalipsis 14.6-7
Y vi otro ángel volar por en medio del cielo, que tenía el evangelio eterno
para predicarlo á los que moran en la tierra, y á toda nación y tribu y lengua
y pueblo, diciendo en alta voz: Temed á Dios, y dadle honra; porque la hora
de su juicio es venida; y adorad á aquel que ha hecho el cielo y la tierra y el
mar y las fuentes de las aguas.
Apocalipsis 18, El último llamado.
Primer llamado:
A Guillermo Miller y a sus colaboradores les fue encomendada la misión de predicar la
amonestación en los Estados Unidos de Norteamérica. Dicho país vino a ser el centro
del gran movimiento adventista. Allí fue donde la profecía del mensaje del primer
ángel tuvo su cumplimiento más directo. Los escritos de Miller y de sus compañeros se
propagaron hasta en países lejanos. Donde quiera que hubiesen penetrado misioneros
allá también fueron llevadas las alegres nuevas de la pronta venida de Cristo. Por todas
partes fue predicado el mensaje del evangelio eterno: “¡Temed a Dios y dadle gloria;
porque ha llegado la hora de su juicio!”  EGW, Conflicto de los Siglos, pág. 366
Apocalipsis 18, El último llamado.
Rechazo del primer llamado:
Pero las iglesias en general no aceptaron la amonestación. Sus ministros que, como centinelas
“a la casa de Israel”, hubieran debido ser los primeros en discernir las señales de la venida de
Jesús, no habían aprendido la verdad, fuese por el testimonio de los profetas o por las señales
de los tiempos. Como las esperanzas y ambiciones mundanas llenaban su corazón, el amor a
Dios y la fe en su Palabra se habían enfriado, y cuando la doctrina del advenimiento fue
presentada, solo despertó sus prejuicios e incredulidad. La circunstancia de ser predicado el
mensaje mayormente por laicos, se presentaba como argumento desfavorable. Como
antiguamente, se oponían al testimonio claro de la Palabra de Dios con la pregunta: “¿Ha
creído en él alguno de los príncipes, o de los fariseos?” EGW, Conflicto de los Siglos, pág. 378
Apocalipsis 18, El último llamado.
Rechazo del primer llamado:
Y al ver cuán difícil era refutar los argumentos sacados de los pasajes proféticos, muchos
dificultaban el estudio de las profecías, enseñando que los libros proféticos estaban sellados y
que no se podían entender. Multitudes que confiaban implícitamente en sus pastores, se negaron a
escuchar el aviso, y otros, aunque convencidos de la verdad, no se atrevían a proclamarlo para
“no ser echados de la sinagoga”. El mensaje que Dios había enviado para probar y
purificar la iglesia reveló con exagerada evidencia cuán grande era el número de los que habían
concentrado sus afectos en este mundo más bien que en Cristo. Los lazos que los unían a la tierra
eran más fuertes que los que les atraían hacia el cielo. Prefirieron escuchar la voz de la sabiduría
humana y no hicieron caso del mensaje de verdad destinado a escudriñar los corazones.
EGW, Conflicto de los Siglos, pág. 378
Apocalipsis 18, El último llamado.
Rechazo del primer llamado:
Al rechazar la amonestación del primer ángel, rechazaron los medios que
Dios había provisto para su redención. Despreciaron al mensajero
misericordioso que habría enmendado los males que los separaban de Dios,
y con mayor ardor volvieron a buscar la amistad del mundo. Tal era la causa
del terrible estado de mundanalidad, apostasía y muerte espiritual que
imperaba en las iglesias en 1844. EGW,
Conflicto de los Siglos, pág. 378
Apocalipsis 18, El último llamado.

Segundo llamado:
Apocalipsis 14.8
Y otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, aquella
grande ciudad, porque ella ha dado á beber á todas las naciones del vino del
furor de su fornicación.
Apocalipsis 18, El último llamado.

¿Qué significa Babilonia?:


 “La palabra “Babilonia” deriva de “Babel” y significa confusión. Se
emplea en las Santas Escrituras para designar las varias formas de
religiones falsas y apóstatas.” EGW,
Conflicto de los Siglos, pág. 379
Apocalipsis 18, El último llamado.

¿Qué significa Babilonia?:


La mujer Babilonia de Apocalipsis 17 está descrita como “vestida de púrpura y escarlata, y
adornada de oro y piedras preciosas y perlas, teniendo en su mano un cáliz de oro, lleno de
abominaciones, es decir, las inmundicias de sus fornicaciones; y en su frente tenía un nombre
escrito: Misterio: Babilonia la grande, madre de las rameras”. El profeta dice: “Vi a aquella
mujer embriagada de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús”. Se
declara además que Babilonia “es aquella gran ciudad, la cual tiene el imperio sobre los reyes
de la tierra”. Apocalipsis 17:4-6, 18. La potencia que por tantos siglos dominó con despotismo
sobre los monarcas de la cristiandad, es Roma. EGW, Conflicto de los Siglos, pág. 379
Apocalipsis 18, El último llamado.
Segundo Llamado:
“El mensaje de Apocalipsis 14, que anuncia la caída de Babilonia, debe
aplicarse a comunidades religiosas que un tiempo fueron puras y luego se
han corrompido. En vista de que este mensaje sigue al aviso del juicio, debe
ser proclamado en los últimos días, y no puede por consiguiente referirse
solo a la iglesia romana, pues dicha iglesia está en condición caída desde
hace muchos siglos.”  EGW,
Conflicto de los Siglos, pág. 380
Apocalipsis 18, El último llamado.
Segundo Llamado:
“Iglesias magníficas, embellecidas con el más extravagante despilfarro, se
yerguen en las avenidas más ricas y más pobladas. Los fieles visten con lujo y
a la moda. Se pagan grandes sueldos a ministros elocuentes para que
entretengan y atraigan a la gente. Sus sermones no deben aludir a los pecados
populares, sino que deben ser suaves y agradables como para los oídos de un
auditorio elegante. Así los pecadores del mundo son recibidos en la iglesia, y
los pecados de moda se cubren con un manto de piedad.   EGW, Conflicto de los
Siglos, pág. 383
Apocalipsis 18, El último llamado.
Tercer llamado:
Apocalipsis 14.9-12
Y el tercer ángel los siguió, diciendo en alta voz: Si alguno adora á la bestia y á su imagen,
y toma la señal en su frente, ó en su mano, este también beberá del vino de la ira de Dios,
el cual está echado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante
de los santos ángeles, y delante del Cordero: Y el humo del tormento de ellos sube para
siempre jamás. Y los que adoran á la bestia y á su imagen, no tienen reposo día ni noche, ni
cualquiera que tomare la señal de su nombre. Aquí está la paciencia de los santos; aquí
están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.
Apocalipsis 18, El último llamado.
Tercer llamado:
“La más terrible amenaza que haya sido jamás dirigida a los mortales se
encuentra contenida en el mensaje del tercer ángel. Debe ser un pecado
horrendo el que atrae la ira de Dios sin mezcla de misericordia. Los hombres
no deben ser dejados en la ignorancia tocante a esta importante cuestión; la
amonestación contra este pecado debe ser dada al mundo antes que los juicios
de Dios caigan sobre él, para que todos sepan por qué deben consumarse, y
para que tengan oportunidad para librarse de ellos.”   EGW, Conflicto de los Siglos, pág.
503
Apocalipsis 18, El último llamado.
Tercer llamado:
Pero cuando la observancia del domingo sea impuesta por la ley, y el mundo sea ilustrado respecto a
la obligación del verdadero día de descanso, entonces quien transgreda el mandamiento de Dios para
obedecer un precepto que no tiene mayor autoridad que la de Roma, honrará con ello al papado por
encima de Dios: rendirá homenaje a Roma y al poder que impone la institución establecida por
Roma: adorará la bestia y su imagen. Cuando los hombres rechacen entonces la institución que Dios
declaró ser el signo de su autoridad, y honren en su lugar lo que Roma escogió como signo de su
supremacía, ellos aceptarán de hecho el signo de la sumisión a Roma, “la marca de la bestia”. Y solo
cuando la cuestión haya sido expuesta así a las claras ante los hombres, y ellos hayan sido llamados a
escoger entre los mandamientos de Dios y los mandamientos de los hombres, será cuando los que
perseveren en la transgresión recibirán “la marca de la bestia”.   EGW, Conflicto de los Siglos, pág. 503
Apocalipsis 18, El último llamado.
El último llamado:
Apocalipsis 18
Y DESPUÉS de estas cosas vi otro ángel descender del cielo teniendo grande potencia; y la
tierra fue alumbrada de su gloria. Y clamó con fortaleza en alta voz, diciendo: Caída es, caída es
la grande Babilonia, y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y
albergue de todas aves sucias y aborrecibles. Porque todas las gentes han bebido del vino del
furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la
tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid
de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus
plagas; Porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.
Apocalipsis 18, El último llamado.
El último llamado:
Apocalipsis 18
Y DESPUÉS de estas cosas vi otro ángel descender del cielo teniendo grande potencia; y la
tierra fue alumbrada de su gloria. Y clamó con fortaleza en alta voz, diciendo: Caída es, caída es
la grande Babilonia, y es hecha habitación de demonios, y guarida de todo espíritu inmundo, y
albergue de todas aves sucias y aborrecibles. Porque todas las gentes han bebido del vino del
furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la
tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid
de ella, pueblo mío, porque no seáis participantes de sus pecados, y que no recibáis de sus
plagas; Porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades.
Apocalipsis 18, El último llamado.
El último llamado:
Estos versículos (Apocalipsis 18:1-2, 4) señalan un tiempo en el porvenir cuando
el anunció de la caída de Babilonia, tal cual fue hecho por el segundo ángel
de Apocalipsis 14:8, se repetirá con la mención adicional de las corrupciones que
han estado introduciéndose en las diversas organizaciones religiosas que
constituyen a Babilonia, desde que ese mensaje fue proclamado por primera vez,
durante el verano de 1844... Estas declaraciones, unidas al mensaje del tercer
ángel, constituyen la amonestación final que debe ser dada a los habitantes de la
tierra... 
Apocalipsis 18, El último llamado.
Lluvia Tardía:
Al crecer el tercer mensaje hasta ser un fuerte pregón, cuando acompañe a la
obra final gran poder y gloria, los hijos de Dios participarán de aquella
gloria. La lluvia tardía será lo que los fortalecerá y reavivará para
atravesar el tiempo de angustia. Sus rostros resplandecerán con la gloria de
aquella luz que acompaña al tercer ángel.    EGW,
Testimonios para la Iglesia, Tomo 1, pág. 315
Apocalipsis 18, El último llamado.
Lluvia Tardía:
Oseas 6.3
“Conozcamos y persistamos en conocer a Jehovah. Segura como el alba
será su salida; vendrá a nosotros como la lluvia; como la lluvia tardía,
regará la tierra.”
Apocalipsis 18, El último llamado.
Hebreos 10:35-39
“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la
voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el
que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; y si
retrocediere, no agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los
que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para
preservación del alma”. 

También podría gustarte