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El documento describe la mirada profética de Jesús sobre los eventos futuros descritos en Mateo 24. Jesús predijo con lágrimas la destrucción de Jerusalén y el templo, viendo anticipadamente la ciudad sitiada y las ruinas humeantes. Su profecía sobre Jerusalén es un reflejo de la condenación final del mundo por rechazar a Dios. La preparación adecuada para la crisis profética de Mateo 24 se encuentra en Mateo 25, y el significado bíblico de insensatez se encuentra en Lucas 24.
El documento describe la mirada profética de Jesús sobre los eventos futuros descritos en Mateo 24. Jesús predijo con lágrimas la destrucción de Jerusalén y el templo, viendo anticipadamente la ciudad sitiada y las ruinas humeantes. Su profecía sobre Jerusalén es un reflejo de la condenación final del mundo por rechazar a Dios. La preparación adecuada para la crisis profética de Mateo 24 se encuentra en Mateo 25, y el significado bíblico de insensatez se encuentra en Lucas 24.
El documento describe la mirada profética de Jesús sobre los eventos futuros descritos en Mateo 24. Jesús predijo con lágrimas la destrucción de Jerusalén y el templo, viendo anticipadamente la ciudad sitiada y las ruinas humeantes. Su profecía sobre Jerusalén es un reflejo de la condenación final del mundo por rechazar a Dios. La preparación adecuada para la crisis profética de Mateo 24 se encuentra en Mateo 25, y el significado bíblico de insensatez se encuentra en Lucas 24.
Sn Mateo 24: La mirada profética del Salvador Las cosas espirituales se disciernen espiritualmente. En el templo, el Hijo de Dios fué dedicado a la obra que había venido a hacer. El sacerdote le miró como a cualquier otro niño. Pero aunque él no vió ni sintió nada insólito, el acto de Dios al dar a su Hijo al mundo no pasó inadvertido. Esta ocasión no pasó sin algún reconocimiento del Cristo. “Había un hombre en Jerusalem, llamado Simeón, y este hombre, justo y pío, esperaba la consolación de Israel: y el Espíritu Santo era sobre él. Y había recibido respuesta del Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Cristo del Señor.”… Sn Mateo 24: La mirada profética del Salvador También Ana la profetisa vino y confirmó el testimonio de Simeón acerca de Cristo. Mientras hablaba Simeón, el rostro de ella se iluminó con la gloria de Dios, y expresó su sentido agradecimiento por habérsele permitido contemplar a Cristo el Señor. Estos humildes adoradores no habían estudiado las profecías en vano. Pero los que ocupaban los puestos de gobernantes y sacerdotes en Israel, aunque habían tenido delante de sí los preciosos oráculos proféticos, no andaban en el camino del Señor, y sus ojos no estaban abiertos para contemplar la Luz de la vida. Sn Mateo 24: La mirada profética del Salvador
Así sucede todavía. Pasan inadvertidos para los dirigentes
religiosos y para los que adoran en la casa de Dios, acontecimientos en los cuales se concentra la atención de todo el cielo. Sn Mateo 24: La mirada profética del Salvador El capítulo 24 de Mateo me ha sido presentado repetidas veces como algo a que debe ser atraída la atención de todos. Vivimos hoy en el tiempo en que las predicciones de este capítulo se están cumpliendo. Expliquen nuestros predicadores y maestros estas profecías a aquellos a quienes instruyen. Excluyan de sus discursos los asuntos de menor importancia, y presenten las verdades que decidirán el destino de las almas. { OE 154.2; GW.148.2 } Sn Mateo 24: La mirada profética del Salvador Los profetas habían llorado la apostasía de Israel y lamentado las terribles desolaciones con que fueron castigadas sus culpas. Jeremías deseaba que sus ojos se volvieran manantiales de lágrimas para llorar día y noche por los muertos de la hija de su pueblo y por el rebaño del Señor que fue llevado cautivo. ¡Cuál no sería entonces la angustia de Aquel cuya mirada profética abarcaba, no unos pocos años, sino muchos siglos! Veía al ángel exterminador blandir su espada sobre la ciudad que por tanto tiempo fuera morada de Jehová. Desde la cumbre del Monte de los Olivos, en el lugar mismo que más tarde iba a ser ocupado por Tito y sus soldados, miró a través del valle los atrios y pórticos sagrados, y con los ojos nublados por las lágrimas, vio en horroroso anticipo los muros de la ciudad circundados por tropas extranjeras; oyó el estrépito de las legiones que marchaban en son de guerra, y los tristes lamentos de las madres y de los niños que lloraban por pan en la ciudad sitiada. Vio el templo santo y hermoso, los palacios y las torres devorados por las llamas, dejando en su lugar tan solo un montón de humeantes ruinas. Sn Mateo 24: La mirada profética del Salvador Los profetas habían llorado la apostasía de Israel y lamentado las terribles desolaciones con que fueron castigadas sus culpas. Jeremías deseaba que sus ojos se volvieran manantiales de lágrimas para llorar día y noche por los muertos de la hija de su pueblo y por el rebaño del Señor que fue llevado cautivo. ¡Cuál no sería entonces la angustia de Aquel cuya mirada profética abarcaba, no unos pocos años, sino muchos siglos! Veía al ángel exterminador blandir su espada sobre la ciudad que por tanto tiempo fuera morada de Jehová. Desde la cumbre del Monte de los Olivos, en el lugar mismo que más tarde iba a ser ocupado por Tito y sus soldados, miró a través del valle los atrios y pórticos sagrados, y con los ojos nublados por las lágrimas, vio en horroroso anticipo los muros de la ciudad circundados por tropas extranjeras; oyó el estrépito de las legiones que marchaban en son de guerra, y los tristes lamentos de las madres y de los niños que lloraban por pan en la ciudad sitiada. Vio el templo santo y hermoso, los palacios y las torres devorados por las llamas, dejando en su lugar tan solo un montón de humeantes ruinas. Sn Mateo 24: La mirada profética del Salvador La profecía del Salvador referente al juicio que iba a caer sobre Jerusalén va a tener otro cumplimiento, y la terrible desolación del primero no fue más que un pálido reflejo de lo que será el segundo. En lo que acaeció a la ciudad escogida, podemos ver anunciada la condenación de un mundo que rechazó la misericordia de Dios y pisoteó su ley. Lóbregos son los anales de la humana miseria que ha conocido la tierra a través de siglos de crímenes. Al contemplarlos, el corazón desfallece y la mente se abruma de estupor; horrendas han sido las consecuencias de haber rechazado la autoridad del cielo; pero una escena aun más sombría nos anuncian las revelaciones de lo porvenir. La historia de lo pasado, la interminable serie de alborotos, conflictos y contiendas, “toda la armadura del guerrero en el tumulto de batalla, y los vestidos revolcados en sangre” ( Isaías 9:5, VM), ¿qué son y qué valen en comparación con los horrores de aquel día, cuando el Espíritu de Dios se aparte del todo de los impíos y los deje abandonados a sus fieras pasiones y a merced de la saña satánica? Entonces el mundo verá, como nunca los vio, los resultados del gobierno de Satanás. { CS 34.2; GC.36.2 } Sn Mateo 24: La mirada profética del Salvador