Semana 8

CICLO 2011 1-II Módulo: 2
Unidad: IV Semana: 8
PSICOLOGÍA, PARAPSICOLOGÍA Y
FOLCLORE
María Amelia Aréstegui

Armas
ETIOLOGÍA Y PATOGÉNESIS EN PSIQUIATRÍA
FOLCLÓRICA
ORIENTACIONES
• Revise los conceptos fundamentales de la
clase anterior
ETIOLOGÌA Y PATOGÈNESIS EN PSIQUIATRÍA
FOLCLÓRICA
• 1. Introducción
• 2. Terapeútica en psiquiatría folclórica
• 3. Procedimientos más importantes
• 3.1. Maniobras mágicas
• 3.2. Maniobras psicológicas
• 3.3. Empleo de drogas
• 4. Importancia de la Psiquiatría folclórica
• 5. Nosografía curanderil
• 5.1. Enfermedades de daño
FOLCLÓRICA
• 5.2. Otros síndromes populares de la costa
o Susto
o Mal de ojo
o Mal de aire
o Shucaque
o Tabardillo
5.3. Enfermedades de Dios
6. Síndrome cultural de daño
7. El susto y el daño
FOLCLÓRICA
• Las ideas acerca de la etiología y
patogénesis de las enfermedades reflejan
una serie de aspectos del funcionamiento
de la cultura en que se desarrollan. Tienen
que ver, generalmente, en las sociedades
occidentalizadas, con los postulados de la
ciencia positiva.
FOLCLÓRICA
El caso de la psiquiatría folklórica es
distinta Su característica principal es la de
no coincidir con lo aceptado por la cultura
"oficial" de la comunidad en la que se
desarrollo, sino más bien refleja creencias
pertenecientes a grupos culturales cuya
significación política y cuya influencia en
el manejo del poder han, sino
desaparecido, perdido vigencia.
FOLCLÓRICA
• Las doctrinas etiológicas y patogénicas de
la psiquiatría folklórica - como las de la
medicina folklórica en general- son una
interesantísima mezcla de ideas basadas
en las culturas autóctonas más o menos
influidas por la presión de las fuerzas
culturales dominantes y, entre ellas,
principalmente, la religión impuesta.
FOLCLÓRICA
• A pesar de esas influencias, cada grupo y
subgrupo cultural mantienen un conjunto
bastante coherente de creencias que
informan verdaderos conceptos
etiológicos y patogenéticos, cuyo estudio
puede ser de extraordinaria importancia
histórica y antropológica.
FOLCLÓRICA
• Respecto al "daño" presenta variantes, que
vale la pena investigar más de cerca. Las
observaciones realizadas en el Perú, nos
han mostrado, por ejemplo, que en la costa
y en algunas zonas de la sierra predomina
la noción de el "daño" es una forma
mágica de acción sobre la salud y su
tratamiento es también fundamentalmente
mágico, la influencia de alguna o algunas
personas que buscan "dañar" al sujeto,
influencia ejercida por el "malero".
FOLCLÓRICA
• En las zonas más primitivas de nuestro
territorio, donde la urbanización no es
predominante, y los pobladores viven en
pequeñas comunidades perdidas en los
Andes, el síndrome toma otra
característica: la enfermedad no es
producida por los hombres sino por la
naturaleza. La montaña o el río son los que
roban el alma, y a los que hay que obligar,
por medio de maniobras mágicas, a
devolverlo
FOLCLÓRICA
• En las regiones de cultura menos
ciudadana, es la naturaleza el enemigo con
el que hay que combatir y es ella la que
puede enfermar; es la naturaleza a la que
hay que dirigirse para recuperar la salud,
propiciándole por medio de maniobras
mágicas. En los lugares en los que ya
existe una agrupación citadina, la
naturaleza pasa a un segundo plano, y es
el hombre el "enemigo" al que hay que
afrontar, y es él quien produce el "daño".
FOLCLÓRICA
• En otros casos -los síntomas puede
decirse que son los mismos, aunque la
interpretación difiera- el curandero debe
emplear sus conocimientos a fin de
deshacer el daño y el paciente está
obligado a seguir sus indicaciones para
reglar su vida con sus semejantes.
FOLCLÓRICA
• 2. LA TERAPEÚTICA EN PSIQUIATRÍA
FOLKLÓRICA.
• La terapéutica de la psiquiatría folklórica
muestra claramente la doble influencia
sufrida, por una parte, de la tradición
popular y, por otra, de la cultura
occidentalizada predominante. La
proporción de cada una de ellas varía y
esas variantes nos ilustran sobre formas y
vías de aculturación.
FOLCLÓRICA
• San Cipriano se ha convertido en el
patrono de los curanderos de la costa
peruana. La leyenda dice que fue un mago
que se convirtió al Catolicismo y acaso esa
sea la razón que lo destaca entre la
imaginería folklórica. Su efigie de mayor o
menor tamaño, preside las sesiones
curativas y las oraciones son dirigidas a él.
FOLCLÓRICA
• Al lado de estas influencias católicas,
hallamos en el proceder de los curanderos
de la costa una serie de maniobras
mágicas y de creencias en estrecha
relación con conceptos populares
mantenidos por la tradición.
FOLCLÓRICA
• En la sierra el porcentaje de participación
en el ritual folklórico va cambiando.
Disminuyen las referencias al santoral
religioso y las maniobras seudo litúrgicas,
para ser sustituidas por conceptos
animistas y acciones mágicas y por la
creencia en la acción de espíritus benignos
y malignos.
FOLCLÓRICA
• 3. PROCEDIMIENTOS MÁS IMPORTANTES
• 3.1. Maniobras mágicas.- Se trata de
sesiones de ritual y contenido diverso.
Algunas de ellas han sido descritas por
Hernández y Lemlij, Dobkin y Chiappe, en
trabajos realizados en el Instituto de
Psiquiatría Social. Son reuniones en las
que se invocan a "espíritus" por medio de
cantos en lugares y horas distintas.
FOLCLÓRICA
• El curandero se considera un médium, es
decir que no cree ser él quién actúa en los
procesos de adivinación y cura, sino que
su papel es el de llamar a los espíritus,
cuando han sido rectamente convocados,
los que, por medio de sus poderes
sobrenaturales, intervienen a favor del
solicitante.
FOLCLÓRICA
• La invocación a los espíritus de las plantas
"la madre de la planta" debe hacerse por
medio de cantos (cada curandero asegura
que los suyos son los verdaderamente
eficaces) y, sobre todo, ingiriendo bebidas
preparadas a base de ellas o
introduciéndolas en el cuerpo en alguna
otra forma (fumando por ejemplo).
FOLCLÓRICA
• Así como atrae a los espíritus favorables,
el curandero aleja a aquellos que pudieron
hacer daño por medio de maniobras
mágicas. Una de las más comunes es de
"cortar el aire" con espadas especiales, a
fin de romper todo lazo de esos espíritus
con los concurrentes a la sesión.
• Por supuesto que las maniobras mágicas
que se emplean son de infinita variedad y
cambian según la tradición cultural.
FOLCLÓRICA
• 3.2. Maniobras psicológicas
• Debe tomarse en cuenta el factor
expectativa. El paciente que busca al
curandero lo hace imbuido de la confianza
y de la esperanza que le dan la tradición y
sus creencias. Más que con el psiquiatra o
el psicólogo académico, él es capaz de
relacionarse con el curandero. Este "habla
su propio idioma", repite las ideas que
tienen vigencia y que, por lo tanto,
resuenan en su inconsciente con la': fuerza
de las relaciones afectivas determinantes.
FOLCLÓRICA
• Esa comunidad de creencias actúa bajo la
influencia del curandero mismo; un
hombre o una mujer maduros, de
apariencia parental y de actitudes y
acogida seguras y bondadosas. Mucho
más humanas y afectivas que las que la
mayoría de los psiquiatras académicos,
preocupados ante todo con la aplicación
de una técnica que con la real ayuda a sus
semejantes.
FOLCLÓRICA
• La relación curandero paciente es una
relación interpersonal esencialmente
regresiva y transferencial.
• Otros factores que debemos tomar en
consideración son los relativos a las
sesiones curativas, que se realizan
generalmente en grupos y con la
intervención de canciones, música y con la
ingestión de preparados a base de plantas
nativas.
FOLCLÓRICA
• Durante ellas se producen una serie de
fenómenos psicológicos, algunos
exteriorizados, otros no, que no pueden
dejar de influir en la evolución del
padecimiento.
FOLCLÓRICA
• Debemos de considerar la relación del
curandero con su paciente. Debe existir de
parte de todo psicoterapeuta el "eros
psicoterapéutico", que es una forma
distinta de amor, distinta de la que existe
entre padre e hijo, entre maestro y
discípulo, entre amigos y, por supuesto
entre amantes; una forma de amor con
características especiales y que, en la
atmósfera de la relación terapéutica, es la
que permite que el paciente viva
experiencias nuevas con virtualidad
curativa.
FOLCLÓRICA
• El Dr. Seguín expresa que es más fácil
hallar un auténtico EROS terapéutico en
los curanderos, realmente interesados en
ayudar a sus pacientes a quienes los unen
fuertes lazos culturales, sociales y
humanos, que en los profesionales
académicos, preocupados sobre todo con
el "manejo de los casos".
FOLCLÓRICA
• El eros psicoterapéutico, captado por el
paciente, establece una relación efectiva
que favorece la acción de los otros
recursos terapéuticos. El curandero tiene
una poderosa influencia para modificar la
vida de relación de sus pacientes.
FOLCLÓRICA
• Intuitivamente, con una intuición muy
superior, en la mayor parte de los casos, al
conocimiento científico, valido de su
posición y su prestigio, el curandero tiene
en sus manos la posibilidad de cambiar las
relaciones humanas de su cliente y, de esa
manera, romper círculos viciosos de
patología familiar o social que, si no
producen, mantienen la enfermedad.
FOLCLÓRICA
CURANDERO AMAZÓNICO
FOLCLÓRICA
• Así, al alterar fundamentalmente la vida de
su cliente en una forma que le permita una
nueva posición en el grupo, una nueva
estructura de la red de fuerzas sociales
que obra sobre él, le ofrece una distinta
posibilidad de adaptación y solución de
problemas que, como bien sabemos, no
estás solamente en el paciente, sino y en
modo principal, en su relación con las
figuras importantes de su vida, sean ellas
de su familia o de la comunidad en la que
actúa.
FOLCLÓRICA
• 3.3. Empleo de drogas
• La mayoría, de los curanderos usan en su
práctica preparados hechos con plantas
nativas, de intensos efectos psicótropos,
utilizan por ejemplo el peyote, San Pedro,
ayahuasca, toé, etc.
FOLCLÓRICA
PREPARANDO LA AYAHUASCA
FOLCLÓRICA
• 4. IMPORTANCIA DE LA PSIQUIATRÍA
FOLKLÓRICA.-
• En los países subdesarrollados hallamos
una circunstancia que debe destacarse. Si
bien en la capital y en las principales
ciudades se pueden encontrar médicos y
especialistas bien preparados, en los
núcleos poblados del interior del país no
ocurre lo mismo.
FOLCLÓRICA
• En América Latina no existen psiquiatras
en proporción suficiente para atender las
necesidades de la población. A ello se
añade que los pocos que practican la
especialidad- y se hallan realmente
calificados- prefieren quedarse en la
capital o en las ciudades importantes,
dejando el resto del país huérfano de
atención. Esta circunstancia explica el
auge no solamente de la psiquiatría
folklórica, sino del charlatanismo.
FOLCLÓRICA
• Por otra parte, nuestro-estudiante de
medicina adquiere, luego de largos años
de estudio, una serie de conocimientos
que lo ponen más o menos al día en las
ciencias básicas de su profesión y aprende
nociones de la clínica. Pero cuando
obtiene su diploma y se enfrenta con la
realidad, se encuentra con que toda su
preparación tiene dos fallas, que pueden
determinar su futuro.
FOLCLÓRICA
• Ante todo, se le ha enseñado que la ciencia de la
medicina, pero no se le ha dado siquiera una idea
del arte de ejercerla, y sobre todo, de lo que
significa como relación humana. No se puede ser
médico si no se tiene presente, en cada momento,
que los seres a quienes tratamos son hombres y no
máquinas, que poseen una personalidad y una
afectividad y que requieren del profesional, no
solamente remedios para su cuerpo adolorido, sino
comprensión para su espíritu sufriente; que buscan
al semejante que ayuda.
FOLCLÓRICA
• El hecho es que el joven médico, al
comenzar el ejercicio de su profesión,
sobre todo en el medio rural, se encuentra
con que todo su saber no vale para nada,
que sus técnicas no pueden siquiera ser
empleadas y que el curandero del pueblo
sabe más que él.
FOLCLÓRICA
• Es éste el segundo punto débil del
aprendizaje. No tiene la menor idea de la
medicina folklórica, ni de su actual
trascendencia. Su primera reacción es la
de dirigirse a las "autoridades" para
pedirles que hagan caer "el peso de la ley"
sobre ese atrasado y audaz practicante que
se atreve a acercarse a "sus" enfermos- Lo
único que obtiene, detrás de las promesas
que nunca se cumplen, es el averiguar que
esas autoridades son generalmente,
clientes agradecidos del curandero.
FOLCLÓRICA
• El Dr. T. Lambo, director de la OMS y que
había sido antes psiquiatra en Nigeria, su
tierra natal, se ha manifestado
constantemente a favor del trabajo en
colaboración con los medicine man de los
pueblos primitivos a base de la experiencia
acumulada en su patria.
FOLCLÓRICA
• 5. NOSOGRAFÍA CURANDERIL
• Los curanderos, especialmente de la costa
norte, dividen a las enfermedades en:
• 5. 1. ENFERMEDADES DE DAÑO.-
• En este grupo incluyen todos los
síndromes cuyo origen es atribuido a la
"mala intención" de algún enemigo del
paciente, quien generalmente por "envidia"
contrata los servicios de un "malero"
(curandero que hace daño) para que ejerza
sobre el paciente un "maleficio" con el cual
se provoque alguna enfermedad.
FOLCLÓRICA
• En este grupo involucran, no solamente
dolencias orgánicas, como sucede en el
grupo "enfermedades de Dios", sino que el
"daño" puede afectar otras áreas de la vida
del paciente, la pérdida del trabajo, el
fracaso en los negocios, la pérdida de sus
cosechas, la intensificación de su
alcoholismo, la enemistad con sus
patrones o amigos, etc.
FOLCLÓRICA
• Es sobre este grupo que los curanderos
ejercen su mayor influencia y el concepto
de "daño" es el que predomina en esta
región, señalándolo como la causa más
frecuente de los síndromes o desgracias
que en un momento dado ocurren sobre el
sujeto.
FOLCLÓRICA
• La concepción de este origen de la
enfermedad o la desgracia, se asocia
estrechamente con un rasgo cultural muy
generalizado en esta región, y es el
concepto de "envidia" que según los
curanderos, es la motivación más
frecuente del daño.
FOLCLÓRICA
• Así, hemos observado que la totalidad de
los curanderos entrevistados, como
también la mayoría de los pacientes,
afirmaban que la razón de la enfermedad o
la desgracia, proviene siempre de alguien
quien por motivos de "envidia" habría
decidido perjudicar al paciente,
condicionándole alguna enfermedad o
causándole alguna desgracia, y que, en
virtud de dicha interpretación, acudían al
tratamiento con el curandero.
FOLCLÓRICA
• Inclusive los mismos curanderos
traducen .un especial temor frente a esta
creencia, lo que además revela el grado de
convicción que tienen frente a ella, así
refieren : " yo me cuido mucho, yo no
como donde nadie...yo trato de evitar todo
lo que puedo, hay gente mala...yo no me
meto con nadie, no salgo con nadie, me
envidian por acá...esa es la envidia que me
tienen de manera que no doy cabida a
eso...si quiero tener una reunión la tengo
aquí en mi casa con cierta gente que desde
luego no me va a hacer daño".
FOLCLÓRICA
• Según los curanderos existirían diferentes
tipos de "daño" cuya forma de producción
condicionaría la gravedad de la
enfermedad o de la desgracia que con ello
se puede producir.
FOLCLÓRICA
o Daño hecho por la boca.- Consiste en el
suministro de algún brebaje preparado por
el "malero" que en forma oculta es
administrado a la víctima en alguna comida
o bebida. Este tipo de "daño" es el más
temido de todos, pues, con él provocan las
enfermedades más graves o las peores
desgracias, inclusive la muerte del
paciente, siendo a su vez el más frecuente
y al que atribuyen la mayoría de las
enfermedades.
FOLCLÓRICA
• Esta forma de daño que es el más
frecuente, se produce según los
curanderos, siempre en circunstancias en
que el sujeto participa en alguna situación
grupal o social. En esta relación
interpersonal hay mucha hostilidad y
suspicacia.
FOLCLÓRICA
o Daño hecho por el aire.- Consiste también
en la producción de alguna enfermedad o
desgracia provocada mediante un soplo o
fluido maléfico que es lanzado por el "
malero" contra su víctima y vehiculizado a
través del aire, a través de la distancia en
que se encuentra el paciente. Comúnmente
llaman "golpe de espiritismo" a esta forma
de "daño". La gravedad de los síndromes
producidos mediante ésta técnica, son en
general menos severos que los producidos
"por la boca".
FOLCLÓRICA
• Los curanderos al referirse a esta forma de
"daño" hablan de "daño hecho por encima"
y traducen frente a ellos menos temor que
ante los anteriores, siendo la enfermedad
por lo tanto de mejor pronóstico, así nos
dicen: "se puede hacer daño por encima,
por el cuerpo, es como le digo que le
agarran el alma, el del alma se puede curar
rápido--.hay que rescatar el alma que se la
han apoderado.
FOLCLÓRICA
o Daño por enredo.- Que realizan a través de
una prenda o imagen que representa a la
víctima. Así nos relata un curandero: "
agarran un pedazo de trapo y comienzan a
hacer un muñeco, o cogen un pedazo de
cera virgen, una vez que está caliente
forjan el muñeco, lo llevan a la iglesia y lo
bautizan a su nombre con padrino y
madrina, lo velan durante 15 días y a las 12
de la noche lo llevan al cementerio
FOLCLÓRICA
• 5.2. OTROS SÍNDROMES POPULARES DE
LA COSTA:
o Susto.- Llamado también "mal de espanto",
podría ubicársele como una forma de
"daño" pero provocado por la naturaleza y
consiste en la posesión del "alma" del
paciente por los espíritus "malos" del
cerro, el agua, los animales o las huacas.
FOLCLÓRICA
• Es muy frecuente encontrar comentarios
de los pobladores de esta región, en los
que hacen referencia de un temor mágico a
ciertos elementos de la naturaleza, así
dicen "es un cerro malo", "tal sitio está
embrujado" y para protegerse de éstos
generalmente hacen bendecir el lugar por
un sacerdote o colocan una imagen
religiosa en ellos.
FOLCLÓRICA
o Mal de ojo.- Ocurre generalmente a
criaturas y se produce por la mirada de
algún adulto de quien dicen que posee
"una mirada fuerte" o "un mal ojo",
distinguiéndose dos tipos de este
síndrome según el color de la persona, así
refieren "hay ojo blanco y ojo negro".
FOLCLÓRICA
• Los síntomas que caracterizan a este
síndrome son: llanto frecuente,
intranquilidad, vómitos y fiebre. Se cura
mediante el "santiguado del niño", también
"limpiándolo con un huevo de gallina y
rezándole diferentes oraciones.
FOLCLÓRICA
o Mal de aire.- Que diferencian en su origen y
sintomatología del "susto" y del "mal de
aire" y se produciría cuando el sujeto es
expuesto a cambios bruscos de
temperatura, y se caracteriza por fuertes
dolores musculares.
FOLCLÓRICA
• Shucaque.- Se produce cuando el sujeto ha
sufrido alguna" vergüenza" o alguna "gran
preocupación". Los síntomas son cefalea,
decaimiento, y falta de ánimo, irritabilidad
y a veces vómitos. Otras veces el
shucaque se caracteriza por intensos
dolores abdominales.
FOLCLÓRICA
• La diferencia de los síntomas entre éstos
últimos y los anteriores, se debería a la
distinta localización que atribuyen al
shucaque, el que puede ubicarse en la
cabeza para los primeros o en el estómago
para los segundos
FOLCLÓRICA
En el primer caso, el tratamiento consiste
en coger una porción de cabello y Jalarlo
bruscamente hasta producir un ruido
especial en dicha zona; en el segundo
caso, debe sacudirse violentamente la
cintura del paciente hasta que igualmente
se produzca un daño en dicha región.
FOLCLÓRICA
• El tabardillo.- Es un síndrome
caracterizado generalmente por fiebre
intensa y orina cargada, cuyo origen
atribuyen a "inflamaciones simples" y que
curan con "tizanas frescas".
FOLCLÓRICA
• 5.3. ENFERMEDADES DE DIOS.-
• Teniendo en cuenta que para los
curanderos, las características de la
enfermedad, se definen, más por su
etiología que pos sus manifestaciones
clínicas o sintomatologías, resultó
enormemente difícil lograr una precisión
sobre los fundamentos que les permitía
definir a este grupo de enfermedades.
FOLCLÓRICA
• Todos coincidieron en señalar que las
"enfermedades de Dios" se distinguen de
las otras en cuanto a su origen "natural",
es decir, que su causa no respondía a
ningún factor mágico, como e! señalado
para el daño y por lo tanto su tratamiento
correspondía a "los doctores del hospital".
FOLCLÓRICA
• Sin embargo, la distinción entre ambos
grupos de síndromes, sólo podía lograse
mediante el diagnóstico por adivinación y
principalmente a través de la intoxicación
alucinógena con el "San Pedro" o " la
ayahuasca", siendo el brebaje, según los
curanderos quien les trasmitía el poder de
visualizar la verdadera etiología del mal,
pudiendo inclusive separar a dos pacientes
con un mismo cuadro clínico.
FOLCLÓRICA
• A decir de Chiappe entre las causas más
inmediatas de esta distinción tenemos:
• 1. La más importante se relacionaría con
factores de raport o empatía curandero-
paciente. El curandero distinguiría el
origen de la enfermedad según el grado de
empatía que de manera pre conciente se
produciría en el encuentro con su paciente,
cuya influencia sería mucho mayor, si
tenemos en cuenta que es bajo los efectos
alucinatorios de ambos que se produciría
la primera entrevista diagnóstica.
FOLCLÓRICA
• 2. También debe influir en esta distinción la
coincidencia de varios factores comunes
entre curandero y paciente, tales como:
nivel cultural, el grado en que ambos
comparten un medio social semejante, la
actitud en cierto modo pasiva y sumisa del
paciente, su grado de convicción, acerca
del origen maléfico de su enfermedad, su
disposición para el tratamiento y
probablemente la forma como describe sus
síntomas en los que se destaquen los
factores mágicos.
FOLCLÓRICA
• 3. Otro factor puede relacionarse con la
experiencia el curandero ha podido
adquirir sobre síndromes semejantes a los
que le refiere su paciente y el grado de
éxito alcanzado en anteriores
oportunidades en el tratamiento de
cuadros semejantes.
FOLCLÓRICA
• Durante las observaciones se pudo
comprobar que frente a los cuadros
objetivamente orgánicos, los curanderos
de mayor experiencia, señalaban su origen
"natural", en cambio aquellos que
predominantemente ofrecían un margen de
origen psicosomático, eran diagnosticados
como "daño".
FOLCLÓRICA
• Las diferentes formas clínicas con que
suele presentarse un síndrome como e!
"daño" no pueden ser explicadas bajo un
ángulo estrictamente médico, pues su
forma y especialmente su origen, son el
resultado de la influencia de múltiples
factores en los que se intercalan lo
personal (biológico y psicológico), cultural,
social y económico.
•
FOLCLÓRICA
• 6. SÍNDROME CULTURAL DE DAÑO
• Este fenómeno debe ser estudiado desde
una perspectiva integral y situarnos en el
marco de realidad donde se ha observado
el fenómeno, que es en las haciendas
azucareras del norte.
• La razón más frecuente atribuida al “daño”
es la “envidia” y este rasgo constituye una
expresión cultural muy generalizada y
frecuente en la zona estudiada.
FOLCLÓRICA
• La envidia gravita tan poderosamente
sobre las colectividades, que muchas
veces se observa a ciertos grupos
familiares adoptar una serie de
precauciones con el fin de evitar ser
afectados por la “envidia” de presuntos
enemigos, por ejemplo contratan los
servicios de un curandero para que en una
ceremonia especial, proteja el hogar de
posibles “daños”, colocar ciertas plantas
de propiedades mágicas detrás de las
puertas de las casas, etc.
FOLCLÓRICA
• La “envidia” y el “daño” resultarían de la
confluencia de dos factores muy
importantes como son el sentimiento de
frustración de un lado y, el sentimiento de
competencia del otro, cuya interacción
determina que la agresividad resultante de
ambos, asuma la expresión de envidia,
mediante la utilización de un mecanismo
proyectivo.

FOLCLÓRICA
• El “daño” es la denominación popular de
un síndrome que asume muy variadas
formas de expresión, pudiendo éste afectar
tanto el área orgánica, como psicológica
del sujeto. De tal modo, que resultaría muy
difícil intentar categorizar la frecuencia y la
forma de todas sus manifestaciones.
FOLCLÓRICA
• Debido a la sugestiva carga simbólica cada
uno de los rituales del tratamiento, que
agregados al impacto emocional que sobre
el paciente ejerce el contexto de la
ceremonia curanderil y la intoxicación
alucinógena, pensamos al comienzo que
ello representa lo fundamental en el
tratamiento.
FOLCLÓRICA
• Sin embargo existe otro factor, que es la
manera como el curandero influye sobre el
paciente en los aspectos relacionados con
sus marcos vivenciales, tales como su
actitud futura frente a las relaciones
interpersonales, tanto en el grupo familiar,
como amigos, vecinos o compañeros de
trabajo.
FOLCLÓRICA
• Por supuesto, que el curandero no
descuida el área orgánica donde se
expresa la dolencia, la que también es
atendida mediante el empleo de brebajes,
plantas e inclusive medicamentos, pero
cuya importancia solo representa un
aspecto parcial del síndrome, desde el
punto de vista del curandero, pues para
éste la afectación de cualquier órgano es
solamente el lugar donde el “daño” ha sido
ejercido o la parte del sujeto que ha sido
lesionado por éste.
FOLCLÓRICA
• El “daño” también puede originar
desgracias personales, como el fracaso en
los negocios, la cosecha, la pérdida del
trabajo o del prestigio, el alcoholismo, el
alejamiento o la muerte de alguna figura
significativa para el paciente. Igualmente
ante estas situaciones el sujeto que las
padece, interpreta que cualquiera de ellas
ha sido también producto del “daño” por lo
que el curandero representa la fuente de
alivio o solución, sin que en estos casos
varíe lo fundamental de su técnica
terapeútica.
•
FOLCLÓRICA
• La “curación” de este síndrome traduce dos
aspectos fundamentales. De un lado el empírico-
racional, reflejado por el empleo de una serie de
productos especialmente vegetales y a veces
farmacológicos, orientados hacia la atenuación o
cura del síntoma o dolencia orgánica y del otro, el
aspecto mágico del ritual curanderil, cuya finalidad
sería la de “expulsar” el daño, identificar al
responsable, la “limpieza” y el “tratamiento” del
cuerpo y por último la serie de directivas impartidas
por el curandero orientadas casi todas a modificar
en él su actitud en el marco de las relaciones
interpersonales.
FOLCLÓRICA
• Todo lo cual reflejaría, que la conflictiva
interpersonal y el manejo de la agresión,
constituirían los elementos que jugarían un
papel determinante, tanto en el
desencadenamiento como en la “curación”
del síndrome”, siendo la práctica
curanderil, representada por el “malero” y
el “curandero”, el instrumento a través del
cual, la colectividad intenta resolver su
problemática individual y grupal.
•
FOLCLÓRICA
• 7. EL SUSTO Y EL DAÑO
• El “susto” es un síndrome popular
característico de las zonas rurales de la
sierra y el “daño” lo es en los sectores
urbanos de la Costa y la Selva, ambos
poseen algunos rasgos comunes que
permiten establecer marcos comparativos
en cuanto a su “etiología” y factores
condicionantes en directa relación con las
características culturales, sociales y
económicas de la región donde cada uno
de ellos predomina.
•
FOLCLÓRICA
• Rubel, en su estudio sobre “El Susto en
Hispanoamérica” señala, “cierto número de
elementos básicos se repiten en la etiología popular
del “susto”. Entre los indígenas hay la creencia de
que el alma fue capturada porque el enfermo,
adrede o no, perturbó los espíritus guardianes de la
tierra, los ríos, el bosque, o animales y
permanecerá cautiva hasta que expíe la falta”,
luego refiriéndose a las técnicas de tratamiento
comenta, “se invoca a los espíritus que han
capturado el alma y se les hacen ofrendas
propiciatorias para que la dejen en libertad”.
•
FOLCLÓRICA
• El “daño” en cambio es atribuido a la
“envidia” de otro hombre, quien por este
motivo contrata los servicios de un malero
para que ejerza su maléfica influencia
sobre el paciente causándole alguna
enfermedad o una desgracia.
FOLCLÓRICA
• Las técnicas de tratamiento tienen la
finalidad de que el enfermo logre expulsar
el “mal” introducido a través del “daño”, la
limpieza y el “fortalecimiento” del cuerpo,
la identificación del responsable mediante
la visión alucinada que le provoca el San
Pedro o la Ayahuasca, y por último el
cambio de actitudes frente a las relaciones
interpersonales, inducidas por el
curandero.
FOLCLÓRICA
• De acuerdo a Chiappe, los factores
culturales, sociales y económicos que a
nuestro juicio determinarían las
características de ambos síndromes serían
los siguientes:
•
FOLCLÓRICA
– En la sierra la relación predominante y
fundamental es la de hombre-naturaleza, es
decir, que por falta de recursos culturales y
técnicos el hombre está prácticamente sometido
a la influencia de estos elementos y por lo tanto,
las posibilidades de supervivencia dependen del
grado en que la naturaleza favorece o perjudica
la obtención de sus recursos vitales, por lo que
debe adoptar una actitud mágica frente a ella
como un medio de lograr su benevolencia,
establecer la salud o impedir desgracias.
FOLCLÓRICA
• En cambio, en las colectividades urbanas
de la costa, especialmente cultural y
técnicamente más desarrolladas, el
hombre no solamente adquiere una actitud
más racional frente a la naturaleza y
comprueba, a través de recursos técnicos,
que puede influir sobre ella y por lo tanto
dominarla en el manejo de las máquinas, la
regulación de los cultivos, la canalización
del riego, el uso de fertilizantes, etc, con lo
cual desaparece prácticamente la situación
de impotencia anterior.
FOLCLÓRICA
• Pero en este caso surge una nueva
situación de carácter conflictivo y que
obliga al hombre a movilizar sus primitivos
esquemas mágicos, mediante los cuales
intenta controlar eventos impredecibles o
que le causan angustia; convirtiéndose la
relación hombre- hombre en el factor
determinante de su estrés emocional,
FOLCLÓRICA
• debido a que los marcos estructurales de
la nueva sociedad hacen que la necesidad
de estatus, la seguridad personal y la
competencia por el trabajo, representen los
factores más importantes de su
preocupación existencial, pues de ello
depende toda posibilidad de supervivencia.
•
FOLCLÓRICA
• 2. En la sierra, dada la evidente
impotencia con que el hombre se enfrenta
a la naturaleza, se produciría un inevitable
sentimiento de integración solidaria entre
los miembros de la colectividad,
convirtiéndose dicho factor de cohesión
grupal, en el elemento fundamental que
garantiza la supervivencia del grupo, de allí
que la organización de Ayllus y
comunidades sea el rasgo característico de
su organización social.
•
FOLCLÓRICA
• En cambio en la costa, por el carácter de la
organización y estructura social, el hombre
se ve obligado a adoptar una actitud de
enfrentamiento individual para la obtención
de sus recursos vitales, no existiendo
suficientes factores que posibiliten un
sentimiento de integración y cohesión
grupales y en consecuencia, la
competencia asume un carácter
predominante en la relación interpersonal.
FOLCLÓRICA
• 3. En las zonas rurales de la sierra los
marcos de necesidades y expectativas de
realización están trazados por el mismo
grupo y se hallan limitados por el carácter
de su organización y estructura social, a
las posibilidades, valores y perspectivas
de toda la colectividad, por lo tanto las
metas son compartidas y asequibles para
todos sus miembros.
•
FOLCLÓRICA
• En la costa en cambio, es evidente que el
marco de necesidades y expectativas de
realización se amplían notablemente, pero
dado el carácter tan rígido de su
organización estructural, las
oportunidades de alcanzar dichas metas,
especialmente para el grupo marginado, se
encuentran prácticamente bloqueadas, lo
que determina un sentimiento de
frustración que agregado al carácter
competitivo del sistema,
FOLCLÓRICA
• dichos sentimientos de frustración y
competencia sean percibidos como
hostilidad de los otros, en virtud de un
mecanismo de proyección que asume la
forma de “envidia”.
CONCLUSIONES Y/O ACTIVIDADES DE
INVESTIGACIÓN SUGERIDAS
• 1. Las doctrinas etiológicas y patogénicas
de la psiquiatría folclórica son una
interesante mezcla de ideas basadas en las
culturas autóctonas más o menos influidas
por la presión de las fuerzas dominantes.
• 2. Los procedimientos más importantes de
la psiquiatría folclórica son:
o Maniobras mágicas
o Maniobras psicológicas
o Empleo de drogas
• 3. Los curanderos clasifican a las
enfermedades como:
o Enfermedades de daño: por la boca, por el
aire, por enredo.
o Enfermedades de Dios
4. Otros síndromes populares de la costa
son:
o Susto
o Mal de ojo
o Mal de aire
o Shucaque
o Tabardillo
5. Síndrome cultural de daño: El daño es la
denominación popular de un síndrome
muchas formas de expresión, atribuido a la
envidia.
GRACIAS

Semana 8

Cargado por

Información del documento

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

Semana 8

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

CICLO 2011 1-II Módulo: 2

María Amelia Aréstegui

También podría gustarte