Está en la página 1de 4

Concepcion

del niño
en la
El concepto de infancia en la
modernidad es bien diferente. El
niño es concebido como inocente,
sin maldad ni sexualidad. Por ello
es pensado como frágil e indefenso
y debe ser protegido del desvío de
los adultos. A la inversa del
medieval, concita al máximo el
interés de una familia y una
sociedad que lo cuida y lo educa
para que "se forme bien“.
Pensar sobre el sentido de la infancia, hoy,
impone transitar su construcción en la
modernidad. Podemos caracterizar la
modernidad como el proceso creciente,
iniciado en el siglo XVII y aun antes, de
racionalización de las ciencias y de las
sociedades, que coincidirá, y no por azar, con la
expansión capitalista e industrial propia del
siglo XVIII. Al considerar la naturaleza en tanto
imprevisible, se creía en la razón como método
de control de lo que asusta y angustia a los
Edad moderna sujetos y como marco de experimentación.
Este tiempo cronológico cuantificable como una
línea imaginaria que debía ser recorrida era
inherente a la noción de infancia. De ahí el intento
de considerar “objetivamente” al niño, tratando de
captarlo en su permanencia y en su esencia. La
razón no era sólo utilizada como método, sino que
de ella se obtenía el conocimiento, con certezas y
definiciones. La idea de infancia quedó así
sometida al concepto de progreso, y de este modo
se renunció a considerar el tiempo vivido,
subjetivo, en beneficio del conocimiento científico.
Por lo tanto, prevalece la continuidad histórica
objetiva y si los mitos toman primacía, es ahora
para puntualizar un origen: el necesario para la
aplicación del método de la razón. Se trata de
darle un origen temporal a la causalidad de los
hechos y a la medición de las capacidades del
infante.

También podría gustarte