12:30 h.

El estrés es una reacción fisiológica

inmediata a las presiones y
tensiones; es desgastante, oxidante,
además devastador.

El término estrés a pesar que ha sido

usado en el habla común con diversas
connotaciones generales, tiene un
significado muy preciso: describe una
serie de cambios neurofisiológicos
que sufre el organismo.
 El estrés a la vez es un generador de
reacciones.

El hombre moderno desarrolla los

mismos mecanismos, pero las
características de los factores
estresantes se han modificado por los
procesos psicológicos y sociales.

En síntesis, el dolor, ya sea de origen físico o

mental es registrado en el cerebro a través de
un sistema que reacciona frente al peligro. La
amenaza del dolor es la esencia del estrés.
La reacción al estrés es una respuesta
mecánica del organismo. Hay alrededor de
1,400 cambios físicos que ocurren para
preparar al cuerpo para luchar contra este
estímulo.

El estrés es una reacción natural del cuerpo a

cualquier estimulación. El ser humano debe
estar estimulado, la falta de estímulo es igual
a estar muerto. La respuesta personal a un
estímulo es:

Una buena experiencia ESTIMULA

Una mala experiencia BAJA EL ESTIMULO

El súper-estrés será la forma de describir
cuando estamos o nos encontramos en
peligro de muerte.

Cuando entramos en súper-estrés existe un

cambio en nuestra mente y cuerpo, esto se
debe a la producción de hormonas.

Es importante aclarar que no todos somos

afectados de la misma forma.

Depende en gran forma las señales que se

emiten al lóbulo temporal a percibirse un
evento estresante.
 Algunas características del estrés:

Pulso cardiaco rápido.

Proceso mental rápido.
Sudoración.
Pupilas dilatadas.
Visión nublada.
Oclusión auditiva bloqueando el ruido.
Entumecimiento y pesadez en las
extremidades.
Torpeza en dedos, brazos y piernas.
Todo sucede en cámara lenta.
Pérdida de las funciones del cuerpo:
respiración, vejiga, parálisis, desmayo.
 Afectaciones de las habilidades.

Se pierde la capacidad para recordar la

secuencia de los sucesos
Se pierde la percepción de profundidad.
Nace la preocupación de muerte.
Se pierde la percepción del color.
Sentimientos de enojo o coraje
Percepción en “cámara lenta”.
La percepción visual cambia.
 La percepción visual cambia.
Visión de túnel
Fijación en blanco

La percepción auditiva falla.

Exclusión auditiva.

Incredulidad.
Confusión

Negación

El cerebro tarda más en tomar decisiones.

Cuando estamos bajo condiciones
normales el cerebro tarda .75 (75
centésimas) de segundo en tomar una
decisión, esto es tres cuartos de segundo.
Bajo súper-estrés, para asumir la misma
decisión nos podemos tardar de 1 a 1.5
segundos, más 1 segundo en ejecutar, esto
nos da de 2 a 2.5 segundos de reacción.
Para nuestro adversario, que apunta en
nuestra dirección, tomar la decisión tarda
.75 segundos más en disparar.
Posibles efectos a largo plazo del súper-estrés.

- Desórdenes en el sueño.
- Desórdenes gástricos y asociados.
- Cambio de hábitos alimenticios.
- Cambio en el comportamiento.
- Alcoholismo y drogadicción.
- Irritabilidad crónica.
- Incapacidad de tolerar ruido.
- Aumento de la presión arterial (hipertensión).
- Trastornos sexuales.
- Fatiga.
- Sentimiento de culpa
- Incapacidad de aceptar el hecho.
- Evitar la “escena del hecho”.
- Memoria y concentración.
- Remordimiento de haber matado.
- Falsa creencia de ser un súper hombre
- Temor a futuros hechos.
- Autocrítica
- Cambios sociales.
- Autocastigo.
- Ansiedad.
- Tristeza.
 Características de una personalidad saludable:

1.- Alto nivel de autoestima.

2.- Toma de decisiones.
3.- Alto nivel de consciencia.
4.- Toma las riendas de su vida.
5.- Establece prioridades, trabaja en lo que es
importante.
Dentro de la estructura del estudio de la
personalidad de los individuos, se establecen
dos conceptos preponderantes:
La esencia del individuo
La familia de que proviene