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INTRODUCCION

La corrupción tiene un impacto devastador en el desarrollo político, social y económico de los países.
Afecta la democracia y acentúa las desigualdades, los estados pierden recursos que deberían destinarse
a mejorar las condiciones de vida y garantizar el pleno ejercicio de los derechos de todos los
ciudadanos, especialmente de los más necesitados.
Hace falta analizar permanentemente la realidad de las acciones anticorrupción desde el Estado y la
sociedad civil, si existe o no voluntad política para combatir la corrupción en el país; además, de
algunos casos concretos que permitan determinar posibles modus operandi, modalidades y vacíos
legales que podrían estar abriendo campo a los corruptos para actuar. Esto debe ir acompañado de una
revisión de las herramientas nacionales e internacionales que existen y que podemos utilizar para
combatir la corrupción en el Perú.
Para nosotros, la corrupción afecta principalmente a las personas, atenta contra los derechos
fundamentales, socava la democracia, destruye la institucionalidad democrática, impide la igualdad de
oportunidades, el ejercicio de las libertades y acentúa las desigualdades.
LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ
• En el Perú. La corrupción no solo denota una ausencia de sentido de nación, sino que
progresivamente pone en riesgo la viabilidad del país. Sin lugar a dudas, la corrupción
empobrece a la nación: la debilita en tanto proyecto y la empobrece materialmente
haciendo más pobres a los pobres.
• La corrupción es fruto del retardo de las sociedades en modernizarse. Por modernización
se comprende el imperio del mercado libre y la reducción del aparato estatal al mínimo
indispensable. El Estado debe ser el árbitro del libre intercambio de bienes y servicios. Los
comportamientos de corrupción son entonces percibidos como conductas económicas, en
las que los participantes buscan obtener ventajas. La corrupción constituiría un mercado
en el que se intercambian bienes que no deben legalmente intercambiarse. La mayor o
menor falta de racionalidad y de conciencia respecto al bien público, propias a las
sociedades retrasadas, subdesarrolladas y proteccionistas, fomenta la corrupción. Sin
embargo, se considera que la corrupción juega un papel positivo en la medida en
contribuye a superar las barreras formales y rígidas de la burocracia propias a dichas
sociedades.
LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ
• Tanto en Lima como en el interior del país, la población señala a la delincuencia (62%), la
corrupción (46%) y el consumo de drogas (30%) como los mayores problemas del país.
• El 61% de los encuestados señala de manera específica la corrupción de funcionarios y
autoridades, por amplio margen, como el más serio problema percibido en el Estado peruano.
• Cuatro de cada cinco encuestados además percibe que la corrupción ha incrementado en los
últimos años y el 53% estima que ésta aumente en el quinquenio siguiente.
• A nivel de desempeño institucional, la ciudadanía tiene una evaluación relativamente positiva
de los medios de comunicación y la Defensoría del Pueblo; y en contraste, una
mayoritariamente tiene una apreciación negativa de los partidos políticos y el Poder Judicial.
• En ese sentido, el Poder Judicial, el Congreso de la República y la Policía Nacional son
consideradas como las tres instituciones más corruptas del país.
• Asimismo, 82% de encuestados considera que el crimen organizado estaría muy infiltrado en la
política, principalmente a través del financiamiento de campañas (38%) y las conexiones con
funcionarios en puestos clave (22%), de acuerdo al estudio.
LA CORRUPCIÓN EN EL PERÚ
• Cuando la corrupción es considerada a un nivel más micro y cercano a los encuestados, el estudio
señala que existe tolerancia media a las coimas, los sobornos, la vara (influencia), las argollas y el
robo de servicios públicos.
• Solo un 10% señala que sí le solicitaron coimas, regalos propinas y/o sobornos, pero se negaron a
darlos, una menor proporción admite haber accedido, y un porcentaje muy pequeño (1%) admite
que lo hizo por iniciativa propia.
• De estos dos últimos grupos, el 52% alega haberlo hecho para evitar mayores sanciones y el 37%
porque si uno no paga, las cosas no funcionan. En general, de quienes tuvieron contacto con
funcionarios corruptos, solo el 11% hizo la denuncia respectiva.

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