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Alma 34-35

Falso o verdadero
1. Cuando Jesucristo expió los pecados de la
humanidad, sólo sufrió por la gente justa.
2. Todas las personas necesitan la Expiación para ser
salvas.
3. Cualquier persona puede expiar o pagar los pecados
de otra persona.
“Su expiación es infinita: no tiene fin. También es infinita
en el sentido de que todo el género humano se salvará de la
muerte sin fin, y es infinita en el sentido del intenso
sufrimiento del Salvador… Es infinita en lo que abarca,
porque se hizo una sola vez por todos. Y la misericordia de
la Expiación se extiende no sólo a una cantidad infinita de
personas, sino también a un número infinito de mundos
creados por Él. Es infinita más allá de cualquier escala de
dimensión humana y de comprensión mortal.
“Jesús fue el único que pudo haber ofrecido esa Expiación
infinita, dado que había nacido de madre mortal y de Padre
inmortal. Debido a ese nacimiento singular, Jesús era un
Ser infinito” (véase “La Expiación”, Liahona, enero de
1997, págs. 38–39).
“De acuerdo con la ley eterna, la Expiación exigía que un
Ser inmortal, no sujeto a la muerte, se ofreciera en
sacrificio; pero también debía morir y volver a tomar Su
cuerpo. El Salvador era el único que podía llevar esto a
cabo, pues había heredado de Su madre la facultad de morir
y de Su Padre el poder sobre la muerte” (“La constancia en
medio del cambio”, Liahona, enero de 1994, pág. 39).
Imaginen la
vida sin…
“Para arrepentirnos, debemos tener una fe firme en
Cristo … La fe en Cristo cambiará nuestros
pensamientos, nuestras creencias y nuestro
comportamiento que no estén en armonía con la
voluntad de Dios … El arrepentimiento significa un
cambio en la mente y en el corazón; dejar de hacer
lo incorrecto y comenzar a hacer lo correcto”
El día de hoy, el mandamiento más importante
para mí es…
Empezaré desde ahora a ejercer fe para
arrepentimiento al…

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