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El “canon” cristiano

del
“Antiguo Testamento”
Lic. Claudia Mendoza /// 2017
¿Cómo se compuso la colección de
obras que forman nuestra “Biblia”?

¿Por qué estos libros y no otros?

¿Cuáles fueron los criterios de discernimiento


para aceptar un libro como sagrado?

¿En base a qué razones se descarta una obra


como “apócrifa”?
Con este tipo de preguntas se

plantea la tan compleja como

importante cuestión del

“canon” “de las Escrituras”


                    

Comencemos preguntándonos

por el significado

de la palabra “canon”
                    

La palabra “canon”

es la transliteración del vocablo

griego “kanon”

cuyo sentido primario era el de “caña”

[entendido como “medida”]


                    

El término designaba

originariamente

una medida o

un instrumento de medición
Ur-Nammu, soberano
de Ur
de fines del III
Milenio a.C., relató
que su dios, al
ordenarle que le
construyera
un templo
y al darle las instrucciones pertinentes,
le habría entregado una vara de medir
y un rollo de cuerda para el trabajo
La misma idea

aparece

en el Libro del Apocalipsis


Allí se indica que

a un ángel se le entrega

una “caña de medir”

y se le ordena

“medir” el santuario, el altar

y a los que adoran en él


Planta
de cálamo

“Luego me fue dada una caña


de medir (kálamos) parecida
a una vara, diciéndome:
«Levántate y mide el
Santuario de Dios y el altar
y a los que adoran en él”
(Apocalipsis 11,1)
Se entiende que el término

griego “kanon” derivaría,

a su vez, de un término

semítico, probablemente del

sumerio “qanu”,

un patrón o unidad

de medida central
El sistema métrico sumerio

ha sido objeto de importantes estudios

sobre todo debido a

las proporciones armónicas

de las esculturas de “Gudea sedente”…


…conocidas como “El Arquitecto del Plano”

y “El Arquitecto con Regla”

hoy conservadas en la Sala de

Antigüedades Orientales del Museo del Louvre


GUDEA (“El Llamado”)
−importante personaje del
Renacimiento de Sumer−
fue gobernador de Lagash
(2141-2122 a. C.)

Es el primer gran arquitecto de quien se


ha documentado su existencia, y ha
sido el hombre más representado
de la antigüedad
Antigua Summer - III Milenio A.C.
Su capacidad constructora queda
reflejada en la estatua del
“Arquitecto del plano”, donde
aparece sentado con un plano
arquitectónico entre sus piernas,
incluidos estilete y regla de
medidas
y que personifica al príncipe como
arquitecto de su templo, el Templo
Sumerio de Eninnu
Qanu sería el equivalente a la altura
de una persona de casi 1,65 m
(1,6449) – ¿la altura de Gudea?–
Representaría la estatura “normotipo”
para los cálculos antropométricos en
dos sistemas de medición sumerios
Este sentido estaría en el origen de la
palabra “canon” en cuanto regla de
las proporciones antropométricas de
la figura humana en las culturas de
occidente
Canon de Durero
Canon de Vitruvio
según Leonardo da Vinci
No es de extrañar que el

sentido primario de “canon”

–en cuanto instrumento de medición–

derivara pronto en diversas

acepciones metafóricas
Por ejemplo, cuando se emplea “canon” para indicar una “norma”,
una “regla”, un “patrón”, un “modelo”
destinado a determinar, “regular”, “medir”
la calidad de ciertas actividades

Así, los filólogos alejandrinos


formularon un “canon de escritores”
en lengua griega que debía servir
de “norma”, de “modelo”
para aquellos que pretendían formarse
literariamente
Otro significado metafórico de “canon” pronto
desarrollado fue el de “lista”, “registro”, “catálogo”

Así, por ejemplo, se hablaba de


los “pínakes” de Calímaco
(monumental catálogo crítico de
la literatura griega)

o de las tablas astronómicas de El Almagesto


Quintiliano llamóde“canon”
Ptolomeo Tolomeo en una
a la lista de autores
edición del
“clásicos” siglo XVIpor
establecida
como “cánones”
los alejandrinos
Cuando se habla del “Canon de las

Sagradas Escrituras” se tienen en

cuenta estos dos sentidos metafóricos:

 El sentido (activo)
de “norma”, “regla”, “modelo”

 El sentido (pasivo)
de “colección”, “catálogo”, “lista”
Desde esta perspectiva,

se dice que un libro es “canónico”…

…tanto por ser “norma” activa

de fe y de vida…

…como por pertenecer a la colección

de los libros “inspirados” que forman

La Sagrada Escritura
Criterios de
“canonicidad”
Una aproximación
Ahora bien…

¿Cómo se determina

la “canonicidad” de un libro?

¿Qué criterios permiten

reconocer su carácter “normativo”

(debido a) su “origen divino”?


¿Quién (o quiénes) tienen

autoridad legítima

para proponer

un “catálogo” de “libros inspirados”?


Una respuesta adecuada a esta cuestión

requiere necesariamente

de complejas consideraciones

de orden teológico
Implica nociones de Revelación,

de Fe, de Inspiración

Depende de problemáticas

eclesiológicas, pneumatológicas,

antropológicas…
Sin embargo, aceptando presupuestos

mínimos, cabe plantear esta cuestión

también desde la perspectiva

de la historia, la literatura y la sociología

Es decir, desde el acontecimiento

que de hecho se dio


“Sólo así es posible llegar

al límite de lo

racionalmente mensurable

en el fenómeno religioso”

Pérez, M. – Trebolle, J.,

“El canon bíblico”,

en: Id., Historia de la Biblia,

Madrid (Trotta 2006), 85.


El establecimiento definitivo
de un “canon”
de libros sagrados
–con exclusión de otros
no reconocidos como tales–
siempre es competencia
de una autoridad
religiosa legítima
Sólo que la decisión final de una autoridad religiosa

legítima y competente

sobre el “canon” de los libros sagrados

es un momento final, un punto de llegada

de un largo “proceso de canonización”

Viene a “sancionar” algo

que ya se había impuesto

de una u otra manera con anterioridad


Si bien es muy importante analizar

en qué circunstancias históricas

y por qué motivos teológicos

se han producido las decisiones

de la autoridad competente…
…para comprender acabadamente
el sentido de la decisión final
es conveniente
–¿necesario?–
entender todo el proceso anterior
Mucho antes de que

una autoridad legítima

sancione definitivamente

el “Canon de las

Escrituras Sagradas”…
…existe un no menos determinante

proceso histórico…

–muy largo, complejo

y difícil de reconstruir–
…en el marco del cual

ciertos libros se fueron imponiendo

a la conciencia creyente…
…sea por su autoridad y prestigio,

sea por el reconocimiento

de su “origen divino”,

sea por su particular utilidad

al momento de explicar y/o plasmar

la propia identidad de fe
Por ejemplo…

El Libro Segundo de los Reyes relata que


en tiempos del rey Josías (hacia el 622
a.C.) se encontró un libro en el Templo…

“El sumo sacerdote Jilquías dijo al


secretario Safán: «He hallado en la Casa
de Yahveh el libro de la Ley
(sefer hattôrah)»” (2Re 22,8)
El rey Josías convocó a todo pueblo
y, tras la lectura solemne del libro
en el Templo,
todos se comprometieron
“con todo el corazón”
a cumplir lo que allí estaba ordenado…
“El rey hizo convocar a su lado
a todos los ancianos de Judá
y de Jerusalén,
22,2 y subió el rey a la Casa de Yahveh
con… los sacerdotes, los profetas
y todo el pueblo desde el menor al
mayor; y leyó a sus oídos todas las
Palabras del libro de la alianza
hallado en la Casa de Yahveh.
22,3 El rey estaba de pie junto a la
columna; hizo en presencia de
Yahveh la alianza para andar tras de
Yahveh y guardar sus mandamientos,
sus testimonios y sus preceptos
con todo el corazón y toda el alma,
y para poner en vigor las palabras
de esta alianza escritas en este libro.
Todo el pueblo confirmó la alianza”
Otro ejemplo, de una época más tardía

Tras un duro tiempo de persecusión en


épocas de Antíoco IV Epífanes (hacia
el 167 a.C.), durante el que fueron
quemados libros sagrados…
–ver 1 Macabeos 1,50.56-57
“El que no obrara conforme a la orden del
rey, moriría […] v56 Rompían y echaban al
fuego los libros de la Ley que podían hallar.
v57 Al que encontraban con un ejemplar de
la Alianza en su poder, o bien descubrían que
observaba los preceptos de la Ley, era
condenado a muerte por decisión real” –
…el Segundo Libro de los Macabeos
refiere como Judas
se ocupó cuidadosamente
de rescatar todos los ejemplares
que pudo…
“…Judas reunió todos los libros
dispersos a causa de la guerra que
sufrimos, los cuales están en nuestras
manos. v15 Por tanto,
si tenéis necesidad de ellos,
enviad a quienes os los lleven”
(2 Macabeos 2,14-15)
En el versículo inmediatamente anterior
el texto también se refiere
al cuidado con que Nehemías
–hacia el siglo V a.C–
se ocupó de reunir diversos libros
“Lo mismo se narraba también en los
archivos y en las Memorias del tiempo
de Nehemías; y cómo éste, para fundar
una biblioteca, reunió los libros
referentes a los reyes y a los profetas,
los de David y las cartas de los reyes
acerca de las ofrendas”
(2 Macabeos 2,13)
Esto significa que ya existía la convicción

de que determinados escritos eran

“regla de fe y vida” para el pueblo

de Israel y que debían, por tanto,

ser objeto de un trato muy especial


Estos pocos testimonios muestran a las claras

como, mucho antes

de que una autoridad religiosa legítima

determinara el “canon” de “escritos

sagrados”…
…se iba creando firmemente
la conciencia
de que ciertos libros
tenían un valor sagrado
al momento de expresar
la propia identidad
¿Se puede intentar reconstruir
cómo se fue dando de hecho
el proceso que desembocó
en la determinación definitiva de un “canon”
de “Escritos Sagrados”?
No es tarea nada fácil,
dada la escasez de testimonios
Se entiende en general que
“las diferentes colecciones
que integran el canon se han constituido
a partir de un bloque inicial muy consolidado,
que fue ampliándose
a través de un proceso largo,
no siempre uniforme y rectilíneo”
Pérez, M. – Trebolle, J., “El canon bíblico”, en: Id.,
Historia de la Biblia, Madrid (Trotta 2006), 87.
Indicaremos los datos sobre los cuales
existe razonable consenso

El “hallazgo” del
“Libro de la Ley”
en el Templo significa
el primer acto de
constitución progresiva
de un cuerpo de libros
sagrados
En el período llamado del
“Segundo Templo”, en la época persa
(538-333), entre otras cosas…

- Se promulga la TORÁ
como PENTATEUCO
(ver Nehemías 8)

- Se separa el Deuteronomio
de la “Historia Deuteronomista”
- Se comienza a reconocer
el valor normativo
de los “Libros Proféticos”
Luego se afirmará
que en esta época
“se extinguió” la profecía
- Se comienza a reconocer
el valor normativo de algunos
de los “sapienciales”
En el período “del Segundo Templo”,
en la época “macabea” (167-37 a.C.)

A este período corresponde


una delimitación cada vez más clara
de las tres colecciones que
se impondrán en
el “canon” de la Biblia Hebrea”
Época “macabea” (167-37 a.C.)

El traductor del “Libro de Ben Sirá”


(o “Eclesiástico”), nieto del autor,
atestigua la devoción con la que
se conservaban y traducían
las colecciones de “la Ley”,
Texto Hebreo
“los Profetas” y “los otros Libros” del Libro de
(un tercer grupo no bien definido) Ben Sirá

Ver el “Prólogo” de la obra


Época “macabea” (167-37 a.C.)

En ese mismo libro,


–escrito presumiblemente hacia el 180 a.C.–
se encuentran claras alusiones a la existencia
de colecciones de libros sagrados, por
ejemplo, la de los “Doce Profetas Menores”
(ver Sirácida 49,10)
En el período “del Segundo Templo”,
época “herodiana” (37 a.C. - 70 d.C.)

En algunos ambientes judíos


–por ejemplo, el del
judaísmo helenista–
se observa una tendencia a ampliar
la colección de libros sagrados
Época “herodiana” (37 a.C. - 70 d.C.)

Los manuscritos de Qumrán


parecen poner de relieve
no sólo la variedad de formas textuales
sino tambien la imprecisión
de la frontera entre “lo canónico”
y lo más tarde considerado
como “apócrifo”
Época “herodiana” (37 a.C. - 70 d.C.)

Los hallazgos
de Qumrán
no permiten hablar
de un “canon cerrado”
El período cercano a la “Guerra”
entre los judíos y los romanos
(ca. 70 d.C.)

La situación cambia
radicalmente…
ca. 70 d.C.

Se va imponiendo
la tendencia
a limitar la cantidad
de libros recibidos
como “sagrados”…
ca. 70 d.C.

…aunque sin llegar al extremo


de la posición samaritana,
que sólo recibió como sagrado
el libro de la Tora
Veamos el testimonio de FLAVIO JOSEFO
“No existen entre nosotros infinidad de libros
en desacuerdo y contradictorios entre sí, sino
solamente 22 […] De la muerte de Moisés
hasta Artajerjes …los profetas que vinieron
después de Moisés han contado la historia de
su tiempo en 13 libros. Los 4 últimos contienen
himnos a Dios y preceptos morales para los
hombres” [Contra Apión I 8.38-41]
Esos 22 libros que menciona Flavio Josefo
son, probablemente…
- Los 5 del Pentateuco
- Josué // Jueces + Rut // Samuel // Reyes //
Isaías // Jeremías // Lamentaciones //
Ezequiel // Profetas Menores // Daniel //
Esdras // Nehemías // Crónicas
- Salmos // Proverbios // Job // Cantar
Quedan fuera sólo Qohélet y Ester,

cuya “canonicidad”

será discutida en los años siguientes.


El período rabínico sin Templo
(70 – 135 d.C.)

En este período se reconoció el


“carácter canónico” de los libros
de Qohélet, Ester y
Cantar de los Cantares
–sobre los que pesaban algunas
dudas hasta entonces–
70 – 135 d.C.

…se excluyó expresamente


el Libro de Ben Sirá
(Eclesiástico)
y se impuso definitivamente
en llamado “canon breve”
(TaNak)
Este debate sobre la
“canonicidad”…
–iniciado con
Hillel y Shammai
a comienzos del s. I d.C.–
…se prolongó al menos
hasta Rabi Aquiba,
quien, con su autoridad,
parece haber cerrado
el debate a comienzos del s. II
–aunque sus discípulos

continuaron la polémica

durante la segunda mitad del s. II–


¿Qué criterios se emplearon
en el debate?

No es fácil de determinar,

dada la escasez de testimonios

Sin duda se ha tenido en cuenta la antigüedad

y la autoridad del (presunto) autor de la obra


Se reconoció
carácter «sagrado»
a aquellos libros
que podían acreditar
un origen mosaico o profético…
…y que se remontaban
a una época anterior
al momento en que la cadena
sucesora de los profetas
quedó definitivamente
interrumpida…
…es decir, según se creía,

a la muerte de Malaquías,

en tiempos de Artajerjes
Además, se entiende que también se tenía en
consideración…
 Si el contenido concordaba
con la Ley de Moisés y no era herético
 Si había sido escrito anteriormente
a la época de Esdras
 Si había sido escrito en Palestina
 Si había sido escrito
en lengua hebrea o aramea
Pero esto no significa
que todos
los grupos judíos
tuvieron
los mismos criterios
En el ámbito rabínico
de la época
no se hablaba
de “canonicidad”
Cuando un libro era recibido como

“sagrado” se decía que “manchaba”

o “volvía impuras” las manos”

debido a la necesidad

de purificación que conllevaba su uso


Veamos algunos testimonios
de estas discusiones…

“R. Yismael dice que en tres cosas


sigue la escuela de Shammai la
interpretación más indulgente,
mientras que la escuela de Hillel
sigue la más severa…
…Según la enseñanza de la escuela
de Shammai, el libro de Qohélet
no vuelve impuras las manos,
mientras que la escuela de Hillel
afirma que sí las vuelve…”
[Tratado “Eduyot” de la Mishnah 5,3]
“…R. Yosé afirma… que
Qohélet vuelve impuras las
manos, mientras que respecto
al Cantar de los Cantares
está controvertido […]
R. Simeón ben Azay dice: …que
Aquiba exclamó: «¡Dios me libre!
Que nadie en Israel
ponga en discusión
que el Cantar de los Cantares
no vuelve impuras las manos…
…ya que el mundo
entero no es digno del día
en que fue dado a Israel
el Cantar de los Cantares…
…todos los escritos
son santos, pero
el Cantar de los Cantares
es santísimo…”»

[Tratado “Yadayim” de la Mishnah ,35]


En los debates

de estas épocas,

como es de esperarse,

también se hace referencia

a los escritos cristianos…


Por ejemplo, se lee en el tratado
“Yadayim” de la Tosefta:

“Los evangelios y los libros


de los minim no manchan las manos.
Los libros de Ben Sirá y todos los
libros escritos de aquí en adelante
no manchan las manos”
Y el tratado “Sabbat” de la Tosefta 13,5 dice

“Los evangelios y los libros de los


minim no deben ser salvados de un
incendio, sino que se les deja arder
donde estén con sus menciones del
nombre divino […]
R. Tarfón dijo:
«¡Me quede yo sin hijos si,
cayendo en mis manos,
no lo quemo
con sus menciones
del nombre divino!»
“[…] R. Yismael dijo:
«…del mismo modo que no
se les salva del fuego,
tampoco se les salva del deterioro,
del agua ni de cualquier tipo
de destrucción»”
No es de extrañar que la Iglesia
Cristiana naciente no
participara activamente
en estos debates
ni se sintiera irresistiblemente
vinculada a las decisiones
tomadas por
el “judaísmo rabínico”
¿Qué libros recibió como
“canónicos”
la Iglesia Cristiana naciente
del pueblo judío?
Las comunidades cristianas se siguieron
manejando de acuerdo a su propia tradición
–¡la inspiración no acabó con Esdras!–
e incluyeron, con mayor o menor
flexibilidad, parte de los libros escritos o
transmitidos en griego que finalmente
habrían de ser excluidos del canon hebreo
“Antes del establecimiento definitivo del
canon no existe en realidad la idea de
canon; esta idea toma cuerpo a medida
que el canon se constituye”

Julio Trebolle Barrera, “Historia literaria del


canon de los libros bíblicos”, en: Id., La Biblia
Judía y la Biblia Cristiana, Madrid (Trotta
1993), 163.

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