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Tabaré (1886)

Juan Zorrilla de
San Martín (1855-1931)
Claves de lectura:

Épica simbolista
Poema a la raza vencida y
al mestizo
 
Tabaré (1886)

I. Sobre el autor.-

1855. Nace en la ciudad de Montevideo.


1864. Estudia en Santa Fe, Argentina.
1874-1877. Vive en Chile y colabora con el diario La estrella.
1878. Se gradúa en derecho y casa con Elvira Blanco.
1879. Regresa al Uruguay. Hace lectura pública de su
Leyenda patria (canto a José Gervasio Artigas).
1882-1886. Se exilia en la Argentina por razones políticas
(dictadura de Máximo Santos).
1886. Muere su esposa y publica Tabaré.
1892. Viaja a España con motivo de los 400 años del
Descubrimiento de América y pronuncia el
discurso de orden.
1910. Escribe la Epopeya de Artigas.
1928. Edita El libro de Ruth.
1931. Muere en Montevideo.
Tabaré (1886)

II. Sobre la obra.-


• Texto conformado por una “Introducción” y tres libros, que
están divididos en cantos (14), como en la épica culta.
• Preliminares: “Autocrítica” (1918) y “Dedicatoria” (carta a su
esposa).
• Construcción estrófica cercana al cuarteto-lira (combinación de
cuatro versos: tres endecasílabos (impar) y uno heptasílabo
(impar).
• Narrador omnisciente (poeta, traductor del mensaje divino).

III. De la “Autocrítica”.-
• Ensayo en el que el autor reflexiona sobre el proyecto del
compositor español Tomás Bretón: la creación de la ópera
Tabaré.
• Y en donde incorpora sus apreciaciones sobre Anatole France
(1844-1924), poeta nacido en París, que defendía el sentido
musical de las palabras y la expresión sugerente a través frases
cortas (“No es posible admirar sin un poco de ilusión”, 13).
Tabaré (1886)

• Se trata del esbozo de la propia estética de Tabaré :


- Disposición musical de los recuerdos o “sensaciones
dormidas”.
- Diferenciación entre la “idea concreta”(razón,
conciencia), y el arte (“acorde”).
- Conexiones entre verdad-bondad-belleza-música en
la poesía.
- Identificación de la “palpitación de vida musical” en
su poema: todo genera sonidos.
- Reconocimiento de la naturaleza como uno de los
personajes centrales de la obra; de allí que deba ser
incorporada “de hecho” en la producción del libreto:
“(…) debe vérseles, no sólo oírseles, si se quiere
transformar el poema en comedia divina”.
- Precisión: poema de espíritu épico en el que se
halla la “sustitución de una raza por otra”, y la
“oblación compasiva de la raza vencedora” sobre la
vencida y muerta.
Tabaré (1886)

• Identificación con el trascendentalismo (Ralf Waldo Emerson,


Boston 1803-1882): doctrina filosófica estadounidense de la
primera mitad del s. XIX, que considera que:
- El conocimiento sobrepasa la experiencia (fuera del
experimentalismo positivista): significados que trascienden
la razón y la realidad material.
- El alma de cada individuo es idéntica al alma del mundo
(relación cósmica), por eso puede atribuirle sentidos y
reconocerse en la misma naturaleza (vinculación con el
Idealismo trascendental de Kant: todo depende del cristal
con que se mire).
Si bien, el arte, en todas sus manifestaciones, no es otra cosa que una
condensación, una personificación, mejor dicho; atribuye a las cosas, al
Universo, las cualidades de las personas; da a éstas la facultad de
convertirse en sonoras. No puede menos de ser así, desde que el arte es
expresión. (…), “la victoria de la naturaleza explicándose a sí misma”,
dice Emerson. (18)
 
Tabaré (1886)

IV. De la “Dedicatoria”.-

• Concepción sobre el arte (considerar enfoques


parnasianos y simbolistas):
 
El arte contribuye al mejoramiento social, por medio de él,
  el común de las gentes participa de la visión de los hombres
excepcionales, y se eleva y ennoblece en la contemplación
de aquello cuya existencia no existiría, si el poeta no la
dijera: levanta la frente; sube conmigo a las regiones de la
belleza; (…)
 
El arte es la verdad, la alta verdad inoculada en la ficción,
como un soplo vivificante y eterno; de ahí que la verdad, lo
real en el arte, no esté en la forma, como lo eterno no está
en el cuerpo. (21)
Tabaré (1886)

V. “Introducción”.-
Levantaré la losa de una tumba; (…)
e internándome en ella, seguidme, hasta saber de esas historias
encenderé en el fondo el pensamiento, que el mar, y el cielo, y el dolor nos cuentan;
que alumbrará la soledad inmensa. que narran el ombú de nuestras lomas,
  el verde canelón de las riberas,
(…)  
despertarán los ecos que han dormido la palma centenaria, el camalote,
sueño de siglos en la oscura huesa El ñandubay, los talas y las seibas:
(…) la historia de la sangre de un desierto,
resurrección de voces extinguidas, la triste historia de una raza muerta.
extraño acorde que en mi mente suena.

(…) los que escucháis quejidos y palabras


en el triste rumor de la hoja seca,
y algo más que la idea del invierno,
próximo y frío a vuestra mente llega,
Tabaré (1886)

• Todo (“formas variables” y “quiméricas”) asalta en tropel


al pensamiento y el poeta hace comprensible lo confuso
(misión), a través del ritmo y del sonido: descubrir las
“ignotas muchedumbres” que pueblan el espacio.

• El indio que se propone exaltar encarna a “nuestra


América”. Se trata del rescate de la “ignorada esencia”.
Su propósito es infundirle el “ser de la epopeya”.

• Exhortación final: “¡Palpita y anda (Jesús-Lázaro), forma


imposible de la estirpe muerta!  
Tabaré (1886)

VI. Secuencias narrativas.-

1). Charrúas atacan una embarcación española.


• Rapto y ultraje de Magdalena por el cacique Caracé.
• Nacimiento de Tabaré.
• Muerte de Magdalena.
 
2). Españoles embisten el asentamiento charrúa.
• Aprehensión de Tabaré.
• Mediación de Blanca y el P. Esteban por el indio.
• Liberación de Tabaré.
 
3). Charrúas asedian el villorrio de San Salvador.
• Rapto de Blanca a manos del indio Yamandú.
• Rescate de Blanca por Tabaré.
• Muerte de Tabaré, causada por Gonzalo de Orgaz.
Tabaré (1886)

VII. Personajes.-

A.- Naturaleza.

• Inicialmente la naturaleza es revelación de los atributos divinos.


Nace de la sonrisa de Dios, que “(…) aún palpita en las aguas y en las
selvas” (panteísmo).
• Naturaleza que es contemplada estéticamente. Visión que
desemboca, a veces, en una actitud religiosa.
• La naturaleza de acciones contundentes (construcción del
personaje): “Tabaré se desploma. Un ruido extraño produce su
caída. ¿se queja el suelo? ¿Quién impone al bosque esa actitud de
asombro o de atonía?”.
• Paisaje que continuamente: canta, habla, grita, entona, dice, refiere,
contesta, ladra, llora, balbucea, hace silencio, reclama, hace, espera,
se vuelca, interviene, se queja, susurra, se expresa. Selvas, bosques,
con “acordes” propios, que responden al “(…) grito de una raza
humana”. Fuente generadora de verdades, que deja “(…) notas,
quejas y palabras”.
Tabaré (1886)

• Naturaleza que exalta los sentidos de los personajes y los


sugestiona:

Las sombras de los árboles,


que la luna trazaba sobre el suelo;
las zarzas, que sus pies ensangrentados
mordían, al romperse con estrépito;
 
los ladridos agudos
de los perros despiertos;
las aves que, a su paso, levantaban,
de aquí y de allá, su sonoroso vuelo;
 
todo atronaba el exaltado oído,
todo enconaba el vértigo
de Tabaré el charrúa, que seguía
su carrera sin rumbo y sin objeto.
Tabaré (1886)

B.- Tabaré (“risa de mi dolor”, “pájaro nuevo”, “indio enfermo”, “indio loco”,
“indio imposible”, “el extranjero”, “el salvaje con lágrimas”).

• Nombre que le han otorgado los charrúas (Taba, pueblo o caserío;


ré, apartado. Tabaré: que vive solo o retirado del pueblo).
• Diferente al resto de los indios: ojos azules (ojos negros), piel de
“amarilla palidez”, con “frente para el genio”, solitario, de mudez
importante, insomne, en actitud de búsqueda y de ocultamiento,
taciturno, bautizado por la “mujer del Evangelio” (legado materno,
sello imborrable):
La madre le ha entregado, sollozando.
el gran legado eterno. Símbolo del mestizaje
El Uruguay, al ofrecerle el agua,
Canta con el juncal un himno nuevo. (45)

• Imaginario que lo describe: sombra, cadáver, extraviado, abismo,


forma sin cuerpo, fantasma, evocación, huella que se desvanece,
vacío. Constituido en el misterio: “¿No hay, en el fondo de esos ojos
claros,/ un ser oculto con los ojos negros?”.
Tabaré (1886)

• Personaje en conflicto (que huye de sí mismo):

- Mestizo, que no pertenece a ninguna de las dos esferas: ¿Qué raza da


sus líneas/ a ese organismo esbelto? (…) Esa línea es charrúa; esa
otra… humana” (79).
- De angustias existenciales a razón de su origen (tempestades
personales e internas; presa de “mortales ansias”). Su identidad vista
como descolocación entre blancos e indios:

Sólo sangre charrúa


siente andar en sus venas…
Pero asoma a sus ojos azulados
el alma de su madre, Magdalena,
 
y la mortal congoja
del indio se apodera,
y la lucha de un átomo con otro
se renueva potente en sus arterias,
y silba en sus oídos,
y anubla su cabeza,
y afluye al corazón, y en él estalla,
y recorre su carne y sus potencias. (105)
Tabaré (1886)

- Atormentado (vacilación, miedo, terror, adoración, reproche y


ruego: desborde de sensibilidad) por la ausencia de la madre
(herencia) y por la identificación que de ella observa en
Blanca: Magdalena-Blanca, causa de su enfermedad.

• Tabaré como realización discursiva de la evocación simbolista:

Así como una piedra,


al fondo del abismo descendiendo,
despierta temerosas resonancias,
voces lejanas, quejas y lamentos,
 
la voz de la española
descendió al alma del salvaje enfermo,
y en el abismo despertó la vida,
la queja, el grito del dolor y del tiempo.
 
Tabaré (1886)

• Tabaré como símbolo de la raza extinguida (yo colectivo):


- Su redención es el perdón de toda la raza indígena.
- Su presencia son los vestigios de los indios que se
extinguen: “(…) eco/ de una canción olvidada,/ que, en
ráfagas, acude a la memoria,/ sin que la voz acierte a
recordarla” (183).
- Su muerte es la de los charrúas:
“Vamos con tus hermanos. A su bosque/ el indio volverá,/ a
morir con su raza, y con los fuegos/ de su salvaje hogar.” (183)
 
(…) … Está callado,
callado para siempre, como el tiempo,
como su raza,
como el desierto,
como tumba que el muerto ha abandonado:
¡boca sin lengua, eternidad sin cielo! (206)
Tabaré (1886)

C.- Blanca.

• Imaginario para su descripción: “virgen”, “de alas invisibles en la


espalda”, que asemeja a “un rayo en el alba”, “niña”. Magdalena y
Blanca, ambas: figuras “transparente(s), inmaterial(es), sagrada(s).
Pero también es: “ave fatigada” y “garza herida”.
• Sujeto de significación para Tabaré; atribución de sentidos sobre la
figura de esta mujer : “(…) una aparición radiosa,/ sensible sólo para
el indio enfermo”.
• Personaje que ama al indio después de la revelación del misterio (de
la herencia cristiana de la madre muerta), esto es, luego de la
decodificación del símbolo: “(…) punto de luz en que miraba acaso/
aquella madre blanca/ que se acostó a morir bajo los seibos,/ y, en el
dolor de su hijo, despertaba” (184).
• Su amor sólo puede consolidarse como: “(…) las tumbas aman;/
como se aman dos fuegos de un sepulcro, al fundirse en una sola
llama; (…)”. Amor fuera del orden terrenal.
Tabaré (1886)

C.- Charrúas/Españoles (idealización de estos colectivos).

Vencedor Vencido
(sus residuos consiguen representación
simbólica en la poesía )

Recios, “velludos”, de temple, vigor: la De naturaleza indomable, errante, libre,


conquista y la colonización de la región que “olfatea la sangre”, salvajes (orgías
como una empresa temeraria. embriagantes)

Desconocen la calidad humana de los Que odia al blanco y busca exterminarlo.


indios: “desheredados hijos de Dios”, sin Raza originalmente buena (“nacida para el
alma (imposibilitados de redención); son bien”), pero que vive y procede con la
esclavos. guerra (con el “mal”).

También han derramado sangre y dolor en Que han sido fustigados, violentados y
las tierras americanas. asesinados. E incluso, ignorados por la
memoria (“fuego extinguido”). Su historia
ha quedado en la “noche oscura”
(develamiento, misión del poeta).

Ambos, componentes fundamentales de la PATRIA


Tabaré (1886)

VIII. Estructura del canto.-


 
• Eje histórico (anécdota, secuencias narrativas): posibilita la
conformación del poema épico.
• Eje psíquico (oculto), de carácter descriptivo y lírico (verdades
trascendentes, protagonistas: Tabaré y la Naturaleza):
posibilita la conformación del poema simbolista.
 
INTEGRACIÓN DE LO ÉPICO Y DE LO SIMBÓLICO
 
A.- Sobre el eje histórico:
• Presencia de un eje accional único: españoles Vs. indios.
• Anécdota que se compone en las microsecuencias narrativas.
Procedimiento de la “huida” (semejante a La cautiva y al
Martín Fierro).
Tabaré (1886)

• Personaje protagonista que se distancia del modelo tradicional:


- Héroe ficticio, sin tradición histórica (hermano del héroe de la
novela histórica).
- Personaje que es objeto de las acciones.
Y como la tradición no le daba al autor personaje alguno representativo
del tal concepto, tuvo que inventarlo, creándolo a la manera como el
novelista crea sus personajes, por inducción imaginativa y en virtud del
paradigma caracterológico que ha concebido. Con ello, es evidente que
el autor se aparta de las normas clásicas del género; pues la poesía
épica, epopéyica, siempre tiene como protagonista al héroe histórico o
legendario –de vida popular–, moviéndose la máquina de la ficción en
torno a él. Al revés de ello, y más de acuerdo con el procedimiento de
la novela histórica, Zorrilla de San Martín invierte los términos: crea su
personaje concreto por abstracción imaginativa y en torno a él mueve la
realidad histórica.

Zum Felde, A. (1956). Prólogo a Tabaré. En: Goic, C. (comp.). (1990). Historia y crítica de la
literatura hispanoamericana. Barcelona: Crítica. 428.
Tabaré (1886)

B.- Sobre el eje psíquico:


Esto es lo esencial, el presupuesto teórico de casi todos los
simbolismos: existe una “gran verdad” oculta que significa la
solución a todos nuestros problemas; que es, en suma,
nuestra salvación. Novela simbólica es la que intenta
acercarse a esa gran verdad.
Amoròs, A. (1971). Introducción a la novela contemporánea. Madrid: Anaya, 165.
 
Para Van Tieghem (1963),
• El símbolo como la representación de verdades trascendentes, en oposición a
los fenómenos concretos, intervenidos por la conciencia y la razón (“simples
apariencias sensibles” que formulan ideas primordiales).
• El simbolismo como un idealismo que se sirve de las “correspondencias”
entre el mundo concreto (físico) y el mundo “abstracto” (psíquico) para
poder significar.
• El simbolismo como un idealismo que apoya en las “correspondencias” entre
los diferentes campos sensoriales del mundo concreto (imágenes plásticas
que formulan símbolos).
Pequeña historia de las grandes doctrinas literarias en Francia. Caracas: UCV. 231
Tabaré (1886)
Leitmotiv.-
¡Cayó la flor al río!
Los temblorosos círculos concéntricos
balancearon los verdes camalotes,
y en el silencio del juncal murieron.

Las aguas se han cerrado;


las algas despertaron de su sueño,
y la flor abrazaron, que moría,
falta de luz en el profundo légamo… (…)
  Las grietas del sepulcro
Las grietas del sepulcro engendraron un lirio amarillento.
han engendrado un lirio amarillento; Tuvo el perfume de la flor caída,
tiene el perfume de la flor caída, su misma extrema palidez… ¡Han
su misma palidez… ¡La flor ha muerto! muerto! (204)

Así el himno sonaba


de los lejanos ecos;
así cantaba el urutí en las seibas,
y se quejaba en el sauzal el viento. (41)
 
Tabaré (1886)

De signo a ícono (plano de significación secundario), de ícono a


símbolo (plano de significación terciario):
Signo Ícono Símbolo

 Es arbitrario.  Exhibe la misma  Es intencionado


 Inmotivado (sonidos y cualidad(es) del objeto (establecimiento de la
grafías que no se parecen a un denotado. relación de parecido o
sentido). contigüidad) .
 Es necesario (primero  Es motivado (asociación
significante, luego del poeta).
significado).  La existencia del símbolo es
connotativa (sugerencia).

Ducrot, O., y Todorov, T. (1974). Diccionario enciclopédico de las ciencias del lenguaje. Bs. As.: Siglo
Veintiuno Editores, 106 y 124.
En el texto cada palabra icónica se traducirá en un símbolo:
Ícono Símbolo
“Flor que cae” (lirio), “Flor de sangre”, Magdalena
cruz
“Lirio amarillento”; hoja seca Tabaré
Tigre, que aguarda entre los “camalotes”
y que oculta con la presa. Yamandú
Tabaré (1886)

Leitmotiv que:
• Mantiene la musicalidad por reiteración.
• Conforma el presagio (romántico) –acontecimientos que
se presentan en la naturaleza antes que en la anécdota– y
la correspondencia (simbolista).
• Permite la vinculación de lo épico con lo lírico.
• Se trata del símbolo que formula la idea (“hoja seca”):
¿No sientes el aliento de otra,
que te sopla del suelo en que has nacido?
Es la raza de vírgenes tan pálidas
como la flor del lirio”.
(…)
Son tus hermanos, muertos en su tierra
por la raza maldita.
¿Ves esa virgen que en tus sueños anda?
Está empapada de tu sangre. ¡Mírala! (127-128)
Tabaré (1886)

IX. Propiedades del discurso.-

• Discurso plástico que se sirve del cromatismo, siempre en


contraste (101), y que insiste en el aspecto de sujetos-objetos.
• Abundancia de sinestesias y de imágenes sensoriales.
• Discurso que se construye en la interrogación que:
- Apela al lector.
- Genera expectación.
- Enfatiza sobre determinados hechos
- Crea suspenso (gusto por la incógnita)
Preguntas sin contestación que representan en el discurso, el
misterio de “(…) las notas (los acordes) que en el aire vagan”.
• También hay apelaciones directas al lector, apelaciones
sensoriales: “vedlo”, “escuchadlos”.
• Discurso con cambios rítmicos de acuerdo a las exigencias de
los contenidos. Clima emocional a través de la sugerencia
rítmica.
• Incorporación de imágenes al estilo parnasiano.
Tabaré (1886)

• Discurso que:
- Se centra en un imaginario de la suspensión (de la no-fijación);
objetos-sujetos-naturaleza que: se desplazan, se resbalan, se diluyen, vagan,
se desleen, se dilatan, se extingue, se extravían, flotan, se arrastran, se
derraman, son imperceptibles, son impalpables , aparecen confusos, se
dispersan, se difuminan (mundo que pierde sus formas nítidas ante los
ojos). Por eso, objetos, sujetos y naturaleza que parecieran emerger en el
espacio.

(…) formando un fondo negro


lleno de líneas vagas y revueltas;
un medio en que se esfuman y se mueven
formas abigarradas e incompletas. (143)

- Oscila entre luces y sombras, lejanía y niebla, lo que genera también la


imprecisión, el des-dibujamiento; imposibilidad de definición
estable; estética que genera sugestión.

• Discurso polifónico: sonidos intermitentes (incluyendo el silencio) y de


diversas naturalezas que se entremezclan y se hacen indefinibles.
Tabaré (1886)

X. Tabaré, precursor del modernismo.-

Lit.
Independencia Romanticismo Realismo Modernismo

Temática La emancipación Proyectos de Realidad La “idea”, el


(guerras-revueltas) nación; asuntos circundante símbolo oculto, el
sociales y trascendentalismo
políticos;
tradiciones.

Protagonista Próceres Sujetos Personajes “tipo” Hombre en


legendarios (conformación de conflicto
(heroínas) la tipología social) existencial

Factor Batallas Idilios amorosos Determinismo, Viajes psíquicos


estructurante tesis sociológicas

Intencionalidad Contar la historia Expresar la Hacer el Manifestar lo


nacional intimidad- diagnóstico social propio del
subjetiva, y la para criticar hombre, sus
conformación dudas e
ideológica incertidumbres
Tabaré (1886)

Según Emilio Carilla,

(Tabaré) (…) anuncia el modernismo por su voluntad de


estilo y por la adopción de recursos expresivos: recursos para
sugerir, elección de los leitmotiv, cuidada intensificación de
los apoyos sensibles cada vez más exquisitos, preocupación
por verter ahondadas sensaciones mediante una técnica
impresionista, por la nueva concepción de musicalidad de la
palabra, no solamente la resonancia grandilocuente,
sentimental u onomatopéyica, sino la versión del sentimiento
y de la intimidad en sustancia de cántico espiritual.

El Romanticismo en la América Hispánica. En: Tabaré (prólogo). (1965). Buenos Aires: Editorial
Kapeluz. XVII-XVIII.

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