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Razonamiento incorrecto,

pero psicológicamente
persuasivo.
Argumento que parece correcto pero
que al examinarlo demuestra que
no lo es.

“Siempre que un alumno estudia con


empeño, sus calificaciones mejoran.
Las calificaciones de Juan están
mejorando. Por lo tanto Juan está
estudiando con empeño”
1) Falacias formales.

2) Falacias no formales.
1. De atinencia.

2. De ambigüedad.
ATINENCIA = RELACIÓN

ATINENCIA LÓGICA = RELACIÓN


ENTRE LAS PREMISAS Y LA
CONCLUSIÓN.
En un razonamiento válido, la conclusión es atinente
con respecto a las premisas de las cuales se deduce:

Todos los ingenieros son profesionales. Vanessa es


ingeniero. Por lo tanto Vanessa es profesional.

Aquí, la conclusión (Vanessa es profesional) es


completamente atinente con respecto a las premisas
de las cuales se ha extraído.
En un razonamiento inválido, la conclusión es inatinente
con respecto a las premisas de las cuales se deduce:

Todos los ingenieros son profesionales. Vanessa es


profesional. Por lo tanto Vanessa estudió ingeniería.

Aquí, la conclusión (Vanessa estudió ingeniería) es


completamente inatinente con respecto a las
premisas de las cuales se ha extraído.
En las falacias, la conclusión es inatinente, puesto
que son razonamientos inválidos. Sin embargo, esta
incorrección no suele percibirse de inmediato.

POR ESO LAS FALACIAS NOS ENGAÑAN.

El argumento parece verosímil en sí mismo


(psicológicamente válido), sin embargo es erróneo.
En las falacias de atinencia, las
premisas carecen de atinencia
lógica con respecto a la
conclusión que pretenden
establecer.
Se comete cuando un razonamiento que se supone
va dirigido a establecer una conclusión
particular es usado para probar una conclusión
diferente.
“Los veteranos siempre han tenido una
vigorosa voz en nuestro gobierno, es
tiempo de otorgarles el reconocimiento
que merecen”
La falacia se produce porque la conclusión es
diferente a la que se debería probar.

A los argumentos que cometen la falacia de


atinencia se les denomina non sequitur (no se
sigue de).
Se comete cuando se apela a la fuerza o a
la amenaza de fuerza para provocar la
aceptación de una conclusión.

Este argumento se resume en la frase: “La


fuerza hace el derecho”.
“El presidente seguirá teniendo confianza
en sus ministros lo mismo que yo, y
ustedes también deben tenerla porque
trabajamos para el presidente y porque
así han de ser las cosas. Y si cualquier
persona tiene un punto de vista diferente
puede decírmelo para discutirlo
seriamente.
Sin embargo, este tipo de argumento
puede tener formas más sutiles:

“No estamos seguros que los que no


apoyan nuestra política, puedan obtener
en adelante ayuda económica.”
Se comete cuando se produce un
ataque falaz no contra la conclusión
que uno desea negar, sino contra la
persona que la afirma o defiende.
Hay dos maneras diferentes en las cuales se puede
dirigir el ataque:

1) El argumento ad hominem abusivo.

2) El argumento ad hominem circunstancial.


Se comete cuando el ataque a la
persona toma la forma de un ataque
directo a sus cualidades personales: su
inteligencia, su racionalidad, su
integridad, y así sucesivamente.
“Su conclusión es incorrecta debido a
que usted es un ladrón y no tiene
autoridad para hablar sobre
honradez.”

El que usa esta falacia intenta


trasladar la desaprobación a la
persona, hacia sus argumentos.
Se produce cuando se exige al
oponente que acepte una
determinada conclusión sobre la
base de que se encuentra en una
circunstancia especial.
“Tu argumento no puede aceptarse porque
eres miembro de un conocido grupo de
opositores al gobierno.”

Se pretende invalidar la argumentación del


oponente debido a que se encuentra
inmerso en una circunstancia. Se olvida
(falazmente) que las circunstancias del
adversario no son el punto a discutir.
Se comete cuando se sostiene que una
proposición es verdadera sobre la base
de que no se ha demostrado su falsedad.

O viceversa, que es falsa porque no se


ha demostrado su verdad.
“Galileo mostró a los principales astrónomos de su
época las montañas y valles que se podían ver en
la superficie de la luna. Los eruditos de la época
argumentaron contra Galileo que, aun cuando en
apariencia vemos montañas y valles, la luna de
hecho es una esfera perfecta, dado que todas sus
irregularidades aparentes son llenadas con una
sustancia cristalina”

“Debe haber fantasmas porque nadie ha probado


que no existen.”
“Sobre la capa de sustancia invisible de la luna,
hay picos montañosos, aún más altos, hechos
de cristal y por tanto invisibles”

“Nadie ha probado todavía que haya un límite


a lo que un alumno puede aprender, por lo
tanto, no hay límite alguno”

“Los alimentos transgénicos son dañinos


porque no se ha probado su inocuidad”
Sin embargo, hay una excepción: la
apelación a la ignorancia es válida en
los tribunales de justicia. Allí, se
supone que una persona es inocente
hasta que no se ha probado su
culpabilidad. son el punto a discutir.
Se comete cuando se apela a la
piedad para conseguir que se
acepte una conclusión.
Se utiliza con frecuencia en los tribunales de
justicia, cuando se pretende extraer como
conclusión que el acusado es inocente a partir de
un conjunto de premisas constituidas por un
alegato que busca conmover a los jueces, echando
por la borda lo concerniente a pruebas o legalidad.

En este caso, el sentimiento de piedad que se


pretende provocar no prueba la supuesta inocencia
del acusado.
Se comete cuando se dirige un llamado emocional “al
pueblo” o “a la galería” (“a la masa”) con el fin de
ganar su asentimiento para una conclusión que no
está sustentada por un conjunto de premisas.

Se utiliza con frecuencia en la política. La trampa


consiste en asociar al argumento una idea que de
antemano se sabe gana la aprobación por la multitud
y suscita una emoción.

También en la publicidad.
“Quienes se oponen a la inversión
privada están contra el país.”
Ejemplo 2:

“Inka kola es de sabor nacional, por eso es la


mejor”

Se apela al nacionalismo de los consumidores


para obtener aprobación a lo que se afirma: que
es la mejor.
“Esta política es correcta, pues todos los ciudadanos
la apoyan”

La popularidad de una determinada política pública


no demuestra su corrección.

El hecho de que una opinión ha sido ampliamente


extendida no es evidencia alguna de que no es
absurda; de hecho, en vista de la estupidez de la
mayor parte del género humano, es más probable que
una creencia ampliamente extendida sea una tontería
(B. Russell)
Se comete cuando se apela a una autoridad
que no tiene legítimas credenciales en la
materia en discusión y al sentimiento de
respeto que siente la gente por las personas
famosas, para ganar apoyo a una conclusión.

“Yo sé que mi hijo nunca aprenderá lógica


porque el psicólogo de la universidad lo
examinó y me lo dijo”
Ejemplos:
“Esta obra literaria es excelente porque Albert
Einstein así lo dijo”.

El argumento ignora que el referido científico, al ser


una autoridad competente en Física, no lo es
necesariamente en una materia ajena a su
especialidad como la literatura.

A veces se apela a la pretendida autoridad de un


grupo, argumentando que es la mayoría. Aun si
fuera cierto, esto no convierte al argumento en
válido.
Consiste en suponer la verdad de lo
que uno quiere probar. En otras
palabras, se da por demostrado
precisamente lo que se tiene que
demostrar.
Para entender este caso, es necesario recordar que en
un argumento hay siempre 2 partes: lo que se ha
demostrado y lo que se quiere demostrar.

Lo que se quiere demostrar es siempre la conclusión


del argumento.

Lo que se ha demostrado es lo que servirá para


deducir la conclusión y constituye el fundamento de
ésta. Está representado por el conjunto de premisas.
Todos los planetas carecen de luz propia. La Tierra
es un planeta. Por lo tanto, la Tierra carece de luz
propia.

Lo que se quiere demostrar: La Tierra carece de luz


propia.

Lo que se ha demostrado y sirve para deducir la


conclusión: Todos los planetas carecen de luz
propia. La Tierra es un planeta.

Esto último sirve, a su vez, de fundamento de la


conclusión.
Ejemplo:

“Permitir a cada hombre una ilimitada libertad de


expresión debe constituir algo beneficioso; porque
es altamente benéfico para los intereses de la
comunidad que cada individuo goce de libertad
perfectamente ilimitada para expresar sus
sentimientos.”

Este argumento da por demostrado en la premisa


(“que es beneficioso permitir la libertad ilimitada
de expresión”) precisamente lo que debería
demostrarse en la conclusión (“que es beneficioso
permitir la libertad ilimitada de expresión”).
Un argumento de este tipo es un
razonar en círculo, por eso a esta
falacia se le denomina también
“del círculo vicioso”.
Se produce cuando se formula una
pregunta que presupone la verdad de
alguna conclusión implícita en esa
pregunta.

“¿Por qué el desarrollo privado de


recursos es más eficiente que cualquier
control público?”
“¿Ha abandonado usted sus malos hábitos?”

Esta pregunta presupone implícitamente


que la persona a quien se la dirige, ha
tenido malos hábitos, lo que no
necesariamente es cierto.
Se produce cuando se comete el error
de concluir que un evento es causado
por otro simplemente porque sigue al
primero.
Ejemplo 1:

Consulté a una adivina que me pronosticó que


pronto encontraría trabajo (evento a). A los
pocos días, me llamaron a un empleo (evento
b). Por lo tanto, los adivinos dicen cosas
ciertas.
Ejemplo 2:

Estuve con tos (evento a) y tome una infusión


de la hierba “x” (evento b); luego, me pasó la
tos. Por lo tanto, la hierba “x” cura la tos.

En ambos casos se pretende justificar la conclusión


únicamente sobre la base de que un evento a) le
sucedió otro evento b).

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