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El rescate en accidentes acuáticos representa problemas especiales

para el brigadista. A menudo, pero el rescatador debe recordar que el


agua puede resultar tan peligrosa como el fuego.
El ahogamiento es técnicamente la muerte por asfixia (la ausencia de
oxígeno sanguíneo). Por eso, el objetivo de rescate acuático es
reestablecer la respiración normal y ayudar a la víctima a llegar a un
lugar seguro.

Otros elementos que ponen en


peligro la vida pueden
acompañar o ser los resultados
del accidente. Así, la víctima
debe recibir una atención
médica adecuada y el transporte
a una atención médica tan
pronto como sea posible.
Una víctima que se está ahogando necesita una acción rápida por parte

de los rescatadores. Un brigadista debe tratar todas las víctimas de

los accidentes acuáticos como salvables y no vacilar en hacer un

intento de rescate. Sin embargo, únicamente el personal entrenado

debe intentar un rescate a nado.

La regla básica para un rescate


de ahogados es:
"Tirar,
jalar,
remar,
y luego ir".
Primero, trate de tirar un objeto flotante a la víctima. Los chalecos salvavidas
o los salvavidas usualmente se encuentran en el área donde la gente nada .

Luego, trate de alcanzar la víctima con una cuerda, usando la forma apropiada
para tirar una línea. Usualmente la cuerda flotará sobre o cerca de la
superficie lo suficiente para permitir que la víctima pueda alcanzarla y ser
remolcada hasta un lugar seguro. Si está disponible, use una cuerda de
polietileno o de polipropileno.
Si estos métodos no están disponibles, use una lancha. Sin
embargo, ésta no es una forma particularmente práctica
porque las lanchas no siempre están a la mano y las pequeñas
se vuelcan fácilmente. De todos modos, el uso de tal
artefacto es mejor que tratar de rescatar a nado.
Únicamente como un último recurso se debe tratar un rescate a
nado y con rescatadores calificados. Con frecuencia, los
nadadores no entrenados caen víctimas de sus propios intentos
de rescate porque las personas que se están ahogando, en un
estado de pánico, hundirán a los rescatadores junto con ellos
mismos. Si la persona se acaba de hundir, es posible que la
única forma para salvarla es a nado. El rescatador debe dirigirse
al punto donde la víctima fue vista por última vez y buscarla en
áreas circulares.
Las situaciones en que la víctima quizá no esté en peligro
inmediato de ahogarse pero que requerirá las técnicas
especiales de rescate de bomberos, incluyen:
Los rescates que involucran lesiones a los nadadores
El rescate de vehículos sumergidos total o parcialmente, o
sumergiéndose.

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