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Beduinos

Creencias principales
• Paganismo: veneraban piedras, árboles, astros, demonios y ciertos
dioses o ídolos que eran venerados en La Meca. No eran monoteístas.
Eran muy religiosos.
• Deidades locales (Ej: Djinns)
• Ojo Maligno
• Suníes
Características
• Sociedad: tribal, patriarcal, tradicionalmente compuesta de grandes
familias que son patrilineales, endogamas y poligamica.
• Familia-> clan-> tribu: Lealtad absoluta
• Propiedad es comunal
• Ley del Talión
Hagamos un alto y lloremos en recuerdo de la amada
Si por algo me odias, separa nuestros vestidos
y verás que están hechos de la misma trama.
y una morada cerca del bancal entre Dajl y Hawmal. Tus ojos sólo lloran para mejor lanzar sus dardos
Los vientos del Norte y del Sur, Tudih y Miqrat, que han herido de muerte a un corazón desgarrado.
han tejido en los patios, sin borrar sus huellas,
excrementos de gacela como granos de pimienta. Con otras mejor guardadas disfruté en una alcoba infranqueable
atravesando una tropa de guardianes atentos para matarme.
La mañana en que ella partió yo mascaba coloquíntida por las acacias del aduar.
Entré cuando en el cielo se desplegaban las pléyades
Mis compañeros detuvieron junto a mí sus monturas: como juego de perlas en collar ensartadas.
Contente, no caigas en la aflicción.
Mi consuelo es dejar correr las lágrimas; Ella se había quitado la ropa, sólo llevaba una llevaba una ligera túnica.
más, ¿Acaso consuelan unas huellas borradas? No, por Dios, tus tretas no valen aquí, dijo,
¿No cortejaste antes a Umm al-Ribab en Mas´al? veo que no cejas en tu seducción.
Cuando ellas se levantaban esparcían bocanadas de almizcle, Me la llevé en seguida abriéndole camino
aroma de clavo transportado por el céfiro y, mientras con su manto ella iba borrando las huellas del suelo.
al dejarlas, tanto lloraba que llegué a mojar de lágrimas el cinto. Cuando atravesamos la plaza del aduar
Con ellas pasé días maravillosos, y alcanzamos el fondo de un vado rodeado de dunas,
pero el mejor fue el día de Darat Yulyul. con las manos en las sienes, la incliné hacia mí:
Ese día maté a mi caballo para ofrecérselo a las muchachas fina cintura, pierna exuberante, llena de ajorcas.
que se disputaban los trozos de carne, Blanca y esbelta, prieta. Su pecho era liso y pulido como un espejo,
yendo y viniendo la grasa de unas a otras como jirones de seda, reflejos de rechazo o deseo en un rostro liso.
entré en el palanquín de Unayza. Su ojo, tierno como el de la fiera de Wajrah para con su cría.
Baja, dijo, si no lo haces tendré que hacerlo yo. Su cuello tan hermoso como el de la gacela, delicado al alzarse, sin abalorios.
El palanquín se balanceaba bajo nuestros cuerpos. La cabellera abundante y muy negra, engalanando la espalda,
Baja, Imrul Qays, el animal sufre. rica como rama de palmera cargada de frutos.
Sus rizos rebeldes son indómitos y enredan los lazos del pelo
Yo le respondí: suéltate brida. No me alejes de tu codiciado fruto. en una ola de ondas encabalgadas.
Antes he visitado a mujeres como tú, incluso encintas, Costados delicados, maleables como cuerda trenzada.
que dejaban al recién nacido con sus amuletos. Una cepa hincada en tierra regada en su pierna.
Girándose, si lloraba, tan sólo de medio cuerpo para arriba. Duerme, el sol en alto, ligera de ropa,
Una se me resistió una vez en lo alto de la duna copa desparramados de almizcle sobre su lecho.
pretextuando una promesa indisoluble. Extiende sus tiernos, suaves dedos, como larva de Zuby o palillis de Ishal.
Luce en el ocaso como lámpara de monje en la noche.
Calma, Fátima, aunque hayas decidido romper vete poco a poco; Los hombres criados entre corazas y escudos
¿o te gusta ver como tu amor me mata, como mil corazón te obedece en el acto?
se enamoran de mujeres así, virgen blanca reluciente entre oros.
Pretextando una promesa indisoluble. Otros insensatos la olvidan, más no yo.
Calma, Fátima, aunque hayas decidido romper vete poco a poco;
Proceso de arabización y resistencia a la
islamización
• Aceptaronlas enseñanzas de Mahoma y se hicieron musulmanes con
más intensidad y fervor que el resto de los árabes.
• Su fuerza, agresividad, y tácticas de combate fueron, en gran medida,
eficaces para el triunfo del islam sobre los grandes imperios
sedentarios vecinos. Los beduinos llevaron de generación en
generación el recuerdo de sus orígenes, recuerdo que mitificaron
como una idílica época primitiva.

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