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MICROECONOMÍA

FINANCIERA
TEORÍA DEL
CONSUMIDOR
¿Cómo puede decidir un consumidor que tiene una
renta limitada los bienes y servicios que va a comprar?
¿Son los consumidores racionales, y están informados como suponen a
menudo los economistas?

Sabemos que los consumidores no siempre deciden sus compras


racionalmente. A veces compran impulsivamente, teniendo poco o nada en
cuenta sus restricciones presupuestarias (y endeudándose como
consecuencia).

A veces no están seguros de los que prefieren


o se dejan influir por las decisiones de
consumo de amigos y vecinos o incluso por
cambios de humor.
Y es que aunque se comporten
“racionalmente”, no siempre pueden tener en
cuenta la multitud de precios y opciones a los
que se enfrentan diariamente.
LAS PREFERENCIAS DE LOS CONSUMIDORES
Para dar respuesta a la pregunta de ¿cómo describir coherentemente
las preferencias de un consumidor? Comencemos imaginando cómo
podría comparar un consumidor los diferentes grupos de artículos
(bienes y servicios) que puede comprar.

Utilizamos el término cesta de mercado para referirnos a un grupo de


artículos. Esta es concretamente una lista de los bienes específicos
como alimentos, ropa y vivienda, etc. Que compra mensualmente un
consumidor.
¿Cómo eligen los consumidores la cantidad de alimentos y de ropa que
van a comprar mensualmente?  Normalmente se seleccionan las
cestas de mercado que mejoran lo más posible el bienestar del
consumidor.

Pero como el método de medición de los alimentos o del vestuario es


en gran medida arbitrario (puede ser en kilos, litros, piezas, envases,
paquetes, unidades, etc.), describimos simplemente los artículos de
una cesta de mercado por medio del número total de unidades de
cada mercancía.

Así tendremos unidades de alimentos y unidades de ropa. VEAMOS


Para explicar la conducta de los consumidores, nos preguntamos si
prefieren una cesta de mercado a otra. Dichas preferencias están
enmarcadas en los axiomas de la elección racional.
AXIOMAS DE LA ELECCIÓN RACIONAL
Se cree que estos supuestos se cumplen en la mayoría de las personas y
en la mayoría de las situaciones.

Los axiomas empiezan


entendiendo el concepto de 1. 2.
preferencia Se enciende que un Completitud Transitividad
individuo que reporta que “A es
preferible a B”, habiendo
considerado todas las cosas, se
siente en mejores condiciones en 4. Cuanto 3.
la situación A que en la situación B. más mejor Reflexividad
Por lo que la relación de
preferencia cumple con las 4
siguientes propiedades básicas.
1. Completitud o integridad: Si A y B son dos situaciones
cualesquiera, el individuo siempre puede especificar exactamente una
de las 3 posibilidades siguientes:

• “A es preferible a B”
• “B es preferible a A”
• “A y B son indiferentes”

Por lo tanto se supone que los individuos no se paralizan por la


indecisión, ya que entienden por completo y pueden hacerse una
opinión sobre el atractivo entre dos opciones cualquiera.
2. Transitividad: Las preferencias son transitivas, lo que significa que si
un consumidor prefiere la cesta A la B y la B a la C, entonces también
preferirá la A a la C. Este supuesto establece que las decisiones del
individuo son internamente coherentes.

Ej: Si prefiere un Porsche a un Cadillac y un Cadillac a un Chevrolet, la


transitividad nos indicará que preferirá un Porsche a un Chevrolet.
3. Reflexividad o continuidad: Si un individuo reporta que “A es preferible
a B” las situaciones adecuadamente cercanas a “A” deben ser también
preferibles a B.

4. Cuanto más, mejor (no saciedad): Se supone que los bienes son
deseables, es decir, son buenos. Por consiguiente, los consumidores
siempre prefieren una cantidad mayor de cualquier bien a una menor.
Además, nunca están satisfechos; cuanto más mejor, aunque solo sea algo
mejor.
La decisión de los consumidores de comprar un producto se basa en
sus preferencias, las cuales, pueden involucrar numerosos elementos
como el precio, la calidad, la utilidad, la moda, entre muchos otros
factores, de los cuales unos son objetivos y otros subjetivos.

Estas preferencias asignan una utilidad o beneficio “no cuantificable”,


pero que el consumidor reconoce y jerarquiza (clasifica todas las
situaciones posibles entre la menos y la más deseable).

Mientras esta utilidad sea positiva, el consumidor seguirá adquiriendo


el producto, cuando se vuelva negativa cesará su consumo y el
productor tendrá que buscar la manera de volver a incentivarlo.
LOS OBJETIVOS DE LOS CONSUMIDORES

Los consumidores intentan maximizar su utilidad, que es una medida


cuantitativa de su bienestar o satisfacción  Cualquier cosa que haga
que el consumidor esté mejor se considerará que ha aumentado su
utilidad y viceversa. De igual forma, las situaciones más deseables
ofrecerán mas utilidad que las menos deseables.

Supondremos también que la utilidad de un individuo aumenta


cuando consigue cada vez más cosas materiales.
CURVAS DE INDIFERENCIA Y TASA
MARGINAL DE SUSTITUCIÓN
Podemos mostrar gráficamente las preferencias del consumidor
utilizando curvas de indiferencia.

Una curva de indiferencia representa todas las combinaciones de


cestas de mercado que reportan el mismo nivel de satisfacción a un
consumidor  Por tanto, esa persona es indiferente entre las cestas
de mercado representadas por los puntos situados en la curva.

Para representar gráficamente la curva de indiferencia de un


consumidor, es útil representar primero sus preferencias personales.
Esta curva indica que el
consumidor se muestra
indiferente entre las cesas B, C &
D, pero prefiere la C a la G ya que
se encuentra por debajo de U1.

Esta tiene
pendiente
negativa porque
suponemos que
el consumidor
prefiere una
cantidad mayor
de un bien a una
menor.
LOS MAPAS DE CURVAS DE INDIFERENCIA

Para describir las preferencias de una persona por todas las


combinaciones de alimentos y vestidos, podemos representar un
conjunto de curvas de indiferencia llamado mapa de curvas de
indiferencia.

Un Mapa de curvas de
indiferencia es un conjunto
de curvas de indiferencia que
describen las preferencias de
una persona.

Se prefiere cualquier cesta


situada en U3, a cualquiera
situada en U2 o U1.
Las curvas de indiferencia no
pueden cortarse, ya que de
hacerlo se violaría el
supuesto de no saciedad.

Existe un numero infinito de


curvas de indiferencia, una
para pada nivel posible de
satisfacción.
La forma de una curva de indiferencia describe en qué medida está
dispuesto un consumidor a sustituir un bien por otro.

Cuanto más vestido y


menos alimentos
consuma una persona,
mayor será la cantidad de
vestido a la que
renunciará para obtener
más alimentos. De igual
forma, cuantos más
alimentos posea una
persona, menor será la
cantidad de vestido a la
que renunciará a cambio
de más alimentos.
LA RELACIÓN MARGINAL DE SUSTITUCIÓN

Para cuantificar la cantidad de un bien a la que un consumidor está


dispuesto a renunciar para obtener más de otro, utilizamos una medida
denominada relación marginal de sustitución (RMS).

La relación marginal de sustitución es entonces la cantidad máxima de


una bien a la que está dispuesta a renunciar una persona para obtener
una unidad más de otro.
Cuando describimos la RMS, debemos indicar
claramente cuál es el bien al que
renunciamos y cuál es el bien del que
obtenemos más.

En nuestro ejemplo, la RMS se refiere a la


cantidad de vestido a la que el consumidor
está dispuesto a renunciar para obtener una
unidad más de alimentos.
 
Así pues, la RMS correspondiente a un punto cualquiera es igual (en valor
absoluto) a la pendiente de la curva de indiferente.

RELACIÓN MARGINAL DE SUSTITUCIÓN DECRECIENTE:

Las curvas de indiferencia normalmente son convexas, o sea, combadas


hacia dentro. El término convexo significa que la pendiente de la curva de
indiferencia aumenta (se vuelve menos negativa) a medida que
descendemos a lo largo de la curva.

En otras palabras, una curva de indiferencia es convexa si la RMS


disminuye a lo largo de la curva.

En nuestro ejemplo, la curva de indiferencia es


convexa ya que a medida que aumenta el consumo
de alimentos, disminuye la pendiente de la curva de
indiferencia por lo que también disminuye la RMS.
LOS SUSTITUTIVOS PERFECTOS Y LOS COMPLEMENTARIOS
PERFECTOS
La forma de las curvas de indiferencia describe la disposición de un consumidor a
sustituir un bien por otro.

Dos bienes son sustitutivos perfectos


si el consumidor está dispuesto a
sustituir uno por otro a una tasa
constante.

La figura representa las preferencias


de Felipe por el zumo de manzana y
el de naranja. Estos dos bienes son
sustitutivos perfectos para él, ya que
es totalmente indiferente entre
tener un vaso de uno y un vaso del
otro.
La RMS del zumo de naranja por
el zumo de manzana es 1 por lo
que Felipe siempre estará
 
dispuesto a intercambiar 1 vaso
de uno por 1 vaso del otro.

Decimos que dos bienes son


sustitutivos perfectos cuando la
RMS de uno por otro es una
constante (pendiente constante) y
las curvas de indiferencia que
describen la disyuntiva entre el
consumos de los dos bienes son
líneas rectas.
Los complementarios perfectos
son bienes que siempre se
consumen juntos en proporciones
fijas. Los bienes se
“complementan” en cierto
sentido.

A Juana la consumidora a la que


pertenece esta figura, le gustan
los zapatos pero siempre lleva
juntos el derecho y el izquierdo.
No le sirve de nada tener uno
solo.

Un solo zapato adicional (derecho o izquierdo) no le sirve para nada


por lo que se mostrará indiferente entre una cesta que tenga ese
zapato adicional y una que no lo tenga. (10, 10)vs(11,10)
Por lo anterior, las curvas
de indiferencia tendrán
forma de L cuyo vértice se
 encuentra en el punto en el
que el numero de zapatos
del pie izquierdo es igual al
de zapatos del pie derecho.

La RMS de los zapatos del pie derecho por los del pie izquierdo es cero,
siempre que haya más del pie derecho que del izquierdo. Juana no
renunciará a ningún zapato del pie izquierdo para conseguir más del
derecho.
* (La pendiente de una recta paralela al eje horizontal es cero)
El incremento simultáneo del numero de zapatos del pie izquierdo y
del derecho desplaza al consumidor a una posición mejor, por lo que
también en este caso las sucesivas curvas de indiferencia son paralelas
y en sentido ascendente y hacia la derecha.

MALES:

Un mal es un bien o servicio que no gusta al consumidor. Supongamos,


por ejemplo, que a un consumidor le gustan el salchichón, pero no las
anchoas. Pero supongamos también que existe una posibilidad de
intercambiar los dos bienes.

En una pizza hay una


cantidad de salchichón por
la que al consumidor le
compensaría tener que
consumir una cantidad dada
de anchoas.
Si le damos al consumidor más anchoas, ¿cuantas rodajas de salchichón
tendremos que darle para que permanezca en la misma curva de
indiferencia?  Es evidente que tenemos que darle más rodajas de
salchichón para compensarle por tener que soportar las anchoas.

Por lo tanto este consumidor debe tener curvas de indiferencia de


pendiente positiva.

Las sucesivas curvas de


indiferencia son paralelas y
en sentido ascendente y
hacia la derecha, lo que
quiere decir que el
consumidor prefiere
consumir menos anchoas y
más salchichón.
NEUTRALES:

Un bien es neutral si al consumidor le da igual. ¿Qué ocurriría si un


consumidor es neutral a las anchoas? En ese caso, sus curvas de
indiferencia serán líneas verticales ya que solo le interesará la cantidad de
salchichón que tenga la pizza pero no le importará la cantidad de
anchoas. Y aunque cuanto más salchichón tenga, mejor, el aumento de
las anchoas no le afectará en absoluto.
SACIEDAD:

A veces existe una cesta global mejor para el consumidor y cuanto “más
cerca” se encuentre de esa cesta, mayor será su bienestar, en función de
sus propias preferencias. En esta caso decimos que es un pinto de
saciedad o de máxima felicidad.

En este caso, las curvas de indiferencia tiene pendiente negativa cuando


el consumidor tiene una cantidad “demasiado pequeña” o “demasiado
grande” de ambos bienes y una pendiente positiva cuando tiene
“demasiado” de uno de ellos.

Cuando tiene una cantidad demasiado grande de uno de los bienes, este
se convierte en un mal, por lo que la reducción del consumo del bien
malo lo aproxima a su punto de “máxima felicidad”.
Si tiene una cantidad demasiado grande de los dos bienes, ambos son
males, por lo que la reducción del consumo de cada uno lo acerca al
pinto de máxima felicidad.

Ejemplo: Tartas y helados de chocolate

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