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Resumen
El desempeño de terraplenes destinados a obras de pavimento en carreteras o pistas de aeronaves depende
del comportamiento de los materiales empleados en las diferentes capas estructurales del pavimento. En
general, las limitaciones económicas imponen la utilización del suelo superficial disponible como materia
prima fundamental en la construcción. La mejora de este suelo mediante compactación y la incorporación
de material granular constituye una estrategia indispensable para lograr materiales adecuados a las
necesidades. En este trabajo se ha realizado un estudio de comportamiento mecánico sobre un suelo tipo-
arenoso y se ha evaluado el empleo como material de sub-base. El suelo arenoso empleado corresponde al
tipo de suelo que constituyen de las superficiales de gran parte de la región central de Argentina, en
particular en el sur de la provincia de Córdoba. La caracterización mecánica se ha realizado en laboratorio
mediante la ejecución de ensayos de compresión, sobre muestras compactadas de suelo-cemento y de
suelo granular. Los resultados han permitido caracterizar los materiales empleados y concluir sobre su
desempeño al ser utilizados para la construcción de capas de suelo compactado destinadas a sub-bases de
pavimentos.
La excavación con explosivos es utilizada cuando el terreno a excavar consiste en roca tan dura
que no resulta práctico el uso de maquinaria convencional.
Se puede comenzar también a hacer una brecha con una excavadora y luego ingresar un tractor
de oruga acondicionado con diente o Ripper, el cual le servirá para aflojar el suelo natural para
después sacarlo empujado con la cuchilla y apilarlo para que sea cargado a los camiones.
En secciones de corte, debe ser escarificada hasta una profundidad de 0.30 m inmediatamente
debajo del nivel de diseño
En áreas donde se deba efectuar la excavación no clasificada, todos los troncos, raíces y otros
materiales inconvenientes, deben ser removidos hasta una profundidad de 0.60 m debajo de la
superficie. Las áreas que se deban cubrir con terraplenes se deben desraizar a una profundidad
no menor de 0.30 m.