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MONARQUÍA
CONSTITUCIONAL III
LECCION 1. LA MONARQUÍA.
1. La monarquía parlamentaria.
1.1. La legitimación de la Monarquía.
En el siglo XX todo poder político ha de dimanar de la fuente de
legitimación democrática, el consentimiento popular, o al menos ha
de ser compatible con ella.
En las Constituyentes de 1978, en circunstancias muy diversas, la
República no era posible porque no serviría de fórmula de
convivencia de todos los españoles, mientras que la Corona lo era.
Era la legitimación de la Monarquía por el consenso constituyente,
que venía a sumarse a otras fuentes de legitimación de las
Monarquías de nuestro tiempo.
MONARQUÍA
Las grandes monarquías europeas tienen tras de sí la legitimación
de haber sido instrumentos decisivos al fraguar las naciones
modernas, a lo largo de la Historia. Son un factor de unidad de los
ciudadanos, de los pueblos que configuran una Nación-Estado.
La Monarquía por estar identificada con la Historia de su pueblo es
el símbolo más natural de su unidad.
Hemos de constatar el gran factor de legitimación que supone para
la Monarquía española el haber sido la Institución en cuyo marco
ha sido posible salir de un régimen autoritario para desembocar
prontamente, y sin los costes sociales que hubiera acarreado un
hipotético proceso revolucionario, en un régimen democrático
pleno en el que el Rey no ha intentado mantener en el seno de la
prerrogativa regia facultades incompatibles con una plena
democracia parlamentaria.
MONARQUÍA
1.2. El proceso de evolución desde la Monarquía absoluta hasta la
Monarquía parlamentaria.
La Monarquía parlamentaria es la Institución monárquica más
discrecionalidad.
MONARQUÍA
4. EL REY Y LA JUSTICIA.
El art. 117 de la CE determina que “la justicia emana del pueblo”, y añade que
“se administra en nombre del Rey” por Jueces y Magistrados. Se trata de una
reminiscencia histórica de carácter simbólico, sin ninguna consecuencia
práctica. En este ámbito corresponde al Rey:
1. Nombrar al Presidente del Consejo General del Poder Judicial, que es el
Presidente del Tribunal Supremo y al Fiscal General del Estado.
.- El primer nombramiento lo realiza a propuesta de CGPJ (art. 123 CE).
.- El segundo, el de Fiscal General, a propuesta del Gobierno, oído el CGPJ.
.- El Rey, en ambos casos, “nombra, pero no elige”, por lo tanto, no tiene en
estos nombramientos ningún margen de discrecionalidad.
del Monarca, cuyos actos precisan que una persona los refrende
voluntariamente, con lo cual la misma asume toda responsabilidad sobre la
legalidad y la oportunidad de ese acto.
La CE concibe el refrendo como elemento esencial a nuestra monarquía
parlamentaria, donde ni el Rey conserva ámbitos de “potestas”bajo su
propia iniciativa, ni se concibe el refrendo como un acto complejo en el que
confluyen dos voluntades, la del Monarca y la de la persona refrendante.
Cabe distinguir dos tipos de refrendo:
I. Refrendo expreso
Es el supuesto ordinario, que concurre en todos los actos jurídico-formales
del Rey y se resuelve por escrito, mediante la “contrafirma”de la persona
refrendante. El BOE es u vehículo más habitual.
II. Refrendo tácito
Es un mecanismo reservado para actos orales del Rey (tales como mensajes
o discursos), para viajes oficiales o para la recepción de un Embajador
extranjero y, en suma, para actividades oficiales que no produzcan actos
formales escritos. En tales supuestos el refrendo consiste en la presencia
material del Presidente del Gobierno o del
Ministro competente.
LA MONARQUIA
La monarquía parlamentaria en la Constitución de 1978
La Constitución de 1978 art 1.3, establece la “Monarquía parlamentaria”
como la “forma política del Estado”, expresión que engloba tanto a la forma
de Estado como a la forma de gobierno.
El desarrollo histórico del Principio monárquico se consagra en el Estado
su Presidente,
o uno o varios Ministros;
. Se daría cuando el Rey realiza un acto que el Gobierno desconoce y el sujeto a quien
corresponda refrendar, decide asumir su responsabilidad, al no dimitir y continuar en el cargo
Se utilizó la noche del 23F pues el Gobierno estaba secuestrado.
Este refrendo ha sido invocado para amparar las declaraciones concedidas por el Rey sin
conocimiento del Gobierno. Pero resulta peligroso porque si esas declaraciones no tienen
contenido político, por ser personalísimos, no requieren refrendo; pero si tienen trascendencia
política, entonces precisan de un refrendo tácito o simultáneo, pero nunca el Rey puede situar al
Gobierno ante hechos políticos consumados.
LA MONARQUÍA
El Estatuto orgánico de la Corona
La Corona es un órgano del Estado regulado en el Título II CE.
La sucesión de la Corona
La Corona es hereditaria en los sucesores de Su Majestad Don Juan Carlos I de
Borbón.
La Constitución establece los principios de primogenitura y representación, así
como las líneas y grados que deben seguirse en la sucesión.
La fórmula sucesoria -que hace quebrar el principio de primogenitura por la
preferencia del varón sobre la mujer- tiene su origen en la Ley de Partidas de
1265 de Alfonso X, y ha sido recogida por todas las Constituciones monárquicas
españolas.
El Consejo de Estado, por acuerdo del Consejo de Ministros, elaboró un Informe
sobre Modificaciones de la CE, en el que se suprime la frase "en el mismo grado,
el varón a la mujer" del art 57.1, y se añade un nuevo apartado a este artículo que
podría decir: "Las menciones que hace la CE al Rey y al Príncipe se entenderán
referidas indistintamente al Rey o a la Reina y al Príncipe o a la Princesa, según
sea el caso".
LA MONARQUÍA
Supuestos típicos de sucesión a la Corona:
la abdicación, o dejación voluntaria del oficio regio que afecta a la persona del Rey pero no
a sus descendientes;
la renuncia de los derechos dinásticos, que afecta tanto al Rey como a sus descendientes.
Art 57.5 CE: "las abdicaciones y renuncias se resolverán por una LO".
competencias del Rey, mientras que la renuncia afecta únicamente al mecanismo sucesorio,
ya que supone una alteración en el orden establecido.
En caso de extinguirse todas las líneas llamadas a suceder, serán las Cortes
Generales las que determinen la sucesión de la Corona -art 57.3 CE-.
LA MONARQUÍA
La Regencia
El Regente sustituye provisionalmente al Rey, ocupando la misma posición constitucional y
ejerciendo las mismas funciones que éste.
La regencia se puede deber a dos causas distintas:
por minoría de edad del Rey; o
por inhabilitación temporal del Rey.
Se ejerce por mandato constitucional y siempre en nombre del Rey. Quienes ejerzan la
Regencia deben prestar el mismo juramento que el Rey al ser proclamado, así como el de
fidelidad al Rey.
Se distinguen tres tipos de tutela del Rey menor de edad:
Testamentaria, ejercida por la persona que el Rey hubiese designado en su testamento.
Legítima, ejercida por el padre o la madre viudos, si el Rey difunto no hubiera nombrado a nadie en su
testamento.
El art 65.1 CE incorpora además el sistema llamado "Lista Civil" -originario de Reino Unido- en virtud del cual se
atribuye a la Corona una determinada cantidad para hacer frente a los gastos derivados del ejercicio de sus funciones .
Esta dotación no puede suprimirse porque se configura como "consustancial con la institución de la Corona, y con la
Además de esta dotación económica el Rey y su Casa pueden servirse de un conjunto de inmuebles, muebles y otros
bienes que pertenecen al Patrimonio Nacional y que están afectados al uso y servicio de la Corona. Pero no tienen
ninguna titularidad ni pueden realizar ningún acto de disposición o administración.
La Casa del Rey es un organismo que sirve de apoyo a las actividades que desarrolle el Rey en el ejercicio de sus
funciones. En cuanto a su naturaleza jurídica, hay que señalar que aunque es una organización estatal, no está
integrada en la Administración del Estado.
La legislación vigente refuerza la autonomía del Rey para organizar y gobernar su Casa, la cual comprende los
siguientes órganos:
El Jefe de la Casa del Rey: dirige los servicios y formula la propuesta de presupuesto.
El Secretario General: coordina los servicios y sustituye al Jefe.
El Cuarto Militar y la Guardia Real: constituye la representación de honor al servicio del Rey. Están dirigidos por un
General en activo.
LA MONARQUÍA
Las funciones del Rey
El Rey como Jefe del Estado -art 56.1 CE-:
El nombramiento del Presidente del Gobierno se trata de un acto reglado al que el Rey está
obligado constitucionalmente, porque en la Monarquía Parlamentaria, el Presidente del
Gobierno sólo necesita la confianza de la Cámara Baja, no la del Rey, como en las
Monarquías constitucionales del XIX. De ahí que el refrendo de este acto corresponda al
Presidente del Congreso, reafirmando así la naturaleza parlamentaria de nuestra Monarquía.
LA MONARQUÍA
Funciones del Rey en relación con la Justicia
En este ámbito le corresponde:
Ejercer el derecho de gracia con arreglo a la Ley, que no podrá autorizar indultos
generales.