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Ricardo C. Núñez sostiene que para que una cosa sea ajena se
requiere:
Artículo 824 –”El que hallare una cosa perdida o abandonada, deberá
entregarla dentro de tres días a la autoridad municipal del lugar del
hallazgo.
Artículo 825.- La autoridad la recibirá en depósito extendiendo formal y
circunstanciado recibo.”
14.- Apoderamiento de bienes indivisos por un copropietario;
problemas. - La ley dice que existe copropiedad cuando una cosa o
derecho pertenece sin poder dividirse (pro-indiviso, dice la ley) a
varias personas. De aquí que reitero, por definición la copropiedad
no da división de un inmueble.
EL condominio o copropiedad es la situación jurídica en que se encuentra
el derecho de propiedad que está atribuido a una pluralidad de personas.
La regulación se encuentra en los artículos 935 y siguientes del Código
Civil. Aunque dicha regulación se refiere indistintamente a la Comunidad
de Bienes como a la copropiedad, no conviene confundir ambos conceptos.
La comunidad de bienes es el género y la copropiedad la especie. Por ello,
en la primera se encuentra una pluralidad de personas entorno a una cosa
o derecho.
Sin embargo, nuestro Código Civil no regula en esta sede, con carácter
general, los supuestos de comunidad de bienes y derechos, sino única y
exclusivamente la copropiedad en sentido estricto, bajo los parámetros de
la denominada comunidad romana frente a la denominada comunidad
germánica o en mano común. La comunidad romana o copropiedad por
cuotas se caracteriza principalmente en que cada uno de los
copropietarios tiene atribuida una cuota de participación que rige tanto
para la contribución de gastos cuanto para la formación de los acuerdos
por mayoría y en la amplia libertad otorgada a aquéllos para adoptar
cualesquiera tipos de acuerdo, incluso, el de provocar la extinción de dicha
situación de co-titularidad, mediante la división de la cosa común.
En este sentido la define el artículo 953 del CC: “Hay comunidad cuando la
propiedad de un cosa o derecho pertenece “pro indiviso” a varias
personas”. La regulación de la copropiedad en el texto legal es de carácter
dispositivo y siguen las reglas de la comunidad de bienes romana o por
cuotas y se aplicará en defecto de disposiciones contractuales o
especiales.
15. Robo que puede cometer el condueño.- En el artículo 388 del
Código Penal Federal, se prevé una modalidad de fraude, cuyo objeto
de tutela penal, es proteger a cualquier persona cuyo patrimonial es
administrado, ya sea total o parcialmente, por otra persona física o
jurídica, al castigar:
"Al que por cualquier motivo teniendo a su cargo la
administración o el cuidado de bienes ajenos, con ánimo de
lucro perjudique al titular de éstos, alterando las cuentas o
condiciones de los contratos, haciendo aparecer operaciones o
gastos inexistentes o exagerando los reales, ocultando o
reteniendo valores o empleándolos indebidamente, o a
sabiendas realice operaciones perjudiciales al patrimonio del
titular en beneficio propio o de un tercero, se le impondrán las
penas previstas para el delito de fraude".
Conforme a la descripción de la conducta típica, aplicando el tipo
penal especificó, no hay duda, de que el legislador se refiere única y
exclusivamente a los administradores que tengan, por decisión expresa
del titular del patrimonio administrado, de la autoridad competente, o
por derivar de la ley, un nombramiento formal que le designe y habilite
legalmente para administrar o cuidar bienes ajenos, con mayor
precisión, a los administradores legales, como los albaceas, tutores,
conciliadores y síndicos en el procedimiento de concursos mercantiles,
liquidadores de una sociedad disuelta, administradores de los bienes
del ausente, a los padres que ejercen la patria potestad y administran
En esta figura de fraude por administración desleal, sin el menor lugar a
dudas, en primer lugar, se protege la integridad de los derechos de
contenido patrimonial de cada uno de los titulares del patrimonio
administrado, cualquiera que sea el nombre que se les dé (copropietarios,
coherederos, socios, etcétera), y en segundo lugar, el patrimonio de la
colectividad, cualquiera que sea la denominación que se le dé
(copropiedad, sucesión, sociedad, etcétera), de esta manera se comete el
delito de fraude por administración desleal, cuando se perjudique,
indistintamente, a la colectividad o, a todos o alguno de sus integrantes
en su patrimonio.