Por de pronto, tenemos que decir que, habiendo nacido en
1484, al ir al Nuevo Mundo en 1502, tenía el Padre Las Casas dieciocho años; al ordenarse de sacerdote en 1507 tenía veintitrés años; en 1516 tenía treinta y uno; al tomar el hábito dominicano en 1522 tenía treinta y ocho; cuando fue consagrado obispo en 1544 tenía sesenta; y, al morir, en 1566, tenía ochenta y dos. Edades estas normales; y la diferencia respecto a la fecha de nacimiento, tradicional- mente aceptada, sería retrasada en diez años". El sermón de Montesinos el proceso de transformación de Fr. Bartolomé Tuvo conocimiento (por que el no lo escucho directamente) el sermón predicado por el fraile dominico Antón de Montesinos el 21 de diciembre de 1511 (4to. Domingo de adviento), el cual escucharon los notables de la isla , incluido el almirante Diego Colon. El discurso fue elaborado, respaldado y firmado por toda la comunidad de frailes , entre ellos, Fr. Pedro de Córdoba, cuyo contenido se articulo como una protesta contra los tratos inhumanos que recibían los indios por parte de los españoles. Conversión de Bartolomé de las Casas La toma de conciencia o “la primera conversión” de fr. Bartolomé de las Casas sucedió mas o menos así : nombrado capellán de la recién sometida isla de Cuba en 1512 por Diego de Velázquez, recibió tierras y un grupo de indios a los cuales renunció el 15 de agosto de 1514 (a sus 30 años) mediante un discurso donde primero, denuncio las injusticias, las crueldades y las tiranías que se cometían contra los indios, y segundo, menciono la obligación de restituirles a éstos aquello que los españoles les habían quitado . Desde entonces Bartolomé se adhirió a la lucha por la justicia en América iniciada por los dominicos, a quienes por influencia de Fr. Domingo de Betanzos se unió en septiembre de 1522 después de tomar su habito (¨segunda conversión”) Brevísima relación de la destrucción de las Indias El obispo sevillano narra solo algunos de los numerosos acontecimientos derivado de las conquistas que los españoles realizaron desde su llegada al nuevo mundo y a lo largo y ancho de: las islas La española, San Juan, Jamaica, Cuba; así como en tierra firme Nueva España, Yucatán, Guatemala, Honduras ,Nicaragua, Panamá, Santa Marta, Cartagena, Venezuela, Florida, Perú, Granada y otros lugares. ¿Cual es el común denominador de las conquistas según Las Casas? Son perversas, tiránicas, injustas, violentas, crueles, sangrientas, ilícitas. Controversia de Valladolid Antecedentes Juan Ginés de Sepúlveda escribió un libro , Democrates,sive de justi belli causis, en el cual defendió la licitud de las guerras en las indias y la inferioridad de los indios con respecto a los españoles . Sepúlveda publicó su libro (1550) y Las Casas replicó con sus Treinta proposiciones muy jurídicas, lo que condujo a la celebración de una reunión de teólogos en Valladolid (Junta de Valladolid) entre los meses de agosto y septiembre de 1550 con el objetivo de solucionar la disputa, que recibió el nombre de «polémica de los naturales » o «de los justos títulos». […] todas las conquistas que hasta ahora se han hecho (aunque se hayan guardado todas las instrucciones) han sido injustas y tiránicas[…] todas las conquistas y las guerras que desde que se descubrieron las Indias , hasta hoy inclusive, se han hecho contra los indios, fueron siempre y han sido injustísimas, tiránicas, infernales y que han sido peores y en ellas se han cometido mas deformidades y con mas ofensas a Dios que las que hacen los turcos e moros contra el pueblo cristiano Y todos los que en ella se han hallado han sido predones iniquisísimos, salteadores e inexpiables pecados, e todo cuanto en ella hobieron y adquieron fue y es violento, robado, salteado y tiranizado. Por lo cual, ello, con todos los daños que no pueden ser numerados, ni estimados, no es posible pagarlos, por que irreparables, son todos in solidum a restitución obligados […] que el egregio doctor y otra cualquiera persona que los quiere justificar o escusar pecan mortalísimamente, y es la misma restitución obligado.
Cfr. De las Casas, Bartolome, Tratatdo III…, especialmente las