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I. Cáncer
1. Definición
2. Tipos
3. Posibles causas o causas atribuidas
4. Mecanismo de acción
5. Tratamiento
6. Avances en la última década
II. Deterioro cognitivo
1. Definición
2. Causas
3. Consecuencias
4. Tratamiento
5. Relación con el cáncer
I. Cáncer
1.1 definición:
Cuando una persona tiene cáncer, el médico necesita saber qué tipo de cáncer
es. Las personas con cáncer necesitan un tratamiento específico que sea eficaz
para su tipo de cáncer.
I.2.Tipos:
Existen una gran cantidad de tipos de cáncer, unos más frecuentes que otros,
debido a esto se seleccionó los tipos de cáncer más frecuentes según la OMS
(Organización Mundial de Salud):
- Cáncer de vejiga:
La vejiga es un órgano hueco en la parte inferior del abdomen que almacena la
orina hasta que se elimina del cuerpo.
- Cáncer colorrectal:
El cáncer colorrectal es un cáncer que comienza en el colon o en el recto. El
colon y el recto son partes del intestino grueso, que es la parte inferior del
aparato digestivo del cuerpo. Durante la digestión, los alimentos se mueven a
través del estómago y el intestino delgado hacia el colon. El colon absorbe
agua y nutrientes de los alimentos y almacena los deshechos (materia fecal).
La materia fecal pasa desde el colon hacia el recto antes de salir del cuerpo.
- Leucemia:
La leucemia es un cáncer de las células sanguíneas. La mayoría de las células
de la sangre se forman en la médula ósea. En el caso de la leucemia, las
células sanguíneas inmaduras se vuelven cancerosas. Estas células no
funcionan como deberían y congestionan a las células sanguíneas sanas en la
médula ósea.
Los diferentes tipos de leucemia dependen del tipo de célula sanguínea que se
vuelve cancerosa. Por ejemplo, la leucemia linfoblástica es un cáncer de los
linfoblastos (glóbulos blancos que combaten las infecciones). Los glóbulos
blancos son el tipo más común de célula sanguínea que se vuelve cancerosa.
Sin embargo, los glóbulos rojos (células que transportan oxígeno desde los
pulmones al resto del cuerpo) y las plaquetas (células que coagulan la sangre)
también se pueden convertir en cáncer.
- Cáncer de páncreas:
El páncreas se encuentra detrás del estómago y delante de la columna
vertebral. En el páncreas hay dos tipos de células. Las células pancreáticas
exocrinas producen enzimas que se liberan hacia el intestino delgado para
ayudar al cuerpo a digerir los alimentos. Las células del páncreas
neuroendocrino (como las células de los islotes) elaboran varias hormonas,
como la insulina y el glucagón, que ayudan a controlar las concentraciones de
azúcar en la sangre.
- Cáncer de próstata:
La próstata elabora un líquido que forma parte del semen. La próstata se
encuentra justo debajo de la vejiga, por delante del recto. Rodea la uretra (el
conducto que transporta la orina y el semen a través del pene y afuera del
cuerpo).
- Cáncer de pulmón
Los pulmones son un par de órganos respiratorios en forma de cono en el
interior del pecho. Los pulmones llevan oxígeno al cuerpo cuando se inhala y
envían dióxido de carbono fuera del cuerpo cuando se exhala.
- Posibles causas:
En general, no es posible saber con exactitud por qué una persona padece
cáncer y otra no. Pero según la investigación de Abel Cruz (2005) en su libro
“Cáncer: causas, síntomas y tratamiento” ha indicado que ciertos factores de
riesgo pueden aumentar la posibilidad de una persona de padecer cáncer. (Hay
también ciertos factores que están relacionados con un riesgo menor de cáncer.
Estos factores se llaman a veces factores protectores o factores de protección).
Cuando muchos estudios indican que hay una asociación semejante entre un
factor posible de riesgo y un mayor riesgo de cáncer, y cuando existe un posible
mecanismo que explique cómo el factor de riesgo podría de hecho causar
cáncer, los científicos confiarán más en la relación entre los dos.
La lista de abajo incluye los factores de riesgo más comunes según la OMS, y
muy conocidos (y los factores de riesgo posibles) del cáncer. Aunque algunos
de estos factores de riesgo pueden evitarse, otros, como envejecer, no.
Mantenerse lejos de los factores de riesgo que pueden evitarse puede bajar su
riesgo de presentar ciertos cánceres, entre ellos tenemos:
- Alcohol
-Dieta
-Edad
-Gérmenes infecciosos
-Hormonas
-Inflamación crónica
-Inmunosupresión
-Luz solar
-Obesidad
-Radiación
-Sustancias en el ambiente que causan cáncer
-Tabaco
Cirugía
La cirugía es un procedimiento en el que un doctor, llamado cirujano, con
capacitación especial, extirpa el cáncer de su cuerpo.
Criocirugía
Un tipo de tratamiento en el que frío extremo producido por nitrógeno
líquido o por gas argón se usan para destruir tejido anormal. La criocirugía
puede usarse para tratar cáncer de piel en estadio inicial, retinoblastoma, y
tumores precancerosos en la piel y en el cérvix o cuello del útero. La
criocirugía se llama también crioterapia.
Lásers
Un tipo de tratamiento en el que rayos potentes de luz se usan para hacer
cortes en los tejidos. Los lásers pueden enfocarse con mucha exactitud en
áreas muy pequeñas, por lo que pueden usarse para cirugías precisas. Los
lásers pueden usarse también para reducir o para destruir tumores que
pueden convertirse en cancerosos.
Los lásers se usan con más frecuencia para tratar tumores en la superficie
del cuerpo o en el revestimiento interior de órganos internos. Ejemplos de
estos son el carcinoma de células basales, las lesiones precancerosas del
cérvix, y cáncer de cérvix, de vagina, de esófago y de pulmón de células no
pequeñas.
Hipertermia
Un tipo de tratamiento en el que pequeñas áreas de tejido del cuerpo se
exponen a altas temperaturas. El calor intenso puede dañar y destruir
células cancerosas o hacerlas más sensibles a la radiación y a ciertos
fármacos de quimioterapia. La ablación por radiofrecuencia es un tipo de
hipertermia que usa ondas de radio de alta energía para generar calor. La
hipertermia no está disponible en forma generalizada y se está evaluando
en estudios clínicos.
Terapia fotodinámica
Un tipo de tratamiento que usa fármacos que reaccionan a cierto tipo de
luz. Cuando el tumor se expone a esta luz, esos fármacos se activan y
destruyen las células cancerosas cercanas. La terapia fotodinámica se usa
con más frecuencia para tratar o aliviar síntomas causados por cáncer de
piel, micosis fungoides y cáncer de pulmón de células no pequeñas.
Para saber más sobre los tipos de cirugía que pueden utilizarse para tratar su
cáncer, vea los sumarios del PDQ de tratamiento del cáncer en adultos y en
niños.
Radioterapia
La radioterapia (también llamada terapia de radiación) es un tratamiento
del cáncer que usa altas dosis de radiación para destruir células cancerosas y
reducir tumores. En dosis bajas, la radiación se usa en radiografías para ver el
interior de su cuerpo, como las radiografías de sus dientes o de huesos
fracturados.
Tipos de radioterapia
Radioterapia interna
Usted recibe radiación líquida por vía intravenosa. La radiación líquida viaja por
todo su cuerpo buscando las células cancerosas y las destruye.
Vea Radioterapia para cáncer para detalles acerca de los diferentes tipos de
radioterapia de haz externo y de radioterapia interna
Quimioterapia
A quién se da quimioterapia
Inmunoterapia
La inmunoterapia es un tipo de tratamiento del cáncer que ayuda al sistema
inmunitario a combatir el cáncer. El sistema inmunitario ayuda a su cuerpo a
combatir las infecciones y otras enfermedades. Está compuesto de glóbulos
blancos de la sangre y órganos y tejidosdel sistema linfático.
Tipos de inmunoterapia
SIGLO XX
El concepto esencial es que el cáncer era visto como una enfermedad
incurable, fatal, sinónimo de muerte, con ese concepto continuó por el mismo
camino hasta el siglo XX. Las teorías celulares sufrieron una transformación a
partir de los descubrimientos de Rudolf Virchow (1821-1902), en materia de
patología celular. Se hacían descripciones de las células tumorales como de las
células degeneradas, lo que facilitó el conocimiento de los linfomas y las
leucemias al reconocer el fluido blanco.
Los principales acontecimientos históricos internacionales de esta fase de la
historia no estuvieron ajenos al desarrollo de la oncología. Así, tenemos que
durante la Primera Guerra Mundial con el uso secreto de gas mostaza, se
observó la regresión de algunas neoplasias linfoides, que fueron recién
publicados en 1946. Es en la tercera década del siglo XX cuando el cáncer
empieza a tener algún tipo de trascendencia desde el punto de vista
terapéutico, porque se descubrió que la aplicación de radiaciones era un
método muy efectivo para solucionar algunos tipos de neoplasias. Es pertinente
mencionar que por esa misma época, en el año1939, se fundó el Instituto del
Cáncer en el Perú. Luego continúa un proceso de inercia donde no se registran
hechos de mayor relevancia en lo que se refiere al tratamiento antineoplásico.
DÉCADA DEL 40
En la década de los cuarenta, empiezan a surgir algunas innovaciones en los
países desarrollados. En el año 1947, Farber descubrió el Methotrexate, droga
que bloquea un metabolito del ácido fólico que, a su vez, inhibe el desarrollo de
la leucemia aguda. Era la primera vez que se lograba mejoría hematológica en
pacientes con esa neoplasia, particularmente en niños. Esto fue considerado
como una de las contribuciones más importantes de la época. Más adelante, en
el año 1948, se descubre la 6-Mercaptopurina que también sirve para el
tratamiento de la leucemia infantil. Un año más tarde, ocurre otro hito en la
historia del cáncer: la Agencia Federal de Drogas (FDA) reconoce oficialmente
el uso terapéutico de la mostaza nitrogenada, que fue uno de los primeros
fármacos que demostró tener algo de efectividad contra algunos tipos de
tumores.
Como en esos tiempos miles de personas morían sin tener ningún tipo de
tratamiento, el nombre de la enfermedad estaba relacionado a conceptos
apocalípticos. Entonces, en el año 1945, las autoridades del sector Salud en
nuestro país optaron por cambiar el nombre del «Instituto del Cáncer» por el de
«Instituto de Radioterapia», que era la única opción terapéutica que podía curar
algún tipo de cáncer en aquellos días. Muy pocos se operaban con fines
curativos. En aquel tiempo el panorama era sombrío. No se utilizaba la
quimioterapia.
DÉCADA DE LOS 50
La quimioterapia antineoplásica se introdujo a partir de la quinta década del
siglo XX. El profesor Paul Erlich, fue quien acuñó este término desarrollando
drogas en modelos animales. Y es en esta década donde ocurren hechos
importantes. El Dr. Luis Richard Doll estableció en el año 1950 la relación entre
el tabaco y el cáncer. Es decir, hace 55 años que la humanidad sabe que el
cigarrillo causa cáncer (18). En 1952, se encuentra material genético en el DNA
de algunos virus. En 1953, se aprueba el Methotrexate como agente
antineoplásico para el tratamiento de la leucemia en los niños. Ese mismo año,
Watson y Crick, descubren la estructura del DNA. En tanto, los doctores Hertz y
Li usando el Methotrexate obtienen por primera vez la curación total de un tipo
de cáncer, un tumor sólido humano: el coriocarcinoma. Corría el año 1952 en el
Perú; el Dr. Eduardo Cáceres Graziani, liderando un grupo de ilustres galenos
nacionales se encargó de la reorganización del Instituto de Radioterapia,
cumpliendo el encargo del gobierno de entonces, oficializado por Decreto
Supremo del 19 de mayo de 1952. Cabe mencionar, que el Dr. Cáceres es
considerado como «El Padre de la Oncología Peruana» y mentor de la mayoría
de los oncólogos que ejercen la oncología en este país. Dentro de las obras
innumerables de dicho maestro se encuentra también la creación del Sistema
de Residentado Médico, una experiencia pionera en el continente americano,
sobretodo en América Latina, y que sirvió de modelo para muchos otros países.
Ya en esos tiempos también se avizoraba una gradual evolución en la oncología
peruana. En ese contexto aparecen también las figuras de los doctores Mayer
Zaharia, uno de los padres de la radioterapia peruana; y Andrés Solidoro, que
también es considerado el padre de la quimioterapia, lo que actualmente
denominamos oncología médica.
DÉCADA DEL 60
Cuando la humanidad ingresó al año 60, el panorama del cáncer empezó a
cambiar; seguía siendo una enfermedad muy seria, pero surgieron también más
esperanzas de curarlo. Aparecieron nuevos enfoques y los médicos
empezamos a interesarnos por abordar el cáncer, ya que todos los días había
algo nuevo y se desarrollaban nuevos conocimientos. La ciencia se imponía
sobre el empirismo. Esta década fue fructífera en el descubrimiento de diversos
agentes antineoplásicos. Así tenemos a la Vinblastina en 1961 – Fluoruracil en
1962, Vincristina en 1963, Melfalan en 1964 y Procarbazina en 1967. Cabe
destacar, que todas estas medicinas siguen siendo utilizadas hasta la fecha,
habiéndose establecido con mayor precisión sus mecanismos de acción.
Por su parte, el Dr. De Vita y sus colaboradores, obtuvieron los primeros
resultados favorables del tratamiento médico de la Enfermedad de Hodgkin,
que hasta esa fecha era considerada incurable. Para tal efecto, utilizó una
combinación de drogas. Entonces, hacia el año 1967 ya se podían curar
algunos tipos de cáncer como el coriocarcinoma y la Enfermedad de Hodgkin.
Asimismo, el Dr. Emil J Freireich causó un gran impacto en el mundo científico
con la creación de una Máquina Separadora de Células Sanguíneas, que tenía
un filtro donde entraba la sangre del donante y se separaban las plaquetas, los
leucocitos y los glóbulos rojos. En la misma década del 60, el Dr. Andrés
Solidoro, tras regresar del Memorial Sloan-Kettering de Nueva York, inició la era
de la quimioterapia en el Perú. Este reconocido médico peruano ha sido muy
prolífico en sus contribuciones a la oncología, enfatizando sus estudios en la
Enfermedad de Hodgking en niños y la actividad de la Ciclofosfamida en
diversos tumores. Impulsando la actividad docente y científica en el país, en el
año 1969, conjuntamente con el Dr. Solidoro, publicamos los exitosos
resultados obtenidos en los estudios clínicos hematológicos de la Daunomicina
en pacientes con leucemia aguda.
DÉCADA DEL 70
Por esos tiempos, en diversos trabajos de investigación se determinaron los
factores de riesgo y se estableció la relación entre el cáncer y algunos virus,
tales como: Papiloma Virus con el cáncer de útero y Hepatitis B con el cáncer
de hígado así como también se determinó la relación entre el cáncer y las
radiaciones ionizantes, y la relación del cáncer con las hormonas. Hasta ese
momento se utilizaba el Dietilestilbestrol y la Terapia de Reemplazo Hormonal
en la menopausia, hasta que se puso en alerta a los especialistas acerca de la
posibilidad de producir cáncer, sobre todo del endometrio y de la mama.
En este período ocurrió un hecho trascendental en Estados Unidos que es
importante mencionar en la evolución histórica del tratamiento médico del
cáncer. El presidente Richard Nixon firmó el Acta Nacional del Cáncer. Y lo hizo
motivado por la señora Lasker, una dama de gran filantropía y muy cercana a
su entorno. El vicepresidente Humphrey, tuvo cáncer de vejiga, una tía que era
como la madre de Nixon también murió de cáncer. Estas experiencias
conmovieron a Nixon y firmó dicha acta que significó una inyección de millones
de dólares para la investigación lo que hizo posible el desarrollo de la oncología
médica.
En el Perú también empezaron a ocurrir cambios. La actividad docente en la
oncología médica peruana es una mística, es un deber. Por esa razón, nos
vimos gratamente comprometidos en volcar todo lo aprendido en el MD
Anderson Cancer Center en Houston, Texas de Estados Unidos a las nuevas
generaciones de oncólogos peruanos, reforzando de ese modo lo que habían
iniciado nuestros maestros. Paralelamente, en el mundo surgieron una serie de
acontecimientos médicos que se empezaron a aplicar en el Perú. Así ocurrió
con los nuevos agentes quimioterápicos y con la aplicación de quimioterapia
combinada que empezó a ser un procedimiento rutinario. Se empezó a utilizar
la inmunoterapia, así como la vacuna contra la TBC, que entonces se creía que
podía curar el melanoma, y actualmente sigue usándose como aplicación local
para el cáncer de vejiga.
Mucho de lo que hemos logrado hasta la fecha en el Perú ha sido posible
gracias a las contribuciones de muchos investigadores entre los que destaca el
profesor Gerald P. Bodey, quien desarrolló el concepto universal de
mielosupresión (56). Con la quimioterapia se provocaba una aplasia de la
médula ósea, una purga de la médula, atacando tanto a las células sanas como
a las dañadas. Eso hizo que el paciente sea muy susceptible a infecciones.
Siguiendo las enseñanzas del Dr. Bodey, estos nuevos conceptos fueron
aplicados en el Perú de manera exitosa.
Esta demostración de alto profesionalismo y capacidad permitió - en esa misma
década - que el Perú sea incorporado al grupo de los prestigiosos organismos
de investigación. El INEN fue incluido al Southwest Oncology Group, que
permitió aprender a tratar pacientes con una mayor y eficiente sistematización y
con un alto rigor científico. Desde esas épocas se utilizan las hojas de
tratamiento, tanto al ingreso como en las evaluaciones y en las auditorias. En
virtud de las relaciones con este organismo, el Perú participó en muchos
estudios sobre leucemias, linfomas y algunos tumores sólidos, cuyos resultados
también fueron publicados en su momento. En el año 1977, el INEN cumplió
sus Bodas de Plata. Luego, vino la incorporación del Tamoxifeno para el
tratamiento del cáncer de mama, una pastilla que podía mantener a los
pacientes con cáncer hormonosensibles sin la necesidad de recibir drogas
tóxica. Entre otros sucesos científicos se pueden mencionar: la aprobación de
la Doxorrubicina, el descubrimiento de la Interleuquina 12 (58), la fundación del
primer Programa Nacional de Educación en Cáncer en los EE UU; la aplicación
por primera vez del Interferon , un medicamento prácticamente de rutina en la
actualidad; la aprobación del Cisplatino que revolucionó también los resultados
del tratamiento en cáncer de testículo y otras enfermedades del área urogenital,
y el descubrimiento del p53, el gen más frecuentemente mutado en el cáncer
humano.
DÉCADA DEL 80
En este relato cronológico de los avances en el tratamiento médico llegamos a
la década del 80, en la que destacan hechos y contribuciones de tipo
diagnóstico: se utiliza por primera vez la Resonancia Magnética Nuclear, la
sigmoidoscopía, y la colonoscopía flexible y las bombas de infusión continua;
son utilizados los primeros agentes antieméticos de nueva generación con
mejor efectividad, porque la quimioterapia era -y es- muy tóxica. Los cetrones,
favorecieron notablemente este aspecto y permitieron utilizar mayores dosis de
las drogas.
De otro lado, surgió la epidemiología molecular, se desarrolló por primera vez
la vacuna contra la hepatitis B para evitar el cáncer de hígado (70), y ocurrió la
secuenciación del primer gen supresor.
Igualmente, en esta década se estableció con toda claridad que la
quimioterapia adyuvante, después de la cirugía, es capaz de aumentar la
sobrevida en pacientes con cáncer de mama y cáncer de colon. Es pertinente
acotar que el tratamiento médico es parte del tratamiento del cáncer y bajo el
enfoque moderno del tratamiento multidisciplinario la parte médica, la cirugía y
la radioterapia tienen igual importancia. La evolución del tratamiento médico del
cáncer registra en sus anales históricos a la quimioterapia curativa en
enfermedad avanzada; pues, en este periodo se sancionó también que algunas
enfermedades y tumores avanzados pueden curarse con quimioterapia. En ese
grupo se encuentran: el linfoma maligno, leucemia aguda (80), el tumor de
Wilms y el cáncer de testículo. El mejor ejemplo para ilustrar la evolución del
tratamiento médico del cáncer, es el caso del famoso ciclista Lance Amstrong,
ganador por cinco veces del Tour de France, quien fue curado por el Dr.
Lawrence Einhorn de un cáncer de testículo con metástasis en el hígado, los
pulmones y el cerebro.
DÉCADA DEL 90
En la última década del siglo XX se registraron progresos en el desarrollo de la
radiología digital y en el diagnóstico molecular (84); se descubrió el primer gen
de cáncer de colon hereditario, se identificaron los genes del cáncer de mama:
BCRA 1 y 2 se estableció la disminución de la mortalidad del cáncer de mama
en general y se registró un incremento en la sobrevida en cáncer de recto
tratado con radiaciones y quimioterapia. Además, se aplicó la quimioterapia
preventiva utilizando Tamoxifeno en personas sanas con altos factores de
riesgo. Se comprobó que esta droga disminuía el riesgo de adquirir cáncer de
mama, el NCI de EE UU demostró el rol de las vitaminas A, C y E en la
prevención del cáncer de tubo digestivo y se aplicó el Finasteride en la
prevención del cáncer de próstata. En esa misma década, se desarrolló un
estudio amplio con casi 150 mil voluntarios para determinar los factores de
riesgo en los cánceres de próstata, pulmón, colorrectal y ovario. En el año
1997, se efectuó el proyecto del genoma del cáncer para determinar los perfiles
genéticos de los diversos tumores. Asimismo, se aprobaron otras medicinas
entre las que destacan los anticuerpos monoclonales. Otros grandes avances
oncológicos incluyeron las aprobaciones de nuevos medicamentos por parte de
la FDA: Tretinoin en 1995, Topotecan en 1996, Rituximab en 1997 y
Transtuzumab en 1998.
Si bien es cierto que el tema del tratamiento médico del cáncer tiene una
esencia científica y académica, no podemos dejar de mencionar las políticas de
gestión que se están implementando en el país que de alguna manera están
vinculadas al tratamiento que se brinda a las personas afectadas por esta
enfermedad. El contexto social es inherente a todo hecho científico. En la
actualidad más del treinta por ciento del Programa de Descentralización de los
Servicios Oncológicos está cumplido. A la fecha, se están terminando de
construir los institutos macro regionales del cáncer en el norte y sur ubicados
en las ciudades de Trujillo y Arequipa, respectivamente. Por otro lado, ahora
también existen hospitales que cuentan con Departamentos de Oncología y se
está avanzando hacia la implementación de Departamentos de Oncología con
Radioterapia. Asimismo, se ha desarrollo el Programa de Preventorios contra el
Cáncer, unidades que atienden a personas aparentemente sanas que quieren
saber si tienen algún problema relacionado con el cáncer.
Complementariamente, con una óptica integradora, en septiembre del 2005 se
instaló el grupo de trabajo que se encargará de elaborar el Primer Plan
Nacional Contra el Cáncer para el Perú. Allí están integrados representantes de
los hospitales públicos, de las sanidades de las Fuerzas Armadas y de la
Policía Nacional, de la Seguridad Social, con el apoyo técnico de la Unión
Internacional Contra el Cáncer y de la American Cancer Society. El tratamiento
médico del cáncer está relacionado directamente al enfoque recuperativo del
paciente. Sin embargo, los conceptos modernos de abordaje de esta
enfermedad indican que la prevención y la promoción de a salud son
estrategias más efectivas para disminuir la incidencia y mortalidad del cáncer
en el país, además de ser menos costosas para el individuo, su familia y el
erario nacional. Esa es la razón fundamental por la cual el INEN ahora realiza
intensas campañas de consejería y de detección precoz en diversos lugares de
la capital y coordina con los establecimientos de salud de provincias. Con
relación al soporte emocional en el tratamiento oncológico, sus primeros
aportes vienen de la medicina psicosomática y la psiquiatría de enlace en los
años 70. El aporte más notable lo da la psicooncología, donde se usaron
criterios de la psiquiatría de enlace para la identificación de la epidemiología y
la comorbilidad de los desórdenes psiquiátricos mas frecuentes en pacientes
con cáncer como la depresión, la ansiedad y el delirio. En los años 1985 al
1990 se experimenta el mayor auge y reconocimiento del factor emocional con
el enfoque psicosocial que considera la intervención multisistémica de
intervención basado en teoría de la unidad biosicosocial del paciente, partiendo
del concepto de calidad de vida.
Aproximadamente, un 75% de los pacientes oncológicos desarrollan algún tipo
de trastorno emocional siendo de mayor prevalencia el aspecto adaptativo y la
depresión. Por tal razón, el INEN ha implementando un «Servicio de Oncológía
Psico-Social» para mejorar la calidad y estilo de vida del paciente y su entorno
inmediato desarrollando en él herramientas psicológicas que le permitan hacer
frente a la enfermedad con mayor eficacia y eficiencia utilizando un enfoque
transdisciplinario provisto por psiquiatría, psicología, asistencia social y
enfermería. Todo lo relatado hasta estas líneas tiene como propósito cambiarle
el rostro al cáncer, lo que significa erradicar el concepto de muerte inevitable
que ha venido acompañándolo desde sus inicios, tal como lo hemos explicado.
Asimismo, significa hacer tomar conciencia a la población que es más fácil y
menos costoso prevenir que solamente dedicarnos a curar. El consenso
científico ha establecido que el mejor tratamiento contra el cáncer es la
prevención.
Este nuevo estudio tuvo en cuenta a más de 500 mujeres inscritas en cuatro
estudios de intervención de ejercicios para evaluar las fracturas y caídas en
mujeres supervivientes del cáncer. La mayoría de las mujeres en el estudio
habían sido tratadas para cáncer de seno.
A un promedio de 6 años de haber completado la quimioterapia, 45% de las
mujeres informaron que todavía experimentaban entumecimiento en sus manos
y pies, reportó la autora principal del estudio, doctora Kerri M. Winters-Stone,
de la Oregon Health and Science University. Estas mujeres tenían una forma
alterada de caminar y funcionamiento físico peor que las mujeres que no
estaban experimentando la CIPN por largo tiempo. También tenían una
probabilidad dos veces mayor de caerse, lo que les hacía correr un riesgo
también mayor de fracturas.
“No hemos hecho un buen trabajo en controlar la CIPN”, dijo la doctora Winters-
Stone. “Es posible que esto se deba a que no tenemos herramientas para la
detección temprana de la neuropatía”.
Para las supervivientes que han experimentado CIPN por largo tiempo, los
investigadores aconsejan a los médicos clínicos que recomienden ejercicios
físicos de rehabilitación que puedan compensar la falta de sensibilidad
periférica, como los que se concentran en mejorar el equilibrio al moverse y en
corregir la forma de caminar.
2.1 DEFINICION
El fenómeno conocido como neurogénesis confirma que generamos nuevas
neuronas, no sólo durante la infancia, sino también en la edad adulta. Es
posible recuperar la memoria perdida, ganar capacidad de concentración y
mantener el nivel de estrés y ansiedad bajo control.
Al avanzar la edad, todos los tipos de memoria (a corto, medio y largo plazo),
deben permanecer con pocos cambios respecto al adulto joven, a excepción
quizás de la memoria inmediata, que es la que más se resiente con el
envejecimiento. De igual modo, la capacidad verbal, el vocabulario, la
comprensión y las capacidades de manejo se mantienen casi intactos con la
edad.
Sin embargo, sí se puede encontrar un cierto enlentecimiento en el
procesamiento de todas las áreas cognitivas, sin que ello suponga una
disminución de las mismas, ya que se puede esperar que la respuesta final se
encuentre intacta, aunque algo más lenta.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
El concepto de deterioro cognitivo leve ha cambiado a lo largo de los años.
Las primeras publicaciones sobre DCL las encontramos en 1962, momento en
que (Kral; 1962) introdujo el concepto de “pérdida de memoria benigna o
maligna asociada al envejecimiento” con el fin de distinguir las quejas de
memoria estables y asociadas al envejecimiento, frente a aquellos problemas
de memoria que podrían indicar la aparición temprana de una enfermedad.
En 1986 el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) propuso el término
“deterioro de memoria asociado a la edad - DMAE” para las personas con
quejas de pérdida de memoria a partir de los 50 años que puntuaran “al menos
una desviación estándar por debajo de la media establecida para adultos
jóvenes en un test estandarizado de memoria reciente con datos normativos
adecuados”. (Crook T.; 1986). El punto débil de estos criterios fue que permitían
detectar el rendimiento normal, pero no definir una pérdida de memoria
patológica.
Hasta hace poco tiempo, los médicos no eran capaces de dar ninguna
información específica acerca del significado de estas quejas, o que significado
pueden tener para el futuro. No obstante, en los últimos años, ha habido un
incremento substancial en el número de investigaciones clínicas enfocadas en
pacientes con estas quejas. Aunque mucho más trabajo es necesario, la
identificación de este problema y su desarrollo es mucho mejor ahora que en el
pasado.
El síndrome de problema subjetivo de memoria comúnmente se lo denomina
ahora “Deterioro Cognitivo Leve” (DCL). Aunque otros términos han sido
utilizados, incluyendo “Deterioro Cognitivo No Demencia” (DCND) o “Deterioro
Cognitivo Mínimo” (DCM)
Estudios recientes han sugerido que este tipo de quejas son más significativas
de lo que previamente se pensaba. Varios estudios han demostrado que las
quejas de memoria en los pacientes ancianos son asociadas con mayor riesgo
que lo normal de desarrollar demencia en el futuro. Más comúnmente, el tipo de
demencia que pacientes con DCL están en riesgo de desarrollar es la
Enfermedad de Alzheimer, aunque otras demencias, tales como Demencia
Vascular o Demencia Frontotemporal pueden ocurrir también. No obstante, está
también claro, que algunos pacientes con estas quejas nunca desarrollan
demencia.
Algunas características están asociadas con una mayor probabilidad de
progresión a demencia. Estas incluyen, confirmación de dificultades en la
memoria por un informante confiable (tales como esposo/a, hijos o amigos
cercanos), pobre desempeño en test de memoria objetivos, y algún cambio en
la habilidad para llevar a cabo tareas diarias, tales como hobbies, manejo de las
finanzas, manejo de situaciones de emergencia o fallas de higiene personal. Un
factor que fue tenido en cuenta en estos estudio fue la depresión, ya que
muchos pacientes con depresión también se quejas de dificultades en la
memoria. Varios estudios han sugerido que cierto grado de atrofia
(achicamiento) o disminución en el metabolismo detectado en imágenes del
cerebro (PET o RMN) incrementan las chances de desarrollar demencia en el
futuro.
Aunque estos factores descriptos previamente incrementan las chances de
desarrollar demencia, no es posible actualmente predecir con certeza que
paciente con DCL desarrollará o no demencia. Sin embargo, muchas de las
mediciones que se realizan, particularmente las mediciones en imágenes
cerebrales de depósitos de amiloide, son aún consideradas útiles solamente
para investigación clínica.
Según (Craik & Salthouse, 1992). Existe también un área gris entre aquellos
individuos que se encuentran en el límite inferior de la curva del funcionamiento
cognitivo normal y aquellos que se encuentran al inicio de una demencia;
particularmente una demencia degenerativa asociada con la enfermedad de
Alzheimer (EA); o que están sufriendo un Deterioro Cognitivo Leve (DCL). Más
aun la frontera entre DCL y las etapas tempranas de una EA es igualmente
frágil debido a la falta de consistencia en los puntajes de corte y a la
variabilidad de las pruebas diagnósticas utilizadas.
El diagnóstico de DCL (Flicker, Ferris, & Reisberg, 1991; Petersen, 1995),
motivado por la necesidad de encontrar individuos en riesgo de desarrollar
demencia, incluye la presencia de quejas subjetivas de memoria con
correspondientes dificultades en pruebas objetivas pero con conservación del
funcionamiento cognitivo general y sin señales de alteración en el
funcionamiento de las actividades de la vida diaria que impidan una vida
independiente; es decir, la esencia del DCL es una alteración de memoria sin
que exista una demencia.
El diagnóstico de demencia, por otro lado, implica deterioro en otras áreas
además de la memoria tales como en las habilidades espaciales o en las
funciones ejecutivas, que limitarían el funcionamiento del individuo en el diario
vivir. Para algunos autores el DCL es simplemente el inicio de un deterioro que
termina en demencia (Morris et al., 2001).
Para otros sin embargo, no todos los casos de DCL entrarían dentro de este
progresivo detrimento cognitivo. Smith y Rush (2006) estiman que solamente
un 12 % de los individuos con DCL terminan en un proceso demencial.
Otros autores reportan porcentajes aún más bajos, de solo 2-4%. El amplio
rango de este porcentaje en los diferentes estudios es comprensible dada la
variabilidad en el tipo de población incluida, el rango de edad de los
participantes, las pruebas neuropsicológicas utilizadas, el punto de corte de
“anormalidad” utilizado y el subtipo de DCL que se incluye. Además, se han
identificado diversas causas para el DCL, en las que se pueden incluir
condiciones neurológicas tanto degenerativas como vasculares (Román &
Pascual, 2012) resultando en perfiles cognitivos variados.
El Instituto Nacional de Envejecimiento de los Estados Unidos y su asociación
de Alzheimer presentaron últimamente unas recomendaciones para el
diagnóstico del DCL causado por la enfermedad de Alzheimer (Albert et al.,
2011). Proponen estos autores dentro de las características clínicas centrales
evidencia de cambios cognitivos en comparación con un nivel anterior de
funcionamiento, alteraciones en una o más de las funciones cognitivas y
alteraciones sutiles en el funcionamiento de la vida diaria que no requieren de
asistencia y supervisión externa y que permiten al paciente mantener una vida
social y laboral independiente.
Subtipos de DCL con diferentes perfiles neuropsicológicos (Ravaglia et
al., 2008) y variaciones en el nivel de severidad
(a)El primer subtipo, correspondería al DCL clásico con alteraciones objetivas
únicamente en la memoria.
(b)el segundo grupo de DCL no incluiría alteraciones de memoria sino
dificultades en algún otro dominio cognitivo, dentro de los que se incluyen
atención, lenguaje, funciones ejecutivas o funciones viso espacial).
(c)El tercero implicaría trastornos en al menos dos dominios cognitivos.
Aparentemente los amnésicos puros rara vez evolucionan a una demencia
mientras aquellos con deterioro en la memoria y en otras áreas presentan un
riesgo incrementado de demencia. Igualmente el DCL con defectos
atencionales aislados o combinados está altamente asociado con una
demencia ulterior. Reportes recientes utilizando neuroimagen validan la
variabilidad de DCL demostrando diferencias cerebrales estructurales entre los
distintos subtipos (Bosch et al., 2012; Delano-Wood et al., 2009).
Perfil neuropsicológico
Como se mencionó, el perfil neuropsicológico de los pacientes con DCL es
heterogéneo. Aquellos con DCL amnésico presentan alteraciones
específicamente en pruebas de memoria, fundamentalmente en aquellas
pruebas que evalúan memoria declarativa de tipo episódico y semántico,
presentando dificultades no solo en la consolidación de nuevas huellas de
memoria sino también en el recobro diferido de esta información (Cuetos,
Rodríguez-Ferreiro, & Menéndez, 2009; Perri, Carlesimo, Serra, & Caltagirone,
2009).
Se han definido dos perfiles neuropsicológicos en este grupo de pacientes. El
primero presentaría un defecto primario en la formación de nuevas huellas de
memoria mientras que en el segundo el problema no se encontraría en el
almacenamiento sino en la recuperación o en el acceso a la información que ya
está almacenada.
La mayoría de las personas para facilitar el aprendizaje de palabras las
agrupan según su contenido semántico. Esta estrategia se disminuye y aun
desaparece en casos de envejecimiento patológico. Los pacientes con DCL
presentan además una susceptibilidad mayor a la interferencia proactiva y
retroactiva (Loewenstein, 2004)
Las dificultades de memoria en el DCL no necesariamente son exclusivas de la
esfera verbal y se pueden presentar también en pruebas no verbales, aun
cuando la alteración en estas últimas se observa con una frecuencia menor.
Según los criterios de la cuarta edición del Diagnostic and Statistical Manual of
Mental Disorders (DSM-IV) 7 (mild neurocognitive disorder) y la décima revisión
de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) 8 (mild cognitive
impairment), el deterioro cognitivo leve (DCL) es un síndrome caracterizado por
una alteración adquirida y prolongada de una o varias funciones cognitivas, que
no corresponde a un síndrome focal y no cumple criterios suficientes de
gravedad para ser calificada de demencia.
El diagnóstico del DCL se basa en la objetivación del deterioro cognitivo, en el
paciente con nivel de conciencia normal, a través de pruebas neuropsicológicas
estandarizadas, con puntos de corte apropiados para la edad y nivel académico
del sujeto, teniendo en cuenta su actividad profesional. Es necesario constatar
que las alteraciones son adquiridas, mediante la declaración de un informador
fiable o bien su objetivación en exploraciones diferentes.
Sin embargo, el deterioro cognitivo leve es un síndrome en el que se han
incluido diversas manifestaciones clínicas y causas heterogéneas, y es
necesaria una correcta definición del mismo para obtener buenos resultados
cuando se estudian los pacientes con esta enfermedad.
“La pérdida de memoria asociada a la edad” y “el deterioro cognitivo leve”
pueden formar parte del rango de la enfermedad de Alzheimer, aunque la
enfermedad cerebrovascular también está fuertemente asociada al deterioro
cognitivo leve.
Por otro lado, los individuos con “deterioro cognitivo-no demencia” tienen más
probabilidad de tener deterioros en otras funciones cognitivas derivados de una
enfermedad cerebrovascular y menos probabilidad de padecer una EA. Sin
embargo, hasta 30% de los pacientes con “deterioro cognitivo-no demencia”
tienen un deterioro aislado de la memoria que es clínica y patológicamente
compatible con una EA incipiente.
A pesar de que los criterios para el diagnóstico de un deterioro cognitivo leve
son los que acabamos de exponer, en ocasiones, algunos autores también
utilizan el término de DCL en pacientes que tienen un deterioro cognitivo y
además presentan una puntuación de 0,5 en la escala CDR, o de 3 en la escala
GDS, una pérdida de memoria confirmada objetivamente con una puntuación
1,5 desviaciones estándares inferior a la media para su edad en el Test de Rey
para el aprendizaje auditivo verbal o en la escala de memoria de Weschler,
después de haber excluido la existencia de una enfermedad de Alzheimer.
El término “deterioro cognitivo leve” se ha usado en la literatura durante varios
años, como un estado de transición entre el envejecimiento normal y una
enfermedad de Alzheimer muy leve, pero esta afirmación puede ser
cuestionada ya que no todos los sujetos con DCL desarrollan ese tipo de
demencia, especialmente cuando se estudia la población general. Además
algunos pacientes con DCL-amnésico pueden evolucionar a otro tipo de
demencia.
La evolución de los pacientes con DCL ha sido una cuestión muy importante
para los distintos autores y se han llevado a cabo numerosos trabajos para
responder esta pregunta. En la literatura se han recogido porcentajes de
progresión a demencia de los sujetos con un deterioro cognitivo muy dispares.
Probablemente esta disparidad se debe a varias razones. En primer lugar, no
ha existido un consenso en los criterios diagnósticos ni en la definición del DCL
y, por tanto, no todos los trabajos estudian el mismo tipo de pacientes y, por
eso, comparar sus resultados es difícil y, en segundo lugar, es importante tener
en cuenta de dónde provienen los individuos. En la mayoría de los casos, son
pequeñas muestras de pacientes reclutados por expertos en Unidades
Especializadas de Memoria o Demencia y son pacientes muy seleccionados
que no son representativos de la población general. Por estos motivos, se
encuentran diferencias respecto a la evolución de los pacientes con deterioro
cognitivo leve al revisar los trabajos de los distintos autores que han estudiado
esta cuestión.
En el estudio de Pieter Jell y cols. con 494 pacientes clasificados en grupos
etiológicos de deterioro cognitivo leve, después de 10 años de seguimiento, se
concluyó que la mayoría de los pacientes que progresó a EA tenía como
antecedentes mayor edad y el subtipo de DCL amnésico, asociado a la
depresión y al inicio de síntomas cognitivos más temprano en la línea del
tiempo. Este estudio corrobora uno de los factores que se ha manejado en la
actualidad como predictor de la evolución del deterioro cognitivo: la edad
avanzada.
Quizás éste sea el factor más conocido que podría ser un excelente predictor,
pero también es inmodificable, por lo que habría que asociarlo a otros
marcadores de evolución más confiables y sobre los cuales se pudieran diseñar
estrategias de intervención. El estudio llevado a cabo en la Universidad de
Kentucky por Kryscio R.J y cols. revela que la asociación entre el grado de
deterioro cognitivo al inicio del diagnóstico, la prevalencia de, al menos, un alelo
de la APOE 4 y la edad avanzada son factores predictores que se expresan en
más de la mitad de los pacientes que evoluciona en la escala del deterioro de
las funciones cognitivas.
Debemos señalar que muchos pacientes al inicio del diagnóstico cumplen con
los criterios definidos anteriormente sobre DCL, pero es imposible clasificarlo en
subgrupos; no obstante, después de una cohorte de seguimiento de más de 10
años algunos solo progresan dentro de los criterios para el DCL y no hacia la
Enfermedad de Alzheimer; sin embargo, si se sigue detenidamente la cohorte
por 5 años más, la tasa de progresión es mayor en aquellos, cuyo diagnóstico
fue modificado al cabo de 5 años que los que se mantienen con su estatus
cognitivo inicial. De todo esto, resulta que algunos elementos relacionados con
la profundización del deterioro cognitivo podrían estar involucrados en su final
progresión a la demencia, y no realizarse un salto cualitativo desde el
diagnóstico inicial hasta la demencia establecida.
Sobre estos temas, podemos mencionar el estudio de Bennett D. A y cols.
Sobre la historia natural del deterioro cognitivo en el anciano y las posibles
variantes etiológicas en su evolución. En la cohorte de seguimiento, al cabo de
3 años, 30% de los pacientes falleció sin desarrollar demencia y el resto
progresó dentro del deterioro cognitivo y solo un porcentaje bajo desarrolló
demencia. Esto nos sugiere que el estudio de seguimiento de pacientes con
algún grado de deterioro cognitivo debe realizarse por al menos 10 años y con
edades inferiores a los 65 años, lo cual quizás sería contradictorio teniendo en
cuenta que el mejor factor predictor es la edad avanzada.
La prevención de los factores de riesgo vascular y los avances en el
tratamiento de la enfermedad cerebrovascular, hacen de la demencia mixta, la
EA y la DV formas potencialmente tratables y prevenibles de demencia
(Román, Nash, & Fillit, 2012). La importancia de la prevención ha llevado
también al concepto de déficit cognitivo de origen vascular, con énfasis en la
prevención de la demencia.
DETERIORO COGNITIVO VASCULAR
La demencia vascular (DV) es una de las formas más comunes de demencia y
su importancia ha aumentado recientemente al demostrarse que las lesiones
vasculares constituyen un componente frecuente de la enfermedad de
Alzheimer (EA). La DV incluye aquellos casos de demencia que resultan de
lesiones vasculares o de etiologías circulatorias (Román, 1992). Aunque el
concepto es simple, tanto la definición clínica como la implementación de
criterios clínicos se dificultan por la variedad de las formas de presentación
clínica, el número de posibles lesiones causales (isquemia, hemorragia,
hipoperfusión, leucoencefalopatía) y por los diferentes mecanismos
fisiopatológicos involucrados (lesiones de pequeños vasos, grandes territorios
arteriales, oclusiones venosas).
En resumen, las lesiones de pequeños vasos cerebrales parecen tener mayor
importancia en la génesis de la demencia vascular que las lesiones isquémicas
resultantes de la oclusión de grandes vasos. El término “vasculopatía cerebral”
se utiliza con frecuencia para designar la patología de los pequeños vasos
arteriales cerebrales. Asimismo, este concepto enfatiza el importante papel que
juegan a nivel de la microcirculación factores hemorreológicos tales como la
concentración de fibrinógeno, la viscosidad sérica y la elasticidad eritrocitaria.
Finalmente, es evidente que la causa principal de la DV es la disminución del
flujo cerebral por debajo de los límites requeridos para el correcto
funcionamiento cerebral.
El envejecimiento conlleva la pérdida de la autorregulación del flujo vascular
cerebral, debido a las alteraciones morfológicas de las vasos, a la disminución
de la producción de óxido nitroso (ON) por el endotelio y al efecto de los
factores de riesgo vascular tales como la hipertensión arterial, la diabetes, la
hipercolesterolemia y la hiperhomocisteinemia (Román, 2008).
4) predispone a la hidrocefalia.
En la actualidad se utiliza el término Deterioro Cognitivo Vascular para definir
las alteraciones cognitivas asociadas a la patología vascular ya que es más
abarcativo y permite
Existen muchas formas de proteger nuestro cerebro y así reducir las chances
de presentar deterioro cognitivo. Son hábitos que nos ayudan a tener a
mantener nuestro cerebro saludable:
•Mantener la mente en forma: tanto las actividades sociales recreativas como
realizar actividades nuevas y desafiantes son formas de estimular la mente.
Existen también programas de entrenamiento cognitivo desarrollados por
profesionales expertos que han demostrado ser beneficiosos para retrasar o
tratar los problemas de memoria.
•Actividad física regular: aquellas personas que realizan ejercicio de forma
habitual (ej: caminar al menos 30 minutos la mayoría de los días) presentan
menor atrofia cerebral que las personas sedentarias.
•Una alimentación saludable: una dieta que incluya frutas, verduras, lacteos
descremados, pescado, cereales, aceites en crudo y escasa cantidad tanto de
sal como grasas saturadas reduce las chances de presentar problemas de
memoria.
•Controlar los factores de riesgo vascular: la hipertensión, la diabetes y el
sobrepeso entre otros se asocia a mayor riego de deterioro cognitivo por lo cual
es vital su detección y tratamiento.
•Un descanso adecuado: el sueño cumple un rol importante para el buen
funcionamiento de la memoria, por lo cual respetar unas 8 horas de sueño es
de suma importancia.
•Reducir el estrés: los trastornos de la atención asociados a la ansiedad son
una causa frecuente de quejas de memoria. El estrés crónico tiene también un
efecto negativo sobre áreas del cerebro relevantes para la generación de
nuevos recuerdos como el hipocampo.
2. 4 TRATAMIENTO
2. 4. 1 Tratamiento no farmacológico
2. 4. 1. 1 REHABILITACIÓN COGNITIVA
particular.
cotidiana.
afectivamente estimulante.
TERAPIAS
centros especializados.
2. 4. 2. 1 NEUROTRANSMISIÓN COLINÉRGICA
tejido nervioso.
producida.
conductual.
2. 4. 2. 2 NEUROTRANSMISIÓN GLUTAMATÉRGICA
aprendizaje y memoria.
transmisión glutamatérgica.
2. 4. 2. 3 FÁRMACOS DISPONIBLES
Existen en la actualidad 5 fármacos indicados para el tratamiento
sintomático de la enfermedad de Alzheimer: Tacrina, Donepezilo,
(modulador glutamatérgico).
utilizarse.
paciente, de la experiencia del médico y del coste del fármaco, dado que
pacientes.
musculares.
MENOS CONTRASTADAS
en otras circunstancias.
2. 4. 2. 6 CONSIDERACIONES PRÁCTICAS
neuropsiquiátricos
2. 4. 3. 1 GENERALIDADES
2. 4. 3. 2 MANIFESTACIONES PSICÓTICAS
efectos secundarios.
El efecto adverso más llamativo de los neurolépticos es la sintomatología
llamada extrapiramidal, semejante a la observada en la enfermedad de
y otros).
anticolinérgico), aunque es posible que esto sea cierto sólo a dosis bajas,
disruptivos o limitantes.
de fármacos.
Lamotrigina.
2. 4. 3. 4 DEPRESIÓN
manera que la opción por uno u otro se hace en base al perfil de efectos
adversos.
tienden a evitarse.
propia enfermedad.
significativos.
En los últimos años, con el creciente interés en las secuelas derivadas del
diagnóstico y los tratamientos recibidos en el cada vez mayor grupo de
momento del diagnóstico sino que puede mantenerse durante muchos años,
superviviente
ONCOLÓGICO
Pero no todas las secuelas de la esfera cognitivo‐emocional están
producidas por el impacto del diagnóstico y los trastornos psicológicos
relacionó con el riesgo más alto de morbilidad cognitiva a largo plazo en los
10 años, para estabilizarse los valores del CI entre los 20‐40 años después
Aunque son pocos los estudios sobre estos problemas, se estima que entre
concentración y atención
2. 5. 2 MECANISMO DE PRODUCCIÓN
DETERIORO COGNITIVO
Efectos neurotóxicos directos: los citostáticos al atravesar la barrera
citoquinas
Fenómenos de coagulación en pequeños vasos del sistema nervioso
Bibliografía:
- Lara Muñoz, María del Carmen; Ponce de León, Sergio; de la Fuente,
Juan Ramón. (1995). Conceptualización y medición de la calidad de
vida de pacientes con cáncer. Centro de Información para Decisiones
en Salud Pública.
- Alfredo Alatorre. (2004). ¿Qué es el cáncer?. SELECTOR. México.
- Teresa Macarulla Mercade, Francisco Javier Ramos pascual. (2009).
Editorial AMAT. España.
- Emerito M. Roncali. (1998). Todo Sobre El Cancer. Digital
Publications, Inc.
- Deterioro cognitivo leve. Pruebas de cribado en Atención Primaria.
Autores: Miguel Ángel Fuentes Pérez, Eliseu Castell Fríguls y
Imserso
http://www.hipocampo.org/mci.asp.