APRENDA A PELEAR

MITOS SOBRE EL MATRIMONIO

• Los matrimonios felices no
pelean
• Los conflictos hacen daño
• Los conflictos son inevitables,
porque cada persona es un
mundo diferente.
• Así como no se puede evitar
que amanezca y anochezca.
No se puede evitar que haya
conflictos en una pareja.
• En una oportunidad una
pareja de novios se presentó
ante el Pastor de su Iglesia
para recibir charlas pre-
matrimoniales.
• El Pastor empezó con una
pregunta ¿Ustedes pelean?
• No Pastor, nos llevamos de
maravilla y no peleamos
nunca. Respondió el novio.
• Entonces no los caso.
Sentenció el Pastor
• Si no hay conflictos, hay algo
que está mal en la relación.
Uno de los dos está cediendo
siempre. Está perdiendo. Esto
es un conflicto mayor y a la
larga generará consecuencias
más dolorosas.
• En una entrevista le
preguntaron a Billy Graham
¿Cuál es su secreto para su
maravilloso matrimonio? Él
respondió: «Somos
felizmente incompatibles»
• Los buenos y malos
matrimonios pelean.
• La diferencia es que los
buenos matrimonios saben
pelear.
• Santiago 1: 2 «Hermanos
míos, tened por sumo gozo
cuando os halléis en
diversas pruebas»
• El amor de las parejas se
prueba a través de sus
diferencias.
• Algunos dicen que serían
felices si no existirían
conflictos.
• Pero, en Santiago 1:2 dice
que debemos tener por
sumo gozo cuando seamos
sometidos a prueba.
• Los matrimonios que saben
enfrentar sus conflictos, son
los más felices y sólidos.
Los casados ingresan a una escuela en la que
nunca se van a graduar.
La vida en sí, ya es una escuela. Casarse, es
ingresar a una escuela superior.
• El primer paso para aprender a pelear es
aceptar que somos diferentes.
• Nos hemos enamorado justamente porque
nos atrajo la diferencia.
• Una señal de que está bien la relación, es que
Ud. Está peleando bien.
• Los hombres solucionan sus problemas
callando. La mujer soluciona sus problemas
hablando.
• La mujer habla no precisamente para recibir
consejos o soluciones, sino simplemente para
ser escuchada.
• Santiago 1: 19 «…Todo hombre sea pronto
para oír, tardo para hablar, tardo para airarse»
• Tres indicaciones importantes: 1) Pronto para
escuchar. 2) Lento para hablar. 3) Lento para
enojarse.
• El hombre debe escuchar con los ojos y el
corazón.
• Proverbios 15: 1 «La
blanda respuesta quita la
ira, más la palabra áspera
hace subir el furor»
• Proverbios 12: 18 «Hay
hombres cuyas palabras
son como golpes de
espada. Más la lengua de
los sabios es medicina»
• Colosenses 4: 6 «Sea
vuestra palabra siempre
con gracia sazonada con
sal, para que sepáis cómo
debéis responder a cada
uno»
 BUSQUE SOLUCIONES
• Amós 3: 7 «Porque no hará
nada Jehová el Señor sin
que revele su secreto a sus
siervos los Profetas»
• Conocer a su pareja es
fundamental.
• Antes se decía «Revise bien
el producto porque no hay
devolución»
• Ahora se dice «El producto
está saliendo fallado,
examínelo y piénselo bien»
 Aplique las tres reglas:
1) Busque el lugar adecuado para pelear.
2) Busque el momento adecuado para pelear
3) Haga el amor todos los días. Es decir, mostrar amor
por ella o él todos los días. Aliviando su carga de
trabajo en el día en la medida de sus posibilidades.
Si se trata de los quehaceres de la casa que es lo
más agotador para la esposa y madre. La tendrá
con buen ánimo al terminar el día. No buscando
sólo su propio bien, sino también el de su pareja.
Expresando palabras positivas y elogiando
mutuamente sus logros. Una persona necesita
como mínimo 4 a 5 palabras positivas al día,
provenientes de su pareja.
• Un hombre le dijo a su
Pastor: «He dejado de amar a
mi esposa ¿Qué hago?»
• ¡Ámala! Respondió el
ministro
• Pero ¿Cómo? Preguntó el
hombre
• Como lo decidiste y lo hiciste
al principio.
• Porque el amor es una
decisión, un principio de vida.
 Leyenda ilustrativa
Cuenta una leyenda que al principio del mundo, cuando Dios
decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los
materiales sólidos en el hombre y no tenia más de que
disponer. Ante este dilema y después de profunda meditación,
hizo esto:
Tomó la redondez de la luna, las suaves curvas de las olas, la
tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de
las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las
flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del rayo del sol
y las gotas del llanto de las nubes, la inconstancia del viento y
la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del
pavorreal, la suavidad de la pluma del cisne y la dureza del
diamante, la dulzura de la paloma y la crueldad del tigre, el
ardor del fuego y la frialdad de la nieve. Mezcló tan desiguales
ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.
 Después de una semana vino el hombre y le
dijo:
Señor, la criatura que me diste me hace
desdichado, requiere toda mi atención, nunca
me deja solo, charla intensamente, llora sin
motivo, se divierte en hacerme sufrir... Vengo a
devolvértela porque NO PUEDO VIVIR CON ELLA.
Bien, contestó Dios y tomó a la mujer.
 Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo:
Señor, me encuentro muy solo desde que te devolví a la
criatura que hiciste para mi. Ella cantaba y jugaba a mi
lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia,
reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al
tacto. Devuélvemela, porque NO PUEDO VIVIR SIN ELLA
Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo:
Señor, perdóname, pero realmente no puedo vivir con la
criatura que hiciste para mí … así que vengo a devolvértela
porque NO PUEDO VIVIR CON ELLA.
Dios le dijo:
Lo siento, no te la puedo recibir porque si bien no puedes
vivir con ella, pero tampoco puedes vivir sin ella.
QUE DIOS BENDIGA TU HOGAR.