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THOMAS JEFFERSON

SCHOOL

“Creciendo con amor”

Departamento Psicopedagógico
Convivencia Familiar y
Comunicación

«tener un lugar donde ir, se llama HOGAR


Tener personas a quienes amar se llama FAMILIA
Y tener ambas , se llama BENDICION
LA FAMILIA Y SUS ESTILOS DE
COMUNICACION

La familia es la primera escuela donde aprendemos


cómo comunicarnos. La forma como aprendemos a
comunicarnos en nuestra familia de origen
determinará cómo nos comunicaremos con los demás.
Así el niño comienza aprendiendo gestos y tonos de
voz de sus padres y hermanos, comunicándose a través
de ellos.
• Cuando una pareja decide unirse, establece pautas de
comportamiento en común, así como una serie de normas
que les dan un estilo de convivencia. De esto se
desprende que deben negociar y combinar expectativas
para convivir juntos, construyendo un estilo familiar
propio, con la amalgama de reglas y estilos de ambos
cónyuges.

• Estas normas de convivencia son muy variadas e incluso


cambian conforme el proceso familiar transcurre a lo
largo de la vida, pero en términos generales se puede
hablar de tres estilos familiares determinados por la forma
en que mayormente se aplican:
ESTILOS FAMILIARES
Familias rígidas: Cuando se establecen normas o patrones en forma
autoritaria e inflexible. Es común que en estas familias la pareja
adopte roles tradicionales, que la autoridad la ejerza el padre (aunque
también las hay donde es ejercida por la madre). La comunicación es
vertical y está restringida. Los hijos tienen pocas posibilidades de
expresión.

Familias negligentes: Cuando existe el mínimo de normas. En


realidad los padres no se preocupan por mantener el control
disciplinario de sus hijos y son permisivos en extremo, sin ocuparse
de ellos, ni preocuparse por su educación. La mayoría de estas
familias tienen lazos afectivos débiles, por lo que suelen buscar
satisfacer sus necesidades emocionales fuera del hogar.
Familias flexibles: Cuando hay capacidad de aplicar las normas de
conductas en forma discriminada según la edad y tipo de situación. Los
padres establecen modos de controlar a sus hijos para poder educarlos y
encauzarlos, pero son capaces de cambiar las reglas cuando los hijos
crecen y adquieren responsabilidad y opinan negociando algunas reglas.
La comunicación suele ser horizontal y, según la circunstancia, incluso
democrática (por ej. el domingo todos pueden opinar sobre la diversión,
no así acerca de la distribución del gasto); las reglas pueden ser
negociadas por los hijos porque la finalidad no es sancionar, sino educar.
¿CÓMO LOGRAR LA CONVIVENCIA FAMILIAR PERFECTA?

• Es imposible, pero sí se puede alcanzar una convivencia familiar


exitosa, cuando se consigue de manera consciente y responsable,
instaurar un sistema de valores firmes y sólidos, que resistan las
intempestades del crecimiento de los hijos, las crisis de pareja, las
dificultades económicas, etc.

• Dependiendo de las características y limitaciones propias, cada


familia debe establecer el conjunto de valores sobre los cuales
cimentará esta gran institución, a la luz de lo que se quiere ser como
padres, hijos, hermanos y personas para la sociedad. Pero además,
autoevaluarse con frecuencia y hacer “mantenimiento familiar”, es
decir, retroalimentar en el tiempo ese sistema de valores, de acuerdo
con los cambios que van exigiendo las nuevas circunstancias.

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