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EL PROCESO CAUTELAR

Son resoluciones mediante las cuales el Estado a través de la


jurisdicción, a solicitud de parte o de oficio, previa la
satisfacción de requisitos establecidos por la ley para su
procedencia puede, en proceso, a través de un decreto –
provisoriamente –, según sea el caso:
Impedir que el sujeto pasivo del procedimiento cautelar
pueda disponer, libremente, de bienes de su propiedad, para
destinar esos bienes a garantizar que se haga efectiva, la
eventual ejecución de la resolución del procedimiento principal.
Impedir, en función de causales previamente establecidas
en la ley, que el sujeto pasivo del procedimiento cautelar pueda
continuar usando y disfrutando una cosa determinada que tiene
en su posesión y que es el objeto del procedimiento principal.
Prohibir o autorizar determinadas conductas que puedan
causar lesión o beneficiar, según se trate, a cualquiera de las
partes del procedimiento principal.
 Características del proceso cautelar:
Calamandrei citado por Mario Aguirre Godoy, establece
tres características del proceso cautelar:
La provisoriedad, el periculum in mora y la
subsidiaridad.
La provisoriedad: el fin del proceso cautelar es la de
asegurar las resultas del proceso futuro, sus efectos se
limitan a cierto tiempo, que permita interponer la
demanda principal, constituyendo esto lo provisorio de
sus efectos.
El articulo 535 del CPCyM, establece que ejecutada la
providencia precautoria donde la pidió, debe entablar su
demanda dentro de los 15 días y si el actor no cumple
con ello, la providencia precautoria se revocará, al
pedirlo el demandado previo incidente.
La característica de provisoriedad o provisional explica que, al dictarse las medidas
precautorias no adquieren carácter definitivo, en atención que pueden modificarse o
quedar sin efecto, esto debido a la variación de las circunstancias del caso.
 El periculum in mora: La existencia de un
peligro de daño jurídico derivado del retardo de
una providencia jurisdiccional definitiva.
El peligro por la mora procesal,, guarda especial relación con la adopción de medidas
cautelares que tratan de asegurar un resultado futuro, constituyendo uno de los requisitos
imprescindibles para decretar ese tipo de medidas preventivas, orientado a conservar intacto el
patrimonio del deudor o posible responsable del suceso, con el que se pretende garantizar el
cumplimiento futuro de la prestación, en el supuesto de prosperar la solicitud deducida en el
juicio.
“Solo podrán acordarse medidas cautelares si quien las solicita justifica, que, en el caso de que se trate,
podrían producirse durante la pendencia del proceso, de no adoptarse las medidas solicitadas, situaciones
que impidieren o dificultaren la efectividad de la tutela que pudiere otorgarse en una eventual sentencia
estimatoria”
Esta característica deriva de la necesidad de
prevenir un daño futuro e incierto que puede
convertirse en cierto, de no dictarse la medida
cautelar, y que atendiendo a la lentitud de nuestra
justicia civil, no resultaría efectiva en un proceso de
conocimiento, por eso es necesario decretarla
previamente y así impedir el daño temido.
“El periculum in mora o la posible frustración del proceso por el tiempo que transcurre hasta la
resolución del mismo” (auto Audiencia provincial de Madrid 8 junio 2006)
La subsidiaridad / accesoria: Art. 535
CPCyM. Fija un plazo de 15 días para que se
entable la demanda, pues el proceso cautelar
pretende garantizar las resultas de un proceso
futuro; en consecuencia, la subsidiaridad del
proceso cautelar consiste en que este se
encuentra ligado a la existencia de un proceso
principal, es subsidiario de este. Accesorias,
debido a que su existencia está ligada a las
circunstancias de un asunto principal.
Inaudita Parte, en la cual el Juez toma como base en su decisión los hechos
afirmados por el actor; aparentemente se estaría afectando el Principio de
Igualdad lo cual no es de esa manera, por la razón de que el mismo Código
Procesal Civil y Mercantil señala que el peticionario debe prestar garantía,
esto con el fin de resarcir los daños y perjuicios que por su actuación cause
a la parte contraria. Esta característica encuentra su fundamento en el
Artículo 534 del Código Procesal Civil y Mercantil que dice: “Las
providencias precautorias se dictarán sin oír a la otra parte contra quien se
pidan...”
CLASIFICACIÓN:
Providencias introductorias anticipadas: pretenden preparar
prueba para un futuro proceso de conocimiento o de ejecución, a
través de ella se practican y conservan ciertos medios de prueba
que serán utilizados en el proceso futuro, (pruebas anticipadas libro
segundo)
Providencias dirigidas a asegurar la futura ejecución forzada:
pretenden garantizar el futuro proceso de ejecución.
Providencia mediante las cuales se decide interinamente una
relación controvertida: en este caso provisionalmente se decide
una discusión, (los alimentos provisionales, art. 231 CPCyM,
suspensión de la obra art. 264 CPCyM, el derribo de una obra art.
265 CPCyM,
Providencias que imponen por parte del juez una caución: son
las típicas providencias cautelares, cuyo requisito previo es la
constitución de garantía. Art. 531 CPCyM.
De la Plaza ha sido uno de sus más fervientes defensores y tiene
para él tanta importancia que ha formulado una clasificación
finalista de los proceso partiendo de la diferenciación en proceso
cautelar, de cognición y de ejecución.
REQUISITOS:
Garantía: Art. 531 CPCyM. quien solicita las
medidas, debe prestar garantía suficiente; si es de
valor determinado no bajara del 10% ni excederá
del 20% del valor, o el juez lo fijara si fuere
indeterminada.
Para el efecto de la fijación de la garantía, el que solicite una medida
precautoria está obligado:
a. A determinar con claridad y precisión lo que va a exigir del
demandado;
b. b. A fijar la cuantía de la acción, si fuere el caso; y
c. c. A indicar el título de ella”
En el Artículo 532 del Código Procesal Civil y Mercantil, regula lo
referente a la Garantía así: “Cuando la medida precautoria no se
solicita previamente, sino al interponer la demanda, no será necesario
constituir garantía en el caso de arraigo, anotación de demanda e
intervención judicial. Tampoco será necesaria la constitución previa de
garantía cuando en la demanda se solicite el embargo o secuestro de
bienes, si la ley autoriza específicamente esa medida con relación al
bien discutido; o si la demanda se funda en prueba documental que, a
juicio del juez, autorice dictar la providencia precautoria.
Sin embargo, en los casos de anotación de demanda,
intervención judicial, embargo o secuestro, que no se
originen de un proceso de ejecución, el demandado
tiene derecho a pedir que el actor preste, garantía
suficiente, a juicio del juez, para cubrir los daños y
perjuicios que se le irroguen si fuere absuelto.
Si la garantía no se presta en el término y monto
señalados por el juez, la medida precautoria dictada
se levantará. Para los efectos del párrafo anterior, el
término para constituir la garantía no será menor de
cinco días”.
La garantía la presta exclusivamente el actor, o sea
que “la Garantía la presta quien pide la Medida.
En el Artículo 533 del Código Procesal Civil y
Mercantil, Contragarantía: “En cualquier caso en que
proceda una medida cautelar, salvo lo dispuesto en
el articulo 524 del Código Procesal Civil y Mercantil.
Para el arraigo, el demandado tiene derecho a
constituir garantía suficiente a juicio del juez, que
cubra la demanda, intereses y costas, para evitar la
medida precautoria o para obtener su inmediato
levantamiento.
La petición se tramitará en forma de incidente. La
garantía podrá consistir en hipoteca, prenda o
fianza; y una vez formalizada la garantía, la medida
precautoria dictada se levantará.
Puede también el demandado proceder conforme a
lo preceptuado en el párrafo 2o. del artículo 300”.
Del Artículo anterior se analiza que la contragarantía
llamada también Contracautela (por el autor César
Balaguer), siendo la garantía que presta
exclusivamente el demandado o bien, la
Contragarantía “la presta la persona sobre quien
recae la Medida.”
Solicitud: la solicitud debe determinar
con claridad y precisión. La fijación de
la cuantía de la acción y que indique el
titulo base de su acción.
Cuando sea de arraigo debe de
indicarse los nombres y apellidos
completos del arraigado, edad, estado
civil, profesión u oficio, nacionalidad,
domicilio, numero de DPI, o pasaporte,
y cualquier otro dato que identifique a
la persona arraigada.
Para efecto de oficiar a migración.
Los dos presupuestos que señala el tratadista César
Balaguer junto a otros autores, son los siguientes: “
1. La verosimilitud del derecho
2. El peligro en la demora”.

La verosimilitud del derecho, consiste en el énfasis


hacia la apariencia del derecho (humo de buen derecho)
y no hacia la certeza absoluta del mismo, porque no
requiere la plena prueba sino la posibilidad de existencia
de tal derecho; el cual es suficiente para constituirse en
presupuesto de su otorgamiento.

El peligro en la demora, en este presupuesto está


inmerso el interés jurídico del solicitante para que por
ejemplo se embargue el bien, se secuestre el
semoviente para que de esta manera las medidas
cautelares cumplan con su objetivo, en el sentido que la
otra parte no disponga del bien, no disponga del
semoviente, en perjuicio de la pretensión del solicitante.
PROVIDENCIAS CAUTELARES EN EL CÓDIGO PROCESAL
CIVIL Y MERCANTIL:

Arraigo:
“Consiste en prevenir al demandado que no se ausente del lugar del
juicio sin dejar representante legítimo suficientemente instruido y
expensado para responder de las resultas de aquel. Debe existir el
temor de que se ausente u oculte la persona que va a ser
demandada”
El objeto del arraigo, citado por el Licenciado Orellana Donis es
“cuando una persona pretenda salir del país y se quiere sujetarlo a
un futuro proceso”
Artículo 523 del Código Procesal Civil y Mercantil. Cuando hubiere
temor de que se ausente u oculte la persona contra quien deba
entablarse o se haya entablado una demanda, podrá el interesado
pedir que se le arraigue en el lugar en que deba seguirse el
proceso.
El arraigo de los que estén bajo patria potestad, tutela o guarda, o al
cuidado de otra persona, solicitado por sus representantes legales,
se decretará sin necesidad de garantía, siendo competente
cualquier juez; y producirá como único efecto, mantener la situación
legal en que se encuentre el menor o incapaz.
Artículo 524 del Código Procesal Civil y Mercantil. “Al
decretar el arraigo el juez prevendrá al demandado que no
se ausente del lugar en que se sigue o haya de seguirse el
proceso, sin dejar apoderado que haya aceptado
expresamente el mandato y con facultades suficientes para
la prosecución y fenecimiento del proceso.
En los procesos sobre alimentos, será necesario que el
demandado cancele o deposite el monto de los alimentos
atrasados que sean exigibles legalmente y garantice el
cumplimiento de la obligación por el tiempo que el juez
determine, según las circunstancias.
En los procesos por deudas provenientes de hospedaje,
alimentación o compras de mercaderías al crédito, el
demandado deberá prestar garantía por el monto de la
demanda.
Apersonado en el proceso el mandatario; prestada la
garantía a satisfacción del juez en los casos a que se refiere
el párrafo anterior, y cumplido en su caso lo relativo a
alimentos atrasados, se levantará el arraigo sin más trámite.
Si el mandatario constituido se ausentare de la república o se
imposibilitare para comparecer en juicio, el juez sin formar artículo
nombrará un defensor judicial del demandado.
Tanto el mandatario constituido como el defensor judicial, tendrán
en todo caso, por ministerio de la ley, todas las facultades
necesarias para llevar a término el proceso de que se trate.
El juez de oficio y en forma inmediata, comunicará el arraigo a las
autoridades de migración y de policía, así como a las
dependencias que estime conveniente, para impedir la fuga del
arraigado. Sera similar el levantamiento del arraigo.
Artículo 525 del Código Procesal Civil y Mercantil. “El arraigado
que quebrante el arraigo o que no comparezca en el proceso por
sí o por representante, además de la pena que merezca por su
inobediencia, será remitido a su costa al lugar de donde se
ausentó indebidamente, o se le nombrará defensor judicial en la
forma que previene el artículo anterior, para el proceso en que se
hubiere decretado el arraigo y para los demás asuntos
relacionados con el litigio.
Anotación de demanda:
“La anotación de demanda es la preventiva que permite a terceros,
por el Registro de la Propiedad, conocer la existencia de un juicio que
puede afectar a un inmueble.
La anotación se efectúa por orden de juez competente y previa
petición de parte legítima al iniciar la demanda, o en el curso del
litigio, cuando según la autoridad judicial exista motivo para ello”.
El autor César Balaguer, cita al tratadista Palacio para definir esta
medida diciendo que: “Es una medida cautelar de carácter
conservativa y pretende que cualquier enajenación o gravamen
posterior a la anotación que se efectúe sobre un bien mueble o
inmueble registrable, no perjudique el derecho del solicitante”.
“Denomínase anotación de litis a aquella medida cautelar mediante la
cual se asegura la publicidad de los procesos relativos a bienes
inmuebles o bienes muebles registrables, frente a la eventualidad de
que las sentencias que en ellos recaigan hayan de ser opuestas a
terceros adquirientes del bien litigioso o a cuyo favor se constituya un
derecho real sobre éste”.
“La Anotación de Demanda es aquella que se decreta cuando se
discute la declaración, constitución, modificación o extinción de algún
Derecho Real sobre inmueble”. Art. 526 CPCyM.
La anotación de demanda puede quedar comprendida en el caso de los
alimentos, realizando una integración de normas jurídicas específicamente
en el Código Civil en su Artículo 292 que regula lo siguiente: La persona
obligada a dar alimentos contra la cual haya habido necesidad de
promover juicio para obtenerlos, deberá garantizar suficientemente la
cumplida prestación de ellos con hipoteca, si tuviere bienes hipotecables, o
con fianza u otras seguridades, a juicio del juez.
En este caso, el alimentista tendrá derecho a que sean anotados bienes
suficientes del obligado a prestar alimentos, mientras no los haya
garantizado.
“El asiento temporal y provisional de un título en el Registro de la
Propiedad como garantía precautoria de un derecho o de una futura
inscripción...”.
Igualmente podrá pedirse la anotación de la demanda sobre bienes
muebles cuando existan organizados los registros respectivos. Efectuada la
anotación, no perjudicará al solicitante cualquier enajenación o gravamen
que el demandado hiciere sobre los mencionados bienes.”
De conformidad con el art. 1163 CC la anotación de demanda no impide la
enajenación o gravamen del inmueble o derecho real y así lo dice
claramente.
También debe recordarse que los actos de enajenación o gravamen de
bienes anotados quedan afectos a una acción de anulabilidad, de acuerdo
al art.112, inciso 1°, letra e, del CPCyM.
Embargo
“Acto procesal por el cual se aseguran determinados
bienes, según la naturaleza de los mismos, para que
estén a las resultas del juicio...”.
“El embargo, en su acepción procesal, se llama
preventivo cuando tiene por finalidad asegurar los
bienes durante la tramitación del juicio...”.
Esta medida pretende limitar el poder de disposición del
bien embargado, a diferencia de la anotación de
demanda procede sobre cualquier clase de bienes
registrables o no y el objeto es que el valor de los
mismos alcancen a cubrir el monto de la obligación.
Según De la Plaza “tiene como finalidad concreta la de
limitar, en mayor o menor grado las facultades de
disposición del titular de la totalidad o de parte de un
patrimonio, o simplemente, la de determinados bienes,
con el designio de que no se frustre el resultado de un
proceso de cognición o de ejecución”.
Tiene también la particularidad de crear una
nueva situación jurídica, modificando la anterior
situación del afectado, respecto de
determinados bienes.
Del embargo que aquí se trata es del llamado
embargo precautorio, toda vez que el que se
lleva a cabo en los procesos de ejecución tiene
carácter ejecutivo.
El artículo 527 del CPCyM establece el derecho
a pedir el embargo precautorio, remitiendo al
proceso de ejecución lo relativo a la forma de
practicar el embargo, con el objeto de no
incurrir en repeticiones innecesarias.
Para enriquecer las definiciones anteriores, considero
acertada y sencillamente clara la siguiente:
“El Embargo procede sobre los bienes de una persona
cuando lo que se está litigando es una cantidad líquida y
exigible, hablemos de dinero... surge la figura del
embargo con lo cual se va a garantizar el cumplimiento
de la obligación adquirida.”

En el Artículo 527 del Código Procesal Civil y Mercantil.


Se integra al Artículo anterior con lo establecido en el Artículo
214 del Código Procesal Civil y Mercantil, que versa sobre el
Juicio Oral de Alimentos, sus medidas precautorias y
ejecución, que literalmente dice:
“El demandante podrá pedir toda clase de medidas
precautorias, las que se ordenarán sin más trámite y sin
necesidad de prestar garantía. Si el obligado no cumpliere se
procederá inmediatamente al embargo y remate de bienes
bastantes para cubrir su importe, o al pago si se tratare de
cantidades en efectivo”.
Desde el punto de vista del Derecho Internacional Público, el vocablo “embargo”
designa la orden dada por la autoridad, a fin de prohibir la salida de barcos de los
puertos sometidos al control de aquella, o con objeto de impedir por ley el
transporte fuera del país de determinadas clases de bienes.
En su origen, se trató de una medida que, si tenía como destinatarios a barcos bajo
pabellón extranjero, pretendía evitar la fuga de informaciones importantes para el
país que lo decretaba, o apoyar una represalia contra el Estado de cuya
nacionalidad fuese el barco en cuestión.
En la actualidad, la primera razón ha perdido la práctica total de su sentido, dada la
diversificación de los canales de comunicaciones existentes. En cambio, sí
contamos en la historia reciente con casos de embargos-sanción, no sólo a buques
extranjeros, sino también a los nacionales, a los que se prohibió el transporte de
mercancías al país represaliado.
Así el embargo de Estados Unidos a Cuba, que comenzó en 1960, el embargo de
los años 1973 y 1974, por el cual determinados países productores de petróleo
pretendieron tomar represalias contra Occidente por su apoyo al Estado de Israel, o
el embargo de armas decretado contra los Estados combatientes en la guerra de la
antigua Yugoslavia (1991-1995).
Como es fácil de comprender, el embargo ya no se limita al ámbito marítimo,
englobándose y ampliándose a otros tipos de transporte. Desde otro punto de vista,
en el Derecho Marítimo se entiende por embargo, la acción de inmovilizar un
buque, con autorización judicial, como garantía del pago de una deuda relacionada
con la actividad comercial del buque: no se le permite zarpar de puerto con el
propósito de hacer presión sobre el deudor. Este tipo de embargos cuenta con una
legislación uniforme: el Convenio Internacional de Bruselas del 10 de mayo de
1952, para la unificación de ciertas reglas relativas al embargo preventivo de
buques de navegación marítima.
Secuestro:
Éste consiste en “el desapoderamiento de la cosa de manos del deudor
para ser entregada en depósito a un particular o a una institución
legalmente reconocida con prohibición de servirse en ambos casos de la
misma”.
A criterio de Mario Gordillo, esta medida procede únicamente cuando el
bien es el objeto de la pretensión y por ende el demandado se
encuentra en obligación de entregarlo y no cuando el bien es
embargado y garantiza el cumplimiento de una obligación que no es la
entrega del bien mismo.
En sus dos formas: convencional y judicial. Ambas persiguen sustraer de
las facultades de disposición de una o de ambas partes determinado bien.
En el primero, obedece a un acto de voluntad de los contendientes; el
segundo, se produce por mandato de la autoridad judicial.
Generalmente el término secuestro se destina para denominar el ordenado
por la autoridad judicial.

Se diferencia del embargo, según de la Plaza, porque “aquel versa sobre


cosa determinada a la que pretendemos tener derecho y se limita a
establecer provisionalmente una situación posesoria que puede ser de
interés para los fines del litigio; y, en cambio, el embargo, no recae sobre
cosa a la que en especie pretendemos inicialmente tener derecho, sino
que constituye una garantía patrimonial, que asegura, la satisfacción de
responsabilidades a exigir”.
Secuestro judicial, también denominado depósito judicial, supone la
aprehensión de un bien mueble o inmueble acordada por la
autoridad judicial mientras se decide acerca de su legítima
pertenencia o posesión. El secuestro dura mientras se prolongue el
litigio que lo motivó, salvo que se acuerde lo contrario por las partes
o que el juez decida, por una justa causa, que el secuestro no
continúe.
“Dentro del ámbito del proceso y en un sentido amplio,
secuestro es el apoderamiento físico de cosas en virtud de una
orden judicial, para su depósito transitorio o custodia”.

Puede ser convencional, legal y judicial.


En el primer por voluntad de los interesados, en el segundo por
mandato legal y el tercero por orden de juez”.
“Más estrictamente debe considerarse que el secuestro es la
medida judicial decretada con la finalidad de la aprehensión
jurisdiccional de una cosa litigiosa...sobre la cual pesa una carga,
deber u obligación procesal, de presentación al pleito”.
Artículo 528 del Código Procesal Civil y Mercantil.
Hay casos específicos en el CPCyM, en que las distintas
disposiciones mencionan la medida cautelar del secuestro.
Así sucede en la exhibición de bienes muebles y de
semovientes del artículo 101. CPCyM
Igualmente en la ejecución especial de las obligaciones de
dar, el Código menciona una hipótesis de secuestro
judicial, en estos términos: “Cuando la ejecución recaiga
sobre cosa cierta o determinada o en especie, si
hecho el requerimiento de entrega el ejecutado no
cumple, se pondrá en secuestro judicial, resolviéndose
en sentencia si procede la entrega definitiva.
Si la cosa ya no existe, o no pudiere secuestrarse, se
embargarán bienes que cubran su valor fijado por el
ejecutante y por los daños y perjuicios, pudiendo ser
estimada provisionalmente por el juez la cantidad
equivalente a los daños y perjuicios.
El ejecutante y el ejecutado podrán oponerse a los valores
prefijados y rendir las pruebas que juzguen convenientes,
por el procedimiento de los incidentes”. Art. 336 CPCyM.
Intervención:
“Con las características de un embargo, ésta medida
pretende limitar el poder de disposición sobre el
producto o frutos que produce los establecimientos o
propiedades de naturaleza comercial, industrial o
agrícola, a través de un depositario llamado interventor,
que tiene la facultad de dirigir las operaciones del
establecimiento”.
“... la finalidad de esta Medida es con el objeto de
evitar que los frutos puedan ser aprovechados
indebidamente”.
La Intervención trata de que no se interrumpan las
actividades propias del establecimiento, evita que se
apropien los frutos para con ello, lograr garantizar la
obligación contraída. Artículo 529 del CPCyM.
Cuando las medidas de garantía recaigan sobre
establecimientos o propiedades de naturaleza comercial,
industrial o agrícola, podrá decretarse la intervención de
los negocios.
Podrá decretarse asimismo la intervención, en los casos
de condominio o sociedad, a los efectos de evitar que los
frutos puedan ser aprovechados indebidamente por un
condueño en perjuicio de los demás.
El auto que disponga la intervención fijará las facultades
del interventor, las que se limitarán a lo estrictamente
indispensable para asegurar el derecho del acreedor o del
condueño, permitiendo en todo lo posible la continuidad de
la explotación.
Asegurado el derecho del acreedor, se decretará de
inmediato el cese de la intervención.
Deben considerarse las normas complementarias de la
disposición general contenidas en los artículos 34 al 43 del
Código Procesal Civil y Mercantil, que regulan la materia
relativa a los depositarios e interventores como auxiliares
del Juez, así como lo relativo a los diversos aspectos que
pueden presentarse en el desarrollo del depósito o de la
intervención como son: venta de bienes, gravamen de
bienes, cierre del negocio, renuncia de los cargos, etc.
Providencias de Urgencia
Son aquellas que se decretan como Medidas
Cautelares cuando el objeto no se puede
encuadrar en los casos regulados en las
Medidas Cautelares...” que se expusieron
anteriormente (medida de seguridad de
personas, arraigo, anotación de demanda,
embargo, secuestro, intervención).
Mediante las providencias de urgencia
reguladas en nuestro ordenamiento legal, el
Juez puede dictar las providencias que
considere adecuadas, siempre que no sean de
las señaladas o comprendidas en los artículos
anteriores, sin olvidar su finalidad de proteger
el derecho del actor. Artículo 530 del Código
Procesal Civil y Mercantil.
“Fuera de los casos relacionados en los apartados
anteriores, quien tenga fundado motivo para temer que
durante el tiempo necesario para hacer valer su derecho
a través de los procesos instituidos en el Código
Procesal Civil y Mercantil, se halle tal derecho
amenazado, por un perjuicio inminente e irreparable,
puede pedir por escrito al juez las providencias de
urgencia que, según las circunstancias, parezcan más
idóneas para asegurar provisionalmente los efectos de la
decisión sobre el fondo”.
Esta norma se hace necesaria, porque no es posible
prever todas las situaciones que pueden presentarse en
materia de providencias cautelares. El Juez tendrá que
usar de su buen criterio, según los casos y
circunstancias. Sin embargo, la aplicación de esta norma
no se sustrae a la disposición general que obliga a la
constitución previa de garantía para la adopción de
medidas cautelares, salvo los casos en que el Código
permite que baste la presentación de la demanda para
que el Juez la ordene.
Seguridad de Personas.
El objeto de la medida de seguridad de personas es
“la Medida Cautelar protege a las personas de los
malos tratos o actos reprobados por la ley, la moral
o las buenas costumbres, como característica propia
es que puede decretarse de oficio o a petición de
parte y no requiere la constitución de garantía
alguna. La protección de la persona se obtiene
mediante su traslado a un lugar en donde libremente
puedan manifestar su voluntad y gozar de sus
derechos, no es necesario el requisito de prestar
garantía.
También procede la medida con el objeto de restituir
al menor que ha abandonado el hogar, con las
personas que tengan su guarda y cuidado .
Artículo 516, 517, 518, 519, 520, 521 y 522 del
Código Procesal Civil y Mercantil.
OTRAS PROVIDENCIAS CAUTELARES:
Alimentos provisionales:
Toda la materia relacionada con el juicio de alimentos es de significativa
importancia por ser un aspe de nuestra realidad social que merece
atención preferente. Esta materia quedó involucrada dentro del
procedimiento oral, pero en materia de medidas precautorias y de
ejecución, se estableció la norma de medidas precautorias y de
ejecución, se estableció la norma del artículo 214 del CPCyM.
Medidas en caso de ausencias:
En la ausencia se encuentran varias medidas de tipo precautorio. De
conformidad con nuestro Código Civil, es ausente la persona que se halla
fuera de la República y tiene o ha tenido su domicilio en ella.
Se considera también ausente, para los efectos legales, la persona que
ha desaparecido de su domicilio y cuyo paradero se ignora (art. 42 CC).
La situación del ausente es muy especial, toda vez que el Estado debe
proveer a su defensa y a la conservación de sus intereses, no sólo
económicos sino de índole familiar. En algunas legislaciones se abarcan
las relaciones derivadas de la patria potestad, del poder marital y de la
tutela. Por eso este tipo de providencias tiene carácter constitutivo.
Entre nosotros, cabe significar el hecho de que al declarado ausente
debe nombrársele un defensor judicial para responder de demandas o
hacer valer algún derecho en juicio (art. 44 del Código civil). Asimismo
debe proveerse de guardador de bienes (art. 47).
El Código regula todo lo relativo a la administración de los bienes
del ausente y a como pueden el cónyuge y los hijos del ausente, o
a falta de ellos, los parientes consanguíneos en el orden de
sucesión que establece la ley, pedir la administración de los bienes
del ausente (art. 55).
Aún dentro de las normas cautelares de la ausencia, existen otras
disposiciones que persiguen la misma finalidad, ejemplo la
contenida en el art. 73 del CC, sobre que los poseedores de los
bienes deben proveer de alimentos a los que tengan derecho a
recibirlos, en los términos que la ley establece.
Información ad perpetuam:
Se refiere al tipo de medidas que tienden a la conservación de
medios probatorios, por especiales circunstancias (informaciones
ad perpetuam), para su utilización en un proceso futuro, ya que de
no conservarse dificultarían la obtención de una declaración judicial
necesaria para proceder a la ejecución forzada.
Ahora bien, en el Código se recogen estas modalidades en
providencias cautelares en otros apartados, sin que por ello se
desconozca su finalidad cautelar.

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