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Ejercicios Prácticos

Gymnazein
M. Foucault
Leyes de Platón
“En el caso de las mujeres, si me permites, mi ley diría lo mismo que
prescribió en el de los varones, que deben practicar ejercicios que sean
iguales. Y sostendría esa posición también en la equitación y la gimnasia,
sin temer en absoluto que fueran apropiadas para los hombres, pero no
para las mujeress. Estoy convencido de ello por haber oído antiguas
leyendas, pero sé que también ahora hay un número practicamente
incontable de mujeres alrededor del Mar Negro, que se llaman
sauromátides, para las que está prescrito que usen en común con los
varones no sólo los caballos, sino también los arcos y las otras armas
pesadas y en igual medida lo practican.” (Platón, Las Leyes, Libro VIII,
805a)
Gymnazein

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Carta 15 de Séneca a Lucilio
Séneca a su Lucilio saluda,
Fue una costumbre de los antiguos, conservada hasta mi época, la de agregar como
primeras palabras de una carta: "si estás bien de salud bueno es, yo estoy bien". Con
acierto decimos nosotros "si filosofas, bueno es." Estar bien es, en efecto,
precisamente eso. Sin ello, enfermo está el espíritu. En cuanto al cuerpo, incluso si
posee un gran vigor, está en buena salud de manera no diferente como puede
estarlo un furioso o un frenético.
Ergo, presta atención principalmente a la salud del primero, luego a la del segundo,
lo que no mucho te costará si quieres estar en forma. Insensato es en efecto, mi
Lucilio, y poco digno de un hombre instruido, ocuparse en ejercitar los bíceps, en
estirar la cerviz y fortificar los pectorales: cuando contento de ti mismo hayas
terminado de engrasarte y dilatar tus músculos, no habrás igualado ni el vigor ni la
corpulencia de un buey gordo. Añade además que cuanto mayor el lastre del
cuerpo, más se aplasta y menos ágil es el alma. Por ello circunscribe al cuerpo tanto
como puedas y brinda un amplio espacio al espíritu.
Carta 15 de Séneca a Lucilio
Muchos contratiempos surgen para quienes consagran al cuerpo
demasiada atención: en primer lugar, esos ejercicios extenuantes cuya
fatiga imposibilita la concentración en estudios serios, luego, el exceso
de comida que impide la sutileza. Encima vienen todavía esos esclavos
libertos de la peor especie, promovidos a monitores, hombres cuya
vida oscila entre el aceite y el vino y para quienes el día transcurrió
según su voto si mucho sudaron y si en lugar de todo lo que secretaron
ingurgitan abundantes tragos de los que tanto mejor se embeben si
están en ayunas. Beber y transpirar: es la vida del dispéptico.
Enlace
Ejercicio formativo con límites
Abstinencia temporales.

Actitud general de la vida.


Probatio Vida = prueba perpetua
Tekhne tou biou (El arte de la vida)
• “La estructura política, la forma de la ley y el imperativo religioso
jamás son capaces, para un griego o un romano – pero sobre todo
para un griego -, de decir que hay que hacer concretamente a lo largo
de la vida. Y en particular, no son capaces de decir que hay que hacer
con la propia vida.”

INQUIETUD DE SÍ Y TÉCNICA DE VIDA

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