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2.

LA TEORÍA DE LOS DOS


MUNDOS
2.1. ¿Cómo surge la teoría de
los dos mundos?
2.2. Los dos mundos.
2.3. Objeciones a la teoría de
las Ideas.
3. EL ALMA Y EL Platón fue uno de los más importantes pensadores de todos los tiempos. Tanto es así
CONOCIMIENTO que un filósofo contemporáneo llegó a decir que toda la historia de la filosofía no es
3.1. La concepción dual del otra cosa que notas y comentarios a los Diálogos platónicos. Sea o no exagerada tal
hombre. afirmación, lo cierto es que la historia de la filosofía, y aun de la cultura del mundo
3.2. El conocimiento: eros, occidental, habría sido muy distinta sin su labor. Con Platón nace una forma nueva de
dialéctica y hacer filosofía: el diálogo. Con Platón nace, para bien o para mal, la idea de distinguir
reminiscencia. entre mundo sensible y mundo inteligible, acompañada de una valoración de ambos
4. LA VIRTUD que coloca la realidad, el ser y el bien, del lado del inteligible. Con Platón nacen las
4.1. La virtud en el mundo primeras utopías sociales. Dentro de la tradición platónica surge, aunque se trataba de
antiguo. un platonismo ya muy deformado, una cierta confluencia entre filosofía y religión. Asi
4.2. La concepción platónica el platonismo será puesto al servicio de un intento de regenerar la religiosidad
de la virtud. helenístico-romana, y será empleado como justificación racional para el judaismo
primero y para el cristianismo y el islam después.
5. LA POLÍTICA Y, en fin, en los diálogos platónicos se encuentran reflexiones sobre las más diversas
5.1. Política y virtud. cuestiones que han preocupado a los pensadores de todos los tiempos, tales como el
5.2. Organización de la origen y la naturaleza del lenguaje, el problema de cómo podemos conocer la realidad,
sociedad: «La república». la justicia, la constitución del cosmos, etc.
5.3. Formas degeneradas de
gobierno.
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PLflTÓN
1.2. Exposición histórico-biográfica de sus obras

platón La producción escrita de Platón presenta dos características que conviene


tener en cuenta:

DEFENSA DE 1. La inmensa mayoría de sus obras están escritas en forma de diálogo.


SÓCRATES 2. A lo largo de su amplia vida productiva Platón reelabora continuamente su
doctrina, por lo que es conveniente dividir su exposición en etapas di-
ferenciadas. Hemos optado por distinguir cuatro etapas en su obra litera-
rio-tilosófica:

1.2.1. Escritos socráticos


Los Diálogos de esta etapa están escritos bajo la influencia de Sócrates,
que aparece como protagonista preguntando por el ¿qué es? de aquello
acerca de lo que se habla. Sócrates tampoco tiene respuesta para aquello por
lo que se pregunta, por lo que los Diálogos suelen limitarse a plantear
problemas.
Pertenecen a esta etapa: (1) Apología de Sócrates. (2) Critón (o del deber)
(3) Laques (o del valor). (4) Cármides (o de la prudencia). (5) L/s/s (o de la
amistad). (6) Eutifrón (o de la piedad religiosa). (7) Hipias Menor: donde se
desarrolla la tesis -sostenida por el Sócrates histórico- de que en el saber
reside la virtud. (8) Ion (o de la poesía). (9) Hipias Mayor (o de la belleza).
AOUILAR
(10) Protágoras (o de los sofistas).
Platón escribió la mayor parte de sus obras 1.2.2. Diálogos de madurez
en forma dialogada, y en ellas aparece con
frecuencia Sócrates, como protagonista, Se supone que fueron escritos durante su primer viaje a Italia o inmedia-
convertido en un personaje literario. tamente a su vuelta. Aunque Sócrates sigue apareciendo como el personaje
central, lo haca exponiendo temas de origen pitagórico: inmortalidad del
alma; o de la cosecha propia de Platón: Teoría de la reminiscencia, teoría
de las Ideas o Formas. Platón asume la concepción socrática del conoci-
miento, según la cual conocer es «conocer lo universal»; pero mientras que
Sócrates (el Sócrates histórico), se limitaba (por lo que sabemos) a expresar
este conocimiento mediante definiciones, Platón (probablemente por in-
fluencia de la teoría pitagórica de los números), concibe el universal como
algo que existe en sí mismo, y le llama Idea.

En los banquetes, los hombres se entretenían con juegos y acertijos, Pertenecen a esta época: (1) Gorgias (o de la re-
conversaciones sobre política o filosofía, y degustaban los manjares y tórica). (2) Menón (o de la virtud). (3) Menéxeno. (4)
el vino mientras las mujeres se ocupaban de la cocina y la música. El
ocio y el diálogo aparecen como elementos decisivos en la forma
Crátilo. (5) Eutidemo: donde se critica el método
platónica de hacer filosofía. erístico de los sofistas. (6) Fedón (o del alma). (7) El
banquete: en él, varios personajes exponen sus
concepciones acerca del amor. (8) Fedro: en este
Diálogo explica la naturaleza tripartita del alma a tra-
vés de un mito. (9) La república: es el más importan-
te Diálogo de madurez. El tema central de La repú-
blica es el de la justicia [véase dikhé en Cdro. Hco. I.
4.3.]. Otro tema importante de La república es el de
qué se entiende por conocimiento y los diversos
grados de conocimiento; para ilustrarlo recurre otra
vez a un mito conocido como mito de la caverna, y
al símil de la línea. Al final del Diálogo vuelve sobre
un tema ya tratado en el Fec/ro que ahora expone
con el mito de Er, donde valiéndose de un personaje
-Er- explica cómo al alma le es dado elegir el tipo de
cuerpo en el que quiere encarnarse.

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UNIDfíD 1
1.2.3. Diálogos críticos
En esta etapa el propio Platón plantea una serie de objeciones a su teoría
de las Ideas o Formas (las expresa valiéndose de otros personajes históricos,
Sócrates deja de ser el protagonista) y lleva a cabo un replanteamiento de
dicha teoría. Fueron escritos después de su segundo viaje a Sicilia.
A este grupo pertenecen: (1) Parménides: consiste en un imaginario diálogo
entre Parménides, Zenón y Sócrates. (2) Teeteto: trata de la imposibilidad del
conocimiento de las cosas particulares con independencia de las Ideas. (3)
Sofista: trata de definir al sofista empleando el método de la diáiresis
-dialéctica descendente-, y se plantea la cuestión de si, y cómo, las Ideas Sarcófago de /as afligidas. Platón postula la
participan unas de otras. (4) Político: trata del arte de gobernar, e intenta de- existencia de un mundo inteligible, al margen
finir dicho arte recurriendo a la diáiresis. del mundo sensible, en el que residen las
Ideas, la auténtica realidad, y al que también
1.2.4. Diálogos de vejez pertenecería el alma inmortal humana.
Sigue con los replanteamientos de la teoría de las Ideas. Fueron escritos
después de su tercer viaje a Sicilia.
Pertenecen a esta etapa: (1) Filebo. (2) Tuneo: es el diálogo más impor-
tante de este grupo (y el único que llegó a ser conocido durante la Edad Me-
dia). Intenta explicar la constitución del mundo sensible, para lo cual recurre
nuevamente a un mito: el mundo sensible surge por obra de un Demiurgo. (3)
Critias. (4) Leyes; es el más extenso de los Diálogos. En él vuelve a presentar
los temas que le han preocupado desde siempre y, en especial, la or-
ganización de un Estado ideal, para lo que vuelve a echar mano de la orga-
nización del Estado que describe en La república, pero ahora éste aparece
más rígido y cerrado sobre sí mismo.
1.3. La herencia intelectual de Platón
1.3.1. La influencia de Heráclito
Ya hemos dicho que antes de conocer a Sócrates Platón estuvo muy in-
fluido en sus concepciones filosóficas por Crátilo. Éste pretendía ser discípulo
de Heráclito, pero en realidad sostenía una vulgarización simplista de sus
doctrinas. La idea central de Crátilo es la de que todo es un perpetuo devenir,
todo está fluyendo, y la realidad no tiene, por lo tanto, consistencia alguna;
como consecuencia todo conocimiento es inútil, ya que las propias palabras
para nombrar las cosas le atribuyen a éstas una fijeza que no tienen (si uso la
palabra «rosa» para designar a esta flor, la palabra permanece pero en un
instante la flor ya no estará). Se dice que, coherente con su doctrina, Crátilo
dejó de hablar y sólo se comunicaba señalando las cosas con el dedo.
(Recordemos que, para Heráclito, sin embargo, el cambio transcurre de
acuerdo a un orden -una ley-, y, por lo tanto, la permanencia y el cambio se
dan juntos).
Más adelante, aun después de su conversión al socratismo, Platón siguió
considerando que, por lo que atañe al mundo sensible, la concepción vaga-
mente heracliteana de Crátilo era válida.
1.3.2. La influencia de Sócrates
La filosofía platónica debe a Sócrates: (1) el intento de desentrañar el qué
es de cada cosa (que a Sócrates le lleva a las definiciones universales), como
consecuencia de lo cual el conocimiento pasa a ser concebido como
conocimiento de lo universal. (2) El interés prioritariamente centrado en
cuestiones de tipo ético-político (aunque Platón amplíe el campo de sus in-
tereses).

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1.3.3. La influencia pitagórica
A la influencia pitagórica debe Platón: (1) su concepción del alma como
inmortal e independiente del cuerpo. (2) La importancia de los números y
de las matemáticas.
1.3.4. La influencia de los eleáticos
1. Reinterpreta la distinción de Parménides entre vía de la verdad y vía de la
opinión como conocimiento inteligible y conocimiento sensible.
2. Concibe a las Ideas bajo los atributos del ser (unicidad, permanencia,
inmutabilidad, indivisibilidad y limitación) que había establecido Par-
ménides.
3. De Zenón asume el arte de avanzar en el conocimiento contraponiendo
tesis: la dialéctica (aunque, para Platón la dialéctica sólo puede ser apli-
cada a las Ideas).

Platón con sus discípulos, representados en 2. LA TEORÍA DE LOS DOS MUNDOS: MUNDO SENSIBLE Y MUNDO
un mosaico.
En Atenas Platón fundó la Academia, una INTELIGIBLE
comunidad de estudio inspirada en las 2.1. ¿Cómo surge la teoría de los dos mundos?
comunidades pitagóricas.
Hemos visto que con los sofistas se pierde la concepción de la sabiduría, y
de la verdad, en la que se movían los presocráticos. Para los sofistas no hay
más mundo que el mundo inmediato en que nos desenvolvemos: el mundo
múltiple de las cosas (y, sobre todo, de las cosas que atañen a la vida en la
polis). La concepción de la verdad como desocultamiento se pierde -y con ella
todo criterio de verdad-. ^
Sócrates intenta restablecer el valor de la verdad y de la sabiduría, pero, al
igual que los sofistas, sigue moviéndose en el ámbito inmediato de las cosas.
En ese intento de encontrar un criterio de la verdad y del conocimiento sin
abandonar el mundo inmediato de las cosas Sócrates desarrolla una nueva
concepción del ser y del conocimiento: conocer es conocer lo universal. Estar
en la verdad será, ahora, descubrir el «qué es» de cada cosa, pero este «qué
es» queda establecido en las definiciones universales. Es decir, tal como
hacían los sofistas, tratamos con las cosas inmediatas, pero, a diferencia de
ellos, el ser de estas cosas se pone en la definición universal, en algo que ya
no es la cosa sensible inmediata (y que, por lo tanto, ya no viene dado a
través de los sentidos, sino del nous).
Siguiendo la concepción del conocimiento que establece Sócrates, Platón
sostiene que los puros datos sensibles no nos dan conocimiento, pero las
meras definiciones tampoco acabarán resultándole convincentes a Platón
(quizás, porque consideraba que carecían de fuerza motivadora). En contacto
con los matemáticos pitagóricos de la Magna Grecia, Platón descubre nuevas
vías para plantear los problemas relativos al conocimiento y a la estructura de
la realidad. Así, para aquéllos, la estructura última del mundo (de la physis)
descansaba sobre entidades tales como la «unidad», la «dualidad», etc.
A partir de esta doble influencia (socrática y pitagórica) Platón llega a de-
sarrollar la ¡dea de que el conocimiento lo es de lo universal (como sostenía
Sócrates), pero (a diferencia de Sócrates) esto universal no lo concibe como
meras definiciones sino como entidades similares a aquéllas con las que tra-
baja la matemática pitagórica. Entidades que tienen realidad por sí mismas,
independientemente del mundo sensible, y a las que no se puede acceder a
través de los sentidos sino por la inteligencia (nous). A estas entidades Platón
les denomina Ideas.

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