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Serres - Pulgarcita
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Vive en la ciudad. Sus predecesores inmediatos, alguna; en breve, tampoco sus dirigentes y sus
más de la mitad de ellos, andaban por los cam- maestros.
pos. Sin embargo, como se ha vuelto sensible al Al contar con una medicina por fin eficaz y,
entorno, contaminará menos; es más prudente y en la farmacia, con analgésicos y anestésicos, su-
respetuoso de lo que éramos nosotros, adultos in- frieron menos, desde un punto de vista estadís-
conscientes y narcisos. tico, que sus predecesores. ¿Tuvieron acaso ham-
Ya no tiene la misma vida física, ni hay la bre? Religiosa o laica, toda moral se reducía a
misma cantidad de gente, porque la demografía ejercicios destinados a soportar un dolor inevita-
saltó de pronto, en el lapso de una sola vida hu- ble y cotidiano: enfermedad, hambruna, crueldad
mana, de 2 a 7 mil millones de humanos; vive en del mundo.
un mundo lleno. Ya no tienen el mismo cuerpo ni la misma con-
ducta; ningún adulto supo inspirarles una moral
Aquí, su esperanza de vida llega hasta los 80 años. adaptada.
El día de su casamiento, sus bisabuelos se habían
jurado fidelidad por apenas una década. Si él o ella Mientras que sus padres fueron concebidos a cie-
viven juntos, ¿jurarán lo mismo por 65 años? Sus gas, su nacimiento es programado. Dado que la
padres heredaron alrededor de los 30, ellos espe- edad promedio de la mujer para el primer hijo ha
rarán a la vejez para recibir ese legado. Yana co- avanzado 10 o 15 años, los padres de los alumnos
nocen las mismas edades, ni el mismo matrimo- cambiaron de generación. En más de la mitad de
nio, ni la misma transmisión de bienes. los casos, esos padres se divorciaron. ¿Dejaron
Al partir a la guerra, con la flor en el fusil, sus acaso a sus hijos?
padres ofrecían a la patria una esperanza de vida Ni él ni ella tienen ya la misma genealogía.
breve; zcorreran ellos a la guerra de la misma ma-
nera, con la promesa de seis décadas por delante? Mientras que sus predecesores se reunian en clases
o anfiteatros homogéneos desde el punto de vista
Desde hace sesenta años, intervalo único en la cultural, ellos estudian en el seno de un colectivo en
historia occidental, ni él ni ella conocieron guerra el que conviven diversas religiones, lenguas, oríge-
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nes y costumbres. Para ellos y sus maestros, el mul- 2. Aquello en cuanto al cuerpo;
ticulturalismo es de rigor. ¿Durante cuánto tiempo esto en cuanto al conocimiento
más podrán seguir cantando, en Francia, la vil "san-
gre impura" de algún extranjero?
No tienen ya el mismo mundo mundial, ya no
tienen el mismo mundo humano. Alrededor de
ellos, las hijas y los hijos de inmigrantes, llegados
de países menos opulentos, vivieron experiencias
vitales inversas a las de ellos.
guntas a 15, según cifras oficiales; medios en los nos entendidos de esos maestros dominantes, ri-
que la palabra más repetida es "muerte" y la ima- cos y ruidosos.
gen más representada la de los cadáveres. Desde
los 12 años, esos adultos los obligaron a ver más Estos niños viven, pues, en lo virtual. Las ciencias
de 20 mil crímenes. cognitivas muestran que el uso de la Red, la lec-
tura o la escritura de mensajes con los pulgares,
Están formateados por la publicidad: zcómo es la consulta de Wikipedia o Facebook no estimu-
posible enseñarles que la palabra relais en lengua lan las mismas neuronas ni las mismas zonas cor-
francesa termina en "-ais" cuando en todas las es- ticales que el uso del libro, de la tiza o del cua-
taciones hay carteles en los que se escribe "-ay"? derno. Pueden manipular varias informaciones a
¿Cómo es posible enseñarles el sistema métrico la vez. No conocen ni integran, ni sintetizan como
cuando, de la manera más tonta del mundo, el nosotros, sus ascendientes.
servicio ferroviario nacional les vende millas? Ya no tienen la misma cabeza.
Nosotros, los adultos, hemos transformado nues- Por el teléfono celular, acceden a cualquier per-
tra sociedad del espectáculo en una sociedad pe- sona; por GPS, a cualquier lugar; por la Red, a cual-
dagógica .en la cual la competencia aplastante, quier saber: ocupan un espacio topológico de ve-
vanidosamente inculta, eclipsa la escuela y la cindades, mientras que nosotros vivíamos en un
universidad. Por el tiempo de audiencia y de espacio métrico, referido por distancias.
atención, por la seducción y la importancia, los Ya no habitan el mismo espacio.
medios se han apoderado desde hace tiempo de
la función de enseñanza. Sin que nos diéramos cuenta, nació un nuevo hu-
Criticados, despreciados, vilipendiados, por- mano, durante un intervalo breve, el que nos se-
que pobres y discretos, aun cuando detentan el para de los años setenta.
récord mundial de premios Nobel recientes y de Él o ella ya no tiene el mismo cuerpo, la mis-
medallas Fields respecto del número de la pobla- ma esperanza de vida, ya no se comunica de la
ción, nuestros docentes han llegado a ser los me- misma manera, ya no percibe el mismo mundo,
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ya no vive en la misma naturaleza, ya no habita cado por Chrétien de Troyes o Joinville. Esta va-
el mismo espacio. riación da una indicación casi fotográfica de los
Nacido con la peridura1 y de un nacimiento cambios que describo.
programado, ya no le teme, con los cuidados pa- Esta diferencia inmensa que afecta a la mayo-
liativos, a la misma muerte. ría de las lenguas se debe, en parte, a la ruptura
Como ya no tiene la misma cabeza que sus entre los oficios de los años recientes y los de
padres, él o ella conoce de otro modo. hoy. Pu1garcita y su amigo ya no se destacarán en
Él o ella escribe de otro modo. Por haberlos las mismas tareas.
observado, con admiración, enviar, con una rapi- La lengua cambió, la labor mutó.
dez mayor de 10 que podría hacerlo jamás con mis
torpes dedos, enviar, digo, SMS con los dos pul-
gares, los bauticé, con la mayor ternura que un
abuelo pueda expresar, Pu1garcita y Pu1garcito.
Ése es su nombre, más bonito que aquel viejo tér-
mino sabiondo "dactilógrafo".
Repito: ¿Qué transmitir? ¿Elsaber? Ahi está, en mas, acabo de decirlo, en un espacio de vecinda-
todas partes por la Red, disponible, objetivado. des inmediatas, pero, además, un espacio distribu-
tTransmitirlo a todos? En este momento, todo el sa- tivo. Podría hablarles a ustedes desde mi casa o
ber es accesible para todos. ¿Cómo transmitirlo? ¡Ya desde otra parte, y ustedes me escucharian en otra
está hecho! parte o en sus casas. ¿Qué es lo que hacemos aquí?
Con el acceso a las personas por el teléfono ce-
lular, con el acceso a todos los lugares por el GPS, el No me digan que el alumno carece de funciones
acceso al saber ya está abierto. De una cierta ma- cognitivas que permitan asimilar el saber así distri-
nera, ya es transmitido siempre y en todas partes. buido, puesto que, justamente, esas funciones se
transforman con el soporte y por el soporte mismo.
Objetivado, por cierto, pero además, distribuido. A causa de la escritura y la imprenta, la memoria,
No concentrado. Decía yo que vivimos en un espa- por ejemplo, mutó a tal punto que Montaígne
cio métrico, referido a centros, a concentraciones. quiso una cabeza bien hecha antes que una ca-
Una escuela, una clase, un campus, un anfiteatro: beza bien llena. Esa cabeza acaba de mutar una
ahí están las personas concentradas, estudiantes y vez más.
profesores, libros en bibliotecas, instrumentos en . Así, del mismo modo que la pedagogía fue in-
los laboratorios... Ese saber, esas referencias, esos ventada por los griegos (paideia}, en el momento
textos, esos diccionarios, ahí están distribuidos en de la invención y la propagación de la escritura,
todas partes y, en particular, en la propia casa se transformó luego con el surgimiento de la im-
-iinclusive los observatorios!-, más aún, en todos prenta, durante el Renacimiento, y así también,
los lugares a los que uno se desplaza. Por eso hoy la pedagogía cambia por completo con las
mismo, uno puede estar en contacto con sus cole- nuevas tecnologías, cuyas novedades son sólo
gas, sus alumnos donde quiera que estén, y pue- una variable cualquiera dentro de la decena o la
den responder con toda facilidad. veintena que ya cité o podria enumerar.
El antiguo espacio de las concentraciones -ese
mismo en el que hablo y ustedes me escuchan, Este cambio tan decisivo de la enseñanza -cam-
zqué hacemos aquí?- se diluye, se expande; vivi- bio que repercute poco a poco en todo el espacio
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de la sociedad mundial y el conjunto de sus insti- Un período incomparable, sin embargo, puesto
tuciones caducas, un cambio que no afecta, ni por que, al mismo tiempo que esas técnicas mutan, el
asomo, tan sólo a la enseñanza, sino también al cuerpo se metamorfosea, cambian el nacimiento
trabajo, las empresas, la salud, el derecho y la po- y la muerte, el sufrimiento y la cura, los oficios, el
lítica, en suma, al conjunto de nuestras institucio- espacio, el hábitat, el ser en el mundo.
nes-, sentimos que lo necesitamos con urgencia,
pero que todavía estamos lejos.
Es probable que se deba a que aquellos que se
mueven en la transición entre los últimos estados
todavía no se jubilaron, aun cuando son quienes
organizan las reformas, según modelos perimidos
desde hace largo tiempo.