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Desatando a

los cautivos
MANUAL DE LIBERACIÓN

Cary Palmón
Publicado por
Naciones Unidas en Cristo, Inc.
Tulsa, Oklahoma

© 2022 por Naciones Unidas en Cristo, Inc.


Reservados todos los derechos.
Impreso en E.U.A.

Todas las citas bíblicas de esta publicación han sido tomadas de la


Reina Valera 1960 (RVR60), excepto cuando se indica. Utilizadas
con permiso.

ISBN: 9798443176031
Índice

Prólogo ......................................................................................................... 1
Desplazando al maligno ..................................................... 7
¿Quiénes son los demonios?............................................ 19
El conflicto espiritual ....................................................... 29
La importancia de la autoridad............................ 39
Cerrando las puertas abiertas .................................. 51
Recibiendo liberación .......................................................... 67
Acerca de la Autora................................................................ 79

i
Prólogo

¿Existen verdaderamente los demonios? Déjame


hacerte un relato de mi niñez.
Soy la mayor de dos hermanas, mis padres
fueron excelentes padres y fuimos criadas con
gran atención y amor. Yo le llevo 7 años a mi
hermana y, cuando ella nació, no hubo ningún
sentimiento de rivalidad en mi corazón. ¡Al
contrario! Fue para mí un gran regalo que me
hicieron mis padres.
Cuando mi hermanita tenía 18 meses más o
menos, comenzó a dar gritos en medio de la
noche. ¡Estaba aterrada! Mis padres no tenían la
menor idea de qué era lo que le pasaba. La

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CARY PALMÓN

llevaron al doctor y no le encontraron ningún


problema físico. Pero, de vez en cuando, ella
gritaba espantada en el medio de la noche.
Según fue creciendo, cuando gritaba en medio
de la noche decía estas palabras: “¡Lo s diablito s,
lo s diablito s!”.
Ella decía que veía a unos pequeños seres con
ojos verdes que la rodeaban y le querían hacer
mal. Y este episodio se dio de manera recurrente
a través de toda su niñez, su adolescencia e,
incluso, cuando ya era adulta.
Recuerdo como si fuese ayer que, cuando ella
tenía unos 6 o 7 años, venía a mi cama con su
almohada, pidiéndome que la dejara dormir
conmigo porque los “diablitos” la estaban
aterrorizando. Me decía: “Cary, ahí están,
míralo s”. Entonces, yo me ponía la sábana sobre
la cabeza, cerraba bien los ojos y le respondía que
no veía nada. ¡No quería verlos! Las dos nos
acurrucábamos bien juntitas, asustadas y con los
ojos bien cerrados para no ver nada.
Cuando yo tenía 28 años, tuve una
experiencia maravillosa. Sin haberlo planificado,

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

asistí a una iglesia y tuve un encuentro personal


con Jesucristo. En ese encuentro le entregué mi
vida y recibí el bautismo del Espíritu Santo.
También recibí la promesa de Dios de que mi
familia vendría a Cristo.
Al haber alcanzado esa gran felicidad de
conocer el amor de Dios en mi vida y de que mis
pecados fueran perdonados, lo primero que hice
fue compartirla con toda mi familia. Ese mismo
día, al igual que ya había hecho esa mañana, todos
ellos le entregaron sus vidas a Jesucristo y fueron
llenos del Espíritu Santo.
Pasaron muchos años y mi hermana, de vez en
cuando, seguía quejándose de las visitas de los
“diablitos”. Un día, estando de visita en su casa,
me quedé a dormir. Aquella noche, las dos
estábamos acostadas en su cama recordando los
buenos tiempos que habíamos tenido durante
nuestra niñez, cuando el sueño me derrotó. Al
rato, sentí que mi hermana me despertaba
horrorizada diciéndome: “¡Cary, estamo s
ro deadas! ¡El cuarto está lleno de ‘diablito s!’”.

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CARY PALMÓN

Pero la situación había cambiado y no me


cubrí la cabeza con las sábanas. ¡Al contrario!
Estaba lista para hacerles frente.
Verás, durante los años que habían
transcurrido después de haberle entregado mi
vida a Jesucristo, había estudiado la Palabra de
Dios y había aprendido que Jesucristo nos ha
dado autoridad para echar fuera a los demonios.
Así que, en ese momento, cuando mi hermana
gritó horrorizada, inmediatamente me senté en la
cama con la misma rapidez y manera con que un
soldado se prepara para un encuentro y le pedí
que me indicara dónde se encontraban. Ella,
aterrada, señaló toda la habitación. De inmediato
les ordené en el nombre de Jesucristo que se
fueran de su casa, de su vida y que no la
molestaran más.
Mi hermana seguía viéndolos, pero yo regresé
a tomar mi sueño y le dije que ella también debía
de dormir porque todos ellos tenían que
obedecer la Palabra de Dios y, por lo tanto, se
tenían que ir. Al fin, ella también se quedó
dormida y, cuando despertó, me dijo que se sentía
muy bien y muy tranquila. Desde ese día no han

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regresado a molestarla y ya han pasado más de 30


años.
Esa fue mi primera experiencia con los
demonios, pero no ha sido la última. En este libro
te relataré algunas de las experiencias que he
tenido. No quiero que pienses que esto me sucede
constantemente, pero sí ocurre cuando conozco
a alguien que se encuentra atormentado por ellos
y necesita ayuda.
Existen quienes, si bien son hijos de Dios, son
atormentados por los demonios como le sucedió
a mi hermana. Ella sufrió desde su niñez y hasta
después de venir a Cristo. También hay personas
que están poseídas por ellos, pero que no tienen
por qué sufrir ese tormento. Jesucristo nos dio
autoridad sobre las obras del enemigo y nosotros,
por fe en sus palabras, utilizamos esta autoridad
para liberar a todo cautivo.
Este tema es de gran importancia porque si lo
desconocemos, estaremos expuestos a sus
ataques y no tendremos ni la menor idea de cómo
liberarnos de ellos o de cómo ayudar a otros que
necesiten liberación. Muchas personas escogen
comportarse como el avestruz y esconden su

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CARY PALMÓN

cabeza en la tierra porque le tienen miedo al


diablo (como lo hacíamos nosotras cuando
éramos niñas) y no quieren saber acerca de este
tema. Pero el diablo y sus huestes ya han sido
derrotados por Jesucristo y no pueden hacer
nada contra nosotros o contra nuestros seres
queridos, si se lo prohibimos.
Es mi oración que este libro te dé la revelación
bíblica necesaria para hacerle frente a cualquier
fuerza demoníaca que se interponga en tu
camino o en el de otros con los cuales estés en
contacto.

“Mas gracias sean dadas a Dio s, que nos


da la victo ria po r medio de nuestro
Seño r Jesucristo ” (1 Corintios 15:57).

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CAPÍTULO UNO

Desplazando al maligno

Jesucristo, el hijo de Dios, vino a un mundo sin


esperanzas, donde la humanidad se encontraba
cautiva en las garras del enemigo. Vino con el
propósito de declarar la llegada del Reino de
Dios, nuevamente, a esta Tierra y a desatar a
todos los que se encontraban prisioneros de las
huestes malignas.
Según Él iba enseñando, sanando y
anunciando el Reino, las fuerzas demoníacas lo
enfrentaban solo para perder y salir huyendo de
su presencia. Los hombres se maravillaban al
escuchar las palabras de vida por parte de Jesús,
mientras que el diablo y sus huestes se daban
cuenta de que su control sobre los seres humanos
estaba llegando al fin.

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CARY PALMÓN

Las profecías en cuanto a la llegada del Mesías


se estaban realizando ante todos ellos. Era
evidente para todos los que estaban a su
alrededor, que Jesús había venido a destruir las
obras de Satanás, el cual trató desesperadamente
de matarlo en varias ocasiones.
Una de esas ocasiones fue cuando Jesús
declaró en la sinagoga que había venido a dar
buenas nuevas a los pobres, a sanar a los
quebrantados de corazón, a pregonar libertad a
los cautivos, a darle vista a los ciegos y a poner en
libertad a los oprimidos. Pero ninguno de los
presentes estaban preparados para aceptar la
realidad de que la Escritura profética de Isaías se
estaba cumpliendo ante ellos. ¡Al contrario! ¡Las
palabras de Jesús los enfurecieron! Ante sus ojos
era solamente el hijo del carpintero. Pero el
diablo sabía que era el Mesías prometido y
aprovechó esta oportunidad para tratar de
deshacerse de Jesús, haciendo que la multitud se
levantase contra él y tratara de arrojarlo al
precipicio. Sin embargo, Jesús desapareció de
entre ellos, escapando a sus malvados planes
(Lucas 4:18).

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

En otra ocasión, el diablo trató de ahogarlo,


desarrollando súbitamente una tormenta
mientras Él dormía en una barca; pero Jesús,
despertándose, reprendió al viento y dijo al mar:
“Calla, enmudece”. Y el viento cesó (Marco s 4:37-
41). Nuevamente, los planes malvados de Satanás
no dieron fruto.
Donde quiera que fuera Jesús, el diablo y sus
huestes trataban de confrontarlo para
aniquilarlo. El diablo utilizó el odio de los
fariseos para desarrollar su plan de matar a Jesús.
Entonces, los principales sacerdotes, los escribas
y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio
de Caifás, el sumo sacerdote, y acordaron
aprehender a Jesús con engaño y matarlo (Mateo
26:3,4). Para consumar este maligno plan,
Satanás entró en Judas, uno de los discípulos de
Jesús, quien fue y habló con los principales
sacerdotes, con el fin de concretar los planes de
cómo se los entregaría (Lucas 22:3,4).
Lo menos que se imaginaba Satanás era que él
no podía matar al Hijo de Dios, pero que Jesús
daría su vida voluntariamente para llevar en la
cruz el pecado de la raza humana. Esa cruz,

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CARY PALMÓN

donde derramaría su sangre, iba a ser el


instrumento de la victoria de Jesús sobre las
huestes satánicas.
Mientras tanto, Jesús iba de pueblo en pueblo
enseñando a la multitud y era claro para todos los
que estaban presentes que existía un nuevo nivel
de confrontación entre el reino de las tinieblas y
el reino de Dios. Cuando Jesús, en la sinagoga,
conoció a un hombre que estaba oprimido, lo
primero que hizo fue expulsar de su cuerpo al
espíritu inmundo. Este espíritu sacudió
violentamente al hombre y salió de él con un
grito. Los presentes estaban tan asombrados que
se preguntaban entre sí: “¿Qué es esto ? ¿Una
nueva enseñanza y co n auto ridad manda aún a
lo s espíritus inmundo s y le o bedecen?” (Marcos
1: 26-28). ¡Era obvio que el Reino de Dios
estaba desplazando al reino de la oscuridad!
Una y otra vez podemos leer en los Evangelios
acerca de las muchas personas que Jesús liberó
del poder demoníaco. Jesús enseñó acerca de la
existencia de demonios y, si queremos aprender
acerca de este tema, necesitamos observar los
distintos ejemplos de cómo él trató con ellos.

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Podemos leer en el Evangelio de Marcos


(Marco s 5:1-20), la historia de un hombre que
vivía en los sepulcros. Muchas veces había sido
atado con grillos y cadenas, pero él había hecho
pedazos las cadenas, había desmenuzado los
grillos y nadie lo podía dominar. Y siempre, de
día y de noche, andaba dando voces e hiriéndose
con piedras en los montes y entre los sepulcros.
Cuando este hombre vio a Jesús de lejos,
corrió y se arrodilló ante Él y, clamando con voz
fuerte, dijo: “¿Qué tienes conmigo , Jesús, Hijo del
Dio s Altísimo ? Te co njuro po r Dio s que no me
ato rmentes”.
Al ver Jesús que el hombre deseaba su libertad,
le preguntó al demonio: “¿Có mo te llamas?”. Y el
hombre respondió: “Legión me llamo ; po rque
so mos mucho s”. Tal como nos explica la Biblia,
cerca del monte había un gran hato de cerdos
paciendo. Por esa razón, todos los demonios le
rogaron a Jesús, diciendo: “Envíanos a lo s cerdo s
para que entremo s en ello s”. Jesús les dio permiso
y, saliendo aquellos espíritus inmundos del
cuerpo del hombre, entraron en los cerdos, que
eran como dos mil. De inmediato, el hato se

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CARY PALMÓN

precipitó en el mar por un despeñadero y todos


se ahogaron. La gente vino a ver al que había sido
atormentado por el demonio y que había tenido
la legión en su cuerpo. El hombre ahora estaba
sentado, vestido y en su juicio cabal. ¡Jesús lo
había liberado!
En Mateo 15:22-28 observamos la historia de
una mujer que vino a Él diciendo: “Ten
miserico rdia de mí, o h, Seño r, Hijo de David; mi
hija está muy afligida po r un demo nio”. Entonces
Jesús le respondió: “Oh mujer, grande es tu fe;
hágase co ntigo como quieres”. Y su hija fue
sanada desde esa misma hora.
Otro ejemplo se encuentra en Marcos 9:17-27
donde nos relata la historia de un hombre que
trajo a su hijo porque sufría de un espíritu mudo
que lo tomaba, lo sacudía; y el pobre muchacho
echaba espumarajos y crujía los dientes. Jesús le
dijo que se lo trajeran y, cuando el espíritu vio a
Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien
cayó en tierra revolcándose y echando
espumarajos. Jesús preguntó al padre: “¿Cuánto
tiempo hace que le sucede esto ?”. Y él le
respondió: “Desde niño”. Y Jesús reprendió al

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

espíritu inmundo, diciéndole: “Espíritu mudo y


so rdo , yo te mando , sal de él y no entres más en
él”. Entonces el espíritu, clamando y
sacudiéndolo con violencia, salió y el muchacho
quedó como muerto, de modo que muchos
decían: “Está muerto ”. Pero Jesús, tomándolo de
la mano, lo enderezó y lo levantó.
Estos son solamente unos cuantos de los
muchos relatos que podemos leer acerca de cómo
Jesús trató con los demonios y como desató a los
oprimidos que venían por su ayuda.

Cuando llegó la noche, luego que el so l se


puso , le trajero n to do s los que tenían
enfermedades, y a lo s endemo niado s; y
to da la ciudad se ago lpó a la puerta. Y
sanó a mucho s que estaban enfermo s de
diversas enfermedades, y echó fuera
mucho s demo nio s; y no dejaba hablar a
lo s demo nios, po rque le co no cían.
(Marcos 1:32)

En el momento que los demonios se


enfrentaban con Jesús, le temían y admitían que

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CARY PALMÓN

Jesús tenía poder sobre ellos para encarcelarlos y


destruirlos.

“Y clamaro n diciendo : ¿Qué tienes con


no sotro s, Jesús, Hijo de Dio s? ¿Has
venido acá para ato rmentarno s antes de
tiempo ?” (Mateo 8:29).

Sin embargo, no solo era Jesús el que desataba


a los cautivos, sino que también ordenó a sus
discípulos que los expulsaran, dándoles poder
contra los espíritus inmundos. A través del
Nuevo Testamento podemos leer como los
discípulos de Jesucristo llevaron a cabo el
mandato de Jesús.

“Po rque de mucho s que tenían espíritus


inmundo s, salían estos dando grandes
vo ces” (Hechos 8:7).

“… y las enfermedades se iban de ello s y


lo s espíritus malo s salían” (Hechos
19:12).

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Cuando Jesús les dio el mandato de expulsar


demonios, no les advirtió a los discípulos que se
protegieran contra el poder del demonio y
tampoco les advirtió que podrían ser poseídos o
heridos mientras reprendían a los demonios. ¡Al
contrario! Jesús les dio autoridad y poder sobre
todas las fuerzas demoníacas. En ninguna parte
de la Biblia enseña a los discípulos a temer al
diablo o a temer el peligro de una posesión
demoníaca personal. Observamos como Jesús les
ordenó que, sin miedo, echaran fuera a los
demonios y les dijo:

“He aquí o s do y po testad de ho llar


serpientes y esco rpio nes, y so bre to da
fuerza del enemigo , y nada o s dañará”
(Lucas 10:19).

Por lo tanto, liberar a las personas de los


espíritus malignos es, junto con el perdón de los
pecados y la sanidad de los enfermos, una parte
esencial del Evangelio. Tú y yo hemos sido
comisionados por Jesús para echar fuera
demonios y liberar a todo aquel que se encuentre
oprimido por ellos.

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CARY PALMÓN

“Y estas señales seguirán a lo s que creen;


En mi nombre echarán fuera demo nios;
hablarán en nuevas lenguas” (Marcos
16:17).

¡Una manifestación inesperada!


Cuando comencé como pastora en el año 1982,
no había muchos latinos en Tulsa, que es la
ciudad donde resido. Mi pequeña congregación
estaba compuesta por amigos míos y casi todos
habían venido a Cristo a través de mi ministerio.
Nuestros servicios estaban caracterizados por la
dulce presencia del Espíritu Santo, con sanidades
y salvación.
Una noche, vino de visita una señora mayor
quien, después de escuchar la Palabra de Dios,
comenzó a manifestarse de una forma increíble:
cayó al suelo y comenzó a patalear y a gritar con
toda su fuerza. Todos estábamos asombrados,
porque nunca habíamos visto semejante cosa.

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

La señora era muy tímida y dulce, pero ahí


estaba, en el suelo, ¡pataleando y gritando! Yo me
acerqué a ella y vi que en su cuello tenía las
huellas de unos dedos que la estaban ahogando.
Su rostro estaba cambiando de color, se veía que
estaba siendo asfixiada. Me di cuenta de que un
espíritu maligno la estaba tratando de matar y
sentí la responsabilidad de no permitir semejante
ataque en su contra. Sabía que tenía la autoridad
otorgada por Jesús y ordené al espíritu que la
soltara y que se fuera. En cuanto pronuncié las
palabras que le ordenaban salir e irse, las huellas
de los dedos desaparecieron y la señora pudo
respirar nuevamente. ¡Pobrecita! ¡Había pasado
por una experiencia horrible!
Al recuperarse, procedió a contarnos que,
muchos años atrás, había tenido un novio que era
brujo y que durante ese tiempo ella oía voces que
le decían que se tirase en la línea del tren para
suicidarse. Sin embargo, ella no quería morir y
lloraba para que se fueran y para que la dejaran
vivir. Al parecer estos demonios seguían
torturándola, pero al ella asistir a la iglesia donde
se declaraba el Evangelio, el enemigo se

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CARY PALMÓN

manifestó porque no quería soltarla y trató de


terminar con su vida.
Una vez más, en 1982, Jesucristo demostró
ante los presentes que Su poder es superior al del
enemigo. El dominio sobre Satanás es un derecho
que tiene todo cristiano, gracias a la sangre de
Jesús y debemos usarlo como lo hizo Jesús.
Después de su liberación, la señora vino a Cristo
y continuó como miembro de la iglesia por
muchos años, dándole gracias a Dios por su
libertad. Su vida cambió e influyó positivamente
en su hijo y en sus nietas, gracias a su fe en Dios.

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CAPÍTULO DOS

¿Quiénes son los demonios?

Existen dos reinos dentro de un mundo espiritual


que está muy activo entre nosotros, aunque no lo
podamos ver con nuestros ojos físicos. El más
poderoso es el reino de Dios, con sus ángeles y,
en el otro, Satanás con sus ángeles perversos.
Vamos a hacer una distinción entre los dos
ámbitos y para eso comenzaremos haciendo una
comparación entre Dios y Satanás. Dios es
omnipotente, o sea que todo lo puede, no
necesita a nadie y es poderoso en todos los
sentidos. Tiene un poder inagotable y sin límites,
su poder es infinito e ilimitado. Dios es
omnipresente, o sea que está presente en todas
partes, de manera simultánea. Dios es

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CARY PALMÓN

omnisciente porque tiene todo el conocimiento


del mundo, de toda la ciencia y lo sabe todo. Dios
siempre ha existido. Él no fue creado, porque Él
siempre ha sido. Él es el creador de todo lo que
existe.
Pero Satanás no es nada de lo mencionado.
Satanás es un ser espiritual creado por Dios, con
poderes limitados en comparación a los que tiene
Dios, que no puede estar presente en todas partes,
que no sabe todo y cuyo propósito y deseo es
exaltarse a sí mismo y llegar a ser como Dios.
Satanás cultivó el deseo egoísta de obtener la
adoración que le pertenecía legítimamente a Dios
y eso fue lo que lo llevó a rebelarse contra Dios y
a instigar una rebelión entre los ángeles.
La superioridad de Dios y de su Reino es algo
de gran importancia en lo que concierne al tema
de la liberación, porque su poder es superior al
del enemigo y, por lo tanto, en una batalla
espiritual, Dios siempre ganará. Satanás logró
engañar a un tercio de los ángeles para que se
rebelaran contra Dios, pero existen dos tercios
que continúan fieles a Dios. El Reino de Dios ha
existido siempre y Satanás copió la estructura de

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

la organización de Dios para construir su propia


organización malévola.
La Biblia nos enseña que, aparte de Satanás, al
cual llama “el príncipe y poder del aire”, existen
espíritus malignos de menor grado de liderazgo
y poder. Estos numerosos espíritus malvados
están bajo el reino y el dominio de Satanás. Son
sus emisarios y súbditos. El apóstol Pablo nos
indica, por revelación divina, que el reino de
Satanás se encuentra organizado de forma
militar (Efesio s 6:12). Es una red bien organizada
de poderes demoníacos que lo ayudan a cumplir
sus propósitos de robar, matar y destruir.
Los demonios no se pueden ver con nuestros
ojos físicos y son esencialmente malvados. Están
enojados con Dios porque perdieron su lugar en
el cielo. Su motivo principal es destruir todo lo
que Dios ama y, como Dios ama a los seres
humanos más que a cualquier otra cosa, desean
dañarlos y destruirlos.

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CARY PALMÓN

Características de los demonios


La Biblia revela algunas cosas específicas sobre
los demonios que debes saber.
Los demonios están muy bien organizados
bajo la autoridad de Satanás. Hay principados,
potestades, gobernantes de las tinieblas de este
mundo y maldad espiritual en los lugares altos
(Efesios 6:12).
Ellos tienen la capacidad de dar carácter
demoníaco a algo o a alguien. (Lucas 8:30).
Los demonios pueden aparecerse ante los
seres humanos (Job 4:15) y se encuentran
frecuentando los lugares donde hay
manifestaciones de paganismo, de adoración de
ídolos y de cualquier tipo de actividad malvada
tal como brujería, hechicería, perversión, etc. (1ra
Co rintio s 10:20 y 21).
Los demonios pueden habitar animales
(Mateo 8:31; Marco s 5: 11-13; Lucas 8:32,33),
como también pueden residir en talismanes, en
objetos de brujería, etc.

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Es muy interesante ver que los demonios se


pueden comunicar entre sí, que pueden hacer
planes y que pueden evaluar la situación.
También pueden viajar a través del mundo
espiritual según su voluntad y pueden combinar
sus fuerzas, como Jesús nos relata en este
versículo:

“Cuando el espíritu inmundo sale del


ho mbre, anda po r lugares secos,
buscando repo so ; y no hallándo lo , dice:
Vo lveré a mi casa de do nde salí. Y cuando
llega, la halla barrida y ado rnada.
Entonces va, y toma otro s siete espíritus
peo res que él; y entrados, mo ran allí; y el
po strer estado de aquel ho mbre viene a
ser peo r que el primero” (Lucas 11:24).

Se puede expulsar a los demonios de una


persona que se encuentra poseída o atormentada
por ellos. La Biblia enseña claramente que
Jesucristo nos ha dado autoridad para
expulsarlos, algo que estudiaremos más a fondo
en los siguientes capítulos. Es muy importante
que prestemos atención al hecho de que, si la

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CARY PALMÓN

persona que es liberada no llena el espacio


abandonado por el demonio con el Espíritu de
Dios, el demonio que fue expulsado regresará y
traerá siete demonios más con él. En este caso, la
última condición de la persona será peor que al
principio, como hemos leído arriba, en la cita de
Lucas.
Al momento de expulsar a los demonios, la
persona exhibe distintas manifestaciones, tales
como toser, eructar o estornudar. En ciertos
casos, una persona incluso puede vomitar cuando
expulsa un espíritu. Sin embargo, ninguna de
estas manifestaciones es necesaria ni obligatoria
cuando el espíritu o los espíritus malignos se van,
pero casi siempre se puede observar que el rostro
de la persona cambia y se nota que tiene paz y
alivio.
Los demonios también pueden hablar a los
hombres por medio de una persona, como lo
hacían con el endemoniado gadareno que le pidió
a Jesús que los enviara a los cerdos (Mateo 8:28-
34) o como en el caso de la muchacha
endemoniada que seguía al apóstol Pablo
(Hechos 16:16-24).

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Y su final será terrible, porque les espera ser


encarcelados eternamente por Dios en una
prisión llamada Abismo (Apo calipsis 20:10).
¿Cómo es que obran los demonios? Ellos
contaminan a las personas; las atormentan;
provocan odio, celos, violencia. Traen discordia
en las relaciones interpersonales. Engañan,
enferman, trastornan la mente y destruyen.
Los demonios normalmente toman el nombre
de la tarea que Satanás les ha ordenado que
cumplan. Por ejemplo: Espíritu de adivinación
(Hechos 16:16), Espíritu de enfermedad (Lucas
13:11,12), Espíritu de error (1 Juan 4:6), Espíritu
de temor o cobardía (2 Timoteo 1:7) y, en el
Antiguo Testamento, se encuentran
mencionados espíritus de mentira, de celos, de
idolatría y otros más.

¡Que voz tan horrible!


Era mi costumbre tener reuniones de oración en
mi casa e invitaba a las señoras de la iglesia. Mi
sala era amplia, tenía una chimenea con las

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CARY PALMÓN

herramientas propias que se usan en ella,


incluyendo el atizador, que es un utensilio de
hierro largo y con una punta delgada que sirve
para remover y atizar la lumbre y para darle
vuelta a los leños. Durante el invierno era una
atmósfera muy acogedora y pasábamos ratos
muy agradables orando y alabando al Señor.
En una ocasión en particular, tuvimos la visita
de una joven que vino de otro país y se unió al
grupo de oración. Comenzamos en alabanza y
adoración. Se sentía la Presencia de Dios cuando,
de repente, una voz como de hombre, con una
tonalidad perversa y horrible, comenzó a hablar.
La voz procedía de la joven que había sido
invitada. Mirándome con gran odio, me dijo: “¡Te
voy a matar con el atizador!”.
Ya te podrás imaginar mi sorpresa. Todas las
señoras se quedaron paralizadas al ver lo que
estaba ocurriendo. Se sentía un frío repentino en
la atmósfera y miedo en los corazones.
Inmediatamente la Palabra de Dios, que es la
espada del Espíritu, surgió de dentro de mi ser:
reprendí al espíritu que deseaba matarme y
procedí a expulsarlo de la joven.

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Cuando nuestra invitada se fue de la reunión,


se fue libre. No era la misma persona que había
llegado. Muchos años después la volví a ver, me
dio las gracias por haberla liberado en ese
entonces y me contó que seguía libre.
Y yo también le doy las gracias a Dios por
librarme de las garras del enemigo, en ese
entonces y siempre.

“Hijito s, voso tro s so is de Dio s y lo s


habéis vencido ; po rque mayo r es el que
está en vo sotro s, que el que está en el
mundo ” (1 Juan 4:4).

Nota: He escrito un libro titulado “Cómo orar


por tus seres queridos - Manual de Guerra
Espiritual”. Si deseas aprender más acerca de este
tema, visita mi página web
www.CaryPalmon.org y descárgalo
gratuitamente.

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CAPÍTULO TRES

El conflicto espiritual

Cuando Jesucristo envió a los setenta discípulos,


ellos regresaron felices diciendo:

“Seño r, aun lo s demo nio s se no s sujetan


en tu nombre” (Lucas 10:17).

Jesucristo ya venció al diablo en la cruz; por


lo tanto, la batalla final ya está ganada. La
preciosa sangre de Jesús nos devolvió todo lo que
Adán perdió. Sin embargo, el enemigo de
nuestras almas no quiere que nosotros sepamos
acerca de su derrota y se las ingenia para que,
diariamente, nos enfrentemos a batallas
espirituales en las cuales tenemos que reafirmar

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CARY PALMÓN

la victoria ganada por Cristo y debemos hacerlo


con las armas que Dios nos ha dado, no con
nuestro intelecto o con nuestras fuerzas físicas.
No podemos vivir ignorantes de que existe un
conflicto espiritual en el cual nosotros debemos
arrebatar de las manos del enemigo lo que
Jesucristo ya compró, con su muerte en la cruz.
Si tú le has entregado tu vida a Jesús, entonces
eres un hijo de Dios y estás autorizado para usar
el nombre de Jesucristo. Pero si no has dado el
primer paso, es muy fácil entregar tu vida a Jesús.
Él murió en la cruz para perdonarte tus pecados
y, al aceptar su sacrificio y creer en Jesús, te
conviertes en un hijo de Dios.

“Mas a to do s lo s que le recibiero n, a lo s


que creen en su no mbre, les dio po testad
de ser hecho s hijo s de Dio s” (Juan 1:12).

Puedes hacer la oración que cambiará tu ser


pero debes hacerlo con tu corazón y no con tu
mente. Dios mira en nuestro interior y sabe
cuando somos sinceros.
Ora esta oración:

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Seño r, Jesús, reco no zco que so y un


pecado r y te pido que me perdo nes. Te
entrego mi vida para que tú seas el Señor
de ella y mi Salvado r. Gracias po r
perdo narme y co nvertirme en tu hijo .
Amén.

Jesucristo dijo: “Toda potestad me es dada en


el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). La palabra
“potestad” también se traduce como “autoridad”.
Tú y yo hemos sido autorizados para actuar en el
nombre de Jesús y tomar autoridad sobre
cualquier presencia malvada que se presente en el
camino. En Santiago 2:19, se nos dice que los
demonios tiemblan con solo escuchar ese
nombre. ¡Quedan aterrorizados cuando
escuchan el nombre de Jesucristo!

Demostración de la
autoridad de Jesús
Jesús demostró su autoridad espiritual durante su
vida en esta Tierra, donde dominó y dio mando

31
CARY PALMÓN

sobre las 5 áreas que afligen a los seres humanos,


demostrando su poder y su autoridad sobre ellas.
Permíteme ampliar este tema y darte algunos
ejemplos.

Sobre el pecado
Él demostró su autoridad sobre el pecado, tal
como leemos en la historia del paralítico, cuando
le dijo: “Hijo , tus pecado s te son perdo nado s”
(Marco s 2:5); en el caso de la mujer que derramó
sobre Él su frasco de aceite, a la que le dijo “Tus
pecado s te so n perdonado s” (Lucas 7:48).
También lo demostró en el caso de la mujer que
estaban apedreando porque había sido
sorprendida en adulterio (Juan 8:3-11), a la cual
le dijo “Ni yo te co ndeno ; vete y no peques”.

Sobre la enfermedad
Lo vemos triunfador sobre todo tipo de
enfermedad, parando el flujo de sangre de la
mujer, sanando la mano seca del hombre, al
paralítico de Bethesda, a los leprosos, al ciego que
recibió su vista y a todos los que, padeciendo de

32
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

diversas enfermedades, se los traían a Él y Él,


poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los
sanaba (Lucas 4:40).

Sobre los demonios


Jesucristo demostró su autoridad sobre los
demonios, liberando a todos los que estaban
poseídos o atormentados, tal como se expresa en
Marco s 1:21-28, donde se relata la historia del
hombre que se encontraba en la sinagoga y que
estaba poseído por un espíritu inmundo. Luego,
también leemos en Marco s 5:1-20 la historia del
endemoniado gadareno y en Mateo 17:14-21 la
historia del muchacho lunático.

Sobre la muerte
Podemos leer el relato de la hija de Jairo en Mateo
11:5; de la resurrección de Lázaro en Juan 11:1-
45 y del hijo de la viuda en Lucas 7:11, los cuales
demuestran su autoridad para resucitar a los
muertos.

33
CARY PALMÓN

Sobre la naturaleza
Calmó la tempestad en Mateo 8:23-27; calmó el
mar en Mateo 14:25 y secó la higuera que no
tenía frutos en Mateo 21:18,19 e hizo crecer la
pesca con multitud de peces en Lucas 5:4.
Jesucristo le entregó su autoridad a los
discípulos para que fueran e hicieran lo mismo
que Él y, al leer el libro de Hechos, vemos cómo,
después de su muerte, los discípulos hacían lo
mismo que Jesús. Sanaban, echaban fuera
demonios y hasta resucitaron a personas. Uno de
estos relatos lo encontramos en Hecho s 20:9: un
muchacho, mientras Pablo predicaba, se quedó
dormido, cayéndose del tercer piso, murió; pero
Pablo lo resucitó.

Atormentada y mordida
Te voy a relatar el caso de Clarita Villanueva, que
hace un tiempo atrás encontré en internet,
basándome en tal como el misionero Lester
Sumrall lo narró. La traducción es mía.

34
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Este hecho tuvo lugar en mayo del 1953,


cuando fue encarcelada en la ciudad de Manila.
Su caso fue conocido mundialmente porque fue
mordida y atormentada por dos seres
demoníacos durante su estancia en la cárcel.
La madre de Clarita era espiritista y murió
cuando Clarita tenía 12 años. Al quedar sola, se
vio obligada a emprender una vida de
prostitución que finalmente la llevó a la cárcel.
Dos días después de que Clarita fuera
encarcelada, se produjo un fenómeno extraño. Su
cuerpo demostraba que había sido mordida
severamente por todas partes. Según ella, eran
dos espíritus. El primero era enorme, parecido a
un monstruo. Era negro y muy peludo. Tenía
colmillos que bajaban a cada lado de su boca,
además de un conjunto de dientes salientes. El
segundo parecía un enano. Subía por su cuerpo
para morderle la parte superior de su torso.
¡Estaba toda mordida! Le mordían el cuello, la
espalda, las piernas y los brazos
simultáneamente. Sus gritos eran espantosos y se
desmayaba después de cada episodio.

35
CARY PALMÓN

Esas extrañas mordidas demoníacas


comenzaron a ocurrir a diario, confundiendo y
asombrando a todos los que las veían. Los
doctores no tenían explicaciones para este
extraño suceso. Desconcertados, pidieron ayuda
a través de los medios de comunicación, lo que
permitió que muchos vieran el extraño
fenómeno. En cuanto la prensa se enteró,
enviaron reporteros a investigar. Los periódicos,
las emisoras de radio y las revistas de noticias de
todo el mundo comenzaron a informar sobre este
fenómeno.
Un médico la acusó de hacer un acto solo para
obtener publicidad. Clarita miró al médico y lo
maldijo diciendo: “Mo rirás”. El médico falleció al
día siguiente sin ni siquiera enfermarse.
Simplemente murió.
Lo mismo le sucedió al jefe de la cárcel. El
hombre se había enojado con Clarita y ella le dijo:
“¡Mo rirás!”. A los cuatro días el hombre murió,
convirtiéndose en la segunda persona víctima de
su maldición. El miedo se apoderó de la ciudad
cuando se difundió la noticia. Ahora decían que

36
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

ella era una bruja, que podía maldecir a los seres


humanos y morirían.
Por ese entonces, Lester Sumrall, un
misionero estadounidense, se encontraba
residiendo en Manila. Cuando escuchó las
noticias sobre aquella chica, empezó a interceder
por ella. A la mañana siguiente, Dios le habló y le
dijo que fuera a la prisión y orara por ella.
Sumrall cuenta que entró en un ayuno de tres
días antes de ir.
Cuando llegó a la prisión, los doctores no le
querían hacer caso y no querían que se
encontrara con ella, pero después de mucha
insistencia, le permitieron que la viera.
Clarita miró a los presentes y no dijo nada,
pero cuando vio a Lester Sumrall, comenzó a
gritar violentamente diciendo: “¡Te o dio !”. Lester
Sumrall no se inmutó y le respondió: “Sé que me
o dias, po rque vengo a echarte fuera”.
Él cuenta que comenzó una batalla espiritual
que le tomó de tres días, donde ordenó a los
espíritus malignos que la soltaran. Después de ese
tiempo, la joven sonrió y dijo: "Se han ido ”. ¡A

37
CARY PALMÓN

partir de ese momento, la joven entregó su vida a


Jesucristo!
Yo escuché personalmente a Lester Sumrall
hacer este relato. Lo que es muy interesante es
que después de la liberación de Clarita, Lester
Sumrall fue honrado y obsequiado con el uso del
coliseo de la ciudad para contar públicamente
cómo, en el nombre de Jesucristo, el poder de
Dios había liberado de los demonios a la joven. La
ciudad entera asistió a los eventos en el estadio,
que duraron varias semanas, y miles de personas
se convirtieron a Cristo en ese entonces. ¡Un gran
avivamiento llegó a Manila como resultado de
esta liberación!

38
CAPÍTULO CUATRO

La importancia de la autoridad

Mientras Jesucristo estuvo en esta Tierra, nos


demostró cómo debemos ejercer nuestra
autoridad contra el enemigo. Esta autoridad no
fue nunca solamente para los discípulos, sino
para todos los que creen en su nombre. Tú y yo
estamos en la misma posición espiritual con Dios
porque, gracias al sacrificio de Jesús, Él erradicó
nuestro pecado y nos convirtió en sus hijos.
¿Cuáles fueron las instrucciones de
Jesucristo? Leámoslas en sus propias palabras:

39
CARY PALMÓN

“Y les dijo: Id po r to do el mundo y


predicad el evangelio a to da criatura. El
que creyere y fuere bautizado , será salvo ;
mas el que no creyere, será co ndenado . Y
estas señales seguirán a lo s que creen: En
mi nombre echarán fuera demo nio s;
hablarán nuevas lenguas; tomarán en las
mano s serpientes, y si bebieren co sa
mo rtífera, no les hará daño ; so bre lo s
enfermo s po ndrán sus mano s, y
sanarán.” (Marcos 16:15 al 18).

“Habiendo reunido a sus doce discípulo s,


les dio po der y auto ridad sobre to dos los
demonio s, y para sanar enfermedades. Y
lo s envió a predicar el reino de Dio s, y a
sanar a lo s enfermos.” (Lucas 9:1 y 2).

“He aquí o s do y po testad de ho llar


serpientes y esco rpio nes, y so bre to da
fuerza del enemigo , y nada o s dañará.”
(Lucas 10:19).

40
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Como vemos por las distintas Escrituras


arriba mencionadas, Él nos ha dado su
autoridad, y desea que la administremos y la
apliquemos. En ellas leemos que no solo nos ha
delegado su autoridad, sino que nos está
respaldando con su poder para llevar a cabo los
propósitos de Dios en esta Tierra.
Recuerda que la Biblia fue escrita en tiempos
donde los reyes tenían el control de los países.
Ellos conquistaban a los países con su poder, mas
reinaban con su autoridad. Tenían el poder y la
milicia para subyugar y delegaban su autoridad
en sus representantes para imponer sus leyes.
Jesucristo demostró tener ambas cosas, poder
y autoridad, y nos las delegó a nosotros para
que las utilizáramos.
Cuando Satanás fue expulsado del cielo
perdió su autoridad celestial, pero no su poder,
porque había sido uno de los arcángeles de Dios,
creado con poder. Por lo tanto, sigue teniendo
poder y podemos ver esto en el relato de su lucha
contra el otro arcángel de Dios, Miguel, sobre el
cuerpo de Moisés. Era una lucha de poder contra
poder. No fue sino hasta que Miguel invocó la

41
CARY PALMÓN

autoridad y el poder de Dios que Satanás perdió


(Judas 1:9-22).
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo siempre
han tenido el poder para crear, la autoridad para
gobernar y la libertad de transferir su autoridad,
si así lo deseaban. Y eso fue lo que hicieron con
Adán y Eva.

“Lo s cielos so n lo s cielo s de Jehová. Y ha


dado la tierra a lo s hijo s de lo s ho mbres”
(Salmos 115:16).

Dios no transfirió la propiedad de la Tierra a


los seres humanos, pero sí la autoridad para
gobernarla, usarla y cuidarla. Adán y Eva fueron
creados para ejercer dominio con autoridad
santa y sin pecado. Sin embargo, su
desobediencia provocó su separación de Dios y
ellos optaron por escoger a Satanás como su
nuevo señor, cediendo así su autoridad y
convirtiéndose en sus esclavos. Cuando Adán
pecó, Satanás les robó la autoridad que tenían,
pasando a ser él quien reina sobre los seres
humanos y todo lo que habita en esta Tierra.

42
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

"¿No sabéis que si o s so metéis a alguien


co mo esclavos para o bedecerle, sois
esclavo s de aquel a quien obedecéis, sea
del pecado para muerte, o sea de la
o bediencia para justicia?" (Romanos
6:16).

Pero ahora, gracias al sacrificio de Jesucristo


en la cruz, podemos invocar su nombre y
tenemos la autoridad y el respaldo del poder de
Dios para llevar a cabo los propósitos de Dios en
esta Tierra.
Un detalle muy interesante es que cuando
Jesucristo vino a esta Tierra declaró que todo lo
que hacía era bajo la autoridad de su Padre
Celestial:

“Po rque las o bras que el Padre me dio


para que cumpliese, las mismas o bras
que yo hago , dan testimonio de mí, que el
Padre me ha enviado ” (Juan 5:36).

Sin embargo, una vez que Él resucitó dijo:

43
CARY PALMÓN

“To da po testad (auto ridad) me es dada en


el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18).

Jesús recobró la autoridad perdida por Adán


en esta tierra y ahora Él nos la confiere.
¿Cómo es que tú y yo podemos utilizar esta
autoridad delegada que ha sido obsequiada por
Jesucristo a su Iglesia? Haciéndolo de la misma
manera que lo hizo Jesucristo. Él utilizo la
Palabra de Dios, decretando lo que ya sabía que
era la voluntad de Dios. Con sus palabras echó
fuera demonios, sanó enfermos, resucitó a
personas, multiplicó panes y peces, calmó la
tempestad, y como ya sabes, hizo muchas otras
cosas más.
Existe una gran diferencia entre Jesús y sus
discípulos porque ellos utilizaron el nombre de
Jesucristo para exigir y apoderarse de lo que ya
había sido comprado y pagado por Jesucristo.
Nosotros tenemos que aprender a hacer lo
mismo.
Si recuerdas, en el libro de Hecho s 19:15 al 17,
unos hombres judíos trataron de expulsar a un

44
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

demonio. El demonio les dijo: “A Jesús co no zco ,


y sé quién es Pablo ; pero vo so tro s, ¿quiénes
so is?”. El demonio saltó sobre ellos, los hirió y
tuvieron que huir. Esto nos enseña claramente
que nuestra autoridad está basada en nuestra
relación personal con Jesucristo como Salvador y
Señor de nuestras vidas.
Nuestra fe tiene un lugar importante en el
proceso de aplicar la autoridad dada por nuestro
Señor. Dios nos ha dado a todos una medida de
fe y esta medida puede crecer a través de nuestro
estudio de la Biblia, la comunión con Dios, la
oración, el ayuno y el desarrollo espiritual. Hubo
una ocasión donde los discípulos no lograron
liberar a un niño de un espíritu maligno. El padre
lo trajo a Jesucristo y cuando los discípulos le
preguntaron por qué no pudieron liberarlo, Él lo
atribuyó a su falta de fe:

“Jesús les dijo : Po r vuestra po ca fe;


po rque de cierto o s digo que, si tuviereis
fe co mo un grano de mostaza, diréis a
este mo nte: Pásate de aquí allá, y se

45
CARY PALMÓN

pasará; y nada o s será impo sible” (Mateo


17: 14-23).

Él ya les había dado autoridad, pero la fe de


los discípulos no era lo suficientemente fuerte
como para liberar al niño. Es obvio que nuestro
nivel de autoridad está relacionado a nuestro
nivel de fe. Si tú vas ante una persona que está
oprimida por enfermedad, vicio o demonio,
tienes que saber en tu interior —sin ninguna
duda— que es la voluntad de Dios que esa
persona sea libre, que Dios te va a respaldar con
su poder y su autoridad y que, por tanto, te toca a
ti tener fe en la Palabra de Dios y orar por ella.
En una ocasión, un centurión, que era un
capitán al mando de unos 80 soldados, vino a
Jesucristo para que sanara a su criado que estaba
enfermo, diciéndole:

“Seño r, no so y digno de que entres bajo


mi techo ; so lamente di la palabra, y mi
criado sanará po rque también yo so y
ho mbre bajo auto ridad, y tengo bajo mis
ó rdenes so ldado s; y digo a éste: Ve, y va;

46
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

y al o tro : Ven, y viene; y a mi siervo : Haz


esto , y lo hace. Al o írlo Jesús, se
maravilló , y dijo a lo s que le seguían: De
cierto o s digo , que ni aun en Israel he
hallado tanta fe” (Mateo 8:8 al 10).

Esta es la única ocasión en que Jesús se


maravilló al ver que el hombre tenía tanta fe y
comprendía el concepto de autoridad bajo el cual
Él operaba.
Unas palabras de aclaración acerca de la
autoridad espiritual. Dios no nos ha dado
autoridad sobre la voluntad de otro ser
humano. Dios permite a toda persona escoger
según sus propios deseos y, por lo tanto, no
podemos ejercer autoridad sobre la voluntad de
la persona, pero sí podemos ejercer la autoridad
espiritual sobre el demonio que la posee o sobre
el que la atormente. En el pasado, yo he visto que
muchas personas han abusado de su autoridad y
se han propasado en esta área: por eso me pareció
necesario hacer esta aclaración.

47
CARY PALMÓN

Autoridad sobre las pestilencias


Yo llevaba poco tiempo en los caminos de Dios
cuando recibí la enseñanza de que tenemos
autoridad en esta Tierra sobre las obras del
enemigo y de que, ahora, nosotros somos
llamados a apropiarnos y gobernar nuevamente
en el territorio perdido. En ese entonces venía a
mi ciudad una plaga de insectos que iba a devorar
todo el pasto y todas las hojas de los árboles.
Al llegar a mi casa, miré mi hierba, mis
florecitas y las hojas en los árboles de mi casa con
gran tristeza, pensando que en un par de días
todo estaría seco. De repente, la enseñanza que
acababa de recibir acerca de nuestra autoridad
vibró dentro de mí y, al bajarme del coche,
caminé el perímetro de mi propiedad, declarando
y prohibiendo que estos insectos se devoraran
mis plantas y mi hierba. A los pocos días vinieron
los insectos y se devoraron todas las plantas
alrededor; sin embargo, las de mi casa se
mantuvieron verdes.

48
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Quiero que sepas que esta fue una gran


enseñanza que Dios me dio y desde entonces he
practicado la autoridad espiritual y he sido
testigo de grandes milagros que Dios ha hecho.
Claro que, como todo en la vida, uno comienza
ejercitando la autoridad en cosas pequeñas y
según uno se va desarrollando espiritualmente
puede ejercitar la voluntad de Dios en cosas
mayores.
Cuando nosotros venimos a Cristo y
comenzamos nuestro camino con Él,
necesitamos aprender acerca de la gran magnitud
de todo lo que Él hizo por nosotros. No solo nos
perdonó y nos dio vida eterna, sino que nos ha
restaurado el nivel de autoridad que perdimos
cuando Adán pecó. La forma en que desatamos
nuestra autoridad para beneficiar a otros viene a
través de utilizar los principios delineados en ella
para vencer al enemigo.
Nota: Deseo recomendarte un libro que escribí y
que trata en detalle acerca de la autoridad
espiritual que Jesucristo nos ha otorgado. El libro
se llama Evidencia y Veredicto. Lo puedes

49
CARY PALMÓN

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50
CAPÍTULO CINCO

Cerrando las puertas abiertas

Existen distintas formas por las cuales una


persona puede estar oprimida o poseída por el
enemigo. Hagamos una distinción muy
importante entre estas dos situaciones.
La persona oprimida puede ser un cristiano
que ha participado en actos pecaminosos en su
vida y le ha dado permiso legal a los demonios
para que lo atormenten. Un creyente puede ser
acosado, atormentado y afligido por un espíritu
maligno sin estar poseído directamente.
El ser humano está compuesto de tres partes:
el cuerpo, el alma con la mente y las emociones y
su espíritu, el cual, una vez que la persona viene a
Cristo, se convierte en uno con Dios.

51
CARY PALMÓN

“Pero el que se une al Señor, un espíritu


es con él” (1 Corintios 6:17).

El creyente puede ser atormentado en el área


de su mente, sus emociones y su cuerpo, pero no
puede ser poseído porque ya pertenece a Dios.
La persona poseída es un incrédulo el cual
nunca ha depositado su fe en Jesucristo como
Señor y Salvador de su vida. En consecuencia, no
vive una vida cristiana. El espíritu maligno ha
tomado control de su alma y puede que también
de su cuerpo. En muchos casos, esto ocurre
cuando la persona se ha dedicado al diablo,
cuando ha participado voluntariamente en actos
satánicos o cuando ha cometido actos de gran
maldad. Solo una persona que nunca ha aceptado
a Jesucristo como su Salvador puede
experimentar este nivel de actividad demoníaca.
El diablo lleva muchos años engañando a los
seres humanos. Mi abuelita tenía un dicho que
decía así: “Más sabe el diablo po r viejo que po r
diablo ”. Yo no sé si eso era correcto o no, pero lo
cierto es que él lleva miles de años engañando a
la raza humana y muchas personas no se dan

52
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

cuenta de las puertas de entrada que tienen


abiertas al enemigo. A continuación, detallaré
algunas de esas puertas del enemigo, que pueden
conducir a que el creyente sea atormentado y que
la persona no convertida sea poseída.

El ocultismo
Dios advierte a su pueblo contra todo contacto
espiritual que no provenga de Él. Todo lo
relacionado con el poder del demonio no debería
tener relación con los cristianos. Esto incluye
brujería, espiritismo, ídolos, barajas de tarot, el
horóscopo, bola de cristal, quiromancia (leer la
palmas), magia, trances, rituales satánicos, nueva
era, la quija, comunicarse con los muertos, etc.

“No sea hallado en ti quien haga pasar a


su hijo o a su hija po r el fuego , ni quien
practique adivinació n, ni ago rero , ni
so rtílego , ni hechicero , ni encantado r, ni
adivino , ni mago , ni quien co nsulte a los
muerto s. Po rque es abo minació n para
co n Jeho vá cualquiera que hace estas
co sas, y po r estas abominacio nes Jehová

53
CARY PALMÓN

tu Dio s echa estas nacio nes de delante de


ti. Perfecto serás delante de Jehová tu
Dio s” (Deuteronomio 18:10-13).

Trauma
Cuando una persona experimenta un trauma,
esto la hace vulnerable a un ataque del enemigo.
Podemos citar varios ejemplos de trauma, tales
como la muerte de un ser querido; cualquier
tragedia; abuso de cualquier tipo (físico, verbal,
sexual, emocional o espiritual); accidentes y
experiencias cercanas a la muerte o cualquier
acontecimiento intenso que produzca miedo.
Estos sucesos dan apertura al tormento por parte
de los demonios, porque la persona vuelve a
recordar una y otra vez el trauma sufrido, en vez
de entregarle este evento a Dios y pedir su ayuda
y sanidad para su alma.

Los cinco sentidos


Hay muchas formas en que los demonios pueden
acceder a las personas a través de los cinco

54
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

sentidos. A esas formas también se les llama las


puertas del alma.
Los cinco sentidos de la persona están sujetos
a la debilidad de satisfacer los deseos de la carne,
lo cual dará entrada a los demonios. Entre los
deseos de la carne podemos mencionar algunos
como drogadicción, alcoholismo, pornografía,
perversión sexual y otros más. La Biblia nos
advierte en 1 Juan 2:16 que todo lo que hay en el
mundo, los deseos de la carne, los deseos de los
ojos y la vanagloria de la vida, no proviene de
nuestro Padre Celestial.
Una aclaración muy importante y necesaria
debido a los tiempos en que vivimos es que si, de
repente, aparece una escena impropia en la
televisión, o un acto violento o impropio, en ese
momento se debe renunciar y declarar que no se
está de acuerdo con lo que se ha visto. Los
demonios solo tienen acceso legal a las almas
cuando están de acuerdo con lo que ven o sienten
y participan en ello. Es importante rechazar
cualquier entrada que pueda darle acceso al
enemigo.

55
CARY PALMÓN

Maldiciones generacionales
Todos nosotros heredamos rasgos físicos de
nuestros padres. Pero no solo heredamos estos
rasgos físicos, sino que también heredamos
patrones de comportamiento, debilidades de
carácter y adicciones que se transmiten como
parte del linaje familiar. Muchos han heredado
también maldiciones debido a los pecados
cometidos por los familiares, tales como la
idolatría, la hechicería, crímenes, actos de
inmoralidad: por lo tanto, este es un punto de
acceso legal para los demonios, que proviene de
pecados llevados a cabo por nuestros familiares.
De acuerdo con la Ley de Moisés, Dios
promete castigar la iniquidad de los padres sobre
los hijos hasta la tercera y cuarta generación
(Deutero nomio : 5:9). Esta ley todavía se aplica a
los incrédulos, pero si eres un creyente ya no
estás bajo la ley. Dios no te hace responsable de
los pecados de tus padres o de tus abuelos. Jesús
se convirtió en una maldición por ti cuando colgó
de la cruz para que ya no llevaras la maldición de
Dios.

56
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

“Cristo no s redimió de la maldició n de la


ley, hecho po r no sotros maldició n
(po rque está escrito : Maldito to do el que
es co lgado en un madero )” (Gálatas
3:13).

El Espíritu Santo no nos condena por los


pecados de nuestro linaje. Pero debemos darnos
cuenta de que existen espíritus familiares que
atacarán a cada generación dentro de los confines
de la familia, en los mismos puntos de debilidad.

La falta de perdón
La falta de perdón abre la puerta para que la
persona sea atormentada. En Mateo 18, Jesús
cuenta la parábola del siervo que no perdona y
advierte a los discípulos que su Padre celestial los
entregará a los verdugos a menos que perdonen a
sus hermanos (Mateo 18: 32-35). La Biblia nos
revela que los hijos de Dios pueden darles acceso
legal a los demonios; no para poseerlos, sino para
atormentarlos y oprimirlos.

57
CARY PALMÓN

Ataduras del alma


Existen muchas ataduras del alma, algunas
buenas y otras malas. Entre las buenas está la
relación que existe entre un padre y su hijo, y
hemos visto cómo los padres dan la vida para
salvar a su hijo. Existen también entre amigos,
cuando una buena amistad une con lazos de
amor. Si ocurre dentro de los confines de una
relación correcta, entonces vendrán las
bendiciones. Pero cuando esto ocurre fuera de
ella, producirán confusión, opresión y
destrucción.
Cuando estas ataduras existen, debido a
relaciones sexuales previas fuera del matrimonio
con otra persona aparte del cónyuge, entonces
obstaculizan la unión total. La persona se vuelve
incapaz de involucrase emocional y
espiritualmente con el cónyuge. Lo mismo
ocurre cuando la persona comete adulterio y no
puede olvidarse de la persona con la cual lo
cometió y, por lo tanto, aunque sea fiel, todavía
siente cierta atracción hacia dicha persona y se
manifiesta repetidamente en sueños y en

58
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

recuerdos que serán recurrentes hasta que se


rompa la atadura del alma.
Debemos observar en la Biblia que el acto
sexual une a dos personas.

“Po r tanto , dejará el ho mbre a su padre y


a su madre, y se unirá a su mujer, y serán
una so la carne” (Génesis 2: 24).

En 1 Co rintio s 6:18 y en Pro verbios 6:32 se


nos habla del peligro de cometer adulterio o de
unirse en fornicación fuera de los límites del
matrimonio.
Como hemos leído, los demonios están
buscando las distintas áreas en la vida de una
persona por las cuales puedan tener acceso legal
a atormentarlas o poseerlas. Jesús dijo, en Juan
14:30, que Satanás no tenía nada en él y es de esa
misma manera que tú y yo debemos vivir.
Un creyente puede estar atormentado al tener
puertas abiertas en el área del alma y al no
entregar su ser completamente a Dios. Solamente
una persona que nunca ha aceptado a Jesucristo
como su Salvador puede experimentar la

59
CARY PALMÓN

posesión o dominación demoníaca y, a pesar de


esto, puede ejercer su voluntad, aunque esté en
esas condiciones. Examinando el caso que se
relata en Marco s 5, vemos que el endemoniado
del país de los gadarenos escogió acercarse a
Jesús en vez de alejarse de Él.

“Y cuando salió él de la barca, en seguida


vino a su encuentro , de lo s sepulcro s, un
ho mbre co n un espíritu
inmundo .”(Marcos 5:2)

El evangelio de Jesucristo no está destinado


simplemente a enseñar doctrina, sino que incluye
el poder de liberar, salvar, sanar, restaurar al
individuo, demostrando que el Reino de Dios ha
llegado y el reino de Satanás está siendo
destituido.

60
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Ningún arma forjada


contra ti prosperará
Me encontraba predicando en Brasil, en una bella
ciudad que me dijeron que era la cuna de la
macumba. Yo no sabía a qué se referían, pero
aprendí que se trataba de una de las prácticas
satánicas que abundan en ciertos países
latinoamericanos. Este conocimiento no me
afectó, porque entonces estaba convencida (y
sigo convencida) del poder de Jesucristo ante
toda obra del enemigo y de su poder para
proteger a cada uno de sus hijos.
El pastor había decidido hacer el evento en la
calle y había cerrado varias calles adyacentes a la
iglesia, para que todos los que vivían alrededor
escucharan la predicación y tuvieran
oportunidad de entregar sus vidas a Cristo.
Cuando llegó el momento de predicar, fui
hacia el escenario que ellos habían preparado;
pero a medida que iba caminando, comencé a
escuchar en mi ser la voz del Espíritu Santo que
me decía que alguien estaba escondido en una de

61
CARY PALMÓN

esas casas y que tenía un arma lista para


dispararme y matarme en cuanto llegara al
escenario. Me acordé de la palabra del Señor que
dice “ningún arma forjada contra ti prosperará”
(Isaías 54:17) y tomé autoridad sobre el espíritu
que estaba en la persona que deseaba asesinarme.
Supuse que la persona se oponía al evangelio.
Procedí a predicar sin ningún percance,
muchísimas personas vinieron a Cristo y
también recibieron sanidad, liberación y el
bautismo del Espíritu Santo.
El pastor me invitó a cenar después del evento
y la joven que me acompañaba me dijo que, en el
momento en que yo me dirigía hacia el escenario,
ella había sentido en su corazón que me iban a
matar y oró por mí. Durante la cena, el pastor nos
explicó que en los alrededores había un sicario,
que era una persona que solo por placer estaba
asesinando a las personas de esa ciudad con su
pistola. Al oír eso, ¡comprendí que yo sabía dónde
había estado el sicario y cómo Dios me había
protegido!

62
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

El Salmo 91 nos ofrece una protección total


de todo mal. Te sugiero que lo aprendas, lo
medites y lo memorices.

63
CARY PALMÓN

Salmo 91

El que habita al abrigo del Altísimo


Mo rará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía y
castillo mío ;
Mi Dio s, en quien co nfiaré.
Él te librará del lazo del cazado r,
De la peste destructo ra.
Co n sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro ;
Escudo y adarga es su verdad.
No temerás el terro r no cturno ,
Ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en o scuridad,
Ni mo rtandad que en medio del día
destruya.
Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.
Ciertamente con tus o jo s mirarás
Y verás la reco mpensa de los impío s
Po rque has puesto a Jehová, que es mi
esperanza,
Al Altísimo po r tu habitación,

64
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

No te so brevendrá mal,
Ni plaga tocará tu mo rada.
Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en to do s tus camino s.
En las mano s te llevarán,
Para que tu pie no tro piece en piedra.
So bre el león y el áspid pisarás;
Ho llarás al cacho rro del león y al dragó n.
Po r cuanto en mí ha puesto su amo r, yo
también lo libraré;
Le pondré en alto , po r cuanto ha
co no cido mi no mbre.
Me invo cará y yo le respo nderé;
Co n él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glo rificaré.
Lo saciaré de larga vida,
Y le mo straré mi salvació n.

65
CAPÍTULO SEIS

Recibiendo liberación

¿Cómo es que tú y yo podemos utilizar la


autoridad delegada que ha sido obsequiada por
Jesucristo a su iglesia y recibir o traer liberación
a otros? Si eres tú la persona que está siendo
atormentada, entonces debes comenzar por creer
Su Palabra. Él está esperando por ti, para que
aceptes la autoridad que ya Él te ha obsequiado y
que te permite hacerte cargo de situaciones
negativas a través de la oración de autoridad,
demandando y ordenando tu libertad —o la
libertad de todo cautivo que se encuentra en las
garras de Satanás— y, así, recuperando el terreno
que Satanás ha recibido el “derecho legal” de
ocupar. Más adelante explicaré a fondo cómo
recibir la liberación, pero ahora debemos
67
CARY PALMÓN

concentrarnos en aprender cómo lo hizo


Jesucristo.
Jesucristo utilizó la Palabra de Dios
decretando lo que ya sabía que era la voluntad de
Dios. Con sus palabras ordenó y mandó,
echando fuera demonios, sanando enfermos,
resucitando a personas, multiplicando panes y
peces, calmando la tempestad, y, como ya sabes,
hizo muchas otras cosas más.
Existen muchos ejemplos, pero observemos lo
que Jesús le dijo a la tempestad: “Calla,
enmudece”. A la higuera le dijo: “Jamás co merán
de ti” y la higuera se secó. Al leproso le dijo: “Sé
limpio” y ahí mismo fue sano de la lepra. A Lázaro
le dijo: “Lázaro , ven fuera” y resucitó. Al
muchacho endemoniado le dijo: “Yo te mando ,
sal de él y no entres más en él” y el muchacho
quedó libre.
Como ves, Jesús ordenó la libertad de todo
cautivo, debido a una enfermedad, a la muerte o
a una posesión demoníaca. Jesús fue nuestro
modelo y con sus ejemplos nos enseñó cómo
actuar. Los discípulos fueron entrenados por Él

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

y, basados en su ejemplo, ellos aplicaron esta


enseñanza.

“Y estas señales seguirán a lo s que creen;


En mi nombre echarán fuera demo nios;
hablarán en nuevas lenguas” (Marcos
16:17).

Las últimas instrucciones de Jesucristo antes


de partir fueron para liberar a las personas
poseídas por los demonios. Les dijo a sus
discípulos que los echaran fuera. Nosotros, como
hijos de Dios, hemos sido dotados de su poder,
tenemos autoridad para echar fuera al diablo y
debemos ejercerla. La palabra "echarán" denota
una acción ofensiva. Esto significa tomar la
iniciativa y ser el agresor.
Satanás cayó debido a su orgullo y Jesús no
quiere que sus seguidores cometan el mismo
error y que se enorgullezcan de su autoridad
espiritual. Es por eso que nos dice que no nos
regocijemos cuando los espíritus demoníacos
estén sujetos a nosotros. Es importante caminar
con humildad cuando participamos de la
liberación o de cualquier tipo de ministerio a
69
CARY PALMÓN

otros. Esto incluye reconocer que, cuando


confrontamos un espíritu demoníaco que opera a
través de un individuo, nos estamos
confrontando directamente a Satanás y que es la
autoridad y el poder de otorgado por Jesús lo que
nos da la victoria y no nuestro valor o autoridad.
La Biblia nos enseña, en Santiago 4:7, que
primero debemos someternos a Dios, lo que
significa que nos negamos a someternos a la
presencia del diablo o a sus caminos engañosos.
El resto de este verso dice que debemos resistir al
diablo. La resistencia es una acción militar.
Resistir muestra fuerza. Dios declara que cuando
lo resistes, el diablo huye de ti. Huir es alejarse
precipitadamente de un lugar o de una persona
por temor o para evitar un daño o un peligro. Si
el diablo huye de nosotros aterrorizado, ¿por qué
los cristianos deberíamos tenerle miedo? ¿Cómo
puede lastimarnos?

“Hijito s, vosotro s so is de Dio s, y lo s


habéis vencido ; po rque mayo r es el que
está en vo sotro s, que el que está en el
mundo ” (1 Juan 4:4).

70
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Tu identidad espiritual es una gran arma que


Dios te ha dado. Tú fuiste escogido antes de la
fundación del mundo y fuiste predestinado para
ser adoptado como hijo de Dios por medio de
Jesucristo (Efesio s 1:4,5). Cuando la Biblia se
refiere a “ser predestinado” quiere decir que la
persona predestinada tiene su final definido
desde el momento de su nacimiento. ¿Te puedes
imaginar qué gran amor tiene Dios por ti? Antes
de que nacieras, Él ya había decidido que serías
adoptado por Él y, más aún, algo maravilloso
tomó lugar cuando tú decidiste escogerlo como
Señor y Salvador de tu vida.
Él te hizo una nueva criatura y mira lo que
dice acerca de ti:

“Eres una persona valiosa, porque eres


el hijo de Dios”. “Pues to dos so is hijo s de
Dio s po r la fe en Cristo Jesús… ” (Gálatas
3:26).

Eres una persona valiosa por el precio


que Jesús pagó por ti. “Sabiendo que
fuisteis rescatado s de vuestra vana
71
CARY PALMÓN

manera de vivir la cual recibisteis de


vuestro s padres no co n co sas
co rruptibles, co mo o ro y plata, pero con
la sangre precio sa de Cristo… ” (1 Pedro
1:18,19).

Eres una persona valiosa debido a la


posición espiritual en la que Él te ha
colocado. “Aun estando no sotros
muerto s en pecado s, nos dio vida
juntamente co n Cristo , por gracia sois
salvo s y juntamente co n Él no s resucitó y
asimismo no s hizo sentar en lo s lugares
celestiales co n Cristo Jesús… ” (Efesios
2:5,6).

Eres una persona valiosa porque Dios


te ha hecho linaje escogido. “Mas
vo so tro s so is linaje esco gido , real
sacerdo cio , nació n santa, pueblo
adquirido po r Dio s… " (1 Pedro 2:9).

72
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Por consiguiente, a la hora de expulsar a los


demonios, debemos considerar que nuestra
posición espiritual es que, como hijos de Dios,
nos encontramos en Cristo, vivimos, nos
movemos y somos (Hecho s 17:28) y no debemos
temer o dejar que el enemigo ponga
pensamientos en nuestro ser de que no valemos
o de que no servimos. Tú eres una persona
valiosa y Dios te ama. Te insto a meditar en el
gran valor que Dios ha puesto en tu persona.

Los demonios no se irán hasta que les quitemos


su permiso legal. Este proceso es igual para la
persona que está siendo atormentada por los de-
monios como para la persona que está dominada
o poseída por ellos.
Mientras que la persona se deleite en su pecado o
acciones pecaminosas, no podrá ser socorrida.
Pero si la persona desea ayuda, se comienza con
un sincero arrepentimiento de su pecado,
ayudándole a renunciar, a perdonar y a romper
toda asociación con el pecado. Una vez hecho
esto, podemos expulsar al enemigo, el cual no

73
CARY PALMÓN

tendrá otra opción que salir huyendo porque ya


no tiene permiso legal para quedarse.
No siempre se puede proceder con una
liberación en privado, porque en ciertas
ocasiones estas tienen lugar durante el tiempo de
ministerio en el servicio de la iglesia. Pero en el
caso de tener una sesión en privado, se comienza
en oración, dándole a Jesucristo toda la alabanza
por lo que hará. Se ora por la protección de todos
los involucrados y de las familias representadas.

A continuación, enumero los distintos pasos para


llevar a cabo la liberación
1. Reconocer que todo acto de pecado es
abominable ante Dios.
2. Tener un sincero arrepentimiento.
3. Renunciar al pecado.
4. Recibir el perdón de Dios.
5. Perdonar a aquellos que le han herido.
6. Declarar en voz alta que se rompe, se corta y
se desliga todo tipo de atadura al pecado en
el cual la persona ha estado involucrada.
74
DESATANDO A LOS CAUTIVOS

7. Romper cualquier tendencia destructiva o


dominio demoníaco transmitido a través del
linaje familiar, como el alcoholismo, la
inmoralidad, la participación en el ocultismo,
el suicidio, el divorcio, las ataduras de alma y
cualquier otra cosa en que se haya
transmitido y que sea dañina.
8. Ordenar a todos los espíritus demoníacos
que se vayan y no regresen.
9. Entregar el control de su vida a Jesucristo
verbalmente y pedirle que lo bautice con su
Espíritu Santo.
10. Reclamar la Sangre de Jesucristo
verbalmente, en voz alta, para su vida y para
su pasado. (ver Hebreo s 9:22 y Co lo senses
2:14–15).

Ejemplo de oración

Jesús, creo que eres el Hijo de Dio s. Creo


que mo riste en la cruz po r mis pecado s y
que resucitaste de entre lo s muerto s. Te
co nfieso co mo mi Seño r y Salvado r.

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CARY PALMÓN

Me arrepiento de to do s mis pecados


(enumera lo s pecados específico s en voz
baja).

Perdo no a to do s lo s que me han hecho


mal o me han hecho daño (no mbra a las
personas específicas en vo z baja).

Dejo atrás to do resentimiento , o dio y


rebelió n. También me perdo no a mí
mismo po r to do s los pecado s que he
co metido contra ti y lo s demás.

Renuncio a lo s espíritus demo níaco s que


he permitido en mi vida y ro mpo , co rto
y desligo to da atadura pecamino sa que
existe en mi vida, al igual que las que
pro vienen de mi linaje familiar. Ordeno
que se vayan y que no regresen.

Seño r, te pido que me perdo nes por


to do s mi pecados y que me limpies con
tu precio sa sangre.

Aho ra mismo acepto tu amor y tu perdón


y te pido que me llenes con el Espíritu
Santo .

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

Gracias, Seño r.

Manteniendo la libertad
Al irse el demonio o demonios, dejan un vacío en
la persona. La persona debe inmediatamente
aceptar a Cristo, si es que no lo ha hecho
anteriormente, y debe pedirle al Señor que la
bautice con el Espíritu Santo. Esto es de suma
importancia. Jesucristo nos enseña la
susceptibilidad de la persona que queda vacía. Es
muy importante ayudar a la persona en su
proceso de restauración espiritual, enseñándole
cómo orar, cómo adorar y cómo leer su Biblia
diariamente.

“Cuando el espíritu inmundo sale del


ho mbre, anda po r lugares secos,
buscando repo so y no lo halla. Ento nces
dice: Vo lveré a mi casa de do nde salí; y
cuando llega, la halla deso cupada,
barrida y ado rnada. Ento nces va y toma
co nsigo o tro s siete espíritus peo res que
él y entrado s, mo ran allí; y el po strer

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CARY PALMÓN

estado de aquel ho mbre viene a ser peor


que el primero .” (Mateo 12:43 al 45).

Cuando el alma se somete a Dios y el corazón


se purifica con su Palabra, Dios nos da Su gracia,
que incluye el deseo y el poder de hacer Su
voluntad. Después de haber recibido la
liberación, se debe cuidar de no regresar a los
patrones incorrectos y pecaminosos que
causaron el tormento o la posesión. Por eso es
crucial el recibir el bautismo del Espíritu Santo.
Es muy importante el identificar las fortalezas
demoníacas que en el pasado existían en el área
de la mente, combatiéndolas con memorizar y
meditar en las porciones de la Palabra de Dios
que luchan contra el pecado cometido.

“En mi co razó n he guardado tus dicho s,


para no pecar contra ti. Bendito tú, o h,
Jehová; Enséñame tus estatuto s.”
(Salmos 119:11-12).

78
Acerca de la Autora

Cary Palmón nació en La Habana, Cuba. Años


después, su familia se trasladó a Tulsa,
Oklahoma, después del trágico asesinato de su
padre. Este horrible evento causó un terrible
daño en su ser, pero en el año 1973 Cary tuvo un
encuentro sobrenatural con Jesucristo, el cual
transformó su vida y sanó las heridas de su
corazón.
Los años pasaron y en el 1982 comenzó su
trayectoria ministerial como Pastora, siendo
fundadora de la Iglesia Naciones Unidas en
Cristo. Su labor se ha expandido a la televisión y
la radio, trayendo la respuesta y solución bíblica
a los problemas de la vida.

79
CARY PALMÓN

Cary es conferencista internacional y también es


la autora de varios libros. Ella es una voz de
esperanza que llega al herido, al menospreciado,
al alcohólico, al indefenso, al adicto, y en fin, a
todo aquel que sufre y necesita consuelo.
Te invitamos a visitar nuestra página web
www.carypalmon.org.
Si deseas comunicarte con la autora, puedes
escribirle a la siguiente dirección:
Cary Palmó n
P.O. Box 54723
Tulsa, Ok 74155

Otros libros publicados por


Cary Palmón
Estos libros se encuentran disponibles
gratuitamente para descarga en
www.CaryPalmon.org.
 Del Fracaso al Triunfo
 Cómo orar por tus seres queridos
 Conflictos del Corazón

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DESATANDO A LOS CAUTIVOS

 Evidencia y Veredicto
 Principios para una Vida Victoriosa
 Reparando el Corazón Roto
 Ven Espíritu Santo
 Jesucristo te sana
 Seeds of Destiny- En inglés
 From Failure to Success- En inglés

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