Está en la página 1de 6

Diez años desatadas

11/10/2019. Agencias de noticias UBA.


Escrito por: Ignacio Sala
Fotos de: Juana Posbeyikian

Desde hace una década, mujeres internadas y externadas del Moyano realizan lo
que hoy el mundo de los medio denomina podcast. “Desate” se graba desde el
interior del hospital para toda la comunidad con la intención de tejer puentes.

«La locura está en el aire. Mujeres de radio, en lucha y en marcha. Estamos


desatadas», entona cualquier parlante de radio que sintonice los programas de
“Cheque en Blanco” (FutuRock) o «Las Voces de Aquelarre» (Radio Hache) o la
programación de Radio Colmena. Pero esas entonaciones que colman esas señales
están desatándose desde el centro del Hospital Moyano en el centro de Barracas, al
sur de la Ciudad de Buenos Aires.
El hospital Braulio Moyano es, visto por fuera, un tono sin medios. Altos paredones
de un color grisáceo aburrido y abandónico, signado por el tiempo que fue
adhiriéndose, en capas, a la cola con la que se pegan afiches. Un bello intersticio
edificado con paredes, columnas y molduras color café con leche corta la
monotonía de ladrillo tras ladrillo. El hospital Moyano es un movimiento
constante. Lo constante, también dentro, es que el Moyano es un gineceo: se trata
de un neuropsiquiátrico exclusivo para mujeres.
Una vez dentro, la disrupción está en el centro. Como si de un nudo se tratase, allí
está el desate. Usar la voz, lograr palabra, hacer radio allí es digno de alocadas
ideas. Más aún: Realizan, hace diez años, lo que hoy -hace pocos años-, se conoce
como podcasts.

En el medio de la reclusión, ¡zas!, la voz.


Y contra la monotonía, ¡zas!, la innovación.
Silvia Malts, coordinadora de la radio El Desate.

Radio El Desate en el Hospital Moyano integrado por internas y externadas.


“Desate” es una idea de trece años que cumplió, este 2019, diez de realidad. Surgió
como ocurrencia de Silvia Maltz, psicóloga del Moyano, como contrafuerza a la
lógica hermética del hospital. «Propuse un dispositivo radial, que permite un nexo
entre el hospital y la comunidad. Personas como Alfredo Olivera, creador de “La
Colifata”, o estudiantes de Comunicación Comunitaria de la UBA aportaron a que
esta idea tome vuelo», explica Maltz.
Así se creó un nexo entre mujeres internadas y externadas interesadas en hacer
radio, que junto a otros colaboradores debatieron sobre el nombre y la modalidad
del proyecto: “Desate” (o “Desatadas”)
Por internet fue en un principio, hasta que paró la oreja el AFSCA (actual ENACOM)
y sintonizó también al ISER (Instituto de Enseñanza Radiofónica). Y así, se formó
un equipo de colaboración técnica, integrado hoy por Paula Abregú (psicóloga),
como co-coordinadora y productora, y Romina Romero y Marcos Autcheloine
(ambos periodistas de ISER) en operación y edición radiofónica.
Y así, el dial virtual pudo ya ser un dial a perilla. Es decir, que las “Desate”
producían para ser escuchadas (y valoradas) por Radio Nacional, Radio
Cooperativa, Radio La Tribu, Radio Mega, Madres y Radio Vorterix.
«Además de -y más que- ser un dispositivo terapéutico, es un programa
competitivo técnicamente. La modalidad adoptada desde hace tiempo es prueba de
ello», agrega Autcheloine. Mientras podcast suena novedoso, las Desate hacían la
novedad hace una década con un nombre menos rimbombante.
La osadía de este grupo de mujeres pensantes y críticas hizo abordar, desde el
principio, temáticas que tardan mucho en encontrarse en el dial, en una concisión
llamativa: tres minutos. Coyunturas política y económica, efemérides, derechos,
burocracia, inmigración, o conceptos como encierro, maternidad, feminismo,
talento, grieta, cambio, mujer o mate son meritorios de la palabra hablada al
servicio de la reflexión. También escriben textos para reírse de las desgracias.
«Trabajamos situaciones, estructuras y problemáticas sociales diarias y profundas
a la vez. Opinamos, criticamos y politizamos, pero no acusamos a nadie en
particular sino a la sociedad y a las instituciones. Somos comunicadoras, no
juezas», señalan las “Desate”.
También hay lugar para las expresiones más nobles como radio poemas, amor,
dolor, miedo y esperanza. «La poesía es nuestra forma de conectar sentimientos y
fantasías», agregan.
«La cultura es parte de la salud» es su lema y la radio es, para “Desate”, un puente
entre el hospital y la comunidad. «De todas formas, tenemos objetivos
intrainstitucionales y extrainstitucionales. Los primeros son generar, desde un
dispositivo de encierro, lazos sociales y de afectividad. Pero también, hemos
logrado, al hacer radio, el recibimiento del Ministerio de Trabajo de la Nación para
que las locutoras generen sus ingresos y, así, su autonomía», asevera la
coordinadora Maltz.
El plantel de “Desate” ha variado con el tiempo. Hoy está integrado por Claudia
Rodríguez, Claudia Sosa Prado, Elena Torres y Silvia Pérez como equipo estable. A
ellas se suman otras mujeres internadas y externadas que participan con
asiduidad, y también colaboradores técnicos.
«Para nosotras es la realización de un sueño. Siempre, y cada una con su
particularidad, quisimos hacer radio en algún momento de nuestras vidas. Pero
´Desate´ nos permite sentirnos escuchadas y valoradas. Nuestras expresiones,
ocurrencias, críticas y conocimientos, mediante la radio, llegan a mucha gente»,
concuerdan, en una ronda.
Sus contenidos, hechos a base de debate y esmero, se trabajan tres veces por
semana. La rutina comienza el martes, cuando aportan sus ideas y conversan
temas de actualidad que ameritan notoriedad; los miércoles se graban los podcasts
que serán editados y difundidos por radios de notorio alcance; y los jueves
empiezan a delinearse los contenidos a producir en la semana próxima.
Actualmente, las “Desate” producen podcasts para los programas “Cheque en
blanco” en Radio FutuRock (sábados a las 9) y “Las Voces de Aquelarre” en Radio
Hache (viernes a las 19), así como también generan contenido que se emite en
Radio Colmena cuatro veces a la semana (lunes 20:55, martes y viernes 12:55, y
jueves 18:55). Algunos de sus podcasts -y otros contenidos- están disponibles en
SoundCloud (soundcloud.com/Desate) y YouTube (Desate Canal). Las “Desate”
desamarran voz para trabajar la palabra hacia la comunidad.

También podría gustarte