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Dios es Presente.

Salmo 139.1–6 RVR60


Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.
Tú has conocido mi sentarme y mi
levantarme; Has entendido desde lejos mis
pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi
reposo, Y todos mis caminos te son
conocidos. Pues aún no está la palabra en mi
lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes
toda. Detrás y delante me rodeaste, Y sobre
mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es
demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo
puedo comprender.
INTRODUCCIÓN:
- Hoy quiero que juntos podamos descubrir en la
palabra que Dios está mas cerca y mas
presente de lo que imaginamos y de lo que
creemos.
 Sabemos que Dios está en todas partes, que
Dios esta presente en el mundo, en las
iglesias, en los cristianos, etc.
 Pero muchas veces nos sentimos solos,
sentimos la ausencia de Dios en nuestras vidas
y nos preguntamos ¿Dónde está Dios? nos
pasan circunstancias que no entendemos y
pensamos que Dios nos abandono y nos dejó a
nuestra suerte.
 Pero Dios siempre está, y siempre está
obrando, no como nosotros lo imaginamos o
quisiéramos.
 Hemos escuchado muchas veces Dios aprieta
pero no ahorca, si pero casi me mata.

 Bueno si no moriste es porque Dios estaba


presente.

 Y si me moría, bueno y si te morías ibas a ver


a Dios mas real y mas presente que nunca.

 La realidad es que Dios está presente en todo


momento y en toda circunstancia. La pregunta
es ¿lo podés percibir?
El salmista David decía:
Salmo 139.7–14 RVR60
¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde
huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos,
allí estás tú; Y si en el Seol hiciere mi estrado,
he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del
alba Y habitare en el extremo del mar, Aun
allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra.
Si dijere: Ciertamente las tinieblas me
encubrirán; Aun la noche resplandecerá
alrededor de mí. Aun las tinieblas no
encubren de ti, Y la noche resplandece como
el día; Lo mismo te son las tinieblas que la
luz. Porque tú formaste mis entrañas; Tú me
hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré;
porque formidables, maravillosas son tus
obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe
muy bien.
 Este salmo de David nos muestra la realidad
de un Dios presente en todo momento, en todo
tiempo, aún desde el comienzo de nuestras
vidas.
 Pero David llegó a comprender esta realidad de
Dios.
 Y esa es un poco la clave, comprender y creer.
Pero ante este desafío hay algunas cosas que
debemos considerar:
1. LA RELIGIÓN Y LA CULPA.
La religión y la culpa, son dos de las herramientas
predilectas del enemigo para alejarnos de Dios.
La religión
La religión nos hace ir por un camino en búsqueda
de un Dios inalcanzable. Que estamos siempre casi
por llegar pero que no llegamos nunca.
Romanos 10.5–11 RVR60
Porque de la justicia que es por la ley Moisés
escribe así: El hombre que haga estas cosas,
vivirá por ellas. Pero la justicia que es por la
fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién
subirá al cielo? (esto es, para traer abajo a
Cristo); o, ¿quién descenderá al abismo?
(esto es, para hacer subir a Cristo de entre
los muertos). Mas ¿qué dice? Cerca de ti está
la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es
la palabra de fe que predicamos: que si
confesares con tu boca que Jesús es el Señor,
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó
de los muertos, serás salvo. Porque con el
corazón se cree para justicia, pero con la
boca se confiesa para salvación. Pues la
Escritura dice: Todo aquel que en él creyere,
no será avergonzado.
La religión nos hace pensar en un Dios místico…
extraño… la presencia de Dios es hasta algo
mágico… donde en un éxtasis espiritual podemos
llegar a ver o a experimentar al Dios del Antiguo
Testamento.
Sacan a Dios de lo cotidiano y lo meten en un
evento extraordinario en el cuál sólo de vez en
cuando y a través de “grandes hombres de Dios”
podrás experimentar a Dios.
La culpa.
La culpa nos hace huir y escondernos de Dios.
Como Adán cuando pecó.
Génesis 3.8 RVR60
Y oyeron la voz de Jehová Dios que se
paseaba en el huerto, al aire del día; y el
hombre y su mujer se escondieron de la
presencia de Jehová Dios entre los árboles
del huerto.
Como Elías cuando se deprimió y se metió en
una cueva.
1º Reyes 19.9–13 RVR60
Y allí se metió en una cueva, donde pasó la
noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual
le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías? El respondió:
He sentido un vivo celo por Jehová Dios de
los ejércitos; porque los hijos de Israel han
dejado tu pacto, han derribado tus altares, y
han matado a espada a tus profetas; y sólo yo
he quedado, y me buscan para quitarme la
vida. El le dijo: Sal fuera, y ponte en el monte
delante de Jehová. Y he aquí Jehová que
pasaba, y un grande y poderoso viento que
rompía los montes, y quebraba las peñas
delante de Jehová; pero Jehová no estaba en
el viento. Y tras el viento un terremoto; pero
Jehová no estaba en el terremoto. Y tras el
terremoto un fuego; pero Jehová no estaba
en el fuego. Y tras el fuego un silbo apacible y
delicado. Y cuando lo oyó Elías, cubrió su
rostro con su manto, y salió, y se puso a la
puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una
voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
La verdad es que a muchos nos conviene que
Dios esté lejos…! para seguir teniendo el
control de nuestra vida a nuestro antojo. Si
estamos pecando y nos gusta, me conviene
que Dios no esté.
Pero la realidad es que Dios está en todos
lados y no podemos escondernos de él.
2. LA VERDAD DE DIOS.
Dios está mas presente de lo que creemos.
Salmo 103.8–10 RVR60
Misericordioso y clemente es Jehová; Lento
para la ira, y grande en misericordia. No
contenderá para siempre, Ni para siempre
guardará el enojo. No ha hecho con nosotros
conforme a nuestras iniquidades, Ni nos ha
pagado conforme a nuestros pecados.
Si Dios no quisiera estar con nosotros ya nos
hubiera destruido hace rato, bastante justificativo
tiene para hacerlo.
La religión pone el pecado con un impedimento
para llegar a Dios, sin embargo la verdad de Dios
dice que no hay pecado que él no pueda perdonar
con tal de recuperar nuestra relación con él.
Dios se muere por estar por nosotros y lo
demostró en la cruz.
Juan 3.16 RVR60
Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito, para que
todo aquel que en él cree, no se pierda, mas
tenga vida eterna.
La cena del señor es un recordatorio de que Dios
está presente entre nosotros.
3. LA EXPERIENCIA DE PERCIBIR A DIOS.
Salmo 139.23–24 RVR60
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si
hay en mí camino de perversidad, Y guíame
en el camino eterno.
 Dios estableció ciertas pautas de
comunicación, el texto habla de dos caminos.
Un camino de perversidad y un camino eterno.
 La perversidad no tiene que ver solamente con
lo sexual, sino con todo lo que es de la carne.
Romanos 8.1 RVR60
Ahora, pues, ninguna condenación hay para
los que están en Cristo Jesús, los que no
andan conforme a la carne, sino conforme al
Espíritu.
 Este pasaje habla de los que son de la carne y
los que son del Espíritu.
Romanos 8.5 RVR60
Porque los que son de la carne piensan en las
cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu.
 Muy a menudo queremos dirección de Dios en
cuanto a decisiones importantes tales como
con quien casarnos o que trabajo aceptar, etc.
 Pero siempre queremos reservarnos el derecho
de alimentar nuestras mentes con cualquier
basura que se asome.
 Lo que entra en la mente con repetición ocupa
la mente, a la larga moldea la mente, y en
última instancia se expresa en lo que haces o
llegas a ser.
 Los eventos a los que asistimos, el material
que leemos, la música que escuchamos, las
imágenes que vemos, las conversaciones que
sostenemos, los sueños despiertos que nos
entretienen, estas cosas moldean nuestra
mente.
 Y de alguna manera hacen nuestras mentes
receptivas o sordas hacia la voz suave y
delicada de Dios.
La carne y la perversidad es lo mismo, no solo que
ofenden a Dios, sino que parten de un corazón
incrédulo que no puede percibir y ver a Dios.
El síndrome de Felipe y Tomas.
Juan 14.8–11 RVR60
Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y
nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace
que estoy con vosotros, y no me has
conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha
visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú:
Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy
en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras
que yo os hablo, no las hablo por mi propia
cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él
hace las obras. Creedme que yo soy en el
Padre, y el Padre en mí; de otra manera,
creedme por las mismas obras.
El corazón perverso, endurecido e incrédulo
nos hace sentir estar lejos de Dios.
Juan 20.25 RVR60
Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al
Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en
sus manos la señal de los clavos, y metiere mi
dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi
mano en su costado, no creeré.
Juan 20.27 RVR60
Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira
mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi
costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
Por eso la fe es la clave para ver y percibir a
Dios.
Jesús dice: “creeme…” y los Tomas y Felipes
dicen: “si no veo… no creo”.

Tener la experiencia de percibir a Dios en todas las


cosas no es una experiencia única, sino algo
cotidiano, yo veo y percibo a Dios en cada
momento de mi vida.
CONCLUSIÓN:
Estando conscientes de la presencia de Dios todas
las cosas y circunstancias se convierten en
oportunidades, si caíste es oportunidad para
levantarte, si pecaste es oportunidad para
arrepentirte, si fracasaste es oportunidad para
volver a intentarlo, si te va maravillosamente bien
es oportunidad para ir por más.... todo porque
Dios está presente.
En Dios todas las cosas son oportunidades, en Dios
todas las cosas nos ayudan a bien.
Salmo 139.17–18 RVR60
¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus
pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de
ellos! Si los enumero, se multiplican más que
la arena; Despierto, y aún estoy contigo.

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