MONOGRAFÏA FINAL (De Becker)

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UNIVERSIDAD CATÓLICA SANTO TORIBIO DE

MOGROVEJO
FACULTAD DE INGENIERÍA

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA CIVIL AMBIENTAL

PLANIFICACIÓN TEXTUAL

CURSO: COMPRENSIÓN DE TEXTOS Y REDACCIÓN BÁSICA


DOCENTE: CHUMACERO ANCAJIMA, SHIRLEY VERONICA

INTEGRANTES:

● Alvarado Vasquez, Cristhian Manuel


● Cubas Hoyos, Diego Paul
● Santisteban Cruz, Becker Junior
● Suxe Mera, Erik Samir
● Camacho Cabrera, José
INTRODUCCIÓN 3
1. CAPÍTULO I. Mecánica de suelos 4
1.1. La geotecnia como rama de estudio en la mecánica de suelos 4
1.1.1. La geotecnia antes del siglo XVII 4
1.1.2. Periodo preclásico, clásico 1 y clásico 2 5
1.1.3. Mecánica de suelos en la edad moderna 6
1.2. Suelo y origen 7
1.4. Clasificación de los tipos de suelos 9
1.5. Características de los suelos 11
1.6. Agentes físicos y químicos en la formación de suelos 13
1.7. Compactación de suelos 14
1.8. Morfología del suelo 16
1.9. Drenaje de los suelos 16
1.9.1. Definiciones de la capa freática, humedad y tensión superficial 16
1.9.2. Elevación capilar del agua en tubos 17
1.9.3. Elevación capilar del agua en los suelos 18
1.9.4. Sifonaje capilar 18
1.9.5. Humedad discontinua 18
1.9.6. Errores comunes 19
1.10. Formas y tipos de drenajes 19
1.10.1. Propósito y métodos 19
1.10.2. Drenajes por la gravedad 20
1.10.3. Desecación de los suelos 22
2. CAPÍTULO II: Cimentaciones 23
2.4.1. Intensidades de las investigaciones 27
2.4.2. Investigación de fallas en el terreno 29
2.5.1. Caminos temporales 30
2.5.2. Drenaje en el sitio 31
2.6.1. Excavaciones abiertas 34
2.9.1. Pilotes de cimentación 40
2.9.2. Pilas de cimentación 45
2.9.3. Cimentación de cajón o placas de flotación 46
2.9.4. Losas de cimentación 47
2.9.5. Factores que determinan el tipo de cimentación 48
CONCLUSIONES: 50
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 51
INTRODUCCIÓN
Una infraestructura no se mantendrá finalmente estable sin antes haber implementado
los cimientos requeridos. Existen estructuras de todos los tamaños y terrenos muy
variables donde abundan las diversas clases de suelos. Así mismo, se pronuncian los
cimientos y las distintas maneras de elaborarlos para cada tipo de suelo presente a la
ocasión; como, cimentaciones superficiales, profundas, de hormigón armado, corridas,
por zapatas, entre otros. Ante ello, nace el estudio de la mecánica de suelos, la relación
que existe entre ella y las cimentaciones es algo práctico, ya que el estudio del primer
punto vendría a ser un beneficio para la elaboración y mantenimiento estable de las
cimentaciones. Al realizar los estudios requeridos y poder prever las posibles catástrofes
a ocurrir ante un terreno inestable vendría a ser un beneficio enorme para cualquiera de
las fabricaciones de estas obras. Es decir, que no solo se puede concluir con la
realización de una construcción de cimentación sin antes tener planteado la idea de
ejecutar la preparación del sitio de trabajo y realizar diversos estudios al terreno.

La especialidad del reconocimiento de la naturaleza y características del terreno, se debe


al estudio de la mecánica de suelos. Además, proporciona datos referentes a la
estabilidad y las cargas que llegan a resistir estos mismos. Por otro lado, los cimientos
son de gran ayuda para la distribución de pesos hacia el suelo, para así lograr una
estabilidad ideal para un tipo de estructura como ligera o pesada.
En las siguientes líneas estaremos brindando información aún más profunda acerca de
los puntos ya mencionados, con ayuda de diversos autores de libros enriquecidos de
datos verdaderos.
1. CAPÍTULO I. Mecánica de suelos
1.1. La geotecnia como rama de estudio en la mecánica de suelos

1.1.1. La geotecnia antes del siglo XVII

En la edad actual es normal observar el uso de los suelos en la materia para la


construcción, esto gracias al estudio realizado con el pasar de los tiempos, si
queremos saber quién o quiénes fueron los primeros humanos curiosos en utilizar
el suelo como una materia para construir, lo dejaremos perderse en el pasado, pues
no hay registros algunos al cual aferrarse con veracidad. Das (1985) nos dice que,
por muchos años, la ingeniera geotecnia se ha desarrollado en forma ancestral, es
decir, ha venido heredándose por generación en generación todo tipo de
conocimientos adquiridos solo con experimentaciones, sin base científica que los
respalde. En relación con lo descrito, se han desarrollado obras magníficas; sin
embargo, con el tiempo se desplomaron como también obras que hoy en día
siguen resistiendo.

Como ya sabemos, por lógica, para poder sobrevivir necesitamos uno de los elementos
más importantes que nos ha regalado la madre naturaleza y sí, estamos hablando
del agua. Como lo señala Das (1985), historiadores nos han mencionado sobre
civilizaciones forjadas sobre las orillas de los ríos, pues el uso por estos ríos era
necesario para poder obtener agua, por ejemplo, podemos apreciar las
civilizaciones crecientes sobre los ríos Nilo, el Tigris, el Éufrates, el Huang Ho o
el Indo. Para poder defenderse, estas civilizaciones han realizado construcciones
como los diques, hay investigaciones sobre construcciones que datan del año 2000
a.C., siendo construido un dique en el valle del Indo, la cual se elaboró para dar
protección ribereña a la ciudad Mohenjo Dara en esos tiempos, pero si nos
remontamos a la china por los años 1120 a.C. hasta 249 a.C. veremos
construcción de diques con elaboración para riego, más no en defensa. A pesar de
que estas obras hayan sido importantes, no se refleja evidencia que hayan
realizado estudios previniendo algún tipo de problemas que puedan surgir en el
futuro.

En la antigüedad existieron construcciones megalíticas para su época, incluso hoy en día


nos parecen sorprendentes. En la opinión de Das (1985), por el año 2700 a.C. en
Egipto se realizaron obras arquitectónicas como las pirámides, las cuales en su
mayoría sirvieron como tumba para los faraones del imperio, tanto en el antiguo
como en el medio. Estas construcciones tuvieron desafíos enormes en la
implementación del desarrollo en cimientos, estabilidad en taludes, como también
el diseño y elaboración de cámaras subterráneas. Diversas construcciones fueron
realizadas sobre limos y arcillas débiles, ocasionando así desastres estructurales
gracias a que la presión excedió a la capacidad soportante del suelo. Ahora
veamos ejemplos más claros sobre la falta de estudio al suelo, remontándose al
año 1173 d.C. en la república de Pisa, lugar en donde se construyó una torre que
se calcula unas 15700 toneladas, la presión que ejercía sobre una capa limosa
existente en el lugar ocasionaba que la torre se vaya inclinando poco a poco. Así
mismo ocurrió con las torres de Garisenda, una con 4210 toneladas que se inclinó
4 grados y la otra con 7200 toneladas con 1.3 grados. Viendo estos problemas, los
ingenieros y científicos empezaron sus estudios sobre los suelos a principios del
siglo XVIII.

1.1.2. Periodo preclásico, clásico 1 y clásico 2

En esta fase de estudios, las investigaciones solo se centraron en los estudios a la


pendiente natural y a los pesos unitarios de diferentes clases de suelos. Según Das
(1985) nos dice, que en 1717 el ingeniero francés Henri Gautier, mientras
proponía como diseñar un muro de contención, observo a la pendiente del suelo
(ángulo de reposo hoy en día), llegando a la conclusión de que el ángulo de reposo
y el peso unitario de la arena sin humedad impecable fueron de 31° y 18.1 KN/m3
y la tierra simple fue de 45° y 13.4 KN/m3 ambos en su orden respectivo.
Además, en 1729 Bernard Forest de Belidor, saco un libro en donde remarca lo
estudiado por Gautier. En los siguientes años se vinieron dando nuevas noticias
sobre experimentos, en 1746 Francois Gadroy dio la noticia de que el resultado de
un ensayo en laboratorio lo logro realizar sobre un muro de contención elaborado
con relleno de arena, observándose una falla de planos deslizables en el suelo.
Además, hay que mencionar que en 1769 Jean Rodolphe Perronet, estudiando la
estabilidad de taludes, logro diferenciar la tierra integra y colmada.

Fue la época de grandes investigadores e ingenieros que dejaron un gran legado en el


cálculo de suelos para evitar muchos accidentes. Das (1985) señala que, en 1776
Charles Augustín de Coulomb, empleo cálculos sobre los máximos y los mínimos,
esto queriendo resolver el deslizamiento ocasionado detrás de los muros de
contención, cabe señalar que para este análisis utilizo leyes basadas en la física
como fricción y reacciones. Gracias a sus excelentes investigaciones, Coulomb
fue mencionado en diferentes publicaciones de libros, en casos especiales lo
relacionaron con el relleno al apoyo en recargo inclinado. Jean Víctor Poncelet, un
ingeniero como también profesor en mecánica, siendo 1840 generó un método
gráfico para ayudar el estudio que determinaría la magnitud en la presión lateral y
la inclinación de superficies, este estudio extendió la teoría de coulomb. Siguiendo
con las investigaciones, siendo 1846 Alexandre Collin, dio detalles sobre las
laderas de arcilla, cortes y terraplenes, aparte teorizo que la falla se da porque la
cohesión movilizada supera a la existente, a su vez logro apreciar que los fallos
pueden llegar a ser como arcos cicloidales. Al finalizar este periodo, estando por
1856, William John Macquorn Rankine puso a disposición una teoría sobre el
empuje y equilibrio del suelo, siendo su teoría una abreviatura sobre la teoría de
coulomb.

En estas épocas aparecieron los experimentos y estudios sobre la arena que nos ayuda
hoy en día en prevenir muchos fenómenos naturales como por ejemplo las
inundaciones. Según Das (1985), siendo uno de los pioneros en la investigación
de arena, el ingeniero francés Henri Philibert Gaspard Darcy, quien publicó sobre
la permeabilidad en la arena, las definió como coeficiente de permeabilidad,
pruebas muy útiles hoy en día. En 1885 publicó un ensayo, en la cual compartía la
determinación del vuelco de pared de arena sujetas a bisagras de retención,
estando en estados sueltos y densos de compactación. Por ese mismo año Joseph
Valentín Boussinesq ejecuto la teoría de distribución de tensiones en rodamiento
que llevaron cargas homogéneas, inmensurables, flexibles e isótropas. Uno de los
estudios notables fue realizado por John Clibborn y John Stuart Beresford sus
estudios fueron relacionados con flujo del lecho de arena y la presión de
elevación, sus publicaciones fueron tan significativa que fueron utilizados en
diferentes libros como en el gobierno de la India.

1.1.3. Mecánica de suelos en la edad moderna

En este periodo los estudios se basaron más en las arcillas, en donde establecieron
parámetros y propiedades fundamentales para el desarrollo de los proyectos en
construcción. Según Das (1985), una de las publicaciones importante de ese
tiempo se trata de un químico y científico sueco realizado en 1908, quien vio
partículas menos a 2 micras, definiéndolas como fracciones de arcillas, al pasar el
tiempo se percató de lo útil que pueden llegar a ser las partículas de arcillas con el
suelo y la plasticidad describiéndoles como líquidos, plásticos y límites de
contracción. Por otro lado, en 1909 fallo una presa de 17 m de altura en Francia,
siendo recién construida hicieron cortes en arcillas que no fueron drenadas y
sacaron sus parámetros. También, Arthur Langley Bell, un ingeniero civil, trabajo
en el diseño y construcción del dique que estaría a defensa del astillero naval
Rosyth Dockyard de escocia, siendo esta la construcción que lo ayudo a patentar
la relación entre presión lateral y resistencia de la arcilla a su vez para determinar
sus parámetros de resistencia. Wolmar Fellenius ingeniero sueco, realizo el
análisis sobre la superficie de deslizamiento, ejecutando un análisis de estabilidad
en las carreteras de arcilla. Se debe agregar que Karl Terzaghi con su teoría de
consolidación de arcillas demostró el límite que marca el líquido los suelos fue de
36 y 67.

1.2. Suelo y origen

La delgada capa del suelo que cubre la superficie terrestre se revela como un tema de
gran complejidad y diversidad, cuando lo observamos desde las perspectivas de la
agronomía y la ingeniería civil. Desde un punto de vista agronómico, el suelo se
convierte en un recurso fundamental para la agricultura, ya que sus propiedades
desempeñan un papel esencial en la alimentación de las plantas y el crecimiento de
los cultivos. Por otro lado, desde la perspectiva de la ingeniería civil, el suelo se
convierte en un componente crítico en la planificación y construcción de
infraestructuras, y aquí es donde la mecánica de suelos se vuelve indispensable, ya
que esta disciplina nos permite evaluar y abordar conceptos claves relacionados con
el suelo en proyectos de construcción. En conclusión “la ingeniería civil define al
suelo como el conjunto de partículas minerales, producto de la desintegración
mecánica o de la descomposición química de las rocas” (Crespo, 2004, p.18).

1.3. Horizontes según las capas del suelo


Dentro del proceso de formación del suelo existen horizontes según sus capas de
formación, en la parte principal encontramos el horizonte orgánico. (Piraneque,
Aguirre y Cruz 2023) sostienen que en esta capa del suelo se encuentra la materia
orgánica en descomposición, como por ejemplo restos de hojas, animales y
vegetales, de tal forma que a medida que se van desintegrando van produciendo una
nueva capa en el suelo principalmente por materia orgánica. Así mismo también esta
parte presenta una mayor riqueza en nutrientes para las plantas, esta zona también es
conocida como manto de la corteza terrestre. A partir del inicio de formación de este
suelo se generan los subsiguientes, ya que por procesos de filtración se irán tras
versando todos los minerales encontrados, un factor que ayuda a realizar este proceso
es el agua.

En segundo lugar, se encuentra el horizonte A (superficial) considerado uno de los


horizontes más ricos en el nivel de productividad para las distintas especies de las
plantas. Por esta razón (Piraneque, Aguirre y Cruz 2023) afirman que le mayor nivel
de producción se encuentra en el segundo nivel, considerando la parte más fértil de
todas las subcapas del suelo, como también zona principal del enraizamiento de las
plantas, ya que presenta gran cantidad de minerales. Por lo tanto, es que los humanos
y animales logramos alimentarse gracias a la buena productividad de dichos suelos,
permitiendo una gran variedad de especies vegetales en nuestro ecosistema.

Mediante el proceso de lavado es que sé así de forma consecutiva se van formando los
siguientes horizontes, en este caso el horizonte E (eluvial) y horizonte B
(subsuelo). (Piraneque, Aguirre y Cruz 2023) afirman que el horizonte “E” va
perdiendo materiales finos como la arcilla y minerales como el óxido de hierro,
debido a esta razón el horizonte siguiente es receptor de todos los minerales que este
le proporciona. De esta manera se irá formando un nuevo suelo, en consecuencia,
cada vez que se logre formar una nueva capa hacia la parte inferior se considera un
suelo menos productivo. Finalmente, en cuanto se siga bajando hacia la zona más
rocosa, será mucho menos productiva, ya que el suelo va perdiendo sus minerales
debido a que ya no recibe factores climáticos directamente, lo que lo hace más sólido
y resistente a sus partículas, especialmente a las rocas.

Finalmente, los últimos horizontes se concentrarán específicamente en la


descomposición de la roca madre mediante agentes físicos y químicos. Respecto a
ello (Piraneque, Aguirre y Cruz 2023) afirman que el horizonte C (parental) entra en
un proceso de descomposición donde la roca madre se va degradando en partículas
más pequeñas llamadas también horizonte pedregoso, mientras que el horizonte R
(roca no alterada) permanece en una fase muy sólida y con mucha consistencia, la
roca madre es la capa final de toda la superficie del suelo. Por esta razón es que los
horizontes del suelo siempre estarán en bastante cambio debido a los cambios físicos
y químicos que se presenten con mayor frecuencia, esto sucederá en las rocas.

1.4. Clasificación de los tipos de suelos

Es muy importante conocer los tipos de suelos dentro de la ingeniería civil ya que nos
permite estudiar sus propiedades y características lo cual nos dará una mayor
claridad para consolidar una determinada cimentación. Los suelos se dividen en dos
grandes grupos: suelos cuyo origen se debe a la descomposición física y/o química
de las rocas, o sea los suelos inorgánicos y suelos cuyo origen es principalmente
orgánico (Crespo, 2004). Todo ingeniero civil requiere de mucha responsabilidad al
momento de realizar una construcción civil, por ello es indispensable analizar el tipo
de suelo adecuado para una determinada cimentación ya que el tipo de suelo
determina la cantidad de carga que se empleara en cada estructura.

Dentro del campo de la construcción será primordial el análisis de los tipos de suelos
para una adecuada cimentación. (Isidro 2018) sostiene que los tipos de suelos se
clasifican según su tamaño de grano y según la cohesión y permeabilidad que estos
presenten, su composición y clasificación dará inicio para saber cuál suelo será
necesario como base para la construcción. Un ejemplo de ellos son los residuales, en
este caso los suelos permanecen en el mismo lugar que se forman, conservando sus
mismas características, mientras que, por otro lado, los suelos transportados
presentan características distintas, ya que son transportados de su lugar de origen por
agentes ambientales como el viento, agua, explosiones volcánicas, etc.

Uno de los suelos con mayor capacidad para formación de estructuras son los suelos
arenosos y arcillosos. Para ello (Isidro 2018) señala que dichos suelos son los más
recomendables para la formación de cimentaciones porque es su estructura presentan
un grano muy grueso, lo que dará una mayor consistencia a su estructura, por otro
lado, también señala que debido a la buena calidad de partículas tendrá un buen
drenaje y resistencia al momento de realizar una compactación. Por este motivo es
recomendable el uso de estos suelos en estructuras de mayor tamaño, como por
ejemplo edificios y puentes, ya que garantizara una excelente estabilidad al momento
de la construcción.
El comportamiento mediante el medio ambiente también define los tipos de suelos,
entre uno de ellos son los suelos cohesivos. Para ello (Isidro 2018) sostiene que
debido al índice de humedad estos serán más fáciles de expandir y cuando estén una
temperatura mayor elevada serán más fáciles de contraerse, por otro lado, también
presentan características en su grano, una de ellas es que presentan una alta cohesión
debido a sus partículas de grano muy fino. Naturalmente, los suelos cohesivos lo
encontramos en las arcillas y limos, lo cual debido a su buena cohesión serán
considerados suelos apropiados para la construcción de cimentaciones,
proporcionado una mayor consistencia durante su proceso de construcción y durante
toda la vida útil de la estructura.

Algunos factores climáticos también definen los suelos no cohesivos, ya que presentan
baja cohesión con relación a sus partículas gruesas. (Crespo 2004) señala que el
comportamiento de dichos suelos dependerá de muchos factores climáticos, en la
mayoría de los estudios realizados estos no retienen agua, por esta razón es que
presentan una buena permeabilidad y una mayor resistencia a la hora de ser
compactados. Por ejemplo, dentro de este tipo encontramos las arenas y gravas,
comúnmente conocido en la ingeniería como suelos de mayores capacidades de carga
por obtener partículas gruesas y de muy buena textura para el momento de compactar
y como también para un buen soporte en la base de una cimentación.

Uno de los suelos que contienen más acumulaciones de materia orgánica son las gravas,
por la cual sus dimensiones de diámetro serán mayores. Para ello (Crespo 2004)
afirma que mediante un proceso de lavado los residuos de materia orgánica se van
acumulando en las zonas más bajas de un terreno, de esta manera se van uniendo
partículas lo cual forman un nuevo suelo llamado gravas, la acumulación de restos
puede ser visto en los lechos como también en los ríos. Por esta razón las gravas
ocupan un mayor espacio dentro de la superficie terrestre, debido a que presentan
bastante facilidad de ser transformados por medio de agentes ambientales, durante
este proceso sus partículas estarán en bastante cambio.

El estudio de los diversos suelos permite analizar sus características y comportamientos


en un determinado lugar de trabajo y según las condiciones ambientales que se
encuentre, para ello es necesario preparar dichos terrenos si es que presentan
deficiencia en su composición y estructura. (Crespo 2004) afirma que para una
adecuada preparación de terreno será primordial analizar la cantidad de carga que
estos presenten, ya que permite una consistencia en una edificación. Asimismo,
también (Isidro 2018) concuerda con crespo afirmando que la capacidad de carga, la
cohesión y la permeabilidad serán propiedades muy importantes que los suelos deben
presentar, de tal manera que desde el momento de la compactación sus partículas se
irán uniendo y formando una mayor consistencia. Por tal razón se sostiene que tanto
la capacidad de carga como otras características son fundamentales en un terreno,
garantizando una buena cimentación.

1.5. Características de los suelos

Actualmente, el sistema unificado de clasificación de suelos clasifica a los suelos según


sus características lo cual nos permite conocer sus propiedades mecánicas e
hidráulicas del suelo. Por lo tanto, si nos es difícil de contar con equipos de
laboratorio para el análisis de los suelos recurriremos a dicho método del sistema de
clasificación de suelos de tal manera de poder analizar sin problema los suelos
mediante el reconocimiento de su olor y color, esto nos llevara a sostener una mejor
versión sobre la clasificación de suelos de tal manera que el laboratorio no sea
ningún impedimento para el análisis respectivo (Juárez y Rico, 2005). De dicho
modo se concluye que la clasificación de suelos no depende mucho de la tecnología
ya que utilizando nuestros sentidos también podemos ir reconociendo el olor y color
de dichos suelos, de tal modo que cada análisis realizado sea eficaz y contribuya al
buen funcionamiento y estabilidad de estructuras en un determinado lugar de trabajo.

Para un mejor estudio sobre los suelos es necesario conocer las características especiales
de los suelos, las cuales nos ayudaran a un mejor análisis dentro del campo de la
ingeniería civil, de tal modo que cada característica será muy importante para
conocer su comportamiento y estructura de los suelos, entre las más especiales
tenemos la sensibilidad y expansión: La sensibilidad, parece ser un fenómeno cierto
en cuanto a sufrir alteración por efecto de amasado, en cambio la expansión como
propiedad en algunas arcillas sufren cambios de volumen por efecto de cambios de
humedad (Marín, 1991). Por lo tanto, dichas características se irán estudiando más a
profundidad de acuerdo con el clima donde se desea trabajar ya que el cambio de
temperatura influye mucho con respecto a la variación de volúmenes de los suelos
debido al incremento o disminución de temperatura.
Dentro del campo de la ingeniería civil como estudio principal en toda construcción será
el análisis de terreno lo que incluye analizar las propiedades y características
especiales de los suelos, cada análisis distinto nos llevara a realizar una mejor
estructura en un determinado terreno, la sensibilidad y expansión son características
que nos permiten analizar los cambios de los suelos respecto a la variación de
volumen (Marín 1991). Este cambio de volumen varía según la temperatura, debido a
que a una mayor temperatura dichos suelos se contraen y a una menor temperatura
los suelos llegan a expandirse, de este modo cada tipo de estructuras que se desea
construir será ejecutada bajo la condición del suelo, de tal modo que a mayor estudio
de sus características mayor consistencia en su estructura, esto nos llevará a analizar
la cantidad de carga correcta en una determinada situación de trabajo.

Como objetivo principal en cada estudio del suelo será conocer sus características y
propiedades que lo componen, ya que de esto dependerá el análisis correcto para una
adecuada cimentación. (Marín 1991) clasifica a los suelos según sus características y
su resistencia, en primer lugar, la clasifica a la sensibilidad, esta característica es más
común en las arcillas, puesto que presentan una gran pérdida de resistencia y
plasticidad. En segundo punto, la clasifica a la expansión como primacía en las
arcillas, en este cambio también se precisa la alteración de volumen por variación de
la humedad, esta propiedad está presente porque mayormente las arcillas suelen
retener agua, lo cual al aumentar de espesor será más fácil expandirse.

La dispersión también es otra característica que está presente en algunos tipos de suelos,
esto dependerá de acuerdo con el ambiente donde sea estudiado. (Marín 1991) señala
que en la mayoría de los casos las arcillas son las que presentan una alta dispersión,
esto debido a que generalmente presenta sales de sodio en su estructura molecular.
Por otro lado, también se puede sostener que existen muchos procedimientos o
normas para establecer la dispersión en este tipo de suelo, tales como el ensayo
granulométrico y el ensayo de dispersión. En conclusión, en este método las arcillas
se dispersan en agua debido a su baja permeabilidad, ya que presentan un grano muy
fino donde se podrá observar el color del suelo mientras más baja cohesión mayor
claridad de color al momento de humedecerse.

Algunos de los fenómenos que están presentes en las características de los suelos son la
licuación y la erosividad características propias de las arcillas, esto debido a la baja
granulometría que presentan. Por esta razón (Marín 1991) sostiene que mediante
impulsos dinámicos las arenas y las arcillas son más propensas a pasar por un
fenómeno de licuación, por otro lado, también la erosividad está presente
principalmente en suelos arcillosos debido a que presenta un grano fino y una baja
plasticidad. Especialmente cuando se encuentran bajo humedad o también donde
haya habido devastación de los vegetales dentro de un determinado ecosistema, este
fenómeno mayormente afecta a los suelos que carecen de una mala composición
química de minerales.

1.6. Agentes físicos y químicos en la formación de suelos


A partir de los agentes físicos y químicos también podemos definir más a fondo la
formación de suelos, lo cual nos dará una mayor visión sobre su formación y
composición. En primer lugar, cuando es un agente químico proviene de la
desintegración química de la roca madre, conocido por muchos ingenieros como la
forma más formal de definir un suelo dentro del campo de la ingeniería civil, en
segundo lugar, al tratarse de cambios físicos, estos actúan de diferentes agentes los
cuales producen cambios en la formación del suelo entre ellos el sol, el agua, el
viento y los glaciares (Crespo 2004). De esta manera se precisa que tanto los agentes
físicos y químicos producen cambios distintos y de diferentes maneras, ya sea por
medio de agentes ambientales o por la descomposición de la química.

El sol tiene que ver mucho en la formación y descomposición de rocas, ya que sus rayos
ultravioletas calientan, e ingresan directamente al mineral. Para ello (Crespo 2004)
sostiene que la destrucción de partículas genera expansión y desprendimiento de la
capa superficial que cubre las rocas, de esta manera este proceso es conocido como
exfoliación, este proceso dependerá de acuerdo con la altura en que se encuentre
respecto al mar. Por consiguiente, el viento también es otro factor que contribuye a la
degradación del suelo, esto se debe por la fuerte presión que ejerce sobre ellos, por
esta razón se forman los suelos médanos y los loess conocidos como suelos eólicos,
ya que se han visto afectados por la acción del viento. En muchos otros casos estos
suelos mayormente suelen desplazarse con mayor facilidad por su baja
permeabilidad.

Producto de las variaciones de la temperatura y del cambio de humedad, las rocas pasan
a un diferente cambio químico, lo cual originan los suelos residuales y trasportados.
(Juárez y Rico 2005) sostiene que dicho cambio se produce mediante factores
ambientales de transporte, lo cual origina la degradación de las rocas, entre estos
agentes se consideran el viento, la descolmatación de ríos, la filtración de aguas de
cordilleras, ya que por esta razón se forma depósitos de talud esto se debe a la
dispersión de suelos con grano grueso. En conclusión, también se puede afirmar que
los suelos presentan trasformaciones a nivel de estructura molecular donde a menor
grado de permeabilidad mayor capacidad a ser un suelo residual y fácil de contraerse,
esto dependerá a la variación climática que se encuentre donde a una mayor carga de
humedad más probable será su desplazamiento.

1.7. Compactación de suelos

La compactación de suelo de un terreno es muy importante en las estructuras de


construcción, ya que permite conocer las características de resistencia de los suelos,
en la mayoría de los casos la maquinaria adecuada viene a ser los rodillos debido a
que por su gran peso es fácil de compactar. A partir de ello (Braja 1985) sostiene que
la compactación es la fijación del suelo gracias a las fuerzas de aire que se realiza
sobre el suelo, además de ello existe otro proceso en el cual la compactación se
vuelve más precisa, por ejemplo, al agregar agua al suelo, este actuara como
suavizante es decir que las partículas quedaran en un estado más sencillo de
compactar esto por la acción de fuerza ejercida sobre el cuerpo húmedo. Por esta
razón las partículas quedarán unidas por acción de propiedades tanto físicas como
químicas, sin embargo, esto dependerá de la humedad a la que sea expuesto dicho
suelo, factores como unidad de peso seco, así como unidad de peso húmedo.

Uno de los métodos más comunes en la compactación de suelos es la compactación por


medio de prueba Proctor Estándar. Para ello (Braja 1985) sostiene que al momento
de compactar un suelo por este método se considera el volumen del molde en el cual
se realizara la prueba, dicho volumen será considerado en el intervalo de 943.3 cm 3 y
un diámetro de 101.6 mm. Posteriormente, el suelo se mezcla con moléculas de agua
para facilitar la compactación, luego se emplea diferentes pasos para la
compactación, por consiguiente se emplea un martillo el cual ejercerá fuerza sobre el
suelo, los golpes promedio para dicha prueba son 25 golpes a la capa del suelo con
un peso de 24.4 N. Sin embargo, para cada prueba efectuada será diferente los
cálculos efectuados esto dependerá al contenido de humedad dichos cálculos se
efectuarán en un laboratorio.
Como se sabe, la humedad es un factor de gran influencia para la compactación de
suelos, además de la humedad ay más tipos de factores que afectan la compactación.
Ante ello (Braja 1985) señala que los factores que afectan la compactación serán de
acuerdo con el tipo de suelo que se esté estudiando, esto dependerá del tamaño de
grano y forma y la cantidad de minerales presentes en ellos para el cálculo necesario
será suficiente conocer la unidad de peso seco del suelo máximo y el contenido de
humedad óptimo. En otros términos, se realizan curvas de compactación mediante
cálculos matemáticos entre el peso unitario seco y el contenido de humedad, después
de ello se empleará gráficos mediante curvas, esto determina el tipo de picos en los
diferentes suelos. Los suelos con mayor líquido serán considerados de tipo C o D
mientras que los menos comunes son los que presentan curvas de tipo C y D.

Dentro de la compactación también existen efectos del esfuerzo de compactación ya


usados en la prueba de Proctor estándar. Para ello (Braja 1985) sostiene que la
energía de compactación será igual al número de golpes por capa, por el número de
capas, por el peso del martillo y por la altura de caída del martillo entre el volumen
del molde. Sin embargo, estos datos pueden ir cambiando según la variación de
volumen de los suelos. En conclusión, se puede afirmar que, debido al incremento de
esfuerzo de compactación, el peso unitario también sufre cambios con relación al
incremento de sus datos iniciales, esto se debe principalmente al cambio constante de
volumen en los suelos.

Otro caso importante sobre la compactación de suelos es que se realiza en el campo


mayormente con máquinas pesadas como por ejemplo los rodillos, dicha máquina
será empleada para ejercer presión y fuerza sobre los suelos, para ello será necesario
emplear el tipo de adecuado de rodillos esto dependerá principalmente del tipo de
suelo donde se esté trabajando. Para ello (Braja 1985) sostiene que los rodillos de
ruedas lisas serán empleados principalmente en suelos arenosos y arcillosos, por otro
lado, también están los rodillos con neumáticos, estos son más precisos que los de
ruedas lisas, ya que presentan una mayor estabilidad frente a suelos limosos y
arcillosos dicha compactación se logra mediante el proceso de presión ejercida sobre
el cuerpo. En cambio, los rodillos vibratorios pueden ser utilizados para una
compactación más firme y efectiva, otro equipo a emplear son los vibradores
manuales, mayormente se utiliza en áreas de difícil acceso para las máquinas de
mayor tamaño. Finalmente, para una compactación es necesario conocer y analizar
adecuadamente el tipo de suelo que se desea compactar para poder elegir el tipo de
máquina correcta.

Respecto a sobre otros casos sobre la compactación existen efectos en las propiedades
cohesivas del suelo, esto se debe a la alteración de las propiedades físicas de los
suelos. Para este caso (Braja 1985) sostiene que la variación del peso seco irá
cambiando respecto a la humedad en que se encuentre, los suelos más comunes a
sufrir estos cambios son las arcillas, por lo que presentan un grano muy fino, lo cual
al momento de mezclarse con el agua rápidamente varía su volumen en este caso las
arcillas seguirán unidas por atracción de electrostática ley de la física que estudia las
cargas en estado de equilibrio. De esta manera se puede concluir que a mayor
contacto de compactación las partículas de las arcillas serán más paralelas respecto a
su orientación, dando como resultado una estructura más dispersa.

1.8. Morfología del suelo

Dentro del campo de la ingeniería civil, el estudio de suelos es muy complejo, dado que
sus propiedades van variando según el espacio donde se encuentre, puesto que cada
suelo tiene una morfología distinta. (Piraneque, Aguirre y Cruz 2023) señala que la
morfología del suelo viene a ser la ciencia encargada de la descripción de las
propiedades físicas y químicas, por esta razón existen propiedades de descripción
como la textura, la estructura, la porosidad, la densidad, la consistencia y el color con
estas propiedades se podrá distinguir y analizar el tipo de suelo adecuado para una
estructura de construcción mediante clasificación y recolección de muestras para
realizar el respectivo análisis. Por consiguiente, para edificar cada tipo de estructura
de construcción dependerá del tipo de propiedades que obtenga el suelo mediante un
proceso como mapeos, e interpretación de datos.

Una de las propiedades más importantes de los suelos es la textura, ya que hace
referencia a fracciones relativas como él arena, limo y arcillas. Para ello (Pinareque,
Aguirre y Cruz 2023) afirma que dicha característica influye principalmente en las
propiedades biofísicas, por otro lado, también existe un sistema de clasificación de
suelos de acuerdo con su composición y estructura, dicho método conocido como el
triángulo textual basado en el departamento de agricultura de los Estados Unidos
posteriormente cada análisis realizado se efectuara mediante la suma de partículas
menores o iguales a 2 mm (en peso). Finalmente, si los suelos como las arcillas,
limos y arenas presentan diferente proporción en su composición recibirán nombres
compuestos, para ello será muy importante un buen análisis de composición química
mediante el método del triángulo de agricultura de los Estados Unidos.

1.9. Drenaje de los suelos

1.9.1. Definiciones de la capa freática, humedad y tensión superficial

La definición de los siguientes temas nos ayudará a tener idea a lo que se refiere los
fenómenos ocurridos en los suelos. Terzaghi y Peck (1973) según su postura, la
capa freática son los niveles a los que puede llegar el agua en los pozos de libre
comunicación de fluidos in situ, también puede ser definido como lugar de
puntos en tensión en el suelo que será cero. Al hablar de humedad el autor se
refiere al agua que contiene alguna materia, en el caso del suelo se sitúa encima
de la napa, pues el suelo se encontraría saturado. La tensión superficial se da en
el lugar que queda a límite entre el agua y el aire, lo más cercano a lo que
podemos llegar a comprar a la tensión superficial es a una membrana de goma
que esté extendida, la única diferencia es que, en la tensión superficial no habrá
contracción o extensión.

1.9.2. Elevación capilar del agua en tubos

Antes de cualquier practica en campo o solamente si quiere saber cómo es el proceso de


alguno fenómeno terrestre es necesario realizar experimentos, en esta ocasión se
desarrollará la ascensión capilar. El estudio que realizo Terzaghi y Peck (1973) se
basó en la introducción de agua en un tubo, la atracción que ocurría entre el vidrio
y el agua tras haber ascendido hasta llegar a una cierta altura sobrepasando el
nivel al que estaba programado, la altura que sobre pasa se lo conoce como
ascensión capilar, se debe agregar que la superficie del agua llega a tener una
forma cóncava o de parábola vertical, conocida como menisco, su adherencia a las
paredes de los tubos formara un ángulo que dependerá de a como este se
encuentre, pues las impurezas que se lleguen encontrar en el interior lo alterarían.
Basta como muestra 2 ensayos, un tubo que a nivel molecular están
completamente limpio y un tubo con impureza de lípidos, en la primera muestra el
nivel de ascensión del agua por el tubo va a la par con la tensión superficial del
agua, llegando a tener un ángulo de cero grados, mientras tanto, si vemos los
resultados en el segundo ensayo en un tubo con adherencia de lípido, da un grado
de noventa, generando que el menisco esté por debajo del nivel marcado.

1.9.3. Elevación capilar del agua en los suelos

La capilaridad es un problema que muchas a veces ha venido afectando a la humanidad


con relación a las construcciones, ya que este proceso por fuerza mayor estará
sobre la gravedad, es decir el líquido logrará una ascensión sin que sea afectado
por la gravedad. Terzaghi y Peck (1973), nos dicen que aparte de tubos capilares o
columnas huecas que se encuentran en el suelo seco están los conductores en
forma de V. Si una elevación mayor está inferiormente a la tensión superficial,
sucederá que le agua se elevará, este es un proceso conocido como sifonaje
capilar, fenómeno que también ocurre en los espacios desocupados del suelo. Una
demostración a continuación ocurrió en Alemania, en este hecho observó que el
agua sobrepasaba el núcleo del dique ocasionando un quebrantamiento de 1700
litros por minuto, para parar este daño se elevó 40 centímetros a los 30 ya
existentes haciendo que disminuya a 400 litros por minuto.

1.9.4. Sifonaje capilar

Contrariamente a lo que sucede en los tubos capilares, los vacíos del suelo y materiales
porosos tienen una variedad de vacíos construidos como rejas que por la parte baja
se encuentran llena de agua y en la superior vacía. En lo que respecta Terzaghi y
Peck (1973) nos dicen que en la arena seca la ascensión de agua se puede realizar
en un laboratorio, llenando arena en un tubo tapado con una malla en la parte
inferior, que se pondrá sobre el agua, por efecto capilar se elevará hasta saturarse
completamente. Al paso que baje el tamaño efectivo y los vacíos, sumara la
ascensión capilar. Para medir la altura se utilizará la siguiente ecuación
he=C/eD10, donde es igual a la relación de vacíos, D10 igual al tamaño efectivo y
C será la constante empírica y su valor variará entre 0.1 y 0,5 centímetros
cuadrados. No obstante, la permeabilidad baja si el tamaño efectivo baja y a su
vez afectará negativamente a la velocidad de ascensión capilar.

1.9.5. Humedad discontinua

La humedad de contacto no es nada más que agua almacenada en la arena, la tensión


superficial que esta genera es dominada presión de contacto, a su vez desarrolla
una resistencia de la fricción, sin embargo, si sumergimos el suelo se elimina la
tensión, se rompe el contacto y se desvanece la arena. Combinando la teoría en
campo observaremos que la arena al estar densa aumentará la resistencia al corte y
la presión de contacto será dividida, no obstante, si nos ponemos como ejemplo
algo de la vida cotidiana, al volcar arena húmeda y no llegase a ser compactada, la
cohesión evitará que se asiente y tenga una condición estable. Respecto a esto,
Terzaghi y Peck (1973) nos dicen lo siguiente:

El volumen de una arena en esas condiciones puede ser superior


en un 20 o 30 por ciento al de la misma arena seca en estado
también suelto. Este fenómeno se distingue a veces con el
calificativo de abultamiento. Como las fuerzas que mantienen
los granos en posiciones inestables son extremadamente
pequeñas, el fenómeno descriptivo solo puede producirse en los
primeros decímetros superiores (30 a 60 cm) de una capa de
arena (p. 135).

1.9.6. Errores comunes

Conforme los procesos por el cual el movimiento del agua no es tan evidente como
fluente que origina la gravedad, se han realizado diferentes difusiones erróneas de
acción del agua en el tubo capilar, llevando un proceso de succión,
confundiéndose también como ascensión capilar. Esto resultaría falso, ya que para
una succión de agua se necesita presión atmosférica y llega a ser independiente
del grosor del tubo. En cambio, la ascensión no depende de la presión atmosférica,
con ello decimos que hay desigualdad de los procesos, a esto Terzaghi y Peck
(1973), constan que ¨ en el vacío es imposible levantar el agua por succión,
mientras que la altura de ascensión capilar es la misma que la presión atmosférica
(p.136) ¨.
1.10. Formas y tipos de drenajes

1.10.1. Propósito y métodos

Muchas veces en la naturaleza la lluvia es un problema cuando tratamos de construir


algo, ya que se genera lodo o emblandece las tierras generando la dificultad para
moverse, por ello existe el drenaje, nos sirve para la eliminación de presiones de
agua, que podrían ser congeladas o acumuladas. Según Terzaghi y Peck (1973),
este trabajo de filtración rebajará a la capa freática aplicando sistemas de
colectores, ya sean dentro de perforaciones, galerías o zanjas y luego ser
expulsadas, comúnmente por bombeo. No obstante, al realizar el drenaje ocurren
problema por la gradiente hidráulica que se produce en sus paredes, pues al
momento de expulsar el agua, van arrastrándose partículas de tierra que se van
pegando poco a poco en las paredes. Para ello es recomendable utilizar protectores
como mallas metálicas, estas aran que las partículas se peguen en los orificios
ayudando así a un drenaje limpio.
Para poder drenar en muchos casos de manera más eficiente, se pueden realizar trabajos
sofisticados que ayuden a un proceso como la realización de pozos. Según la
postura de Terzaghi y Peck (1973), para realizar estas perforaciones se utilizan
tubos metálicos modelos camisa que en su lado extremo lleva un caño perforador,
el cual queda a borde del estrato acuífero. Si la medida del caño es de 21/2
pulgadas al hoyo perforado se lo conoce como well point, este tipo de
perforaciones al ser de diámetros menores da bombeos sincrónicamente con otras
perforaciones. Mientras tanto, si el perforado tiene un diámetro de 30 centímetros
al pozo que realizo se lo llama pozo filtro, al realizar este tipo de perforaciones el
espacio que queda se rellenara con arena gruesa o grava.

1.10.2. Drenajes por la gravedad

El drenaje no solo va a consistir en guiar el agua por diferentes acueductos, también se


va a necesitar la presencia de la naturaleza. En uno de los trabajos de investigación
Terzaghi y Peck (1973) nos dicen que para realizar cualquier tipo de drenaje
podemos también utilizar la evaporación, este proceso consiste en exponer la
humedad al calor del exterior. Lo increíble es que este tipo de drenaje puede ser
para suelos diferentes, ya que actuará por la invasión del aire o consolidación, el
proceso como se lo conoce es drenaje de desecación. Por otro lado, hay un proceso
en el que utilizan electricidad, usualmente es aplicado en suelos finos y es conocido
como drenaje por electroósmosis, a su vez si al mismo tipo de suelo se lo pasa por
temperaturas menos de 0 grados centígrados, se verá un proceso de absorción de la
humedad, siendo en los polos terrestres donde se observará con regularidad, ya que
conlleva la formación de capas de hielo.

Cuando hablamos de drenaje por gravedad, nos referimos a la capacidad que tiene el
suelo de retener el agua, generando así la humedad que observamos en momentos
de lluvia o al regar algún sitio en especial, cuando se quiera medir como absorben
la humedad los diferentes tipos de suelos, se tiene que llevar a laboratorio, en donde
se realiza experimentos variados. Al respecto Terzaghi y Peck (1973) nos dicen que
cuando se hace drenar el agua con la propia gravedad, estaremos viendo el método
gravitacional. Por otra parte, al utilizar máquinas, en especial las que hacen el
trabajo de succionar o hacer presión, estaremos conociendo al experimento
denominando método por succión. Por último, el método conocido como
centrífugo, es realizado de la misma manera que el experimento anterior, lo que lo
diferencia es que en esta oportunidad la fuerza gravitatoria ejercida en este
experimento es remplazada por una fuerza mayor.

Los experimentos de laboratorio, en el caso de suelos, conlleva una duración muchas


veces larga, ya que pueden durar de meses a años, por eso la recolección de datos
van siendo minuciosos. En el experimento realizado se observa una relación de
tamaño entre el método de succión y la centrifugación, pues el drenaje por
centrifugación llega a ser más rápido que el de succión. El espacio de aire que se
llega a ver es gracias al alejamiento del suelo sobre la napa, y mientras siga el
experimento por más años, se lograra ver que la diferencia entre ambos drenajes va
a seguir creciendo.

Al momento que hablamos de drenaje en campo, nos referimos al terreno en el que se


ejecuta y siempre será basándose en la gravedad y el tipo de suelo con el que nos
encontremos. En este caso, el agua será de lluvia y si nos vamos a lugares con
mayor altitud o que se encuentren en polos extremos, estaremos hablando del
deshielo que allí ocurra, el efecto del drenaje, no solo se basara en la cantidad de
agua que se encuentre en el lugar, o la evaporación que al ser campo abierto va a
tener que ocurrir, sino también con los estratos que se encuentren en el terreno. Si
nos ponemos a comparar con lo visto en laboratorio, no habrá similitudes. Puesto
que según Terzaghi y Peck (1973), con la experiencia que llevan, nos describen que
la relación de espacio de aire del suelo, el terreno será independiente de la
elevación que contenga sobre la capa freática, mientras que en el laboratorio
aumenta conforme se alejan.

Las revisiones teóricas revisadas con antelación nos hablaban de diferentes procesos de
drenajes que se pueden emplear al momento que se quiere drenar, pero el tiempo es
primordial para estos procesos. Terzaghi y Peck 1973, indican que, para obtener
buenos resultados al drenar, es necesario que el ingeniero cuente especialmente con
la experiencia, puesto que los métodos teóricos son poco satisfactorios. Por
ejemplo; cuando se quiere medir la velocidad de drenaje en la arena gruesa en
pozos filtros espaciados que no estén a más de 12 metros entre sí, seria rápido el
drenaje. En cambio, con la arena fina, gracias a que no deja fluir muy rápido el
agua, esta se demoraría varios meses.

1.10.3. Desecación de los suelos

Al momento de hablar de desecación, nos referimos al secado de materiales que


comúnmente ocurre con la evaporación de humedad que esta contiene gracias a la
ayuda del tanto del aire como del sol. Como expresa Terzaghi y Peck 1973 en su
libro, si poneos como ejemplo la arcilla, en el momento del desecado, el agua que
contiene se va a ir evaporando de interior a exterior haciendo que este se valla
endureciendo de a pocos, cuando esto termine dependerá de la humedad relativa del
aire en terminar el desecado restante ya que en el agua se evaporara siempre y
cuando haya separación entre agua y aire. Para estar en contexto con lo dicho, la
humedad relativa se refiere a la relación entre el vapor del agua acumulado en el
aire con el vapor del mismo aire a una misma temperatura.

Los experimentos sobre desecado son muy variados, ya que la arcilla como los otros
materiales del suelo, llegan a ser muy utilizados. Por ejemplo, Terzaghi y Peck
1973 describen el proceso experimental de la probeta de arcilla, donde nos dicen
que cuando el objeto presentado es secado en un horno y luego se lo saca para para
que se enfríe a temperatura ambiente, el agua que contenga el aire será absorbido
aumentando la humedad de la probeta y se lo conoce como humedad higroscópica.
La cantidad de agua que pueda absorber la probeta dependerá a la temperatura y
humedad relativa del ambiente, comúnmente el hinchamiento que le ocurra será
superior al 5% del peso seco.

En relación con lo descrito anteriormente, hablaremos de otro proceso experimental en


cómo se va transformando la arcilla cuando se aplica un método diferente, siendo
este último muy importante para la construcción de casas. Como señala Terzaghi y
Peck 1973, una vez que la probeta se arcilla ya este secada a temperatura ambiente
y se lo introduzca en el horno, a una temperatura mayor al punto de ebullición del
agua, es decir poniéndolo a varios centenares de centígrados, la humedad que
contenga la arcilla va a disminuir rápidamente produciendo cambios físicos,
creando una fusión de los granos de arcilla, la cual dará lugar a la cementación. En
definitiva, con relación en el experimento anterior, la transformación ejercida en la
probeta de arcilla es el mismo procedimiento que le ocurre a los ladrillos con los
que se construyen diferentes obras, pero en esta ocasión la arcilla es combinada con
arena.

La desecación en el terreno es muy diferente a los experimentos que se realizan en los


laboratorios, ya que hay la creación de varios efectos que le ocurren a este, siendo
un problema muy común en los lugares desérticos. Tal como Terzaghi y Peck 1973
nos dicen que, la desecación ocurrente en los terrenos se dará siempre y cuando no
se encuentre capa de agua sobre el terreno, es por ello por lo que en terrenos donde
no se llega a ver ninguna gota de agua se observa suelos cuarteados y algunos
pedazos de arcilla que son confundidos con piedras blandas. También afirman que
la desecación de una capa de arcilla es constante, se van creando costras que se van
haciendo más espesas mientras transcurra el tiempo. En zonas semiáridas la
desecación llega a alcanzar 6 metros de profundidad generando un quebrantamiento
del suelo, no obstante, cuando llegan las épocas lluviosas y el agua ingrese por esas
gritas se verá como estas se hinchan, haciendo que el terreno denote un
levantamiento importante.

1.10.4. Las heladas

Las heladas son un problema ejercido por el congelamiento de agua en el interior del
suelo, muy común en los lugares con altura y países que están cerca a los polos.
Como dice Terzaghi y Peck 1973, el congelamiento de la zona solo aumenta
cuando un 9 por ciento de expansión de agua y esto es reafirmado por Whitlow
1996 quien destaca además que este aumento varía entre 2 a 6 por ciento
dependiendo al vacío que contenga el suelo. En suelos con granos finos se genera
congelación con capas de hielo limpias paralelamente en la superficie. Por otro
lado, al momento de descongelamiento según Whitlow 1996 se creará humedad que
será difícil su drenaje ya que, aunque este descongelado por encima, aún hay hielo
al pie o interior de la tierra.

2. CAPÍTULO II: Cimentaciones


1.11. Antecedentes históricos

La ingeniería civil se gestó desde tiempos remotos. Crespo (1980) nos dice que en los
escritos de las construcciones erigidas por diversas civilizaciones como egipcios,
chinos, mayas y romanos, se evidencia de manera clara la atención que nuestros
ancestros otorgaban a las construcciones, tanto en la superficie de la tierra como
dentro de ella. También afirma que hay registros que revelan cómo durante la
dinastía Chou en China, se proporcionaban instrucciones detalladas que avanzó el
desarrollo de caminos y puentes. Crespo (1980) señala que algunos monumentos
destacados como las Pirámides de Egipto, de Chichen Itzá, la Gran Muralla China
y otras obras notables que hoy admiramos; sirven de testigos silenciosos de los
conocimientos preexistentes en la antigüedad acerca de la mecánica de suelos y
cimentaciones.

Según Crespo (1980), debido a los constantes problemas en las estructuras de


construcción el militar francés Marquis Sebastian le Preste de Vauban, fue uno de
los pioneros en formular la guía de estudio de suelos lo que posteriormente otros
militares reconocidos dieron su contribución básica y científica sobre la mecánica
de suelos y cimentaciones. Esto de debió a que con la caída del imperio romano se
descuidaron los aspectos técnicos sobre los suelos y cimentaciones lo que provocó
los diversos problemas de asentamiento hasta el momento que el pionero Marquis
empezó el estudio de las causas de estos problemas.

1.12. Generalidades de las cimentaciones

De forma general, las cimentaciones se pueden clasificar en dos grandes grupos


principales: cimentaciones de tipo directo y de tipo indirecto. Crespo (1980)
define a las cimentaciones indirectas como aquellas en las cuales los elementos
verticales de la estructura se extienden hasta el terreno, descansando
indirectamente sobre él de manera que, con el ensanchamiento de su sección
transversal, reducen la carga unitaria transmitida al suelo; de este tipo de zapatas
son las zapatas aisladas, conectadas, ligadas y cimientos por trabes y losas. Crespo
(1980) afirma que una cimentación no directa se realiza mediante elementos
intermedios como pilotes, cilindros y cajones de cimentación, ya que el suelo
sobre el cual descansan está ubicado a considerables profundidades.

1.13. Diseño y análisis sobre cimentaciones

La estimación de presiones de carga permisibles es un aspecto fundamental en el diseño


y construcción de estructuras para garantizar si integridad y seguridad. Tolimson
(2008) nos indica que este proceso implica evaluar cuidadosamente la capacidad
de carga de los materiales utilizados y considerar factores como la resistencia del
del suelo, las cargas estáticas y dinámicas, así como las condiciones ambientales.
De acuerdo con Tolimson (1980), al determinar las presiones, los ingenieros
buscan evitar la deformación excesiva y el riesgo de falla estructural, asegurando
que la edificación pueda soportar las fuerzas que actuarán sobre ella durante su
periodo de vida.

Por ello la correcta ejecución de una cimentación es crucial para la estabilidad y


durabilidad de cualquier estructura. Según Crespo (1980), para asegurar un
adecuado cimiento, es conveniente seguir pautas fundamentales que aborden tanto
las características del suelo como los requisitos específicos del proyecto, realizar
un estudio a profundidad sobre las propiedades y componentes del terreno donde
se piensa construir. De acuerdo con Crespo (1980), esta serie de pasos nos
facilitara la elección de la cimentación más adecuada, ya sea profunda o
superficial; además se deben de tener en cuenta la magnitud de las cargas y la
capacidad del suelo para resistirlas, previniendo así futuros problemas a la
estructura.

Es importante considerar meticulosamente los factores y rangos de cargas ya que son


esenciales para el diseño estructural, ya que influye directamente en la seguridad.
Tolimson (2008) nos dice que estos factores abarcan una amplia gama de
variedades, incluyendo las cargas de servicio que están relacionadas con el uso
diario y las condiciones ambientales, deben ser cuidadosamente evaluadas para
garantizar que la estructura pueda soportarlas sin deformarse de manera excesiva;
por otro lado las cargas ultimas representan situaciones extremas que podrían
ocurrir en circunstancias excepcionales como: sismos, cargas de viento intensas,
… Tolimos (2008) afirma que el análisis preciso de estos factores y la selección
adecuada de los rangos de cargas ya que estos pueden variar según la zona
geográfica y de esta manera asegurar el diseño de una estructura robusta y
resistente.

La elección de valores específicos para diversas cimentaciones es crucial en el diseño


estructural, ya que cada tipo de cimiento requiere consideraciones particulares.
Tolimson (2008) nos dice que los valores de carga admisible, capacidad pórtate y
otros parámetros varían significativamente según si se trata de cimentaciones
superficiales o profundas, la capacidad de soportar cargas y la distribución de las
fuerzas juegan un papel importante en la selección de estos valores. Según Crespo
(1980), es esencial considerar factores como la profundidad del nivel freático y las
condiciones sísmicas locales para garantizar una cimentación adecuada, la
correcta asignación de valores para cada tipo de cimentación aparte de asegurar la
estabilidad estructural, sino que también contribuye la eficacia del proyecto.

En la era actual de la construcción sostenible, se presta cada vez más atención a la


incorporación de prácticas respetuosas con el medio ambiente en el diseño y la
construcción de cimentaciones superficiales. Tolimson (2008) afirma que La
sostenibilidad de las cimentaciones poco profundas incluye no sólo la elección de
materiales de construcción respetuosos con el medio ambiente, sino también la
cuidadosa consideración de las condiciones geotécnicas y el uso de técnicas que
minimicen el impacto ambiental durante toda la vida útil de la estructura. Para el
autor la incorporación de prácticas sostenibles en las cimentaciones superficiales
no solo aumenta la eficiencia de los recursos y reduce el desperdicio, sino que
también ayuda a crear un entorno construido más sostenible y en armonía con el
entorno natural.

1.14. Investigación del terreno

El tipo de análisis del suelo depende de la clase de construcción a trabajar. Ante ello,
según Tomlinson y Boorman (1996), las obras en las que su estructura sea ligera o
de un peso moderado, únicamente se realizará investigaciones superficiales sobre
zanjas de alcantarillado abiertas, excavaciones y pozos de comprobación
superficiales (siempre que no existan cimientos que obstaculicen). Por otro lado,
según los autores la realización de perforaciones y excavaciones profundas y
ensayos de laboratorio se llevarán a cabo en investigaciones detalladas para
edificaciones de un peso muy elevado a lo normal como el de un puente o una
planta industrial. Así mismo, los autores comentan que solamente aquellas
estructuras ligeras en donde su información sea un misterio y su terreno
desconocido se hará uso de análisis más complejos.

Antes de realizar cualquier construcción de una cimentación se ven en la obligación de


requerir a los estudios del terreno, así sean superficiales o a un mayor grado de
detalle, podemos empezar a hablar de la información que obtenemos al
terminarlas o las informaciones que son requeridas en estos campos. Por ejemplo,
según Tomlinson y Boorman (1996), la ejecución de topografías proporcionará
propiedades adyacentes a las cimentaciones que afecten al diseño de estas
mismas; podemos ubicar los servicios o cableados subterráneos para así poder
evitarlos; obtenemos el saber previo de posibilidad de factores climatológicos,
también datos hidrográficos y meteorológicos para estructuras marítimas o
fluviales. Luego, los autores indican el uso de una inspección minuciosa que nos
brinda características del subsuelo en los que se ha de buscar una solución.
Además, según los autores podemos obtener hoyos superficiales que indican una
serie de depresiones e irregularidades en la superficie del terreno. Así mismo, los
autores mencionan que el encogimiento de una ladera o la inclinación de los
árboles ocasionan el deslizamiento del suelo.

La toma aérea es una buena opción en distintos campos. Ante ello, para Tomlinson y
Boorman (1996) ven su presencia “en terrenos muy extensos, la fotografía aérea
es un aliado valioso en la investigación del terreno. Las interpretaciones técnicas
de las fotografías aéreas pueden revelar mucho acerca de las condiciones
geológicas y topográficas del terreno. Obtener mapas geológicos a partir de fotos
aéreas, como lo hacen las compañías especializadas, es una ciencia ya
establecida” (p. 15).

2.4.1. Intensidades de las investigaciones


Como sabemos existen distintas investigaciones, así también existen intensidades de
estas mismas. Ante ello, para el Ministerio de Fomento (2009) mencionan que:

“Como norma general, los reconocimientos del terreno deben ser


suficientemente amplios (o extensos), de manera que permitan
conocer el terreno en las zonas de influencia de las cimentaciones. Esa
amplitud no sólo debe ser suficiente en planta, respecto al eje del
trazado, sino también en profundidad, hasta sobrepasar la zona donde
las cargas de cimentación pueden tener efecto. Las zonas amplias
deben reconocerse mediante técnicas adecuadas (cartografía
geológica, reconocimientos geofísicos, rozas y/o calicatas y algunos
sondeos mecánicos y/o ensayos de penetración continuos).
Generalmente será suficiente alcanzar un conocimiento global que
permita decidir la ubicación precisa del trazado, la situación de las
obras de fábrica y las tipologías de sus cimentaciones. En el entorno
de los cimientos, el conocimiento del terreno debe ser más detallado.
Han de caracterizarse los distintos suelos y/o rocas que aparezcan en
el subsuelo y han de investigarse otros detalles, en particular los
relativos a la situación del agua en el terreno. En las zonas de afección
de las cimentaciones han de intensificarse los reconocimientos hasta
que la información obtenida sea suficiente. Al objeto de ilustrar lo que
se entiende por «suficiente», a continuación, se incluyen algunos
conceptos aplicados a situaciones concretas. Con ello se espera ayudar
al ingeniero en la decisión relativa a la intensidad de los
reconocimientos del terreno” (p. 59).

Como sabemos, las investigaciones que realiza el ingeniero responsable de una obra, las
ejecuta de acorde al grado, por así decirlo de dificultad de la construcción. Ante
ello, mencionamos la clasificación de aquellas intensidades como intensas,
especiales, reducidas y esporádicas. Así mismo, el Ministerio de Fomento de
España (2009) aclara que estas magnitudes de elaboración ante una
investigación de cimentación dependen de dos factores, los cuales son la calidad
de la superficie y de la construcción a estudiar. De hecho, el autor tiene una
observación acerca de cómo realizar la clasificación de la cualidad del campo,
inclinándose por su variabilidad en la cual la clasificamos como homogéneos,
comunes y heterogéneos; y su capacidad de apoyo concerniente, la cual
podemos dividirlas en situaciones favorables, normales o adversas
En las investigaciones intensas, como su mismo nombre lo menciona, se recurrirá a su
uso cuando se presente la necesidad de un reconocimiento geotécnico de una
intensidad mayor a algunas circunstancias. Así mismo, para el Ministerio de
Fomento (2009), estas mismas particularidades se ven causadas por un terreno
especialmente homogéneo o también por condiciones de cimentación
desfavorables. Ante ello, para el autor, un área singularmente uniforme puede
haberse causado por áreas que presentan una magnitud similar a la latitud de la
cimentación, también en zonas de alteración de irregularidades, áreas
meteorizadas químicamente o depósitos o almacenamientos de suelos extraños
que proporcionen variación lateral considerable.
Estos reconocimientos a los que recurrimos son realizados en ocasiones que los que se
presenten en las cimentaciones una naturaleza relativamente normal y
homogénea. Para el ministerio de fomento (2009), los sondeos mecánicos y su
número a realizar en obras como puentes serían de 3 de estribos y en las pilas
que se encuentren en una mayor altura que las demás; en pasos inferiores con
uno solo es suficiente; en muros vendrían bien un sondeo cada 50 metros de
longitud como mínimo 2 sondeos; en el caso de los terraplenes se realizará 2
sondeos en las alturas mayores a los 10 metros. En el caso de este último, las
investigaciones llegan a ser normales o incluso a una mayor intensidad,
dependiendo si el apoyo de estos en suelos blandos requiera de cierto
tratamiento para un mejor soporte en obras de carreteras (Ministerio de fomento,
2009).
Las investigaciones esporádicas o de muy poca frecuencia se realiza en casos
particulares en los cuales no se verá más que necesario el uso de este tipo de
investigación. Por ejemplo, para el Ministerio de Fomento (2009), en el caso de
que las cimentaciones no presenten sensibilidad a la naturaleza y
características del terreno; y cuando se presente un terreno homogéneo, los puntos a
reconocer se disminuyen de una manera notable. De la misma forma, según el
autor, no será necesario el uso de sondeos mecánicos en cimentaciones ubicadas
sobre roca sana aflorante más que para comprobar la continuidad de las rocas en
zonas donde su cartografía geológica presente una serie de dudas sobre la
capacidad de su resistencia. En conclusión, el autor menciona que, en terrenos
rocosos, aproximadamente llanos y con un nivel freático profundo, se ve como
una buena opción el uso de sondeos ocasionales para la confirmación de cuál es
la situación de los puntos de duda.

2.4.2. Investigación de fallas en el terreno

Las investigaciones de falla en el terreno son distintas a las investigaciones normales y


se deben de ejecutar de vez en cuando en cualquier infraestructura. Es notable su
diferencia con lo habitual en realizar; además, para Toomlinson y Boorman
(1996) estos estudios se basan por lo general en perforaciones a pozos de
muestra en puntos diferentes para así poder rescatar las zonas afectadas por las
cargas. Aparte, ellos mencionan a las cuarteaduras, las cuales al observarse
detenidamente podrían presentar el movimiento de la cimentación. Para ello,
proponen como mejor opción el uso de marcas llamadas Tell Tales como ayuda
en observaciones a largo plazo. A propósito, estas marcas están elaboradas de un
metal no corrosible, taladraros y colocarlos de manera estratégica en las paredes.

Cuando se realizan estos reconocimientos tomamos en cuenta que debemos ejecutar una
serie de obligaciones. Para los Toomlinson y Boorman (1996); en primer lugar,
se debe de efectuar un estudio detallado a infraestructuras vecinas para descartar
la proyección al aumento de fallas a futuro. En segundo lugar, indican seguir con
una revisión exhaustiva de la historia pasada del terreno. En tercer lugar,
proponen tomar a consideración a los árboles en desarrollo en el campo y la
presentación del informe de la regularidad de los agrietamientos. Como último
lugar, realizar la observación de plantas industriales cercanas, ya que por el uso
de cierta maquinaria ocasionarían ciertas vibraciones en el terreno.

1.15. Preparación del sitio para la construcción de cimentaciones

Para empezar a elaborar una cimentación u obra siempre es necesario la preparación del
sitio para una mejor velocidad de trabajo e incluso comodidad a la hora de su
ejecución. La elaboración de un trabajo se aumenta en sentido de eficiencia
cuando se mantiene una cierta comodidad a la hora de trasladarse; es decir, al
implementar una buena movilidad en el campo de trabajo y en los caminos de
tránsito vehicular (Toomlinson y Boorman, 1996). Ante ello, para los autores
Toomlinson y Boorman (1996), se llega a alcanzar un nivel óptimo referente al
tiempo de elaboración de una obra cuando se manifiesta un método efectivo y una
buena manutención de aquello a lo que llamamos caminos temporales. Así
mismo, se debe de realizar constantemente actualizaciones de informes del estado
actual de los drenajes y así poder mantener un estado de trabajo estéril
(Toomlinson y Boorman, 1996).

2.5.1. Caminos temporales

Los caminos temporales se realizan con el objetivo de poner a correr todo tipo de
maquinaria pesada o de construcción; y se realizan bajo ciertas características
del terreno a trabajar. Por ejemplo, Toomlinson y Boorman (1996) señalan que
en los casos en los cuales se hagan presencia de suelos arenosos solo se optará
por el uso de la nivelación y compactación para lograr un área lisa; ya que, en
estos tipos de suelos se pueden transitar de una manera cómoda tanto en climas
secos como en lluvias. Por otro lado, en los arcillosos y limosos se puede poner
en marcha la maquinaria pesada, siempre y cuando el clima este seco; cuando el
clima es de invierno y lluviosos, se requerirá de estos caminos temporales para
la ejecución de la obra (Toomlinson y Boorman, 1996). A propósito, en los
terrenos de arcilla seca, cuando se intenta evadir el gasto de caminos temporales
y se implementan con tardanza, generan gastos aún mayores y cierta dificultad a
la hora del trabajo de las maquinarias de construcción.

2.5.2. Drenaje en el sitio

Se logra una mejora en la rapidez de trabajo en una obra de construcción cuando se


empieza a tomar en cuenta el sistema de drenado; es decir, a la hora de darnos
cuenta lo importante que es el drenaje en las construcciones. Así mismo,
Toomlinson y Boorman (1996) indican que es una obligación esta acción en
climas en donde suelen habituar poderosas lluvias. También mencionan que, en
ocasiones, como cuando los caminos temporales están situados de tal manera en
la que atraviesan zanjas, se debe realizar un desfogue por la parte inferior y
desviar las que peligren el área de trabajo. A propósito, las inspecciones que
deben de realizar a los drenajes que se ven a la luz por las perforaciones son
completamente necesarias; y si obtenemos una reacción activa del drenaje, se
corta este mismo con dirección hacia un filtro cercano.
El uso del método de drenado con las zanjas y cárcamos es recurrido en ciertas
ocasiones; y su implementación es algo simple, pero a la vez funcional. Como se
ha dicho, con base en Peck, Hanson y Thornburn (2002), suelen requerirse en
suelos que se convierten en impregnables a través de cuarteaduras en el terreno
como las arenas limosas o finas. Además, los autores escriben que este sistema
se basa en que se utilizan las zanjas como medio de transporte hacia los
cárcamos para finalizar con un bombeo del agua recolectada. Por cierto, una
concavidad colocada estratégicamente para la recolección de agua es a lo que
llamamos cárcamos. De la misma manera, Se sugiere que se realice un
recubrimiento de grano grueso en las capas de los cárcamos para así evitar el
lavado de las arenas por succión.
Los drenajes avanzados con la táctica de la implementación de pozos punta,
disponiendo de procedimientos complejos como “varios pisos” o más simples
como un sistema eyector de chorros. Acerca de los pozos punta, citando a Peck,
Hanson y Thornburn (2002), ellos hacen mención que son implementados en
áreas granulares; son unos tubos excavadores dedicados para la succión o
drenado de agua en las excavaciones principales, tienen un largor de 90 cm y un
diámetro de 38 mm o algunas veces de 50 mm. Los autores abordan como se
realiza la primera excavación haciendo uso de los pozos punta; es decir, su
primera perforación se ejecuta hasta solamente unos 4 m de profundidad y para
seguir perforando anteriormente se debió de hincar la segunda línea de pozos.
En consecuencia, explican el cómo los pozos se quedan conformados por un
grupo de inclinaciones obstaculizadas por bermas, en los cuales se albergan las
zanjas de drenado (Peck, Hanson y Thornburn, 2002).
Las bombas de pozos profundos suelen ser una mejor opción para elaborar para la
succión de agua en excavaciones que los pozos punta. Como se ha dicho,
basándose en las aclaraciones de Peck, Hanson y Thornburn (2002), los pozos
punta tienen la desventaja de que el agua cae repentinamente en la excavación
realizada. Los autores indican que las consecuencias hacen elevar el gradiente
hidráulico de una manera descomunal y las presiones en el momento podrían
volver insoportables los declives. Por esto, se considera a las bombas de pozos
profundos como una opción a realizar más práctica, segura y económica (Peck,
Hanson y Thornburn, 2002).
En el caso del drenado con la aplicación de drenes de arena son generalmente recurridos
para apresurar el asentamiento de arcillas y su drenaje. Así mismo, Braja (2012)
argumenta que su construcción se basa en la ejecución de agujeros en la capa de
arcilla; luego, lo que resta se libera con un chorro de agua. Por otro lado, como
afirman Peck, Hanson y Thornburn (2002), su instalación genera ligera
variación en el terreno, como la disminución de su permeabilidad y resistencia, y
el levantamiento en su comprensibilidad. Además, las malas instalaciones se
vienen llevando a cabo por la misma negligencia de las personas responsables en
la obra al no poner como suma importancia estos puntos en contra.
Es verdad que las obras de construcción serán distintas dependiendo del lugar a
realizarse, en este caso se presenta el obstáculo de infraestructuras adyacentes al
área de trabajo, por lo que se requerirá de ciertas medidas para su elaboración.
De la misma manera, Toomlinson y Boorman (1996), sugieren realizar una
búsqueda de todo tipo de cableado y tuberías subterráneas. Consecuente a ello,
los autores afirman que es importante ejecutar estos seguimientos, ya que el
registro de incidentes fuertes es largo y el costo de reparación es muy costoso.
En las excavaciones profundas se recomienda tomar en cuenta el diálogo con los
residentes de las estructuras adyacentes a la obra; es decir, preguntar acerca de
las grietas y realizar un descarte de posibles fatalidades ante la explosión de la
dinamita o el uso de pilotes.
Se efectúa la limpieza y la preparación del terreno una vez reconocido, ya que existe la
posibilidad de presenciarse vida vegetal o algún otro obstáculo que impida la
elaboración de la obra. Esto es, citando a Pérez (1998), al mencionar a limpieza
nos referimos de radicación de todo aspecto peligroso para el avance de la
construcción, como árboles o desniveles. Además, para el autor en terrenos los
cuales fueron utilizados como centro basural se procederá a realizar la
eliminación de todo tipo de elemento orgánico para la prevención de
hundimientos por descomposición. Por cierto, tendremos que evadir el uso de
componentes perjudiciales para la obra, como el uso de arcillas, hierbas, raíces,
turbas y restos vegetales (Pérez, 1998).

1.16. Excavaciones

Este método es influenciado por las maquinarias pesadas de excavación y el traslado de


lo recolectado. Así mismo, Toomlinson y Boorman (1996), indican que la
determinación para un centro de excavación en masa se ve influenciada por las
medidas de transportación. Por ejemplo, mencionan a los trasladados de 100 m
utilizando el bulldozer; de 100 a 600 m se ejecutan por escarbadores de orugas o
bandas; de 600 a 800 m se utilizan tractores de banda para ayudar al traslado de
escarbadores. Además, cuando su transportación excede los 800 m, se hacen
presencia de los excavadores mecánicos como la pala frontal, siendo el más
eficiente para excavaciones de gran cantidad de masa; las retroexcavadoras, son
maquinarias aptas para perforaciones en zonas pequeñas como las bases de una
columna y entre otros tipos de máquinas similares (Toomlinson y Boorman, 1996)

En las excavaciones realizadas en roca son más fuertes de lo normal, ya que lo que se
busca es abrir paso atravesando las rocas mediante explosivos. Con respecto a los
explosivos, Toomlinson y Boorman (1996), confirman la necesidad de explosivos
para la detonación de rocas obstaculizadoras, a excepción de las frágiles. A causa
de ello, afirman que las explosiones de la dinamita pueden ocasionar cierta
molestia en los habitantes cercanos o incluso daños a edificios cercanos. Por otra
parte, podemos efectuar unas técnicas de “prerrompimiento” para las fisuras
probables en las excavaciones, donde se buscará hacer unos pequeños agujeros en
la parte más profunda de la perforación; a no ser, que las rocas presenten
condiciones positivas para la obra de construcción.

2.6.1. Excavaciones abiertas

En las excavaciones abiertas se ve como objetivo principal la seguridad en el trabajo de


perforación. Es decir, se perfecciona su estabilidad de las pendientes de una
excavación realizada; y esta perfección consta de tres estudios fundamentales.
Toomlinson y Boorman (1996) afirman que; en primer lugar, se debe realizar un
estudio al terreno y su naturaleza. En segundo lugar, mencionan a la extensión del
tiempo en el cual la excavación se mantendrá abierta. En tercer lugar, mencionan
al rango aceptable de la exposición de un derrumbe; es decir, se priorizará unas
medidas de seguridad adecuadas ante el posible derrumbe en construcciones
cercanas a la parte superior de la perforación realizada.

La estabilidad de las pendientes se torna diferente cuando se trata de rocas, puesto que
no se debe tomar a la ligera por tratarse de este material resistente. Con respecto al
primer punto, Toomlinson y Boorman (1996) toman en cuenta a dos factores
importantes para la estabilidad de pendientes en las rocas; las cuales vendrían a
ser el grado de inclinación de los planos de estratificación (área de capas de rocas
estratificadas) y la clase de quebrantamiento de rocas no resistentes. Los autores
reflexionan lo peligroso que puede ser una inclinación de los planos de
estratificación hacia un trabajo de excavación; por otro lado, cuando se vean
inclinados hacia fuera o en forma horizontal se pronunciará como una pendiente
estable. Ahora veamos las rocas no resistentes o quebrantadas, estos materiales
cuando caen de una cara cortada existe la posibilidad de una socavación y colapso
de una roca de magnitud aún mayor ubicada en la parte superior.

1.17. Cimentaciones superficiales

La cimentación superficial sobre arcillas con pedernales depende del contenido de


humedad y su composición de dicho suelo. Según Tolimson (2008), estas arcillas
se encuentran en el sur de Inglaterra, como un manto sobre las formaciones de
tiza, está compuesto por arcillas, arenas y guijarros de la era terciaria; lo que la
convierte en una capa muy rígida y de baja compresibilidad. Tolimson (2008)
afirma que la arcilla al tener estas propiedades no muestra cambios de volumen al
ser sometidos a la humedad, lo que es ideal el uso de zapatas aisladas o corridas,
ya que el estilo principal de este tipo de zapatas son bloques de concreto o
mampostería que se colocan directamente bajo las columnas de una estructura
permitiendo la distribución homogénea de la carga al suelo.

La cimentación superficial sobre arcillas fisuradas está condicionada a su nivel de


humedad al igual que las arcillas con pedernales, su composición juega un papel
fundamental para el diseño de estas cimentaciones. Tolimson (2008) nos indica
que una de las propiedades principales de este tipo de suelo es alta capacidad de
carga, pero a diferencia de los otros tipos de suelos presenta una moderada
comprensibilidad a causa de la variación del volumen de humedad lo que ocasiona
un asentamiento lento durante varios años. Según Tolimson (2008), para
solucionar este problema es recomendable hacer excavaciones un poco profundas
buscando el menor movimiento posible; las zapatas más apropiadas para este tipo
de suelos según el autor son las zanjas de cimentación cuya forma permite rellenar
los huecos excavados con concreto y de esta manera evitar la acumulación de
agua.
La cimentación sobre arcillas aluviales son estructuras que debido al terreno en la que
son construidas se toman en cuenta las características de este. Como señala
Tolimson (2008), dicho suelo es originado por la sedimentación y de material
arcilloso y limoso, están normalmente consolidados bajo su propia cantidad de
masa y no estuvieron sujetos a ningún tipo de peso en su historia geológica, es por
ello por lo que al ser sometidas a cargas de las edificaciones tienden a tener un
incremento progresivo en la fuerza cortante según el aumento de profundidad.
Para Tolimson (2008), las cimentaciones más aceptadas para este tipo de suelos
son las losas de cimentación, ya que tiene la capacidad de abarcar mayor área en
la corteza terrestre, evitando el desplazamiento de la estructura y su asentamiento.

Las cimentaciones construidas sobre el suelo limo, depende de la magnitud de la carga


que va a resistir, para de esta manera poder elegir la edificación correcta. Según
Tolimson (2008), este suelo es generalmente permeable y de consistencia blanda,
no presentan problemas al momento de construir la cimentación, pero a veces su
estructura tiende a colapsar con la humedad. Tolimson (2008) afirma que este tipo
de terrenos son los más apropiados para una construcción lo que al ser suelos
altamente cohesivos se puede edificar cualquier tipo de zapatas superficiales.

Las cimentaciones edificadas sobre la turba tienden a someterse a un gran asentamiento,


por lo general, lo que es indispensable evaluar todos los factores que influyen en
este problema. Tolimson (2008) nos dice que la turba es un tipo de suelo que está
formado por materia orgánica fosilizada y muerta, tiene la característica de ser un
material fibroso permeable y altamente comprensible, Tolimson (2008) señala que
para construir los cimientos es importante edificar estructuras por debajo de la
turba hasta un estrato menos compresible, para este procedimiento se pueden
hacer uso de los pilotes, aunque técnicamente se consideran como cimentaciones
profundas algunos de estos suelen usarse en superficiales como es en este caso.

El estudio de la interacción suelo-estructura en cimentaciones poco profundas es una


parte importante de la ingeniería geotécnica moderna. Este estudio proporciona
información sobre la compleja relación entre el suelo y la estructura y destaca la
importancia de comprender cómo las cargas aplicadas afectan el comportamiento
general de estos elementos fundamentales. Crespo (1980) afirma que la
complejidad de este análisis está relacionada con los cambios en las propiedades
del suelo y su respuesta a cargas externas, se estudian en detalle factores como la
capacidad de carga del suelo, la distribución de tensiones y deformaciones y la
interacción dinámica durante eventos sísmicos. Como dice el autor, con estas
variables en mente, nos esforzamos no sólo por optimizar el diseño de los
cimientos para maximizar su eficiencia estructural, sino también por garantizar la
seguridad y la estabilidad a largo plazo.

La cimentación por sustitución es un método ingenieril utilizado en la construcción de


estructuras, especialmente en suelos que presentan características poco favorables
para soportar cargas. Para Crespo (1980) este enfoque implica retirar parcial o
totalmente el suelo existente en el sitio y remplazarlo con un material más
resistente y estable, como grava o piedra triturada. Según Crespo (1980) la
cimentación por sustitución tiene como objetivo mejorar la capacidad portante del
suelo, reduciendo así el riesgo de asentamientos diferenciales de manera que
asegura una base sólida para la estructura. Este método se emplea mayormente en
terrenos de baja resistencia, es decir, altamente comprensibles, proporcionando
una solución eficaz que garantiza la estabilidad y la integridad de las edificaciones
a lo largo del tiempo.

El diseño estructural de cimentaciones desempeña un papel crucial en la estabilidad de


las estructuras. Das (2012) nos dice que en la ingeniería se emplean diversas
herramientas y técnicas para llevar a cabo un proceso eficiente por lo cual para la
construcción de cimentaciones se recurre a la geotécnica, la cual se encarga de
evaluar las propiedades del suelo, determinando su capacidad de carga y
comportamiento ante las cargas aplicadas por la edificación. Según Olmos (2007),
existen software especializados en este tipo de análisis que permiten a los
ingenieros modelar y analizar las diversas condiciones de las cimentaciones
considerando factores tales como: las cargas estáticas y dinámicas, variaciones de
propiedades del suelo y más.

La cimentación consta de varias partes esenciales que trabajan en conjunto para


distribuir eficientemente las cargas de una estructura hacia el suelo. Crespo (1980)
señala que la parte superior de la cimentación, conocida como la losa de cimentación,
proporciona un área de apoyo extensa para la estructura y distribuye uniformemente las
cargas a través del suelo; justo debajo de la losa estas las zapatas, elementos más densos
de concreto que se sitúan directamente bajo las columnas o muros, concentrando las
cargas en puntos específicos. Señala Crespo (1980) que otro elemento importante son
las vigas de cimentación que conectan las zapatas unas con otras distribuyendo de esta
manera las cargas entre ellas, proporcionando rigidez lateral.

Las zapatas aisladas son elementos fundamentales en el diseño de cimentaciones,


destacándose por su capacidad para distribuir eficientemente cargas concentradas
provenientes de columnas. Crespo (1980) nos dice que estas cimentaciones
adoptan una forma rectangular, que se sitúan directamente debajo de la columna,
actuando como punto de apoyo fundamental. Desde el punto de vista de Crespo
(1980), su característica distintiva radica su capacidad para aislar las cargas
verticales, evitando de esta manera la transferencia de fuerzas laterales a otras
partes de la estructura; este aislamiento contribuye a minimizar el riesgo de
asentamientos desiguales garantizando una distribución uniforme de las cargas al
suelo de soporte.

La expansión de la arcilla puede generar problemas significativos en la estructura como


grietas en las paredes y cimientos. Crespo (1980) señala que para evitar estos
daños, es primordial implementar estrategias preventivas, como el uso de técnicas
de drenaje adecuadas puede ayudar a controlar la cantidad de agua en el suelo de
manera que reduciría la presión ejercida por la arcilla al expandirse; además la
instalación de sistemas de raíces profundas o pilotes pueden estabilizar el suelo,
minimizando los efectos adversos de la expansión. desde el punto de vista de
Crespo (1980), la elección adecuada de materiales de construcción flexibles y la
elección del diseño de cimentación adecuados también son medida clave para
reducir daños causados por la expansión de dicha arcilla.

(Crespo, 1980, pag. 14 )“El Domo de Königsberg, en Prusia, Cimentado sobre una capa
de suelo orgánico". Es un ejemplo de asentamiento debido a una mala
cimentación, ya que se construyó sobre un suelo arcilloso ya que estos tienen la
capacidad de expandirse lo que provoca este problema; otro problema importante
es la mala cimentación ya que antes de construir una estructura se debe evaluar la
magnitud de las cargas y de esta manera prever la cimentación adecuada. Según
(Tomlinson, 2008) estas arcillas se localizan en drenajes y una de sus muchas
propiedades es la variación de volumen debido al cambio de su humedad lo que la
convierte en un suelo poco apto para la construcción.

Los problemas de asentamiento debido a una mala cimentación afectan


significativamente en la ingeniería civil, y existen diversas construcciones que
ilustran las consecuencias de una base inadecuada. Según Crespo (1980), uno de
los problemas comunes es la inclinación o hundimiento desigual de la estructura,
lo que puede ocasionar grietas en las paredes y losas; este tipo de asentamiento
desigual se observa constantemente en edificaciones construidas sobre suelos
expansivos, donde la cimentación no ha sido diseñada para manejar los cambios
volumétricos del suelo. De acuerdo con Tolimson (2008), otro ejemplo es la
consolidación diferencial, que ocurre cuando ciertas áreas de la cimentación se
asientan más rápido que otras, creando tensiones en la estructura.

Se exploraron estrategias como mejorar la resistencia del suelo, implementar sistemas


de drenaje eficaces y utilizar materiales más duraderos para soportar las duras
condiciones climáticas. Tolimson (2008) afirma que, con un enfoque activo en la
resiliencia, la ingeniería geotécnica no solo se esfuerza por adaptarse a las
condiciones cambiantes, sino que también garantiza la durabilidad y seguridad a
largo plazo de los cimientos en climas dinámicos. Como plantea Crespo (1980),
este paradigma enfatiza la necesidad urgente de incorporar la resiliencia climática
en la planificación y ejecución de proyectos geotécnicos para garantizar
estructuras más fuertes y sostenibles en un entorno climático cambiante.

El uso de cimentaciones poco profundas en proyectos de infraestructura se ha


convertido en un área importante de investigación, desde la planificación hasta la
implementación de importantes proyectos como carreteras, aeropuertos y túneles.
Como expresa Crespo (1980) este enfoque implica una evaluación detallada de los
desafíos específicos de cada tipo de infraestructura y la adaptación de los
cimientos superficiales para cumplir con los requisitos estructurales y geotécnicos
únicos de cada proyecto. Como afirma el autor, por ejemplo, en el caso de
carreteras se estudiaron estrategias para afrontar las cargas dinámicas provocadas
por el tráfico vehicular, mientras que en el caso de aeropuertos se analizó la carga
útil y la estabilidad de las aeronaves de apoyo en tierra.

1.18. Cimentaciones bajo el agua


Es verdad que las cimentaciones bajo el agua son unas obras de construcción un tanto
difíciles de concretar por las dificultades que se podrían presentar, siendo así un
trabajo no muy constante. De la misma manera, Toomlinson y Boorman expresan
que las construcciones bajo el agua no son muy frecuentes por sus costos
excesivos en gastos mayores a una cimentación permanente. Los autores toman en
cuenta a la sencillez como algo característico en estas obras, como cuando se opta
por una masa de concreto en vez de un concreto reforzado y contornos simples
para evitar arcos complejos bajo el agua. Estas construcciones no serán
complicadas cuando se trata en zonas de aguas tranquilas o de abrigo; no obstante,
cuando se trata de una obra en mar abierto es otra cosa distinta, ya que su
elaboración dependerá de las condiciones climáticas presentes en la construcción.

Las perforaciones bajo el agua son un tanto dificultosas y realizadas de diferentes


maneras en las cuales dependiendo de cada una se presentarán algunas
dificultades. Habiendo aclarado ello, Toomlinson y Boorman (1996) afirman que
los trabajos de excavaciones en zonas o áreas en las que la tarea sea incapaz de
ejecutarse por otro método serán realizados por grúas desde andamiajes. Por otro
lado, informan que la tarea realizada por los buzos será llevada a cabo cuando se
trate de simple barrenado y explotaciones de rocas; solamente se ejecutará el
trabajo de los buzos a una altura no muy mayor de los 15m bajo el agua. Respecto
al punto anterior, en el desarrollo de estas actividades pueden existir dificultades
comunes en rocas frágiles como el atascamiento de las herramientas de trabajo en
estas mismas, ya que dadas las circunstancias el buzo no podría desatascar
fácilmente las herramientas (Toomlinson y Boorman 1996). Así mismo, los
autores afirman la existencia de dificultades bajo el agua en rocas quebradizas, ya
que al romperlas dificultan la visión del buzo por su material suave.

1.19. Cimentaciones profundas


Las cimentaciones profundas se distinguen por las condiciones especiales en las que es
necesario utilizarlas y por su diseño estructural. Esto dependiendo al lugar donde se
va a construir y el tipo de edificación, generalmente cuando las características del
terreno representan un factor de riesgo para la estructura y las cimentaciones
superficiales no cumplen con los requerimientos que se necesitan para que una
estructura sea resistente y segura se utilizan las cimentaciones profundas. Al
respecto Arango (2017) afirma que “El propósito de las cimentaciones profundas es
transmitir la carga de la edificación a estratos inferiores del suelo con mejores
características mecánicas que permitan que los asentamientos estén dentro de los
rangos y evitar cualquier tipo de falla” (p. 23). Otro punto importante con respecto
a este tipo de cimentaciones es que suelen ser muy costosas y principalmente se
utilizan en edificaciones de gran tamaño.

2.9.1. Pilotes de cimentación

Los pilotes son elementos estructurales que cumplen múltiples funciones. Según Braja
(2012) La primera es transmitir la carga de la subestructura y del resto de la
infraestructura a estratos de suelos con mayor profundidad y resistencia, de esta
manera proporciona la estabilidad requerida para garantizar la seguridad y
durabilidad de las edificaciones. Los pilotes también brindan anclaje a estructuras
que están propensas a presiones, hundimientos o levantamientos, los cuales son
los principales responsables de agrietamientos y fallas. Debido a su gran
versatilidad y beneficios, la cimentación por pilotes es una excelente opción ya
que permiten afrontar los problemas que puede presentar el terreno como
dilatación, contracción, estratos con poca resistencia, entre otros.

Los pilotes de madera son de fácil manejo y bajo costo, sin embargo, presentan algunos
problemas que se deben tomar en cuenta. Consisten en troncos de árboles que
oscilan entre los 10 a 20 metros los cuales deben cumplir con ciertas cualidades
como ser rectos, no presentar ningún tipo de podredumbres o grietas que puedan
influir en su resistencia y duración, a pesar de cumplir los requerimientos de
calidad para la madera, con frecuencia se suelen presentar muchos problemas que
giran en torno a la resistencia de la madera, el tiempo útil y en general si resulta
factible o no utilizar este tipo de pilotes. Peck, Hanson y Thornburn (2008) afirma
que:

Los pilotes de madera no pueden hincarse en suelos de elevada


resistencia sin sufrir daño; por lo tanto, rara vez se usan para cargas
mayores de 30 toneladas; en muchas localidades la carga de trabajo está
restringida a 25 toneladas o menos. Aunque los pilotes de madera
pueden durar indefinidamente cuando están rodeados permanentemente
por un suelo saturado, están sujetos a pudrirse arriba de la zona de
saturación, pueden dañarse o destruirse por insectos como las termitas,
incluso cuando los pilotes están en contacto con aguas estancadas o
saladas también están sujetos al ataque de varios organismos marinos
que pueden acelerar el deterioro en unos cuantos años o, en condiciones
extremadamente desfavorables en unos cuantos meses (p. 240).

Los pilotes de concreto son una opción muy resistente y que tienen diferentes
características según el tipo de colado al que pertenece. Al respecto Braja (2012)
sugiere que pueden ser de concreto precolado los cuales presentan una sección
transversal y cuentan con un refuerzo para soportar los momentos flexionantes,
estos pilotes son previamente fabricados antes de ser trasladados al área de trabajo
donde van a ser instalados. Entre sus características favorables está la resistencia a
la corrosión, soportan muy bien los procesos de hincado y se acoplan con
facilidad al resto de la estructura, pero se generan algunos problemas para
transportarlos. Los pilotes colados in situ son otra variante de los pilotes de
concreto, a diferencia de los precolados, estos se construyen directamente en la
zona de trabajo a través de un barreno el cual es rellenado con concreto, cuando
tienen un tubo de acero reciben el nombre de Ademados, este tipo de pilotes son
más económicos y permiten tener una mejor inspección al momento de su
fabricación, sin embargo, pueden ser difíciles de empalmar con el resto de la
edificación. Los pilotes de concreto pueden soportar cargas muy grandes, como es
el caso de edificaciones de gran tamaño, además permite hacer frente a estratos de
suelos muy débiles. La selección entre precolados y colados in situ dependerá de
las condiciones del terreno, la maquinaria con la que se cuenta, incluso el aspecto
económico.

Los pilotes de acero son muy similares a los de concreto, sin embargo, presentan
algunas variaciones. Braja (2012) sostiene que tienen forma alargada que
corresponde a un tubo de acero los cuales muestran ciertas particularidades como
es el caso de perfiles de acero H, este es muy resistente y penetra en los estratos
del suelo con facilidad. No obstante, en ocasiones cuando los suelos son muy
compactos como arenas densas o roca suave, y por ende el proceso de hincado se
dificulta y los remaches o soldadura no son suficientes para reforzar los pilotes, en
estos casos se hace uso de zapatas de hincado o puntas, estos proporcionan el
soporte necesario para evitar cualquier tipo de daño o falla en los pilotes. Un
factor de riesgo que casi siempre está presente en los pilotes de acero es la
corrosión, esto debido a algunas condiciones climáticas, propiedades de los
suelos, entre otros. Existen varias formas de prevenir este problema como los
recubrimientos con material epóxido, una capa de acero adicional o incluso un
encapsulado con concreto.

Los pilotes compuestos se encuentran constituidos por dos componentes diferentes, uno
de ellos se ubica en la parte superior y el otro en la parte inferior. Braja (2012)
sostiene que pueden derivar de la mezcla de materiales de concreto con madero o
acero. Como ejemplo están algunos tipos de pilotes colados in situ, los cuales
están formados, por una parte, superior de hormigón y la parte inferior de acero.
Estos se emplean cuando se necesita una mayor capacidad de soporte. También
existen pilotes que resultan de la unión de concreto y madera. Es factible
identificar ciertos problemas con relación a este tipo de pilotes, ya que la
combinación de dos elementos que poseen diferentes características resulta
compleja. Incluso puede significar una desventaja a nivel estructural. Por
consiguiente, este tipo de pilotes no son muy utilizados y solo se emplean en
situaciones muy particulares.

Los pilotes preexcavados son utilizados con mayor frecuencia para formar parte de la
cimentación de una estructura, tienen procesos de elaboración e instalación en
específico que deben seguir una secuencia muy marcada. Mojica (2011) señala
que el primer paso es hacer una excavación que puede ser de manera manual o
haciendo uso una máquina piloteadora que cumpla con las características de
diámetro y profundidad señaladas en el análisis estructural realizado previamente,
en algunas ocasiones se lleva a cabo la estabilización del terreno debido a factores
como el uso de maquinaria, los suelos granulares o por presentar un bajo nivel
freático. Terminada la excavación, se da inicio a la construcción del pilote, se
introduce una canasta de acero la cual será fundida junto con concreto a través de
una tubería. Por lo general este tipo de pilotes tienen un diámetro de entre 0,3 m a
2 m y son ideales para trabajar en capas duras de terreno.

El principal método de instalación de pilotes es a través de hincado, para realizarlo se


emplean diferentes herramientas como es el caso de los martinetes. Según Peck,
Hanson y Thornburn (2008) los martinetes están suspendidos en corredoras o
guías paralelas de una grúa. Existen varios tipos y se ordenan dependiendo a la
energía que se usa para generar el impacto; en un comienzo se usaban martillos
que funcionaban solo por efecto de la gravedad, es decir, por su peso y la altura de
la caída, luego se desarrollaron los martinetes de vapor los cuales aprovechan la
presión para impulsar el martillo, de manera siguiente los martinetes de diésel
tienen una doble funciona ya que empujan y levantan el martillo a través de la
detonación del combustible y la compresión de gases. Se puede notar como se ha
ido mejorando y adaptando esta herramienta haciéndola cada vez más eficiente.

Otra forma en la que se realiza el hincado de pilotes es utilizando piloteadoras


vibratorias, siento también una forma muy efectiva para realizar este
procedimiento. Según Peck, Hanson y Thornburn (2008) señalan que las
piloteadoras vibratorias son generadores de fuerzas que emplean pesos estáticos y
excéntricos para generar una fuerza motriz y pulsante que se ubica en la cabeza
del pilote y facilita su inserción en el subsuelo. Algunas características que varían
en las piloteadoras es la frecuencia de su fuerza pulsante que por lo general suele
ser baja y constante, esto provoca un sistema resonante que se deriva en pequeños
movimientos hacia abajo y arriba que hacen que la punta del pilote penetre y se
instale en el terreno. Cabe mencionar que la fuerza y por ende los movimientos
vibratorios deben ser lentos, por ello, las piloteadoras cuentan con un sistema de
amortiguamiento para limitar y controlar la agitación, evitando posibles daños en
los pilotes.

La principal función de los pilotes es soportar las cargas a la que está sometida la
estructura, entre las más influyentes están las cargas verticales. El
comportamiento de los pilotes ante las cargas dependerá de su diseño en
particular, algunos tipos de pilotes presentan toda su capacidad de carga en la
punta, por otro lado, en el caso de los pilotes de fricción su capacidad de carga
depende del suelo que lo rodea por la resistencia al rozamiento entre el fuste y el
material. Cuando la distancia entre pilotes es muy corta se suele mostrar algunas
variaciones ya que el hecho de tener una gran cantidad de pilotes en una misma
zona puede generar que el suelo se comprime ocasionando que la resistencia de
carga aumente debido a un mayor coeficiente de fricción (Peck, Hanson y
Thornburn, 2008).

En la cimentación por pilotes en algunas ocasiones es común que se presenten pequeños


asentamientos esto dependerá en mayor medida al tipo de suelo y sus
características. Según Alva (2007) el asentamiento de un pilote individual
sometido a cargas suele ser muy reducido y no representa un problema mayor. No
obstante, cuando esto ocurre en un grupo de pilotes se puede producir un
asentamiento considerable significando un riesgo para la estructura. En suelos
granulares densos como la arena y la grava el asentamiento de los pilotes hincados
es muy pequeño. Sin embargo, cuando el suelo es granular suelto el asentamiento
puede ser considerable debido a la baja resistencia del subsuelo para soportar el
peso de la edificación.

Los suelos arcillosos se caracterizan por ser difíciles de trabajar y no cualquier tipo de
cimentación cumple con los requerimientos que se necesitan. Peck, Hanson y
Thornburn (2008) señalan que este tipo de suelos son muy compresibles y débiles,
por ello se hace uso de pilotes para transmitir el peso de la estructura a estratos de
suelos con mayor resistencia. En estos casos es recomendable emplear grupos de
pilotes que distribuyan las cargas al subsuelo y que ocupen una mayor área.
También otro factor muy importante es la longitud del pilote, dado que beneficia a
la fuerza de fricción como también a alcanzar suelos con mayor profundidad, todo
esto proporciona la capacidad de carga que se necesita para garantizar la
estabilidad y resistencia de la estructura.

2.9.2. Pilas de cimentación

Las pilas son otro tipo de cimentación profunda cuya función y características son
similares a los pilotes. Tomlinson y Boorman (1996) manifiestan que las
cimentaciones con pilas permiten transmitir las cargas de una estructura pasando
por suelos débiles hasta llegar a estratos más compactos que proporcionan el
apoyo necesario para soportar las cargas laterales y las generadas por el peso de la
edificación. Usualmente las pilas se utilizan bajo el agua ya sea en construcciones
marítimas o ríos, en su mayoría puentes o soportes para estructuras como presas o
vertederos. Las pilas cumplen una labor parecida a la cimentación por pilotes. Sin
embargo, presentan una diferencia en el proceso de elaboración, ya que funcionan
como un apuntalador intenso. En algunas ocasiones se relaciona el término pilas
con zapatas aisladas, esto se debe a que ambas llevan un proceso de excavación
profunda.

Existen varias formas de realizar el proceso de construcción e instalación de pilas todo


dependerá de su elección para lo cual se toma en cuenta diferentes factores. Peck,
Hanson y Thornburn (2008) señalan que principalmente la elaboración de pilotes
se puede realizar de dos maneras. El primero tiene como paso inicial la
excavación de un agujero con la longitud que se ha definido para la pila, en
algunos casos se presentan derrumbes en la excavación para evitar esto se puede
apuntalar o ademar. Un ademe se trata de un forro metálico, el cual es rellenado
con concreto para obtener una pila de cimentación. Otra forma de construir una
pila es haciendo uso de cajones. Estos por lo general tienen forma de cajas o
cilindros que son colocados en el terreno a través del hincado. El material que se
encuentra dentro de este molde es retirado por medio del dragado y luego se
coloca el hormigón. En ambos métodos mostrados se realiza de manera conjunta
la construcción e instalación de las pilas.

La longitud de las pilas puede variar, esto dependerá de los análisis realizados
previamente para determinar la profundidad a la que se encuentra un suelo más
compacto y donde se va a apoyar la pila. Según Garza (2000) afirma que se
emplean pilas cortas para transmitir las cargas a estratos no muy profundos y que
tienen mejor firmeza. La capacidad de soporte de una pila depende directamente a
su base, ya que la fuerza de fricción es mínima. En caso que se requiera una
mayor resistencia a fuerzas laterales se puede reforzar el fuste añadiendo
comúnmente acero. Una pila corta usualmente tiene un diámetro de 1.20 m,
cuando la excavación se ha realizado de manera manual.

Dependiendo la estructura a realizar y las condiciones del suelo, existe la opción de


utilizar pilas largas o también llamadas caissons. Garza (2000) señala que estas
pilas se emplean cuando el estrato resistente se encuentra a una profundidad
considerable. Al poseer una longitud mayor, la capacidad estructural y de soporte
disminuirá a comparación de las pilas cortas. Por ello en algunas ocasiones los
fustes necesitan ser reforzados de modo que los esfuerzos axiales, la
deformabilidad, la resistencia mecánica y la rigidez, no dañen la pila.
Representando un problema para toda la estructura al quedar vulnerable ante
cualquier deslizamiento, carga sísmica o cualquier otro factor de riesgo.

2.9.3. Cimentación de cajón o placas de flotación

Las placas de flotación tienen una función similar a una losa de cimentación, pero tiene
algunas funciones complementarias e importantes respecto a su relación con el
suelo y la estructura. Según Tomlinson y Boorman (1996) y Garza (2000) dichos
autores concuerdan que se utilizan las placas de flotación cuando no es posible
utilizar losas de contacto debido a la compresibilidad del terreno, en estos casos se
emplea una caja constituida por el sótano de la edificación. Su principal función
se debe al principio de flotación la cual se logra excavando el terreno y
removiendo un peso de material igual o mayor que el peso neto de la construcción
proporcionando una subestructura hueca, de este modo se intenta reducir las
cargas en el suelo.

Los cajones de flotación son un tipo de cimentación que presenta muchas ventajas tanto
en la estructura como en el proceso constructivo. Garza (2000) señala que este
tipo de cimentación es ideal para hacer frente a suelos compresibles, ya que su
diseño permite minimizar el rebote elástico generado por la interacción de la
edificación con el suelo. También funciona como un sistema de contención, dado
que aprovecha los muros de la cimentación para proporcionar mayor rigidez.
Cuando se emplea en estructuras ubicadas en ríos, lagos o muelles, al tener la
forma un cajón, este es sumergido en el agua y se aprovecha el principio de
Arquímedes para generar un empuje ascendente en sentido contrario al peso de la
edificación, de este modo se logra compensar las cargas y estabilizar la
estructura.

Existen tres tipos de cajones de flotación que se diferencian por su diseño y función que
cumplen. Garza (2000) manifiesta que hay tres modelos; los cajones neumáticos,
abiertos y cajones especiales. Los cajones abiertos se caracterizan por no tener
fondo y se emplean para proteger las excavaciones de estructuras como edificios y
puentes. Los cajones neumáticos funcionan con aire comprimido para
contrarrestar las cargas que genera el peso de la edificación y las cargas elásticas
del terreno. Por último, los cajones especiales consisten en diques o muros de
contención que se utilizan en zonas lacustres o marinas.

2.9.4. Losas de cimentación

Las losas de cimentación usualmente son una muy buena opción, debido a sus
condiciones de uso e interacción con el suelo. Tomlinson y Boorman (1996)
declaran que generalmente se emplean las losas de cimentación cuando los
estratos son inestables, es decir, su capacidad de carga es baja, ocasionando que el
suelo sea muy compresible. Por ello, su principal función es disipar las presiones
de la estructura, ocupando la mayor área posible, de este modo se minimiza la
probabilidad de que ocurra algún tipo de asentamiento. En lo que involucra a la
construcción y diseño de las losas de cimentación, en su mayoría tienen la forma
de una parrilla, la cual está conformada por una malla de acero y es rellenada con
una capa de concreto. Para integrar la cimentación a la estructura la losa se une a
las columnas y muros.

Las losas de cimentación pueden dividirse en dos tipos, cada una tiene pequeñas
variaciones que lo ajustan al tipo del terreno o al tamaño de la edificación.
Tomlinson y Boorman (1996) señalan que las losas de borde rígido son utilizadas
para pequeñas estructuras como casas de uno o dos pisos que están ubicados sobre
terrenos débiles o algunos tipos de suelos granulares sueltos como arena y grava.
Esta losa se distingue por presentar una viga en los bordes para tener mayor
rigidez, además cumple otra función como un corte contra la afluencia de agua.

La losa y contratrabe es otro modelo de losa de cimentación que se acompaña con otros
elementos para proporcionar mayor resistencia. Según Tomlinson y Boorman
(1996) se usa como cimentación para edificaciones de gran tamaño y por ende
mayor peso. En este tipo de estructuras se necesita priorizar la rigidez para
prevenir la distorsión de la edificación generada por la variación de las cargas
sobre la losa o por la compresibilidad del suelo. Este tipo de losa está conformada
por una viga inferior que es adecuada para terrenos arcillosos y también tiene la
ventaja de formar parte del piso de la estructura de esta manera cumple una doble
función. Las dificultades que presenta este tipo de losa es que debido al terreno
suelto se dificulta el proceso de excavación.

2.9.5. Factores que determinan el tipo de cimentación

La elección de una cimentación depende de varios factores como el tamaño de la


edificación, las cargas que debe soportar, las características del suelo, entre otros.
Por ello es necesario realizar una buena planificación iniciando por los estudios
técnicos correspondientes para tomar la mejor decisión. Peck, Hanson y
Thornburn (2008) declaran que para elegir un tipo de cimentación es necesario
seguir los siguientes pasos: primero se debe analizar y recopilar información
concerniente a la estructura y las cargas que necesita soportar la cimentación. El
segundo paso es determinar las características del subsuelo, priorizando un estudio
detallado de los asentamientos con la finalidad de pronosticar la interacción de la
estructura con el suelo. A continuación, se consideran los tipos de cimentación
que cumplan con los requerimientos identificados previamente. Por último, se
realiza una estimación de costos y se selecciona alternativa más viable entre costo
y funcionamiento.

La capacidad de carga y asentamiento son dos factores cruciales que se deben tomar en
cuenta en una cimentación. Peck, Hanson y Thornburn (2008) expresan que la
baja capacidad de carga de los suelos puede generar falla e inestabilidad en la
subestructura y se debe a la poca resistencia del terreno de apoyo. Otro problema
que se presenta con mucha frecuencia son los asentamientos de la edificación que
al superar los parámetros establecidos puede ser tan grande el margen de
asentamiento que ocasiona daños y agrietamientos en la estructura, este problema
se origina debido a la relación entre esfuerzo y deformación del suelo. Para evitar
estos problemas es necesario realizar muchos estudios tanto del suelo como de la
estructura, de este modo se podrá elegir el tipo de cimentación que más se ajusta a
estas características.

2.9.6. La recimentación

Cuando los cimientos han sufrido algunos daños, se puede realizar un proceso de
recimentación. Según Peck, Hanson y Thornburn (2008) este proceso consiste
en reforzar o incluso reemplazar la cimentación de una estructura. Una forma
muy común de recimentación es reemplazar las zapatas de un muro, por una
nueva que puede estar ubicada a mayor profundidad, para llevar a cabo este
proceso es necesario que los muros de concreto resistan temporalmente las
cargas de la estructura mientras se refuerza o realiza la nueva cimentación. Este
método es muy costoso y solo se puede llevar a cabo en estructuras pequeñas.
CONCLUSIONES:

- La mecánica de suelos tiene una compleja red de estudios importantes en todo


sentido, la necesidad de conocer el subsuelo ha llevado a la humanidad a tener
grades investigaciones sobre el tema, dándonos como resultado lo principal para
aportar a diferentes ensayos. Estos estudios se basaron en la clasificación de
suelos según sus distintas propiedades y características que estos presenten lo
cual nos dará un mejor alcance para ejecutar una adecuada cimentación. Una vez
que se conoció lo primordial se fue desarrollando la investigación a los
diferentes fenómenos terrestres, como investigaciones sobre la pendiente, la
cual, si no se hubiera desarrollado, hoy en día nos serias difícil principalmente
en el tránsito a diferentes provincias. Por otro lado, en el estudio del subsuelo,
conocimos como se desarrollan los fenómenos como el sifón, la capilaridad, etc.,
etc., ayudando a las diferentes construcciones, evitando su deterioro temprano si
ya está construido, como evitar un desplome en caso se tenga que realizar un
trabajo.

- Las investigaciones que se realizan a los terrenos deben de prepararse de acorde


al grado de dificultad que puedan existir, esto abarca estudios intensos,
reducidos y esporádicos. de la misma manera para iniciar con la ejecución de la
cimentación se requerirá de caminos temporales de acorde a los suelos que
existan alrededor de la construcción, como en los casos que no se pueden
transitar en climas lluviosos y en otros que se pueden tanto en lluviosos como en
secos; en conclusión, sirven para una mejor movilidad y manejo de tiempo. Al
sentirse de manera segura por los estudios realizados anteriormente al pasar de
los tiempos se ve conveniente utilizar los métodos de investigaciones, pero en el
caso final de las fallas existentes; por ejemplo, las cuarteaduras que sirven para
definir el grado de inclinación de una estructura y visualizar riesgos a futuro.

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