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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

I. GENERALIDADES

1. TÍTULO: “La cal como estabilizador de suelos expansivos con fines de


cimentación”

2. PERSONAL INVESTIGADOR:

- BRAVO VALDIVIA, Jimmy


- JAMANCA FLORES, Alan
- MÁRQUEZ MEJÍA, Jaison
- TREJO OCHOA, Henry

3. TIPO DE INVESTIGACIÓN:

3.1 DE ACUERDO A LA ORIENTACIÓN

- APLICADA

3.2 DE ACUERDO A LA TÉCNICA CONTRASTACIÓN

- TEÓRICA

4. RÉGIMEN DE INVESTIGACIÓN

- LIBRE

5. INSTITUCIÓN A LA QUE PERTENECE EL PROYECTO

- UNIVERSIDAD NACIONAL “SANTIAGO ANTÚNEZ DE MAYOLO”


- FACULTAD DE INGENIERÍA CIVIL
- ESCUELA DE INGENIERÍA CIVIL

6. LOCALIDAD E INSTITUCIÓN DONDE SE EJECUTARÁ EL PROYECTO

- PROVINCIA: Huaraz
- INSTITUCION: Universidad Nacional “Santiago Antúnez De Mayolo”.

II. PLAN DE INVESTIGACIÓN

1. ANTECEDENTES Y JUSTIFICACION:

En el pasado se ha prestado atención significativa al comportamiento de las arcillas, probablemente


debido a que los daños provocados por ellas contribuyen en una gran proporción a los daños
estructurales en las obras civiles. Así, Arthur Casagrande (1932) escribió uno de los primeros tratados
en los que se discutía la estructura de las arcillas y su impacto en la ingeniería de cimentaciones.
Posteriormente, Skempton (1953) describió el efecto de su actividad coloidal. Por su parte, Jennings y
Knight (1957) describieron cómo predecir las expansiones de un suelo mediante el uso de pruebas con
el odómetro, y Felt (1953) describió la influencia que tiene la vegetación en el contenido de humedad
de las arcillas. Para la década de 1950, una serie de conferencias internacionales sobre mecánica de
suelos e ingeniería de cimentaciones, dieron la oportunidad a los investigadores y practicantes de
describir sus experiencias con las arcillas. Así, Holtz y Gibbs (1956) discutieron las propiedades
ingenieriles de los suelos expansivos, y ya cerca del final de la década McDowell (1959) publicó un
artículo en el que se relacionaban pruebas de laboratorio con el diseño de estructuras sobre suelos
expansivos, con lo que se establecieron las bases para el diseño de estructuras ligeras sobre los suelos
expansivos. La década de los 60´s trajo consigo un incremento notable en la investigación y
experimentación sobre suelos expansivos. En ella, Lambe (1960) desarrolló un método para identificar
la expansión de los suelos y acceder a su potencial de expansión, mediante su medidor del potencial
vertical de expansión. Además, Seed (1962) se encargó de discutir las características de expansión de
las arcillas compactadas. Con el reporte del Building Research Advisory Board (BRAB, 1968) se
alcanzó un logro muy importante, estableciéndose un criterio de selección y diseño para losas
residenciales. Esta publicación contiene el primer criterio de diseño ampliamente aceptado para
cimentaciones ligeramente cargadas sobre suelos expansivos, y aún hoy en día constituye una
referencia obligada. Los diseños que hacían uso del sistema BRAB, eran considerados demasiados
conservadores por la mayoría de constructores y propietarios, así que empezaron a usarse diseños
menos conservadores, aunque basados en el mismo sistema. Con todo esto, en los años 60’s se dieron
pasos muy significativos, haciendo que nuestro entendimiento de los suelos expansivos y de las
medidas necesarias para mitigar sus impactos empezarán a ser más claros.
La década de los 70´s abrió nuevas puertas al diseño de las cimentaciones ligeramente cargadas sobre
suelos expansivos, emergiendo un nuevo concepto de cómo determinar el cambio potencial de humedad
y de volumen. Este concepto – la succión del suelo – es considerado como una presión de poro
negativa, resultado de una necesidad inherente de la arcilla por humedad a fin de balancear los niveles
de energía fisicoquímica del suelo. Como resultado, se establecieron relaciones entre las succiones
medidas en el suelo y las expansiones resultantes en presencia de humedad, con lo que el enfoque llegó
a formar parte de los protocolos de diseño. Vijayvergiya y Ghazzaly (1973), junto con otros,
comenzaron el proceso de crear modelos predictivos de expansión, mientras Tucker y Poor (1978)
estudiaron el comportamiento de losas existentes sobre suelos expansivos, valorando las causas de sus
daños. Mitchell (1976), proveyó a los profesionistas con un texto que sirvió como punto de referencia
para comprender el comportamiento de los suelos, el cual contenía un tratamiento significativo a los
suelos expansivos. Cabe destacar que desde mediados de los años 60´s, se ha convocado a siete
conferencias internacionales sobre suelos expansivos: las primeras dos se llevaron a cabo en la
universidad de Texas A&M, en 1965 y 1969; la tercera en el Instituto de Tecnología de Israel, en 1973;
la cuarta en Denver, en 1980; la quinta en Adelaida, Australia, en 1984; la sexta en Nueva Delhi, India,
en 1987; y la séptima, en Dallas en 1992. Desde entonces, la atención se ha enfocado a incluir el
entendimiento del comportamiento de los suelos expansivos parcialmente saturados. Al inicio de los
años 80´s, el Post-Tensioning Institute (PTI, 1980) publicó su primer manual para el diseño de losas
postensadas sobre suelos expansivos. Ya en los 90’s, Lytton (1994) describió la dependencia del
movimiento de la humedad del suelo con el índice de humedad de Thornthwaite y con la permeabilidad
no saturada del suelo, además discutió el inusual efecto destructivo que tienen los árboles cuando
crecen cerca del borde de las cimentaciones, y la efectividad de los árboles con raíces verticales y de las
barreras de humedad alrededor del perímetro de las cimentaciones, a fin de reducir la distancia de
variación de humedad y el movimiento diferencial del suelo.

Práctica actual
Se debe señalar que a pesar de que se han hecho progresos substanciales en cuanto a definir el
comportamiento de los suelos expansivos y en cuanto a desarrollar teorías para la predicción de su
comportamiento, la ingeniería geotécnica práctica no ha avanzado en la misma proporción, ya que son
pocos los laboratorios que hacen mediciones de succión al suelo para determinar su cambio potencial
de volumen, tal vez debido principalmente a la carencia de un método de prueba ampliamente aceptado.
Los sistemas de cimentación usados en los suelos expansivos no han cambiado marcadamente desde los
años 80´s, cuando el diseño de losas postensadas fue estandarizado por el PTI, con lo cual las losas
reforzadas convencionales son usadas cada vez menos debido a su alto costo respecto a las losas
postensadas. Además, los sistemas de cimentación suspendidos y soportados sobre pilas siguen siendo
usados solo en estructuras relativamente costosas. Todo esto se entiende si consideramos que el costo
inicial del sistema de cimentación sobre suelos expansivos es el factor primordial en la selección del
diseño, con lo cual el diseño esta controlado a menudo por la línea económica a corto plazo en lugar del
comportamiento o costo a largo plazo, lo que además provoca que no se le de la suficiente
consideración a la estabilización de los suelos expansivos.

Estabilizaciones
En cuanto a las estabilizaciones, podemos comentar que se ha tratado de reducir los daños provocados
por los suelos expansivos mediante la estabilización mecánica, pero también se ha necesitado alterar las
propiedades fisicoquímicas de los suelos a fin de estabilizarlos permanentemente. Así, Jones (1958)
discutió la estabilización de suelos expansivos mediante el uso de cal hidratada y cemento Pórtland,
Taylor (1959) explicó el proceso de intercambio iónico en las arcillas, y McDowell (1959) describió
cómo algunos suelos de Texas fueron estabilizados con cal y combinaciones de cal y ceniza. Hilt y
Davidson (1960) discutieron la fijación de la cal en las arcillas. Grim (1963) desarrolló una prueba
rápida para determinar el contenido de cal requerido para estabilizar un suelo expansivo, se basó en que
cuando un compuesto a base de calcio se adhiere a un suelo arcilloso, ocurre una reacción provocada
por la solubilidad del sílice y aluminio a un alto pH, entonces el pH se vuelve una prueba rápida para
identificar el contenido óptimo de cal, y como la reacción cal – suelo ocurre en alrededor de una hora
después del mezclado, la prueba durará tan solo una hora. Además, Anday (1961 y 1963) proveyó
evidencia de la importancia de un apropiado curado en la estabilización con cal, a fin de desarrollar
completamente las reacciones puzolánicas, las cuales son la base para ganar resistencia y conseguir la
estabilidad a largo plazo. En los años 60´s comenzó la estabilización mediante inyecciones de lechadas
de cal a alta presión, con lo que al final de esa década las metodologías de estabilización con cal se
habían vuelto las más ampliamente usadas contra los suelos expansivos. El uso de agentes químicos
para la estabilización de suelos, fue introducido cuando los mineralogistas Carroll y Starkey (1971)
publicaron sus descubrimientos sobre la reactividad de los minerales de arcilla con los ácidos y álcalis.
Para los años 70´s, la National Lime Association (1972) publicó su primer manual de construcción
sobre estabilización con cal, y la Portland Cement Associaton empezó a describir como el cemento
Pórtland, relegado hasta ese entonces a los suelos de baja a moderada plasticidad, podía usarse para
modificar y estabilizar arcillas de alta plasticidad, mediante el uso de maquinas rotatorias de mezclado
más eficientes. El prehumedecimiento de los suelos expansivos recibió una atención considerable en los
años 70´s. McDonald (1973) reportó el uso de barreras de humedad e impermeabilizaciones de
superficie en arcillas de Dakota del Sur. McKinney (1974) describió la efectividad de las inundaciones
a fin de reducir el potencial de expansión en un proyecto cercano a Waco, Texas. Un estudio de Poor
(1978) combinó la efectividad del prehumedecimiento por inundación, el riego por aspersión, y la
instalación de barreras de humedad a fin de estabilizar una subrasante bajo una losa residencial. Con
todo ello, el prehumedecimiento y la estabilización del contenido de humedad eran ya un desarrollo
probado al final de los años 70´s, continuando su uso en incremento hasta nuestros días. Mitchell
(1986), en su conferencia Terzaghi, trató los problemas asociados con las expansiones inducidas por los
sulfatos en los suelos estabilizados con agentes bases de calcio, tales como la cal, el cemento Pórtland y
la ceniza. Por su parte, Johnson y Pengelly (1993) describieron la eficacia de usar potasio, y
compuestos de potasio y amonio para la estabilización mediante inyecciones. Cabe destacar que debido
a las incertidumbres que se tienen con los nuevos estabilizantes, ya que no siempre se dispone de un
programa completo de pruebas comparativas, los agentes estabilizantes tradicionales como la cal y el
cemento Pórtland siguen siendo los más ampliamente usados.

2. LA REALIDAD PROBLEMATICA:

Los efectos de las arcillas expansivas han sido un problema que cada año se ve reflejado en cuantiosas
pérdidas de dinero. Este problema se ha venido mitigando con la utilización de diversos métodos que
principalmente se orientan hacia su estabilización, bien sea fisica o electroquímica, entre los cuales
se destacan la cal, las cenizas volantes y los aceites sulfonados, que han sido estudio de investigaciones
aisladas.

1. PROBLEMA:
Como estabilizar suelos altamente expansivos con fines de cimentación.

III. OBJETIVOS

2. OBJETIVO PRINCIPAL

- Conocer el comportamiento de un suelo expansivo (reforzado con cal) y determinar


las mejoras que esta presenta en comparación al suelo expansivo en estado natural,
mediante una maqueta.

3. OBJETIVOS SECUNDARIOS

- Identificar un suelo expansivo, así como saber cómo afrontarlo desde el punto de
vista de la cimentación.

- Identificar las variables que intervienen en el fenómeno de la expansión

- Conocer las diferentes formas de solución para reducir o eliminar el potencial


expansivo de un suelo expansivo en estado natural.

IV. MARCO TEÓRICO

4.1. Naturaleza de los suelos expansivos.

Un suelo expansivo es aquel que es susceptible de sufrir cambios volumétricos por cambios
de humedad. Puede decirse que los suelos expansivos son un fenómeno que se presenta en
un suelo arcilloso con mineral montmorillonita y en condiciones ambientales que dan pie a
la reducción de humedad ya sea por evaporación o evapotranspiración de la vegetación. Los
suelos expansivos son abundantes donde la evapotranspiración es mayor que la
precipitación

Los asentamientos que sufren las estructuras debido a las deformaciones que provocan los
elementos de carga sobre el suelo que las soporta, fueron identificados, generalmente, como
las causas de daños en las estructuras, sin embargo, las estructuras no solamente pueden
presentar daños por asentamientos sino también por expansiones de los suelos.

El fenómeno capilar que se presenta en los suelos es una causa del aumento de los
esfuerzos efectivos (intergranulares). Cuando en un suelo, como las arcillas, se pierde el
agua por un proceso de evaporación, se genera la tensión capilar que provoca la contracción
del suelo. Una vez que el suelo ha disminuido su volumen por secado también podrá
aumentar dicho volumen si se restituye el agua a dicho suelo, lo cual reducirá el efecto de la
tensión capilar.

En realidad, los suelos arcillosos experimentan variaciones de volumen según el contenido


de humedad, correlativas con las variaciones de la presión de poro y con los esfuerzos
efectivos.

Estas variaciones serán tanto más importantes como cuanto mayor sea la proporción de
partículas inferiores de 2m, y también en la medida en que sea más activa la especie
mineralógica componente de esta fracción en lo que se refiere a los efectos de
concentración catiónica sobre las fuerzas de repulsión entre las partículas de arcillas.
Las arcillas expansivas son más bien un fenómeno que se origina en la conjugación de un
terreno arcilloso con ciertas condiciones ambientales que provoquen cambios apreciables
de humedad.

4.1.1. Origen

Donalson (1969) clasificó en dos grupos los materiales que pueden dar origen a los suelos
expansivos.

- El primer grupo lo componen las rocas ígneas básicas, tales como basaltos y
los gabros. En los suelos expansivos los minerales como el feldespato y el
piroxeno de las rocas madre, se descomponen para formar la montmorillonita y
otros minerales secundarios.

- El segundo grupo comprende las rocas sedimentarias que contienen


montmorillonita como constituyente, el cual se desintegra mecánicamente para
formar suelos expansivos.

4.1.2. Estructura

Las arcillas se producen debido a la descomposición química de minerales (principalmente


silicatos), que se encuentran en las rocas ígneas y metamórficas., cuya estructura cristalina
está bien definida.

Los átomos que constituyen las arcillas están dispuestos en forma de láminas. Existen dos
variedades de dicha disposición: la silícica y la alumínica.
La disposición en lámina silícica está constituida por un átomo de silicio y cuatro de
oxígeno ordenados en forma de tetraedro, como muestra la Fig. (1.1.a), que se agrupan en
unidades hexagonales las cuales se repiten indefinidamente constituyendo una retícula
laminar. La unión entre cada tetraedro se realiza por medio de un átomo de oxígeno, como
ilustra la Fig. (1.1.b).
oxígeno
oxígeno
silicio

oxígeno
silicio

(a) (b)

Fig.1.1 Disposición en lámina silícica.

En la disposición en láminas alumínicas, un átomo de aluminio está rodeado por seis de


oxígeno formando un octaedro. El enlace de unión que forma la retícula es un átomo de
oxígeno (Fig. 1.2).

O
O
Al
O
O

O
Fig.1.2 Disposición de una lámina alumínica.
La forma de la estructura de las arcillas proporciona a las partículas un área superficial muy
grande, la que será la responsable del grado de cohesión de estos suelos.

La estructura interna que presentan los suelos es un aspecto de gran importancia en el


comportamiento mecánico de éstos. Así, por ejemplo, bajo mismas condiciones de carga,
para un suelo con una estructura abierta se produce un colapso durante el mojado del suelo,
sin embargo, para el mismo suelo y condiciones de carga, pero con una estructura más
compacta se puede producir una expansión al mojarlo.

En la actualidad se considera la estructura interna del suelo, de forma simplificada,


teniendo en cuenta tres tipos de elementos (Alonso et al, 1987) que son: partículas
elementales, agregados de partículas, y poros. A partir de estos elementos se pueden
establecer tres estructuras fundamentales (Fig.1.3). Estructura de tipo matricial,
microestructura de agregados y una estructura de grano de arena con conectores de arcilla
entre los granos, o contactos directos, sin partículas de arcilla.

Fig. 1.3 Estructura del suelo (adaptado de Alonso et al, 1987)

En los suelos de estructura matricial, cuando se mojan, se expanden debido al aumento de


volumen de las partículas de arcilla que constituyen la matriz. Del mismo modo, cuando
se les somete a un aumento de la succión, reducen su volumen. Este último fenómeno no se
produce en un suelo con estructura de agregados, ya que, al aumentar la succión, también
se incrementa la resistencia de los contactos entre agregados. Se reduce un poco el
volumen de los agregados, pero la estructura no retrae, y la variación de volumen global es
pequeña.
4.1.3. Clasificación de las arcillas

Atendiendo a los minerales que con mayor frecuencia se encuentran en las arcillas
naturales y de acuerdo a su estructura cristalina, se puede hacer la siguiente clasificación:

Caolinitas.- Se forman por superposición indefinida de láminas alumínicas y silícicas. La


unión entre partículas es muy fuerte de tal modo que no permite la penetración de
moléculas de agua entre ellas. Presentan poca actividad superficial y sus propiedades
coloidales no son favorables para su uso como fluidos de perforación.

Illitas.- Estas arcillas se forman por las superposiciones indefinidas de una lámina alumínica
entre dos silícicas. En su constitución interna se forman grumos de material que ocasionan
una reducción del área expuesta al agua, lo que limita su propiedad de expandirse.
Tampoco son recomendables como materiales para la elaboración de lodos de perforación.

Montmorillonitas.- Su estructura es análoga a la de las illitas, pero su unión es más débil de


modo que se permite la introducción de agua en su estructura, lo que ocasiona un aumento
en el volumen de los cristales que se traduce en una expansión del suelo. Las
montmorillonitas poseen una gran actividad superficial en sus partículas coloidales, lo que
puede variar sus propiedades físicas de un tipo a otro, como en el caso de la
montmorillonita cálcica y sódica.

Las características importantes de los grupos de minerales radican en sus propiedades


físico-químicas. Dichas propiedades derivan, principalmente, de:

1. Su extremadamente pequeño tamaño de partícula (inferior a 2 m)


2. Su morfología laminar (filosilicatos)
3. Las sustituciones isomórficas, que dan lugar a la aparición de carga en las láminas y
a la presencia de cationes débilmente ligados en el espacio interlaminar.
4.1.4. Físico-química de las arcillas

En los suelos de grano fino, las fuerzas que mayor influencia tienen en su comportamiento
son las que se desarrollan en su superficie, tales como las del tipo electromagnético. La
superficie de cada partícula de arcilla posee carga eléctrica negativa, la cual atrae a los
iones positivos del agua (ion hidrógeno) y a diferentes cationes de otros elementos
químicos como el potasio, calcio, magnesio y aluminio; la magnitud de esta atracción
depende de la intensidad de la carga, y de la estructura y composición de la arcilla.

Las propiedades físicas de la arcilla derivan del tipo de catión que atraiga. En la película
superficial de los cristales de arcilla se pueden intercambiar cationes; así, por ejemplo, en
una arcilla que contenga en su película superficial cationes de hidrógeno éstos pueden ser
sustituidos por cationes de sodio si se hace circular a través de su masa agua con sales de
sodio en disolución. El tipo de catión absorbido le dará un espesor a la película superficial,
lo que influye en las propiedades de plasticidad y resistencia del suelo.

1.1.4.1 Estado coloidal

Se dice que una sustancia se encuentra en estado coloidal cuando la actividad superficial de
sus granos influye sobre las propiedades del agregado.
Las partículas en suspensión de una arcilla se encuentran cargadas negativamente por lo
cual se repelen entre ellas. Sin embargo, si se someten a la acción de un electrolito, las
cargas negativas se neutralizan y se produce una agrupación de las partículas formando lo
que se denomina una estructura floculenta. Dependiendo de la sustancia adicionada, la
estructura floculenta puede dar origen a dos tipos de coloides: los hidrófilos, que absorben
agua, se hinchan y coagulan de gel, y los hidrófobos, que no absorben agua y coagulan en
forma de copos. Las arcillas coloidales se sitúan como un producto intermedio entre estos
dos tipos.

La concentración de iones hidrógeno (pH) tiene un papel importante en la floculación. Al


tener las suspensiones un carácter electronegativo, los ácidos y las sales provocan su
floculación por tener un pH bajo, y ante la presencia de sustancias alcalinas, con un pH
elevado, se produce una estabilización de la suspensión.

1.1.4.2 Capacidad de Intercambio catiónico


Es una propiedad fundamental de las esmectitas (montmorillonitas). Son capaces de
cambiar, fácilmente, los iones fijados en la superficie exterior de sus cristales, en los
espacios interlaminares, o en otros espacios interiores de las estructuras, por otros
existentes en las soluciones acuosas envolventes. La capacidad de intercambio catiónico
(CEC) se puede definir como la suma de todos los cationes de cambio que un mineral
puede adsorber a un determinado pH. Es equivalente a la medida del total de cargas
negativas del mineral. Estas cargas negativas pueden ser generadas de tres formas
diferentes:
 Sustituciones isomórficas dentro de la estructura.
 Enlaces insaturados en los bordes y superficies externas.
 Disociación de los grupos hidroxilos accesibles.
El primer tipo es conocido como carga permanente y supone un 80% de la carga neta de la
partícula; además es independiente de las condiciones de pH y actividad iónica del medio.
Los dos últimos tipos de origen varían en función del pH y de la actividad iónica.
Corresponden a bordes cristalinos, químicamente activos y representan el 20% de la carga
total de la lámina.

A continuación se muestran algunos ejemplos de capacidad de intercambio catiónico (en


meq/100 g):

Caolinita: 3-15
Halloisita: 10-40
Illita: 10-50
Clorita: 10-50
Vermiculita: 100-200
Montmorillonita: 80-200
Sepiolita-paligorskita: 20-35

1.1.4.3 Capacidad de absorción

La capacidad de absorción está directamente relacionada con las características texturales


(superficie específica y porosidad) y se puede hablar de dos tipos de procesos que
difícilmente se dan de forma aislada: absorción (cuando se trata fundamentalmente de
procesos físicos como la retención por capilaridad) y adsorción (cuando existe una
interacción de tipo químico entre el adsorbente, en este caso la arcilla, y el líquido o gas
adsorbido, denominado adsorbato).

La capacidad de absorción se expresa en porcentaje de absorbato con respecto a la masa y


depende, para una misma arcilla, de la sustancia de que se trate. La absorción de agua de
arcillas absorbentes es mayor del 100% con respecto al peso.
1.1.4.4 Hidratación e hinchamiento

La hidratación y deshidratación del espacio interlaminar son propiedades características de


las esmectitas (montmorillonitas). Aunque hidratación y deshidratación ocurren con
independencia del tipo de catión de cambio presente, el grado de hidratación sí está ligado a
la naturaleza del catión interlaminar y a la carga de la lámina.

La absorción de agua en el espacio interlaminar tiene como consecuencia la separación de


las láminas dando lugar al hinchamiento. Este proceso depende del balance entre la
atracción electrostática catión-lámina y la energía de hidratación del catión. A medida que
se intercalan capas de agua y la separación entre las láminas aumenta, las fuerzas que
predominan son de repulsión electrostática entre láminas, lo que contribuye a que el
proceso de hinchamiento pueda llegar a disociar completamente unas láminas de otras.
Cuando el catión interlaminar es el sodio, las esmectitas tienen una gran capacidad de
hinchamiento, pudiendo llegar a producirse la completa disociación de cristales
individuales de esmectita, teniendo como resultado un alto grado de dispersión y un
máximo desarrollo de propiedades coloidales. Si por el contrario, tienen Ca o Mg como
cationes de cambio su capacidad de hinchamiento será mucho más reducida.

1.1.4.5 Plasticidad

Las arcillas son eminentemente plásticas. Esta propiedad se debe a que el agua forma una
envoltura sobre las partículas laminares produciendo un efecto lubricante que facilita el
deslizamiento de unas partículas sobre otras cuando se ejerce un esfuerzo sobre ellas.

La elevada plasticidad de las arcillas es consecuencia, nuevamente, de su morfología


laminar, tamaño de partícula extremadamente pequeño (elevada área superficial) y alta
capacidad de hinchamiento.
Generalmente, esta plasticidad puede ser cuantificada mediante la determinación de los
índices de Atterberg (Límite Líquido, Límite Plástico y Límite de Contracción). Estos
límites marcan una separación arbitraria entre los cuatro estados o modos de
comportamiento de un suelo sólido, semisólido, plástico y semilíquido o viscoso.

La relación existente entre el límite líquido y el índice de plasticidad ofrece una gran
información sobre la composición granulométrica, comportamiento, naturaleza y calidad de
la arcilla. Existe una gran variación entre los límites de Atterberg de diferentes minerales de
la arcilla, e incluso para un mismo mineral arcilloso, en función del catión de cambio. En
gran parte, esta variación se debe a la diferencia en el tamaño de partícula y al grado de
perfección del cristal. En general, cuanto más pequeñas son las partículas y más imperfecta
su estructura, más plástico es el material.

1.1.5 Propiedades físicas de los suelos expansivos

Es bien sabido por los ingenieros de suelos que las arcillas montmorillonitas se expanden
cuando su contenido de agua aumenta, mientras que las caolinitas suelen ser relativamente
estables en presencia de agua, debido a que la unión entre todas las retículas es los
suficientemente firme para no permitir la penetración de moléculas de agua entre ellas
(adsorción). Las illitas suelen presentar una expansión menor que las montmorillonitas.

1.1.5.1 Contenido de agua

Independientemente que el potencial de expansión de un suelo sea alto, si la humedad de la


arcilla permanece constante, no habrá cambio de volumen y por tanto una estructura
cimentada sobre una arcilla con humedad constante no estará sujeta a movimientos
causados por la expansión. Cuando el contenido de agua aumenta en la arcilla, entonces
pueden ocurrir expansiones tanto en la dirección vertical como en la horizontal. No es
necesaria la saturación por completo para que se presente la expansión cambios leves de
humedad de 1.5 ó 2%, pueden ser suficientes para provocar expansiones inconvenientes.

La humedad inicial del suelo expansivo controla la cantidad de expansión, lo cual es válido
para suelos remoldeados o inalterados. Los suelos secos, con contenidos de agua naturales
menores de 15% generalmente provocan daños. Estas arcillas pueden adsorber fácilmente
humedades del orden del 35%, con los consiguientes daños a las estructuras, como
resultado de la expansión.

1.1.5.2 Peso específico seco

El peso específico seco de la arcilla es otro índice de expansión. Los suelos con pesos
3 3
específicos secos mayores de 17,6 kN/m (1,76 ton/m ) generalmente exhiben alto
potencial de expansión.
El potencial específico de las arcillas también refleja los resultados de la prueba de
penetración estándar. Las arcillas con números de golpes mayor de 15, generalmente
poseen potencial de expansión.

1.1.5.3 Propiedades índice

Una propiedad índice es cualitativa fácil de medir en suelos y roca tanto en campo como
en laboratorio mediante la cual se pude inferir un comportamiento más complejo de un
suelo (Sowers, 1979).

Las propiedades índice son un primer acercamiento hacia los suelos y deben servir como
una orientación para profundizar el estudio a través de ensayes más elaborados; es decir, su
uso debe limitarse a la etapa preliminar y aun estimado de diseño.
En los últimos años se han encontrado nuevas correlaciones del comportamiento del suelo
con las propiedades índice, sobre todo en el área de suelos nos aturados poniendo un
especial énfasis en aquellas relacionadas con la problemática de los suelos colapsables y
expansivos (Tabla 1.1).

Tabla 1.1 Correlación empírica entre las propiedades índice-propiedades mecánicas


Propiedades índice primarias. Correlación empírica con propiedad mecánica
Grado de saturación Potencial de expansión, conductividad eléctrica
Peso específico seco Potencial de expansión y presión de expansión
Partículas menores a 2 Actividad-potencial expansivo
Contracción lineal Presión de expansión
Contenido volumétrico de agua Conductividad hidráulica
Límite líquido Potencial de expansión y presión de expansión
Peso especifico relativo de los
Potencial de expansión
sólidos
Compacidad Potencial de expansión y compresibilidad
Humedad Succión
Resistencia a la penetración Potencial de expansión
estándar
D60, Ip y % que pasa malla No. 200 Curva característica suelo-agua

Tabla 1.2 Datos para estimar un probable cambio de volumen para suelos expansivos
Datos de laboratorio y campo Expansión
probable, Presión de
% que pasa Límite Resistencia a la Grado de
% total de cambio expansión,
la malla No. líquido, penetración expansión
de volumen kPa
200 % estándar
>95 >60 >30 >10 >981 Muy alto
60-95 40-60 20-30 3-10 250-981 Alto
30-60 30-40 10-20 1-5 150-250 Medio
<30 <30 <30 <1 50 Bajo

Raman (1967) basado en el índice de plasticidad y el índice de contracción obtuvo la


Tabla 1.3:

Tabla 1.3 Grado de expansión en función de Ip y Ic


Índice de Índice de Grado de
plasticidad, Ip % contracción, IC % expansión %
>32 >40 Muy alto
23-32 30-40 Alto
12-23 15-30 Medio
<12 <15 Bajo
Donde el índice de contracción es:

IC = Ip – LL
LL= límite líquido en porcentaje
LC= límite de contracción en porcentaje

Kayak y Cristensen (1974) encontraron una correlación en función de la humedad y el


porcentaje de arcilla:

1.1.6 El agua en suelos expansivos

La mecánica de suelos expansivos tiene que considerar el problema de los suelos


parcialmente saturados con sus tres fases constituyentes: la sólida, la líquida y la gaseosa.
La fase sólida está formada por los minerales, la líquida por el agua libre y la gaseosa por
el aire libre principalmente.

El agua en el suelo puede presentarse en tres formas principales con diferentes propiedades
mecánicas definidas y de mucha importancia en el comportamiento del suelo. Estas formas
son las siguientes:

¾ Agua gravitacional o agua libre


¾ Agua capilar
¾ Agua adherida.

El agua gravitacional es el agua sujeta únicamente a la fuerza de la gravedad y puede fluir


libremente, el agua capilar absorbida por efecto de la tensión superficial, permanece
atrapada en los poros de la estructura del suelo. El agua capilar puede fluir con un gradiente
hidráulico originado por una diferencia de cargas mayor que la carga capilar en el suelo. El
agua en la superficie de contacto agua-aire se encuentra en un estado de tensión. El agua
adherida es el agua que queda atraída fuertemente hacia la periferia del grano por efecto
dela atracción molecular, en granos menores de 2 micras, correspondientes a los minerales de
arcillas, el agua hace que las moléculas de agua cerca de él, se orienten haciendo que el
agua adquiera propiedades de un material cristalizado en la cercanía de la periferia del
grano (Zeevaert, 1968).

¿COMO IDENTIFICAR UN SUELO POTENCIALMENTE


EXPANSIVO?

Las formas principales de identificación de un suelo potencialmente expansivo son:

1. Identificación Mineralógica

2. Determinación de ciertas propiedades básicas de los suelos

3. Métodos indirectos de determinación del potencial expansivo del suelo

4. Medidas directas de la expansión del suelo

Identificación Mineralógica

Difracción por rayos X Análisis

Térmico Diferencial Análisis de

absorción de colorantes Análisis

químicos

Análisis por microscopio electrónico

Los tres grupos más importantes en que se clasifican los minerales arcillosos son: illita,
caolinita y montmorillonita, compuestos por hidroaluminosilicatos. Los ensayos
mineralógicos tienden a detectar la presencia de montmorillonita, que es el mineral
preponderantemente expansivo.

La presencia de cargas eléctricas negativas en la superficie de los minerales arcillosos,


así como la capacidad de intercambio catiónico resultan fundamentales para la magnitud
de la expansión.

Los ensayos de identificación mineralógica resultan muy usados en trabajos de


investigación científica, pero resultan poco prácticos y antieconómicos para la práctica
usual en ingeniería, dado que se requiere equipamiento y personal especializado. Es por
este motivo que no se extiende en su desarrollo.
Determinación de ciertas propiedades básicas de los suelos

A través de la medida de ciertas propiedades básicas y sencillas de los suelos se puede


determinar el grado del potencial expansivo del suelo.

Las propiedades a determinar son:

Límite líquido y Límite Plástico

Límite de contracción

Contenido de coloides

Expansión libre del suelo

Estos métodos tienen la ventaja de su fácil realización y de equipamiento disponible en


todos los laboratorios. La desventaja es que no se cuantifica la expansión, sino que
cualitativamente se establecen categorías de grados del potencial expansivo.

Límite Líquido y Límite Plástico

Investigadores como Seed, Woodward y Lundgren demostraron que las características


plásticas de los suelos pueden ser usados como un indicador primario de la
características expansivas de las arcillas.

Es natural pensar en una relación como la antes mencionada ya que ambas dependen en
la cantidad de agua que una arcilla absorbe.

La relación entre las características plásticas y el hinchamiento de los suelos puede


establecerse como:

Grado de Potencial Expansivo Índice Plástico


Bajo 0 – 15
Medio 10 – 35
Alto 20 – 55
Muy Alto > 35

Si bien es cierto que todos los suelos altamente expansivos tienen plasticidades altas, no
es cierto que los suelos con elevada plasticidad sean necesariamente expansivos.

Contenido de Coloides

Dentro de los materiales que tiene un tamaño inferior a 74 micras están los limos y las
arcillas. Desde el punto de vista del tamaño se considera arcillas aquellos materiales
que tienen un tamaño inferior a 2 micras (0.002 mm), siendo necesario para su
determinación la realización de un ensayo hidrométrico.

La magnitud de la expansión que experimenta una arcilla está vinculado con la cantidad
de partículas de tamaño arcilla presente en el suelo.
X
Se ha establecido una relación del tipo: S = k C

Dónde: S = Hinchamiento potencial, expresado como % del hinchamiento de una


muestra compactada a la humedad óptima y al P.U.S.M. según Proctor
Estándar.

C = Porcentaje de fracción arcilla (partículas menores a 0.002 mm).

x = exponente que depende del tipo de arcilla

k = Coeficiente que depende del tipo de arcilla.

x y k, que indican el tipo de partículas coloidales presentes se determinan


a través de ensayos difracción por rayos X.

Determinación de la expansión Libre


Este ensayo consiste en colocar en una probeta normalmente cilíndrica un volumen
conocido de suelo “seco” y sumergirlo en agua sin aplicación de sobrecarga alguna,
mientras se mide la expansión. La diferencia entre el volumen final e inicial, expresado
como un porcentaje del volumen inicial es la expansión libre.

Esta medida de la expansión se realiza en condiciones muy desfavorables, ya que se


hace en condiciones de ninguna sobrecarga y hoy en día se utilizan métodos más
adecuados a tales efectos. Experimentos realizados por Holtz indican que una arcilla
como la bentonita comercial puede tener en este ensayo expansión del orden de 1200 a
2000 %. Holtz sugiere que las expansiones medidas en este ensayo por encima del 100
% pueden causar daños significativos a la estructura, mientras que suelos que alcanzan
una expansión por debajo del 50 %, rara vez experimentan cambios de volúmenes
apreciable bajo la aplicación de cargas estructurales, aún cuando estas sean provenientes
de estructuras livianas.

Evaluación del potencial expansivo en base a los métodos expuestos.

Existen varios métodos que realizando diversas combinaciones de los resultados de las
medidas de las propiedades antes mencionadas clasifican en categorías los potenciales
expansivos del suelo

Método desarrollado por Holtz y Gibbs

En el gráfico siguiente se muestra una relación típica entre el contenido de coloides, el


Índice Plástico y el límite de contracción.
Basado en las curvas presentadas Holtz propone el siguiente criterio para la
identificación de suelos expansivos:
Contenido de coloide Índice Shrinkage % Expansión bajo Grado de
( < 0.001 mm) en % Plástico Limit carga de 1.0 psi Expansión
> 28 >35 <11 >30 Muy alto
20 –13 25 – 41 7 – 12 20 –30 Alto
13- 23 15 – 28 10 –16 10 – 30 Medio
>15 <18 >15 <10 Bajo

Método del “Índice de la actividad de la arcilla” propuesto por Seed, Woodward y


Lundgren

Está basado en muestras remoldeadas de suelo compuestos por mezcla de arcillas,


bentonita, illita, caolinita y arena fina.

La expansión se midió como un % del hinchamiento que experimentan probetas


compactadas al 100 % del P.U.S.M. del Proctor Estándar y con el contenido de
humedad óptimo y sometidas a una sobrecarga de 1 Psi

La actividad de la arcilla se define como: A = PI / (C-10) IP: Índice Plástico

C = % < 0.002 mm
Métodos indirectos de determinación del potencial expansivo del suelo

Estos métodos consisten en predecir el potencial expansivo del suelo de una forma
cualitativa, en base a medidas directas de la expansión del suelo sobre muestras
remoldeadas compactadas en condiciones prefijadas de humedad y densidad.

Los métodos más utilizados son el de “ Ladd y Lambe” auspiciado por la Federal
Housing Administration y el método de “ PVC “ o método de la medida del cambio
volumétrico.

Medidas directas de la expansión del suelo.

Estos métodos consisten en medir la expansión del suelo al saturarlo bajo diferentes
condiciones de carga, graficándose las variaciones de hinchamiento para diferentes
presiones aplicadas.

Es universalmente aceptado que los dos parámetros que definen el Potencial de


Hinchamiento son:

Presión de hinchamiento (PS) definida como la presión aplicada en laboratorio


sobre una muestra de suelo expansivo para que, una vez en contacto con agua, la
probeta mantenga constante su volumen inicial, es decir que la variación de
volumen sea nula.

Hinchamiento libre (Hc) definido como el % de la elevación máxima para


presión nula en relación a la longitud inicial de la probeta.

Las medidas de estos parámetros se realizan fundamentalmente mediante pruebas


edométricas o en técnicas basadas en la succión, tendiendo a simular los factores
relevantes que sigue el fenómeno cuando se desarrolla in situ. Para lograr este objetivo
se han propuestos innumerables metodologías experimentales que siguen operativas
distintas, cuando no opuestas. Las principales divergencias radican en:

forma de simular las condiciones de campo en el edómetro

tamaño y forma de la muestra

valor de la humedad inicial del ensayo

magnitud de la precarga y secuencias de cargas

momento de saturación

mecanismos para medir el hinchamiento

número de muestras que intervienen en el ensayo.

Es por esto que la abundante bibliografía internacional disponible evidencia marcadas


discrepancias en los valores finales obtenidos y que la predicción del comportamiento
resulte fuertemente influenciada por aquellas variables, más precisamente, por el
camino de tensiones seguido y por el criterio de saturación utilizado.

Por lo expuesto la definición de hinchamiento no es tan simple como la definida con


anterioridad, ya que está supeditada al procedimiento experimental utilizado para su
cuantificación.

Si bien estos métodos constituyen el procedimiento más adecuado para predecir la


expansión del suelo, además de las dificultades señaladas, tienen el inconveniente de
requerir un equipamiento bastante completo (celdas de cargas, pesas, etc.), no
disponibles en los laboratorios de uso común en ingeniería.

IV. ¿QUE FACTORES INTERVIENEN EN EL FENÓMENO DE LA


EXPANSIÓN?

El potencial expansivo de un suelo (presión de hinchamiento y elevación) dependen,


como mínimo, de las siguientes variables:

a) Naturaleza y tipo de arcilla.


La composición mineralógica de la arcilla (porcentajes de illita, caolinita y
montmorillonita) que está compuesto la arcilla resultan fundamentales en cuanto al
potencial expansivo del suelo.
Los suelos expansivos por excelencia son aquellos que tienen altos porcentajes de
montmorillonita.

b) Humedad inicial
El elemento “catalizador” del fenómeno de la expansión, es precisamente, la variación
en el contenido de humedad del suelo. Por más montmorillonita que esté compuesta una
arcilla, si no hay variación en el contenido de humedad del suelo, no habrá cambios
volumétricos.

No es necesario que el suelo se sature completamente para que produzca expansión del
mismo.

Por el contrario, en determinados casos, es suficiente variaciones en el contenido de


humedad del suelo de sólo 1 o 2 puntos porcentuales, para causar hinchamientos y
producir daños estructurales.

El contenido de humedad inicial del suelo controla la magnitud del asentamiento.

Arcilla “secas”, con contenido de humedad por debajo del 15 % indican un riesgo de
expansión alto, pues fácilmente pueden llegar absorber contenidos de humedad de 35 %
con las consecuentes daños estructurales.

Por el contrario, arcillas cuyo contenido de humedad está por encima del 30 % indica
que la mayoría de la expansión ya ha tenido lugar y sólo es esperable algún leve
hinchamiento remanente.

c) Peso específico seco del suelo


Muy relacionada con la humedad inicial, el peso específico seco del suelo es otra
variable fundamental en el proceso expansivo del suelo.

La densidad seca de una arcilla se ve reflejada en valores altos en los resultados en el


ensayo de penetración estándar. Valores de "N" inferiores a 15 indican densidades
secas bajas y riesgo expansivo bajo, aumentando significativamente estos a medida que
aumenta el valor de “N”.

d) Características plásticas del suelo


Como ya fue explicado anteriormente las propiedades plásticas del suelo juegan un
importante papel en el fenómeno expansivo

e) Potencia del estrato activo


A través de ensayos de laboratorio sobre muestras de un mismo suelo, compactadas al
mismo grado densidad y humedad inicial, se ha estudiado el efecto del espesor del
estrato en la magnitud total del hinchamiento.
Los resultados mostraron que la magnitud del cambio volumétrico experimentado es
proporcional al espesor del estrato, mientras que la presión de expansión se mantiene
constante.

Esto nos estaría indicando que si una estructura es capaz de trasmitir una presión
uniforme y constante a profundidades importantes debajo de la fundación se podría
contrarrestar el fenómeno de cambio volumétrico. Pero como sabemos esto no es
posible, ya que, a medida que aumentamos la profundidad, la presión trasmitida por la
zapata de fundación disminuye y por lo tanto no constituye un método efectivo para el
control de la expansión.

f) Fatiga de la expansión
En muestras sometidas en laboratorio a ciclos de saturación y disecado mostraron
señales de fatiga después de varios ciclos.

Este fenómeno no ha sido todavía suficientemente investigado.

Se ha notado en pavimentos sometidos a variaciones estacionales en el contenido de


humedad del mismo que tienden a un cierto punto de estabilización luego de un cierto
número de años.

En el gráfico adjunto se puede ver una curva de fatiga típica de las obtenidas en ensayos
de laboratorio.
V. ¿COMO ACTUAR FRENTE A UN SUELO EXPANSIVO?

Ante la presencia de un suelo potencialmente expansivo, las dos grandes líneas de


acción serían:

Actuar en el sentido de reducir o eliminar la expansión del suelo.

Las diferentes formas de acción sobre el suelo se pueden agrupar en:

* Inundar el suelo en el sitio de manera que se produzca una expansión antes de la


construcción

* Reducir la densidad del suelo mediante un adecuado control de la compactación.

* Remplazar el suelo expansivo por uno que no lo sea.

* Modificar las propiedades expansivas del suelo mediante diversos


procedimientos: estabilización mediante cal, cemento, inyecciones, etc.

* Aislar el suelo de manera que no sufra modificaciones en su contenido de


humedad.

Actuar sobre la estructura y a través de la selección de un diseño de


cimentación apropiado.

En líneas generales se actúa en el sentido de rigidizar o flexibilizar de tal forma la


estructura que sea capaz de absorber o adaptarse a las deformaciones resultantes. En el
diseño del cimiento se tiende a una concentración de cargas de manera que la presión
trasmitida al suelo sea capaz de controlar la deformación. Este punto es ampliado más
adelante.

ACTUACIÓN SOBRE EL SUELO


“PreHumectación” del Suelo: la teoría de “prehumectar “ el suelo antes de la
construcción está basada en el hecho de que si al suelo se le permite que se expanda
antes de la construcción y si luego la humedad del suelo es mantenida, no es de esperar
cambios volumétricos y por lo tanto no es esperable daños sobre la estructura.

La experiencia indica que en las áreas cubiertas por una losa, contrapiso, pavimento,
etc., el contenido de humedad del suelo rara vez decrece. Si uno “inunda el suelo”, una
vez que el suelo se hinche hasta su máximo potencial, la migración del contenido de
humedad hacia la parte de suelo subyacente que se encuentra menos húmeda induce
nuevas expansiones del suelo diferidas en el tiempo. Este proceso puede continuar
durante cerca de 10 años.

El tiempo requerido para lograr una adecuada humectación del suelo, aunque no sea
necesario llegar a la saturación, es de al menos uno o dos meses, lo que puede ser
considerado como demasiado largo.

Además es muy cuestionable el hecho de que se obtenga una variación uniforme en el


contenido de humedad del suelo en las áreas “prehumectadas”.
Los suelos arcillosos, que son los potencialmente expansivos, son muy difíciles de
“prehumectar” siendo lo más factible que el agua penetre a través de fisuras, etc., no
lográndose una humectación pareja del suelo.

Este método de “inundación previa” puede resultar útil para la cimentación mediante
losas, construcción de pavimentos, canales, etc., pero no es adecuado para
cimentaciones aisladas (tipo patín)

La razón es que el prehumectar el suelo conlleva a reducir en una forma muy


significativa los parámetros resistentes del suelo, lo que lo hace inadecuado para el
apoyo de cimientos aislados.

Reducción de la Densidad del Suelo: este método es naturalmente válido cuando


la cimentación se debe hacer sobre un material a terraplenar, o en aquellos casos en que
se procede a la sustitución del suelo.

La magnitud del asentamiento en un relleno depende de la densidad alcanzada en la


compactación, el contenido de humedad de la compactación, el método de
compactación y la carga que se aplique sobre el relleno

Estos dos últimos están impuestos por el equipo usualmente disponible en la obra
durante la compactación y la sobrecarga impuesta por la obra, de manera que sobre lo
que podemos actuar es fundamentalmente sobre los dos primeros.

En el gráfico siguiente Holtz and Gibbs muestran la influencia de la densidad y la


humedad en la compactación de una arcilla expansiva.
Se puede apreciar el hecho de que las arcillas expansivas expanden poco cuando son
compactadas a densidades bajas y alto contenido de humedad, pero expanden mucho
cuando son compactadas a densidades altas y bajos contenidos de humedad.

La principal razón de que el contenido de humedad es importante durante la


compactación es que el contenido de humedad es un controlador del grado de densidad
alcanzado, y no tanto por el hecho de que un alto contenido de humedad haga reducir
sensiblemente la expansión. El elemento fundamental para controlar la expansión es el
grado de densidad alcanzado.

Ya en el año 1959 Dawson aconsejaba que en suelos expansivos se debía controlar no


sólo el alcanzar un grado de compactación mínimo, sino también un valor máximo.

Como se muestran en la tabla siguiente, un decremento de la densidad seca de una


arcilla expansiva desde 109 a 100 pcf, la presión de hinchamiento decrece de 13 a 5 psf
y el potencial de hinchamiento desde 6.7 a 4.2 %. Esto sin variar el contenido de
humedad del suelo.

Efecto de la variación de la densidad en el cambio volumétrico y en la presión de


hinchamiento para muestras de contenido de humedad constante:

Densidad Contenido Contenido Porcentaje de Increment Presión de


Inicial Inicial de Final de saturación o de Hinchamient
(pcf) Humedad Humedad inicial Volumen o
(%) (%) en (%) (psf)
94.3 12.93 21.27 45.0 2.7 2,600
99.4 12.20 24.92 48.1 3.8 4,600
100.2 12.93 19.93 52.1 4.2 5,000
103.3 12.93 20.51 56.3 5.1 7,000
109.1 12.93 20.56 65.4 6.7 13,000
110.8 12.20 19.03 64.7 7.3 14,000
114.5 12.20 19.17 71.6 8.2 21,000
118.9 12.20 17.08 81.2 8.6 35,000
Promedio 12.55 21.08

La principal ventaja de controlar la densidad de compactación es que se puede reducir el


potencial expansivo del suelo, sin necesidad de agregar agua por encima de la óptima,
con las desventajas económicas que esto trae aparejado y los problemas analizados en el
método anterior.

Sustitución del Suelo Expansivo: una alternativa simple de cimentar una losa o
un patín en un material expansivo es remplazar el material expansivo por otro que no lo
sea.

La experiencia indica que si el suelo natural sobre el que estamos apoyando nuestro
cimiento consiste en más de 5 pies (aprox. 1.50 mts) de suelo granular del tipo ( SC-
SP), que a su vez se apoya en un suelo altamente expansivo no existe riesgo de
movimiento en la fundación cuando apoyamos la misma sobre este material granular.

¿Por qué motivo se afirma esto?

No está claro si es debido a que el agua superficial no llegará al material expansivo, o si


existe un reacomodamiento del material granular que hace que los eventuales
movimientos sean prácticamente inexistentes, o se debe a una combinación de ambos
efectos...

La afirmación anterior no es necesariamente cierto cuando el material sobre el que se


apoya se tarta de un relleno especialmente seleccionado a nuestros efectos.

¿Qué requerimientos le haríamos a ese relleno granular?

Nos podemos hacer aquí tres preguntas:

1º. ¿Que tipo de material debemos colocar?

2º. ¿Que espesor tendría ese relleno (o sea que profundidad de sustitución)?

3º. ¿En que área debajo de la fundación extenderíamos la sustitución?

El primer requerimiento es, obviamente, que el material no sea expansivo, eso lo


cumplen los suelos cuya clasificación varía desde los materiales del tipo GW a los del
tipo SC.

Los materiales granulares que podemos considerarlos “limpios”, es decir con escasa
cantidad de finos, aquellos cuya clasificación de acuerdo al S.U.C.S. varía del tipo GW
a SP, tiene una permeabilidad tal que el agua podría llegar hasta los materiales
subyacentes arcillosos y expansibles.

Desde el punto de vista antes señalado sería preferible que los materiales del relleno
sean menos permeables, con cierto contenido de finos (del tipo SM o SC), aunque estos
tiene la contra de que los finos de estos materiales pueden a su vez presentar cierto
grado de expansión.

Uno de los criterios usuales es el planteo de la siguiente condición:


Limite líquido % de Material que pasa el 200
Mayor a 50 15 – 30
Entre 30 a 50 10 – 40
Menor 30 5 - 50
No es tan fácil que un suelo cumple con las condiciones antes planteadas. En caso de
dudas razonables, para poder determinar realmente el potencial expansivo del suelo hay
que proceder a las metodologías habituales a tales efectos.

Una alternativa para mejorar el potencial expansivo del suelo sería el poder mezclar el
material granular con el suelo emplazado en sitio. Si bien dicho método es teóricamente
razonable, en la práctica se hace muy dificultoso la mezcla de material granular con
arcillas de bajo contenido de humedad. Se necesita maquinaria especial, sobretodo por
la dificultad de disgregar los “terrones“ de arcilla a tamaños adecuados, lo que lleva a
costos tan caros como otros procedimientos en los que se obtienen mejores resultados
como la estabilización con suelo cal o suelo cemento.

La principal razón por la cual un relleno artificial de un material seleccionado no es tan


efectiva como el apoyar sobre una masa de suelo granular en estado natural, es por la
extensión del mismo debajo de la fundación en uno y otro caso. Cuánto mayor sea el
área en que efectuamos el reemplazo, más efectivo resulta el relleno

En las figuras siguientes se muestran consejos de extensiones de material a sustituir en


caso de diferentes condiciones de cimentación.

Con la tecnología disponible en la actualidad para la acción sobre los suelos expansivos,
la sustitución de suelos puede ser considerada como una de las mejores opciones para
la estabilización de estos suelos.

Dentro de las ventajas de este método está el hecho de que se pueda compactar el
material sustituido a elevados porcentajes de manera de poder soportar cargas
importantes. Con el método de “prehumectado” o de “control del grado de la
compactación”, la capacidad resistente del suelo se ve disminuida.
El costo de esta alternativa no es caro si la comparamos con la de cualquier otra forma
de tratamiento químico, etc.

Con la excepción de la cimentación del tipo “losas flotantes” el método de reemplazo


del material expansivo constituye el método más seguro para una fundación directa
sobre este tipo de materiales.

Cuando se procede a la sustitución de suelo, es conveniente tener la precaución


adicional de realizar los drenajes superficiales en forma adecuada alrededor de la
construcción de manera de evitar la infiltración de agua por debajo de los niveles del
relleno.

Algunas de las recomendaciones para la construcción de caminos propuesta por la


Federal Higway Administration son las siguientes:

. Profundidad mínima de reemplazo de material de 2 pies (60 cm).

. Material de reemplazo que no sea granular, sino materiales limosos, o arcillas limosas,
que no sean expansivas.

. El material de relleno a ser utilizado debe ser compactado a una densidad entre 92 a95
% de la densidad máxima y a una humedad no menor ala óptima de la correspondiente
al Proctor AASHTO T99.

Recomienda profundidades mínimas de reemplazo según se trate de rutas principales o


secundarias:
Profundidad del Tratamiento en Pies
Índice de Plasticidad
Rutas Principales Rutas Secundarias
10 – 20 2 2
20 – 30 3 3
30 – 40 4 4
40 - 50 5
Modificación de propiedades expansivas del suelo por diversos
procedimientos: dentro de estas técnicas podemos citar ala estabilización del suelo
mediante el agregado de cal, cemento, inyecciones.

El agregado de cal, y de cemento al suelo como elementos controladores de la


expansión se utilizan desde hace muchos años, preferentemente dentro del campo de la
ingeniería vial, como estabilización de subrasantes de carreteras , etc., teniendo un uso
casi nulo en la construcción de edificios.

La acción, tanto de la cal, como la del cemento consisten en modificar las características
plásticas del suelo, reduciendo el límite líquido, el Índice de Plasticidad e incrementado
el límite de contracción.

Las cantidades a agregar de cal y de cemento varían de 2 a 6 % en peso de la mezcla,


dependiendo de los objetivos de la estabilización, la cual tiene la ventaja adicional
(sobretodo en el caso de uso de cemento) de que mejoran el poder soporte del suelo
(CBR).
Una forma de modificación de las propiedades expansivas del suelo utilizadas en
fundaciones de estructuras la constituye la realización de inyecciones químicas en el
suelo, de manera de modificar las características plásticas del suelo, a la vez que
disminuyen la permeabilidad del mismo. Estas técnicas resultan en general de alto
costo, tanto por el costo del elemento químico a utilizar, así como de la técnica
empleada para su aplicación.

Aislación del suelo de variaciones importantes en el contenido de humedad: si


se pudiera lograr que el suelo no sufriera variaciones importantes en su contenido de
humedad, entonces, por mayor que sea el potencial expansivo de la arcilla no habrá
cambios volumétricos.

La variación de contenido de humedad puede provenir de dos fuentes básicamente:

a) la infiltración al terreno de aguas superficiales ó,

b) la variación de niveles de agua subterránea.

Si bien es relativamente sencillo sacar el agua libre que se ha introducido en la obra para
la construcción de una fundación, realizando los drenajes adecuados ya sean
superficiales o subterráneos ha tales efectos, pero sin embargo no es tan sencillo el
impedir la migración de la humedad desde el exterior de un local hacia el interior de un
área cubierta.

Para impedir la infiltración de aguas superficiales se puede disponer de:

Barreras horizontales contra la humectación del suelo alrededor de la


construcción a través de: membranas, construcción de veredas perimetrales,
pavimentos asfálticos, drenaje adecuado.

Barreras verticales alrededor de la construcción para impedir las variaciones


estacionales en el contenido de humedad del suelo también mediante el uso de
membranas, hormigón, etc.

Las “barreras verticales” usualmente están unidas a una horizontal para prevenir la
humectación del suelo entre la barrera vertical y la construcción, ya que las barreras
verticales deben construirse al menos 70 a 100 cm alejadas del perímetro de la
construcción.

Si bien las barreras verticales son más efectivas que las horizontales, las mismas
resultan mucho más costosas.

Para evitar la variación del contenido de humedad por variación del nivel de agua
subterránea la alternativa más adecuada la constituye la construcción de drenajes
subterráneos.

El proyecto de drenes deberá tener presente el tipo de acuífero de que se trate, si es


confinado o no, el caudal de agua que escurre por el mismo, profundidad a la que se
instala el dren, capacidad del sistema de drenaje , etc
ACTUACIÓN SOBRE LA ESTRUCTURA Y EL SISTEMA DE
CIMENTACIÓN

1. Fundaciones Superficiales En Suelos Expansivos.

Esta clase de fundaciones, más comúnmente denominadas como zapatas o patines,


pueden ser implementadas con éxito sobre subsuelos conformados por materiales
expansivos, siempre que se cumpla al menos uno de los siguientes requisitos:

- La presión aplicada, debido a las cargas permanentes, resulte suficiente como para
contrarrestar la presión de expansión.

- La superestructura tenga el grado de rigidez necesario como para que una expansión
diferencial no cause fisuras o grietas en los elementos resistentes.

- El efecto expansivo pueda ser eliminado o al menos reducido de manera de evitar o


mitigar los desórdenes (ya sean éstos de carácter resistente, funcional o ambos).

2. El Caso De Las Zapatas Corridas.

Como se sabe, es la tipología más común de fundación superficial para estructuras


livianas. Es claro, en consecuencia, que para prevenir el efecto de la expansión se
vuelve necesario concentrar la presión aplicada, lo que deriva en minimizar el ancho de
la zapata.

Por lo tanto el uso de zapatas corridas debería limitarse a suelos de bajo grado de
expansión, por ejemplo en general inferior al 1%, medido en el ensayo de expansión
libre.

Sin embargo, el uso de fundaciones alternativas, al caso pilotes, puede ser


antieconómico y por ello en muchas situaciones se aceptan daños menores (como
fisuras en paredes y techos), cuyos costos de reparación resultan inferiores a los de un
sistema de fundación diferente.

Una variante, cuando no es factible cambiar el sistema de fundación, es implantar las


zapatas a profundidades mayores, esto es a salvo de la capa de suelo donde las
variaciones en el contenido de humedad son mayores (al menos 1,50 a 2,00 m por
debajo del nivel del terreno natural). Esta ubicación reduce y limita además los
desplazamientos diferenciales.

En general, se sugiere a las zapatas corridas como una alternativa en principio válida
cuando:

El subsuelo no es altamente expansivo (básicamente illita en vez de


montmorillonita)

Es poco probable que se verifique un ascenso del nivel freático.

No hay disponibilidad de fundar con pilotes.


La superestructura está conformada por madera.

Una variante a veces empleada es la fundación en “cajón”, esto es una estructura de


hormigón fuertemente armada, cuya altura media es del orden de 2,00 m. Es notorio que
este tipo de fundación protege a la estructura de eventuales fisuraciones derivadas de
expansiones diferenciales. En estos casos, no deben existir discontinuidades a nivel de
la superestructura, que introduzcan puntos débiles. En especial, en estructuras
complejas, se sugiere agregar juntas para separarlas en dos o más módulos. Cada
módulo actuará entonces en forma independiente y los desplazamientos diferenciales
podrán absorberse en las juntas.

3. El Caso De Las Zapatas Aisladas.

Como es sabido, este sistema consiste en una serie de zapatas apoyadas sobre las capas
superiores del subsuelo, conectadas entre sí por vigas de fundación. Como en el caso de
las fundaciones indirectas o profundas, la carga de la estructura es trasmitida al suelo en
forma concentrada en diferentes puntos; la diferencia es que naturalmente en este caso
la descarga se realiza en las capas superiores del terreno y no se involucra la resistencia
lateral por fricción.

El uso de este sistema puede ser ventajoso cuando:

- El techo de roca o el estrato resistente es profundo y no puede ser económicamente


alcanzado por pilotes.

- Las capas superiores del suelo poseen un potencial expansivo moderado.

- La capacidad portante de las capas superiores es relativamente alta.

- Existe napa freática o capas blandas que impiden el uso de pilotes trabajando por
fricción.

En el caso de un suelo expansivo, si la presión aplicada es mayor que la presión de


expansión (para cambio de volumen nulo) no deberían observarse desplazamientos
debidos a esta causa.

En general puede decirse que la magnitud de la presión aplicada está limitada por la
capacidad portante del suelo de fundación y es función del coeficiente de seguridad
adoptado (usualmente entre 2 y 3). Por lo tanto, considerando los valores habituales de
tensiones admisibles para suelos arcillosos de Formación Libertad (1,0 a 2.0 kg/cm2),
este sistema de fundación sólo podrá aplicarse en suelos con potenciales expansivos
medios (1 a 5% de expansión libre y presión de expansión en el rango de 1 a 2 kg/cm2).

Para permitir en estos casos la concentración de tensiones aplicadas en las zapatas


individuales se requiere descalzar las vigas de fundación, esto es dejar un espacio vacío
bajo éstas.

De todas formas, algunos investigadores como Peck entre otros, han señalado además
que la expansión del suelo sólo se puede impedir en una zona localizada bajo la zapata
donde se concentran las tensiones inducidas por la fundación.
4. El Caso De Las Losas De Fundación.

El comportamiento de las losas de fundación (o plateas) construidas sobre suelos


expansivos, puede considerarse un problema de difícil control y aún no resuelto para
todos los casos.

En esta categoría están comprendidas las losas de piso interiores, las exteriores, los
pavimentos, etc.

En general estas losas no soportan una carga aplicada importante y los pesos propios
son también bajos. En consecuencia, es esperable que se produzcan movimientos
cuando aumenta el contenido de humedad en el subsuelo bajo la losa y por lo tanto, esta
consideración debiera ser un requisito de diseño.

Además los movimientos de estas losas no sólo pueden traducirse en fisuras sino que en
muchos casos pueden afectar la estabilidad general de la estructura.

En general, las losas van directamente apoyadas sobre el subsuelo y se construyen


incorporando algún tipo de armadura, dependiendo de las cargas aplicadas.

Más que nada la disposición de estas armaduras tiende a prevenir las fisuraciones de
origen térmico, pero no así las causadas por la expansión del suelo.

De allí las dificultades que se presentan cuando son implantadas sobre subsuelos con
potencial expansivo entre moderado y alto.

El desarrollo de sistemas de pisos económicos capaces de revertir el problema de la


expansión ha sido desde siempre un objetivo común de ingenieros estructurales y de
suelos.

Lamentablemente no es aún posible dar una respuesta totalmente eficaz a este tema.

Algunos de las alternativas actuales incluyen los sistemas de pisos nervados y los pisos
con cavidades.

Comentaremos brevemente a continuación sus principales características.

El primero, propuesto originalmente por la Asociación de Cemento Portland de


California, consiste en construir un piso elevado a partir de una losa “nervada”, cuyos
nervios apoyan sobre el subsuelo expansivo. El espaciamiento entre nervios y el espesor
de la losa dependen del potencial expansivo de los suelos superficiales y de la carga
aplicada previsible. Los huecos proveen el medio de alivio de la presión de expansión.
El sistema también permite incorporar tubos y conductos en el piso. Entre sus
desventajas, está el hecho que no siempre es posible ejercer la presión suficiente sobre
los nervios como para contrarrestar la expansión. Aparte del costo en sí mismo de la
solución, es necesario agregar el que corresponde a la nivelación del suelo de manera de
garantizar un espesor uniforme para los nervios y los huecos.

El sistema de pisos con cavidades, como se aprecia en la figura siguiente, consiste en


aligerar la sección mediante una seria de tubos plásticos (“media caña”) que se ubican
sobre el suelo y el espacio entre ellos se rellena con arena o a veces con hormigón sin
armar (solución aplicada en algunas obras en nuestro país). Se considera que cuando la
arcilla se hincha, se expande en los espacios huecos y así se reduce la presión de
expansión.

I gr./m3 CONTRAPISO DE HORMIGON


ARMADURA V ER PLANTA
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NYLON 250 mic.

DADO
CANTO RO

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P á g i n a 20 | 43
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IMPRIMACION TOSCA COMPACTADA HORMIGON 1 /2 CA~O


ASFALTICA (VER MEM_ORIA) SIN ARMAR P.V.C. 0150

Otra forma de mitigar la expansión a nivel de pisos, es a través de las losas


estructurales. Éstas se construyen apoyadas en cada uno de sus lados por vigas y se deja
un espacio vacío bajo la losa para evitar el contacto con el suelo. El espacio, puede
aprovecharse para alojar tuberías y conductos. La solución presenta inconvenientes
constructivos y un costo elevado.

Asimismo es recomendable la introducción de juntas de expansión, de manera de


separar las losas de las vigas de apoyo, como forma de permitir el libre movimiento de
estas losas. En caso contrario, la presión de expansión puede provocar elevaciones en la
zona central de las losas, mientras que la zona perimetral queda esencialmente en su
posición original, lo que provoca la aparición de fisuras en las losas, paralelas a las
vigas.

5. Un Ejemplo de Distribuidos Funcionales.

Haremos referencia aquí a las consecuencias de la expansión del suelo observadas sobre
una edificación de planta industrial, situada en Montevideo, próximo a la costa. La
planta consta de equipamientos electromecánicos con márgenes de tolerancia exigentes

P á g i n a 21 | 43
para su estado de servicio en acuerdo con el diseño de las piezas mecánicas
involucradas.

Las máquinas apoyan sobre una plataforma que trasmite a través de pilares la descarga
del conjunto a una fundación de tipo “cajón” sobre un subsuelo que en términos
generales puede resumirse en la siguiente secuencia estratigráfica: relleno, arena, arcilla
limosa, granito (basamento cristalino).

La capa de arcilla limosa, de entre 25 a 30 metros de potencia, fue consolidada previo a


la construcción de la obra mediante inyecciones de cemento y bentonita.

Sobre esta capa apoya la fundación y se tenía la experiencia previa que otras obras
próximas habían registrado levantamientos en el pasado. Las inyecciones practicadas
procuraron entonces limitar el fenómeno a la vez que impermeabilizar el subsuelo,
debido a la presencia permanente de nivel freático y por ende subpresión en la
fundación.

Sin embargo los controles geodésicos efectuados desde el inicio de la entrada en


servicio del equipamiento mostraron que los ascensos de la base de apoyo, lejos de
mitigarse, se producían a un ritmo sensiblemente uniforme, esto es a una velocidad
media de aproximadamente 0,6 mm por año, sin exhibir signos de amortiguamiento.

En tales condiciones, para evaluar la hipótesis de expansión, se extrajeron muestras


inalteradas de las capas de arena y arcilla, con el objeto de ejecutar ensayos de
expansión y estudios de composición mineralógica.

De estas últimos resultó que el componente principal es montmorillonita, mineral


arcilloso no cristalino, susceptible de hincharse. También es probable la existencia de
minerales arcillosos de capas alternadas con alto potencial expansivo. Asimismo se
comprobó la presencia de illita y feldespato.

Los ensayos geotécnicos comprobaron que se estaba frente a una arcilla no orgánica de
elevada plasticidad (tipo CH), asociada a características de Formación Fray Bentos, con
índices de plasticidad variables según la profundidad considerada en el rango de 25 a
40%, valores indicativos de un potencial expansivo entre moderado y alto.

El ensayo de expansión libre mostró un aumento de volumen del 21% tras 50 horas,
para muestras de arcilla saturada. Las expansiones ulteriores tienen lugar luego a una
velocidad reducida.

En cuanto al ensayo de presión de expansión se determinó que es necesario aplicar a la


muestra una presión de 1100 kPa (aprox. 11 kg/cm2) para contrarrestar completamente
el hinchamiento, confirmando así las características altamente expansivas de la arcilla
que adelantaban los ensayos de identificación y la mineralogía.

La presión vertical en las superficie superior de la capa de arcilla, debido a las cargas
aplicadas es de 200 kPa y la misma presión pero evaluada en el contacto arcilla-granito
1
es de 600 kPa . En consecuencia, incluso la presión vertical en el límite inferior de la
capa arcillosa es insuficiente para suprimir completamente los hinchamientos.

1
Presión originada por el peso propio de la masa de suelo
Estas razones condujeron a establecer que la capa completa de arcilla limosa de
Formación Fray Bentos es de un hinchamiento potencial activo.

La tipología de la fundación no pudo ser identificada como causa de problemas;


tampoco la operación de los equipos y asimismo hubo que descartar la influencia de las
variaciones de nivel freático (básicamente por medidas piezométricas).

En resumen la única causa probable de las elevaciones de la fundación es el potencial de


hinchamiento del subsuelo arcilloso.

La expansión se produce cuando el agua entra en contacto con la arcilla. Esta


penetración ocurre en la superficie de la capa arcillosa, difundiéndose dentro de ella
muy lentamente debido a la baja permeabilidad de la arcilla. Al entrar en contacto con el
agua, se produce un aumento de volumen máximo de un 21%, valor que representa un
límite superior para la magnitud absoluta de la expansión, el cual se alcanza únicamente
bajo condiciones totalmente favorables para su desarrollo y a intervalos de tiempo
geológico.

En este caso particular, dos hechos pusieron de manifiesto el hinchamiento y


permitieron que se desarrollara en forma diferida.

Por un lado, durante la excavación de la fosa de la obra, se lesionó la superficie


superficie superior de la capa de arcilla, permitiendo así la penetración del agua. De este
modo se activó el potencial de expansión de la capa superior.

Por otro, durante los trabajos preparatorios, previos a la edificación, se inyectó cemento
en el subsuelo, en el supuesto de evitar la expansión. Sin embargo, las inyecciones de
cemento no pueden atravesar los espacios huecos microscópicos que se encuentran entre
los minerales arcillosos. Para este tipo de suelos, una intervención de esta naturaleza
resulta inapropiada ya que la penetración a presión causa fisuras en el esqueleto mineral,
facilitando así aún más la penetración del agua en la superficie de la capa arcillosa y por
otro la infiltración de agua en las zonas más profundas a través de fisuras secundarias
producidas por la inyección de cemento.

Debido a que se trata de un proceso mineralógico-geológico, las intervenciones de


remediación son efectivas sólo en forma restringida y requieren gastos importantes.

Para minimizar la expansión es posible ejercer una contrapresión o bien actuar sobre el
origen del problema a fin de detenerlo, evitando el ingreso de agua hacia el retículo
cristalino. Ambas medidas no resultaban aplicables en este caso. En efecto, un aumento
de la carga directa es prácticamente imposible en virtud de los valores tensionales
resistentes en juego. Asimismo, evitar el acceso de agua a la capa arcillosa (por ejemplo
mediante una suave inyección de cemento en superficie) también es problemático ya
que sólo se podría tratar una profundidad limitada bajo la fundación y aún cuando
resultase exitosa, habría igualmente suficiente agua en la masa de suelo con lo cual la
expansión se detendría recién después de años o incluso decenas de años.

Otra alternativa analizada fue el anclaje de la fundación en el granito profundo,


utilizando pilotes verticales que permitirían aumentar la resistencia a la tracción de
forma tal que fuese posible compensar la presión resultante del hinchamiento.
Suponiendo entonces que fuera posible generar una presión adicional de 1100-200
=
900 kPa, serían necesarios 200 pilotes de anclaje atravesando la base de fundación,
con una longitud entre 35 y 40 m en la arcilla limosa y al menos 6,00 m de
empotramiento en el granito. Además de inconvenientes técnicos durante la etapa
constructiva que podrían comprometer la eficacia de la solución, de por sí
compleja, el costo de la misma ascendería a unos U$S 2:000.000.

Luego, al no ser posible suprimir o compensar completamente la expansión, debió


pensarse en eliminar sus efectos negativos, lo que se tradujo en la adopción
de soluciones de tipo mecánico, sobre el equipamiento, capaces de regular
desplazamientos del orden de centésimas y décimas de milímetro.

Si bien no es objeto de este trabajo ingresar en el detalle de la solución adoptada,


puede decirse que la misma no implicó modificaciones constructivas y se basó en
reajustes de los apoyos de máquinas, con éstas fuera de servicio.

Asimismo para el caso de nuevos proyectos en la zona, se deberá evitar desde el


principio la movilización de la expansión mediante adecuadas medidas constructivas.
Se debe evitar excavar y desfondar grandes superficies de la capa arcillosa, ya que
de ese modo se da acceso al agua. Si a pesar de todo fuera necesario llevar
adelante una medida de ese tipo, se debe cubrir de inmediato la superficie arcillosa
con una capa de cemento.

Pero en todo caso, será mejor incorporar las fundaciones de nuevas plantas o
edificios en la capa de arcilla, en base a métodos de construcción y perforación en
seco. Podrían utilizarse grande pilotes perforados de fabricación en seco que
atravesarían completamente la capa arcillosa, quedando anclados en el granito. La
parte superior de estos pilotes debe ser ejecutada mediante doble tubería con el
fin de evitar la penetración de aguas subterráneas hacia la perforación.

V. HIPÓTESIS

El adicionar cal al suelo disminuirá su volumen y aumentara su resistencia

VI. VARIABLES

Variable independiente

Variable dependiente

VII. DISEÑO DE CONTRASTACIÓN DE EXPERIENCIAS.

DISEÑO EXPERIMENTAL (GRUPO EN PALALELO)


PROCEDIMIENTO EN LABORATORIO:

VIII. MEMORIA DE CALCULOS:

IX. CONCLUCIONES GENERALES Y RECOMENDACIONES

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