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02 Una Guia de Diez Minutos a La Profecia Biblica
02 Una Guia de Diez Minutos a La Profecia Biblica
Anotaciones
Parte I
Una Guía de Diez Minutos a la Profecía Bíblica
Mi primera introducción a la profecía bíblica fue a través de La Agonía del Gran
Planeta Tierra (Late Great Planet Earth) de Hal Lindsey, el evento editorial
de la década de 1970. Lindsey presentó un escenario del tiempo del fin que era
a la vez fascinante y perturbador, especialmente para alguien que no sabía casi
nada acerca de la Biblia. Si bien la novela profética de Lindsey me introdujo a la
Biblia, me confundí de inmediato cuando leí la Palabra de Dios y descubrí que
varios pasajes que él eligió como el centro de su sistema no parecían encajar con
la perspectiva bíblica del fin de los tiempos.
El Contexto de Tiempo
Las Cosas Que Deben Suceder Pronto (1:1)
– Las cosas que deben suceder pronto – refuta claramente la visión futurista
de que Juan estaba escribiendo acerca de cosas que ocurrirían inmediatamente
antes de la segunda venida de Jesús.
El contexto general empieza en Ap. 1:1, donde Juan aclaró que el Apocalipsis
es acerca de “las cosas que deben suceder pronto”. La mayoría de las personas
no creen que los eventos que Juan describió en Apocalipsis ocurrirían “dentro de
poco”. Parecen pensar que Juan escribió acerca de cosas que ocurrirían cientos
de años en el futuro, tal como la Primera Guerra Mundial, la Segunda, o la Terce-
ra, que muchos teorizan que es el Armagedón. Pero debemos guardar en mente
que Juan dijo, en el principio del libro, que hablaría acerca de cosas que deben
suceder pronto.
4 Una Guía de Diez Minutos a la Profecía Bíblica
Anotaciones El está escribiendo de las cosas en el futuro cercano—las crisis a través de las
cuales los santos pronto iban a pasar. Afirmó repetidamente esta inminencia de
las cosas por venir, diciendo: “porque el tiempo está cerca” (v.3), “las cosas
que deben suceder pronto” (22:6), y nuevamente “porque el tiempo está cerca”
(22:10). La Revelación empieza y cierra con una seguridad de la proximidad de
las cosas por venir, aún cuando el libro trata con el juicio final y el nuevo orden
de las cosas más allá del juicio, lo cual estaba en el futuro distante y aún están por
venir (20:11; 21:8); pero la mayor porción de la revelación pertenecía a las cosas
que estaban cerca, a los eventos pronto a sucederse.
La palabra “pronto” – en tachei (ἐν τάχει, G5034), lit., en, o con, velocidad.5
El Nuevo Testamento Comunidad Taizé vierte esta versión del versículo 1 como:
“...lo que ha de suceder en breve...” La misma palabra es traducida “pronto” en
Hechos 12:7 (Reina-Valera) (“...levántate en seguida...” Nuevo Testamento Co-
munidad de Taizé; “...levántate, rápido...” La Biblia Latinoamericana; “...levántate
aprisa...” Biblia de Jerusalén). El ángel del Señor no quiso decir que Pedro podía
tomarse unos pocos miles de años en levantarse. La palabra es usada nuevamente
en Hechos 22:18 (“prontamente”); Hechos 25:4; Rom. 16:20 (“en breve”) y 1 Tim.
3:14 (“ir pronto”).
El libro fue escrito para el uso inmediato, para el estímulo y consolación de los
Cristianos en el primer siglo. El libro debe, por tanto, ser estudiado a la luz del
fondo histórico de ese día. Tal es la característica de todos los libros de profecía.
De igual manera, en Ap. 1:3, Juan dijo, “y guardan las cosas en ella escritas;
porque el tiempo está cerca”. El tiempo estaba cerca durante el primer siglo.
Al final del libro, en Ap. 22:6, Juan dijo que había hablado acerca de las “cosas
que deben suceder pronto”. También, en Ap. 22:10, dijo la misma cosa:
“Esto es una revelación de las cosas que deben suceder presto. La natura-
leza del reino de Dios es tal que no puede sufrir una derrota: parecía que iba a
sufrirla cuando Juan estaba en la isla de Patmos, a menos que Dios interviniera
prestamente; y este mensaje dice que Dios vendría prestamente a libertar a su
pueblo.
Juan es muy específico acerca del enmarco del tiempo para las profecías que
hizo en este texto divino. (1) Apocalipsis 1:1, “... las cosas que deben suceder
pronto ...” (2) Apocalipsis 1:3, “porque el tiempo está cerca”. (3) Apocalipsis
22:6, “... las cosas que deben suceder pronto”, (4) Apocalipsis 22:7, “¡He aquí,
vengo pronto!”, (5) Apocalipsis 22:20, “Ciertamente vengo en breve”, y finalmente
(6) Apocalipsis 22:10, “No selles las palabras de la profecía de este libro ...”. En
no menos de 5 lugares Juan nos permite saber que las profecías de este libro son
pertinentes a su día, y que pronto pasarían.
“Pero tú, Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del
fin ... Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el
tiempo del fin”.
Otro ejemplo es Daniel 8:1, donde encontramos que Daniel recibió una visión
en el año tercero del reinado del rey Belsasar el cual fue en el 550 A.C. Con
respecto a la visión el Señor le dijo a Daniel “... y tú guarda la visión, porque es
para MUCHOS DIAS” (Dan. 8:26). [La Biblia de las Américas vierte este pasaje
así: “... pero tú, guarda en secreto la visión, porque se refiere a muchos días aún
lejanos”, jr.]. Si simplemente podemos determinar cuál fue el cumplimiento de
la visión y cuándo ocurrió, entonces sabremos lo que los MUCHOS DIAS” son
para el Señor. En Dan. 8:13-14, Daniel escucha que es hecha la pregunta, “¿Hasta
cuándo durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación asoladora ...”
y la respuesta fue “hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario
será purificado”.
Por tanto, cuando sustraemos 164 A.C. (cuando se cumplió) de 550 A.C. (cuando
fue hecha), encontramos que los “muchos días aún lejanos” son iguales a 386 años.
Cuando Dios dice el tiempo llama los 386 años “muchos días aún lejanos”. Por
tanto, puesto que esto era muy lejano en el futuro, Daniel debe sellar la profecía
(Dan. 12:9; cfr. v.4).
Compare esto con Juan a quien se le dijo, “No selles las palabras de la profecía
de este libro, PORQUE EL TIEMPO ESTA CERCA” (Ap. 22:10). Tenemos ahora
una comparación directa entre los “muchos días” como opuesto a “el tiempo está
cerca”, y entre “sellar la profecía” y “no sellar la profecía”. Por la definición
divina de las profecías del libro del Apocalipsis tiene que pasar mucho tiempo
antes del fin del mundo y el retorno del Señor.
Busqué una respuesta en la Biblia. Poco a poco, comencé a ver que la Biblia
realmente es su mejor intérprete. Jesús dijo que habría hambres antes de que muriera
la generación a la que estaba hablando. Una hambruna golpeó al Imperio Romano
“en los días de Claudio César” (Hechos 11:28), quien gobernó del 41 al 54 d. C.
Lucas describe la hambruna como “en toda la tierra habitada”, es decir, abarcando
las fronteras del Imperio Romano ya que se utiliza la palabra griega oikoumene
(“tierra habitada” o “mundo conocido”)8 y no kosmos (“mundo”).9
Por supuesto, aquellos que afirman que Jesús no enseñó Su pronta venida en
juicio sobre Jerusalén siguen los pasos de los liberales que han afirmado que Jesús
y los escritores del Nuevo Testamento estaban equivocados acerca del momento
de los eventos proféticos. Aquí hay un ejemplo:
Pronto me di cuenta de las fuentes seculares del primer siglo que apoyaban
el registro profético de la Biblia sin siquiera hacer referencia a la Biblia. Tenga
en cuenta que la mayoría (jr) de los libros del Nuevo Testamento fueron escritos
antes del año 70 d.C., por lo tanto, no tenemos una narración histórica inspirada
del sitio de Jerusalén y la destrucción del templo. Aun así, estos relatos de testigos
presenciales son útiles y dan apoyo al registro bíblico.
Uno de los pasajes más difíciles de reconciliar con un cumplimiento del año
70 d. C. es la declaración de Jesús de que antes de que muriera la generación del
primer siglo, las tribus de Israel verían “al Hijo del Hombre viniendo sobre las
nubes del cielo, con poder y gran gloria” (24:30). Jesús ofrece la misma profecía
a aquellos que fueron testigos de Su juicio ante el sumo sacerdote Caifás: “veréis
al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes
del cielo” (Mateo 26:64). El lenguaje parece sugerir que los que estuvieran vivos
y sanos en el primer siglo verían este evento.
La Confirmación de un Hermano
“¿Por qué me interrogáis acerca del hijo del hombre? ¡El está sentado
a la diestra del gran poder, y pronto vendrá sobre las nubes del cielo!”
Después de escuchar esto, los funcionarios del templo lo arrojaron del
“ala del templo” y le golpearon la cabeza con un mazo.12
El Registro Histórico
En Lucas 21:11 se nos dice que “habrá terror y grandes señales del cielo”. El
registro histórico muestra que un cometa apareció alrededor del año 60 d.C. Se
pensaba que los cometas eran
presagios de fatalidad. Nerón
tomó en serio la amenaza del
cometa y tuvo a miembros de
su propia familia asesinados
por si veían en el fenómeno
estelar una señal celestial de
los dioses para destronarlo. El
cometa Halley apareció en el
año 66 d. C. y ...
“una vez cuando pare- Representación del cometa Halley sobre Jerusalén
ció la estrella como una (D.C. 66)
10 Una Guía de Diez Minutos a la Profecía Bíblica
Anotaciones espada ardiente encima de la ciudad, y duró la cometa todo el espacio
de un año entero”.15
5 Los asuntos de los judíos día a día empeoraban. El país estaba lleno
de ladrones y de impostores que seducían a la multitud. Todos los
días Félix capturaba a algunos de los últimos, junto con ladrones y los
hacía perecer ... Los impostores y los hombres falaces persuadían a la
multitud que los siguieran al desierto. Decían que allí les mostrarían
signos y señales que sólo pueden producirse por obra y providencia de
Dios. Muchos que los creyeron, sufrieron los castigos que merecían
por su locura, pues Félix los hizo ejecutar cuando le fueron entregados.
6 ... En ese tiempo llegó a Jerusalén un egipcio que simulaba ser profeta
y quiso persuadir a la multitud que ascendiera con él al monte de los
Olivos, que se encuentra a la distancia de cinco estadios de la ciudad.
Les dijo que desde allí verían caer por su orden los muros de Jerusalén,
y les prometió abrirles un camino para volver a la ciudad ...16
10 ... Festo envió tropas de infantería y caballería contra los que habían
sido engañados por un impostor que les había prometido la cesación de
todos los males y plena seguridad, si lo seguían al desierto. Los soldados
mataron al impostor y a los que estaban con él”.17
Lucas registra que Simón el mago de Hechos hizo tales pretensiones antes de
su conversión (Hch. 8:9-10).
... el cual había predicado el mismo día en la ciudad, que Dios los
mandaba a subir al templo por darles señal y respuesta de su salud y
salvación ...20
Anotaciones
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Anotaciones al Pie
1. Jack Van Impe, The Great Escape: Preparing for the Rapture, the Next Event on
God’s Prophetic Clock (Nashville, TN: Word, 1998), 146.
2. John Van Diest, ed., 10 Reasons Why fesus is Coming Soon: Ten Christian Leaders
Share Their lnsight (Sisters, OR: Mullnomah, 1998), 8.
3. Dave Hunt, When Will Jesus Come?: Compelling Evidence for the Soon Return of
Christ (Eugene, OR: Harvest House, [1993], 2003).
4. Albert Barnes, Notes on the New Testament: 1 Peter (Grand Rapids, MI: Baker Book
House, [1884-1885]), 193.
5. W.E. Vine, Diccionario Expositivo de Palabras del N.T., vol. 3, p. 256.
6. William Barclay. Comentario al Nuevo Testamento, 17 Tomos en 1, editorial clie,
2006, p. 1108.
7. Ray Summers, Digno es el Cordero, Casa Bautista de Publicaciones, 1979, pp. 137-
138.
8. W.E. Vine, Ibid, vol. 3, p. 45.
9. W.E. Vine, Ibid, vol. 3, p. 44.
10. W.E. Vine, Ibib, vol. 3, p 45.
11. Calherine Gunsalus Gonzalez and Justo L. Gonzalez, Revelation (Louisville, Ken-
tucky: Westminster John Knox Press, 1997), 12.
12. Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica I, pág. 17.
13. Eusebio de Cesarea, Ibid, pág. 17.
14. Isaac Asimov, Asimov’s Guide to Halley’s Comet: The Awesome Story ofComets (New
York: Walker and Company, 1985), 6.
15. Flavio Josefo, Las Guerras de los Judíos, Tomo 2, pág. 235. The Works of Natha-
niel Lardner, D.D. With a Life By Dr. Kippis, en 10 volumenes; Josefo Sobre el Sitio de
Jerusalén, Vol. 6, p. 451.
16. Flavio Josefo, Antigüedades de los Judíos, Tomo 3, Libro 20; Cap. 8; Págs. 337-338.
17. Flavio Josefo, Ibid, p. 340.
18. Flavio Josefo, Antigüedades de los Judíos, Tomo 3, Libro 20; Cap. 5; Par. 1; Pág. 330.
12 Una Guía de Diez Minutos a la Profecía Bíblica
19. Flavo Josefo, Las Guerras de los Judíos, Tomo 1, Libro 2; Cap. 12; Pág. 238.
Anotaciones 20. Flavio Josefo, Ibid, Tomo 2, pág. 235.