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Rosario del miércoles y para el Rosario del domingo se utilizan los Misterios Gloriosos.

1. Nos persignamos:
Por la señal de la santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos, Señor, Dios nuestro.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

2. Decimos un Gloria al Padre:


Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en un principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

3. Iniciamos el Santo Rosario

Primer Misterio Glorioso: La Resurrección del Hijo de Dios


Meditación: “El primer día de la semana, muy de mañana, fueron al sepulcro llevando los aromas
que habían preparado. Pero encontraron que la piedra había sido retirada del sepulcro, y entraron,
pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. No sabían que pensar de esto, cuando se presentaron ante
ellas dos hombres con vestidos resplandecientes. Ellas, despavoridas, miraban al suelo, y ellos les
dijeron: ‘¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha Resucitado'” (Lc 24, 1-
6).

 Reza un Padre nuestro

 Reza 10 Avemarías

 Reza un Gloria al Padre

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos
de los siglos. Amén.

 Reza 3 jaculatorias

María, Madre de gracia, Madre de misericordia: En la vida y en la muerte, ampáranos, oh gran


Señora.

Oh Jesús mío: Perdona nuestros pecados, líbranos del mal, lleva al Cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de Tu divina misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Segundo Misterio Glorioso: La Ascensión del Señor al Cielo


Meditación: “El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al Cielo y se sentó a la derecha de Dios”
(Mc 16, 19).

 Reza un Padre nuestro

 Reza 10 Avemarías

 Reza un Gloria al Padre

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos
de los siglos. Amén.

 Reza 3 jaculatorias

María, Madre de gracia, Madre de misericordia: En la vida y en la muerte, ampáranos, oh gran


Señora.

Oh Jesús mío: Perdona nuestros pecados, líbranos del mal, lleva al Cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de Tu divina misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Tercer Misterio Glorioso: La llegada del Espíritu Santo


Meditación: “Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente
vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se
encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre
cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas,
según el Espíritu les concedía expresarse” (Hch 2, 1-4).

 Reza un Padre nuestro

 Reza 10 Avemarías

 Reza un Gloria al Padre

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos
de los siglos. Amén.

 Reza 3 jaculatorias

María, Madre de gracia, Madre de misericordia: En la vida y en la muerte, ampáranos, oh gran


Señora.

Oh Jesús mío: Perdona nuestros pecados, líbranos del mal, lleva al Cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de Tu divina misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.


Cuarto Misterio Glorioso: La Asunción de María al Cielo
Meditación: “Todas las generaciones me llamarán bienaventurada porque el Señor ha hecho obras
grandes en mí” (Lc 1, 48-49).

 Reza un Padre nuestro

 Reza 10 Avemarías

 Reza un Gloria al Padre

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos
de los siglos. Amén.

 Reza 3 jaculatorias

María, Madre de gracia, Madre de misericordia: En la vida y en la muerte, ampáranos, oh gran


Señora.

Oh Jesús mío: Perdona nuestros pecados, líbranos del mal, lleva al Cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de Tu divina misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.

Quinto Misterio Glorioso: La Coronación de María como Reina y Señora de


todo lo creado
Meditación: “Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus
pies, y una corona de doce estrellas sobre Su cabeza” (Ap 12, 1).

 Reza un Padre nuestro

 Reza 10 Avemarías

 Reza un Gloria al Padre

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio ahora y siempre, por los siglos
de los siglos. Amén.

 Reza 3 jaculatorias

María, Madre de gracia, Madre de misericordia: En la vida y en la muerte, ampáranos, oh gran


Señora.

Oh Jesús mío: Perdona nuestros pecados, líbranos del mal, lleva al Cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de Tu divina misericordia.

Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío.


Oraciones finales para el Santo Rosario

5. Se rezan 3 Avemarías
 Dios te salve, María Santísima, Hija de Dios Padre, Virgen Purísima antes del
parto, en tus manos ponemos nuestra fe para que la ilumines. Llena eres de gracia, el
Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre,
Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

 Dios te salve, María Santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen Purísima en el parto, en tus
manos ponemos nuestra esperanza para que la alientes. Llena eres de gracia, el Señor es
contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

 Dios te salve, María Santísima, esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen Purísima después
del parto, en tus manos ponemos nuestra caridad para que la inflames. Llena eres de
gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de
nuestra muerte. Amén.

 Dios te salve, María Santísima, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad, Virgen concebida sin la
culpa original.

6. Rezamos La Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A ti
llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este
destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen
María!.

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y
gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
INICIO

Crux Sancti Patris Benedicti


Crux Sancta Sit Míhi Lux
Non Dráco Sit Míhi Dux
Váde Rétro Sátana!
Númquam Su áde Míhi Vana
Sunt Mála Quaë Lébas
Ipse Venena Bibas

¡Alfa y Omega! Oh Dios Todopoderoso, el Principio de todas las cosas, sin Principio, y sin fin:
en este día, amablemente escucha nuestras oraciones; tú que no nos juzgáis de acuerdo con
nuestros pecados, ni por causa de nuestra iniquidad, oh Señor Dios nuestro, pero lo hacéis de
acuerdo a tu infinita misericordia, que es más grande que todas las cosas visibles e invisibles.
Ten misericordia del espíritu de DAYSI, oh Cristo, la sabiduría del padre, la luz de los ángeles,
la Gloria de los Santos, La Esperanza, Refugio y Apoyo de los Pecadores, El Creador de todas
las cosas y Redentor de todas las debilidades humanas, que sostienen el Cielo, la Tierra el Mar,
y todo el mundo entero en la palma de tu mano: imploramos en éste día humildemente y
suplicamos, que intercedas misericordiosamente ante el Padre celestial, para que DAYSI pueda
llegar a alcanzar la libertad y gozo espiritual, tú que vives y reinas, en un Mundo sin fin. Amén.

Ostende faciem tuam quasi magam coram signo Dei, quod est
crux Christi, ut in inferno canino Hékate ligatus maneas!

El rezo del Santo Rosario por los difuntos para los días Miércoles y
Domingo (Misterios Gloriosos).
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios Nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

V: Ave María Purísima


R: Sin pecado concebida

V:Abre Señor mis labios


R: Y mi boca proclamara tu alabanza

V: Dios mío ven en mi auxilio


R: Señor apresúrate en socorrerme.

Señor nuestro Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor; por ser vos
quien sois, bondad infinita, y porque os amamos sobre todas las cosas, nos pesa de todo corazón
haberos ofendido. Ayudado de vuestra divina gracia, proponemos firmemente perdonar a
nuestro prójimo para que nos perdonéis cuando crucemos el umbral de la muerte, confesamos
ante nuestros hermanos que no hemos sido perfeccionados; pero henos aquí cumpliendo nuestro
deber como seres humanos rogando por el espíritu de DAYSI. Amén.

Dales Señor el descanso eterno y brille para ella la luz perpetua.

Ofrecimiento del Rosario


Dios Padre Todopoderoso, apoyados en nuestra fe que proclama la vida, pasión y resurrección
de tu Hijo Jesucristo, te ofrecemos este Santo Rosario por nuestra hermana DAYSI y te
pedimos, que como ella ya ha partido de éste mundo hacia los brazos de Jesucristo; que también
llegue a participar de la alegría y de la gloriosa resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

¡Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina del Santo Rosario! Fiados en vuestra
bondad nos acercamos a Vos, para honrar vuestro nombre y consolar nuestras almas. María con
solo nombrarte nuestro espíritu recibe alegría, con la esperanza que tenemos de veros en nuestra
compañía, del arca testamento y de la paz alegría, con el nombre de María empezamos el Padre
Nuestro.

Padre Nuestro:

Rezar el Credo:

Rezar 3 Avemarías:

Rezar el Gloria:

Primer Misterio: La resurrección de Jesús


Jesús murió y resucitó. Para Él los sufrimientos y la muerte fueron el camino para llegar a la
resurrección y la gloria. Lo mismo pasará con nosotros: si aceptamos las pruebas de esta vida
con paciencia, lograremos un día el gran progreso que todos deseamos: Vivir y resucitar con
Cristo.
¡Oh, María, alegría de los justos y consuelo de los pecadores!, este Misterio te lo ofrecemos en
memoria de la alegría que tuviste al ver resucitado y glorioso a tu Santísimo Hijo: suplicándote,
que así como, con la resurrección de Jesús, se alegraron todos los seres creados, así merezca
nuestra hermana DAYSI y todos los que se encuentran en el purgatorio, la resurrección eterna.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


1 Padre Nuestro:

10 Avemarías:

1 Rezar el Gloria:

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del mal, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

Por tu limpia Concepción ¡oh! Soberana Princesa, de una muy grande pureza te pido de
corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.

Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual fue
envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: Concédenos, piadosísimo
Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu Santísima Madre
María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de tu sierva DAYSI y todos los que están
en el purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre en la unidad
del Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén. Si por tu divina bondad Señor la habéis
redimido. Que la perdones te pido por tu divina majestad.

Segundo Misterio: La ascensión de Jesús


Subiendo al cielo, Jesús nos enseña que allá tenemos nuestra patria verdadera. Por lo tanto,
nuestra única preocupación tiene que ser la de superarnos y progresar, según las enseñanzas y
los ejemplos de Cristo para alcanzar la gloria del cielo. ¡Oh, María, madre de Dios, llena de
gozo en la subida a los cielos de tu Santísimo Hijo, en compañía de todos los que Él redimió
con su gloriosa resurrección!, este Misterio te lo ofrecemos, suplicándote que nuestra hermana
DAYSI y aquellos que están en el purgatorio, progresen, por tus ruegos ante Jesucristo, a la
pascua Eterna.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

1 Padre Nuestro:

10 Avemarías:

1 Rezar el Gloria:
Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del mal, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

Por tu limpia Concepción ¡oh! Soberana Princesa, de una muy grande pureza te pido de
corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.

Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual fue
envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: Concédenos, piadosísimo
Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu Santísima Madre
María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de tu sierva DAYSI y todos los que están
en el purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre en la unidad
del Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén. Si por tu divina bondad Señor la habéis
redimido. Que la perdones te pido por tu divina majestad.

Tercer Misterio: La llegada del Espíritu Santo


Diez días después de subir al cielo, Jesús envió a los apóstoles el regalo del Espíritu Santo, que
transformó toda su vida. Por fin lograron entender su mensaje y tuvieron la fuerza para vivirlo y
anunciarlo con valentía. También nosotros, si queremos ser verdaderos cristianos, necesitamos
la fuerza del Espíritu Santo. Pidamos a la Virgen que interceda por nosotros y nos consiga este
gran regalo.
¡Oh, María, dulce esposa del Espíritu Santo!, este Misterio te lo ofrecemos por el gozo que
tuviste cuando bajó el Divino Espíritu sobre ti y sobre todos los apóstoles, para que al
ausentarse Jesús no quedáramos huérfanos, suplicamos tu intercesión para que el Espíritu de
Cristo resucite a nuestra hermana DAYSI y a todos los que están purificando su pecado en el
purgatorio.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

1 Padre Nuestro:

10 Avemarías:

1 Rezar el Gloria:

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del mal, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

Por tu limpia Concepción ¡oh! Soberana Princesa, de una muy grande pureza te pido de
corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.
Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual fue
envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: Concédenos, piadosísimo
Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu Santísima Madre
María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de tu sierva DAYSI y todos los que están
en el purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre en la unidad
del Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén. Si por tu divina bondad Señor la habéis
redimido. Que la perdones te pido por tu divina majestad.

Cuarto Misterio: La Asunción de la Virgen María


Después de haber terminado su periodo de vida en este mundo, María fue llevada al cielo en
cuerpo y alma. Se trató de un regalo especial que Jesús hizo a María, su Madre. En lugar de
esperar el día de la resurrección final, Jesús quiso que pronto fuera a gozar con Él en cuerpo y
alma. Así como ella se encuentra ya en la gloria en cuerpo y alma, así también nosotros
esperamos estar después de la muerte. Para esto tenemos que imitar sus ejemplos.
¡Oh dichosa María!, que entregaste tu espíritu en la hora de la muerte, en manos de tu Hijo
Jesucristo, y después unido al cuerpo, resucitaste gloriosa!, este Misterio te lo ofrecemos, a fin
de que intercedas ante tu Hijo Jesucristo, para que nuestra hermana DAYSI y los que están en el
purgatorio, resuciten y lleguen a la vida verdadera.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

1 Padre Nuestro:

10 Avemarías:

1 Rezar el Gloria:

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del mal, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

Por tu limpia Concepción ¡oh! Soberana Princesa, de una muy grande pureza te pido de
corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.

Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual fue
envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: Concédenos, piadosísimo
Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu Santísima Madre
María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de tu sierva DAYSI y todos los que están
en el purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre en la unidad
del Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén.
Quinto Misterio: La coronación de María como Reina y Señora de todo
lo creado
En este mundo nadie tuvo el privilegio de estar tan cerca de Jesús como María, su Madre,
también ahora en el cielo, nadie está tan cerca de Jesús como ella. Siendo la Madre de Jesús,
goza de un gran poder de intercesión: todo lo que pide a Jesús en nuestro favor, siempre se lo
concede. Esto es lo que estamos haciendo al rezar este santo rosario. Por eso, acudimos a María
con toda confianza, sabiendo que es nuestra Reina y es también nuestra Madre.
¡Oh soberana Virgen María, Madre de Dios, que resucitada en cuerpo y alma, fuiste sublimada
a la gloria y coronada como Emperatriz de los ángeles y de los hombres!, este Misterio te lo
ofrecemos, suplicándote que el alma de nuestra hermana DAYSI y las demás del purgatorio
merezcan por tus ruegos ser libres de las penas que padecen, para que sean coronadas de gloria,
y que en compañía de tu Santísimo Hijo te amen por todos los siglos. Amén.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

1 Padre Nuestro:

10 Avemarías:

1 Rezar el Gloria:

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del mal, lleva al cielo a todas las almas,
especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

Por tu limpia Concepción ¡oh! Soberana Princesa, de una muy grande pureza te pido de
corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.

Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu Pasión en la sábana santa, en la cual fue
envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: Concédenos, piadosísimo
Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu Santísima Madre
María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de tu sierva DAYSI y todos los que están
en el purgatorio, a la gloria de tu resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre en la unidad
del Espíritu Santo, por todos los siglos. Amén. Si por tu divina bondad Señor la habéis
redimido. Que la perdones te pido por tu divina majestad.

COMO OFRENDA AL SANTO SEPULCRO


Un día Santa Marta y Santa Brígida, que habiendo oído muchas cosas sobre JESUCRISTO,
queriendo saber algunas cosas más de la pasión. El Redentor nuestro señor Jesucristo se les
apareció y les dijo por su boca, “Como ven mis queridas hijas, la cantidad de soldados que me
aprendieron en el huerto fueron 33 y me dieron 108 golpes en todo el cuerpo, fui tirado por el cuello y
el cabello 25 veces, di 109 suspiros de tristeza por su ignorancia, fui tirado por la barba y arrastrado
y escupido 33 veces, me dieron en la espalda 5,170 azotes, me hicieron en el cuerpo 110 agujeros
con sus dagas, me dieron 4 empujones que me hicieron caer de rostro contra el suelo, las gotas de
sangre que derramé fueron 3,140. Por eso hoy les digo que toda persona creyente o no que rezaren
los padres nuestros y las avemarías pidiendo por el alma de un difunto por 9 días, dentro de doce
años les concederé siete gracias. 1-La primera, borraré todos sus pecados. 2-La segunda, será libre
del maligno y su séquito. 3-La tercera, que si muriese antes de los doce años a partir de hoy, será
uno conmigo como lo fue el ladrón en la cruz. 4-La cuarta, que su sangre no será derramada en éste
mundo, por nada, ni por nadie. 5-La quinta, no serán perseguidos de la justicia, ni de la injusticia; y si
los capturasen, las puertas de la prisión serán abiertas para ustedes y serán libres de las armas
conocidas. 6-La sexta, que bajaré del cielo a la tierra y llevaré su espíritu en mis brazos, y así todos
sus parientes hasta el quinto grado de consanguinidad que estuviese en el purgatorio, les llevaré a
gozar de las bienaventuranzas. 7-La séptima, a quienes participen de un rosario, serán libres del
mal, ni tendrán muerte repentina; las mujeres que estén de parto y recen un rosario serán libres y sin
peligro de parto; en las casas que se recuerde mi pasión y hagan un rosario no habrán espíritus del
mal, ni cosas malas les sucederán, ni tristezas; y antes de ir al umbral de la muerte verán a su
Santísima Madre y a mi Madre María; llegarán por sus pies a donde necesiten llegar; no caerán
piedras ni rayos por permisión de Dios. Bendito y alabado sea ¡Alfa y Omega! Dios Todopoderoso,
el Principio de todas las cosas, sin Principio, y sin fin”. Gracias.

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