Está en la página 1de 13

Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas.

2019 1
Prof. Aguilar María Laura

PRINCIPIOS FISICOS DE LA TELEDETECCION

TELEDETECCIÓN: es aquella técnica que nos permite obtener información a distancia de los objetos
situados sobre la superficie terrestre.

ELEMENTOS DE LA TELEDETECCIÓN: sensor, objeto observado y el flujo energético que los pone en relación
y permite detectar el objeto.

FORMAS DE ADQUIRIR INFORMACIÓN A TRAVÉS DEL SENSOR REMOTO

 REFLEXIÓN: la más importante de la teledetección,


pues se deriva directamente de la luz solar,
principal fuente de energía de nuestro planeta. El
sol ilumina la superficie terrestre, que refleja esa
energía en función del tipo de cubierta presente
sobre ella. Este flujo reflejado se recoge por el
sensor, que lo transmite posteriormente a las
estaciones receptoras. Entre superficie y sensor se
interpone la atmósfera, que dispersa y absorbe
parte de la energía original.
 EMISIÓN: energía emitida por las propias cubiertas.
 EMISIÓN-REFLEXIÓN: el sensor genera su propio flujo energético y recoge posteriormente su
reflexión sobre la superficie terrestre.

RADIACIÓN ELECTROMAGNÉTICA: constituido por el flujo energético entre la cubierta terrestre y el sensor.
Según la teoría ondulatoria, la energía electromagnética se transmite de un lugar a otro siguiendo un
modelo armónico y continuo, a la velocidad de la luz y conteniendo dos campos de fuerzas ortogonales
entre sí: eléctrico y magnético. Las características de este flujo energético pueden describirse por dos
elementos: longitud de onda (λ) y frecuencia (v). La primera hace referencia a la distancia entre dos picos
sucesivos de una onda, mientras que la frecuencia designa el número de ciclos pasando por un punto fijo
en una unidad de tiempo. Ambos elementos están inversamente relacionados:

𝑐=𝜆𝑣

Donde c indica la velocidad de la luz, 𝜆 expresa la longitud de la onda y 𝑣 la frecuencia. En definitiva, a


mayor longitud de onda, menor frecuencia, y viceversa, por lo que basta con indicar un solo termino para
identificar propiamente el tipo de energía mencionado.
Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 2
Prof. Aguilar María Laura

ESPECTRO ELECTROMAGNÉTICO
De la formula anterior se deduce que podemos definir cualquier tipo de energía radiante en función de su
longitud de onda o frecuencia. Aunque la sucesión de valores de longitud de onda es continua, suele
establecerse una serie de bandas en donde la radiación electromagnética manifiesta un comportamiento
similar. La organización de estas bandas de longitudes de onda o frecuencia se denomina espectro
electromagnético. Comprende desde las longitudes de ondas más cortas (rayos gamma, rayos x), hasta las
kilométricas (tele-comunicaciones). Las unidades de medidas más comunes se relacionan con la longitud de
onda. Para las más cortas se utilizan micrómetros, mientras las más largas se miden en centímetros o
metros.
Desde el punto de vista de la teledetección, conviene destacar una serie de bandas espectrales, que son las
más frecuentemente empleadas con la tecnología actual. Su denominación y amplitud varían según
distintos autores, si bien la terminología más común es la siguiente:

 Espectro visible (0,4 a 0,7 μm). Se denomina así por tratarse de la única radiación electromagnética
que pueden percibir nuestros ojos, coincidiendo con las longitudes de onda en donde es máxima la
radiación solar. Dentro de esta región suelen distinguirse tres bandas elementales, que se
denominan azul (A, 0,4-0,5 μm), verde (V, 0,5-0,6 μm), y rojo (R, 0,6-0,7 μm), en razón de los
colores primarios que nuestros ojos perciben a esas longitudes de onda.
 Infrarrojo cercano (IRC, 0,7-1,3 μm). También se denomina infrarrojo próximo, reflejado o
fotográfico, puesto que parte de él puede detectarse a partir de películas dotadas de emulsiones
especiales. Resulta de especial importancia por su capacidad para discriminar masas vegetales y
concentraciones de humedad.
 Infrarrojo medio: (1,3-8 μm). En esta región se entremezclan los procesos de reflexión de la luz
solar y de emisión de la superficie terrestre. La primera banda se sitúa entre 1,3 y 2,5 μm, y se
denomina infrarrojo de onda corta (SWIR), que resulta idónea para estimar el contenido de
humedad en la vegetación o los suelos. La segunda, comprendida principalmente en torno a 3,7
μm, se conoce propiamente como infrarrojo medio (IRM), siendo determinante para la detección
de focos de alta temperatura (incendios o volcanes activos).
 Infrarrojo lejano o térmico (IRT, 8 a 14 μm), que incluye la porción emisiva del espectro terrestre,
en donde se detecta el calor proveniente de la mayor parte de las cubiertas terrestres.
 Micro-ondas (M, por encima 1 mm), con gran interés por ser un tipo de energía bastante
transparente a la cubierta nubosa.
Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 3
Prof. Aguilar María Laura

ALGUNOS TERMINOS:
Para que pueda producirse una observación remota de la superficie terrestre es preciso que el sensor
detecte un flujo energético proveniente de ésta. Este flujo tiene una intensidad determinada, proveniente
de, o dirigida a, una unidad de superficie y con una dirección concreta:
REFLECTIVIDAD: relación entre el flujo incidente y el reflejado por una superficie.
ABSORTIVIDAD: relación entre el flujo incidente y el que absorbe una superficie.
TRANSMISIVIDAD: relación entre el flujo incidente y el transmitido por una superficie.

Características de la radiación energética en el espectro óptico

Se denomina dominio óptico del espectro a aquel grupo de longitudes de onda directamente dependientes
de la energía solar, comprendidas entre el visible y el espectro de onda corta (SWIR).

El flujo incidente sobre una superficie es reflejado, transmitido o absorbido. La proporción del flujo
incidente que es reflejado, transmitido o absorbido depende de las características de la superficie que se
observa y de la longitud de la onda. Para poder caracterizar una determinada cubierta resulta interesante
conocer su comportamiento reflectivo en diversas longitudes de onda, ya que esto facilitara discriminarlo
frente a cubiertas espectrales similares.

En el caso del espectro visible, ese comportamiento disimilar de los objetos a distintas longitudes de onda
se manifiesta en lo que llamamos color: un objeto es azul si refleja intensamente la energía en esa banda
del espectro y poco en el resto (dicho de otro modo, si absorbe o transmite poca energía incidente sólo en
el azul, siendo mayor la absorción en el resto), mientras será verde si su reflectividad se centra en esa
banda y es baja en otras.

A partir de medidas de laboratorio pueden


obtenerse unas curvas de reflectividad espectral
para las principales cubiertas terrestres, que
suelen denominarse signaturas o firmas
espectrales. Como puede observarse en el gráfico,
algunas cubiertas tienden a presentar una
respuesta uniforme en distintas longitudes de
onda, mientras otras ofrecen un comportamiento
mucho más selectivo. Por ejemplo, la nieve
presenta una reflectividad alta y constante en las
bandas cortas (hasta el IRC), pues refleja la mayor
parte de la energía incidente en esas longitudes de
onda. Por el contrario, el agua absorbe la mayor
parte de la energía que recibe, tanto más según nos situamos en longitudes de onda mayores. Por su parte,
la vegetación presenta un comportamiento muy cromático, con bajos valores de reflectividad en el
espectro visible, más elevados en el infrarrojo cercano y menores en el medio. Finalmente, los materiales
de construcción poseen un comportamiento más similar a distintas longitudes de onda.
Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 4
Prof. Aguilar María Laura

Es importante considerar que el flujo de energía recibido por el sensor, no solo depende de la reflectividad
de la cubierta, sino también de otros factores externos. Los más importantes son: 1) las condiciones
atmosféricas, 2) el emplazamiento ambiental de la
cubierta, y 3) la geometría de la observación -conviene
tener presente que la cantidad de energía que llega al
sensor depende del ángulo con el que la superficie
refleje la energía incidente. Esta geometría de
observación está estrechamente ligada a la rugosidad
que presenta la superficie. A este respecto pueden
distinguirse dos tipos de cubiertas –como lo muestra el
grafico- aquellas que reflejan la energía con el mismo
ángulo del flujo incidente (especulares), y aquellas que lo
reflejan uniformemente en todas las direcciones
(lambertianas)-.

FACTORES QUE MODIFICAN EL COMPORTAMIENTO ESPECTRAL

 Angulo de iluminación solar (1), muy


dependiente de la fecha del año y del
momento de paso del satélite.
 Modificaciones que el relieve introduce en el
ángulo de iluminación: orientación de las
laderas (2) o pendiente (3).
 Influencia de la atmósfera, especialmente a
lo que se refiere a la absorción por nubes (4)
y a la dispersión selectiva en distintas
longitudes de onda.
 Variaciones medio ambientales en la
cubierta: asociación con otras superficies,
homogeneidad que presenta, estado
fenológico (5), etc.
 Sustrato edafológico o litológico (6),
especialmente influyente cuando la cubierta
observada presenta una densidad media.

COMPORTAMIENTO ESPECTRAL DE LA VEGETACIÓN EN EL ESPECTRO ÓPTICO

FACTORES QUE INFLUYEN (en la radiancia final detectada por el sensor):

 Los relacionados con la reflectividad de la hoja, que suele ser el elemento más visible desde una
plataforma espacial. Aquí los factores más destacados son la presencia de pigmentos, la estructura
celular y el contenido de humedad.
Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 5
Prof. Aguilar María Laura

 Las características geométricas de la planta, principalmente su área foliar, la forma de las hojas, su
distribución en la planta, etc.
 Situación geográfica de la planta: pendiente, orientación, asociación con otras especies,
reflectividad del sustrato, geometría de la plantación, condiciones atmosféricas, etc.

La observación remota de las cubiertas vegetales puede apoyarse en el gran contraste cromático que
presenta la vegetación vigorosa entre las distintas bandas del espectro, y singularmente entre el visible
(alta absorción, baja reflectividad) y el IRC (alta reflectividad). De ahí que podemos enunciar, como
principio genérico, que cuanto mayor sea el contraste entre esas bandas, mayor será el vigor de la
vegetación, y más clara su discriminación frente a otros tipos de cubierta.

EL SUELO EN EL ESPECTRO ÓPTICO

FACTORES QUE INTERVIENEN:

 La composición química del suelo: es la causa del color dominante con el que percibimos el suelo.
Los de origen calcáreo tienden al color blanco, indicando una alta reflectividad en todas las bandas
visibles. Por su parte, los suelos arcillosos ofrecen una mayor reflectividad en el rojo, como
consecuencia de su alto contenido en óxido de hierro. El contenido de humus resulta muy
influyente en su color, tendiendo a una baja reflectividad, especialmente en torno a 0,70-0,75 μm.
 Condiciones físicas (textura y estructura): la reflectividad espectral resulta tanto mayor cuanto se
trate de suelos más finos y apelmazados.
 Contenido de humedad: es uno de los más destacados en la reflectividad del suelo para estas
longitudes de onda, como consecuencia de la alta absortividad del agua en estas bandas. Influye
inversamente en la reflectividad del visible e infrarrojo, en torno a 1,45 μm y 1,92 μm, con mayor
intensidad en las bandas de absorción del agua.

EL AGUA EN EL ESPECTRO ÓPTICO

Las superficies acuáticas absorben o transmiten la mayor parte de la radiación óptica que reciben, siendo
mayor su absortividad cuanto mayor sea la longitud de onda. La mayor reflectividad del agua clara se
produce en el azul, reduciéndose paulatinamente hacia el infrarrojo cercano y medio, donde ya es
prácticamente nula.

La variabilidad del agua es más fácilmente detectable en las longitudes de onda más cortas (azul y verde), y
se relaciona con su profundidad, contenido de materiales en suspensión (clorofila, sedimentos y nutrientes),
y rugosidad de la superficie. La turbidez del agua, relacionada con su contenido de sedimentos, implica
aumento de la reflectividad en todas las bandas del visible, para distintos diámetros de partícula.

La profundidad del agua influye directamente en el aporte de reflectividad derivado de los materiales de los
fondos. En aguas poco profundas la reflectividad aumenta, ya que se mezcla en el flujo recibido la
reflectividad de los fondos. En consecuencia, la absortividad será tanto mayor cuanto más profunda sea la
capa de agua.
Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 6
Prof. Aguilar María Laura

En cuanto a su composición, si el agua ofrece importantes concentraciones de clorofila, la reflectividad en


el azul, tiende a descender, aumentando en el verde. Esto permite esclarecer una clara correlación, de
signo negativo, entre la reflectividad del agua en la banda azul y el contenido de la clorofila, lo que facilita
localizar concentraciones de algas.

El resto de los materiales en suspensión contribuyen también a aumentar la reflectividad. Por último, la
rugosidad de la superficie favorece la reflexión difusa, y en consecuencia una mayor reflectividad.

Características de la radiación energética en el infrarrojo térmico

A partir de los 8 y 14 μm del espectro se denomina infrarrojo térmico, puesto que nos permite detectar el
calor que procede de las distintas cubiertas. En definitiva, para esta banda la radiancia espectral que recibe
el sensor no es el resultado de la reflexión de la energía solar sobre la superficie terrestre, sino de la
radiación emitida por ésta.

La emitancia espectral de un objeto está directamente relacionada con su temperatura absoluta. A la vez,
ésta se relaciona con su capacidad para absorber la radiación solar incidente. La transmisividad es
prácticamente nula en el infrarrojo térmico, a estas longitudes de onda, la energía incidente, o bien se
refleja o bien se absorbe. En otras palabras a mayor absorción, mayor emisión. Significa que las superficies
con alta reflectividad (caso de la nieve) son poco emisivas, mientras las poco reflectivas son altamente
emisivas (como ocurre con el agua).

Además de la emisividad, el comportamiento térmico de un objeto está relacionado con otros parámetros:

 La capacidad térmica, indica la capacidad de la cubierta para almacenar calor.


 La conductividad térmica, mide el ritmo al que se transmite el calor en esa cubierta.
 La difusividad térmica, es una medida del cambio de temperatura que se produce en el interior de la
cubierta. En general, las superficies secas difunden los cambios de temperatura hacia abajo a una
velocidad menor que las superficies húmedas.
 La inercia térmica, hace referencia a la resistencia de un material a cambiar de temperatura. Este
parámetro está directamente relacionado con la conductividad, el calor específico y la densidad del
material.

COMPORTAMIENTO ESPECTRAL DE LA VEGETACIÓN EN EL INFRARROJO TÉRMICO

Las propiedades térmicas de la vegetación son bastantes complejas, puesto que absorbe una gran cantidad
de la energía solar que recibe para realizar la función clorofílica. Esta energía es re-emitida durante la noche
para mantener el balance energético.

En consecuencia, la vegetación posee una alta inercia térmica, que se subraya por el elevado contenido de
agua que suelen disponer las hojas. El aumento de la temperatura ambiente (como consecuencia de la
mayor radiación) implica un aumento de la transpiración de las hojas, siempre que se encuentren bien
drenadas. La energía liberada como flujo de calor latente disminuye el calor sensible de las plantas, lo que
explica que tiendan a estar más frías durante el día que su entorno. Este proceso se revierte durante la
noche, cuando se re-emite la energía recogida de día, a la longitud de onda del térmico, lo que explica que
ofrezca una mayor temperatura que las áreas limítrofes.
Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 7
Prof. Aguilar María Laura

Por último conviene recordar que las variaciones de evapotranspiración están relacionadas, por un lado,
con la propia fisiología de la planta, principalmente con su capacidad de retención de agua y geometría de
las hojas.

Otro elemento importante que afecta a la emisividad de la vegetación es su extensión y densidad. Las
grandes superficies verdes producen una elevada radiación, que pueden ser incluso 30 veces superior a la
correspondiente a los suelos vecinos.

LOS SUELOS Y EL AGUA EN EL DOMINIO TÉRMICO

Respecto a los suelos, el contenido de humedad es el factor más destacado de su conducta térmica. A
mayor humedad, el suelo presentara una mayor inercia térmica, puesto que aumenta su calor específico y
conductividad. Esto le lleva a presentarse más frio durante el día y más cálido durante la noche que los
suelos secos.

Otros parámetros a considerar serian la densidad, calor específico y conductividad del tipo de material que
forma el suelo. Diversos estudios de laboratorio han mostrado cómo el cuarzo presenta una densidad y
calor especifico similar a la arcilla, pero ofrece valores de conductividad mucho más elevados. Por ello, su
inercia térmica es mayor, a la vez que cuenta con bajos valores de emisividad (0,90). Los suelos con alto
contenido de materia orgánica ofrecen los valores más bajos de conductividad, por lo que tienden a
mostrar más nítidamente las diferencias de temperatura entre el día y la noche.

El agua posee la mayor inercia térmica. Esta resistencia a cambiar de temperatura es debida a su alta
conductividad: la radiación incidente es fuertemente absorbida y transmitida a lo largo de la superficie por
movimientos de convección, con lo que resulta más difícil que cambie de temperatura. Cartografiar la
temperatura de la superficie marina resulta de gran interés para la detección de bancos de pesca o el
estudio global del clima, tanto en lo que se refiere a tendencias promedio (calentamiento de algunas
zonas), como a movimientos particulares de las corrientes oceánicas.

INTERPRETACIÓN VISUAL DE IMÁGENES

Identificación de algunos rasgos geográficos sobre la imagen


Una primera forma de familiarizarse con las imágenes es compararlas con una fuente cartográfica
convencional. Este ejercicio puede abordarse en varias fases. En la primera, apoyándose en un mapa de
similar escala, pueden situarse los embalses y cursos de agua más importantes de la zona. A partir de ellos,
una segunda inspección de la imagen permite identificar aspectos humanos del territorio, como son las
ciudades más importantes y las principales vías de comunicación. Los accidentes montañosos se
identificaran en una tercera fase, puesto que se trata de aspectos representados más abstractamente en el
mapa y, por tanto, de difícil delimitación. Masas de vegetación o rasgos efímeros relacionados con la
imagen (como, por ejemplo, incendios o agentes contaminantes) podrán interpretarse en una última fase,
puesto que rara vez vendrán recogidos en el mapa. Este ejercicio puede realizarse a partir de las carto-
imágenes que producen distintos centro cartográficos (Instituto Geográfico Nacional, por ejemplo).
Esta primera familiarización sirve de preámbulo para considerar los principales criterios que se utilizan para
interpretar visualmente una imagen. Mucho de ellos son comunes a la fotointerpretación clásica de
fotogramas aéreos.
Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 8
Prof. Aguilar María Laura

Criterios para la interpretación visual


Para interpretar una imagen satelital debemos poder diferenciar los distintos elementos presentes en ella.
Esto a su vez, varía según estemos tratando con imágenes de alta o baja resolución, imágenes de ópticas o
de radar, imágenes captadas en el espectro visible o en el rango infrarrojo del espectro.

Conociendo que tipo de imagen estamos observando, diferenciar los elementos presentes en la imagen
involucra el reconocimiento visual de los criterios de interpretación.

El brillo y el color serían los criterios más elementales, pues caracterizan espectralmente a una cubierta. La
forma, tamaño y textura tienen que ver con las propiedades espaciales de los objetos. La sombra y
emplazamiento, con su relación a los objetos circundantes. Finalmente, la dimensión temporal hace
referencia a la evolución estacional de las cubiertas.

BRILLO
El brillo hace referencia a la intensidad de energía recibida por el sensor por una determinada banda de
espectro. En un producto fotográfico, los pixeles con tonos oscuros indican aquellas áreas sobre las que el
sensor detecto una débil radiancia, mientras las zonas claras son producto de una mayor intensidad.
El brillo en la imagen tiene que ver con las características de reflectividad de las superficies. Cuanta más luz
refleje una superficie, con mayor brillo se la observará; y por el contrario, superficies con mayor absorción,
se verán más oscuras. Hay superficies que absorben más que otras, y esto también varía según la porción
del espectro que se esté viendo. Por esto, es distinto el brillo y color en las distintas combinaciones de
bandas.
Ejemplos:
La vegetación sana, se observa oscura en combinación color natural y en pancromática, pero brillante en
Infrarrojo color y en falso color real.
Nieve, nubes y superficies cubiertas de sal se observan con intenso brillo en todas las combinaciones. De
similar manera, aunque en menor medida, las áreas urbanas, caminos y zonas de suelo desnudo, presentan
un importante brillo.
Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 9
Prof. Aguilar María Laura

Por otra parte, los cuerpos de agua y zonas con alto contenido de humedad, se observan de manera oscura.
De todos modos, la presencia de un alto contenido de sedimentos en suspensión, aumenta el brillo en los
cuerpos de agua

COLOR

Resulta un elemento básico en la interpretación visual de imágenes. El color que aprecian nuestros ojos es
fruto de la reflexividad selectiva de los objetos a distintas longitudes de onda. Aquellas superficies con alta
reflectividad en el azul, y baja en el resto, aparecen con ese color, mientras ofrecen un tinte rojo si
absorben las longitudes cortas y reflejan las largas. Nuestros ojo sólo percibe las longitudes de onda
comprendidas en entre 0,4 y 0,7 μm (espectro visible), separando la energía recibida en tres componentes
de acuerdo a la sensibilidad espectral de nuestras células sensoras. Estos tres componentes son los colores
primarios: rojo, verde y azul (RVA), a partir de los cuales puede reconstruirse cualquier otro color del arco
iris.

Una impresión similar de color que nosotros percibimos puede obtenerse cuando combinamos las bandas
espectrales RVA, aplicando a cada una de ellas los tres colores primarios, en ese mismo orden. Esta
asignación “natural” puede modificarse a voluntad de intérprete, asignado los colores primarios RVA a tres
bandas espectrales cualquiera, en el orden que se estime más oportuno. Obviamente, cuando no
selecciona las bandas espectrales RVA, sino otras cualquiera, el color resultante no será con el que nosotros
percibimos los objetos (lo que llamamos “color natural”), sino que los otros colores nos resultarán
artificiales, de ahí que suele denominarse a estas composiciones “falso color”. Esas composiciones
coloreadas no se ajustan a los colores que aprecian nuestros sentidos, pero pueden ser –como, de hecho,
suele ocurrir- más interesantes desde el punto de vista de la interpretación temática de la imagen.

Las tonalidades más habituales:


Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 10
Prof. Aguilar María Laura

TEXTURA
Visualmente se manifiesta como la rugosidad o suavidad de los tonos de gris. Trabajando en el espectro
visible y en el IRC, la rugosidad se modifica principalmente en función de las condiciones de iluminación
solar. Por ejemplo, el agua en general se observa con una textura lisa, pero si se obtiene una imagen de alta
resolución espacial de una zona con gran oleaje, puede observarse como una superficie rugosa.
A continuación se presentan seis imágenes que ejemplifican esto. En las imágenes “a” y “b” podemos
observar que las áreas cubiertas por vegetación arbórea tiene una rugosidad mayor que los cultivos. Por
otra parte, como ya mencionamos, los cursos de agua presentan generalmente una textura lisa (imágenes
“b”, “c”, “d” y “e”). La nieve y hielo también suelen presentar textura lisa, aunque los glaciares se observan
con ciertos lineamientos marcados, debido a los sedimentos que arrastran y las grietas que se generan en
él. Justamente esta particularidad, hace reconocible y diferenciable un glaciar de un bloque de hielo o área
cubierta de nieve (imagen “e”). Con respecto a los desiertos de arena, con una media resolución espacial se
observa una textura lisa, pero como se mencionó más arriba para el caso del agua, con una mayor
resolución si el terreno presenta campos de dunas, esto se refleja en una textura más rugosa (imagen “d”).
Por otra parte las áreas urbanas (imagen “c”) presentan una rugosidad y trama particular distinguible y
diferenciable de su entorno, al igual que las áreas montañosas (imagen “f”), con una característica
rugosidad debido al escarpado terreno.
Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 11
Prof. Aguilar María Laura

CONTEXTO ESPACIAL
Por situación o contexto espacial se quiere indicar la localización de las cubiertas de interés en relación con
elementos vecinos de la imagen.
Por ejemplo, un área arbolada puede corresponder a un espacio verde urbano o un bosque natural
compuesto por especies similares en ambos casos. Para diferenciar esto, puede ser de utilidad observar el
contexto, ya que si se encuentra rodeado de edificios lo más factible es que corresponda a un parque
urbano y no a un bosque natural.
De igual medida, observar su entorno geográfico, nos permite interpretar por ejemplo, qué especies de
vegetación puede corresponder si se localizan bordeando un curso de agua, en una zona desértica o en un
área montañosa, etc.

SOMBRAS
La variación de las condiciones de iluminación en una cubierta introduce una notable variedad en su firma
espectral característica, de tal forma que una misma cubierta puede ofrecer valores de reflectividad
bastante contrastados según se situé en una vertiente iluminada directamente por el sol, o en umbría.
La sombra que genera un determinado objeto nos ayuda a identificar sus características. A partir de esto
podemos observar principalmente su altura, profundidad y textura.
Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 12
Prof. Aguilar María Laura

a) Selva en Tucumán; b) Valle del Cura, San Juan; c) Volcán Peteroa, Chile

PATRON ESPACIAL
Este concepto indica una organización peculiar de los objetos que forman una determinada cubierta. Este
criterio se emplea mucho en fotografía aérea, por ejemplo, para distinguir un olivar –en plantación regular-
de una dehesa.
Ciertos usos del suelo suelen presentar esquemas geométricos regulares, muy bien definidos, fácilmente
distinguibles por su geometría. Esto también nos permite diferenciar ciertas superficies producto de la
actividad humana (en general, patrones regulares) de las naturales (en general, patrones irregulares).

a. Tramas urbanas: Foz de


Iguazú y Puerto Iguazú; b.
Lotes de cultivo, noroeste
argentino; c. Trama urbana:
Ciudad de
Corrientes; d. Extracción de
hidrocarburos en Neuquén;
e. Círculos de riego, San
Luis; f. Deforestación en el
Amazonas;
g. Extracción de
hidrocarburos en Neuquén
Ficha de cátedra: Técnicas y Herramientas Geográficas. 2019 13
Prof. Aguilar María Laura

FORMA-TAMAÑO
La forma de un determinado objeto es la clave determinante para identificarlo, ya que su entorno nos
permite asimilarlo a alguno de los patrones que nos resultan familiares. Al igual que en otros criterios
visuales, la forma resulta más determinante en imágenes de alta resolución espacial, ya que permite
reconocer el perfil especifico de muchos más objetos, limitándose solo a los de gran tamaño en las
imágenes de resolución media. A partir de la forma, por ejemplo, podemos determinar la presencia de
ciertos elementos urbanos: instalaciones deportivas, centros comerciales, aeropuertos o fábricas. También
facilita la discriminación entre carreteras y línea de ferrocarril.
En caso de posible duda a partir de la forma, el tamaño complementa bastante la identificación de una
cubierta. Por ejemplo, la forma de una campo de tenis y de futbol es similar, pero no su tamaño.

a. Círculos de riego, San


Luis; b. Río Iguazú,
Misiones; c. Aeropuerto
de Puerto Iguazú,
Misiones; d. Lotes de
cultivo, noroeste
argentino; e. Estadio de
fútbol, Potosí, Bolivia; f.
Río Paraná y tributarios.;
g. Península de Valdés,
Chubut; h. Cráter de
volcán, Mendoza; i. Puerto
de Comodoro Rivadavia,
Chubut

Bibliografía:

 CONAE. 2017. “Guía de interpretación visual de imágenes satelitales - Programa 2Mp”


 Chuvieco Salinero E. 2007. “Teledetección ambiental. La observación de la Tierra desde el espacio. Cap. 2:
Principios físicos de la teledetección”. Barcelona: Ariel
 Chuvieco Salinero E. 2007. “Teledetección ambiental. La observación de la Tierra desde el espacio. Cap. 5:
Interpretación visual de imágenes”. Barcelona: Ariel

También podría gustarte