Está en la página 1de 19

“Pronto está mi corazón, oh Dios, mi

corazón está dispuesto; cantaré y


trovaré salmos”.
Salmo 57:7
“Cuarenta luchadores, luchando por ti
oh Cristo, para ganar la victoria en Tu
nombre, a quien pertenece la corona
de vencedor”.
“Ese es el principio 220:
Estoy crucificado con Cristo”
El mayor trabajo del Diablo es
realizado cuando nos convence que
nada necesita ser hecho. Si lo
escuchamos, comenzaremos a decir
cosas como éstas: “Mañana haré
eso… lo haré la próxima semana… no
es tan importante… nadie sentirá mi
ausencia si es que no voy”.
Sin embargo, la verdad es que vivir
por Jesús significa compromiso.
Compromiso con el estudio de la
Biblia, con la oración, compromiso en
tu meditación personal con el Señor
todos los días, compromiso de tus
compañeros creyentes para obtener
coraje, etc…
“Ese es el principio 220:
Estoy crucificado con Cristo”
Y, solo te comprometes con
aquello que amas;
Solo te comprometes con aquello
que crees;
Solo te comprometes con aquello
que quieres.
Dios quiere que hagas las cosas de la
forma como Él pide.
Leemos en 1 de Tesalonicenses 4:3:
“Pues la voluntad de Dios es vuestra
santificación; que os apartéis de
fornicación”. (de este mundo)
“Entre los dolores de la disciplina o
del arrepentimiento, todos sufrimos
uno. La diferencia es que la disciplina
se pesa en gramos, mientras que el
arrepentimiento se pesa en
toneladas”.
“Así, que, si alguno se limpia de estas
cosas, será instrumento para honra,
santificado, útil al Señor, y dispuesto
para toda buena obra”.
2 Timoteo 2:21
Cuando te comprometes con la
voluntad del Señor, Dios te puede usar
porque serás:
• Un vaso
• Consagrado (separado)
• Útil (para el servicio)
• Preparado (listo)
“Ese es el principio 220:
Estoy crucificado con Cristo”
“¿Son ministros de Cristo? (como si estuviera loco
hablo). Yo más, en trabajos más abundante; en azotes, sin
número; en cárceles, más; en peligro de muerte, muchas
veces. De los judíos cinco veces he recibido cinco azotes
menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una
vez, apedreado; tres veces he padecido naufragio; una
noche y un día he estado como náufrago en el mar; en
caminos muchas veces; en peligro de ríos, peligro de
ladrones, peligro de los de mi nación, peligro de los
gentiles, peligro de la ciudad, peligros en el desierto,
peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en
trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en
muchos ayunos, en frío y en desnudez; y además de otras
cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la
preocupación de todas las iglesias”.
2 Corintios 11:23-28
“Pero de ninguna cosa hago caso, ni
estimo preciosa mi vida para mí
mismo, con tal que acabe mi carrera
con gozo, y el ministerio que recibí del
Señor Jesús, para dar testimonio del
evangelio de la gracia de Dios”.
Hechos 20:24
“Ese es el principio 220:
Estoy crucificado con Cristo”
“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya
sea perfecto; sino que prosigo, para ver si
logro asir aquello para lo cual fui también
asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo
mismo no pretendo haberlo ya alcanzado;
pero una cosa hago: olvidando ciertamente
lo que queda atrás, y extendiéndome a lo
que está delante, prosigo a la meta, al
premio del supremo llamamiento
de Dios en Cristo Jesús”.
Filipenses 3:12-14
Próximo tema:
Vivir por Jesús es
aprender a lidiar con
la tentación

También podría gustarte