“Y uno, que era maestro de la ley, para

tenderle una trampa, le preguntó:

Maestro, ¿cuál es el mandamiento más
importante de la ley? Jesús le dijo:
‘Ama al Señor tu Dios con toda tu alma
y con toda tu mente’”.
Mateo 22:35 a 37
¿Podrías afirmar que estás sirviendo a
Dios de todo corazón?
¿Estás realmente viviendo por Jesús
cada día de tu vida?
Buscando a Dios
de corazón
 “Me buscarán y me encontrarán,
cuando me busquen de todo corazón”.
Jeremías 29:13
Si tratas de dedicar a Dios 45% de tu
corazón, no podrás conocer 45% de
Dios.
Con menos de la mitad del corazón no
conoceremos nada de Dios.
 “Hagan lo que hagan, trabajen de
buena gana, como para el Señor y no
como para nadie en este mundo”.
Colosenses 3:23
Sirviendo a Dios
por la mitad
El diablo no se preocupa mucho con el
hecho que estemos sirviendo a Dios,
siempre y cuando no lo sirvamos de
todo corazón.
Desobedecer no es solo hacer lo que
está equivocado.
Hacer lo que es correcto, pero de la
manera errónea también es
desobedecer.
Las órdenes de Dios son:
• Buscar a Dios de todo corazón
• Obedecerle de todo corazón
• Servirle de todo corazón
• Arrepentirse de todo corazón
• Regocijarse de todo corazón
• Agradecer de todo corazón
Pero no debemos poner todo nuestro
corazón sólo en las cosas
“espirituales”.
Quien vive por Jesús, vive por Jesús
en todo lo que hace.
 “Ese es el principio 220:
Estoy crucificado con Cristo”
Correr con
el corazón
“¿No saben que en una carrera todos
los corredores compiten, pero sólo
uno obtiene el premio? Corran, pues,
de tal modo que lo obtengan.”
I Corintios 9:24
Todos tenemos que correr “de tal
modo” que podamos vencer la carrera.
¿Qué modo es ese? De todo corazón.
El que participa en la carrera sin poner
en ella todo el corazón, ya es un
perdedor, sea cual fuere el lugar en
que termine en la prueba.
 “Porque los ojos de Jehová
contemplan toda la tierra, para mostrar
su poder a favor de los que tienen un
corazón perfecto para con él”.
II Crónicas 16:9
Hoy necesitas entregar al Señor todas
las llaves de tu vida.
¡Ama a Dios con todo tu corazón!
 Próximo tema:
Vivir por Jesús es
obedecer