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Ataduras Espirituales
Ataduras Espirituales
Hace poco tiempo, acompañé a mis hijos a una clase en su Escuelita Bíblica, y escuché de parte de la
pastora de nuestra iglesia un relato que me pareció muy ilustrativo para introducirnos en el tema que
quiero compartirles.
Según lo que puedo recordar, decía más o menos lo siguiente:
-“Cuenta la leyenda que el padre de Abram (llamado Taré) tenía un negocio de venta de estatuas e
imágenes de otros dioses que los judíos adoraban en aquélla época. En una oportunidad, siendo
Abram aún un niño, su padre le encargó una tarea: cuidar el lugar donde tenía depositadas sus
imágenes y estatuas para vender, ya que él debía ausentarse. Desde pequeño, Abram era creyente de
las cosas de Jehová, su Dios y Señor. Entonces, llegado el momento en que Abram se encontró solo
frente a ese montón de estatuas e imágenes, que lo único que representaban para él era una ofensa
hacia Jehová, decidió tomar un madero y comenzar a romper cada una de las estatuas que estaban
allí, dejando sana solo una, y a la cual colocó bajo su brazo el madero utilizado.
Al regresar su padre, tamaña sorpresa se llevó al ver por el piso los pedazos de lo que fueran las
estatuas, por lo cual interrogó a Abram respecto de lo que había sucedido y quien había cometido
tamaño destrozo.
Abram, señalando a la estatuilla que portaba el madero le respondió: -“Padre, él rompió todas tus
estatuas...” Indignado, el padre reprendió a Abram, diciéndole: -“Hijo, no seas necio.!!, cómo pudo
haberlo hecho si solo es una estatua de piedra, que ni ve, ni oye y ni siquiera puede moverse..!!” a lo
que Abram respondió (sabedor de haber cumplido su objetivo):
-“PADRE, QUE TU OÍDO ESCUCHE LO QUE TU BOCA HA DICHO”. (salmo 115
Dios es el que nos dejó su palabra en la Santa Biblia, pues entonces la dejó para leerla y RESPETARLA.
Obviamente uno respeta cuando conoce las reglas, sino es muy difícil respetar algo que no se conoce.
Por consiguiente, hay una gran diferencia entre quien TRANSGREDE (conoce, pero no acata) y quien
actúa diferente al mandato divino a causa del DESCONOCIMIENTO.
A ese desconocimiento apunto, para que una vez enterados, ACATEN o TRANSGREDAN, pero teniendo
plena responsabilidad de sus actos.
Desgraciadamente hay mucha gente, inclusive hermanos en Cristo, que cometen errores por
desconocimiento, no dándole la verdadera importancia que el hecho merece. Haga la prueba y
pregúntele cuales son los Mandamientos que nos dejó el Señor, y que los enumere por orden de
importancia. Seguramente comenzarán por “No matarás”, “No robarás”, etc. Sin saber que en las
sagradas escrituras las prioridades son muy otras. En Éxodo capítulo 20 leemos los mandamientos en
el orden impuesto por el Creador:
" Yo soy Jehová, tu Dios " (Éxodo 20:2)
" No tendrás Dioses Ajenos " (Éxodo 20:3)
" No te harás imágenes ni te inclinarás a ellas " (Éxodo 20: 4-6)
" No tomarás el Nombre de Jehová en vano " (Éxodo 20:7)
Respecto de las estatuas o esculturas, recuerdo el sentimiento de desazón y pena que viví al ver una
foto en un periódico que cubría un lamentable terremoto ocurrido en Colombia, en donde el
fotógrafo, parado en la puerta de una Iglesia Católica, había fotografiado el interior totalmente en
ruinas, y en un primer plano había una estatua de la virgen María...caída en el piso... PARTIDA AL
MEDIO. No pude evitar imaginarme cuantas personas habían tocado esa imagen esperando recibir
bendición.
¿Que nos dice La Biblia respecto a este tema?
“No haréis para vosotros ídolos ni escultura, ni os levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra
piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy Jehová vuestro Dios”. (Levítico 26: 1)
La historia de Sadrac, Mesac y Abed-nego, a quienes el rey Nabucodonosor obligó a adorar una
estatua de oro. El final de la historia es este: “Entonces Nabucodonosor dijo: bendito sea el Dios de
ellos” (Daniel 3: 28), “... por cuanto no hay dios que pueda librar como este” (Daniel 3: 29b)
“No os volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo Jehová vuestro Dios.”
(Levítico 19: 4)
“Guardad pues vuestras almas... para que no os corrompáis, y hagáis para vosotros escultura, imagen
de figura alguna, efigie de varón o hembra” (Deuteronomio 4: 15-16)
“Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os
hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido. Porque Jehová tu Dios
es fuego consumidor, Dios celoso.” (Deuteronomio 4: 23-24)
“Pero ellos tentaron y enojaron al Dios altísimo, y no guardaron sus testimonios... Le enojaron con sus
lugares altos, y le provocaron a celo con sus imágenes de talla...” (Salmo 78: 56-58)
“Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla. Los que se glorían en los ídolos.” (Salmo
97: 7)
“Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada
es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden... todos
los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres.” (Isaías 44: 9-11)
“Sacan oro de la bolsa y pesan plata con balanza, alquilan un platero para hacer un dios de ello; se
postran y adoran. Se lo echan sobre los hombros, lo llevan y lo colocan en su lugar; allí se está y no se
mueve de su sitio. Le gritan y tampoco responde, ni libra de la tribulación.” (Isaías 46: 6-7) woo
“Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria de Dios incorruptible en semejanza
de imagen de hombre corruptible...” (Romanos 1: 22) “...ya que cambiaron la verdad de Dios por la
mentira, honrando y dando culto a las criaturas, antes que al Creador...” (Romanos 1: 25)
Depositar nuestra FE en cualquier objeto o imagen está expresamente prohibido en las Sagradas
Escrituras. Esto incluye a TODAS las imágenes y esculturas de SANTOS y VÍRGENES.
Amigo Católico, Dios no estipuló arrodillarse frente a nada ni a nadie. El argumento de que a la Virgen
no se la adora, sino que se la venera es ILÓGICO. Adorar y venerar SON SINÓNIMOS: "Dar culto a". Y
más allá de semántica, la veneración es una forma de reconocer que depositamos nuestra fe en otra
cosa QUE NO ES DIOS. La Biblia, en este sentido es clarísima, más allá de tradiciones (paganas) que
quieran imponernos.
Otra costumbre, aquí en Argentina, es colgar del espejo retrovisor interno del automóvil, un rosario
junto con una CINTA ROJA, para obtener "protección en el vehículo". Lo que no saben, (o sí saben,
pero no les importa) es que invocan por un lado la protección del rosario (suponiendo a Dios), y por
otro la protección de la cinta roja (superstición=satanás). Suena incoherente ¿no? Además, pretenden
protección de Dios contra los ataques del mal (satanás)... y la protección que le piden a satanás...,
¿contra quién es? ¿contra los ataques de Dios? Suena más incoherente aún. Sin embargo, los rosarios
y las cintas rojas siguen allí.
Recuerdo como expliqué a mi padre el tema de los amuletos y la superstición, debido a que luego de
comprar un nuevo vehículo, le había colocado una imagen de la cara de Jesús y un gran moño de
CINTA ROJA.
Cuando le pregunté para que había puesto eso me contestó que esas eran cosas de su actual pareja,
pero que él no le daba mucha importancia...
Le contesté que, para las huestes espirituales de satanás, que es quien maneja los hilos de la
superstición, no le importa si está convencido o no, le importa si LO USA, ya que si lo usa = LO
ACEPTA, y si lo acepta = PACTA.
Le expliqué con un ejemplo lo que significa usar amuletos: Para un verdadero Hijo de Dios, el único
proveedor es Dios y el único en quien se confía. Usar un amuleto supersticioso (cinta roja) sería más o
menos esto: “Suponte, padre, que yo, tu hijo, te solicito prestado determinada cantidad de dinero.
Tú, al escuchar mi pedido accedes a solucionar mi necesidad y me dices que vuelva dentro de 7 días,
que tendré el dinero a mi disposición. Hasta aquí esta historia no tendría nada de raro. Pero
supongamos que, POR LA DUDAS QUE TU NO CUMPLAS (a pesar de que siempre fuiste justo
conmigo), voy a visitar a TU PEOR ENEMIGO y le pido exactamente lo mismo, para asegurarme de
tener el dinero que necesito. Yo te hago una pregunta ¿Cómo te sentirías, tú, mi padre, si te enteras
de mi actitud? ¿Estarías feliz conmigo? ¿Pensarías que tengo plena confianza en ti? ¿Pensarías que
me siento REALMENTE tu hijo? Y a todo esto, ni mencionar las carcajadas de tu ENEMIGO si se entera
como el padre fue DEFRAUDADO Y HUMILLADO por su propio hijo.”
Pues bien, padre, le dije, esto es exactamente lo que tú estás haciendo con tu Dios al colocar esa cinta
roja en tu nuevo vehículo. De ahora en más, haz lo que quieras, déjala allí si lo deseas, pero nunca
más podrás decir que no sabias lo que realmente estabas haciendo...
No te conformes con palabra de hombre, no te dejes llevar por “tradiciones” o costumbres. Busca
solo la verdad. La única verdad.
El Señor te dice:
“Te haré entender, y te enseñaré, el camino que debes andar...” (Salmo 32: 8)
Quien te creó tiene un propósito para tu vida.
ABRE LA BIBLIA Y LÉELA, y descubre lo que el Todopoderoso tiene preparado para ti...
” Cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha
preparado para los que le aman...” (1º Corintios 2: 9)
Las ataduras según el significado bíblico de ataduras son aquellas que nos mantienen
esclavizados a ciertos hábitos, vicios o pecados que nos alejan de Dios y nos impiden
avanzar en nuestra vida espiritual. La Biblia nos habla de diferentes tipos de ataduras
como la atadura del pecado, la atadura de la incredulidad, la atadura del miedo, entre
otras.
En el libro de Juan 8:34, Jesús nos dice que "todo aquel que hace pecado, esclavo es del
pecado". Es decir, cuando pecamos nos estamos atando a ese pecado y nos convertimos
en esclavos del mismo. Esto nos aleja de Dios y nos impide experimentar la libertad que
Él nos ofrece.
Otra atadura que nos impide avanzar en nuestra vida espiritual es la atadura de la
incredulidad. En hebreos 11:6 nos dice que "sin fe es imposible agradar a Dios". Cuando
no confiamos en Dios y en su palabra nos estamos atando a la incredulidad y nos alejamos
de su voluntad para nuestra vida.
Finalmente, la atadura del miedo también nos aleja de Dios y nos impide avanzar en
nuestra vida espiritual. En 2 Timoteo 1:7 nos dice que "Dios no nos ha dado espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio". Cuando permitimos que el miedo
nos domine nos estamos atando a esa emoción y nos alejamos de la paz y la confianza que
Dios nos ofrece.
Una vez que hayas identificado las ataduras en tu vida, es importante buscar la raíz del
problema. ¿Qué es lo que te está impidiendo avanzar? ¿Cuál es la causa subyacente de
tus pensamientos y comportamientos negativos?
No tienes que enfrentar las ataduras en tu vida solo. Busca ayuda y apoyo de amigos,
familiares o incluso un consejero profesional. La liberación de las ataduras es un proceso
difícil, pero con el apoyo adecuado, puedes lograrlo.
Por último, pero no menos importante, busca la guía de Dios en tu vida. La oración, la
lectura de la Biblia y la meditación te ayudarán a conectarte con Dios y a obtener la
fuerza y la sabiduría necesarias para superar las ataduras en tu vida.
Resumen
Las ataduras nos impiden experimentar la vida abundante que Dios tiene para
nosotros.
Las ataduras nos impiden crecer espiritualmente y en nuestra relación con Dios.
Las ataduras pueden tener un gran impacto en la vida espiritual de una persona. Como se
mencionó anteriormente en este artículo sobre el significado bíblico de ataduras, éstas
pueden estar relacionadas con el pecado, la opresión y el mal. Cuando una persona está
atada de alguna manera, puede sentir que su relación con Dios se ve afectada.
Las ataduras pueden hacer que una persona se sienta alejada de Dios y de su plan para su
vida. Si una persona está luchando con un pecado o una adicción, puede sentirse
avergonzada y condenada, lo que puede hacer que evite la oración y la lectura de la
Biblia. Si una persona está siendo oprimida por alguien, puede sentirse impotente y
desesperada, lo que puede hacer que pierda la fe en que Dios la ayudará.
Las ataduras también pueden afectar la capacidad de una persona para servir a Dios y a
los demás. Si una persona está luchando con un pecado, puede sentirse incapaz de
compartir su fe o de servir en la iglesia. Si una persona está siendo oprimida, puede
sentir que no tiene la energía o la capacidad para ayudar a los demás.
Es importante recordar que Dios es más grande que cualquier atadura. Él puede ayudar a
las personas a liberarse de sus ataduras y a restaurar su relación con Él. La oración, la
lectura de la Biblia y la comunidad cristiana pueden ser herramientas poderosas para
ayudar a las personas a superar las ataduras.
En conclusión, las ataduras pueden tener un impacto negativo en la vida espiritual de una
persona, pero Dios es capaz de liberar a las personas de sus ataduras y restaurar su
relación con Él. Es importante admitir la existencia de las ataduras, buscar ayuda, orar,
leer la Biblia y confiar en la gracia y el poder de Dios para superarlas.
La Biblia habla mucho sobre el significado bíblico de ataduras y cómo podemos liberarnos
de ellas. En primer lugar, es importante entender que las ataduras pueden tomar muchas
formas diferentes. Pueden ser adicciones, relaciones tóxicas, hábitos destructivos o
incluso pensamientos negativos que nos impiden avanzar hacia nuestros objetivos.
En Juan 8:36, Jesús dice: "Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente
libres". Esta es una promesa poderosa para aquellos que buscan la liberación de sus
ataduras. La Biblia nos enseña que a través de la fe en Jesús y su sacrificio en la cruz,
podemos ser liberados de cualquier cosa que nos esté deteniendo.
Además, en Santiago 4:7 se nos dice: "Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá
de vosotros". Esto significa que si buscamos a Dios y resistimos al diablo y sus
tentaciones, podemos encontrar la libertad de nuestras ataduras.
Confesar: Debemos confesar nuestras ataduras a Dios y pedir su ayuda para liberarnos
de ellas.
Renunciar: Debemos renunciar a cualquier cosa que nos esté manteniendo atados,
incluyendo personas, lugares y hábitos destructivos.
Buscar ayuda: Buscar la ayuda de otros cristianos, como pastores o consejeros, puede
ser útil en el proceso de liberación.
Para lograr la liberación de las ataduras con significado bíblico, es importante tener en
cuenta algunos aspectos clave en nuestra vida espiritual.
Lo primero que debemos hacer es identificar qué es lo que nos está atando. La Palabra
de Dios nos exhorta a examinarnos a nosotros mismos, por lo que es importante hacer
una reflexión profunda sobre nuestra vida espiritual y emocional.
Una vez que identifiquemos las ataduras, podemos empezar a buscar la ayuda necesaria
para liberarnos.
Una vez que hemos identificado las ataduras y hemos buscado ayuda en Dios, es
importante que renunciemos a ellas. La renuncia implica un acto de voluntad en el que
decidimos dejar atrás aquello que nos está atando y nos está impidiendo avanzar en
nuestra vida espiritual.
La oración nos ayuda a conectarnos con Dios y a pedirle su ayuda para enfrentar
nuestras luchas y desafíos. Cuando oramos, podemos liberar nuestras preocupaciones y
cargas y confiar en que Dios nos guiará y nos ayudará a superar cualquier obstáculo.
Además, la oración también nos ayuda a fortalecer nuestra fe y a confiar en que Dios
tiene un plan para nuestras vidas. Cuando oramos, podemos pedirle a Dios que nos
muestre su voluntad y nos guíe en el camino que debemos seguir para alcanzar la libertad
y la paz interior.
9.- ¿Qué otros recursos bíblicos pueden ayudar en la liberación de las ataduras?
La oración: Hablar con Dios y pedirle que nos ayude a liberarnos de las ataduras es una
herramienta poderosa. En Mateo 18:18-20, Jesús nos enseña que cuando dos o más se
unen en oración, lo que pidan al Padre en su nombre les será concedido. Por lo tanto,
podemos pedir a otros cristianos que oren por nosotros y también podemos orar por
nosotros mismos.
10.- ¿Cómo mantenerse libre de las ataduras después de haber sido liberado?
Una vez que has comprendido el significado bíblico de las ataduras y has sido liberado,
es importante tomar medidas para mantenerse libre. Aquí hay algunos consejos para
ayudarte:
Mantén una relación cercana con Dios: La oración y la lectura de la Biblia son
fundamentales para mantener una conexión con Dios. Esto te ayudará a mantener una
perspectiva correcta y a evitar caer de nuevo en las ataduras.
Busca apoyo: Habla con amigos cercanos, familiares y líderes de la iglesia que puedan
apoyarte en tu camino hacia la libertad.
Evita situaciones de riesgo: Si hay ciertas personas, lugares o situaciones que te llevan a
las ataduras, es importante evitarlas tanto como sea posible.
Recuerda que mantenerse libre de las ataduras no es una tarea fácil, pero es posible con
la ayuda de Dios y el apoyo adecuado. Continúa buscando la libertad y viviendo en la
plenitud de la vida que Dios tiene para ti.
Una vez que hemos entendido el significado bíblico de las ataduras, es importante saber
cómo podemos ayudar a otros a liberarse de ellas. Aquí te dejamos algunas sugerencias:
1. Escucha atentamente: Muchas veces, lo que las personas necesitan es alguien que les
escuche sin juzgarlas. Presta atención a sus palabras y hazles saber que les importas.
5. Ora por ellos: La oración tiene un poder increíble. Ora por esa persona y pide a Dios
que le dé la fuerza y sabiduría necesaria para liberarse de sus ataduras.
Recuerda que cada persona es única y necesita un enfoque personalizado. No hay una
fórmula mágica para ayudar a alguien a liberarse de sus ataduras, pero con amor,
paciencia y comprensión puedes ser de gran ayuda.
La fe cristiana puede ser una herramienta poderosa para ayudarnos a liberarnos de las
ataduras. En primer lugar, es importante entender que las ataduras son una forma de
esclavitud, y la fe cristiana nos enseña que todos somos libres en Cristo.
La Biblia nos habla del significado bíblico de ataduras y nos muestra que Dios es el único
que puede liberarnos de ellas. En Filipenses 4:13 se nos dice que "Todo lo puedo en Cristo
que me fortalece". Esto significa que podemos confiar en Dios para ayudarnos a superar
cualquier atadura que tengamos.
Además, la fe cristiana nos muestra el poder del perdón. En Colosenses 3:13, se nos dice:
"Sopórtense y perdónense mutuamente si alguno tiene queja contra otro. Como el Señor
los perdonó, perdonen también ustedes". Al perdonar a aquellos que nos han lastimado,
podemos liberarnos de las ataduras del resentimiento y la amargura.
En resumen, la fe cristiana nos enseña que somos libres en Cristo, debemos confiar en
Dios y no en nosotros mismos, y debemos perdonar a los demás. Al seguir estos
principios, podemos encontrar la libertad de las ataduras que nos mantienen atrapados.
La liberación de los hebreos de la esclavitud egipcia (Éxodo 14-15): Dios liberó a los
hebreos de la esclavitud egipcia y los guio hacia la tierra prometida. Este testimonio nos
enseña que Dios tiene el poder de liberarnos de cualquier atadura.
La liberación de los cautivos por parte de Jesús (Lucas 4:18-19): Jesús vino a liberar a
los cautivos y a sanar a los quebrantados de corazón. Este testimonio nos muestra que
Jesús tiene el poder de liberarnos de las ataduras emocionales.
Estos testimonios bíblicos nos muestran que el significado bíblico de las ataduras es el
de estar esclavizado a algo que nos impide vivir en plenitud. Pero también nos enseñan
que Dios tiene el poder de liberarnos de cualquier atadura, sea física, emocional o
espiritual.
La comprensión del significado bíblico de ataduras nos lleva a entender que estas son
obstáculos que nos impiden avanzar en nuestro crecimiento espiritual y personal. Las
ataduras pueden ser hábitos, pensamientos negativos, relaciones tóxicas o cualquier otra
cosa que nos mantenga atados al pasado o nos impida avanzar.
La liberación de las ataduras también nos permite conectarnos más profundamente con
Dios. Al eliminar las distracciones y los obstáculos, podemos dedicar más tiempo y
energía a nuestra relación con Él. Esto a su vez nos ayuda a encontrar un mayor
propósito y significado en la vida.
Además, cuando nos liberamos de las ataduras, también podemos tener un impacto
positivo en las personas que nos rodean. Al vivir una vida más plena y libre, inspiramos a
otros a hacer lo mismo. También podemos ser una fuente de apoyo y aliento para aquellos
que están luchando con sus propias ataduras.
Más paz interior: Al liberarnos de las ataduras, podemos experimentar una mayor
paz interior y una sensación de bienestar general.
En conclusión, la liberación de las ataduras tiene muchos beneficios para nuestra vida
cotidiana. Nos permite vivir con mayor confianza, paz interior y propósito. Al
comprender el significado bíblico de ataduras, podemos tomar medidas para liberarnos
de ellas y experimentar una vida más plena y significativa.
Conclusión
Recordemos que las ataduras pueden venir en diferentes formas, como adicciones,
miedos, rencores, entre otros. Pero no importa cuál sea la causa, siempre podemos acudir
a Dios para que nos libere y nos dé la fuerza para superarlas.
Es importante que recordemos siempre que somos hijos de Dios y que él nos ama
incondicionalmente. Él desea vernos libres y felices, por lo que no debemos tener
miedo de acudir a él en busca de ayuda.
No nos rindamos ante las ataduras, sino que confiemos en que Dios nos dará la fuerza
para superarlas. Agradezcamos a Dios por su amor y su misericordia que nos permiten
seguir adelante en la vida.