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“El calentamiento global, desafíos ambientales del siglo XXI”

La crisis climática afecta a todo el mundo, pro de manera desigual. El 1% más rico del planeta
(cerca de 63 millones de personas) es responsable de más del doble de las emisiones de carbono
que las que producen los 3100 millones de personas que conforman la mitad más pobre de la
humanidad.

Sin embargo, las sequías, las inundaciones, los incendios y las tormentas afectan antes y en mayor
medida a las comunidades más pobres y excluidas, provocando temporadas de cultivo
impredecibles y malogrando cosechas y, con ello, induciendo un drástico aumento de los precios
de los alimentos. Los habitantes de los países de rentas bajas y medias tienen cinco veces más
posibilidades de verse obligados a desplazarse debido a desastres provocados por fenómenos
meteorológicos extremos y repentinos que quienes viven en países de renta alta.

El calentamiento global es el mayor desafío medioambiental al que se enfrenta el planeta en la


actualidad. Se produce por el inexorable aumento de la concentración en la atmósfera de los gases
de efecto invernadero relacionados con las actividades humanas. El calentamiento global es la causa
del cambio climático.

La Revolución Industrial fue el punto de inflexión en el que las emisiones de gases de efecto
invernadero (GEI) arrojadas a la atmósfera empezaron a dispararse. Empezó a crecer la población y
aumentó la demanda y producción de energía (obtenidas mayoritariamente a través de combustibles
fósiles), lo que dio lugar a un nuevo modelo de producción y de consumo. El principal resultado fue el
aumento global de la temperatura: de 1,1°C entre 1850 y 2017. En este articulo resumimos en qué
situación nos encontramos en 2023.

Con el calentamiento global, el aumento del nivel medio de temperatura del planeta provocado por
las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero derivadas de la actividad humana está
provocando variaciones en el clima que de manera natural no se producirían.

Según uno de los últimos informes del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio
Climático), un calentamiento global de más de 1,5°C causaría perturbaciones climáticas sin
precedentes, tales como: tormentas mayores y más intensas, lluvia seguida de sequías más
prolongadas e intensas, etc. Estos fenómenos climáticos extremos podrían ser más frecuentes e
intensos y tener repercusiones irreversibles en el medio ambiente.

En las revistas científicas, “calentamiento global” se refiere a aumentos de temperaturas


superficiales, mientras que “cambio climático” incluye al calentamiento global y todos los otros
aspectos sobre los que influye un aumento de los gases de efecto invernadero.

La evidencia se basa en observaciones de los aumentos de temperatura del aire y de los océanos,
el derretimiento de hielos y glaciares en todo el mundo y el aumento de los niveles de mar a nivel
mundial y otras señales claras de cambio.
Hechos indiscutibles:
• Aumento de las temperaturas a nivel mundial, 11 de los últimos 12 años han sido de los años más
calurosos que se tienen en registro desde 1850. El aumento de temperatura promedio en los
últimos 50 años es casi el doble del de los últimos 100 años. La temperatura global promedio
aumentó 1.6 °F equivalente a 0.74ºC durante el siglo XX.

• Hay más CO2 en la atmósfera, el dióxido de carbono es el contribuidor principal y dominante al


cambio climático actual y su concentración atmosférica ha aumentado desde un valor de 278
partes por millón en la era preindustrial hasta 400 ppm en la actualidad.
Los científicos mundiales han determinado que el aumento de la temperatura global debería
limitarse a 2ºC para evitar daños irreversibles al planeta y posteriores efectos desastrosos sobre la
sociedad humana.

Para lograr evitar este cambio irreversible y sus efectos, las emisiones de gases de efecto
invernadero deberían alcanzar su máximo en el 2015 y disminuir progresivamente después de esa
fecha hasta alcanzar una disminución del 50% para el año 2050. Si ven las gráficas del CO2
atmosférico notarán que no hay una disminución sino lo contrario, un aumento del nivel.

Necesitamos medidas drásticas e inmediatas:

Desde los fenómenos meteorológicos extremos a los enormes niveles de hambre que provoca, la
crisis climática agrava las desigualdades que mantienen a las personas sumidas en la pobreza,
poniéndonos en riesgo a todas y todos nosotros. Pero afecta en mayor medida a las personas que
menos han contribuido a provocar este problema y que, a su vez, son quienes menos recursos
tienen para protegerse de sus efectos.

Debemos poner fin al boom de milmillonarios, a las medidas para compensar en vez de recortar
emisiones de carbono, a nuestra dependencia de los combustibles fósiles y al sobreconsumo del 1%
más rico. Debemos adoptar medidas valientes para limitar el aumento de la temperatura global a
1,5 °C. Debemos construir economías que antepongan a las personas y al planeta frente a los
beneficios.

Estamos en un momento crítico para evitar una catástrofe climática irreversible. Si no lo hacemos
hoy, mañana pagaremos un precio aún mayor. Si quienes más contaminados nos quedamos de
brazos cruzados, la crisis climática acabará con las vidas y los medios de subsistencia de millones de
personas.

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