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DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

ADONDEQUIERA QUE ESTÉS

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DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

A la memoria de Carmen Falcón Martínez


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Fugazmente

Fugazmente, un barquito azulado


encalló en los bajíos de estas playas.
Entró una vez ese barquito en mis arenas;
Viví entonces unos días de entusiasmo
sobre su proa de espacios generosos.

Así comí de sus bodegas opulentas


riquísimos pasteles que tragué en un periquete
Y copé de felicidad a mi barriga bebiendo de una bota
que según una leyenda fue llenada
en un pontón de vino.

Caminé por estribor, a la derecha,


atravesé el giboso ojo de buey
¡Vi los camarotes atestados con sirenas!

El barquito ya se ha ido:
Tras los árboles del bosque
los lémures espían a la playa;
La playa ya nunca más será mi amada

Un día me encontré con un barquito azulado


que echó el ancla en mis bajíos.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Por un momento

Cuando la sencillez pasa por mi día


y completa los primeros despertares
en mi soledad se aúnan los amores
que todavía están en lo pendiente.

Por los recuerdos ciscosos de mi mundo soñado


se cuela tu voz hablándome de infaustas realidades.
Como un cordero atado al cuello por un lazo
dejo que me lleve el perfume de tu aura.

Por un momento -cuando la sencillez


expande la consciencia-, soy tuyo francamente;
y puedo contemplar las puertas y ventanas
que ayer fueron abiertas con tus manos:
Los hechizos que en tu entrelíneas fueron.

Es entonces que por un momento vuelvo


a ser tuyo por entero:

“Mi segundo manantial de creaciones”


“Linfocito de mi herida”
“Pinceladas en mis cuadros”
“Etéreo testigo de las tierras besadas por mis ojos”

Cuando la sensibilidad aprehende mi mañana


me convierto en una mariposa con lengua de Cirano
volando en el prado de los amores que no fueron.

22 de junio, 2011
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Sólo una memoria

Hoy sólo eres un recuerdo oscuro


iluminado por algún destello azul
Pensándote no aparece la pasión
que antaño despertó el oír tu nombre

Tampoco se enloquecen los paseos hormonales


que antes me anclaban a las fantasías de tus brazos y los coitos.
Caracteres pinchosos y cuadrúpedos observaron escribiendo
a un mí resucitado que ya no espera oír tu nombre.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Vibraciones

Necesito el cerco íntimo


donde el caballo paste manso y solitario;
Que estas líneas fueran nuevamente
el espontáneo elixir que bebió Hera

Necesito descansar en una banca


que no esté minada de tu aroma forastero
para no esperar cruzar tu cara a cada paso;
Escribir una cuartilla que no tenga la influencia
de tus letras.

Necesito alcanzar una bandada de gorriones;


Cruzar de polo a polo el Universo incalculable
Fui de plomo valioso soldadito que peleaba
en primera fila cuando hicieron las 1000 guerras:
¡Ah, fui de tanta desamparada perla Astrea!
Rotita mis brazos la tomaron, mi esfuerzo di

al instante.

Y sin embargo me amedrenta


el no caber bajo tus alas.
Necesito saber que los te amo son capaces de escucharse
de ahora en adelante mirando con los ojos
que se posan en tus cándidas miradas.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Querrá decir que te he olvidado

Cuando pueda escribir una línea sin tu sombra


querrá decir que te he olvidado
Te habré olvidado cuando
el espejo ya no devuelva más tu cara
Te habré olvidado cuando
no más abrir los ojos y ver por la ventana
el océano esté seco;
Si existieran otras células
que enhebraran la hombría al infinito
hasta conseguir el orgasmo de mi alma:

Querrá decir que te he olvidado

Si un solero insinuara otros pezones;


Si al ver la mar yo no evocara más tu expresión niña;
Si la tormenta ya no lograra que imagine los coitos desquiciados:

Querrá decir que te he olvidado


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Conjuros para una mar que se ha perdido

En el espíritu del desarraigo te has alzado


por encima de la nuevas ilusiones que intentaban brotar
después de ti
Ensombreciendo así otras caras con la tuya:
Tu aroma a aguas salinas el aura ha incinerado de otras pieles,
Tu acento huele a Europa: ocupa en casa toda dimensión
por donde se colaban a menudo otros tonos gentilicios;
Continuamente ardo en la curiosidad de tus secretos
En el intento de tenerte rasguño tus pieles en mis sueños

Desde que te fuiste no ha vuelto a darme flores:


La primavera perdió el don de fecundar todas las cosas
En las tiernas hojas que han armado
el solitario verde tupido de la gardenia jazminada
quedáronse grabadas cada una de tus letras
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Una escultura de tus gestos

Hoy tan solo eres una Venus que esboza una expresión púber
A veces te quiero sólo para hablar sobre te quieros
Oír de ti tus gustos, adivinar en ellos tu talento

En este instante como en tantos otros eres una Venus


cuya belleza se empeña en estorbar un ciento de renglones
El tiempo se consume tratando de adivinar por qué
me estorba tu belleza, por qué te quiero todavía.

Hoy eres una escultura de tus gestos veinteañeros,


Te convierte en el amor todo aquello que jamás podré decirte
“El socorro llegado al que no pude hacerle ofrendas”
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Cíclico

Epístolas sin cotas de grafía;


Poemas sin más rima:
Tan solo eso pude darte
Sólo eso te he ofrecido.

Vi pelearse en eterna escaramuza


las teorías que forjaron a un poeta
de años jóvenes.
Al partir tú de mi vida las mitologías ya no llegan
hasta este receptáculo para estremecer a las placentas
de mis células.

Al Cielo ya no elevo plegarias de su agrado


la gardenia envenenó su fotosíntesis y no me dio
más flores bellas.
Puesta al viento hoy sus hojas parecieran
el plástico artificio de mis días
de verde coloreados

Antes alegrísimas las gentes hoy parecen


autómatas insulsos yendo a sus destinos
y a pocos pasos de estar ciegos.
Las epístolas a mi esperada
cambiaron de epígrafe
hace mucho
En una ciudad que ha transformado
su inherente iridiscencia por una opacidad
de tonos grises

En un día pasado tu escasez -aún


no extraviada- logró poblar

toda mi casa
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Sobre un archipiélago

Este helado silencio


Tenebrosos caracteres
Adjetivos desdeñados

Murió la fuente que me devuelve el bien que hice


El hartazgo de una espera
Con la extrañación ha hecho rima mi vergüenza

Y tus genes rimaron con mi alma


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Cuando escucho tu nombre

Cuando escucho tu nombre tiembla el Sino:


Percibo a un ser supremo que vive vigilando

mis minucias

Cuando escucho tu nombre te quiero mucho más


al darme cuenta que no estás a mi lado: de esa forma

se comporta la impotencia

Cuando escucho tu nombre pienso en la pasión


que aguarda entre tus piernas: así se suele estar

amando

Cuando escucho tu nombre el mundo se derrumba


encima de mis huesos: así camina la impotencia

hacia esta parte

Cuando escucho tu nombre caigo en el abismo


que hay entre dos vidas: y siento que a veces

me has amado
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Quise que vuelvas para amarte como suelo amar yo

Quise que vuelvas para amarte como suelo amar yo:


Completar los aburrimientos de tus días con mis voces
Ocupar mis soledades con pensamientos de tu casa
Escribirte versos que estremezcan a tus células…
Erizarnos la piel con una sílaba

Hoy que ya sé que te has marchado y ya no tengo


(ungüento bueno que me cure el sueño roto)
No hay lugar en el océano de mis esperas
para que una sola gota de la esperanza de ti
me moje el cauce enjuto.

Hoy que sé que no amaré como yo solo suelo hacerlo


Ya sé que mi deber de hombre es alejarte de mi cama
Aunque me truene el pecho roto.
Hoy que sé que ya no puedo amarte quiero
Desear otros pezones, imaginar que mis palabras
logran humedecer otras vaginas… Oír gemir en otro idioma.
Que me amamanten otros bustos
Y no tener empeño necio en solo un color para los ojos.

Hoy que sé que no te tengo y ya no existe


el esmero de amar como yo solo suelo hacerlo
quiero amar otras lecturas que no hayan sido reflejadas
puramente con tus letras…

Quiero saber cómo olvidar a las ausencias


que una tras de una se encimaban a causa de mi anhelo.
¡No importa ya si es pecado la lujuria!
Ni tampoco

el adulterio
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Mi querido puntito

Desde que nacieron los cerezos, dentro mío


hay un puntito que me dicta versos cuando escribo…
Y que abundan en diptongos tiernos.

Hay quien dice que el puntito movedizo


es solamente una corazonada que entorpece:
La voz de esos latidos exclama que aún te intrigo.
Por ahí vive un puntito que nada más se aquieta
cuando pienso en cómo recibirte cuando lleguen
los árboles floreados en alguna primavera venidera

Tengo un puntito adentro mío que se ensalza


cuando pienso que sólo yo no fue quien ha querido
Ese punto que vive adentro mío es pensar
de qué hablaremos si volvemos a escucharnos:
“Mi precioso acompañante”

Tengo un puntito que habita dentro mío


que me crece hasta la yema de los dedos:
Cuando juego a los diálogos contigo

Tengo un puntito que vive adentro mío


que versará mi amor en los días de mañana.
No perdemos aquello que se ha amado:
Serás ese puntito que se queda adentro mío
Cada vez que florezcan los almendros orillando

las aguas de mi Tormes dúctil


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

El secreto de amar tanto

El secreto de amar tanto tiene un nombre:

Soledad.

En ella recreo lo que pude hacer contigo

Un poeta extraño escribe versos para honrar aquella ciudadela

Construida únicamente con tus minucias y tus rímel

Ambas sospechadas cuando tus peculiaridades se vistieron

con el atuendo de mis otros amores:

Ancestros de la pasión por ti

-
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

El significado de tu nombre

En la coincidencia detecté la indemostrable


orientación con la que el Todopoderoso
me guió hasta las seis letras de tu nombre:
Experimenté la estúpida inquietud que siento siempre
por saber si había recibido sobre alguno
con un remite tuyo.
La felicidad y el dolor repercutieron al unísono:
Dos antípodas sonidos nivelando la balanza de mi espera
durante las 9 lunas que luego prosperaron.

Fueron las seis letras de tu nombre aquella voz


susurrando el intangible poemario que abarcó
toda la estadía de mi espera desde marzo.
En otras letras que vinieron en un después inesperado
conocí de nuevo prosas cuya sintaxis insistente no me permitió
entender del todo.

Fantasías solidarias, el deseo de cerrar libros aún abiertos:


Constituyeron la ficción de que aún te continúas inspirando
oyendo los tañidos que se esconden tras las olas del Pacífico.
Aún espero a que tu nombre regrese a estos salones,
Al encontrarlo me dictare en sentimientos desbordados

el preciso conjuro que te traiga.

En las seis letras de tu nombre dejó la pluma su fe depositada;


Así contemplé el sueño de que una promesa cumplida te regrese.
La plaza sin tu nombre ya no tiene colibríes;
Las palabras son espectros sin sabores…
Cuando no tienen las seis letras de tu nombre.

¡Deséame! ¡Por Dios!


Regresa para que entonces no derroche más la vida;
Déjame que oiga tu nombre una vez más, sentida mía:

“Poesía”
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Lo que me causa tu ausencia

¿Ofendí a Dios con mi arrogancia?


Que hoy tu nombre no me dicta los versículos
que me alejen este invierno;
Se fue un sinnúmero de días aguardando tus palabras de cariño
(Tus repentinos elogios me hacen falta)
La voz que me inspiraba poesías ha callado
Los pájaros desde ayer revolotearon
entre la colgante araña seca y los rectangulares
cielos rasos;

No hallé texto lo suficientemente


enorme
que haga sombra a las planicies

de tu nombre.

¡Que alguien diga cómo logro no esperarte!


El corazón que ardió una vez en Tara
hoy rebusca en los confines de la Tierra
el apasionado sitio que escondió la voz de ti:

¡Oh, poema amado!


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Temo que tu nombre se hubiera impregnado en las horas de los días por más de un
año

Aún sigues intacto, mi sentido puntito.

De ser un átomo precioso que palpita tibiamente


en un instante mutas hasta ser un ser
con uñas y cabellos
Cuando llegue marzo temeré porque tu nombre
se hubiera impregnado en las horas de los días
por más de un año.
Saber entonces: nada te ha desarraigado
de los latidos melosos que constituyeron
los cuatro climas del sol.

Tu esferidez apasionada provoca el mismo ardor intenso


que los desnudos vistos
mientras el sexo hace telepatía con el otro.

Se engendró hace casi un año:


de ahí en más viví los meses que pasaron
con el alma atada a un dulce

disgustito.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Llevándome a Sonsoles

En la carabela rondaba día y noche


el fantasma de una inclemente capitana;

Tu grácil cuerpo excomulgó de la cubierta a todo ente


cuando febrero fue el gélido escenario
del esperanzador abordaje

que hiciste tú en mis días.

Grabaste a navajazos tus poemas


por todos
los rincones escondidos de mi barco.
El mar es para siempre fiel insignia
de tus cálidas miradas protectoras.

El cenit caluroso o el horizonte despoblado:


Fuiste amada libertad de una vieja cárcel enfermiza:
Y ahora eres la nueva carcelera de mi alma

Aquí abajo -asido a los barrotes de mis rejas-,


Afiebrado oigo tu cántico feliz mientras navegas

Llevándome a la isla de Sonsoles


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Seguir viviendo

Cuando te marchaste pensé tristemente con frecuencia;


Pero pude seguir viviendo
gracias a la privacidad donde te extraño:
Soy de seguir viviendo gracias a los versos que te escribo
en cualquier momento dado:

Así día por día continúa amaneciendo.

Se puede seguir viviendo gracias a los besos


que nos damos en los sueños:
Así el intríngulis por ti se va por un momento.
Puedo seguir viviendo gracias a las prendas que actúan
como depósito de semen: así reduce el cuerpo su ansiedad
hasta que se oyen tus palabras nuevamente.
Se puede seguir viviendo en honor a los proyectos
que en el tiempo que estuviste he construido:
con esto se nivelan los sueños de ti
que aún no se destituyen.

Gracias a la curiosidad que experimento


por los pequeños avatares que aún tiene la vida:
Las reminiscencias que se juntan renuevan mi añoranza

de seguir inmerso en este largo extrañamiento.


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Dios ya me dirá en qué momento he de olvidarte

Sentí gusto de que se haya repetido la bondadosa reincidencia


De un sueño atildado con imágenes de tu cuerpo y tus palabras
De ellas bebí antaño el nepente de tus sílabas: así se fue llenando
La hondura de mi herida con la sustanciosa ilusión de tu presencia

Al despertar reparé que todo aquel Planeta sigiloso lograba alimentar


La necia esperanza del quizá, que a pesar de no haber muerto todavía
Ya no vocea los diálogos contigo igual que antes de un principio:
El añorarte destructivo remueve su dureza en los versículos

que expresaron mi cariño, en esta madrugada agradecí


Los malos entendidos que consolidaron mi lamento;
Él me ató a tus trajes de empleada, le manunscribí un hondo tributo
Y en lo profundo, inapagable, bucea tu piel amarronada

Ya no dio más flores mi gardenia: ¿Acaso sus olores hayan sido


Un reflejo aproximado de la dicha de la vida cuando tú estabas en ella?
También ella quiere que regreses, que estés aquí posada en la ventana
Cuando sus ojos ciegamente contemplaren la omnisciencia de mi cuarto...

Para dar otra vez sus flores blancas


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Algo para ti

Extrañaré la fe que te pedía


Tu nombre en mis plegarias
El oloroso sabor que tienen tus dos pies

en el desnudo

Extrañaré pensar en tu alegría,


Tus exóticos aprecios en medio de otras letras más formales,
Extrañaré soñar con los poemas
que arrebataron a tu clítoris

Mirar dentro del ojo a ver si tienes

limpia el alma.

Extrañaré a la ingenuidad que te esperaba,


El superhombre en quien me convirtió
tu ausencia inacabable.
El intenso color mar

de tus miradas
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Escritos a otra Carmen

Al pensarte otra vez me siento sumergido


en la pasión sentida por el florecimiento de la cereza;
Así me aprisiono en las escrituras que
con esmero solían añorarte

Hoy construyo en el papel


grandes cosas que decirte
y añado alguna letra más en el epistolario
que en ayeres te lloraba
En sus renglones la tinta formó arroyos serpenteados
de dolores matutinos

Con tu nombre en tres palabras


continúo rellenando los útiles espacios
que reservan las plegarias

No así tan fácilmente se completan


los vacíos que dejaste;
Ni palabras
divinas, brujerías o brebajes,
consiguieron
que despierte y el olor a jazmín nuevo
inundara mi mañana

Me sigue persiguiendo
tu voz ni bien sonaron las campanas,
O tu impetuoso apropiarte de inmediato
de los poemas escritos a otra Carmen.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

En consecuencia de un año

Aún continúo apasionándome


por tus ojos grandes, tu sexo
inverosímil, tus voces exaltadas.
El rezar por ti me ha privilegiado

con una calma misteriosa.

Quizás ya haya ingresando en una rebuscada santidad


que sirve como consolación a tus amplios silencios persistentes.
Te seguí viendo en la gente que no eras:
Hermosos ojos intensos, tu pequeña complexión

se ha trasladado al busto de otra salmantina.


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

A través de la existencia

En las gloriosas edades de la historia examiné


Las estupendas creaciones con las que el Señor se entretenía
entretanto la vida por el Orbe continuaba germinando;
Para cicatrizar fatigosos cortes que en mí degeneraron

Incisivas espinas de rosales, busqué Santos Griales;


Hallé alivio en los halagos de una fama muy pequeña;
Mucho antes de eso -cuando la peste me paralizó
por nueve marzos-, descubrí contenciones y consejos

Deshilvanando las odas de autores consagrados…


Pero sus obras acababan en un número finito.
Hice hincapié entonces en el rezo
y cultivé así el amor que tú me renegaste por un año;

Escarbé en el baúl de los tesoros añorados:


Los meses me robaron aquellas felices expresiones;
El tiempo no ha tenido la indulgencia suficiente
Y se llevó todas tus caritas al olvido de la mano

Se negó a veces a buscarte la memoria,


Una terca negligencia acribilló la poesía
que acunaba a tus tres nombres virginales;
Solamente un verso sobrevivió de aquel cultivo

Que asesinó a una millarada de tus felices expresiones;


Así en nada conseguí el triunfo permanente:
Amores, coitos, ni en la Tierra Prometida,
coseché yo la palabra que los mitos me ofrecieron

Hoy descubro que sólo tú has sido el tesoro biennacido:


Cuando otros se escaparon tú resucitaste
para ocupar el vacío que ellos me han causado:
El éxito se fue y tú lo supliste con pasiones ardorosas;
Amores tantas veces me otorgaron el dolor equivalente
a la felicidad experimentada en un primer momento

Te encarnaste en abandonos, “Paradigma de traiciones”;


Fuiste olas y tormentas, maremotos y mi herida;
En tu fidelidad lastimosa eres maestro de valientes;
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Y pronuncio a vivas voces los tres malevos nombres


Con los que Dios te ha bautizado para siempre:

Desencanto, Error y Pérdida


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Tiovivo

despues de ti,
el amor
pareciera ser
un cuento
cuyo final he releído
muchas veces.

A pesar de que
los diálogos contigo
ya se enmudecieron,

de que ha menguado
la esperanza
de que alguna vez
regreses… tu recuerdo
frecuente
es aquel semblante mudo
que mayor pasión inspira
en mi alma remendada.

No queda ya nada
porque sepas:
ni un quevuelvas,
ni un miamada,
ni un teheechadodemenos.

La obligada ceremonia
de mis letras matinales
ya no te pertenece.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Hoy he pensado en ti

olvidé tus cuadernitos bien cuidados


en una biblioteca invisible de Galicia,
te fuiste convirtiendo en mi alma
conforme tus palabras me embarcaban;

así me silenciaste en el silencio:

alentaste a mi pluma para que de nuevo


escribiera cosas bellas,
después colonizaste los cuartos de mi casa
para que en ellos podamos dormir plácidamente.

te corriste en un cuarto diferente


al que me amaste al comenzar este recuerdo;
censuraste las palabras que dijeron los libritos
cuando me enseñaban a ser Santo por encima,
copulamos como nunca y luego dijiste que marchabas
al despedirte me diste un beso en el léxico de Francia

y me dejaste tus cuadernos forrados en la almohada


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Un huequito reservado para el alma

Hoy mi corazón es un planeta oscuro


Una duda intermitente
Una casa sin un solo candelabro
Una oscuridad ya vivida anteriormente
Un espacio que aguarda la llegada de mi alma

El recuerdo permanente de ti lo incendió todo


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

La mar de mis te amos

Sin ti hoy ya no me emociona el canturreo


de los niños jugando al escondite
Sin ti he perdido por completo
la esperanza -que la vida me ofreciera-
de reír súbitamente como hace tanto tiempo.
Quisiera saber si alguna vez la vida
te hará necesitar oír algún teamo

Sin ti en todo este tiempo almacené tantos teamos


que al borde estuve de caer vencido por su cargo.
Si alguna vez se acabase la mar de los teamos
que en un tiempo se hacinaron en tu vida:
Aún no he partido porque quiero colmarla con la mía;
Cada uno de los míos fue una floreada mariposa,
incongruente emisaria de cuánto te he querido.

Rehuiste a la copulación de mis teamos


y mi petate cada vez se hizo más grande;
Pues aquellas maripositas pinturreadas
no pudieron llegar hasta tu casa;
y a mí volvieron ellos sin el añorado eco
de tu alegría que volaba en donde quiera.

E impregnada con mi alma entristecida


la gardenia no volvió a dar flores blancas.
Hoy sus hojas germinaron ya marchitas:
Dios ha confabulado en contra suyo para que no tenga más
pimpollos blancos.

Casi todo lo alegre se apestó alrededor mío:


La luz del sol no ha reverberado nuevamente
sobre el metal inanimado.

Los días trajeron otra vez la tristeza del otoño


Hace hoy casi dos años que aquí sigo esperando
al barquito que navega en la mar de mis teamos.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Estuve a punto de escribir un te extraño en esta hoja

Iba a escribir un te extraño en esta hoja


Cuando vi que otro reinado legislaba la corte de mis tierras.

Iba a escribir un te extraño en esta hoja


Y me di cuenta que en mis tintas ya no estaban tus pronombres.

Estuve a punto de escribir un te extraño en esta hoja


Cuando de pronto recordé a mi corazón hecho añicos tantas veces.

Estuve a punto de escribir un te extraño en esta hoja


Y me di cuenta que tu nombre hace mucho no aparece

en ninguno de mis rezos.


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Existe un insurrecto que rema hacia la antípoda

Medité acerca de Dios y no importó


tanto
como antes el versículo pensado.

Una puerta se entornó cuando Él me proponía


una antigua imagen de tu cálida mirada.
Aún no he conseguido atravesar el profundo camino
de esta pena que resurge como el magma.
¡Explíquenme, por Dios, qué sentido tiene
incluir en nuestro Sino una marginación atrás de otra!
Quizás una malicia perniciosa explicaría tu silencio.
¿Soy yo ése que habita en este cuerpo
pero constantemente rema hacia la antípoda?

Con una fórmula de términos y esquemas poco matemáticos,


para hallarme quemé un número incierto de insípidas catáfilas.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Con aguas negras

Se ocurrieron algunas frases muy poco brillantes


La extranjera perturbó la paz en mi consciencia.

Dicho esto, una mar de nada me empapó

con aguas negras.


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Nacido para

La locura obsesiva se fue paralizando en la medida que dejó


de aparecer ese relámpago, proyector apóstata que derramaba
tus facciones genéticamente delicadas en las sombras;
Así se adueñó de todo el hielo, y se helaron las espaldas
que en un tiempo me erizaron: el azul mar ya no estremece
más mi carne;

Una emoción benigna se abalanzó súbitamente


sobre todas las cosas de esta vida; Y tú fuiste perfecta hojita seca
del otoño secuestrada por la brisa; Hallé felicidad reparando
cosas básicas;

Mil palabras compuse nuevamente…

La meta de mis despertares se enfocaba


en la superación del hábito nocivo de pensarte; con tu ejemplo
alejé mi pluma del papel y así te fui olvidando,
y entonces me quedé con las ganitas
de escuchar de ti tantos te quiero: para decirte otros muchos
utilicé la tarda consolación insuficiente de una rayada papeleta;
Amé cada poro de tu erótica existencia; Me eroticé miles de veces
con el aura de tu piel amarronada; Sabrá Dios a qué ideas
habrías tú llegado, analizando la manera que he tenido de quererte.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Un petons de ti

La sospechosa alineación
que tienen un día tras otro de pensarte
ha conseguido
crear adentro mío la esperanza peligrosa
de suponer que aún soy un navegante en la mar
de tu plácida consciencia.

Este deseo de tus brazos


me hace imaginar que aún pasado el tiempo
sigues llamándome con tu intención poderosísima.

En un solo recuerdo de tus ojos


se yuxtaponen todas las emociones que me has hecho sentir,
como si fuera un petons
que en lugar de tener besos

te tiene a ti.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

El brebaje que me curará de ti

quizá rece un ratito para traerte aquí de nuevo


incluso la hermosura que en la ingenuidad se queda intacta
ella se desgasta una vez pasado el tiempo.

tu pasión se reflejaba en la métrica y rima de mis versos


el azul mar impregnó a mis emociones
me supo igual el pan y el vino... o también la lágrima
por el niño derramada.

el tango que cantaba no consiguió traerte de regreso


y las letras melodiosas azotaron la intelección embarazada:
con tu vuelo de estigia te escurriste de mis brazos;

el brebaje que me curará de ti aún no se ha religado


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

El holocausto anterior

No hace tanto como para que ya lo haya olvidado


los latidos de mis células se fueron estrujando
cada vez que evoqué tu imagen colorada.
Fueron mis letras para ti igual a los nutrientes de la tierra
que alimentan al tubérculo longevo;
Así me fui deshidratando un poco más después de cada verso:
Ninguno te ha sido suficiente como para que me devolvieras
el alivio con tu presencia de duende.

Entonces mi paráfrasis abandonó un día el decoro novelero


Y fue aprendiendo a embellecerse con la crudeza del sin ti
Modo de escritura que a mí ya fue versado
tras el terrible torbellino del Holocausto anterior.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Me bienvenisen

Cada día mi cuaderno al verme me bienvenise.

Cada mañana, al sentarme aquí solito,


estas cuartillas me bienvenisen.
La vaca opa me mira sin decir mu,
y en silencio me bienvenise.

La tupida gardenia sin pétalos ni flores


es una instantánea de la belleza
y cada día al despertarme me bienvenise.

A través de la ventana
la muchedumbre de ornamentos que compone Salamanca
me da los buenos días y por supuesto me bienvenise.

Asimismo las ventanas


y tras ellas los vecinos que se agachan
(como si sus casas fueran trinchera en guerra)
me miran feo y me bienvenisen.

Igualmente me bienvenise el sol,


el frescor de la atmósfera tormesina;
El frío polar me amenaza con advertencias de gripe…
pero de todas formas me bienvenise;
Las sombras lejanas, las españolas calientes

Y tus ausencias perennes…

Asimismo me bienvenisen
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Ya van para dos años que estoy pensando en ti

Ya van a hacer dos años que estoy pensando en ti


En mis sueños tus besos cicatrizan las heridas de mi alma
con un final feliz

Ya van casi dos años que estoy pensando en ti


y yo no sé por qué en todo este tiempo mi corazón al olvido
se ha negado

Ya van para dos años que estoy pensando en ti


Y no existe hipocresía que te arranque de mis sueños
Por eso a la mañana aquí, en un intento de aliviarme,
vengo a escribirte

Ya van casi dos años que estoy pensando en ti


En esos días a veces te he olvidado…
Sin embargo un día como hoy te sueño cada tanto

Así intacta renace la pasión como si siempre hubiera estado


Ya van para dos años que en mi memoria tú has sembrado

un reinado azulgranate
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Viví una espera de ti

Viví una espera de ti


Que se intercalaba por las desilusiones

De tu no-regreso
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Una maquinita del quererte

Me había convertido en una maquinita del quererte


Así los amados paseos por las hermosuras tormesinas
Tuvieron la charlada compañía de tu acento ajeno;
En los piadosos intermedios que le daba a mi fatiga:

¡Saqué fotografías a tantas cofradías de rosales!


Y cada rosa abierta tenía las seis letras de tu nombre
Entonces descubrí que la belleza dejó de ser efímera
si quien la aprecia aún la mantiene en sus memorias

¡Ni siquiera el tiempo borra las sinfonías inconclusas!


El me manques hermanaba nuestras células del alma
¡He visto tantas calles inspirándome en tus faltas!
En las terrazas medité en ti y en tu compañía inquieta

Entretanto los agradables soles reiterados, allí arriba,


bendijeron Salamanca con un termostato compasivo
(de acuerdo a las férreas estaciones del año que cursaba)
Me había convertido en una maquinita del quererte.

Taquigrafiaba aes e íes con la sinergía pertinente


de tu cariño telepático; Desgarré mis consonantes
cuando el idioma que hablaron mis ancestros fue evocado;
Aprovechando la oportunidad de ti que Dios me daba:

¡Me he ido convirtiendo en una maquinita del quererte!


Y esta vida tonta se compuso nuevamente con azares predecibles:
Fue el esfuerzo del trabajo legañosa lavandina que borraba
brevemente la tinta mímica de tus cándidas miradas

Originalmente importadas desde un país del Reino Unido:


Me había convertido en una maquinita del quererte;
Y la Misión llamada Soledades excomulgó absolutamente
Cualesquiera fueran sus principios con el fin de hacerte espacio
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Pues no cupieron en sus Biblias las escrituras de aquel inmenso amarte.


Y cuando aquel crecido amarte fue aceptado en las bibliotecas de mi alma
-Para hacer de mi desierto una Alejandría de esas voces excelentes-:
Fue que Dios me ha convertido en una noble y amorosa maquinita

del quererte.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Hasta mañana echaré en falta

Hasta mañana extrañaré la profunda candidez


que me causa en la tripa tu atención mimosa;
Completaré la escritura comenzada ya hace un año;
Hasta mañana echaré en falta aquella expectación

Erótica con la que me contaminaron tus palabras;


E imaginarme insinuaciones de un cariño sinfín
en el maravilloso útero de tus frases únicas…
Y el estirado silencio que las fue finiquitando;

Hasta mañana extrañaré ver a tu espíritu


flotando en los fiables cielos de la Helmántica
(centrado en la brutal búsqueda de mis versos);
¡Ay, qué vacía está mi casa sin tu aura¡

Hasta mañana echaré en falta la esperanza


De encontrarme otra vez con tu voz nítida.
En las sábanas celestes escribiré un rezo con tu nombre:
¡Ven que quiero andar contigo!
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Quiero vivir en un planeta

Quiero vivir en un planeta en donde la decepción


no se encuentre en cualquier sitio.
Quiero vivir en un planeta en donde el facilismo
no sea lo exitoso.

Un mundo en donde no nos conformemos con un pequeño alivio…


si lo que buscamos es justicia.

Ha quedado en el camino la tarea


de buscar el adjetivo más hermoso.
Mientras tanto mi vida se ha ido convirtiendo
en una sucesión de palabras que combaten

por quedar las unas sobre otras, con un fin


del cual nadie habló hasta ahora.

Quiero sentir de nuevo un día


el silencio que coronaba aquella manifestación
de tus palabras atractivas.

Quiero saber qué pasaba por tu alma


en el segundo exacto en que nombraba
tu nombre en mis plegarias.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Recordándote un pequeño poco

De mañana, a media tarde… o en las necias horas del insomnio:


Ninguna decepción llegará a tocarme nunca más en adelante
Evolucionó en favores míos la esperanza por el Diablo maltratada
Hasta que logró acertadamente abandonarte enfrente de un Mandala

de sahumerios orientales

Así fue entonces que San Rafael me advirtió en poquitas frases


Que el amor dos veces rechazado está bien ofrecerlo para otro
Al revisar la hacienda redundando en presentes catedráticos
No vi a tu huella dejarme de tu paso un testimonio póstumo
Entre las rosas del jardín que en un tiempo había cultivado
En la magna Babilonia

El amor que antes visitó el parque de casa sin disfraces


Hoy se metió en una escafandra blanca y cruda:
La geografía entre los dos expandió su territorio
Algo hubo que dio vida al niñito que fui en otras infancias
He sido feliz por unos años al notar que él en mí resucitaba:

Lo estrangulé y murió con el verano:


Hoy soy un asesino viviendo libre gracias al indulto
De quienes no pudieron contemplar mi crimen hecho.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Una pequeña oración de amor para ti

En los recuerdos de un sueño al cual no llegué a cantarle un réquiem


Han convivido la cordialidad de tus palabras y tus gestos perfumados;
Los pequeños origamis en mi instinto ser grandes verdades resultaron,
Cuando en los temas del amor… tu imagen valiente hacía intermitencia

Chiquititas intuiciones a quienes no quise hacerles caso


Argumentaron que tu cariño ofendido agonizaba;
Igual no quise pisar por ese puente, cuyo sensato adoquinaje
Se ha pavimentado con poemas de tu puño élfico

Y alguna que otra anécdota cantada con rimas de juglares:


Unas rimas de mi Tormes han nacido de tus mágicas sonrisas;
La brillantina de un árbol navideño jamás formó una estrofa;
Y las músicas porteñas que reinaron por tres generaciones…

El valiente viendo rodar por la escalera la agonía de su amada;


La peste asesina que un precipitado cólera sembró súbitamente
Mi dolor fue la imagen exquisita que se intercambió en un erotismo
En el cual impetuosamente me vi inmerso.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Tiempo al tiempo

Las plumas trabajaron arduamente por dos años iguales


Sembraron letras de relleno en una blanca papeleta;
A pesar de lo logrado compareció una etapa de tristeza:
Decoré todo lo hecho con la intención más caballera.

Las semillitas del amor que antaño fui plantando


No han sembrado amor en ese prado;
Y sí en cambio germinaron estériles cultivos
de vergüenza, rigidez… y pestilencia:

Día a día trasplantaba yo gruesos poemas;


En francos versos declaraba mi aprecio encarcelado;

Hasta que por fin llegó el día del juicio, mostré a Dios
el poético cultivo que mis letras habían conseguido en ese tanto:
Mas en lugar de apreciar mi intención como un tributo…
El Señor se tomó como a una ofensa los latidos de mis letras.

El Señor se avergonzó y escondió mis papelitos


Juntados a lo largo de esos dos años pavorosos.
El Señor creyó que un favor me estaba haciendo,
Al ocultar en un cajón la verborrea de mi Espíritu;

Desde aquel dolido entonces nunca más el Señor habló conmigo…


No he dejado el Padrenuestro, no perdí la fe en la Biblia
El rearme de mi alma me llevó toda una vida:
La petanca manuscrita colabora a la erosión de mis falanges.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Lo he soñado algunas veces

En ayeres soñé en darte bienvenidas amorosas si volvías


Hoy en día pido a Dios que siempre permanezcas esperando
Las cartas que he tejido con los años… y que a ti te conmovían.

Nada pudo nunca causar nuestra ruptura…


Ya que nunca fuimos nada.
Al principio creí que fuiste tú quien me llamaba:
Ni la envidia, ni otra amada
te dejó deseando el poema que no he escrito.

A veces tu nombre se ha colado en mis plegarias


Creí entonces que eras tú quien me ha llamado
Pero todo lo contrario: el llamado era mi alma
Deseando que hubiera sido verdadera la utopía.

Se apagó la luz que alumbraba el gran Museo


La obscuridad inerte aplastó genios creando
Aquella palomita que me hablaba huyó al morirse el día

Superando tolerancias del que muere nuestro Dios


Repitió más que a menudo coincidencias enfermizas.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

En dos años similares

Hoy la luna está inmensa como nunca: quizás


Mi emoción haya agigantado su perímetro redondo
De marzo a marzo y en dos largos ciclos cósmicos
Sufrió un eclipse eterno, la blanca luna taciturna

No fuiste tú la espectral única en aquel entonces aterido


Ni tampoco fuiste tú la única cópula que legisló amorosamente
Aquella infinita habitación de las sábanas rosadas y celestes
Aunque sí la única emoción que ningún cambio haya sufrido

Dios había estado oyendo las plegarias escritas con tu nombre


Y aquellas coincidencias señales fueron para mi cariño interminable
Por esos tiempos solitarios ignoré cuál procedimiento fuera el que usaría
Para que no te excomulgaran de ese curiosísimo convento

Tus palabras y las frases que ellas han formado viajaron escondidas
En demoradas alineaciones cósmicas por dos años similares;
Los desencuentros que en ese inmortal tiempo han sucedido
Fueron un lírico alimento para el diablo creativo que coexiste con mi alma…

Desde un día 24.


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Cuando estribo los escritos que te piensan

Mientras estribo en los escritos que te piensan


No puedo centrar mis manuscritas en tus irónicos supongos.
No puedo hablar tampoco de tu yerra.
Entre lo que es literatura y aquello que es platónico
Cuando estribo los escritos que te piensan
Sobre la blanca faz de aquel cuaderno anónimo.
No puedo hacer las correcciones necesarias
Que debieron tener lugar en nuestro encuentro pontificio
Ni puedo herrar tu percepción sobre la fragua de lo cierto.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Sublimando la sublimación

Sublimando la sublimación rogué


por desahogar la asfixia carroñera;
Una chispa de ti resurgió en una manera
de sus tantas apariciones sin sentido

Seca, tibia, insípida: la cabellera leónica


ya no tenía fuego; y el azul cielo trasmutó
sus moléculas hasta ser celeste apático;
El sexual fucsia de tus labios ya no estimula más

excitaciones físicas ni ensoñaciones copulares;


El refugio será tan solamente cantarle a la apatía;
O quizás viajar muy lejos cada día…
Buscando que mis células reparen su adeene.

Se acabaron las reservas de la bóveda que un día


Contenía a los más bellos pensamientos con tu nombre.
Tal vez ingresará por la ventana una ruta más benévola…
Pero ese tren ya no se espera en las tierras tormesinas.

Por medio de un refortalecimiento natural


Redescubrí las vibraciones olvidadas de la infancia;
Así el espíritu halló felicidad al no sentir heridas
Recordando amores rotos… que no olvidan.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Mientras cruzaba los aletargados Apeninos de la deshonra sentida

Como las hojas del arce que se mueren una a una en el otoño
Así fui consumiendo una por una las carillas
Del segundo cuaderno que te nombra.

En un cuaderno en blanco coleccioné el amplio vacío


Que me causó tu indiferencia y tu silencio…
Entretanto cruzaba los aletargados Apeninos de la deshonra sentida

Tampoco acepté a tiempo el amor imposeíble:


Corazonadas espurias y telepatías transparentes
Fallaron al unísono;
Me mantuvieron atado el corazón
A un mañana de hologramas

Vivir en el dolor me enseñó que no es la muerte:


En tu huída constante he visto finalmente
A la verdad susurrada por San Pedro
Allí vi que tu dulzura se deshizo
En el paladar de lo creíble
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Un tsunami de tus faltas

Me abandonó la poesía al enmudecer el cariño que una vez me profesaste


Al irte tú desgasté te quieros crónicos
pronunciados en el mutismo más inesperado
Y me abandonó la alegría adonde fuera
Como si tu huída se llevara el alma mía
arrastrándola en un tsunami de tus faltas.
El incómodo flujo de los meses sin tus sílabas
erosionaba los te amos pronunciados en mutismo.

No bastó que cruzara medio Mundo porque intuía tu existencia:


Los sucesos concatenados resultaron incapaces
para que se trenzaran nuestros nombres en aquel

apalabrado azaroso.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

El lienzo del teextraño

Cuando echo de menos tus palabras


Imagino que te quiero en un retrato;
Que acaricio tus rasgos con los trazos
Que se surcan sobre el lienzo del teextraño.
Cuando extraño tus palabras piropeantes
Es que escribo un poema con tu nombre
Versado con estrofas de tus rostros
Compuestas con diptongos de teamos.
Cuando extraño el acompañamiento de tus labios
Me pongo el salvavidas de mis letras
Así zarpo a la mar de la plegaria
Y lleno Padrenuestros con tus besos.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Cuando tengas un minuto acuérdate si puedes

Cuando tengas un minuto acuérdate si puedes


Que a pesar de las angustias y los dimes y diretes
El amor existe a veces en la vida de la gente:
Fortaleciendo nuestra creencia en lo Infinito.
Cuando tengas un minuto acuérdate si puedes
Que a pesar de las esperas y los sueños que se asfixian
En el Mundo en que se vive el amor existe a veces:
Trae inmersa la alegría de una fuente cuando viene.

Cuando tengas un minuto acuérdate si puedes


Que en un momento santo todo aquello que has vivido
Pareciera amables piezas que han formado llanamente
Caras bellas que se arman en un puzzle con propósito.
Cuando tengas un minuto acuérdate si puedes
Que en algún lugar del Mundo existe a veces
Ese nombre que tú nombras con suspiros mientras sueñas
Cuando en las soledades de esta vida sientes hueco.
Cuando tengas un minuto acuérdate si puedes
Que en este Mundo anda perdida esa Mitad
Que redondea los poemas de tu alma aniñadita
Cuando notas que solamente te hace falta su existencia.

Cuando tengas un minuto acuérdate si puedes


Que a pesar de la injusticia, indignaciones y dolencias
Existe un día milagroso en el Destino de la gente
Que renueva desde ahora nuestra fe en la Providencia.
Cuando tengas un minuto acuérdate si puedes
Que el amor se afirma un día en la vida de la gente:
Que a pesar de las promesas que se rompen dondequiera
En el Mundo anda perdida esa Mitad que a mi alma llena.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

El tango del te amo

Si en otra vida contigo tuviera yo la dicha


de hacer todas las cosas que en esta el Destino no ha querido:
Ahorraría más palabras en la hacienda de los besos
Derrochando el ambrosía de presencias.
Si en otra vida tuviera la aventura que el Hado
en estos tiempos no ha querido:
Viviría únicamente contigo tiempos buenos
y así cartografiar el Mapamundi Feliz de nuestra historia.
Si en otra vida, en algún sitio, yo viviera
La oportunidad que el señor Dios en ésta me ha negado:
Bailaría desnudo yo contigo el tango del te amo:
Un dos por cuatro de pieles erizadas.

Si en otra vida yo contigo pudiera hacer amores


Que tan solamente en sueños pude hacerte en estos días:
Te coitearía como olas increpando en los bajíos,
¡Iríate llevando hasta los Cielos en una poesía acurrucada!
Si en otra vida el Señor me concediera la fortuna
de ser el único Dalí para tus ojos:
Entonces mezclaría el elixir de tu existencia con un vaso de vino
Y haría brindis con los dioses envidiosos.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Encontré un espacio en blanco y puse mi amor en esta hoja

Vi un espacio en blanco y puse mi amor en esta hoja:


Sabiéndote que existes, ya es marzo y el almendro aún no florece.
Encontré un espacio en blanco y anoté mi amor en esta hoja:
Sabiéndote que existes el mate no se cura.
Vi un espacio en blanco para poner mi amor en esta hoja:
Sabiéndote que existes, ahora es más opaca
cualquier otra sonrisa que no fuera la tuya.

Hallé un espacio en blanco y escribí mi amor en esta hoja:


Sabiéndote que existes abrí un libro… y allí estaban tus caras.
Miré un espacio en blanco y puse mi amor en esta hoja:
Sabiéndote que existes llené miles de veces mis renglones con te extraño.
Hallé un espacio en blanco para poner mi amor en esta hoja:
Sabiéndote que existes, Santiago será por siempre mi patria en la utopía.

Y el color para los ojos con las mares se tintura.


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Permíteme vivir una espera de ti nueva

Permíteme vivir una espera de ti nueva:


Susúrrame al oído las inmundicias secretas de las camas;
Que tu flujo en baba se derroche y forme charcos
encima de los colchones enviciados.
Permíteme vivir una espera de ti nueva:
Decir que en mis te amo se aglutina
La pronunciación caliente de aquel millar de te he extrañado…
Empacharme con las pasiones que nacieron cuando empecé a fidelizarte.
Déjame saborearte con la lengua de mis prosas y poemas;
Bañarte de repente con la blancura del silencio:
Que tus deseos cabalguen por el éter y golpeen a mi cuarto:
¡INCRÚSTAME TUS PENSAMIENTOS EN LAS SIENES!
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Cuantas veces habré dicho (8 versos)

Cuantas veces habré dicho “He aquí la última vez


que la nombro en un soneto”;
Sin embargo en el próximo cuarteto
tus miradas cifran coplas por rimar.
Tu luz ha sido y es aún esa cascada
Que me atraviesa de polo a polo el alma mía:
El canto alegre de esas aguas me ha dictado todavía
Cada palabra del libro que te nombra.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

La salvajía de tu amando (12 versos)

El aliento de tu boca a mí no llega,


Ni el perfume de tus cremas a mi alma la hipnotiza;
Sí el sonido en tus palabras a mi mente aún la armoniza
Y el desnudo de tu cuerpo enloquece a mi soñar.

He pensado en el rumor de un beso tuyo,


En rallarme con tus rímel, en tus pies desabrigados;
En tu boca antojadiza, o en tu abrazo equilibrado:
Oliendo a bebé limpio, tus uñas color mora barnizadas

He pensado en ti y en la coexistencia risueña;


En tus piernas felices volando como un hada;
En la salvajía de tu amando… en las noches que te sueñan.
En tu pelo de leona que se entona en tus miradas.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

El Groncho (9 versos)

Permitíme empaparme con tu hucha,


Mostráme el gatito en carne viva;
Que me mire fijo el dódeoro con los pernos ensartados
Que te dejaré alguna moneda cuando se abra la alcancía.
Jugarémo mano a mano un pica-pica de rastreros,
Y seremo dó lechones aserrándonos las pieles
Erízame los pelos del abdomen con el crujir de la canoa…
Y el aserrín-aserrán de los resortes

Te escrutaré como los monos que se despiojan.


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Me quedé pensando en ti y llené más de una hoja con te quiero (16 versos)

Me quedé pensando en ti y llené casi dos hojas con te quiero


En las 7 letras de un te quise respondí a tus buenos días con qué tales;
La redondez de esas grafemas esbozó la perfección de tu pelo rojizo.
Me quedé pensando en ti y escribí casi dos hojas con te quiero.

En un reglón cupieron 3 te quises y las 21 letras de mi aprecio por escrito


Los dos vivimos, amor mío, un espionaje mutuo, de viajes astrales y telepatías
Vivo recibiendo tus visitas a mis sueños enloquecidos de sensualismo
Te amé en la mansedumbre de las madrugadas frescas.

Me quedé pensando en ti y llené casi dos hojas con te quiero;


¿Te he contado, vivo inmerso, en la comodidad del amarte?
La pequeña tea del amor fulguró eternamente en nuestras almas
por la vigía de nuestros pensamientos celosos.

Pensé cosas así y llené casi dos hojas con te quieros;


Follaron las ideas en los ires y venires de los pensamientos amatorios:
Te causé en el corazón la experiencia de un éxtasis sin fluidos.
Te pensé días enteros: Y llené casi dos hojas con te quieros.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Le telegrafié a tu pensamientos un No me olvides y un Te extraño

Rodeé a tu carita con te quieros,


Le telegrafié a tu pensamiento
Un No me faltes
Y un Te extraño

Circundé a tu cuerpo con una millarada de crepúsculos


Después bebí tu piel…
y eructé te quieros crónicos
Te supe pesando en cosas nuestras
y en mi corazón se estableció un arder infinito

Ceñí a tu cara con una millarada de te quieros


Y en mi corazón se abrió la puerta a un oasis perene
Con la ilusión de que algún día los vieras
Contorneé a tu carita con te quieros

Me desvestí de mil catáfilas


Y escribí alrededor de tus caritas mil te quieros
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Esta noche, al dar las 12, van a cumplirse cuatro años que te quiero (8 versos)

2 de la tarde

Esta noche, al dar las 12, van a cumplirse cuatro años que te quiero.
Viniste y te llevaste al amor corrompido que me aturdió con falsedades.
Ejemplificaste con tus gestos cómo era la expresión
de mi ensoñada.
Esta noche, al dar las 12, ya van a hacer cuatro años que te quiero.
En este tiempo aprendí que no importa si tal o cual tiene pareja:
Porque al final se deshacen los amores que jamás debieron haber sido.
Y te amé con los esmeros que he obrado por tenerte.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Nomenclatura (9 versos)

Los muslitos que se rozan en tu andar chuequito


Tus manitos aniñadas pueden ser lo que
los miau de los felinos operados en su infancia gatuna
pa que al crecer no tengan cría
(que jamás han madurado).
El solerito anaranjado
insinuando tu desnudo;
Los pechitos rústicos después de la lactancia
que hacen rimas naturales con la coloración de tu forma.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

De un bisiestro a otro (11 versos)

¡Pide un deseo con mi nombre!


Que fui tuyo de un bisiesto a otro
Ojalá en los versos que refieres
Se escondiera un te quiero, un te he extrañado…
Un me haces falta.
Me di cuenta que fui tuyo de un bisiesto a otro,
Cuando de golpe te celaba en cada elogio
Que otro hubo pronunciado.
Fui tuyo de un bisiesto a otro,
Y me exasperé cada minuto que no tuve tus caricias.
No bailé ni dije yupi ni siquiera en ditirambo.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Este es todo el amor que puedo darte en un soneto (20 versos)

Te amo del mismo modo en el que quiero que me ames,


Que tu amor no escatime en benevolencias ni piedades;
Te amo del mismo modo en el que quiero que me ames,
Vivamos nuestro amor amándonos sin misericordia.

Te amo del mismo modo en el que quiero que me ames,


Con la opulenta morbosidad sexópata del hoy y del mañana;
Te amo del mismo modo en el que quiero que me ames,
Con el pensamiento leal a todo lo que es tuyo.

Te amo del mismo modo en el que quiero que me ames,


Con los roces en madrugada y las masturbaciones mutuas;
Te amo del mismo modo en el que quiero que me ames,
Con el pensamiento devoto a tus frases y con mi musculatura.

Te amo del mismo modo en el que quiero que me ames,


Que nuestras manos reconozcan la voluntad de uno y del otro;
Te amo del mismo modo en el que quiero que me ames,
¡Vivamos en el viceversa de los erógenos arrumacos nocturnos!

Te amo del mismo modo en el que quiero que me ames,


En las soledades de la casa recordé los versos que te nombran;
Te amo del mismo modo en el que quiero que me ames,
“Escritos de la tinta ensangrentada con mi cariño bárbaro”.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Cuando centro mis ideas en amarte (14 versos)

Cuando me centro en amarte, Dios berrea


las frases y palabras que tengo que decirte:
Escucho atentamente aquellas magias estudiadas
Por la intelección de diferentes querubines,
Entonces soy idólatra de las moléculas que forman
el color sexual de tu cercanía.
Cuando pienso en amarte, Dios berrea coincidencias
Que recitan doctos versos de un poema ardoroso
en donde tus secretos hacen ripias.
Cuando centro mis ideas en amarte soy idólatra
de una playa rosa cuyas arenas son sitiadas
Por un desembarco de caracolas en sinnúmero:
En cada una de aquellas conchas pensativas
Se silabea la oda versada con tu itinerario amatorio.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Un trencito de te amos (9 versos)

Mis renglones fueron vías para un trencito de teamos:


6 vagones de te amo pasaron por todos los renglones
Que formaron un planeta en mi cuartilla;
Sonó el claxon de las malevolencias inocentes que
Articulaba nuestro orgullo al pasar por las primeras
estaciones del enamoramiento salvavidas.
Mis renglones han sido los caminos ferroviarios
Para que atravesaran esas rutas 6 vagones
que formaban un trencito de te amos.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Puedo pasar una vida entera viviendo con tu ausencia

Te descubrí en la escritura de mi desgarro


En la negación de tus pensamientos conseguí
vivir un poco.
Después tuve
impedida tu presencia en el auto-veto;
Vivir sin ti es vivir partido.

Tu silencio, antaño,
Fue la trituración del alma mía
Hoy en cambio son los cándidos respiros
que se toma Dios al dar remiendo a
la maltratación que me ioniza.

Si tú no existes, muero.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Pensar en ti es el Paraíso y el Infierno al fin y al cabo:

Pensar en ti es el Paraíso y el Infierno al fin y al cabo:


Es una constelación de numerologías familiares
que persiguen a mis pasos por las calles
De esta tormesinidad pomposa.

Pensar en ti es el Paraíso y el Infierno al fin y al cabo:


Cuando pienso en tus colores se explaya encima mío
una mar de terminologías castellanas…
Y me tragan vivo aquellas cifras.

Amarte a ti es el Paraíso y el Infierno al fin y al cabo:


Quererte tanto me aprisionó en una crisálida
que no tiene escapatoria, ni son capaces de entrar otros amores.
Y un buen día, resquebrajando aquella seda,
resucité al abrir las alas… quizás un poco mejorado.

Quererte a ti es el Cielo y el Infierno al fin y al cabo:


Por mi cuerpo se expandieron las raíces del pensamiento que te ama;
Y en una primavera me germinó un aura de jazmines.

Pensar en ti es el Paraíso y el Infierno al fin y al cabo:


El recuerdo de una mera sílaba que entonas es
mitosis en mi alma:
En aquella dualidad una parte de mi sangre se rearma
Y la otra levita en purgatorios.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Preparé un lugar para ti en el alma mía (17 versos)

Cuando llegaste tú a mi vida


Dejé partir mis odios en la balsa de Caronte
Para poder tener así un espacio en mi alma triste
donde empotrar un retrato de tus caras infinitas.
Cuando llegaste tú a mi vida
Me lavé las lágrimas lloradas en el Lete
Y te preparé un espacio virgen en mi Espíritu
donde sembré el lúbrico cultivo
de tus miradas color turquesa.
Dejé partir otros amores y guardé mi corazón íntegramente
Para esperar a través de la infinitud de los años
Un beso tuyo dado con las pasiones del orgasmo causal.
Cuando llegaste tú a mi vida
Cerré todo lo leído para que colmaras así mi intelección
Tan solo de lecturas leídas con tus voces.

Para que únicamente se berreen el nombre tuyo y mío


Fue que fui desglosando cada poemario escrito con mi sangre
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Una luz, cuando se piensan dos que aman (12 versos)

Apurando el madrugar, tu pensamiento;


En el nudismo del íntimo deseo hemos fornicado mil amores:
La lealtad a tu busto erradicó el falso amor que desunió lo Verdadero.
¡Una luz, cuando se piensan dos que aman!

El día despuntó con el amor a tu pensamiento infinito,


transmitido desde ti con frondosas susurraciones mnémicas;
Te seguí amando en la elocuencia ecuánime de los minutos,
En la conciencia arde una llama ilógica
que encendió la mutua nostalgia de amarnos.
A tu clarividencia superlativa
Rendirá una olímpica honra de letras
tu Poeta Celeste.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

TUS CARICIAS (13 versos)

Tus caricias son mis brazos que se alumbran


Por una constelación ayapleana instituida por tus dedos.
Es la estela de tus tactos que se corre
por las mareas lujuriosas de mi dermis.
Tus caricias son el sol y la brisa humectante del ocaso
Que se impregnan en tu espalda y te recorren las junturas
de las vértebras.
Tus caricias son tu pelo
perfumándose con los aires del oleaje que
embiste a los corales.
Tus caricias son un toque tuyo al alma mía:
Verte en una playa rosada como Dios te trajo al Mundo
Enfrentando tus pechos a los vientos.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Puede un te quiero flotar en los renglones (11 versos)

Puede un te quiero flotar en los renglones de estas hojas


O empalmar de mil maneras diferentes las seis letritas de tu nombre:
Hacer así más grande el amor que te idolatra.
Puedo escribir que me haces falta
con tres aes plenamente redonditas,
Apuntalar en el te quiero unos diptongos sensibleros
Para que así te toque el alma tuya su sonancia figurada.

Puede algún te amo por escrito prender al fin la mecha


de tus instintos erógenos.
Puedo copular tu corazón con un te adoro por escrito:
Humectar tus labios rosas,
Tensar tus pechos caros con un te extraño a manuscrita.
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

En un atardecer como el de hoy

En un atardecer como el de hoy


me acostumbré al romántico oficio de pensarte:
No pude terminar de deshojar la margarita que al tumb-tumb
me advertiría de la nada que fui amando;
“La peligrosidad de una apuesta que no tuvo contraparte”.

En un atardecer como el de hoy sufrí la encarnación


a la efervescencia de tu acento…
Y así se ancló mi barca en la mar por tu dulzura.
En atardeceres como este domestiqué a mis ilusiones
con el noble fin de que ellas solas pastaran en los campos
del “¿Qué estarás haciendo ahora?”;
La gritería de unos niños entró por la ventana
y partió mis soledades en pedazos como una porcelana que se cae.
En un atardecer así sin querer te fui queriendo
en el pequeño prado interno del amor incauto:
Amando la mole de tu presencia ausente
¡He visto tanto sol durmiéndose al oeste!
Las tintas intensivas consumieron cuadernos blancos de esta forma.
En un atardecer así me encariñé
con la inocente melodía de los mares:
Aquel tango te nombró tácitamente
en cada verso de la estrofa.

En un atardecer como el hoy me encariñé con el vacío de tu ausencia:


Despotriqué alguna que otra vez detractando
aquel abismo que con la llovizna de tus noches

Se ha llenado gota a gota.

En un atardecer así recopilé en un ramo de rosas


las flores que he criado en estos dos veranos:
Aprovechando la sequía he hecho mares de agua dulce;
Y aprendiendo del te extraño fundé universidades.

En un atardecer como el de hoy me conmovió


el rosa de las nubes que vi en un horizonte de infrarrojos:
Desde ti aprendí la oportunidad de la plegaria…
Y promulgué la fe a todo el que pude.

En un atardecer como el de hoy apagué la Roma ardiendo

Con un río de letras.


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Un año sin Sant Jordi

La existencia que no te tuvo a ti fue un Universo


por donde no anduvieron las hadas ni los duendes.
En la desazonada vida que no te tuvo a ti
cada día ha anochecido más de golpe.

Vivir sin tu existencia ha sido una mansión en cuyas piezas


los niños jamás han dejado un garabato.
La existencia que no te tuvo a ti fue un Blancanieves
que no tiene bosques verdes: un Cenicienta sin zapato.

Es la llama en la farola que flamea agonizando... alumbrando


todo a menos.

Vivir sin tu existencia fue rezar plegarias a sabiendas


de que Dios nos oye en otro idioma:
Luengos vados que no tendrán sembrado almendros.
Celebérrimas novelas de las que no se ha conseguido
testimonio cursivo de un apunte:
En la existencia que no te tiene a ti
la primavera duró un poquito menos.

La existencia sin ti es un jardín con limonero ausente.

Vivir sin ti ha sido una semana sin los viernes;


Una vida entera sin barquitos de la infancia.
Es una adolescencia que no esconde en ningún lado el primer beso.
Vivir sin tu alegría fue una escuela en donde no se oyen travesuras ni jolgorios,
Un pupitre de madera que no tiene corazones grafiteados
sobre el ébano.

La existencia que no te tuvo a ti es un jardín de rosas sin el rojo;


Un Espíritu sin Cielo, un espacio en el Edén sin plantar flores.
Vivir sin tu existencia fue una Biblia que no tiene Adán ni Eva:

Un año sin Sant Jordi.


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Hasta pronto Fillete


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Bonus Track
DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Después de tu regreso

Después de tu regreso
febrero tuvo otra vez todos sus días
Los Dioses celebraron tu regreso con
un sinnúmero de pétalos desprendidos
de la almendrada

Después de tu regreso
irrumpió en mi cuerpo el alma huída.
Y un aura verde… otra vez me contorneó
la forma.

Después de tu regreso
el frescor del río volvió al Tormes.
Los niñitos revoltosos se tiraron en la
nieve cuajada.
Y Salamanca recibió
al golondrinaje en primavera.

Después de tu regreso
Volvieron los perros vagabundos
que en las calles conmigo conversaban:
Germinaron girasoles para
acompañar las carreteras;
En los jardines otra vez se respiraba
el oloroso perfume de gardenias

Y una resurrección me desligó del calvario.


DAMIÁN NICOLÁS LÓPEZ DALLARA

Un recreo en tus ojos

En el claustro de las vicisitudes se oyó la campanada


para peregrinar por el alivio de tus ojos:
Un recreo viví en aquellos días de la cuita
Alivio que perduraba correteando por
la laguna turquesa de aquella miel volátil.

5 minutos duró el recreo que me devolvió a la alegría cabal;


En el goloseo de tu Espíritu reviví la pureza de la infancia inabordable,
Y en tus dedos de hada suave olí el perfume del albedrío.
Por un minuto volvió el erotismo resucitado en el recreo de tus ojos… Después
volví a la carga, increpado por la vileza de mis molinos. Y te escribí un verso

de pie quebrado.

dnld, 22 de junio de 2015

Escrito originalmente el 22 de mayo de 2015

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