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LIDERAZGO

La gestión de la actitud

En un entorno tan competitivo como el actual, en el que hay muy pocas diferencias entre los proveedores,
nuestra presencia será imprescindible en la medida en que aportamos valor. Cuando dejemos de aportar va-
lor, es decir, cuando el hecho de que estemos o no en ese puesto no influya en los resultados finales, enton-
ces correremos peligro. La actitud de las personas que trabajan en una empresa es su principal activo, ya que
la empresa vive de las ganas de aportar, de crecer, de mejorar y de luchar de sus personas.

VICTOR KÜPPERS, Profesor de la Universidad Internacional de Cataluña y Socio de Motio.

1. LA IMPORTANCIA profesional ideal son factores actitudinales.


DE LOS FACTORES El resultado es invariablemente el mismo in-
ACTITUDINALES dependientemente del tipo de profesional
en el que haya pensado: un vendedor, un je-
¡Le propongo un reto! Haga una lista de las fe de marketing, un administrativo, un con-
20 características que debería tener para us- ductor, un camarero, …
ted el profesional ideal. No se preocupes si
después existe esta persona o si le pedirá un Desde un punto de vista profesional, todos
sueldo enorme. Piense sólo que característi- nosotros nos encontramos en un punto de
cas debería tener. Después de escribir las 20, la cadena entre la empresa y los clientes. En
marque aquéllas que hacen referencia a la un entorno tan competitivo como el actual,
actitud y tache las que tengan que ver con en el que hay muy pocas diferencias entre
conocimientos, experiencia, idiomas, etc. Sin los proveedores, nuestra presencia será im-
poder ver su resultado, estoy casi seguro que prescindible en la medida en que aportamos
la gran mayoría de las características de “su” valor. Cuando dejemos de aportar valor, es
decir, cuando el hecho de que estemos o no
en ese puesto no influya en los resultados fi-
FICHA TÉCNICA
nales, entonces correremos peligro. La acti-
tud de las personas que trabajan en una em-
Autor: KÜPPERS, Victor. presa es su principal activo, ya que la empresa
vive de las ganas de aportar, de crecer, de
Título: La gestión de la actitud.
mejorar y de luchar de sus personas.
Fuente: Capital Humano, nº 184, pág. 90. Enero, 2005.
Nuestro valor como personas y profesiona-
Resumen: Las personas se pueden clasificar, entre otras, en dos categorías: las que saben y las
que no saben, y las que quieren y las que no quieren. No hay que conformarse con las que sa- les viene determinado por la siguiente fór-
ben, hay que buscar también las que quieren, que son las que tienen las actitudes adecuadas. mula: (Conocimientos + Habilidades) x Acti-
La gran diferencia entre dos personas está en su actitud, en sus ganas de movilizar sus mejo- tud. La actitud es el factor que diferencia a
res esfuerzos y capacidades, para así, relativizar sus ataduras genéticas. Para ello cuenta con dos personas. Los conocimientos y las habi-
cuatro herramientas: la automotivación, la proactividad, la cestión de las emociones y la comu-
lidades son importantes, muy importantes
nicación interpersonal.
para algunas tareas, pero casi nunca sufi-
Descriptores: Actitudes / Desarrollo. cientes. Además, los conocimientos, si no se
tienen, se pueden adquirir, todo el mundo
es capaz de aprender. Las habilidades vienen

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de la experiencia. Con tiempo, todo el mun- plir sus obligaciones, ni más ni menos, a des-
do adquiere habilidades en un nivel más o empeñar sus funciones de manera que no
menos razonable. Las actitudes son la gran pueda dar motivos para ser despedido. Su
diferencia y cuestan más de desarrollar. esfuerzo se adapta a la remuneración que
reciben. Los buenos profesionales son aque-
Las personas se pueden clasificar, entre otras, llos que hacen más de lo que se espera de
en dos categorías: las que saben y las que ellos, tienen buenas intenciones y un orgu-
no saben, pero eso no es lo más relevante. llo profesional que les impide quedarse en
Si no saben, hay que ayudarles para que la mediocridad. Sin embargo, los profesio-
aprendan. La importante es otra clasifica- nales excelentes, aquellos que destacan, son
ción: hay personas que quieren y personas los que tienen una magnífica actitud, sien-
que no quieren. No hay que conformarse ten la empresa como propia, son responsa-
con las que saben, hay que buscar también bles, proactivos, entusiastas, positivos,
las que quieren, que son las que tienen las …Transmiten este entusiasmo y esta ener-
actitudes adecuadas. La gran diferencia en- gía! ¿Qué les diferencia de las otras perso-
tre dos personas está en su actitud, en sus nas?, ¿por qué tienen esta actitud tan posi-
ganas de movilizar sus mejores esfuerzos y tiva?
capacidades.

Normalmente, las empresas están muy pre- CUADRO 1 > EL ROI DEL EMPLEADO
ocupadas en mejorar los conocimientos de
sus equipos, mejorar sus habilidades profe- ROI empleado = (Conocimientos + Habilidades) 8 Actitud
sionales, sus idiomas, etc., pero se pierde de
vista en ocasiones que tiene también una ™ La actitud es el factor diferencial
gran importancia saber gestionar adecua- ™ Los conocimientos y las habilidades son importantes, pero nunca suficientes
damente las actitudes de las personas. Los ™ El Coeficiente Emocional (EQ) es más importante que el Coeficiente Intelectual (IQ)
profesionales mediocres se dedican a cum- FUENTE > Motio, 2004.

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2. EL ORIGEN DE LAS ACTITUDES genéticas con las que nacemos configuran
nuestro temperamento. No lo podemos cam-
Si la actitud es tan importante, resulta ne- biar, pero lo podemos gestionar y modelar.
cesario preguntarse si nacemos con una ac- Los que hemos nacido nerviosos, con ese im-
titud determinada o si la vamos desarrollan- pulso interior, no podremos evitarlo, pero
do a lo largo de los años, es decir, si no eso no significa que tengamos que ser his-
podemos hacer nada para cambiarla o por téricos e impulsivos. Podemos controlarnos.
el contrario podemos trabajar para gestio- Nuestras cualidades genéticas, junto a nues-
nar mejor nuestra actitud. Steven Pinker, un tros hábitos, configuran nuestro carácter.
prestigioso neurocientífico del MIT, sostiene Los hábitos sí pueden cambiarse, con mu-
en su libro “The Blank Slate” que al nacer cho esfuerzo y tiempo. Si a nuestro carácter
arrastramos una carga genética que condi- le sumamos nuestros principios y valores ten-
cionará de forma muy importante nuestros dremos nuestra personalidad. Es indudable
comportamientos, capacidades y motivacio- que podemos cambiar nuestros principios y
nes. En ningún caso este condicionamiento valores. Cada uno de nosotros valora cosas
supone el 100%. Los expertos dicen que, co- diferentes y, en cada etapa de nuestra vida,
mo máximo, esta variable genética puede estos valores pueden ir cambiando. Lo que
explicar el 30% de nuestro comportamien- valoramos a los 20 años no es lo mismo que
to. El resto, depende de nosotros y de nues- lo que valoramos a los 50, cuando tienes hi-
tro esfuerzo. No partimos con una tabla ra- jos cambian tus valores, las circunstancias de
sa; cuando nacemos ya tenemos grabadas la vida también nos hacen valorar cosas di-
algunas capacidades, pero el libro de nues- ferentes en cada momento, algunos acon-
tra vida está por escribir, y con nuestra li- tecimientos nos marcan y nos hacen replan-
bertad, esfuerzo y circunstancias, somos nos- tearnos las cosas, etc. Así pues, excepto
otros los que rellenamos página a página. nuestro temperamento, podemos cambiar
Con voluntad podemos aflojar nuestras ata- el resto de variables que configuran nuestra
duras genéticas. persona, nuestros comportamientos y nues-
En palabras del Dr. Rojas Marcos, “los fac- tras actitudes.
tores genéticos no controlan más del 30% Si queremos gestionar adecuadamente nues-
de lo que somos y nuestra verdadera he- tras actitudes tenemos dos posibilidades. La
rencia es la propia capacidad para hacer de primera es ir a una librería grande, buscar la
nosotros mismos, no los esclavos de un des- sección de autoayuda y comprar cualquier
tino labrado en nuestro ADN, sino sus for- libro de esos de “sonría y sea feliz”, “con-
jadores”. viértase en millonario en 24 hora”, etc. La
Nuestro comportamiento viene determina- segunda opción es la de actuar sobre la
do por tres factores: nuestras cualidades ge- raíz de sus actitudes, sobre la verdadera cau-
néticas, los hábitos que hemos adquirido y sa, pero es una alternativa más complicada,
nuestros principios y valores. Las cualidades requiere más tiempo y supone un trabajo
mayor.

El origen de nuestras actitudes está en nues-


CUADRO 2 > EL ORIGEN DEL COMPORTAMIENTO tros pensamientos y nuestros sentimientos,
que se alimentan mutuamente. Estos ha-
cen que interpretemos las situaciones de
PENSAMIENTOS SENTIMIENTOS una manera positiva o negativa. Nuestras
percepciones de la realidad y nuestras ex-
pectativas vienen determinadas por lo que
pensamos y sentimos. Finalmente, es esta
PERCEPCIONES EXPECTATIVAS
interpretación la que determina la actitud
que tenemos y que determina nuestro com-
portamiento.
ACTITUDES
¿Tiene miedo a los aviones?, ¿y cuando hay
COMPORTAMIENTO turbulencias? Imagine una persona que sien-
ta pánico a volar en un momento de turbu-
FUENTE > Motio, 2004. lencias. Va sola, tomando referencias de to-

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do lo que ve para evaluar la situación; “algo trabajar mejor en equipo, y de paso, para
debe estar pasando porque estos ruidos no ser más feliz y disfrutar más de la vida.
son normales, esta turbulencia dura dema-
siado, he visto que una azafata ha hecho un ¿Cómo gestionar adecuadamente la actitud?
gesto con la cara a su compañera, seguro Las claves para gestionar adecuadamente
que es un código interno que indica que pa- nuestra actitud son cuatro: automotivación,
sa algo – en realidad no ocurre nada, pero proactividad, cestión de las emociones y co-
eso no importa – si el piloto no nos dice na- municación interpersonal.
da será porque algo ocurre, además, veo que
las azafatas recogen las bebidas a un ritmo
3. AUTOMOTIVACIÓN
más rápido del habitual, claro, porque pasa
algo, ...”. Esta persona se encuentra angus- La automotivación es la motivación interna
tiada en un avión que se está cayendo. Su que tenemos cada uno de nosotros. Aque-
pensamiento alimenta sus sentimientos, y lla que viene de nuestro interior, de nosotros
por eso está sufriendo. En el asiento de al la- mismos, no de las circunstancias o de otras
do, hay otra persona que duerme tranquila- personas. Nuestra automotivación depende
mente. Ha abierto los ojos un momento de nuestra autoestima, de la valoración que
cuando han empezado las turbulencias y se tenemos de nosotros mismos como perso-
ha relajado de nuevo. ¿De dónde procede la nas, de “cuánto nos queremos”. La autoes-
actitud de ambos? De lo que están pensan- tima es el motor de las personas. Una per-
do. Toda la actitud positiva que trate de des- sona con la autoestima alta es un cañón, su
arrollar la primera persona no le servirá de rendimiento es brutal y es, sobre todo, muy
mucho si piensa que el avión se va a caer. La
feliz. Cuando una persona tiene la autoesti-
actitud es el efecto, y el pensamiento es la
ma baja, es una desgracia, es como un co-
causa. Si esta persona no cambia lo que pien-
che que va con el freno de mano puesto. Su
sa, no dejará de sufrir.
rendimiento es mucho menor y, por su-
Los pensamientos alimentan los senti- puesto, no es nada feliz.
mientos en un círculo que es difícil romper.
La autoestima es una cuestión de escala. No
Por eso se dice que, si tenemos tiempo pa-
se trata de tenerla o no tenerla. Todos esta-
ra pensar, hacemos una montaña de un
mos en un punto de la escala que va desde
grano de arena . Y lo menos importante es
muy alta hasta muy baja. La persona de gran-
saber si se trata de una montaña o de un
des rendimientos tiende a funcionar la ma-
grano de arena. Lo verdaderamente im-
yor parte del tiempo en la parte alta de la es-
portante es que si estas convencido de que
cala; la mayor parte del tiempo siente un muy
es un grano de arena, actuarás en conse-
real, sincero y positivo sentido de su propio
cuencia, igual que te comportarás de una
forma determinada si consideras que es valor e importancia personal. La persona que
una montaña. La actitud es el efecto y el se encuentra en la parte baja de la escala es-
pensamiento la causa. La cara es el espejo tá convencida de que carece de valor, se sien-
del alma. te insignificante y cree que no le agrada a
nadie.. Está insegura de sus capacidades, de-
¿De verdad es necesario que trabajemos pa- seosa de no salir de su zona cómoda, de ha-
ra gestionar mejor nuestras actitudes?, ¿por cer cosas fáciles y que domina. Está con-
qué? Puede haber infinidad de motivos: ser vencida de que no tiene muchas posibilidades
más positivo en el trabajo, superar las difi- de hacer cosas grandes, se siente incómoda
cultades, mejorar las relaciones con los co- cuando la felicitan y siente poco control so-
legas, jefes, subordinados y clientes, ser pro- bre su futuro. Por desgracia, en este mundo
activo, afrontar los retos profesionales, hay muchas personas que viven con esta ima-
gen propia, que sincera y profundamente
creen esto sobre ellas mismas, y esto les fre-
CUADRO 3 > LA AUTOESTIMA na en su desempeño profesional y personal.

La autoestima tiene dos componentes: la


AUTOESTIMA = AUTOIMAGEN - AUTOIDEAL autoimagen y el autoideal. La autoimagen
es cómo se ve a usted mismo, la imagen que
FUENTE > Motio, 2004. tiene de usted mismo, mientras que el

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autoideal hace referencia a cómo le gusta- biera querido ser comercial no hubiera es-
ría ser, cuál es su ideal. En la medida en que tudiado”, cuando en realidad, las empresas
su autoimagen, cómo se ve, se acerca a su punteras exigen vendedores con carrera uni-
autoideal, su autoestima será alta. Al con- versitaria y, en muchos casos, que hayan es-
trario, si su autoimagen está lejos de su au- tudiado un master. Hay muchas mentalida-
toideal, si se ve lejos de lo que le gustaría des del tipo “mi hijo es ingeniero, ¿y el
ser, su autoestima será baja. Cuando se ve tuyo?”, “el mío, pobre, es comercial”.
a si mismo como la persona que le gustaría
Nadie vive en una burbuja. Todos estamos
ser y con la vida que le gustaría tener, su au-
en una sociedad que nos transmite mensa-
toestima es alta. Por el contrario, cuando
jes e ideales. Unas personas se dejan influir
cree que no es el tipo de persona que le gus-
mas y otras menos. Yo no apuesto por ir con-
taría ser o no tiene la vida que le gustaría te-
tra la sociedad, coger una tienda de campa-
ner, entonces su autoestima es baja.
ña, un cartel de “no a la guerra”, otro de
Si quiere controlar su autoestima, que de- “0,7%” y plantarnos en un parque. No. Lo
penda de usted que sea más o menos alta, que propongo es que no se deje arrastrar
tiene que empezar por controlar la tu autoi- por la sociedad o el entorno. Que usted de-
deal. Pero piénselo un momento; ¿realmen- cidas cuál es su ideal, que puede estar per-
te controla su autoideal? Tener claro tu au- fectamente dentro de los marcos de nues-
toideal significa tener objetivos claros de lo tra sociedad, y definir el autoideal es tener
que quieres en tu vida. Cuando se tienen ob- claros los objetivos tanto personales como
jetivos, entonces realmente es que hemos fi- profesionales.
jado nuestro autoideal. Cuando no se tie-
La motivación de un vendedor puede venir
nen, cuando no se ha pensado en serio qué
de sus ventas (entonces estará motivado só-
significa una vida ideal para uno mismo,
lo cuando venda) o del sentimiento que ten-
cuando no se tiene claro lo que se quiere, ga de que está mejorando profesionalmen-
entonces nuestro autoideal está muy influi- te, de que se acerca a su ideal de vendedor
do por el entorno y la sociedad. La mayor y de que lucha por mejorar cada día (enton-
parte de las personas no controla su autoi- ces la motivación vendrá del respeto que sen-
deal, simplemente porque no se ha parado tirá por si mismo y de la satisfacción de pro-
a pensar, en serio, cuál es su autoideal. Y es gresar). Además, en este segundo caso es
entonces cuando nos vemos influidos por mucho más probable que las ventas también
nuestro entorno. sean positivas.
Yo doy clases de Dirección Comercial en una El éxito interno precede al externo. De cara
fantástica Universidad. Cada año, el primer al exterior todos podemos dar una imagen
día de clase, hago la misma pregunta a mis de éxito, de triunfadores y de estar fantásti-
alumnos: ¿cuántos de vosotros queréis ser camente bien. El problema es cuando nos
comerciales? Intente adivinar cuantas ma- encontramos solos, entonces sabemos ver-
nos se levantan. En clase hay aproximada- daderamente si estamos tan bien o vamos
mente 50 alumnos cada año. ¿Cuántas ma- por la vida actuando y fingiendo. Podemos
nos se levantan?, ¿veinte?, ¿diez?, ¿cinco?, tener una referencia “interna” o “externa”.
¡cero!, ¡ninguna!, ¡nadie quiere ser comer- Si es externa, querrá decir que nuestra refe-
cial!, ¡ni uno! Luego les pregunto, ¿a quién rencia son los objetos, las circunstancias, las
le gustaría trabajar como ejecutivo viajando demás personas, etc. Estaremos buscando
a Londres, París, Nueva York, ...?, ¿cuántas siempre la aprobación de los demás. Nues-
manos crees que se levantan ahora?, efecti- tro pensamiento y nuestra conducta siem-
vamente, todas! ¿Por qué ocurre esto? Son pre estarán esperando una reacción. Se ba-
personas jóvenes, de 20 ó 21 años, que no sa, por tanto, en el miedo al rechazo. Con
saben qué quiere decir trabajar como co- una referencia externa, asimismo, sentimos
mercial o como ejecutivo que viaja porque una necesidad intensa de controlar las co-
nunca lo han hecho. Pero eso no importa. sas, de tener poder, de recibir la aprobación
La televisión y las películas ya les han con- de los demás, etc. Todas ellas son necesida-
vencido que ser comercial no es sinónimo de des basadas en el miedo. Con la referencia
éxito y sí lo es ser ejecutivo agresivo. La idea externa, nuestro punto interno de referen-
es que “yo he estudiado una carrera, si hu- cia es nuestro ego. Pero el ego no es quie-

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nes somos, sino nuestra máscara social, el que mis padres”, “es que no estudié”, “es
papel que estamos representando. Vive de que estudié mucho”, “es que soy muy jo-
la aprobación de los demás. Con la referen- ven”, “es que mi familia”, “es que la ciu-
cia externa, nuestra satisfacción es falsa. Só- dad donde vivo”, “es que mis jefes”, “es
lo dura mientras esté presente el objeto, la que la empresa donde trabajo”, “es que
circunstancia o la persona de referencia. Si mis compañeros”, “es que no tengo me-
uno ostenta un título, o si tiene mucho di- dios”, etc.
nero, o un buen trabajo, su alegría durará
mientras duren esas cosas. Nos sentimos muy cómodos en el Valle de
las Excusas, siempre encontramos un culpa-
ble que justifica lo que no hemos hecho. Nos
4. RESPONSABILIDAD ha logrado dejar de fumar cuando lo ha in-
tentado, pero ¿de quién es la culpa?, ¿mía?,
¿Qué quiere decir ser responsable? Tener ¡ni hablar!, seguramente no ha dejado de
la habilidad para responder adecuadamen- fumar, porque “está pasando por un mal
te en cada situación. Para hacer lo que se momento en el trabajo”, “porque los que lo
tiene que hacer, lo que es correcto y ade- consiguen no tienen un trabajo tan compli-
cuado hacer. cado y estresante como el suyo”, etc. Así se
queda tranquilo, pero la realidad es que no
Lo verdaderamente crítico cuando hablamos
ha dejado de fumar.
de ser responsables es darse cuenta de que
nosotros podemos controlar mucho más so- En la vida hay muchas cosas que nosotros
bre nuestra vida de lo que realmente cree- podemos controlar, ¡muchas!, pero hay
mos, de hacer muchas más cosas de las que otras que no podemos controlar, induda-
hacemos para controlarla. blemente, y pueden ser muchas para al-
gunas personas. Usted no puedes contro-
Hay un concepto genial que explica Brian lar si hoy llueve, si su jefe ha venido de mal
Tracy llamado el Valle de las Excusas. Desde humor, si alguien se pone enfermo, si de-
pequeños, estamos acostumbrados a que ciden cambiarle de funciones en el traba-
“otros” nos saquen las castañas del fuego. jo, etc. Pero sí puede controlar sus reac-
Primero son nuestros padres y después los ciones y su estado de ánimo ante estas
profesores. Más adelante pueden ser los je- circunstancias. Yo trabajo mucho con ven-
fes, los compañeros de trabajo, los amigos, dedores y también he vendido. Es más fá-
el cónyuge, etc. Hay momentos en nuestra cil quejarse de las cosas que no se puede
vida que tenemos que dar un salto, un pa- controlar –“los precios son elevados”, “hay
so importante, aceptar la responsabilidad, poca publicidad”, “no hay apoyo promo-
pero nos da un poco de miedo. Por eso, en cional”, “la competencia tiene mejores ofer-
lugar de dar el salto que hace falta, damos tas”, “mi jefe no se entera”, etc.–, que cen-
un salto más corto (en vez de dejar de fumar trarse en las que sí se puede controlar –la
de golpe, lo hacemos poco a poco, una se- forma de vestir, los conocimientos de los
mana 10 pitillos, la siguiente, 8, después 5, productos y los de la competencia, la
etc.). argumentación de las objeciones más fre-
cuentes, devolver las llamadas, ser puntual,
Lo que ocurre entonces es que caemos, no
etc.–.
llegamos “al otro lado”. Caemos en el lla-
mado Valle de las Excusas, dónde la culpa La persona que es responsable, que es pro-
de lo que nos ocurre es siempre de otros o activa, es aquélla que se centra en las cosas
de las circunstancias y nunca nuestra; “es que puede controlar y no en las que no pue-
de controlar. No hay que negar las que no

El libro de nuestra vida está por escribir, y con nuestra


se pueden controlar, claro que existen y pue-
den ser muy importantes, pero no hay que
libertad, esfuerzo y circunstancias, somos nosotros centrarse en ellas porque si no, no se avan-

los que rellenamos página a página.


za, simplemente porque no se pude influir
en ellas. Hay que saber vivir con las no con-

Con voluntad podemos aflojar nuestras ataduras genéticas


trolables y volcarse en las cosas que sí se pue-
den controlar. Esa es la única forma de avan-
zar. Las personas reactivas reaccionan a los

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GRÁFICO 1 > EL VALLE DE LAS EXCUSAS go del control de nuestras acciones (causas).
Lo que configura nuestras vidas no es lo que
hacemos de vez en cuando, sino lo que ha-
cemos de forma constante. La proactividad
significa poner las causas que provoquen los
efectos que deseamos. El que busca efectos
sin esforzarse por establecer sus causas, es
un irresponsable. Eliges la causa, no el efec-
to, la acción, no la consecuencia. Esta llega
sola si activas la causa.

La proactividad significa tomar la iniciativa,


ser conscientes de que, como seres huma-
nos, somos responsables de las decisiones
que tomamos. Las personas reactivas se ven
influidas constantemente por su entorno. Si
las cosas van bien, estarán contentas. Si van
mal, deprimidas. Si les tratan bien, estarán
VALLE DE LAS EXCUSAS
contentas. Si les tratan mal, no lo estarán.
Las personas reactivas construyen sus vidas
FUENTE > Motio, 2004. emocionales según el comportamiento de
los demás y de las circunstancias.

Las personas preactivas entienden que en


acontecimientos y a las circunstancias y se la vida no hay fracasos. Sólo hay resulta-
lamentan de todas las cosas que les afectan dos. Si no has conseguido los resultados
pero que no pueden controlar. Las proacti- que deseabas, aprende de esta experien-
vas, al contrario, se adelantan a las circuns- cia, de modo que en el futuro dispongas
tancias y se esfuerzan por mejorar la situa- de información para tomar mejor tus deci-
ción, aceptando las cosas no controlables siones. El fracaso es no tener el coraje de
que también les afectan. intentarlo. Lo único que se interpone en-
tre las personas y sus sueños es el miedo
Una ley mental importante es la Ley de la al fracaso. Sin embargo, el fracaso es esen-
Granja, también llamada Ley de Causa y Efec- cial para triunfar. El fracaso nos pone a
to. Esta ley proclama que para todo efecto prueba y nos permite crecer. La flecha que
hay una causa, que no se pueden producir da en la diana es fruto de 100 que no han
determinados efectos si no se facilitan las acertado. El fracaso, sea personal o profe-
causas y que para cambiar los efectos hay sional, es necesario para la expansión de la
que modificar las causas. Si tiene un huerto persona. Aporta un crecimiento interior y
y quiere recoger patatas, primero tiene que un sinfín de recompensas psíquicas. Nun-
arar la tierra, luego sembrar, regar de vez en ca lamentes un fracaso. Acéptalo como el
cuando y finalmente recoger la cosecha. Es maestro que es.
lógico, nadie puede pretender obtener pa-
tatas solo mirando un campo y deseando Las personas que no son preactivas, las
con todas tus fuerzas que de él salgan pa- irresponsables, justifican el éxito de los de-
tatas. Hacerlo sería ridículo, ¿verdad? En- más por la suerte. El éxito no es sólo cues-
tonces, ¿por qué hay personas que le piden tión de suerte o de talento. Es cuestión de
mucho a una relación sin poner nada de su esfuerzo y perseverancia. Podemos pensar
parte?, ¿o se quejan de su trabajo sin esfor- que los que más éxito tienen, los que son
zarse?, ¿o de su situación sin intentar cam- más felices, son aquéllos que tienen me-
biarla? Puede estar seguro de que si activa nos problemas y menos dificultades, y eso
una causa, se producirá un efecto. El que no es cierto. Las personas más felices no
siembra recoge, emocional, física, mental y son las que tienen menos problemas, sino
espiritualmente. las que saben afrontarlos y convivir con
ellos, los que adoptan actitudes proactivas
En esencia, si queremos dirigir nuestras pro- frente a éstos. Quienes triunfan no tienen
pias vidas (efectos), debemos hacernos car- menos problemas que quienes fracasan.\

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