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Personajes de Llamando a las puertas del

cielo
Silvia
Es el personaje principal de esta historia, es la hija de un famoso y acaudalado cirujano
plástico, es sumamente joven, guapa y muy inteligente. Lleva la mayoría de la carga
emocional de la trama de esta historia.

Elisabet
Es de profesión médica y ya tiene edad avanzada, tiene más de 30 años ejerciendo la
profesión en la India. Se convertirá en la segunda madre de Silvia logrando encausar sus
sentimientos y frustraciones. Elisabet es viuda y está enamorada de otro médico llamado
Lorenzo.

Leo
Es joven y está estudiando obviamente como vimos la carrera de medicina, todos los
veranos viene a laborar en este hospital, es de naturaleza distante, de clase baja en su
país de origen y está logrando completar la carrera gracias a una beca.

Viji
Es sumamente joven con 18 años y es de nacionalidad India, es tuerta y cojea. Su
trabajo es ayudar a todos los médicos. Es perfectamente hispanohablante y su naturaleza
encarna a la mujer trabajadora.

Mahendra
Dueño de las tierras donde se encuentra ubicado el hospital. Lleva más de 5 años
encerrado en su casa luego del trágico accidente que le arrebato a su esposa y a sus tres
hijos. Es sumamente guapo y extremadamente culto, sus años de instrucción
transcurrieron en Inglaterra.

Narayan
Hermana de Viji, solamente tiene 13 años y está a punto de contraer nupcias.

Lorenzo
Es médico en esta historia y le encanta recorrer todos los hospitales de la India llevando
consigo sus conocimientos en medicina, sumamente bondadoso y eternamente
enamorado de Elisabet.

Resumen de Llamando a las puertas del


cielo
En el que todo comienza con la historia de una joven española estudiante de medicina
llamada Silvia, ella decide viajar a la India para poder apoyar en un hospital al que
llegaran muchos estudiantes para apoyar también. Pese a la inconformidad de sus
padres, ella se va y se hospeda en un edificio en donde compartirá con otros ayudantes
de medicina.

Al legar allí conoce a Elisabet Roca, una compañera más, que ha llegado para prestar
sus servicios también, ella le enseña su cuarto y le cuenta sobre su vida, al paso de las
horas ambas se sienten en confianza y creen estar comenzando una nueva amistad.
Silvia mira a su alrededor y sus recuerdos comienzan a resurgir, el sentimiento del
remordimiento por la discusión con sus padres ante su partida la invade y la llena de
tristeza. Terminan el día y a la mañana siguiente conoce a Viji, una ayudante india. Esa
misma mañana, cuando sale hacia el baño, en el pasillo, conoce a Leo, otro cooperante
español, estudiante de oftalmología, aunque su relación no empieza muy bien que
digamos, ya que Silvia al ser hija de padres ricos puede acabar su carrera sin problemas
y él era un estudiante becado, tal ayuda estaba propensa a perder.

Durante su primer día como ayudantes, todos terminaron agotados, Silvia llega a la
habitación y le cuenta a Elisabet sobre Leo y de sus vivencias durante su primer día en
el hospital. Un día Viji, una de sus amigas, le presenta a su hermana Narayan, quien es
una chica que está a punto de casarse, ellas se hacen amigas. Un día en que la jornada
del hospital había terminado pronto, ellas se dirigen al edificio dónde viven, mientras
conversaban, Narayan les enseñaba su baile nupcial, mientras tanto Silvia les pregunta
que es una luz que se lograba ver al fondo del lago que tenía vista desde el edificio, ellas
le cuentan la historia de Mahendra, un chico Indio que se había quedado viudo hace
cinco años en un trágico accidente en el que murió su esposa junto con sus tres hijos, en
ese preciso lago.

Sus amigas idean una aventura y deciden ir a la casa de Mahendra, aunque a Silvia no le
parecía la idea, termina acompañándolas por curiosidad. Al llegar a la casa, de la nada
apareció un indio y las chicas salieron aterradas de allí, a excepción de Silvia que se
quedó y converso un momento con el hombre y descubrió que era Mahendra. Ellos
siguieron conversando y después de un tiempo se hacen amigos, aunque a Silvia le
preocupa un poco, ya que ella tiene un parecido muy notorio con su esposa fallecida.

Un día estando Silvia en el hospital, realizando sus labores de la jornada que le


correspondía, conoció a una niña en el hospital llamada Sahira, Silvia conoce de su
estado de salud y según los pronósticos médicos la pequeña está destinada a morir. La
situación de esta pequeña niña conmueve a todos en el hospital, incluyendo a Leo y a
Silvia, que tras vivir la desgarradora situación de Sahira dejan sus rencores a un lado y
se vuelven amigos.

Cuando Sahira muere, Silvia se encierra en su tristeza, ya que durante el tiempo que la
pequeña estuvo hospitalizada, Silva entablo una fuerte amistad con ella y su partida hizo
que Silvia se desmoronara por completo. Un día Elisabet le dice a Silvia que tiene que ir
a la ciudad por cuestiones del hospital y le da dinero para que vaya, cuando Silvia iba de
camino, le salieron a su encuentro un grupo de ladrones, ella se asustó y de inmediato
dijo que se llamaba Silvia y que era ayudante del hospital, ellos le preguntan si ella era
quien había pago el entierro de Sahira. Ella les contestó que si, al escuchar su respuesta,
desistieron de hacerle daño y la dejaron libre, pero se llevaron el dinero y la linterna que
Silvia llevaba. Al día siguiente Silvia llega a casa de Mahendra, le cuenta lo que le
sucedió y él, lleno de rabia, decide ir a enfrentar a los que le robaron el dinero a Silvia,
pero ella consigue que desista de cobrar justicia por su cuenta. El tema quedó olvidado
con el paso de los días.

Al paso de un tiempo se vuelve a repetir la historia, Silvia tiene que estar al cuidado de
otra niña que solo quiere estar con ella, Silvia al principio no quiere relacionarse con la
pequeña, pero Leo la termina convenciendo de lo contrario. Después ella se dirige
nuevamente a casa de Mahendra, allí él le declara su amor y le pide que le conceda un
beso, petición que Silvia le niega, ella le dice que no puede corresponderle porque no
quiere hacerle daño.

Ella confundida se dirige al hospital y llega a la habitación en donde estaba internada la


pequeña, pero para su sorpresa la niña ya no estaba allí, Silvia, desesperada
imaginándose lo peor, comienza a buscar a la niña por todo el hospital, hasta que se
encuentra con Leo, él le dice que se tranquilice, ya que la niña durante su ausencia había
sido dada de alta, la pequeña está totalmente recuperada. Justo ese momento aparece el
chofer de Mahendra histérico, con Mahendra cubierto de sangre, Silvia preocupada y
aterrorizada intenta ayudarlo, pero sus compañeros de hospital no la dejan. En el
hospital logran estabilizar la salud de Mahendra. Días después de su recuperación,
Silvia decide visitarlo y le da el beso, el beso que él una vez le pidió y ella se lo negó.
Silvia nunca se imaginó por todo lo que tenía que pasar, ni mucho menos lo que el
destino le había preparado.

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