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Blonde and
Wet

The Complete
Story

Carl East
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ESTE LIBRO FUE TRADUCIDO DE FANS PARA


FANS. SE RECUERDA QUE NO ES OFICIAL.
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COMPRANDO SUS LIBROS EN EL IDIOMA
ORIGINAL.
NO FACE- NI REDES SOCIALES.
Capítulo I 4

Me llamo Cherry y acabo de cumplir diecinueve años. Mi historia es increíble pero cierta,
aunque siempre que la recuerdo no puedo creer que me ocurriera a mí. Acababa de cumplir
dieciséis años cuando empecé a notar cambios en mi cuerpo, como el desarrollo de mis
pechos, que de la noche a la mañana se convirtieron en un busto del que cualquier mujer
estaría orgullosa.
Era el tipo de chica a la que los chicos hacían cola para pedirme una cita, pero yo
ambicionaba convertirme en médico y siempre los aplazaba con excusas mientras estudiaba
mucho. Mi madre y mi padre estaban muy orgullosos de mí y, cuanto más crecía, más me
esforzaba por no defraudarles. A los dieciocho años me aceptaron en la universidad local, y
ahí es donde empieza realmente esta historia.
Medía 1,80 y, al ser rubia por naturaleza, solía llamar mucho la atención, pero al mismo
tiempo me di cuenta de que empezaba a fijarme en los chicos por primera vez, y me refiero a
fijarme de verdad en ellos. Había un chico (Eric se llamaba) que era un poco más alto que
yo, y siempre que hablábamos me fijaba en el bulto de sus pantalones. Antes de él, nunca
había prestado mucha atención a los chicos, aparte de flirtear de vez en cuando con los más
guapos.
Fue durante ese tiempo cuando mi cuerpo empezó a hacer cosas que nunca antes había
experimentado. En retrospectiva, creo que fue la conciencia sexual que me había eludido en
el pasado la que se apoderó de mí, porque empecé a mojarme cada vez que alguien me
tocaba. Podían ser las caricias más inocentes, como un chico que me tocaba el hombro para
llamar mi atención. Me daba la vuelta y de repente sentía que mis bragas se humedecían.
Empecé a preguntarme si esto era normal, así que le pedí consejo a mi madre. Me dijo que
nunca le había pasado lo mismo que a mí y que tal vez debería ir al médico para que me
examinara. Pensó que tal vez mis hormonas estaban desequilibradas y que necesitaba algún
tipo de medicamento para calmarlas. Le dije que vería cómo me iba en las próximas dos
semanas y que, si se convertía en un problema demasiado grave, seguiría su consejo.
Me alegro de haberlo hecho, porque al día siguiente iba a ocurrir algo para lo que no estaba
preparada, pero que disfrutaría enormemente. Recuerdo que ese día recogí mi ropa y me
vestí para ir a la universidad. Primero me puse unas bragas blancas de algodón y enseguida
me di cuenta de que habían encogido un poco con el lavado. En aquel momento no le di
mucha importancia, porque seguían siendo cómodas y me sentaban bien. Me puse una falda
corta roja, una blusa blanca y mis zapatos negros, antes de apurar una tostada y despedirme
al salir de casa. Mi primera clase de estudio de aquel día era una conferencia sobre la
anatomía humana, e iba a impartirla un joven del que me había encaprichado.
Fue al sentarme en esa clase cuando me di cuenta de que iba a tener un problema, porque al
separarse un poco mis nalgas en el asiento, mis ya apretadas bragas parecieron apretarse aún
más y subirse por mi coño.
Podía sentir los labios de mi coño abultados, a ambos lados de mis bragas, y lo que lo 5
empeoraba era que estaba sentada en primera fila llevando una falda corta. Con cada fila de
asientos más alta que la anterior, debía de estar en el lugar perfecto para que el Profesor viera
entre mis piernas.
Al principio cerré las piernas e intenté concentrarme en lo que decía, pero entonces me di
cuenta de que si me retorcía un poco la tela de las bragas me rozaba el clítoris y, antes de que
pudiera hacer nada, empecé a mojarme. Sentí un rubor en las mejillas e intenté parar lo que
me estaba pasando, abriendo primero un poco las piernas para intentar detener el roce. Fue
entonces cuando me di cuenta de que el profesor había visto mi situación, lo que empeoró
aún más las cosas.
La idea de que sus ojos miraran la hendidura de mis bragas a lo largo de la línea de mi coño
me estaba mojando aún más. Entonces recordé que me había mojado las bragas al lavarme la
cara en el cuarto de baño de casa y que el agua las había vuelto casi translúcidas. Imagínate
una competición de camisetas mojadas y te harás una idea. Al darme cuenta de que
probablemente podía verme el coño, me puse tan cachonda que hice algo de lo que aún hoy
me avergüenzo. Separé más las piernas y me deslicé deliberadamente un poco hacia abajo en
la silla, sabiendo perfectamente que mis bragas se subirían aún más.
Lo sentía como un hilo entre mis labios húmedos, y las sensaciones que recorrían mi cuerpo
eran casi eléctricas. Empecé a mirar fijamente la entrepierna del profesor cada vez que se
daba la vuelta y, de repente, me di cuenta de que estaba teniendo una erección. Me imaginé
su polla abultada contra la tela de sus pantalones y me entraron ganas de disculparme por la
situación en la que le había puesto. Cada vez se giraba menos y prefería hablar de espaldas a
la clase mientras escribía cosas en la pizarra. Todavía tenía la imagen mental de su
endurecida polla palpitando dentro de sus pantalones, y por primera vez aquel día me di
cuenta de que mis pezones se habían endurecido considerablemente bajo la blusa. No podía
creer lo mojada que me estaba poniendo, y a estas alturas ya no prestaba ninguna atención a
lo que se decía. Cuando sentí el dedo que empujaba mis bragas dentro de mí en un esfuerzo
por acariciarme el clítoris, estaba casi convencida de que pertenecía a otra persona. Cuando
miré tímidamente hacia abajo me di cuenta de que era mi propio dedo, había movido
inconscientemente la mano entre mis piernas para frotarme.
A estas alturas ya estaba perdida en el momento, pues nada de lo que me rodeaba importaba
ya. Recuerdo que quería que el profesor se diera la vuelta para ver lo que estaba haciendo.
Sólo de pensarlo me estremecí de excitación y, de repente, me aparté las bragas e introduje el
dedo hasta el fondo. En unos segundos sentí mi mano empapada por la humedad y entonces
él se volvió de nuevo y miró directamente entre mis piernas. Al hacerlo, me corrí tan fuerte
que sentí cómo mis dedos separaban mis labios para su placer.
Después se dio la vuelta y no volvió a mirar, y fue entonces cuando empecé a sentirme
culpable por lo que había hecho. Cerré las piernas y me incorporé al notar que varios chicos
jóvenes a ambos lados de mí miraban fijamente en mi dirección. Dios mío, ¿habían visto
todo lo que había estado haciendo? pensé, sintiendo otro fuerte rubor en las mejillas de mi
cara.
Después de la conferencia me recompuse y me levanté para marcharme. 6
-Cherry, Michael y Steve, ¿podrían quedarse, tengo que hablar con ustedes? -dijo el profesor
mientras empezábamos a subir las escaleras.
Empecé a asustarme, preguntándome si me iban a expulsar. Todavía tenía las bragas
empapadas y me sentía muy incómoda. No podía permitir que mis padres se enteraran de lo
que había ocurrido aquí porque la vergüenza sería demasiado para mí.
-Bueno gente, tomen asiento...- empezó a decir.
-Señor siento mucho mi comportamiento, no sé qué me ha pasado, - solté.
-Se llama hormonas Cherry, y lo creas o no ya lo he presenciado alguna vez. Sin embargo,
hormonas aparte, todavía tienes la capacidad de detenerte, al igual que ustedes, caballeros.
Jugar con ustedes mismos durante una clase por el motivo que sea no es aceptable, - dijo
mirando a los dos chicos.
Pensar que ese día había dado un espectáculo no a una, sino a tres personas, me puso
cachonda de nuevo.
-Lo siento señor, pero Cherry está muy buena y lo que estuvo haciendo durante la clase fue
increíble, - dijo Michael, con Steve asintiendo con la cabeza.
-Me doy cuenta y lo comprendo, pero no lo toleraré en el futuro, ¿entendido? -
Todos estuvimos de acuerdo, y después de que nos dijera que esta vez era sólo una
advertencia todos soltamos un suspiro de alivio mientras nos dábamos la vuelta para irnos.
Una vez fuera de la sala de estudio, los chicos me preguntaron en qué demonios había estado
pensando y, por alguna razón, sentí que les debía una explicación. Les hablé de mi reciente
episodio en el que me mojaba al menor roce y no me di cuenta de su gran interés por esa
parte de mi historia. Cuando terminé, casi me daban las gracias por mi actuación y me decían
que sería algo que recordarían el resto de sus vidas. Después me preguntaron qué iba a hacer
en la siguiente clase y cuándo terminaría. Se lo dije pensando que era una forma de que se
desviaran del tema en cuestión y seguí mi camino.
En la siguiente clase no tuve ningún problema, ya que el profesor que daba la clase tenía más
de sesenta años y no era nada deseable. Cuando salí de la clase hice lo de siempre y me dirigí
a los vestuarios, donde guardo mi almuerzo. Cuando entré, oí voces que venían de las duchas
y me encontré con Michael, Steve y Eric.
- ¿Qué hacen los tres en las duchas de chicas? - dije, mirando la preciosa cara de Eric
mientras lo hacía.
-Queríamos verte por algo y Eric conocía tu rutina, - dijo Steve con una sonrisa irónica.
-Oh, ¿y qué sería eso? - respondí.
Sin decir nada más, me rodearon de repente y Steve, que estaba detrás de mí, me susurró
algo al oído.
-Queremos ver lo mojada que puedes ponerte, - dijo en voz baja. 7
Mi cuerpo se estremeció de miedo y excitación a la vez, sin saber si pretendían hacerme
daño o sólo buscaban pasar un buen rato. Entonces empezaron a tocarme muy suavemente,
primero en los brazos, los hombros y el cuello antes de pasarme las manos por los pechos y
las nalgas. Creo que buscaban señales de desaprobación antes de ir más lejos y, cuando no
mostré ninguna, sus manos empezaron a pasearse más. Mis pezones se endurecieron en
cuanto sentí un dedo deslizándose por la hendidura de mis bragas y, de repente, me estaban
desnudando.
En retrospectiva, debería haber parado lo que estaba pasando, pero había algo tan excitante
en aquel momento que tuve que seguir adelante, sólo para ver qué pasaba después. Fue
cuando Eric me besó cuando supe que iba a llegar demasiado lejos. Me sentía tan caliente y
húmeda, y la idea de que este semental me tomara en la ducha era probablemente lo más
caliente que podía imaginar.
Pronto me quedé sólo con el sujetador y braga, y los chicos empezaron a quitarse la ropa. La
primera vez que me corrí ese día fue cuando Eric se quitó los pantalones y luego se bajó la
ropa interior revelando una polla bien dura. Sabía que podían ver una mancha de humedad en
mis bragas, y mientras esperaba a que el último en quitarse la ropa no podía evitar
preguntarme cómo iba a acabar todo esto.
Me alegré cuando Eric fue el primero en hacer un movimiento, cuando se puso delante de mí
no pude evitar alargar una mano y agarrar su dureza. Sonrió y me besó una vez más, antes de
deslizar su mano dentro de mis bragas y acariciar la humedad que había debajo. Su
endurecido miembro palpitó en mi mano, y entonces sentí que alguien me desabrochaba el
sujetador por detrás y lo tiraba al suelo de la ducha.
Eric utilizó ambas manos y me bajó las bragas mojadas hasta las rodillas, antes de
arrodillarse y quitármelas por completo. Me las quité y sentí que me separaba las piernas
antes de lamerme el miembro mientras separaba los labios húmedos con dos dedos. Sentí
cómo mis pezones se esforzaban por endurecerse, y entonces Eric se tumbó boca arriba y me
arrastró con él.
Casi me había olvidado de los otros dos chicos, hasta que sentí la dureza de Eric empujando
contra los húmedos labios de mi coño. Cuando de repente se deslizó dentro de mí, cerré los
ojos y las sensaciones de aquel acontecimiento me produjeron un hormigueo desde la punta
de los dedos de los pies hasta la parte baja de la espalda. Ahora estaba sentada a horcajadas
sobre Eric, de rodillas, mientras él empujaba repetidamente hacia arriba. La sensación de su
carne llenándome era algo que nunca olvidaría, pero lo que ocurrió a continuación sería
difícil de igualar.
Sentí que alguien me empujaba ligeramente hacia delante y miré a mi alrededor para ver a
Steve colocándose para cogerme por detrás. Lo primero que pensé fue: "No, por el culo no",
pero para mi asombro empezó a tantear la zona que ya estaba ocupada. Cuando de repente
consiguió metérmela junto a Eric, me corrí tan fuerte que creí que me desmayaría.
No podía creer que alguien pudiera mojarse tanto y, sin embargo, allí estaba yo, siendo 8
follada por dos tíos al mismo tiempo y deseando que aquello no acabara nunca.
Fue entonces cuando me fijé en Michael por primera vez desde que se había desnudado;
estaba de pie frente a mí deslizando su polla por su mano mientras observaba lo que sucedía.
Eric se acercó entonces para agarrarme los pechos con ambas manos, y me encantó la
sensación de mis pezones endurecidos clavándose en las palmas de sus manos. Cuando volví
a mirar, Michael estaba mucho más cerca y comprendí lo que buscaba.
El problema era que nunca había practicado sexo oral, pero con toda la lujuria que había en
la habitación en aquel momento estaba dispuesta a probar cualquier cosa. Lo hice avanzar,
más con la mirada que con otra cosa, y cuando se acercó abrí la boca. La sensación de su
pene deslizándose entre mis labios fue otra experiencia sexual que nunca olvidaría.
Al principio tenía un tacto suave, hasta que lo introdujo más profundamente en mi boca y
empecé a chuparlo. Debajo de mí Steve estaba ganando la batalla de penetrarme más, pero
con todas las sensaciones que estaba experimentando no importaba. Ya me había corrido tres
veces, y con Eric debajo de mí empujando con fuerza sabía que me iba a correr otra vez.
Ya había cogido una especie de ritmo con Michael, y dejaba que la mitad de su dureza
penetrara en mi boca. Lo que no sabía era lo cerca que estaba de correrse, porque unos
segundos después de pensar que podría ser bastante bueno en esto eyaculó dentro de mi
boca. Tenía un sabor salado y nada desagradable, y mientras se lamentaba en voz alta lo
chupé con más fuerza en un intento de dejarlo seco. En ese momento tanto Steve como Eric
gritaron que iban a correrse también, y yo les dije que dentro de mí no.
Unos segundos después, Eric se corrió y eyaculó sobre mi vientre, seguido de cerca por
Steve, que eyaculó sobre mi espalda. Todo quedó en silencio durante un par de minutos
después de eso, hasta que Michael señaló que dentro de diez minutos más sonaría la campana
para el final del día y tendríamos que estar fuera de allí.
No hace falta decir que todos aprovechamos las duchas después de eso y pronto nos vestimos
y salimos de la sala de duchas. Todos me dieron las gracias por lo bien que me lo había
pasado, como si les hubiera hecho algún favor, y cada uno se fue por su lado.
Mientras caminaba hacia casa no podía quitarme de la cabeza los acontecimientos del día, y
cuando llegué a casa mis bragas estaban empapadas una vez más. Esa noche dormí muy bien
y tuve un sueño increíble sobre un semental que me follaba una y otra vez.
Al despertar, sin embargo, me encontré con las sábanas empapadas y unas ganas insaciables
de follar. Tuve que luchar contra ellas durante el desayuno, y cuando por fin las hormonas
empezaron a remitir, salí a pasear por el jardín.
Ese día era sábado, así que no había colegio, y me di cuenta de que lo único que quería era
intentar recuperar un poco la compostura antes de aventurarme a salir a ver a mis amigos.
Me senté en la tumbona que había junto a la puerta trasera y empecé a leer un libro de mi
autor favorito. Llevaba una falda corta y una camiseta con la cintura al aire.
Habían pasado unos minutos cuando percibí un resplandor procedente de la ventana del 9
vecino de enfrente. Sabía perfectamente de quién se trataba: tenía un hijo de mi edad y ya le
había pillado varias veces espiándonos con unos prismáticos. Hasta ahora lo había ignorado,
pensando en dejar que se divirtiera, pero ahora, después de lo del día anterior, tenía
pensamientos traviesos.
Rápidamente volví dentro y me quité las bragas antes de salir de nuevo con un trago de coca-
cola y dejarlo junto a la tumbona; luego me volví a tumbar y fingí leer. Sabía que seguía
mirándome y, con el libro tapándome la cara, empecé a subirme la falda hasta que supe que
podía verme el coño mojado. Debió de pensar que me estaba excitando con el libro o algo
así, y yo sabía que ya tendría la polla en la mano y la estaría acariciando con fiereza. Pasé
deliberadamente la punta del dedo por los delicados pliegues de mi feminidad, e incluso
separé un poco los labios al hacerlo.
Sólo podía imaginar por lo que estaba pasando, pero estaba segura de que se lo estaba
pasando bien. Fue entonces cuando oí al hijo que creía que me estaba observando gritar
desde el jardín hasta su propia habitación.
-Papá, ¿qué haces en mi habitación? -
Por alguna razón, me pareció tan excitante que un hombre me estuviera observando, que
introduje un dedo en mi interior y empecé a penetrarme con los dedos. En cuestión de
segundos me estaba corriendo, y nunca me había sentido tan caliente haciéndolo yo misma.
En ese momento oí a mi madre gritando que había vuelto de la tienda, y rápidamente me
enderecé y entré en la casa.
Mientras lo hacía no pude evitar pensar que tendría que darle otro espectáculo a ese hombre
en algún momento del futuro. Creo que sería justo decir que mi despertar sexual había
llegado a lo grande después de lo de ayer y lo de hoy y no podía dejar de preguntarme en qué
consistiría mi próxima aventura.
Capítulo 2 10

Al principio mis aventuras sexuales parecían ser maravillosas, pero el hecho de que ahora me
mojaba con sólo mirar a un hombre, empezó a hacerme creer que había algo seriamente mal
en mi cuerpo.
Así que decidí ir a ver a nuestro médico. Afortunadamente, tenemos una doctora, así que me
sentí muy cómoda contándole mi problema. Después de unos análisis de sangre y otra visita,
descubrí que la doctora tenía algunas respuestas para mí.
-Bueno, Cherry, en primer lugar, tu problema no es único. Hay muchas mujeres que se mojan
con facilidad, pero la mayoría no tienen tu nivel de desequilibrio hormonal. Es casi como si
hubieras provocado que la química de tu cuerpo produjera el triple de lubricación que una
mujer normal. Por lo que me has contado, con todo lo que te has esforzado por complacer a
tus padres y reprimir los impulsos naturales de tu cuerpo, creo que con el tiempo lo que le
está ocurriendo a tu cuerpo se corregirá solo, - dijo la doctora.
-Entonces, ¿no necesito ningún medicamento? -
-No, hay un camino que podemos tomar si esto sigue ocurriendo dentro de, digamos, un año,
pero creo que es demasiado drástico para contemplarlo ahora mismo. Mi consejo es que
intentes pensar en otras cosas cuando tengas este problema, o que encuentres una forma de
aliviarte. Veo que sonríes a esa Cherry, pero nuestros cuerpos sólo nos dicen lo que
necesitamos saber la mayoría de las veces. El tuyo está hiperactivo y, por lo que veo, siempre
que tengas cuidado con dormir por ahí, no hay que avergonzarse por dejar que el cuerpo
tenga lo que quiere. -
Le agradecí a la doctora su sinceridad y me fui, pero no podía evitar preguntarme adónde me
llevaría todo esto.
Como estaba de vacaciones de verano, no había colegio durante las tres semanas siguientes,
así que decidí ir a la ciudad a ver si podía encontrar un trabajo a tiempo parcial. Debí de
recorrer la calle principal durante más de una hora buscando anuncios en los escaparates
hasta que di con una tienda de ropa unisex. Estaba especializada en trajes de señora y
caballero, y en el escaparate había un anuncio en el que se buscaba un estudiante para unas
semanas de trabajo. Lo primero que pensé al entrar en la tienda fue que no podía ser la
primera estudiante que buscaba ese puesto. Pronto me presenté al propietario y le conté lo
que necesitaba para las vacaciones de primavera. Se llamaba Nick y hasta entonces había
entrevistado a otros cinco posibles candidatos para este puesto.
Resultó que ya se había decidido por un nuevo ayudante, pero tenía algo que podría
interesarme. Al parecer, encima de su tienda había un estudio y el fotógrafo profesional que
lo regentaba buscaba una modelo para posar en un catálogo de una cadena de
supermercados. Sería ropa de verano, y que la paga era bastante buena. Ni que decir tiene
que todo esto me pilló por sorpresa, pero cuando Nick me dijo que me pagarían 35 dólares la
hora si conseguía el trabajo le dije que me encantaría hacer la prueba.
Tras una rápida llamada telefónica, Nick me dijo que Randy estaba de camino y que estaría 11
conmigo en un minuto.
Por alguna razón, me puse muy nerviosa porque no estaba segura de lo que me iban a pedir.
Cuando Randy apareció un minuto después, todos esos nervios desaparecieron, y creo que
fue porque era claramente gay. Se le notaba en la forma de comportarse y de hablar.
-Vaya, eres perfecta, - me dijo, caminando a mi alrededor para ver la imagen completa.
Luego me explicó que yo era justo lo que estaba buscando y que el precio era de 35 dólares
la hora.
Acepté de inmediato, sabiendo que el dinero me vendría bien. Me dijo que le siguiera y que
quería enseñarme dónde iba a trabajar. Me sorprendió lo grande que era el estudio cuando
llegamos, y estaba claro que Randy se tomaba su negocio muy en serio. Había luces de
varios tamaños alrededor de un zócalo elevado, con un fondo de bosque. Supuse que también
tenía otros fondos, para cualquier escena.
En una mesa detrás de las luces había numerosas cámaras, algunas de las cuales parecían
muy caras.
-Aquí es querida, aquí es donde tiene lugar toda la acción. Tengo un gran cargamento de ropa
que llega mañana, así que vamos a estar muy ocupados. Todo lo que espero de ti, Cherry, es
que te pongas la ropa que te daré y me sigas. Tengo que decir que tienes un cuerpo perfecto
para este tipo de trabajo hermana. Así que... ¿qué te parece si estás dispuesta? -
-Sí, me encantaría intentarlo, - respondí, sintiéndome muy feliz de haber conseguido un
trabajo tan bueno en mi primer intento.
Después de eso nos dimos la mano y me dijo a qué hora tenía que estar allí a la mañana
siguiente, y eso fue todo lo que dejé y me fui a casa.

***

Al día siguiente llegué un poco temprano, pero Randy estaba allí montando su equipo y
ansioso por empezar el día. Tuvimos que esperar treinta minutos a que llegara el correo y
descubrió que le habían enviado primero la ropa de baño en lugar de la ropa de verano que
esperaba. Se disculpó bastante por todo esto, ya que quería que me sintiera cómoda primero
con la sensación más segura y relajada de la ropa de verano antes de someterme a posar en
bañador.
Para ser sincera, no me molestó porque sabía que me quedaban bien los bikinis y los
bañadores de una pieza. Después de averiguarlo, procedió a explicarme lo que quería de mí.
Me vestiría con cada traje y él me haría varias fotos desde todos los ángulos hasta que
consiguiera la foto que encajara con el traje para el que estaba posando.
Las dos primeras horas consistieron en trajes de baño de una pieza, y el fondo que utilizó fue 12
una foto de una playa con el océano azul detrás. Había colocado una toalla y una enorme
sombrilla para tapar el sol y las luces hicieron el resto. Después de dos horas de luces,
empezaba a apetecer tomar el sol. Por eso, cuando terminó el decorado de una pieza, me dijo
que haríamos una pausa de una hora para comer.
El día anterior se había desviado de su camino y nos había preparado una ensalada a los dos,
lo que me pareció muy bien. Mientras comíamos la ensalada, vi otro miniestudio al fondo.
Le pregunté por él.
-Ahí es donde está el dinero de verdad, Querida; tengo unos cuantos clientes que me utilizan
para fotos de adultos. Ya sabes, el tipo de cosas que encontrarías en las revistas para
hombres. Créeme, no es para ti, aunque, dicho esto, probablemente estarías muy solicitada.
Suelen gustarles las más jóvenes, pero las fotos que quieren a veces son extremas. -
- ¿Extremas... en qué sentido? - respondí, de repente muy interesada en lo que quería decir.
Sin embargo, esta vez no respondió a la pregunta, sino que se limitó a entregarme un álbum
brillante. En mi ingenuidad, abrí la primera página y vi un primer plano de una joven
chupando una gran polla. Hasta que no llegué a la cuarta página no me di cuenta de que me
estaba mojando de verdad. Estas fotos no sólo eran gráficas, sino que me resultaban
extremadamente eróticas. Cuando llegué a la última página, Randy se sorprendió de que lo
hubiera leído todo sin ni siquiera un murmullo de indignación.
-Creo que eres un fotógrafo increíble, Randy, esas fotos eran realmente geniales, - le dije.
-Bueno, gracias niña, no es frecuente hablar con alguien que realmente aprecie mi trabajo.
Estoy interesado; esas fotos no parecen haberte impactado en absoluto. Quiero decir que
normalmente mostrar ese tipo de material a alguien de tu edad les habría avergonzado más
allá de lo creíble. -
-En realidad, Randy, me parecieron bastante eróticas y no pude evitar imaginarme a mí
misma como la modelo, - respondí sin rodeos.
Eso le pilló por sorpresa y pude ver que también lo excitó bastante.
-Oh Dios mío cariño, si quieres puedes hacer un set de prueba para mí hoy y seguiremos a
partir de ahí. –
Le di el visto bueno y, después de comer, nos dispusimos a terminar los conjuntos de dos
piezas antes de dar por terminado el catálogo. Después de otro breve descanso, llamé a mi
madre para decirle dónde estaba y que llegaría tarde esa noche, y Randy me llevó a la
habitación de atrás.
Era todo lo contrario de su estudio más grande, ya que tenía alfombras suaves en el suelo y
las paredes y la iluminación era más intensa. Tenía un filtro sobre su foco de luz más grande,
con rojos, azules y blancos como colores más utilizados.
-Bien, cariño, ya has visto lo que hago aquí, así que, si te sientes incómoda con lo que pasa 13
en este estudio, dímelo, ¿vale? -
-Me parece justo, - respondí, mientras caminaba hacia el centro del estudio.
Randy me dio un conjunto de dos piezas, una camiseta muy pequeña y una minifalda. Salí
por detrás y me los puse. Cuando terminé me miré en el espejo de cuerpo entero que había
detrás de mí. Se podía ver la parte inferior de mis pechos ya que la camiseta apenas los
cubría y la minifalda estaba casi a la altura de mi coño.
Salí sintiéndome un poco zorra, pero no pude evitar excitarme al ver cómo me miraba
Randy, aunque sabía que era gay.
-Vaya, niña, estás impresionante, - me dijo mientras seguía montando su equipo.
Me sentí un poco cohibida mientras lo miraba hacer sus cosas, y luego empezamos. Al
principio Randy sólo quería que posara seductoramente mientras él tomaba varias fotos
desde todos los ángulos, y luego empezó a pedirme que hiciera cosas. Su primera petición
fue que me levantara un lado de la camiseta para mostrar un solo pecho, y así lo hice.
Después me hizo varias fotos cerca y alrededor de mí.
Cuando terminó esa pose, mis pezones estaban muy erectos. Creo que era porque podía
imaginarme a los hombres mirando esas imágenes y posiblemente jugando consigo mismos
mientras lo hacían.
Randy me pidió entonces que me diera la vuelta, me agachara y mirara a la cámara, y por
supuesto yo sabía que entonces se lo estaría revelando todo, pero hice lo que me pedía. Clic,
clic, clic hizo la cámara mientras él se acercaba y tomaba primeros planos, y en un momento
dado incluso debajo de mí para poder tomar una foto desde arriba.
Después me pidió que me quitara la camiseta y posé en otras cuantas posturas provocativas,
y así siguió durante la siguiente hora y media. Cuando terminamos me dio un sobre y me
dijo que me vistiera, cosa que hice.
Cuando volvía a entrar miré dentro del sobre y encontré 250 dólares en efectivo. Dios mío",
pensé, "era dinero fácil".
Randy me dio las gracias por la sesión y me dijo que me vería mañana. Por supuesto, me
alegré mucho y le deseé buenas noches antes de tomar mi chaqueta y marcharme.

***

El día siguiente fue el más emocionante para mí, porque nada más llegar Randy me preguntó
si quería dar un paso más en su sesión nocturna. Cuando le pregunté a qué se refería, me dijo
que esta noche vendrían un par de modelos masculinos y que las tomas serían muy calientes.
De hecho, las comparó con su álbum personal, que vi el día anterior.
Parecía muy contento cuando le dije que sí, que estaría bien, también me informó de que el 14
dinero era mucho mejor. Una vez aclarado esto, continuamos con su trabajo diario, y esta vez
apareció la ropa de verano. Resultó ser un día muy agradable, y me prometí que en algún
momento intentaría comprar algunos de los artículos para los que posaba.
Eran cerca de las cinco cuando Randy dijo que eso sería suficiente, y unos minutos después
llegaron los dos tipos de los que me había hablado. No pude evitar mirarlos a los dos, no me
dijo que ambos eran Adonis. Eran el tipo de tíos que se ven en las portadas de las revistas,
con músculos bronceados y bultos en todos los sitios adecuados.
Lo primero que hicieron fue desnudarse y ponerse los calzoncillos más diminutos que jamás
había visto, que hacían que sus paquetes parecieran enormes. Randy me dio un bañador de
dos piezas, que consistía en un tanga diminuto y poco más que cubrepezones como parte
superior.
Ya estaba mojada antes de que se me acercaran. Randy me explicó algunas cosas.
-Cherry, lo único que tienes que hacer es seguirles la corriente, son profesionales y saben
exactamente qué tipo de tomas quiero y cuáles son las posturas más populares, ¿vale? -
-Ok, - respondí, mirándolos a ambos.
-Ah, y por cierto, este es Paul, - dijo Randy.
-Hola Cherry, encantado de conocerte, - dijo Paul.
-Y este es Philip. -
-Hola Cherry, no estés tan nerviosa, ya verás como todo va bien, - dijo Philip.
Una vez hechas las presentaciones, los chicos se pusieron en modo profesional. Lo primero
que ocurrió fue que Philip me subió un lado del top y me sujetó el pecho mientras fingía
besar el otro. La cámara hizo clic, clic, clic, y luego Paul se quitó los calzoncillos y se agarró
la polla endurecida mientras Philip me cogía la mano y la ponía sobre la suya.
Clic, clic y clic.
Tras unos cuantos primeros planos más de ese tipo de posturas, nos bajamos a la alfombra
que teníamos debajo y los chicos me guiñaron un ojo. Primero me senté a horcajadas sobre
Philip, y la punta de su polla estaba penetrando mi feminidad cuando la cámara volvió a
sonar. Entonces Paul se unió colocando su polla justo al lado de mis labios y me dijeron que
abriera la boca. Sabía cómo sería esa imagen, después de muchos primeros planos de esa me
dijeron que me sentara encima de Philip, mientras Paul se metía por detrás. Aunque no
estábamos teniendo sexo, las puntas de las pollas de ambos me penetraban y cuanto más lo
hacían, más me mojaba.
En un momento dado estaba gritando en mi mente que por favor uno de ellos me follara.
Pasó otra hora antes de que Randy se hartara, y fue entonces cuando se volvió hacia mí y me
hizo la única pregunta que yo esperaba que alguien me hiciera esa noche.
-Me doy cuenta de que has disfrutado mucho de la sesión de esta noche, Cherry, lo que pasa 15
es que los chicos normalmente se lo montan con las modelos después de este tipo de
sesiones. Sin embargo, sabiendo que eres nueva, querían que primero te preguntara si te
parecía bien. Los modelos se excitan mucho cuando hacen esto, y no tengo ningún problema
en dejarles descargar sus frustraciones cuando todo haya terminado...- dijo Randy.
-Me encantaría, - respondí, queriendo decir cada palabra.
- ¿Les importaría que hiciera algunos disparos más mientras ustedes tres se están liando? -
-No, no me importa. -
Philip y Paul se desnudaron y me llevaron de vuelta a la mullida alfombra. Me quité el
bañador y volví a tumbarme en el suelo.
Philip me dio la vuelta para que me pusiera de rodillas y Paul no tardó en penetrarme por
detrás. La sensación de esa polla dura dentro de mí era algo que había deseado toda la noche,
y cuando sentí que me agarraba las nalgas no pude evitar pensar: "Aplasta ese coño, señor, y
no tengas piedad".
Philip se arrodilló delante de mí y yo abrí la boca hambrienta para que entrara. Mientras le
chupaba la polla, Paul empezó a metérmela de verdad, y cuanto más fuerte lo hacía más me
mojaba. Debía de estar tan relajada que en un momento Philip consiguió meterme toda su
polla en la garganta y la sensación de su extremo acampanado rozando la parte posterior de
mi lengua me estaba excitando de verdad. Agarré su miembro y empecé a sorberlo como si
fuera comida. Lamí su longitud y lo acaricié, y sólo entonces oí los clics procedentes de la
cámara de Randy. Debía de estar inconsciente hasta ese momento, pero entonces Philip
empezó a gemir y supe lo que vendría a continuación. Me encantó la expectación mientras su
polla se agitaba y palpitaba dentro de mi boca y, de repente, se corrió.
Sentí el chorro de su semen golpeándome la garganta y, por un instante, me entraron arcadas,
pero volví a controlarme y lo chupé hasta dejarlo seco. Siempre lo recordaré sacándomela de
la boca y lamiendo la última gota de la punta. Seguía empalmado y yo empezaba a llegar al
orgasmo. Fue entonces cuando Paul gimió fuerte y sacó su polla para correrse en toda mi
espalda.
Clic, clic y clic.
Philip le pidió a Paul que intercambiaran posiciones después de eso, lo que hicieron, sólo que
esta vez yo estaba sentada encima de Philip y cabalgaba sobre su dureza. Cuando Paul se
puso detrás de mí y empezó a sondearme el culo me giré sobresaltada, aún no me habían
sacado de allí y me sentía insegura. Debió ver la expresión de mi cara porque cambió de
planes y por segunda vez en mi vida pude sentir otra polla entrando en el mismo agujero al
mismo tiempo.
Clic, clic y clic.
La impresionante sensación de sus dos pollas luchando por una posición dentro de mí fue la
más emocionante que jamás había experimentado.
No puedo explicar lo maravilloso que fue. Estaba tan mojada que lo que más recuerdo es 16
cómo ambas pollas luchaban entre sí por entrar. Luego sentí el increíble momento en que me
abrieron el coño para poder entrar los dos a la vez.
Estos dos debían haber hecho esto antes porque en pocos segundos uno estaba entrando
mientras el otro estaba saliendo y cuando me corrí por segunda vez esa noche parecía que no
podía parar. Estaba teniendo lo que sólo podría describirse como mini orgasmos, porque no
podía identificar el comienzo de uno y el final de otro. Lo único que sé con certeza es que
estaba más mojada que nunca y que notaba la humedad en el interior de mis muslos.
La cámara hacía clic, clic y clic, y yo sólo podía imaginarme el tipo de fotos que Randy
estaba sacando ahora mismo.
Pasaron otros cinco minutos antes de que ambos empezaran a correrse de nuevo, y para
entonces me sentía totalmente agotada. Tardé cinco minutos más en abrir los ojos y ver que
Randy me tendía una toalla y me indicaba la ducha.
No tardé en asearme y volví a reunirme con los chicos, que ya se habían ido. Randy estaba
admirado por lo que acababa de hacer y, cuando me entregó dos sobres, me dijo que uno de
ellos era una gratificación por un trabajo bien hecho. Le deseé buenas noches y me fui
diciéndole que le volvería a ver mañana.
De camino a casa comprobé los sobres y descubrí que me había pagado más de setecientos
dólares por el trabajo de esa noche. No podía creerme la suerte que había tenido, y así
transcurrió el resto de mis vacaciones de primavera. Tuve algunas aventuras más en el
estudio, pero aquella noche nunca fue superada.
Capítulo 3 17

Me lo estaba pasando como nunca; no podía ser mejor. Acababa de pasar unas vacaciones de
primavera increíbles y estaba de vuelta en la universidad, y mis estudios iban bien. Seguía
teniendo mi pequeño problema, un desequilibrio hormonal demasiado activo, pero estaba
aprendiendo a sobrellevarlo. Me esperaba el verano y las fiestas de las que me habían
hablado bien, aquí en la universidad.
Por el momento, sin embargo, tenía una clase a la que asistir y se me hacía tarde. La
universidad era bastante nueva para mí y al principio me costó orientarme. Cuando localicé
el aula en la que debía estar, me disculpé por mi retraso y tomé asiento. Esta clase era una
aproximación más práctica a la profesión médica, ya que iba a haber exámenes reales y un
periodo de preguntas y respuestas.
El profesor Quinn era el profesor este día, y nos estaba mostrando con la ayuda de
voluntarios la arteria aorta que era la arteria principal en todos nosotros los mamíferos que
lleva la sangre desde el ventrículo izquierdo del corazón a todas las arterias ramificadas en el
cuerpo excepto las de los pulmones.
La primera vez que pidió un voluntario, bajé la mano, pero creo que como castigo por llegar
tarde me pidió que diera un paso al frente. Odiaba ser el centro de atención, pero me levanté
de mi asiento y me acerqué a su mesa.
-Es Cherry, ¿verdad? - dijo.
-Sí, señor, - respondí.
-Vale Cherry, si no te importa ¿podría pedirte que des tres vueltas a la clase y te pongas
delante del pupitre cuando hayas terminado, vale? -
Entonces salí como me había pedido, hasta arriba, alrededor de las sillas, y volví a bajar
pasando al lado del profesor mientras explicaba la importancia de un estetoscopio. Cuando
llegué por tercera vez, empezaba a respirar con más dificultad, e inmediatamente me colocó
el estetoscopio justo debajo del pecho izquierdo, por encima de la blusa, y encendió un
micrófono que tenía acoplado.
Bum...bum...bum...bum...bum sonó mi corazón a través de los altavoces.
-Como pueden oír, Cherry tiene un corazón muy fuerte, pero escuchen cuánto tarda en volver
a la normalidad. El ritmo que están oyendo va a ser música para sus oídos en el futuro y es
algo con lo que tienen que familiarizarse cuanto antes. Entender cómo debe sonar un corazón
puede marcar la diferencia entre salvar o perder una vida, así que presten atención. -
Así transcurrió el resto de la clase, al final de la cual nos hicieron un examen de diez
preguntas. Salí de aquella clase con la sensación de haber aprendido algo útil, que al fin y al
cabo era de lo que se trataba.
Cuando llegó la hora de comer, fui directamente a la cafetería y me compré una ensalada. 18
Los deportistas estaban entrando después de ducharse del fútbol, y alguien llamó a Meat para
que pensara rápido. Cuando el tal Meat se dio la vuelta, el balón que le habían lanzado ya
había pasado por delante de él y se dirigía hacia mi mesa.
Me las arreglé para esquivarla, ya que golpeó la mesa y rebotó en la pared detrás de mí. Meat
se acercó a mi mesa y se disculpó por su comportamiento, a lo que le dije que no importaba.
Fue entonces cuando vi el bulto en los pantalones del tal Meat, y supe exactamente por qué
sus amigos le llamaban Meat. De repente volví a mojarme y a hacer todo lo posible por
pensar en algo que no fuera una polla enorme sobre un deportista.
-Hola, por cierto, soy Mike pero como probablemente has oído me llaman Meat. Creo que no
te había visto antes, - dijo tendiéndome la mano.
Se la estreché y luego le contesté: -Soy Cherry, encantado de conocerte Mike, o Meat si lo
prefieres. –
Se rió de eso y me preguntó si me importaba que me acompañara a comer, no vi nada malo
en la sugerencia y le dije, -por mí perfecto. -
Pronto se hizo con una comida y estuvimos hablando de lo que estábamos estudiando, y
aunque era un deportista resultó que estaba estudiando para ser abogado, lo que no hace más
que demostrar que no se puede juzgar a un libro por su portada. Durante la comida nos dimos
cuenta de que teníamos bastantes cosas en común. Le gustaba el mismo tipo de música que a
mí e incluso nuestros gustos cinematográficos eran muy parecidos. Así que probablemente
no sorprendería a nadie saber que nos llevábamos bastante bien.
Después de comer se despidió y me dijo que nos veríamos más tarde, lo que yo entendí como
que nos veríamos cuando volviéramos a vernos. No fue hasta dos semanas después cuando
volví a encontrármelo, ya que había sido invitado a una de las muchas fiestas del campus.
Estaba bebiendo una cerveza cuando entré.
-Hola Cherry, por fin alguien a quien conozco de verdad, - me dijo con una amplia sonrisa en
la cara, - ¿quieres tomar algo? -
-Sí, por favor, puedes traerme lo mismo que estás bebiendo, es una cerveza lo que estás
bebiendo, ¿no? -
-Sí, lo es, vuelvo en un minuto, - gritó, mientras la música volvía a sonar y, como de
costumbre, demasiado alta.
Cuando volvió, nos metimos más en el dormitorio, ya que no podíamos oírnos hablar. Nos
tomamos unas copas y la fiesta empezó a animarse un poco, por supuesto hubo el típico
estúpido que vomitó, dejando al anfitrión para que limpiara el desastre, pero aparte de eso
fue una buena fiesta. A las diez todo el mundo parecía tener pareja y se besuqueaban donde
encontraban un hueco. Habían bajado el volumen de la música y la iluminación.
Cuando recibí un golpecito en el hombro, me giré y encontré a Mike señalando hacia una 19
esquina de la sala. Allí podíamos ver a una chica joven chupándole la polla a su novio, que
estaba tirado en una esquina con los pantalones bajados. Nos reímos de eso, y luego Mike
me susurró algo al oído.
- ¿Qué te parece si subimos y nos liamos? - dijo.
Miré alrededor de la habitación y con toda la acción que estaba pasando sentí que necesitaba
ser parte de todo, así que acepté. Le seguí mientras nos habríamos paso con cuidado entre la
multitud de la planta e incluso tuvimos que esquivar a algunos en las escaleras. Cuando
subimos, la única habitación en la que no había nadie era el baño, así que entramos y
cerramos la puerta.
No perdimos mucho tiempo una vez dentro, ambos nos desnudamos hasta quedar en ropa
interior y tiramos la ropa al suelo. No había estado prestando atención a Mike, pero cuando
me di la vuelta y vi su polla mientras se quitaba los calzoncillos jadeé abiertamente.
-Dios mío, sabía por qué te habían llamado Meat, pero no me esperaba eso, -dije, mientras
señalaba la polla más grande que había visto nunca.
De repente me entraron ganas de chupársela y me arrodillé para hacerlo. Entonces la cogí por
primera vez, y la sensación del grosor y de lo larga que era quedaría grabada en mi mente
para el resto de mi vida. Lentamente moví la cabeza hacia delante y dejé que mis labios la
rodearan, por suerte Mike no presionó y me dejó hacer todo el trabajo.
Tuve que abrir mucho la boca y conseguí meterle unos diez centímetros mientras empezaba a
chupar la punta. Le masajeé los huevos con una mano mientras le sujetaba la polla con la
otra y me di cuenta de que aún no estaba completamente erecto. Eso cambió en cuanto cogí
el ritmo, y la sensación de su polla palpitando dentro de mi boca me humedeció muchísimo.
No podía evitar imaginarme esa cosa dentro de mí y cuánto deseaba sentirla.
Empecé a acariciarla mientras chupaba y sus gemidos de satisfacción no tardaron en hacerse
más fuertes. Cuanto más chupaba, más ganas tenía de ver cuánto semen producía, lo que a su
vez me hacía rendir aún más. Era como recibir un regalo; simplemente había que quitarle el
envoltorio para ver lo que había dentro. Creo que no estaba preparada cuando gritó que se
estaba corriendo, porque yo lamía la punta mientras él lo hacía y un gran fajo de semen
pegajoso salpicó mi mejilla y bajó hasta mi cuello. Cuando volvió a correrse, la tenía de
nuevo en la boca y podía sentir la oleada de su segunda salida explosiva deslizándose sobre
mi lengua. Seguí chupando para mantenerlo duro y cuando me dijo que no podía más me
levanté y me quité las bragas.
-Quiero esa cosa dentro de mí, - dije mientras me inclinaba sobre la bañera.
Mike se puso detrás de mí y me agarró las nalgas, y un segundo después pude sentir su polla
aún dura tanteando la entrada. La expectación y el anhelo que sentía le facilitaron el
deslizamiento, y mientras seguía avanzando me agarré a la bañera y cerré los ojos. Al
principio fue lento, cosa que agradecí, hasta que probó las aguas y se dio cuenta de que yo
era más que capaz de aguantar su carne.
Después empezó a follarme con más fuerza y no podía creer la cantidad de polla que me 20
estaba metiendo. Cada vez estaba más mojada, hasta que por fin pude oír sus muslos
golpeándome el culo con cada movimiento y supe que iba a llegar al clímax. Cuando me
corrí, el espasmo de éxtasis que recorrió mi cuerpo me hizo apretarme alrededor del objeto
que lo estaba provocando, y de repente empecé a experimentar esos mini orgasmos que había
sentido no hacía mucho.
No se sabía cuándo empezaba uno y terminaba el otro, y así siguió durante otros quince
minutos antes de que Mike gritara de repente que iba a correrse otra vez. Le dije que se
corriera, lo que hizo, y pude sentir la salpicadura de semen caliente golpeando mi espalda y
corriendo hacia los lados. Me di la vuelta como una vulgar zorra para lamerle y chupársela
hasta dejarle seco; me sentía tan caliente después de toda aquella paliza porque me encantaba
su polla.
Poco después estábamos vestidos de nuevo y yo le daba las gracias por lo bien que lo
habíamos pasado. Me acompañó a mi dormitorio y nos besamos en la entrada antes de
darnos las buenas noches. Pero no le dije nada, pensé que, si me quería, me lo pediría seguir
viéndonos.

***

El día siguiente amaneció soleado y me invitaron a dos fiestas más, pero dije que no a las
dos. Esperaba que Mike viniera y me pidiera que fuera su novia, pero no fue así. Más tarde,
ese mismo día, me invitaron a otra fiesta, pero esta vez sólo había chicas y pensé que al
menos allí no pasaría nada y que si Mike me pedía salir no tendría secretos que ocultarle, así
que acepté.
Cuando llegué a las ocho de la noche, me recibió la anfitrióna y me dijo que me pusiera la
venda. Pensé que qué más daba y me coloqué la venda sobre los ojos. A continuación, me
llevaron a una habitación en el piso de arriba y pude oír murmullos de voces a mi alrededor.
Cuando me quitaron la venda, me encontré en una habitación iluminada sólo por grandes
velas y rodeada de al menos otras diez chicas sentadas en cojines en el suelo, algunas de las
cuales conocía. Cogí un cojín vacío y me senté para unirme al resto.
-Hola Kate, ¿a qué viene tanto secretismo? - le dije.
-Es parte de su iniciación, se toman muy en serio lo de ser novatas. Pero ya he estado en
alguna de sus fiestas y suele ser muy divertidas. La fiesta en sí no empieza hasta que llega la
última invitada, y entonces hablamos, bebemos y jugamos, - me contestó.
Después charlamos un rato y Kate me presentó a un par de amigas. Aproximadamente una
hora después habían llegado todas las que iban a venir, y todas estábamos bebiendo y
compartiendo anécdotas de los acontecimientos de este último año. Les hablé de Mike y me
enteré de que al menos tres de las chicas ya habían estado con él, lo cual no me sorprendió.
Después de unas copas, la fiesta se animó un poco y empezamos a jugar. Nunca había jugado 21
a este juego, pero había oído hablar de él. Empezó con todo el mundo lanzando dos dados al
centro, y el número más bajo que saliera indicaría la perdedora. Entonces ella tenía que
elegir a alguien de la sala y esa persona tenía que desafiarla a verdad o reto.
Las primeras fueron preguntas de verdad, como si alguna vez le has chupado la polla a un
hombre y cosas por el estilo. Fue bastante divertido ver cómo se retorcían con sus respuestas,
pero cuando me tocó a mí perder y elegí a alguien para que me hiciera las preguntas, ella me
lanzó un reto. Primero sacó una caja y después de rebuscar en ella sacó un consolador
grande.
-Te reto a que intentes correrte con esto delante de todas, - dijo, y todos los ojos se clavaron
en mí.
Inmediatamente pensé que me estaban tendiendo una trampa, pero luego pensé que qué
demonios, que me aspen si voy a ser la primera en rechazar un reto, así que cogí el
consolador y acepté el desafío. La mayoría de las otras chicas no podían creer que realmente
fuera a hacerlo, lo que por alguna razón me hizo humedecerme. Creo que fue la idea de que
toda esa gente me estuviera viendo hacerlo. Inmediatamente me quité las bragas y volví a
sentarme en mi gran cojín, antes de subirme la falda y colocar el consolador en la entrada.
Casi todos me estaban mirando y, como ya estaba mojada, me resultó fácil introducir el
consolador. Una vez dentro, empezaron a jugar de nuevo, y yo me quedé intentando
correrme. Había cerrado los ojos, y de repente pude oír a alguien más recibiendo un reto sólo
que me involucraba a mí.
-Te reto a que ayudes a Cherry a correrse, - dijo la voz.
Abrí los ojos para ver quién hablaba y descubrí que era la anfitriona, que hablaba con Kate.
-Acepto, - respondió Kate.
Mi mente era una mezcla de emociones en ese momento; nunca antes había tenido
pensamientos sexuales de estar con otra mujer y no podía evitar preguntarme cómo sería.
Mientras empujaba el consolador hacia dentro con estos pensamientos rondándome por la
cabeza, sentí de pronto una lengua lamiéndome el clítoris erecto y miré hacia abajo para
encontrarme con Kate haciendo exactamente lo que había dicho que haría. La verdad es que
también ayudó, porque después de cinco minutos en los que ella me acariciaba el clítoris con
la punta de la lengua y yo empujaba el consolador cada vez más deprisa, empecé a correrme.
Las chicas realmente se abrieron después, con cada desafío siendo más y más escandalosa.
Hubo uno en el que un par de chicas tenían que compartir un consolador de goma de medio
metro, y una se lo metía mientras la otra lo sacaba. No pude evitar pensar en cómo había sido
yo la que había perdido esa ronda en particular.
Cuando terminó la noche y la mayoría de las chicas empezaron a irse, me quedé con tres de
las chicas que pertenecían a esa hermandad. Fue entonces cuando descubrí que todas eran
lesbianas. Lo sospechaba, pero no lo confirmé hasta que una de ellas me pidió que me
quedara un rato más.
- ¿Te apetece un poco más de diversión, Cherry? - dijo la anfitriona. 22
-Sí, me apunto, pero ¿qué tienes en mente? -
-Bueno... ya habrás adivinado que algunas de nosotras nos inclinamos más por el sexo
femenino que por el masculino...- respondió.
Yo no lo había hecho hasta ese momento, pero me limité a asentir.
-Verás, la razón por la que te invitamos fue porque todas pensamos que tienes un cuerpo
increíble, y queríamos ver si podíamos convertirte o al menos mostrarte que había más de lo
que los hombres solos podían proporcionar. -
Estaba intrigada en este punto, y para demostrar que estaba lista para este pequeño
experimento me puse de pie y me quité toda la ropa. Las tres chicas hicieron lo mismo y
luego juntaron todas las almohadas en el centro de la habitación antes de tumbarse sobre
ellas.
- ¿Alguna vez has lamido un coño Cherry? -
-No, no puedo decir que lo haya hecho, - respondí.
La anfitriona, que se llamaba Janet, se tumbó delante de mí y abrió mucho las piernas, estaba
claro que no tenía inhibiciones. Entendí la indirecta y me arrodillé frente a ella y entre sus
piernas. Lo primero que pensé mientras me inclinaba hacia delante fue lo bien que una mujer
debería hacer esto, después de todo ella sabría exactamente dónde, cómo y por qué lamer.
Empecé metiéndole un dedo en el coño ya húmedo y luego empecé a lamerle el clítoris
enérgicamente.
A los dos minutos de esta acción, una de las otras chicas me estaba chupando un pezón y la
otra estaba detrás de mí separándome las nalgas, cuando de repente sentí que algo entraba en
mi propia humedad. Miré a mi alrededor y descubrí que llevaba un arnés, y esta cosa era
enorme. Abrí un poco las piernas y seguí lamiendo mientras mis pezones se endurecían y el
arnés se introducía más dentro de mí.
Los gemidos de placer resonaron por toda la habitación y, de repente, Janet gritó que iba a
correrse. Inmediatamente le metí otros dos dedos y empecé a penetrarla con más fuerza.
Cuando se corrió, arqueó la espalda y sentí cómo los jugos se derramaban sobre mi lengua.
Para entonces, el arnés ya estaba completamente dentro y me producía sensaciones deliciosas
por todo el cuerpo, y entonces yo también empecé a correrme.
Cuando nos detuvimos, me palpitaba el coño y me dolían los pezones, pero aquello me abrió
los ojos. Todos nos concentramos en la única que no había tenido ninguna acción real
después de eso, la que me había estado chupando los pezones. Después de su clímax, todas
nos sentimos bastante cansadas y decidimos dar por terminada la noche. Les di las gracias
por una noche memorable y les deseé buenas noches antes de irme.

***
Al día siguiente Mike apareció y me preguntó si quería ser su novia, por supuesto acepté y 23
ahí terminó mi despertar sexual, al menos con otras personas, pero vaya despertar.

The End

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