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Ciudad de Buenos Aires

1970

La ciudad capital de la República Argentina, en la que ha tenido lu-


gar el Torneo Internacional de Ajedrez de 1970, constituye un distrito
especial ─el distrito federal─, situado sobre la margen derecha del Río
de la Plata. Comprende una superficie de 192 kilómetros cuadrados,
por lo que en este aspecto ocupa uno de los primeros lugares entre to-
das, ya que son muy pocas las que la superan en extensión. Por otra
parte, con sus 3.160.000 habitantes (8.400.000 si le agregamos el con-
glomerado urbano), es la metrópoli más populosa entre las de habla
castellana y la octava entre las ciudades del mundo.
Dentro de su perímetro urbano existen 1.912 avenidas, calles y pasa-
jes, con 105 espacios destinados a plazas, parques y plazoletas, en las
que se juntan 46 monumentos y 63 obras de arte decorativo.
Como gran ciudad, Buenos Aires es además el punto de convergen-
cia de nueve líneas férreas, con excepción de dos de ellas situadas fue-
ra del casco urbano. A través de estas estaciones terminales, entran y

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salen diariamente en la ciudad 2.750 trenes de pasajeros, además de los
de carga.
El servicio de transporte urbano está atendido por cinco líneas de
trenes subterráneos, con una extensión total de 34 kilómetros, proyec-
tándose ampliaciones que elevarán los recorridos a 45 kilómetros. Ade-
más, la ciudad cuenta con un servicio de transporte constituido exclusi-
vamente por ómnibus, microómnibus y «colectivos» (vehículos algo
menores que los microómnibus ─alrededor de 15 asientos─, creación
argentina, inexistentes en el resto del mundo). Existe también un nu-
merosísimo parque de automóviles de alquiler, provistos de taxímetros.
Los anacrónicos tranvías, y los trolebuses; hace años que han dejado de
circular por las avenidas y calles de la capital argentina.

Buenos Aires, centro de Cultura

En el terreno de la educación, tiene Buenos Aires una universidad


estatal, con ocho facultades, y varias privadas, además de 55 institutos
de estudios especializados, 16 colegios nacionales (de bachillerato), 16
escuelas de comercio, 12 de enseñanza industrial, 8 de manualidades
profesionales, y 16 institutos especiales.
En otro aspecto, cuenta con 676 escuelas primarias, universidades
populares, centenares de institutos particulares de enseñanza y 90 con-
servatorios de música. Existen además 180 bibliotecas públicas y priva-
das, 25 museos y más de 20 galerías de arte; un centenar de asociacio-
nes científicas, literarias y artísticas que realizan un promedio de 30
conferencias y audiciones diarias; cerca de 500 librerías; y se editan
anualmente más de 3.000 obras científicas, literarias y didácticas, y más
de 2.000 trabajos musicales.
Se publican en Buenos Aires diarios y periódicos en 26 idiomas ex-
tranjeros, incluso en esperanto. Además, se editan alrededor de 800 pe-
riódicos literarios, científicos, de arte, de aplicación industrial y gremia-
les, y más de 50 grandes revistas de aparición semanal, quincenal o
mensual.

La hospitalidad de Buenos Aires

Los turistas y viajeros que llegan a la capital argentina pueden alojar-


se en aproximadamente 500 hoteles, 40 de primera categoría; y para
comer fuera de ellos hay 450 restaurantes, 50 de los cuales son de lujo.
Cuando Buenos Aires vivía aislada por las grandes distancias y por
ese río «como mar», con la inacabable llanura a sus espaldas y las
otras ciudades hermanas a varios días de viaje, en la chatura de sus ca-
lles sembradas de campanarios crecía una generación hambrienta de
noticias. Ninguna semilla de progreso caía en tierra estéril; cada hom-
bre, cada mujer, era un almácigo donde prendían las ideas.
Seguramente por eso, la sociedad porteña de aquellos tiempos, en la
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que el respeto y el afecto anularon la esclavitud antes de que fuera
abolida en 1813, tendía manteles en la gran mesa familiar para recibir al
viajero, agasajarlo, y, principalmente, escucharlo. El porteño, el habi-
tante de «la ciudad y puerto de Santa María de los Buenos Aires», era
un aprendiz de progreso, sediento de herramientas.
Aunque Buenos Aires tiene más de cuatrocientos años de vida, po-
dría decirse que sólo poco más de cien cuentan para su progreso físico.
Los adelantos anteriores fueron llegando tan lentamente que seguía
siendo joven aunque crecía.

Si resumimos las crónicas de cuantos viajeros pasaron, nos quedará


una exclamación agradecida de todos aquellos que se encontraron co-
mo en su hogar en este lejano puerto del sur, y que llevaron el asom-
brado recuerdo de los amistosos dueños de casa y las cultas mujeres en
la tertulia familiar.
Buenos Aires alcanzó su madurez viviendo en poco tiempo todo
cuanto le toca vivir a una ciudad castigada: crecientes, malones, epide-
mias, invasiones, incluso tiranías .... El porteño vivía las luchas de su
adolescencia todas las mañanas; pero lo hacía como si quisiera saltar
etapas para alcanzar la estatura europea antes de tiempo.
Esa actitud hizo posible que de aquí partieran los adelantados de la
libertad americana, mucho antes de que el mundo lo creyera posible.
A la distancia, cuando Buenos Aíres ya ha roto aislamientos y partici-
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pa, con todos los países, del beneficio de la comunicación, dijérase que
sigue guardando su afición hospitalaria, que continúa añorando a los
viajeros.
El brumoso río sigue contándole historias marineras y sembrándole
ilusiones de ultramar. Y entonces, como el invasor ya no viene a probar
fortuna, como los piratas ya no merodean sus costas, como las coronas
ya no se la disputan, Buenos Aires levanta un escudo de torneos y com-
petencias, y vuelve a tender manteles en la gran mesa porteña, para sa-
tisfacerse ─un poco egoístamente, por qué no─ con el halago de sus
visitas.
Y los amigos siempre regresan.
Este es mejor trofeo de nuestro Puerto de Santa María de los Buenos
Aires.

El II Torneo Internacional «Ciudad de Buenos Aires» 1970 consti-


tuye un importante paso hacia adelante para el ajedrez argentino.

La conjunción de intereses y esfuerzos entre la Municipalidad de la


ciudad de Buenos Aires, que otorgó los recursos necesarios, y la cola-
boración técnica de la Federación Argentina de Ajedrez, involucraron la
puesta en pie para una empresa de divulgación que beneficia a todos,
por su repercusión mundial en el ámbito del ajedrez. En efecto, aparte
de la resonancia que pudo apreciarse a través de todos los diarios de
nuestro país, la competencia ha sido comentada profusamente en dis-
tintos países de América y Europa en revistas especializadas, lo cual
constituye una propaganda de valor innegable.

Diariamente, la sala Casacuberta del Teatro General San Martín, don-


de se realizaron todos los juegos, se vio concurrida en forma extraordi-
naria, al punto que en la mayoría de las veces, a la media hora del co-
mienzo se suspendía la venta de entradas y no se permitía el acceso a
la sala de más espectadores. Pero hay algunos aspectos que es necesa-
rio puntualizar y que fueron comentados elogiosamente por varios de
los maestros extranjeros, habituados a jugar en grandes torneos mun-
diales. Dijeron ellos que no es fácil advertir una organización tan exce-
lente como la que tuvo el torneo de Buenos Aires, y que el público es
uno de los más disciplinados. Podía advertirse que al iniciarse las parti-
das reinaba absoluto silencio, que solamente se quebraba cuando Ro-
bert Fischer terminaba ganando su partida, pues entonces se escuchaba
un aplauso cerrado y prolongado. Es que este genial maestro conquistó
en nuestro país gran simpatía, pudiendo afirmarse que se constituyó en
el ídolo del público argentino. La razón principal fue que Fischer es un
luchador nato, que de ninguna manera quiere tablas prematuramente.
Los aficionados no ocultaron su predilección y, sin dejar de reconocer
la calidad magistral de muchos de los participantes, su interés estaba en
las partidas de Fischer, y cuando éste terminaba se notaba que por lo
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menos una tercera parte de la sala se desocupaba. Es más, en alguna
ocasión, en la sala donde algunos maestros comentaban diariamente las
alternativas de los juegos, al pretender el comentarista de turno mostrar
alguna otra partida, era requerido por la concurrencia para que pasara
la partida de Fischer, y había que acceder.

Vale decir, que en los momentos actuales, en cualquier certamen de


ajedrez, en cualquier parte del mundo, la presencia de Robert Fischer
es un acontecimiento que bien merece sacrificios pecuniarios y toleran-
cia.

Consideramos que las autoridades todas de la Federación Argentina


de Ajedrez se han hecho acreedoras al reconocimiento general por el
decidido aporte técnico brindado, haciendo posible una marcha perfec-
ta, salvando algunos obstáculos que de ninguna manera empañaron el
brillo del certamen.

Pero la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires, sin cuyo apoyo


no habría sido posible esta realidad, ha sido el artífice del torneo, y
aparte de hacerse cargo de todos los gastos, cooperó con todos sus ele-
mentos, la sala del Teatro General San Martín, personal sin retaceos y
toda clase de comodidades. En resumen, hizo posible la reedición de
torneos internacionales cuya realización se había interrumpido, y en tal
forma el ajedrez argentino volverá a tener el prestigio que merece en el
orden internacional.

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Para dejar inaugurado el certamen habla el doctor Alberto Obligado,
Secretario de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad ele Buenos Ai-
res. Se ve detrás al gran maestro Carlos Guimard, presidente de la Fede-
ración Argentina de Ajedrez, al profesor Carlos A. Bianchi, coordinador
general, y al doctor Jorge Sanguinetti,secretario de la Federación Argen-
tina
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El Acto Inaugural
Para inaugurar el II Torneo Internacional de Buenos Aires, hizo uso
de la palabra el secretario de Cultura de la Municipalidad, Dr. Alberto
Obligado, quien, en su discurso, realizó el importante anuncio de que
es propósito de la Comuna realizar este certamen todos los años. Dijo
el Dr. Obligado:
«En nombre del intendente municipal, tengo el gusto y el honor de
declarar inaugurado el II Torneo Magistral de Ajedrez Ciudad de Bue-
nos Aires y de anunciar que este torneo se jugará todos los años a partir
de hoy, como uno de los actos permanentes de la Semana de Buenos
Aires, fecha que este año se ha debido adelantar para evitar coinciden-
cias con el Campeonato Mundial por Equipos. Con ello nuestra ciudad
retoma el ritmo internacional que nunca debió abandonar en el juego
arte, que, justo sea decirlo de una vez, es el deporte nacional por exce-
lencia.»
Recordó que, en 1927, cuando se jugaba en Londres la primera
Olimpíada Mundial de Ajedrez, Buenos Aires fue escenario del match
por el campeonato mundial en que Alekhine venció «al casi místico
Capablanca»; refirióse a otros acontecimientos ajedrecísticos vincula-
dos con la Argentina, como el Campeonato Mundial de 1939, ocasión
en que muchos maestros extranjeros participantes se acogieron a nues-
tra tradicional hospitalidad «Y de esa verdadera inmigración de talen-
tos la ciudad de Buenos Aires, siempre ávida de hacer suyos la sangre y
el saber de otros pueblos, alcanza una madurez ajedrecística que lleva
al país a ocupar el 2º lugar en la IX Olimpíada Mundial jugada en Du-
brovnik en 1950, sólo precedida por el equipo local, Yugoslavia, y se-
guidos por Alemania Federal y los Estados Unidos».
Detalló luego el Dr. Obligado las sucesivas actuaciones de los argen-
tinos en las competencias mundiales y agregó:
«Desde entonces la Argentina, sin bajar nunca de los primeros
puestos pierde prestancia internacional. El ajedrez pasa penurias eco-
nómicas. Decae el Torneo de Mar del Plata. Las entidades privadas rea-
lizan esfuerzos sobrehumanos, pero el auge de la aviación, paradójica-
mente, aísla al país, por el alto costo de los transportes. Con la acelera-
ción del ritmo de la vida la Argentina es una isla de la que sólo se pue-
de prácticamente salir por aire. Es preciso que las autoridades munici-
pales, puesto que el ajedrez, como toda la cultura, es ante todo obra de
ciudades, retomen conciencia del gran caudal de talento y de fuente
potencial de prestigio que duermen en él.
«La Municipalidad, por intermedio de la Secretaría de Cultura, ha
resuelto, después de seis años de no jugarse, institucionalizar anual-
mente este Torneo Magistral de la Ciudad de Buenos Aires. Quiere que
sirva de confrontación de los más altos valores de todas partes del
mundo con nuestros propios valores mundiales y la juventud creadora
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del futuro. No busca este torneo ser solo una exhibición sino ser una
promoción del ajedrez y por ello, mediante una selección previa, que
no baje la categoría máxima, 1A. Se ha dado así una oportunidad a
nuestros valores en ascenso para que se ganen el derecho de partici-
par.»
Agradeció finalmente la presencia de representantes diplomáticos
extranjeros y de la FADA, que tiene a su cargo la responsabilidad del
torneo y terminó así:
«Y sobre todo, a los jugadores, de cuyo talento y tenacidad depen-
de de ahora en adelante el verdadero éxito de este Torneo. A todos,
muchas gracias».
A continuación habló el presidente de la Federación Argentina de
Ajedrez, señor Carlos Guimard.
El maestro Guimard se refirió primeramente a las dificultades exis-
tentes para el desarrollo de estos grandes torneos y agradeció a la Mu-
nicipalidad y al Dr. Carlos Obligado, por su preocupación y empeño
personal en lograr la solución, que ha llenado de alegría a los aficiona-
dos de todo el país. «Todos, dirigentes y aficionados ─dijo─, agrade-
cemos jubilosos esta decisión que ha hecho posible la realización de un
certamen de tanta trascendencia y de tanta importancia, que tendrá vi-
vencia durante su realización en todo el país y en todo el mundo aje-
drecístico, pero que la tendrá a través del tiempo».
«Al expresar nuestro reconocimiento a la Municipalidad en la per-
sona del Dr. Obligado ─agregó─, por haber hecho posible este certa-
men, por ver entre nosotros a ajedrecistas de tanta categoría, le hace-
mos presente que hay en el país una pléyade de jugadores decididos a
recibir las enseñanzas indudables de los grandes maestros presentes, y
señalamos que las mismas serán difundidas por medio de la FADA. Pe-
ro es a la FADA a la que corresponde orientar, trabajar, para integrar
plenamente el ajedrez nacional, mediante un esfuerzo traducido en tor-
neos que den a todos los jugadores actuales y del futuro la posibilidad
de no ser solamente espectadores, sino intervinientes en eventos de es-
ta categoría. Con el fin de que haya para todos las mismas posibilida-
des, es la entidad directriz la que siembra y enseña, la que procura diri-
gir este esfuerzo a todo el país».
Expresó su esperanza de que también se haga el Torneo de Mar del
Plata y que se asigne al mismo la categoría 1A; agradeció al Dr. Obliga-
do sus palabras y la confianza tenida en la Federación al asignarle la ta-
rea difícil y honrosa de organizar el certamen; enunció después la per-
sonalidad de los jugadores e hizo votos finalmente, por el éxito del Tor-
neo.

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Avenida 9 de Julio de la ciudad ele Buenos Aires, destacándose al fondo el Obelisco y
más atrás el edificio del Ministerio de Servicios y Obras Públicas.

El Teatro Colón, de la capital federal


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AUTORIDADES DEL TORNEO
Las distintas comisiones designadas para asegurar la buena marcha
del importante certamen quedaron constituidas de la siguiente manera:

COMISIÓN DE HONOR

GENERAL MANUEL IRICIBAR


Intendente Municipal de la Ciudad de Buenos Aires

SEÑOR FLORENTINO ALEN


Secretario de Economía de la Municipalidad de la Ciudad de
Buenos Aires

DOCTOR ALBERTO OBLIGADO


Secretario de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires

SEÑOR CARLOS GUIMARD


Presidente de la Federación Argentina de Ajedrez

COMISIÓN ORGANIZADORA
La comisión organizadora del torneo, que corrió con el verdadero
peso de la puesta en marcha de la competencia, estuvo presidida por el
doctor Alberto Obligado y quedó formada así:

DOCTOR ALBERTO OBLIGADO


Secretario de Cultura de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires

CORONEL PLINIO ISOLA


Director General de Asistencia de la Comunidad

PROFESOR AMILCAR RUBÉN COSASNOVAS


Director de Deportes y Recreación

ARQUITECTO FERNANDO LANÚS


Director del Teatro General San Martín

DOCTOR JULIO RAÚL LAZCANO


Director de Bibliotecas de la Municipalidad

SEÑOR CARLOS GUIMARD


Presidente de la Federación Argentina de Ajedrez
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DOCTOR ISAAC KORIN
Presidente de la Federación Metropolitana de Ajedrez

DOCTOR RAÚL CRUZ


Presidente del Club Argentino de Ajedrez

SEÑOR ANTONIO MARTIN


Arbitro de la competencia

PROFESOR CARLOS A. BIANCHI


Coordinador general

COMISIÓN TÉCNICA
Director del torneo
Arbitro internacional, doctor Jorge Sanguinetti

Árbitros
Antonio Martín y Luciano Cámara

Fiscalizadores
Señores Normando Ivaldi, Fructuoso Giménez, Efrem Vázquez, Pedro
Martínez Acosta, David Lorenzo y Francisco Pico

Jurado
Señores Paulino Alles Monasterio, Luis A. Palau, Alfonso Rodríguez
Avellórl, Carlos Skalicka y Haroldo Toffano

Comentaristas
Señores Marcos Luckis, Hermán Pilnik y César Corte

Intérpretes
Señores Marcos Luckis y Hermiin Pilnik

Comisión de Prensa
Señores Carlos Gómez, Edgar Mamy y Juan Dandi

Comisión de recepción
Ing. Manuel Ballarino y señores Marcelino Moguilevsky, Víctor Pomo-
doro y Mario Menassé

Boletín de partidas
Señor Milcíades Lachaga, con consideraciones teóricas del maestro in-
ternacional Alberto Becker

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El vencedor del torneo, Robert Fischer
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El soviético Vladimir Tukmakov, clasificado segundo, que en esta
competencia conquistó el título de maestro internacional

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II Torneo Internacional
«Ciudad de Buenos Aires»
Jugado en el Teatro General San Martín del 19 de julio al 16 de agosto de
1970

1 2 3 4 5 6 7 8 9 0 1 2 3 4 5 6 7 8
1 Fischer ─ 1 1 1 ½ ½ ½ ½ 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 15
2 Tukmakov 0 ─ 1 ½ ½ ½ ½ ½ 1 1 ½ ½ 1 ½ ½ 1 1 1 11½
3 Panno 0 0 ─ ½ ½ ½ ½ 1 ½ 1 1 ½ 1 1 ½ 1 1 ½ 11
4 Georghiu 0 ½ ½ ─ ½ ½ ½ ½ ½ 1 ½ 1 ½ 1 1 ½ ½ 1 10½
5 Najdorf ½ ½ ½ ½ ─ ½ ½ ½ 0 1 ½ 1 1 1 1 ½ 0 1 10½
6 Reshevsky ½ ½ ½ ½ ½ ─ ½ ½ ½ ½ ½ 1 1 1 ½ ½ ½ 1 10½
7 Smyslov ½ ½ ½ ½ ½ ½ ─ ½ ½ ½ ½ ½ 1 ½ ½ ½ ½ ½ 9
8 Mecking ½ ½ 0 ½ ½ ½ ½ ─ ½ ½ ½ ½ 0 ½ ½ ½ 1 1 8½
9 Quinteros 0 0 ½ ½ 1 ½ ½ ½ ─ 0 ½ 1 0 ½ ½ ½ 1 1 8½
10 Damjanovic 0 0 0 0 0 ½ ½ ½ 1 ─ ½ ½ ½ ½ 1 1 ½ 1 8
11 O'Kelly 0 ½ 0 ½ ½ ½ ½ ½ ½ ½ ─ 0 ½ ½ ½ ½ 1 1 8
12 Bisguier 0 ½ ½ 0 0 0 ½ ½ 0 ½ 1 ─ 1 ½ 0 ½ 1 1 7½
13 Szabo 0 0 0 ½ 0 0 0 1 1 ½ ½ 0 ─ ½ 1 ½ 1 1 7½
14 García 0 ½ 0 0 0 0 ½ ½ ½ ½ ½ ½ ½ ─ 1 1 0 1 7
15 Rubinetti 0 ½ ½ 0 0 ½ ½ ½ ½ 0 ½ 1 0 0 ─ ½ ½ 1 6½
16 Rossetto 0 0 0 ½ ½ ½ ½ ½ ½ 0 ½ ½ ½ 0 ½ ─ 0 ½ 5½
17 Schweber 0 0 0 ½ 1 ½ ½ 0 0 ½ 0 0 0 1 ½ 1 ─ 0 5½
18 Agdamus 0 0 ½ 0 0 0 ½ 0 0 0 0 0 0 0 0 ½ 1 ─ 2½

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Primera Rueda
19 JULIO DE 1970

Damjanovic 0 Georghiu 1
Fischer 1 Tukmakov 0
Schweber ½ Smyslov ½
Rossetto ½ Szabo ½
O’Kelly ½ Reshevsky ½
Najdorf 1 Rubinetti 0
Quinteros ½ García ½
Panno 1 Mecking 0
Agdamus 0 Bisguier 1

La excelente Sala Casacuberta, muy apropiada para la realización de


un torneo de ajedrez de tanta categoría, estaba totalmente repleta y los
aficionados presentes pudieron apreciar la perfecta organización, con
tableros murales para cada una de las partidas, atendidos uno por uno
por un encargado de realizar las movidas, notándose también que fren-
te a cada mesa había un ayudante de fiscal para ir anotando la partida,
de manera que los muralistas pudieran verificar el desarrollo del juego
sin molestar a los jugadores. Todo esto mereció especiales elogios de
parte de la concurrencia, pero lo que resultó más significativo, es que
los maestros extranjeros hicieron presente su satisfacción por todos los
detalles de organización que, según afirmaron, pocas veces habían vis-
to en certámenes internacionales.
Debió lamentarse la ausencia de Fischer en la primera rueda, en vir-
tud de que la compañía de aviación no le entregó con tiempo los pasa-
jes. La partida que debía jugar Fischer con el joven soviético Vladimir
Tukmakov se efectuó tres días después y constituyó una excelente de-
mostración técnica por parte de Fischer, quien prácticamente arrolló a
su rival.
Las alternativas más destacadas de la reunión inicial fueron el merito-
rio empate conseguido por el argentino Schweber frente al ex campeón
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mundial Smyslov, la fácil victoria de Najdorf ante Rubinetti y el triunfo
de Oscar Panno frente al joven brasileño Mecking. Hubo una interesan-
te lucha en la partida de Damjanovic v. Georghiu, en la que el maestro
rumano consiguió una buena victoria. También fue movida la partida
de Rossetto v. Szabó, mientras que en las restantes no hubo alternativas
sobresalientes.

Damjanovic, Mato Por medio de jugadas simples


Georghiu, Florin en apariencia, las negras obtienen
[B40] gran ventaja en espacio. Se ame-
naza con fuerza ...d5.
(Comentarios de F. Georghiu)
1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 14.£e1 ¦fe8 15.£g3 ¢h8!
4.¤xd4 ¤f6 5.¥d3
Después de esta movida del
Normalmente se juega 5.¤c3. rey el contrajuego de las blancas
en el flanco rey carece de efica-
5...d6 cia.

La mejor continuación, pues de 16.¥e3 ¥d6 17.£h3 e4!


esta manera no se muestran toda- 18.fxe4 dxe4 19.¥b5
vía las intenciones.

6.0-0 ¥e7 7.¤d2 0-0


8.¢h1 e5

Una fuerte movida con la que


se inicia la lucha por el centro.

9.¤f5

Igualmente, después de otras


jugadas, tales como 9.¤4f3; y
9.¤4b3 las blancas no pueden as-
pirar a ninguna ventaja.
Una jugada «natural» con la
9...¥xf5 10.exf5 d5 que las blancas pierden un peón.
Era mejor haber jugado 19.¥e2,
Y como puede apreciarse, las pero de todos modos la situación
negras han conseguido ya un jue- seguía siendo favorable para las
go muy libre con sus piezas y negras.
peones.
19...¥xh2
11.f3 ¤c6 12.a3 £c7
13.¤b3 ¦ad8 Aunque simple, esto fue una
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desagradable sorpresa para las 38.¤xc6 ¦a2 39.b3 ¦c2. 0-1
blancas, las que ahora no pueden
jugar 20.£xh2 £xh2+ 21.¢xh2
¤g4+ etc.

20.¥xc6 bxc6 21.g4

Las blancas ensayan su única


posibilidad de contrajuego.

21...£g3! 22.£xg3 ¥xg3


23.g5 ¤g4

Con la movida del texto las ne-


gras ganan la calidad, pero quizá Mato Damjanovic
era mejor aún 23...¤d5.

24.¥xa7 e3 25.¢g2 e2 Fischer, Robert James


26.¢xg3 exf1£ 27.¦xf1 ¤e3 Tukmakov, Vladimir B
[A01]
La posición de las blancas se
ha tornado sumamente difícil y su (Comenta Vladimir Tukmakov)
única esperanza es salvarse en un 1.b3
final angustioso.
¡Primera sorpresa! Fischer trai-
28.¥xe3 ¦xe3+ 29.¦f3 ciona a su querido e4 y emplea la
¦xf3+ 30.¢xf3 ¦d5 31.¢e4 continuación introducida por
Bent Larsen en la práctica magis-
Para las negras la obtención de tral.
la victoria es ahora una cuestión
de técnica. No obstante, como se 1...e5 2.¥b2 ¤c6 3.c4 ¤f6
apreciará a continuación, deben 4.e3
maniobrar con bastante atención.
En la segunda rueda del match
31...h5 32.gxh6 gxh6 U.R.S.S. v. Resto del Mundo, la
33.¤d4 ¦c5 partida de Larsen contra Spassky
siguió con 4.¤f3 e4! 5.¤d4 ¥c5
Los movimientos de la torre y 6.¤xc6 dxc6 7.e3 ¥f5 8.£c2 £e7
su colocación actual resultan muy 9.¥e2 0-0-0 10.f4 ¤g4! y las ne-
instructivos. gras quedaron con posición supe-
rior.
34.c3 h5 35.¢f4 ¦c4!
4...¥e7 5.a3 0-0 6.d3 d5
Desesperación.
No es difícil advertir que, con
36.¢g3 ¢g7 37.a4 ¦xa4 los colores cambiados, la partida
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se ha transformado en una defen- cha complicada con chances recí-
sa siciliana (1.e4 c5 2.¤f3 b6). procas. Por ejemplo: 15.g4 ¥e6; o
Evidentemente, las negras no tie- bien 15.¤ce4 ¥e6 (no sirve
nen dificultades. 15...£xg2 a causa de 16.¤g3)
16.g4 ¥f8 etc.
7.cxd5 £xd5?!
15.0-0 ¥g6 16.b4 a6 17.¦c1
Más natural, y mejor, es
7...¤xd5 para continuar el juego Enérgicamente Fischer aumen-
dentro de las características de la ta la presión.
siciliana.
El plan de las negras está ahora 17...¦ac8 18.¦fd1 f5 19.¤a4
basado en la organización de una ¤a7
buena presión contra el peón da-
ma enemigo, forzar el avance
blanco e4 y ocupar la casilla d4.
Pero todo esto resulta ser una ilu-
sión que no puede concretarse.

8.¤c3 £d6 9.¤f3 ¥f5


10.£c2!

Bien jugado, mientras que des-


pués de 10.¥e2 ¦ad8 11.e4 ¥g4
la esperanza de las negras estaría
perfectamente justificada.

10...¦fd8 A todo trance las negras bus-


can algún contrajuego en base al
Parece preferible 10...¦ad8. avance ...c5, pero Fischer, jugan-
do con gran exactitud, lo impide.
11.¦d1 h6 12.h3!
20.¤b3!
En cambio, si las blancas hu-
biesen efectuado la movida natu-
ral 12.¥e2 habría seguido A 20.¥f3 se contestaba 20...b5
12...£e6 13.¤d2 ¥g4 con buen 21.¤c3 c5 y para las negras está
juego. todo en orden.

12...£e6 13.¤d2 ¤d7 20...b6 21.d4! f4 22.e4


14.¥e2 ¢h8?
Después de 22.¥d3 ¥xd3
Las negras pierden el hilo del 23.£xd3 fxe3 24.fxe3 ¥g5 las ne-
plan y rápidamente se encuentran gras pueden defenderse.
en una difícil situación. Después
de 14...£g6! se presentaba una lu- 22...¤b5?
Página 24 de 188
Era necesario jugar 22...¥xe4 6.0-0 c6
23.£xe4 £xb3 si bien es cierto
que también en este caso queda- Parece que esto es lo más sa-
ban mejor las blancas después de no. En cambio, no son buenas las
24.£c2; o también 23.£xe4 £xb3 réplicas 6...e5 por 7.dxe5!; ni
24.¥xa6 £xa4 25.¥xc8 ¦xc8 6...¤bd7 por 7.¥f4! en ambos ca-
26.dxe5 ¤f8 27.e6 etc. La jugada sos con mejor juego de las blan-
del texto hace perder rápidamen- cas. Pero es jugable 6...¥g4.
te.
7.a4 a5
23.¥g4 £f6 24.dxe5 ¤xe5
25.¥xc8 ¦xc8 26.¦d5. 1-0 En una partida de las Olimpía-
das de 1964, la de Filip v. Bed-
narski, se jugó así: 7...¤bd7 8.¦e1
Schweber, Samuel e5 9.a5 exd4 10.¤xd4 ¦e8 11.¥f1
Smyslov, Vassily V ¤c5 12.f3 d5 y la partida resultó
[B08] pareja.
(Notas de Luis Palau) 8.¥g5
1.e4 d6 2.d4 ¤f6 3.¤c3 g6
4.¤f3 ¥g7 5.¥e2 Tiene mayores preferencias la
continuación más ambiciosa 8.e5
El ex campeón mundial Alejan- a lo que puede seguir 8...dxe5
dro Alekhine recomendó hace 9.dxe5 ¤g4 10.¥f4 £xd1
tiempo la continuación agresiva 11.¥xd1 ¤a6 12.h3 ¤h6 13.g4
5.¥c4 con una excelente ubica-
ción del alfil apuntando a casillas con mejores perspectivas para las
importantes. Las mejores réplicas blancas.
parecen ser 5...c6; y 5...0-0 Reco-
mendamos el artículo teórico que 8...h6 9.¥f4 ¤bd7 10.h3 e5
sobre toda esta variante apareció
en la revista AJEDREZ de los me- Ahora las negras han sorteado
ses de diciembre de 1969 y enero bien las dificultades.
de 1970.
11.¥e3 exd4 12.¥xd4 £e7
5...0-0 13.¦e1 ¦d8 14.¤d2 ¤c5
15.¥f1
Es sabido que no conviene ju-
gar ahora 5...c5 a causa de 6.dxc5! Por supuesto, la captura
£a5 7.cxd6 ¤xe4 8.dxe7! ¥xc3+ 15.¥xc5 daría al segundo jugador
9.bxc3 £xc3+ 10.¢f1 ¤c6 11.¦b1 excelente oportunidad de contra-
£c5 12.£e1 con posición ventajo- juego.
sa de las blancas. O bien 8...¤xc3
9.bxc3 ¥xc3+ 10.¥d2 ¥xd2+ 15...b6 16.£f3 ¥e6 17.¦ad1
11.¤xd2 ¢xe7 12.0-0 también ¤cd7 18.¤c4 ¥xc4 19.¥xc4
con ventaja. ¤e5. ½-½
Página 25 de 188
Rossetto, Héctor Najdorf, Miguel
Szabo, Laszlo Rubinetti, Jorge Alberto
[A45] [E59]

1.d4 ¤f6 2.¥g5 c5 3.dxc5 1.¤f3 d5 2.c4 e6 3.d4 ¤f6


¤a6 4.¤d2 ¤xc5 5.¤gf3 h6 4.¤c3 ¥b4 5.a3 ¥xc3+ 6.bxc3
6.¥xf6 gxf6 7.e3 d5 8.b4 ¤a6 c5 7.e3 0-0 8.¥b2 ¤c6 9.¥e2
9.a3 ¥g7 10.c4 dxc4 11.¥xc4 £c7 10.0-0 dxc4 11.¥xc4 e5
0-0 12.0-0 ¤c7 13.¦c1 f5 12.h3 e4 13.¤d2 ¥f5 14.¤b3
14.£c2 ¤e8 15.¦fd1 ¤d6 b6 15.£e2 ¦ad8 16.a4 ¤e7
16.¥b3 ¥d7 17.¤c4 ¦c8 17.¤d2 ¤g6 18.f4 exf3
18.£b1 ¤xc4 19.¥xc4 £e8 19.£xf3 ¥e6 20.¥d3 ¤e5
20.b5 e6 21.£b4 ¦c7 22.¥f1 21.£g3 ¤h5 22.£h2 £c8
¦xc1 23.¦xc1 £b8 24.¦d1 23.£xe5. 1-0
¥c8 25.£e7 b6 26.¦c1 ¥b7
27.¤d4 ¦e8 28.£b4 ¥f8
29.£a4 £d6 30.¦c3 ¥d5 Quinteros, Miguel Ángel
31.¤c6 ¥g7 32.¤d4 £d7 García, Raimundo
33.£c2 ¥e4 34.£c1 ¥e5 [A25]
35.¦c4 ¥d5 36.¦c2 ¥e4
37.¦c4 ¥d5 38.¦c2. ½-½ (Comenta B. Wexler)
1.c4 e5 2.¤c3 ¤c6 3.g3 d6
4.¥g2 g6 5.e3
O'Kelly de Galway, Alberic
Reshevsky, Samuel Herman Con la doble finalidad de pre-
[A25] parar el avance del peón dama y
retomar de peón en caso de cam-
1.c4 e5 2.¤c3 ¤c6 3.g3 g6 bio, y también de que el caballo
4.¥g2 ¥g7 5.¦b1 a5 6.e3 d6 no obstruya la línea de acción del
7.¤ge2 h5 8.h4 ¤h6 9.d3 0-0 alfil de dos caballo.
10.a3 ¤e7 11.b4 axb4 12.axb4
c6 13.e4 f5 14.£b3 ¢h8 5...¤h6
15.¥g5 ¤f7 16.¥e3 ¥e6
17.b5 fxe4 18.dxe4. ½-½ Inusual; generalmente se desa-
rrolla el caballo por 5...¤f6; o
bien por vía 5...¤ge7. Mas García,
sabiendo que Quinteros conoce
bien la línea planteada, opta por
nuevas modalidades. Panno, en
su match que sostuvo con Quinte-
ros, jugó en esta posición 6...¥e6,
y aunque ganó el encuentro, las
blancas no quedaron mal en la
apertura. (Quinteros v. Panno,
Buenos Aires, match -9 partida-,
O’Kelly v. Reshevsky 1970: 1.g3 g6 2.¥g2 ¥g7 3.c4 e5
Página 26 de 188
4.¤c3 d6 5.e3 ¤c6 6.¤ge2 ¥e6). factible sería 20...c5.

6.¤ge2 ¥g7 7.¦b1 21.¥d2 ¦ac8 22.£f3 cxd5


23.cxd5 ¦c4 24.¦fc1.
De inmediato Quinteros busca
movilizar las líneas en el flanco Y en este momento se decretó
dama. el empate, lo que está justificado,
pues era la primera rueda y am-
7...¥e6 8.¤d5 0-0 9.b4 bos jugadores se encontraban sa-
tisfechos con el resultado, ya que
A. fin de avanzar el peón y la posición era muy pareja. ½-½
crear dificultades en el desarrollo
de las negras.
Panno, Oscar
9...£d7 Mecking, Henrique
[A14]
Por una parte se deja libre la
casilla d8 para el retroceso del ca- (Comenta Oscar Panno)
ballo, a la vez que se apoya la po- 1.c4
sibilidad de ...¥h3 para cambiar
el alfil fuerte de las blancas. Decidido a complicar psicoló-
gicamente al negro, muy afecto a
10.d3 ¤d8 11.b5 c6 plantear la Indo Benoni, se elige
12.¤dc3 ¥h3 la jugada del texto.
Con la finalidad de provocar el 1...¤f6 2.¤f3 e6 3.g3
cambio de los alfiles de casillas
blancas, anulando de ese modo la
fuerte acción que ejercía el mismo Orientando el juego por sende-
desde g2 hacia el centro y flanco ros estrictamente posicionales.
dama.
3...d5 4.¥g2 ¥e7 5.0-0 0-0
13.bxc6 bxc6 14.0-0 ¥xg2 6.b3
15.¢xg2 ¤e6 16.d4 exd4
17.exd4 ¤f5 Rehusando la Catalana Clásica;
el blanco desea retener su centro
El caballo rey pasa al centro to- lo más posible para evitar simpli-
mando nuevas posiciones; resulta ficaciones.
evidente que las negras ya han
equilibrado el juego. 6...c5 7.¥b2 b6

18.d5 ¤ed4 19.¤xd4 ¤xd4 El segundo jugador meditó ex-


20.¥e3 ¤f5 cesivamente en esta etapa del
planteo lo que implicaba por lo
Invitando al alfil a retirarse o menos un acierto en la elección
dejarse cambiar; otro movimiento del esquema.
Página 27 de 188
8.e3 ¥b7 9.¤c3 dxc4 £xc4? 17.£xc4 ¦xc4 18.¤e5! ga-
10.bxc4 ¤c6 nando).

Para desarrollar esta última pie- 15.a3 ¤c6 16.¤e5 £c7


za en esa forma resultaba necesa- 17.¤b5 £b8 18.d5!
ria la pérdida del centro negro,
pues de no haber cambiado los Surge con fuerza el tema de los
peones lo haría ahora el blanco peones colgantes: su transforma-
obteniendo un peón negro aisla- ción en un peón libre con impor-
do o una desagradable ubicación tantes preocupaciones en la reta-
de la dama negra. guardia del segundo jugador. Nó-
tese que los tiempos perdidos ha-
11.£e2 ¤b4 cen posible este avance a pesar
de las precauciones anotadas.

18...exd5 19.cxd5 ¤xe5


20.£xe5

Una clave importante en la es-


trategia blanca: Se eliminan las
combinaciones sobre la propia
dama presionada y se juega sobre
la base del poderoso peón pasa-
do y las debilidades inevitables
del flanco dama negro.

20...a6 21.£xb8 ¦xb8


Un plan dudoso que obliga al 22.¤a7
blanco a invadir el centro y jugar
con los típicos «peones colgan- Orientándose hacia la casilla c6
tes» ya que no se puede evitar con gran radio de acción.
razonablemente la incursión en
d3. Pero si bien esto destruye la 22...¥d6 23.a4
ilusión del blanco de retener el
centro, la pérdida de tiempos de Fijando las debilidades y no
caballo dama negro da fuerza al precipitando la acción del caballo
endeble centro blanco. blanco que en su extraña ubica-
ción molesta bastante.
12.d4 cxd4 13.exd4 ¦c8
14.¦fd1 ¦e8 23...¦a8 24.¤c6 ¦ac8
25.¦ac1 b5!?
Una prevención dolorosamen-
te necesaria pues siempre d5 El factor tiempo comienza a
crearía problemas con el alfil rey presionar al segundo jugador ya
negro indefenso. En cambio que resulta evidente que este
(14...£c7 15.a3 ¤a6 16.¤b5 contacto favorece al blanco. Se
Página 28 de 188
esperaba ...¥c5 con alternativas 38.¥e4 ¢f7 39.¢f3 ¢f8 40.h4
favorables al blanco pero sin defi- ¢f7 41.h5?
niciones ahora.

26.¦b1

Aprovechando la potencial ex-


posición de ambos alfiles negros.

26...¥a8

Entrega voluntariamente el
peón que ya estaba virtualmente
perdido para luchar con los alfiles
de distinto color. Se inicia una
nueva etapa donde el puesto con-
seguido en c6 juega un rol muy Arrastrado por las últimas juga-
importante. das efectuadas rápidamente para
alcanzar el control de tiempo se
27.axb5 axb5 28.¥xf6 gxf6 omite una rápida definición con
29.¦xb5 ¦c7 ¦d8! con una red de mate muy
densa. No obstante los análisis
Las piezas negras están pasiva- demostraron que se gana con re-
mente ubicadas y sus peones dis- lativa facilidad si bien es necesa-
locados. La acción siguiente es rio cambiar una torre.
restrictiva para lograr un fuerte
peón en c6. 41...¢f8

30.¦db1 ¢f8 31.¥f3 f5 La jugada secreta. No había


32.¢g2 f4 mayor elección.

Nótese la poca movilidad de 42.¦d8+ ¦e8 43.¦xe8+


las fuerzas negras. Esta acción no ¢xe8 44.¦b8+ ¢f7
hace más que generar debilidades
en el campo negro. Si se iba a Si 44...¢e7 45.¦g8 ¢d6
cambiar en c6 era mejor no avan- 46.¦h8!
zar el peón f5.
45.¦h8 f5 46.¥d5+ ¢g7
33.g4 ¥xc6 34.dxc6 ¥e5 47.¦g8+ ¢h7 48.¦e8!
35.¦e1 f6
Si 48.gxf5 ¦xc6!
Todavía era mejor 35...¦ce7 se-
guido de 36...¥c7 sin debilitar 48...fxg4+ 49.¢xg4 ¥d4
más la posición. 50.f3 ¥e3 51.¢f5

36.¦b7 ¦ee7 37.¦d1 h6 Frente a la situación pasiva del


Página 29 de 188
monarca negro decide el apoyo zar 7.¥d3 y 8.¤bd2.
del c6 con el Rey.
6...¥e7 7.£c2 ¤a6 8.e3
51...¦a7 52.¢e6 ¥c5
53.¦d8! Si 8.a3 0-0 9.e3 ¤c7 10.¥d3 g6
11.0-0 ¤e6 12.¥h4 ¤g7 y des-
La última sutileza; si 53...¦e7+ pués de 13...¥f5 la posición es
54.¢f6! con una nueva red de ma- equilibrada.
te (¥e4!). 1-0
8...¤b4 9.£d2

Parece más exacto 9.£d1 de-


jando libre la casilla dos dama pa-
ra el caballo.

9...¥f5 10.¦c1 ¤e4


11.¤xe4 dxe4 12.¥xe7 £xe7
13.¦c5 ¤d5 14.¤g1

Casi forzado, ya que si 14.¤e5


f6 15.¤c4 ¦c8 con la consiguiente
amenaza de 16...b6 ganando ma-
terial.

14...0-0 15.¤e2 ¥e6


16.¤g3 b6 17.¦c1

En cambio, si 17.¦xc6 ¤b4


18.¦c3 ¤xa2 19.¦a3 ¤b4 y no re-
sulta posible 20.¤xe4 por
20...¥f5.

17...¦ad8 18.¥c4 c5 19.0-0


Henrique Costa Mecking ¤f6 20.¤e2 ¥g4 21.¤c3 ¦d6
22.d5 ¤d7
Agdamus, José Luis Bisguier se prepara con el in-
Bisguier, Arthur Bernard tento de pasar sus piezas pesadas
[D36] al flanco rey con ¦h6 y £h4, obli-
gando de ese modo a debilitar el
(Comenta Bernardo Wexler) flanco rey de las blancas.
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 d5
4.cxd5 exd5 5.¥g5 c6 6.¤c3 23.f4
Más elástico resulta ser 6.e3 Si 23.¦fe1 ¦h6 24.¥f1 £h4
existiendo la posibilidad de reali- 25.h3 ¤e5 y hay muchas amena-
Página 30 de 188
zas sobre el rey blanco. ganar un importante peón, produ-
ce gran acción sobre la posición
23...exf3 24.gxf3 ¤e5 blanca.
25.¥e2 ¥h3 26.¦f2 f5 27.¥f1?
29.£d3 ¤xe3 30.¦e1 f4
31.¦fe2 £h4 32.¢h1 £h3
33.¦xe3

En un afán desesperado se en-


trega calidad, pero igual la partida
blanca no tenía remedio; el resto
resultará sencillo. Si 33.¦f2 ¦g6
con el intento de pasar a g2.

33...fxe3 34.¦xe3 ¦g6


35.£e2 ¦g3

También cae el peón alfil.


Ya en una posición difícil, las
blancas cometen un serio error di- 36.¦e8
recto; resultaba necesario 27.¢h1,
en un intento de pasar las torres a Una humorada, por si se equi-
la defensa del rey. vocan las negras y juegan
36...¦xe8 37.£xe8 mate.
27...¥xf1 28.¦cxf1 ¤c4
36...¦gxf3 37.¦xf8+ ¦xf8
El salto de caballo, además de 38.¢g1 £f5. 0-1

Página 31 de 188
Segunda Rueda
20 JULIO DE 1970

Bisguier ½ Rossetto ½
García ½ O’Kelly ½
Rubinetti ½ Panno ½
Damjanovic 0 Fischer 1
Tukmakov 1 Schweber 0
Reshevsky ½ Najdorf ½
Mecking 1 Agdamus 0
Smyslov ½ Quinteros ½
Georghiu ½ Szabo ½

Muy bonita resultó la partida de Mecking v. Agdamus. El brasileño


sacrificó ingeniosamente una pieza y luego se produjeron grandes com-
plicaciones imponiéndose Mecking en gran forma. El viejo pleito entre
Najdorf y Reshevsky se reeditó en la partida que les correspondió en la
segunda rueda, pero no hubo mayor lucha y terminó con un empate.
De gran interés resultó el encuentro entre el soviético Tukmakov y
el argentino Schweber. Éste sacrificó un peón para obtener ataque, pe-
ro después de producirse una serie de alternativas complejas, el soviéti-
co consiguió salir airoso y ganó la partida.
Aunque terminaron empatadas, las partidas de Rubinetti v. Panno y
Bisguier v. Rossetto fueron disputadas con ardor.
En cuanto a Fischer, a esta altura de la competencia no había llegado
a Buenos Aires, por lo que su encuentro con el yugoslavo Damjanovic
quedó postergado. Se efectuó dos días después y fue bastante reñido,
necesitándose dos sesiones de juego. En la parte complementaria, a
raíz de debilidades cometidas por Damjanovic, se impuso el norteame-
ricano.

Página 32 de 188
Bisguier, Arthur Bernard 10.¥c2 c5 11.d4 £c7
Rossetto, Héctor 12.dxe5 dxe5 13.¤bd2 ¦d8
[C86]
Impidiendo la conocida manio-
(Comenta B. Wexler) bra 14.¤f1 pues en ese caso las
1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6 negras cambian las torres de la
4.¥a4 ¤f6 5.£e2 columna dama y las blancas no
tienen dominio en la misma.
El ataque Worrall; la salida de
la dama protege al peón rey y 14.b3 ¥b7 15.¥b2 ¤h5
permite que la torre del flanco rey 16.g3
se ubique en seguida en d1. Tam-
bién de este modo se impide que Lógicamente había que impe-
las negras puedan optar por la va- dir que el caballo saltara en f4.
riante abierta en el Ruy López. En
nuestro medio la utiliza mucho 16...¤f6 17.¤h4 g6 18.¤g2
Pilnik y con la misma venció re- ¤c6 19.¦ac1 £c8
cientemente a R. García en el Tor-
neo Abierto que contó con la par- La dama negra también intenta
ticipación de 100 jugadores. intervenir en la lucha, tratando de
ubicarse en el centro.
5...¥e7 6.0-0 b5
20.¤e3 £e6 21.f3
Ahora no resulta directamente
posible 6...0-0 ya que después
de 7.¥xc6 dxc6 8.¤xe5 £d4
9.¤f3 £xe4 10.£xe4 ¤xe4
11.¦e1 las negras pierden mate-
rial.

7.¥b3 d6

También es posible 7...0-0 8.c3


d5 9.d3 d4 10.cxd4 ¤xd4 11.¤xd4
£xd4 12.¥e3 como ocurrió en el
encuentro Keres-Euwe, La Haya,
1948. Sería demasiado arriesgado
21.c4, pues si bien se gana la casi-
8.c3 0-0 9.¦d1 ¤a5 lla d5, también las negras tomarán
posesión en d4.
Con el fin de realizar la conoci-
da maniobra del avance del peón 21...¦d7
alfil dama, para posibilitar la dis-
cusión de la posesión del centro Podría intentarse 21...b4, bus-
del tablero con los peones. cando algún desnivel, pero Ros-
Página 33 de 188
setto no quiere correr riesgos. Rubinetti, Jorge Alberto
Panno, Oscar
22.¤df1 ¦ad8 23.¦xd7 [E89]
¦xd7 24.¦d1 ¥f8 25.¥d3 h5
26.a4 £xb3 (Comenta Bernardo Wexler)
1.c4 g6 2.¤c3 ¥g7 3.d4 d6
Fallaba 26...c4 27.bxc4 bxa4 4.e4 e5 5.¤ge2 c6 6.¥e3 ¤f6
28.¦a1 a3 29.¥c1 (no 29.¥xa3 7.f3
¥xa3 30.¦xa3 £d6 31.¦b3 ¤a5
ganando) y después de 30.¤d5 Por trasposición de jugadas
las blancas están mejor. quedó planteada la variante Sae-
misch de la Defensa India del
27.axb5 axb5 28.¥xb5 Rey, donde el juego de las blan-
¦xd1 29.¤xd1 ¤d7 30.¤d2 cas se considera muy efectivo.
£a2 31.£d3 £e6 32.¤e3
¤b6. 7...0-0 8.d5 cxd5 9.cxd5 a6

Y en este momento se convino Otras posibilidades son:


el empate, dada la paridad de 9...¤a6; o bien ¤h5 9...h5; o
fuerzas. ½-½ 9...¤e8 con la intención de provo-
car la ruptura en f5.

García, Raimundo 10.£d2 ¤bd7 11.¤g3


O'Kelly de Galway, Alberic
[A07] Una jugada prudente se que
adapta al estilo de Rubinetti. Por
1.g3 ¤f6 2.¥g2 d5 3.¤f3 c6 lo general las blancas acostum-
4.d3 ¥g4 5.h3 ¥xf3 6.¥xf3 e6 bran jugar el enroque largo y mo-
7.¤d2 ¤bd7 8.0-0 ¥c5 9.c3 vilizar sus peones caballo y torre
0-0 10.e4 ¥b6 11.¥e2 ¦e8 rey para atacar sobre dicha ala,
12.£c2 e5 13.b3 ¤f8 14.¤f3 mientras que las negras trabajan
¤8d7 15.¥a3 a5 16.¦ad1 £c7 en el flanco dama en busca del
17.¤h4 g6 18.¥c1 ¥c5 contraataque. Es de hacer notar
19.¤g2 ¥f8 20.¤e3 ¦ad8 que Panno tiene una gran expe-
21.¤g4 ¤xg4 22.hxg4 dxe4 riencia en dichas líneas, ya que
23.dxe4 ¤c5 24.¢g2 ¦xd1 las jugó contra Reshevsky en Los
25.¦xd1 ¦d8 26.a3 ¦xd1 Ángeles 1963 y Polugaievsky en
27.¥xd1 ¤e6 28.b4 ¥e7 Mar del Plata 1966.
29.£d3 axb4 30.axb4 £d6
31.£xd6 ¥xd6 32.¥b3 ¢f8 11...h5 12.¥d3 ¤h7 13.0-0
33.g5 ¢e7 34.¢h3 c5 35.b5 b6
36.¢g4 ¥c7 37.f4 ¥d6 38.f5 Y Rubinetti le ha dado un cariz
¤c7 39.¥c4 ¢f8 40.¢f3 ¢e7 posicional al juego, eludiendo lí-
41.¢e2 ¢f8 42.¢d3 ¢e7 neas de tensión y combinativas.
43.¥e3 ¢f8 44.f6 ¢g8
45.¢e2. ½-½ 13...¥f6
Página 34 de 188
Si las negras querían luchar, 21...¤b6
había que realizar 13...h4 y des-
pués ...f5. Hay que maniobrar rápidamen-
te en el flanco dama, que es don-
14.¢h1 de se ha centralizado la lucha.

Un retroceso sin mayor signifi- 22.a4 ¥d7 23.a5 ¤c8


cado; lo indicado sería directa- 24.¤c4
mente jugar 14.b4.
No sirve directamente 24.b5
14...¥g5 pues sigue 24...axb5 25.¥xb5
¥xb5 26.¤xb5 fxe4 27.fxe4 ¦f4
Provocando cambios de pie- con buenas posibilidades. Pero
zas, pero de los mismos las ne- era de considerar aquí en seguida
gras no obtendrían ninguna ven- 24.¦cb1 con la idea de preparar
taja; por el contrario, el prefinal se la ruptura en b4.
presenta mejor para las blancas.
24...¤f6 25.¦a2 ¢g7
15.¥xg5 £xg5 16.£xg5 26.¢g1 fxe4 27.fxe4 ¢f7
¤xg5 17.h4 28.¦f2

Frenando la expansión del Las blancas siguen jugando sin


peón torre rey y obligando a jugar precisión; siempre lo indicado se-
con gran cuidado al bando negro. ría 28.¦b1 para buscar abrir la lí-
nea caballo dama.
17...¤h7 18.¦fc1 ¤hf6
19.¤f1 28...¢e7 29.¦cf1 ¦b8
30.¦b1
Un retroceso que no se justifi-
ca; aún era indicado 19.b4, si- Al fin se intenta abrir la colum-
guiendo con la presión en el ala na caballo dama para aprovechar
dama. El caballo estaba bien ubi- la ventaja de espacio que se dis-
cado a fin de impedir que las ne- pone en dicho sector.
gras puedan liberarse mediante la
jugada ...f5. 30...b5 31.axb6 ¤xb6
32.¤a5 ¦bc8 33.¦c2 ¦c7
19...¤e8 20.¤e3 f5 34.¦bc1
Al fin respiran un poco las ne- Era evidente que las blancas
gras. no podían haber hecho 34.¥xa6
por 34...¤xe4.
21.b4
34...¦a8 35.¤b1 ¦xc2
Era visible que si 21.exf5 ¤c5 36.¦xc2 ¦c8 37.¦xc8 ¥xc8
22.¥c2 ¥xf5 con contrajuego. 38.¤d2

Página 35 de 188
to la lucha; el resto es muy sim-
ple.

49.¢c3 ¤xa7 50.¤xa7 ¢d7


51.¢d2 ¢c7 52.¤c6 ¥c8
53.¤a5 ¥d7 54.¤b3 ¥e8
55.¢d3 ¥g6 56.¤a5 ¥e8.
½-½

Damjanovic, Mato
Fischer, Robert James
[B38]
En el apuro del reloj Rubinetti
traspone jugadas y no acierta; lo (Comenta M. Damjanovic)
indicado era 38.¤c6+ ¢d7 1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.¤f3 cxd4
39.¤d2 con la amenaza de 4.¤xd4 ¤c6 5.¤c3 g6
40.¤b8+ ganando el peón torre u
obligando a ¢c7, en cuyo caso el Entrando en la variante del
caballo pasaría a e7, ganando el Dragón de la Defensa Siciliana. La
peón g6. práctica moderna del ajedrez pro-
fesional demuestra que esta va-
38...¤e8 39.¤c6+ ¢f6 riante resulta muy peligrosa para
las negras, razón por la que me
Ahora se nota la diferencia, ya sorprendió bastante que Fischer
que el rey defiende el flanco rey y la planteara.
el caballo en e8 puede defender
el flanco dama. 6.e4 d6 7.¥e2 ¤xd4
8.£xd4 ¥g7 9.¥e3 0-0
40.¢f2 ¤c7 41.¤b3 10.£d2 ¥e6!?
La jugada dejada bajo sobre al Yo considero que 10...¥d7 es
suspender la partida, que tampo- la jugada más elástica, pues tiene
co es la correcta. Era mejor el propósito de seguir con
41.¤c4 obligando al cambio de 11...¥c6 y de esa manera liberar
caballo, para luego tratar de tras- al caballo vía ...d7 y ...c5, y dar rá-
ladar el rey al flanco dama para ir pida movilidad al alfil rey (idea
a conquistar el peón de a6. del gran maestro Furman). En el
torneo de Palma de Mallorca yo
41...g5 42.g3 g4 43.¤ba5 jugué con Najdorf una partida con
¢f7 44.¢e2 ¢e8 45.¢d2 ¤b5 esta variante y él quedó mejor
46.¥xb5 axb5 47.¤a7 ¥a6 conduciendo las negras.
48.¤5c6 ¤c8
11.f3!
Buen retroceso, que obliga al
cambio, equilibrando por comple- Este es el mejor procedimiento,
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pues así se contrarresta la manio- obligada.
bra enemiga de £a5 seguido de
¦fe8, asumiendo la iniciativa. A 18.¦c2 ¥h6
esta misma posición se llegó, por
trasposición de movidas, en la
partida Polugaievsky v. Ivkov en
el torneo de Belgrado de 1969. Iv-
kov jugó 11.f3 £a5 12.¤d5
£xd2+ 13.¢xd2 ¤xd5 14.cxd5 las
negras perdieron el final.

11...¦c8

Buena idea de Fischer para ob-


tener contrajuego, ya que de otra
manera las negras tendrían que
esperar una muerte lenta.
Existe la posibilidad de una
12.¤d5 preparación casera. Fischer em-
pleó bastante tiempo para sentir-
Esto es que 12.0-0 pues se evi- se compenetrado. de la posición
ta el plan ...a6 y ...b5, abriendo la y de tal manera crear los mayores
columna alfil dama para sus to- problemas al adversario. Esta es,
rres. y de paso liberándose. precisamente, una de las principa-
les características que lo distin-
12...¤d7 guen y que hacen que en estos
momentos esté considerado como
No hay otra cosa. Si 12...¤xd5 uno de los jugadores más fuertes
entonces 13.cxd5 ¥d7 14.¢f2 con del mundo.
grandes probabilidades para ga-
nar el final. 19.f4! ¦c7 20.g3 b6 21.¦fc1
13.0-0 ¤c5 14.¦ac1 a5 ¥g7 22.¥b5
15.b3 ¥xd5 16.cxd5 £b6
17.¦c4 Este es el momento crítico de
la partida. Las blancas están mu-
Si las blancas jugaban 17.¢h1 cho mejor y deben encontrar la
entonces seguía 17...£b4 forma de destrozar las defensas
18.£xb4 axb4 19.¥d2 ¦a8 20.¦c2 enemigas.
¥c3 igualando la partida.
22...£a8 23.£e2 e5 24.dxe6
17...£a7
Otra posibilidad era 24.f5 gxf5
Con la idea de jugar ...b5 segui- 25.exf5 y si ahora 25...£xd5 en-
do de ...b4. Por tal motivo la si- tonces 26.£g4 ¢h8 27.¦d2! ga-
guiente movida de las blancas es nando.
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24...fxe6 25.¦d1 ¦d8 65.¢d3 a4 66.bxa4+??
26.¥d4?
Grave error que hace perder la
Una jugada para hacer tablas. partida. Con cualquier otra jugada
Lo correcto era 26.¥c4! d5 aún era tablas, pues las blancas
27.exd5 exd5 28.¥xc5 ¦xc5 nunca entrarían en zugzwang. La
29.£e6+ ¢h8 30.¦cd2 con posi- jugada del texto fue hecha mecá-
ción ganadora. nicamente, aun cuando en los
análisis previos yo había pensado
26...¥xd4+ 27.¦xd4 e5 jugar otra cosa, como por ejemplo
28.fxe5 dxe5 29.¦xd8+ £xd8 66.¢e3 a3 67.¢d3 ¢c5 y las blan-
30.¥c4+ cas solamente tendrían que con-
trolar el posible acceso del caba-
Era más fuerte 30.¦d2 y si llo negro por su casilla b5. Ahora
30...£g5 31.¦d6 £c1+ 32.¦d1 (no la cuestión para las negras se re-
sirve 32.¢g2 por 32...¤xe4) duce a una rutina técnica.
32...£g5 33.¢g2 etc.
66...¢xa4 67.¢c4 ¢a3
30...¢g7 31.¥d5 ¤d7 68.¢c5 ¢xa2 69.¢xb4 ¢b2
32.£f2 ¦xc2 33.£xc2 b5 70.¢c5 ¢c3 71.¢d6 ¢d4
34.¢g2 b4 35.£c6 ¤f6 36.¢f3 72.¢e6 ¤xe4 73.¢f7 ¤f2
£d7 37.£xd7+ ¤xd7 74.¢g6 e4 75.¢xh6 e3 76.¢g7
e2 77.h6 e1£ 78.h7 £e7+
Jugando correctamente la parti- 79.¢g8 ¤e4. 0-1
da debería terminar empatada.
38.¢e3 ¢f6 39.¢d3 ¤b6
40.¥c6 ¢e7 41.h4 h6 42.¢e3 Tukmakov, Vladimir B
¤c8 43.¢d3 ¤d6 44.¢e3 ¢d8 Schweber, Samuel
45.¢d3 ¢c7 46.¥a4 ¢b6 [E11]
47.¢e3 ¢c5 48.¥d7 ¢b6
49.¥a4 ¢c7 50.¢d3 ¢d8 (Comenta V. Tukmakov)
51.¥c6 ¢e7 52.¢e3 ¢e6 1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3
53.¢f3 ¢f6 54.g4 ¥b4+

Pequeña imprecisión. Vieja continuación, de hace


más o menos cincuenta años; las
54...g5 (jugada secreta) 55.h5 blancas contestaban por lo gene-
ral 4.¥d2 pero actualmente es
Única. Si 55.hxg5+ ¢xg5 y el más popular la movida del texto.
caballo negro decide el juego.
4.¤bd2 d5 5.£a4+
55...¢e7 56.¢e3 ¢d8
57.¢d3 ¢c7 58.¥a4 ¢b6 Después de esta movida el jue-
59.¥d7 ¢c5 60.¥a4 ¤c8 go adquiere similitud con la va-
61.¥e8 ¤e7 62.¢e3 ¤g8 riante Ragosin. La idea de este ja-
63.¥d7 ¤f6 64.¥f5 ¢b5 que es clara: impedir la jugada
Página 38 de 188
...c5. Una jugada normal, pero no la
mejor. Las negras, con una con-
5...¤c6 6.a3 ¥xd2+ testación sorpresiva, obtienen
buenas posibilidades de contra-
En una de las semifinales del juego. Y lo mismo sucedía des-
último campeonato soviético, en pués de 13.¥g3 h5 etc. La conti-
la partida Savon v. Veresov se ju- nuación correcta era 13.¥e5! para
gó 6...¥e7 y después de 7.e3 0-0 seguir, si 13...£e6 con 14.¥d3
8.£c2 ¦e8 9.b4 las blancas que- quedando con superioridad posi-
daron mejor. cional.

7.¥xd2 ¤e4 8.¥f4 0-0 9.e3 13...¥h3! 14.¥e5


¤e7
Única cosa aceptable. Si 14.0-0
Más natural parece 9...¥d7; entonces 14...¦ac8, etc. Y si
(9...¤e7). Las negras piensan que 14.gxh3 £xf3 15.¦g1 ¦ac8 etc.
después de 10.¥d3 ¤g6 11.¥g3
c5 12.0-0 ¤xg3 13.hxg3 podrían 14...£f5 15.0-0 ¦ac8
igualar el juego, pero resulta que 16.£d1
las blancas disponen de algo me-
jor. Mejor que 16.£e2 pues seguía
16...¥g4.
10.£c2
16...¥g4 17.¥g3 ¦c6
Ahora puede apreciarse que 18.¦c1
después de 10...¤g6 11.cxd5
¤xf4 12.£xe4 ¤xd5 13.£c2; o Optando por devolver el peón
también 10...c6 11.¥d3 f5 12.h4! para librarse de la presión.
quedan mejor las blancas.
18...¦xc1 19.£xc1 ¥xf3
20.gxf3 £xf3 21.£d1
10...¤g6
Necesario, puesto que las ne-
A pesar de todo. gras amenazaban ¤g5. Y si, por
ejemplo, 21.¥xe4 £xe4 seguía
11.cxd5 exd5 22.£c7 h5! etc.
Aunque hay que reconocer 21...£f6
que el presente sacrificio del
peón no es todo correcto, las ne- Después de 21...£xd1 22.¦xd1
gras consiguen bastante contra- ¦c8 23.f3 ¤xg3 24.hxg3 las blan-
juego. cas tendrían mejor final.
12.¥xc7 £f6 13.¥d3!? 22.£h5 £e6
Página 39 de 188
41.¥g4

También se ganaba con 41.b5.

41...bxa5 42.e5+.

Y las negras abandonaron. Po-


dría seguir 42...¢f7 43.d5 ¦xb4 (si
43...¦b5 44.e6+ ¢f6 45.d6! etc.)
44.¥h5+ ¢f8 45.d6 ¦e4+ 46.¢f2
¦xe5 47.d7 ¦d5 48.¦c8+ etc. 1-0

Bien jugado, mientras que si Reshevsky, Samuel Herman


22...£b6 23.¥xe4 dxe4 24.d5! con Najdorf, Miguel
gran juego. Las negras amenazan [B80]
ahora ...f5.
1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4
23.¦e1! f5 24.f3 ¤xg3 4.¤xd4 a6 5.¤c3 £c7 6.g3
25.hxg3 ¤e7 ¤f6 7.¥g2 ¥e7 8.0-0 d6 9.f4
¤c6 10.¤b3 b5 11.a3 ¥b7
Después de 25...f4 no servía 12.¥e3 ¦d8 13.£e2 0-0 14.g4
26.gxf4 por 26...¦xf4; pero las ¤d7 15.g5 ¤b6 16.¦ad1 ¦fe8
blancas continuaban ventajosa- 17.¢h1 ¥f8. ½-½
mente con 26.¢f2.

26.£g5 £d6? Mecking, Henrique


Agdamus, José Luis
Por falta de tiempo las negras [E90]
cometen este error. Lo mejor era
jugar 26...¦c8 con posición igual. (Notas de Luis Palau)
1.d4 ¤f6 2.c4 d6 3.¤c3 e5
27.¦c1 h6 28.£f4 £xf4 4.¤f3 ¤bd7 5.e4 g6 6.¥e2
29.gxf4 ¦b8 30.¦c7 ¢f8 ¥g7 7.¥e3 ¤g4
31.¢f2 ¢e8
Intentando el avance inmedia-
Anticipándose a la amenaza e4. to ...f5, pero ese plan será dificul-
tado por las blancas. Quizá debió
32.¥b5+ ¢f7 33.¥d7 ¢f6 preferirse simplemente el enro-
34.b4 a6 35.a4 g6 36.a5 g5 que.
37.fxg5+ hxg5 38.¢e2 f4?
8.¥g5 f6 9.¥h4 c6 10.d5 c5
Malo, pero de todos modos las 11.0-0
blancas amenazaban ¢d3 y e4.
Las blancas tienen ya una posi-
39.e4 dxe4 40.fxe4 b6 ción más libre, mientras que en el
Página 40 de 188
juego de las negras se advierte al- Toda esta complicada fase de
gún entorpecimiento. la partida ha sido examinada con
bastante claridad por el joven bra-
11...h5 sileño.

Con amenazas simples a cam- 23...bxc4 24.¤xc5 £xd5


bio, de una debilidad general del 25.£b4 ¢c8 26.¥f3 £d6
sector rey.
Prácticamente el juego ya está
12.¤e1 ¤b6 13.b3 ¥d7 terminado en favor de las blancas.
14.a3 £c8 15.¤b5 ¢e7
27.¦ad1 £c7 28.¥xb7+
Jugar sin enroque constituye ¢b8 29.¥xa8 ¢xa8 30.£a5+
£a7 31.£xa7+ ¢xa7
ahora la mejor decisión. 32.¤xd7. 1-0
16.h3 ¤h6 17.¤d3 a6
Smyslov, Vassily V
Quinteros, Miguel Ángel
[A27]
1.c4 e5 2.¤c3 ¤c6 3.¤f3 g6
4.d4 exd4 5.¤xd4 ¥g7
6.¤xc6 bxc6 7.g3 ¤e7 8.¥g2
0-0 9.0-0 d6 10.£c2 ¥f5 11.e4
¥e6 12.c5 £b8 13.¦d1 ¥g4
14.¦e1 £b4 15.¥g5 £xc5
16.¥xe7 ¦fe8 17.¥h4 g5
18.¥xg5 £xg5 19.£a4 £c5
20.¦ac1 £b6 21.h3 ¥d7
22.¤d5 cxd5 23.£xd7 ¦ad8
18.f4! 24.£xc7 dxe4 25.¦xe4 ¦xe4
26.¥xe4 d5 27.£xb6 axb6
Muy bonito. No resulta nada 28.¦d1 ¥xb2 29.¥xd5 ¢g7
fácil analizar en profundidad la 30.¦d3 ¦d7 31.¢g2 ¦a7
actual posición y determinar si 32.¦f3 ¦d7 33.¥b3 ¥d4
en definitiva este sacrificio es del 34.¦f4 ¥c5 35.¢f3 h6 36.¦f5
todo correcto, pero lo que es in- f6 37.¢e2 ¦e7+ 38.¢d3 ¦d7+
negable es que Mecking juega 39.¢c3 ¥d4+ 40.¢c4 ¥c5
con ambición y gran ingenio ex- 41.¦f4 ¦d2 42.f3 h5 43.¦h4
¦g2 44.g4 hxg4 45.hxg4 f5
plotando debidamente la inade- 46.gxf5 ¢f6 47.a4 ¥f2 48.¦h5
cuada colocación del rey negro. ¦g5 49.¦h2 ¥g1 50.¦h6+
¢xf5 51.¥c2+ ¢f4 52.¦f6+
18...axb5 19.fxe5 dxe5 ¢e5 53.¦f8 ¢e6 54.f4 ¢e7
20.¤xe5 £e8 21.£d2 ¢d8 55.¦h8 ¦g4 56.¦h7+ ¢f6.
22.¤d3 £xe4 23.¥f2! ½-½
Página 41 de 188
Georghiu, Florin 9.¥xd7+ £xd7 10.¤db5 a6
Szabo, Laszlo 11.£xd7+ ¢xd7 12.¤a3 ¤8c6
[D06] 13.0-0 ¥c5 14.¤c4 ¢e6
15.¥e3 b5 16.¥xc5 bxc4
1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.¤f3 cxd4 17.b3 ¤d3 18.¥e3 cxb3
4.¤xd4 d5 5.cxd5 ¤xd5 6.e4 19.axb3 ¤cb4 20.¦fd1 ¦hd8
¤b4 7.¥b5+ ¥d7 8.¤c3 e5 21.¦d2 ¦d6. ½-½

Vista de la sala de juego durante una de las sesiones

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Tercera Rueda
21 JULIO DE 1970

Quinteros 0 Tukmakov 1
Fischer 1 Georghiu 0
Agdamus 0 Rubinetti 1
Rossetto ½ Mecking ½
Schweber ½ Damjanovic ½
Najdorf 1 García 0
Szabo 0 Bisguier 1
Panno ½ Reshevsky ½
O’Kelly ½ Smyslov ½

Una partida brillante produjo el argentino Rubinetti en esta rueda.


Cierto es que su adversario, Agdamus, jugó inadecuadamente y por ello
consiguió en seguida posición ventajosa, pero el remate fue espectacu-
lar, con un hermoso sacrificio de dama por un alfil para colocar poco
después a su adversario en posición de mate.
Un rápido empate se produjo entre Panno y Reshevsky, y el mismo
resultado tuvieron las partidas de O'Kelly v. Smyslov y Schweber v.
Damjanovic, pero en estos dos casos jugando sin ambición ni espíritu
de lucha.
García desarrolló una violenta ofensiva con sacrificio de peones fren-
te a Najdorf, pero éste, actuando con toda serenidad, anuló los peligros
y se impuso merecidamente.
Szabó atacó con energía a Bisguier, pero en su afán de rematar rápi-
damente, cometió un error que permitió un contraataque y perdió.
El joven maestro internacional Enrique Costa Mecking, de Brasil, ju-
gó una buena partida ante Rossetto y se llegó a una división de hono-
res.
Por su parte, el soviético Tukmakov comenzó a dar pruebas de su
excelente calidad al conseguir su segunda victoria consecutiva. Esta vez
su víctima fue el ex campeón argentino Miguel Quinteros.
Página 43 de 188
La partida de Fischer contra Georghiu, una defensa Petroff, que se
jugó con posterioridad, dio lugar a una nueva demostración de juego
magistral por parte del norteamericano, el que se impuso en treinta y
seis movidas.

Quinteros, Miguel Ángel d6 4.¤f3 ¤xe4 5.d4 ¥e7


Tukmakov, Vladimir B 6.¥d3 ¤f6 7.h3 0-0 8.0-0 ¦e8
[A14] 9.c4 ¤c6 10.¤c3 h6 11.¦e1
¥f8 12.¦xe8 £xe8 13.¥f4
1.c4 ¤f6 2.g3 e6 3.¥g2 d5 ¥d7 14.£d2 £c8 15.d5 ¤b4
4.¤f3 ¥e7 5.0-0 0-0 6.b3 b6 16.¤e4 ¤xe4 17.¥xe4 ¤a6
7.¥b2 ¥b7 8.e3 c5 9.£e2 ¤c6 18.¤d4 ¤c5 19.¥c2 a5 20.¦e1
10.¦d1 dxc4 11.bxc4 £c7 £d8 21.¦e3 b6 22.¦g3 ¢h8
12.¤c3 ¦fd8 13.d3 ¦ac8 23.¤f3 £e7 24.£d4 £f6
14.¤g5 h6 15.¤ge4 a6 25.£xf6 gxf6 26.¤d4 ¦e8
16.¦ab1 ¦b8 17.¤a4 ¤xe4 27.¦e3 ¦b8 28.b3 b5 29.cxb5
18.¥xe4 b5 19.cxb5 axb5 ¥xb5 30.¤f5 ¥d7 31.¤xh6
20.£g4 ¤e5 21.¥xe5 £xe5 ¦b4 32.¦g3 ¥xh6 33.¥xh6
22.¥xb7 ¦xb7 23.d4 cxd4 ¤e4 34.¥g7+ ¢h7 35.f3. 1-0
24.exd4 £d5 25.¤c3 £c4
26.¦b3 b4 27.¤e2 £c2
28.¤c1 ¦a7 29.£f3 ¦ad7 Agdamus, José Luis
30.£e2 £c6 31.¦bd3 ¦d5 Rubinetti, Jorge Alberto
32.¤b3 ¥f6 33.£d2 £b5 34.f4 [E15]
¦a8 35.£c2 ¦d6 36.£f2 ¦a3
37.¦3d2 ¦a8 38.¦c1 ¦ad8 (Comenta J. Rubinetti)
39.¦cd1 ¦c8 40.¢g2 ¦c3 1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 b6
41.£e2 £d5+ 42.¢g1 h5 4.g3 ¥a6 5.£c2
43.£g2 £f5 44.d5 h4 45.¤d4
£xd5 46.£xd5 ¦xd5 47.¤e2 Otras posibilidades son:
¦a3 48.¦xd5 exd5 49.¦d2
¥c3 50.¦c2 d4 51.¤c1 hxg3 5.b3; 5.¤bd2; 5.£a4.
52.hxg3 ¥e1 53.¦c8+ ¢h7
54.¦d8 ¥d2 55.¤b3 ¦xa2 5...c5 6.b3?
56.¢f1 ¥e3 57.¤c5 d3
58.¤xd3 ¦d2 59.¦e8 ¦xd3 Tampoco es recomendable
60.¢e2 ¦c3 61.¦xe3 ¦xe3+ 6.d5 exd5 7.cxd5 ¥b7! (y no
62.¢xe3 f5. 0-1 7...¤xd5 por 8.£e4+) ganando el
peón central (8.e4 £e7). La conti-
nuación lógica era 6.¥g2 ¤c6
Fischer, Robert James 7.dxc5 ¥xc5 8.a3 etc.
Georghiu, Florin
[C42] 6...¤c6 7.¥b2?
1.e4 e5 2.¤f3 ¤f6 3.¤xe5 Esto permite a las negras con-
Página 44 de 188
seguir una peligrosa iniciativa. Era cidirme por este sacrificio, pues
mejor 7.dxc5. no veía con claridad la forma en
que podría ser ejecutado el rey
7...cxd4 8.¤xd4 ¥b4+ blanco. Por otra parte, considera-
9.¤d2 ¤xd4 10.¥xd4 ¥b7 ba la movida 18...¤d5 la que me
11.f3 d5 12.cxd5 £xd5 13.£b2 habría llevado a la victoria sin ma-
yores sobresaltos.
Si 13.¥c3 se perdía material
después 13...£c5! 14.¦c1 ¦c8 19.¢xe3 ¥d4+ 20.¢f4
15.¤c4 b5; pero no 13...¦c8
14.¤c4 ¥xc3+ 15.£xc3 b5? Si 20.¢d3 ¥f2 mate.
16.¦d1! etc.
20...e5+ 21.¢f5
13...¦c8!
Si 21.¢g5 seguía 21...h6+
Importante jugada con la que 22.¢f5 ¦c6 con mate inevitable.
se impide el cambio de alfiles con
¥c3, lo cual descongestionaría 21...¦c6
un tanto la posición de las blan-
cas. De paso se amenaza 14...e5, La tranquila jugada 21...h6 su-
ganando material. gerida por algunos al finalizar la
partida, originaba variantes fan-
14.¦d1 0-0 15.¥h3 tásticas, como por ejemplo:
22.¤e4 ¥xe4+ 23.fxe4 ¦e8 (se
Si 15.a3 seguía 15...¥xa3 amenaza ...g6+ 25.¢xf6 ¦c6+ y
16.£xa3 £xd4 17.£xa7 ¤g4! etc. mate posterior) 24.¦c1 ¥c5
25.¦xc5 bxc5. No obstante, en es-
15...¦fd8 16.¥e3 ¥c3 ta variante es posible 23.£xe4!! ya
17.£b1 £e5 18.¢f2 que 23...¤xe4 no ofrecía nada es-
pecial. (N. de la R. Era muy fuerte
21...¦c5!).

22.¤e4

Si 22.f4 se originaba el bonito


remate 22...h6! 23.fxe5 g6+ 24.¢f4
g5+ 25.¢f3! (si 25.¢f5 ¥c8+ 26.e6
¥xe6 mate) 25...¦c3 mate.

22...¥c8+ 23.¢g5 h6+


24.¢h4 g5+ 25.¤xg5 hxg5+
26.¢xg5 ¤h7+ 27.¢h5 ¥xh3
28.e3
18...£xe3+!
Pasando por alto la contes-
Me llevó mucho tiempo el de- tación de las negras. Era preferi-
Página 45 de 188
ble 28.g4. Indobenoni con 7...e6. Yo jugué
ahora, conscientemente, una mo-
28...¦dd6. 0-1 vida inferior. Lo justo es 8.¥g5 h6
9.¥h4 etc., con varias líneas de
juego parejo.
Rossetto, Héctor
Mecking, Henrique 8...¤h5?
[A31]
Lógicamente García pensó que
1.e4 c5 2.¤f3 d6 3.d4 cxd4 la prematura jugada a3 de las
4.¤xd4 ¤f6 5.¥d3 ¤c6 blancas debía castigarse activando
6.¤xc6 bxc6 7.0-0 g6 8.c4 el flanco rey y para ello prepara
¥g7 9.¤c3 0-0 10.£e2 ¤d7 el inmediato ...f5. Sin embargo,
11.¥e3 ¤e5 12.¦ac1 £a5 debió jugar 8...¤e8!; y llegar así a
13.¥d2 f5 14.b3 ¤xd3 ...f5 antes que las blancas realicen
15.£xd3 £e5 16.exf5 ¥xf5 b4. Por ejemplo: 8...¤e8 9.b4 b6
17.£e3 £xe3 18.¥xe3 h6 10.¦b1 f5 11.¤g5 ¤c7 etc.
19.¦fe1 g5 20.f3 ¦fd8 21.¥f2
¢f8 22.g4 ¥g6 23.h4 a6 9.g3 ¤d7
24.hxg5 hxg5 25.¤e4 ¥xe4
26.fxe4 ¢f7 27.¥e3 ¢g6 Ahora, si 9...f5? seguiría
28.¢g2. ½-½ 10.¤g5! aprovechando la mala co-
locación del caballo rey.

Schweber, Samuel 10.¥g5


Damjanovic, Mato
[E54] La posición es clara; las blan-
cas han cambiado el orden de las
1.c4 ¤f6 2.¤c3 e6 3.d4 ¥b4 movidas, evitando ...f5.
4.e3 c5 5.¥d3 d5 6.¤f3 0-0
7.0-0 dxc4 8.¥xc4 ¥d7 9.a3 10...¥f6?
¥a5 10.£e2 ¥c6 11.¦d1 £e7
12.¤e5 ¤bd7 13.¤xc6 bxc6 Error decisivo. Debió jugarse
14.¤a4 ¥c7. ½-½ 10...¤df6 11.¤d2 £c7 todavía con
lucha compleja.

Najdorf, Miguel 11.h4!


García, Raimundo
[E92] La ventaja de las blancas es vi-
sible, dado que en la presente po-
(Comenta Miguel Najdorf) sición no sólo tienen perspectivas
1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.d5 g6 favorables en el flanco de la da-
4.¤c3 ¥g7 5.e4 d6 6.¤f3 0-0 ma, sino también se apoderaron
7.¥e2 e5 8.a3 del flanco rey, el que en este tipo
de posiciones generalmente do-
Las negras no entraron en la minan las negras.
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11...a6 12.£d2 ¥e7 13.¥h6 Única reacción, puesto que de
¦e8 14.¤h2! lo contrario las blancas jugarían f4
y h5.
Comienza la segunda parte del
medio juego y se presenta así el 20.cxb5 axb5 21.¥xb5 ¥d7
problema más difícil, o sea ¿cómo 22.¥e2 f5 23.f4!
aprovechar las jugadas inferiores
de mi adversario? ¿Cómo ganar la Forzando el alejamiento de la
partida? única pieza activa de las negras.

14...¤df6 23...¤f7 24.0-0

Única, pues si 14...¤hf6? seguía Asegurando el rey sin temor,


15.g4! con mayor fuerza aún. ya que no hay piezas enemigas
que puedan penetrar en el flanco
rey.
15.g4 ¤f4
24...¥f8 25.exf5 ¥xf5
Las negras estaban obligadas a 26.¥d3 ¥xd3 27.£xd3 ¥g7
sacrificar el peón; puesto que si 28.¦ae1 ¦b8 29.£d2 £d7
15...¤g7 entonces 16.h5! con ata- 30.¦xe8+ ¦xe8 31.¦e1 ¥d4+
que irresistible. 32.¢g2 ¦b8 33.¢g3 ¥g7
34.¤g4!
16.¥xf4 exf4 17.£xf4 ¤d7
18.g5 Y las negras abandonaron. Si
34...h5 se ganaba con 35.gxh6
¤xh6 36.¤xh6+ ¥xh6 37.¦e6!
etc. 1-0

Szabo, Laszlo
Bisguier, Arthur Bernard
[A14]

(Comenta Marcos Luckis)


1.c4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.g3 d5
4.¥g2 ¥e7 5.0-0 0-0 6.b3 b6
7.¥b2 ¥b7 8.e3 c5 9.£e2 ¤c6
10.¦d1 £c7 11.¤c3 ¦ad8
Un cambio de esquema de la 12.cxd5 ¤xd5 13.¤xd5 ¦xd5
partida. Con un peón de más traté 14.d4 ¦d7 15.dxc5 ¥xc5
de olvidarme del ataque y entrar
en la parte final sin darle chance Después de una apertura co-
de crontrajuego a mi adversario. rrecta se ha llegado a una posi-
ción donde Szabó quiere aprove-
18...¤e5 19.£d2 b5 char la circunstancia de que en el
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lado del enroque negro no hay Parecería que las blancas pier-
piezas enemigas. den una pieza, pero...

16.¤g5 ¦fd8 25.¥xb7 ¤xb7


Una contrademostración, en Contra 25...hxg5 seguía 26.£a4
procura de hacerse fuerte en la ¤xb7 27.¦d7! ganando.
columna abierta.
26.£a4!
17.¦xd7 £xd7
Esta es la clave de problema
Amenazando con fuerza £d2. que Szabó seguramente tuvo en
cuenta cuando jugó ¥f3. Ahora se
18.£c2 f5 amenaza otra vez ¦d7.
Única defensa. 26...¦d8 27.¦xd8+ ¤xd8
28.¤f3
19.£c4 ¦e8 20.£e2 ¦d8
Se terminó la bonita combina-
Invitando a repetir las jugadas. ción con un saldo favorable para
las blancas, que están algo mejor.
21.£c4 ¦e8 22.¥f3!!
28...¤f7 29.£c6 ¢h7 30.h4
¤d6 31.¤e5 ¤f7 32.¢g2 ¤d8
33.£a8 ¥d6 34.¤c4 ¤f7
35.¤xd6 ¤xd6 36.¥e5 £d7
37.£f8?

Lamentablemente Szabó olvidó


la famosa ley de Capablanca, que
dama y caballo son por regla ge-
neral superiores dama y alfil en el
final.

37...¤e4 38.h5 ¤g5


Después de una larga reflexión
Szabó encontró esta magnífica ju- Es notable. Durante 38 jugadas
gada. ¡El viejo león rechaza las Bisguier se defendió a duras pe-
tablas! nas y resulta que ahora, casi de
repente, tiene neta superioridad.
22...¤a5 23.£h4!
39.£a8
Sigue la combinación.
Las negras amenazaban
23...h6 24.¦d1! £e7 ...£d5+.
Página 48 de 188
39...£f7 40.f4 ¤e4 41.g4 d6 12.d4 ¤d7 13.¦fd1 ¤f6
14.¦ac1 £e7 15.¤e1 ¥xg2
Ya no hay remedio. Todo es 16.¤xg2 c6 17.¦c2 ¦ac8
malo. 18.£f3 ¦fe8 19.¤e3 ¦c7
20.¤g4 ¤xg4 21.£xg4 h6
41...£d7 42.¥d4 £b5. Y las 22.h4 ¦cc8. ½-½
blancas abandonaron. En su afán
de ganar, Szabó desperdició las
oportunidades de hacer tablas. 0- O'Kelly de Galway, Alberic
1 Smyslov, Vassily V
[E55]

Panno, Oscar 1.c4 ¤f6 2.¤c3 e6 3.d4 ¥b4


Reshevsky, Samuel Herman 4.e3 0-0 5.¥d3 c5 6.¤f3 d5
A17] 7.0-0 dxc4 8.¥xc4 ¤bd7
9.£e2 a6 10.a4 ¤b6 11.¥b3
1.¤f3 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 b6 cxd4 12.exd4 ¤bd5 13.¥d2
4.g3 ¥b7 5.¥g2 ¥e7 6.0-0 0- ¦e8 14.£d3 ¥e7 15.¤xd5
0 7.b3 ¤e4 8.¥b2 ¥f6 9.£c2 exd5 16.¤e5 g6 17.£f3 ¥e6.
¤xc3 10.¥xc3 ¥xc3 11.£xc3 ½-½

Aficionados presenciando una de las ruedas

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Cuarta Rueda
23 JULIO DE 1970

Mecking 0 Szabo 1
Georghiu 1 Bisguier 0
García 0 Panno 1
Tukmakov ½ O’Kelly ½
Fischer 1 Schweber 0
Damjanovic 1 Quinteros 0
Rubinetti ½ Rossetto ½
Smyslov ½ Najdorf ½
Reshevsky 1 Agdamus 0

Una rueda con partidas de gran lucha. Muy elegante, y en cierto mo-
do sorpresivo, fue el desarrollo de la partida de Fischer contra Schwe-
ber. En determinado momento, al capturar el argentino la dama de su
adversario, Fischer contestó sin retomar la dama. Varias personas del
público, creyendo que el muralista se equivocaba, le llamaron la aten-
ción, pero en seguida la extrañeza se tornó en admiración por la ele-
gancia de la maniobra.
El joven brasileño Enrique Costa Mecking sufrió en esta reunión otra
derrota, esta vez ante el húngaro Szabó, el que por medio del sacrificio
de un peón imprimió violencia al ataque y ganó.
Interesante y complejo fue el cotejo de Damjanovic y Quinteros que
se deslució al final como consecuencia del gran apremio de tiempo de
ambos maestros. En esas circunstancias el argentino perdió una torre y
abandonó.
Una buena partida posicional ganó el gran maestro argentino Oscar
Panno ante su compatriota Raimundo García. A esta altura del certamen
ya podía apreciarse que Panno estaba jugando bien y se auguraba una
buena colocación final.

Página 50 de 188
Mecking, Henrique ¤c6 4.g3 ¥b4 5.¥g2 0-0 6.0-
Szabo, Laszlo 0 e4 7.¤g5 ¥xc3 8.bxc3 ¦e8
[A59] 9.£c2 £e7 10.d3 exd3
11.exd3 b6 12.¤e4 ¤xe4
1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.d5 b5 13.¥xe4 ¥b7 14.¦e1 ¢h8
4.cxb5 a6 5.bxa6 ¥xa6 6.¤c3 15.¥f4 ¤a5 16.¥xb7 £xe1+
g6 7.e4 ¥xf1 8.¢xf1 d6 9.g3 17.¦xe1 ¦xe1+ 18.¢g2 ¤xb7
¤bd7 10.¤f3 ¥g7 11.¢g2 0-0 19.¥xc7 ¦ee8 20.¥f4 ¤c5
12.¤d2 ¤b6 13.£e2 ¦e8 21.d4 ¤b7 22.£a4 ¦e7
14.¤c4 ¤xc4 15.£xc4 £b6 23.¥c7 d5 24.¥xb6 dxc4
16.¦d1 £b4 17.£e2 ¤d7 25.d5 h6 26.¥d4 ¤d6 27.¥c5
18.a3 £b3 19.a4 ¦eb8 20.¦a3 ¦d8 28.¥xa7 ¦a8 29.£c6
£b4 21.¤a2 £b6 22.b3 £a6 ¦exa7 30.£xd6 ¦xa2 31.£c7
23.£c2 ¦b7 24.¥b2 ¥xb2 ¦d2 32.d6 ¦a1 33.£xf7 ¦ad1
25.£xb2 ¤e5 26.£c2 ¦ab8 34.£f8+ ¢h7 35.£f5+ ¢h8
27.f4 ¤g4 28.¦e1 h5 29.h3 36.£c8+ ¢h7 37.£xc4 ¦xd6
¤f6 30.¦e3 ¦b6 31.a5 ¦b5 38.h4 ¦e1 39.h5 ¦e5 40.g4
32.£c4 ¦a8 33.b4 ¦ee6 41.£b5 ¦c6 42.f4 ¢h8
43.£b8+ ¢h7 44.g5 hxg5
45.fxg5 ¦xc3 46.g6+ ¦xg6+
47.hxg6+ ¢xg6 48.£e5 ¦c2+
49.¢g3 ¢h6 50.£f4+ g5
51.£d6+ ¢g7 52.£e7+ ¢h6
53.£f6+ ¢h5 54.£f3+ ¢h6
55.£f8+ ¢h5 56.£f7+ ¢h6
57.£f8+ ¢h5 58.£f3+ ¢h6
59.£h1+ ¢g7 60.¢g4 ¦c4+
61.¢xg5 ¦c5+ 62.¢f4 ¦c4+
63.¢f5 ¦c5+ 64.¢e6 ¦g5
65.£e4 ¦g6+ 66.¢f5 ¦f6+
67.¢g5 ¦f7 68.£e8 ¦f8
69.£g6+ ¢h8 70.¢h6 ¦f7
33...¦xa5 34.£xa6 ¦5xa6 71.£e4 ¦f6+ 72.¢g5 ¦f7
35.¦xa6 ¦xa6 36.¦e2 ¤xe4 73.¢g6 ¦g7+ 74.¢h6. 1-0
37.bxc5 dxc5 38.¦xe4 ¦xa2+
39.¢f3 ¦a3+ 40.¢g2 ¢f8
41.¦c4 ¦a5 42.¢f3 ¢e8 43.f5 García, Raimundo
gxf5 44.¢f4 ¢d7 45.¢xf5 Panno, Oscar
¢d6 46.¦h4 ¢xd5 47.¦xh5 [A24]
¢d4 48.¢g4 ¦a6 49.¦h8 c4
50.¢f3 ¢d3. 0-1 (Comenta Bernardo Wexler)
1.g3 g6
Georghiu, Florin
Bisguier, Arthur Bernard ¿Qué contento se pondría Reti
[A29] al ver los planteos de hoy en día!
Ya que desde la primera jugada
1.c4 e5 2.¤c3 ¤f6 3.¤f3 se quiere inducir al contrario a
Página 51 de 188
que tome el centro con los peo- El objetivo del negro es elimi-
nes. nar el alfil que corre en casillas
blancas y así desaparece la pre-
2.¥g2 ¥g7 3.c4 e5 4.¤c3 sión sobre b7.
d6 5.d3
18.¦b4
Se renuncia prácticamente a to-
mar el centro con d4, que se po- Se posibilita que la dama blan-
día intentar mediante 5.e3 - ¤ge2 ca pase para el sector dama y lue-
- d4. go la otra torre tome también in-
tervención en la lucha. Era de
5...¤f6 6.¤f3 0-0 7.0-0 considerar la jugada preventiva
¤bd7 8.¦b1 ¦e8 18.¦e1 y si 18...¥h3 19.¥h1 con-
servando el alfil.
Las negras han conseguido una
posición típica de la India de Rey, 18...¥h3 19.¥xh3 £xh3
mientras que el blanco no tiene el 20.£a1 £h5
control del centro como ocurre
normalmente en dicha apertura.

9.¤e1 ¤f8 10.b4 a6

Es digna de elogio la sangre


fría que revela Panno; aparente-
mente el blanco está muy supe-
rior por el dominio que ejerce en
el flanco dama, y si bien el negro
dispone de menor espacio, su po-
sición no presenta muchas debili-
dades.

11.a4 ¦b8 12.¤c2 ¥e6 Mientras el blanco intenta diri-


13.b5 axb5 14.axb5 gir sus fuerzas al flanco dama, el
negro procura tener contrajuego
Con la idea de tomar luego la en el sector opuesto y en el cen-
columna torre. tro.

14...d5 21.f3 ¤e6

Abriendo líneas en el centro Las negras paulatinamente van


con el objeto de que sus piezas mejorando la ubicación de sus
entren en juego. piezas.

15.cxd5 ¤xd5 16.¥d2 22.¦e4 ¦a8 23.¦a4 ¦ad8


¤xc3 17.¥xc3 £d7 24.£b2 ¤d4 25.¤e3

Página 52 de 188
Si 25.¤xd4 exd4 26.¥xd4 pedir que las negras vayan mejo-
¦xd4 27.¦xd4 £e5 ganando una rando la ubicación de sus piezas
pieza. para ganar material.

25...£g5 26.¤c4 40...¦a2 41.¦f4 ¦d8

La jugada natural. Aparente- Desde la primera línea se po-


mente el blanco dispone de bue- drá pasar al campo enemigo vía
na posición, pero de repente... e8 o bien a8.

26...e4! 42.¦e4 ¦f2

Un bonito sacrificio transitorio, Con la intención de jugar ¦a8


con lo que las negras toman la y ¦a1 mate.
iniciativa de la partida.
43.d4 f5. 0-1
27.fxe4 ¤xe2+ 28.£xe2
¥xc3 29.£f3 ¦e7 30.e5
Tukmakov, Vladimir B
Ante la amenaza de tomar el O'Kelly de Galway, Alberic
peón caballo, el blanco sacrifica [D43]
su peón rey para intentar obtener
contrajuego. Si 30.¦b1 ¦ed7 ga- 1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 d5
nando el peón dama. 4.¥g5 h6 5.¥xf6 £xf6 6.¤c3
c6 7.e3 ¤d7 8.cxd5 exd5 9.g3
30...¥xe5 31.£xb7 ¥d4+ ¤b6 10.¥g2 ¥d6 11.0-0 0-0
32.¢h1 £d5+ 12.¦e1 ¥e6 13.¦b1 ¦fd8
14.b4 a6 15.a4 £e7 16.£b3
Provocando el cambio de da- ¤c4 17.e4 dxe4 18.¤xe4 ¤b6
mas en vista de que las blancas 19.¤xd6 £xd6 20.£c2 ¥d5
tienen varias debilidades: el peón 21.¤e5 ¥xg2 22.¢xg2 ¦e8.
dama y el peón caballo y además ½-½
las torres negras pueden pasar a
la séptima fila.
Fischer, Robert James
33.£xd5 ¦xd5 34.¦b4 ¦e2 Schweber, Samuel
35.¦b3 ¦h5 36.h4 [C19]

Las blancas tienen que seguir (Comenta L. Palau)


debilitándose. 1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 ¥b4
4.e5 c5 5.a3 ¥xc3+ 6.bxc3
36...¦d5 37.¦f4 ¥c5 38.¦f3 £c7
¢g7 39.¦f4 h5 40.¦f3
La alternativa es 6...¤e7 7.£g4
Las blancas tienen que hacer cxd4 8.£xg7 ¦g8 9.£xh7 £c7
movidas de espera, sin poder im- 10.¤e2 ¤bc6 11.f4 con pequeña
Página 53 de 188
ventaja posicional de las blancas. 20.exf6 e5 21.£g3 ¤xd4

7.¤f3

Esta es una continuación de


apariencia tranquila en relación
con la habitual 7.£g4, a la cual se
le asigna mejores perspectivas.
Por ejemplo 7.£g4 f5 8.£g3 ¤e7
9.£xg7 ¦g8 10.£xh7 cxd4
11.¢d1! etc. Pero probablemente
es más prudente para las negras
jugar 7...¤e7.

7...¤c6
Dentro de las dificultades
Nuevamente debe preferirse la Schweber ha maniobrado con
continuación 7...¤e7 y si 8.¥e2 buen criterio buscando contrajue-
b6! a lo que puede seguir 9.a4 go, pero el gran maestro norte-
¥a6 10.¥b5+ ¥xb5 11.axb5 a5! americano había analizado con
con igualdad. O también 9.0-0 claridad las posibilidades y ahora
¥a6 10.¥d3 ¥xd3 11.cxd3 0-0 efectúa una espléndida combina-
con juego parejo. ción que nos muestra una vez
más su extraordinario concepto
8.¥e2 ¥d7 9.0-0 ¤ge7
10.a4 ¤a5 posicional.

Las negras se apartan del cami- 22.¦e3! e4


no usual, quizá intentando una
mejora en la defensa. Se acostum- Por supuesto, no es posible
bra jugar 10...f6. 22...¤xc2 por 23.¦c1.

11.¦e1 cxd4 12.cxd4 ¤c4 23.¦xe4! £xg3 24.¦xd4!


13.¥d3 h6 14.¤d2 ¤xd2
15.¥xd2 ¤c6 16.£g4! g6 Muy elegante la maniobra. La
dama negra no dispone de retira-
Las negras tuvieron que debi- da salvadora.
litar la conformación de peones
en el flanco rey, donde ya no po- 24...£g4 25.¦xg4 ¥xg4
drán enrocar. 26.¥xg6 ¦hg8

17.¦e3 0-0-0 18.¦g3 ¢b8 Si 26...¦hf8 seguía 27.¥xh6!


19.¦f3 f5 ¦xf6 28.¥g5 etc. Y si 26...¦df8
27.¥b4 ¦xf6 28.¥c3 etc.
Si 19...¦df8 20.¦f6 con presión
en aumento. 27.¥h7 ¦h8
Página 54 de 188
Nuevamente, si 27...¦gf8 21.£e2 ¤df6 22.¤d2 ¦ae8
28.¥xh6 ¦h8 29.f7 etc. 23.¦ad1 £c8 24.¤b4 c5
25.dxc5 dxc5 26.¤d3 ¤d7
28.¥d3 ¦de8 29.f7 ¦e7 27.¥d6 ¦g8 28.¤f3 e5
30.f8£+ 29.¥xg8 ¢xg8 30.¤c1 £c6
31.b4 c4 32.¤e1 ¦e6 33.¥c5
Siempre el mismo tema de f4 34.¥a7 ¦h6 35.£d2 ¤hf8
combinación para recuperar la ca- 36.h3 g4 37.hxg4 £g6 38.£e2
lidad. £g5 39.exf4 exf4 40.¥d4 £h4
41.¤f3 ¥xf3 42.£xf3 ¤e5
30...¦xf8 31.¥b4 ¦ff7 43.£d5+ ¦e6 44.¥xe5 ¥xe5
32.¥xe7 ¦xe7 33.f3 ¥d7 45.¦de1 f3 46.¦xe5 f2+
34.a5 ¢c7 35.¢f2 47.¦xf2. 1-0

Con un peón más y posición


superior, la tarea de las blancas es Rubinetti, Jorge Alberto
ahora fácil. Rossetto, Héctor
[D94]
35...¦f7 36.¢e3 ¢d6 37.g3
¢c5 38.f4 ¥g4 39.¦b1 ¦e7+
40.¢d2 b6 41.axb6 axb6 42.h3 1.¤f3 g6 2.c4 ¥g7 3.d4 c5
¥d7 4.e3 cxd4 5.exd4 ¤f6 6.¤c3
0-0 7.¥e2 d5 8.0-0 ¤c6 9.h3
Ya no hay nada bueno. Si dxc4 10.d5 ¤a5 11.¥f4 ¥f5
42...¥xh3 43.¦h1 y quedaban dos 12.¥e5 ¦c8 13.£d4 £b6
peones libres. 14.£xb6 axb6 15.¦fd1 ¦fd8
16.¥d4 ¤d7 17.¥xg7 ¢xg7
43.g4 d4 44.f5 ¦e3 45.f6 ¦f3 18.g4 ¥d3 19.¥xd3 cxd3
46.¦f1 ¦xf1 47.¥xf1 ¥e6. Y 20.¦xd3 ¤c4 21.b3 ¤c5
las negras abandonaron sin prose- 22.¦d4 ¤d6 23.¦b1 ¤d7
guir. Nada se puede hacer contra 24.¤e4 ¦c2 25.a4 ¦dc8
h4 y g5. 1-0 26.¢g2 ¦a2 27.¤xd6 exd6
28.¦f4 ¦e2 29.¦f1 h6 30.¤d4
¦e5 31.¦d1 ¤f6 32.¤b5 ¤e8
Damjanovic, Mato 33.¦fd4 ¦c2 34.¤a3 ¦a2
Quinteros, Miguel Ángel 35.¤c4 ¦ee2 36.¦1d2 ¦axd2
[A48] 37.¦xd2 ¦e4 38.¤xb6 ¦b4
1.d4 ¤f6 2.¤f3 g6 3.¥g5 39.¤c4 ¦xb3 40.¦e2 ¢f8
¥g7 4.¤bd2 h6 5.¥h4 0-0 41.a5 ¦b4 42.¤b6 ¤f6 43.¤c8
6.c3 d6 7.e3 b6 8.¥c4 ¥b7 ¤xd5 44.¦d2 ¤f4+ 45.¢g3 d5
9.0-0 g5 10.¥g3 e6 11.a4 a6 46.¤b6 ¦d4 47.¦xd4 ¤e2+
12.¤e1 ¤c6 13.¤c2 ¤e7 48.¢g2 ¤xd4 49.¤d7+ ¢e7
14.¥d3 ¤h7 15.f4 f5 16.fxg5 50.¤c5 ¤e6 51.¤xb7 ¢d7
hxg5 17.¥c4 £d7 18.a5 b5 52.a6 ¢c7 53.h4 f6 54.f3 ¢b6
19.¥a2 ¢h8 20.¤f3 ¤d5 55.¤d6 ¢xa6 56.¤e8 f5 57.h5
Página 55 de 188
fxg4 58.hxg6 ¤f4+. ½-½ Ahora este salto es lo mejor,
pues obliga al cambio de alfiles.

Smyslov, Vassily V 13...¥xc1 14.¦xc1 ¤xb3


Najdorf, Miguel 15.£xb3
[E56]
Parece a primera vista que tam-
1.c4 ¤f6 2.¤c3 e6 3.¤f3 d5 bién de esta manera las negras
4.d4 ¥b4 5.e3 0-0 6.¥d3 c5 equilibran el juego, pero no es
7.0-0 dxc4 8.¥xc4 ¤c6 9.a3 así. En las próximas jugadas Res-
¥a5 10.¥d3 a6 11.¤e4 cxd4 hevsky, con toda tranquilidad y
12.exd4 h6 13.b4 ¥c7 14.¥b2 experiencia, prepara f4.
¤d5 15.¦e1 b6 16.¦c1 ¤ce7
17.g3 ¥b7 18.¥f1 ¦c8 19.¤e5 15...c5 16.£d1 ¥d7 17.g3
¥b8 20.¦xc8 ¤xc8 21.¥g2. ¤h5 18.£d2 ¦f8 19.¥g2 ¤g7
½-½ 20.f4 f6 21.¦e2 ¤e8 22.¦f1
¤c7

Reshevsky, Samuel Herman Muchas jugadas empleó este


Agdamus, José Luis pobre caballo para poder amena-
[E96] zar ...b5, pero esta tentativa es im-
pedida por las blancas con un so-
(Comentó Marcos Luckis) lo movimiento.
1.d4 ¤f6 2.c4 d6 3.¤c3 e5
4.¤f3 ¤bd7 5.e4 g6 6.¥e2 23.a4 £e7 24.¦ef2 b6 25.h4!
¥g7 7.0-0 0-0 8.¦e1 c6 9.¥f1
¦e8 10.¦b1 a5 11.d5 ¤c5
12.¤d2 ¥h6

Esta variante es bien conocida


y tiene muchos antecedentes,
considerándose que es la mejor
forma de desarrollo tanto para las
blancas como para las negras. La
movida ...¥h6 debilita la posición
del enroque de las negras, razón
por la que debe aceptarse como
mejor 12...b6 y ahora las blancas
disponen de la continuación
13.b3! como en la partida de Hort Reshevsky realiza un juego ma-
v. Minic, Varna, 1969. El maestro gistral. El peón torre rey está aho-
Maric estima que 13.b3 es supe- ra en condiciones de avanzar
rior a; 13.¤b3 ¤xb3 14.£xb3 c5 oportunamente a cinco torre y,
que conduce a la igualdad. además, las blancas preparan
¥h2 y ¥h3, dominando los cua-
13.¤b3! dros blancos.
Página 56 de 188
25...¢g7 26.¢h2 h6 36...¤e8 37.¤d1 ¤f6
27.¥h3! ¥xh3 28.¢xh3 ¦ae8 38.¤e3 ¢h7
29.h5 g5 30.fxg5 fxg5 31.¦f5
Si 38...¤xe4 se pierde en segui-
Ocupando el puesto avanzado da por 39.£d3.
conquistado. La posesión de la
casilla f5 asegura ahora el triunfo 39.£f3 ¤e8 40.£f8 ¤g7
de las blancas en forma clásica. 41.¤f5 g4.

31...¦xf5 32.¦xf5 ¦f8 Y las negras abandonaron sin


esperar la réplica. Por otra parte,
33.¦xf8 £xf8 34.£e2 £f7 si 41...¤xf5 seguía 42.exf5 g4
35.¢g2 £d7 36.b3 43.f6 y no hay defensa contra
44.£e7+. Una partida notable, cla-
Liberando al caballo de su ta- ra técnicamente, y de mucho va-
rea defensiva y para emprender lor en la conducción del ataque
un camino triunfal (d1 - e6 - f5). por parte de Reshevsky. 1-0

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Quinta Rueda
25 JULIO DE 1970

Schweber ½ Georghiu ½
O’Kelly ½ Damjanovic ½
Quinteros 0 Fischer 1
Bisguier ½ Mecking ½
Najdorf ½ Tukmakov ½
Rossetto ½ Reshevsky ½
Panno ½ Smyslov ½
Szabo 1 Rubinetti 0
Agdamus 0 García 1

Hubo seis empates, pero algunos de ellos sumamente reñidos. En


especial la partida disputada por Rossetto frente a Reshevsky, que tuvo
alternativas interesantes y la de Schweber y Georghiu, en la que el pri-
mero buscó desnivelar la balanza entregando un peón que las negras
no aceptaron, produciéndose muchas complicaciones.
Muy interesante y que motivó momentos de verdadero suspenso en-
tre el público fue el encuentro de Quinteros con Fischer. Ante los pro-
blemas creados por Fischer en la apertura, el argentino reaccionó enér-
gicamente y en cierto momento produjo gran revuelo en la sala el he-
cho de que Quinteros sacrificó una torre en una bien llevada ofensiva.
Con una notable maniobra Fischer se defendió entregando la dama y la
lucha adquirió extrema complejidad, suspendiéndose la partida en si-
tuación algo dudosa, pero con mejores posibilidades para Fischer,
quien en definitiva se adjudicó el punto.
Aunque fue tablas, la partida de Najdorf v. Tukmanov tuvo momen-
tos instructivos, mientras que otras partidas resultaron empates apaci-
bles.
A esta altura del certamen el público se había acostumbrado a escu-
char en la sala de conferencias al maestro Marcos Luckis, quien como
es habitual, mostraba alguna de las partidas de la reunión, amenizando
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sus comentarios con citas risueñas muy celebradas por la concurrencia.

Schweber, Samuel podría ser: 4.c3 ¤f6 5.d3 ¥g7


Georghiu, Florin 6.0-0 0-0 7.¦e1 a6 8.¥xc6 dxc6
[B31] 9.h3 £c7 10.d4 ¦d8 como en la
partida Pérez v. Minaya, Tel Aviv,
(Comenta S. Schweber) 1964.
1.e4 c5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5
4...¥g7 5.¦e1 ¤f6
Muchos ajedrecistas se pregun-
tan por qué se utilizan ciertos Panov sugiere como mejor pa-
planteos (como el presente) tan ra las blancas la continuación:
poco usuales en torneos de cate- 5.c3 £b6 6.¥a4, con posición
goría internacional. Tal modalidad preferible. Empero, la textual
responde a razones de psicología. (¦e1) de las blancas es más con-
Es por todos conocida la exhausti- secuente con el planteo adop-
va preparación que realizan los tado. A su vez, el segundo juga-
grandes maestros frente a las dor pudo proseguir con 5...e5
aperturas más comunes, o sea 6.¤c3 ¤ge7 7.d3 0-0 8.¥c4 d6
aquellas que se dan con gran fre- 9.¥g5 h6 10.¥h4 ¥e6 con equili-
cuencia. Dicha preparación se ba- brio, como En la partida Aronin v.
sa en análisis de partidas recien- Jolmov, Erevan, 1962. Otra posibi-
tes, constante documentación teó- lidad: 5...a6 6.¥xc6 bxc6 7.d3 ¤f6
rica e incluso «análisis caseros». 8.e5 ¤d5 9.¤bd2 0-0 10.¤e4 d6
Por ello, el conductor de las blan- con igualdad, Gurgenidze v. Tai-
cas decide aquí plantear la poco manov, Bakú, 1961.
común jugada de Rossolimo
(¥b5), la cual ya la ha empleado 6.¤c3 0-0 7.d3 d6
ante fuertes jugadores; en recien-
tes torneos y con buenos resulta- En la partida Schweber v. Pan-
dos (ante Panno en el Torneo de no, Torneo Cooperación 1969, las
la Cooperación 1969 y ante San- negras prefirieron: 7...¤e8.
guinetti E:n el match desempate
por el primer puesto del Campeo- 8.¥xc6
nato Argentino 1969).
Necesario, para evitar el de-
3...g6 sahogo negro mediante ...¥g4 y
...¤d4.
Panov indica como lo más sen-
cillo: 3...¤f6 4.e5 ¤d5. 8...bxc6 9.e5 ¤d5 10.exd6

4.0-0 En caso de preferir las blancas


10.¤e4 tendríamos la posición de
Otra forma de encarar el es- la partida Gurgenidze v. Taima-
quema blanco «a la española», nov ya citada, aparentemente con
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un tiempo demás para las negras blancas a disponer mejor sus pie-
ya que en aquélla debió, previa- zas. Tampoco el avance del peón
mente, jugar ...a6. Sin embargo, a g6-g5 es aconsejable dado que
través del juego que se produce, descubre más aún su rey, facili-
veremos que dicho peón está me- tando la labor de las blancas. Con
jor ubicado en a6 que en su casi- la jugada ¥f6, Georghiu busca li-
lla de origen. berarse de la molesta torre «inva-
sora», pero...
10...exd6 11.¤e4
17.£e2 ¦ae8
Provocando el debilitamiento
del enroque (...f5), a la par que No se puede capturar la torre:
deja la trabazón del centro negro. 17...¥xe7 18.£xe7 y 19.£xd6 ga-
Es indudable que las blancas dis- nando dos peones por la calidad.
ponen ya de un desarrollo más ar-
mónico (buena disposición de 18.£e6+ ¥xe6
piezas, mejor conformación de
peones). En este momento Georghiu
ofreció tablas, y las blancas, con-
11...f5 12.¥g5 £c7 13.¤c3 siderando que sólo disponían de
¤xc3 14.bxc3 h6? diez minutos para completar las
cuarenta jugadas, aceptaron. Sin
embargo, después de 19.¦xc7 el
primer jugador queda con buenas
chances a su favor (por de pronto
gana un peón y quedan otros ata-
cados), con el único contrapeso
de la pareja de alfiles enemigos.
½-½

O'Kelly de Galway, Alberic


Damjanovic, Mato
[A25]
Se hacía necesario algo más ac- 1.c4 e5 2.¤c3 ¤c6 3.g3 g6
tivo. La jugada ...h6 ayuda a las 4.¥g2 ¥g7 5.¦b1 a5 6.d3 ¤f6
blancas a colocar su alfil en una 7.e4 d6 8.¤ge2 h5 9.h3 h4
fuerte casilla. 10.g4 ¤h7 11.¤d5 ¤e7
12.¥e3 ¤xd5 13.cxd5 0-0
15.¦e7 ¥d7 16.¥f4 ¥f6 14.0-0 ¥d7 15.£d2 ¦e8
16.¦bc1 ¥f6 17.¦c2 c5
La captura del peón c3 blanco 18.dxc6 ¥xc6 19.¤c3 ¥g5.
no tiene objeto pues ayuda a las ½-½
Página 60 de 188
Quinteros, Miguel Ángel
Fischer, Robert James
[A35]

1.c4 g6 2.¤c3 ¥g7 3.¤f3 c5


4.d4 cxd4 5.¤xd4 ¤c6 6.¤c2
¥xc3+ 7.bxc3 ¤f6 8.f3 d6 9.e4
¥e6 10.¥e2 ¦c8 11.¤e3 £a5
12.¥d2 ¤e5 13.£b3 ¤fd7
14.f4 ¤c5 15.£c2 ¤c6 16.0-0
£a4 17.£b1 ¤a5 18.e5 dxe5
19.fxe5 0-0 20.¦f4 ¤d7
21.¤d5 ¦fe8 22.£e4 b5 27...f6 28.¦g8 g6 29.¦h8
23.¦xf7 ¢xf7 24.£h4 ¢g7 ¢d6 30.¦f8 ¢e7 31.¦a8 e5
25.¤xe7 £c2 26.£h6+ ¢h8 32.¤e1 ¦b7 33.¦h8 ¢e6
27.¦c1 £xc1+ 28.¥xc1 ¦xe7 34.¤c2 ¤b8 35.¦c8 ¢d7
29.cxb5 ¤c4 30.£h4 ¦f7 36.¦h8 ¢e6. ½-½
31.£d4 ¢g8 32.¥f4 ¦c5
33.¥f3 ¦xb5 34.h3 ¤cxe5 Najdorf, Miguel
35.¥a8 ¦f8 36.¥xe5 ¤xe5 Tukmakov, Vladimir B
37.£xa7 ¥d5 38.¥xd5+ ¦xd5 [D90]
39.£e3 ¦a5 40.£e2 ¦fa8
41.a4 ¤f7 42.h4 ¦xa4. 0-1 1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 d5
4.¤f3

Bisguier, Arthur Bernard La variante del cambio 4.cxd5


Mecking, Henrique ¤xd5 5.e4 ¤xc3 6.bxc3 etc., es
[D46] una de las líneas más analizadas.
Otra continuación muy popular
1.d4 d5 2.¤f3 ¤f6 3.c4 c6 es 4.¥f4 ¥g7 5.£a4+ ¥d7 6.£b3
¥c6 7.e4! etc.
4.e3 e6 5.¥d3 ¤bd7 6.¤bd2
¥d6 7.e4 dxe4 8.¤xe4 ¤xe4 4...¥g7
9.¥xe4 ¥b4+ 10.¥d2 ¥xd2+
11.£xd2 0-0 12.0-0-0 c5 Otra posibilidad es 4...c6
13.dxc5 £c7 14.£d6 £xc5 5.cxd5 cxd5 6.¥f4 ¤c6 7.e3 con
15.£xc5 ¤xc5 16.¥c2 b6 posición preferible.
17.b4 ¤a6 18.¥e4 ¦b8 19.a3
¥b7 20.¦he1 ¥xe4 21.¦xe4 5.cxd5
¦b7 22.¢b2 ¦c7 23.¢b3 ¦fc8
24.¦ed4 ¢f8 25.¦d8+ ¢e7 Con frecuencia se juega 5.£b3
26.¦1d7+ ¦xd7 27.¦xc8 y si 5...c6 6.cxd5! ¤xd5 7.e4 y
ahora lo mejor es 7...¤b6; mien-
tras que si 7...¤xc3 sigue 8.bxc3
Página 61 de 188
c5 9.d5! 0-0 10.¥e2 con superio- ¥xe4 24.¤xe4. ½-½
ridad.

5...¤xd5 6.¥d2 Rossetto, Héctor


Reshevsky, Samuel Herman
De igual valor es 6.g3 0-0 [E74]
7.¥g2 c5 8.0-0 ¤xc3 9.bxc3 ¤c6
10.e3 £a5 11.£b3 ¦b8 12.¥a3 c4 (Comenta Héctor Rossetto)
13.£b2 ¥f5 con igualdad. 1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 ¥g7
4.e4 d6 5.¥e2 0-0 6.¥g5
6...0-0 7.¦c1 ¤b6 8.e3 ¤c6
9.¥e2 e5 Una jugada que no muestra la
real intención de las blancas. Si
ahora 6...e5 sigue 7.d5 y entraría-
mos en un ataque Petrosian.

6...c5 7.d5 £a5 8.¢f1

Esta es una interesante idea


que puso en práctica el gran
maestro Szabó frente a Gligoric
en el torneo de Portoroz de 1958,
y que se hace con miras a un vio-
lento ataque en el flanco rey.

Y en este caso las negras han 8...a6 9.a4


sorteado bien las dificultades pro-
pias de la apertura. No se advier- Hay que frenar la expansión
ten debilidades explotables en del adversario en el flanco de la
ninguno de los bandos y el juego dama. 9...e6 Reacción típica en
se encamina hacia la nulidad. esta posición de la India del Rey.

10.dxe5 ¤xe5 11.¤xe5 10.h4 exd5 11.exd5 h5


¥xe5 12.0-0 ¥e6 13.b3 c6
14.f4 ¥g7 15.¤e4 Movida casi obligado en vista
de que hay que frenar el ataque
Amenazando molestar con de las blancas.
¥b4.
12.¥xf6
15...£e7 16.¤g3 ¦ad8
17.£e1 ¥d5 18.¥d1 ¦fe8 Optando por sacrificar el alfil
19.¥c2 f5 20.¦f2 ¤d7 21.¦e2 de casillas negras para apurar los
¤f6 22.¥c3 ¤e4 23.¥xe4 acontecimientos en el flanco rey.
Página 62 de 188
12...¥xf6 13.g4 £b4! flanco rey.

20...¥f5!!

Bien jugado. Se completa el


desarrollo aún a costa del peón
caballo dama, puesto que a
21.¦xb7 ¦fb8 con iniciativa.

21.¦g3 ¦ae8 22.¦hg1 £f4


23.¥d3

Acumulando material sobre la


casilla g6.
Una fina jugada del gran maes- 23...¢h8
tro norteamericano. En esta mis-
ma posición Gligoric jugó Manteniendo la sangre fría. Se
13...hxg4, lo que permitió a las defiende el peón caballo rey con
blancas organizar un fuerte ata-
que, aunque finalmente terminó una amenaza indirecta de mate
en tablas la partida. en f2.

14.¤e4 24.¥xf5 £xf5 25.¦1g2


£xh5 26.£xh5+ gxh5 27.¦g5
Única jugada aceptable. Cual- ¦e5 28.¦xe5 dxe5 29.¦g5 f6
quier otra podría originar dificul- 30.¦xh5+ ¢g7 31.¦f5. Y en es-
tades. te momento se convino el empa-
te. Las negras amenazaban volar
14...£xb2 la posición con ...b5. Fue una lu-
cha interesante. ½-½
Y no 14...¥xb2 a causa de
15.¦b1.
Panno, Oscar
15.¦b1 £e5 16.¤xf6+ £xf6 Smyslov, Vassily V
17.gxh5 ¤d7 [A28]

Evidentemente no era bueno 1.c4 e5 2.¤c3 ¤c6 3.¤f3


tomar el peón, dado que el rey ¤f6 4.e3 ¥b4 5.£c2 0-0 6.d3
quedaría desmantelado y sin de- d5 7.cxd5 ¤xd5 8.¥e2 ¥e6
sarrollo. 9.0-0 ¥d6 10.a3 h6 11.¤e4 a5
12.b3 £e7 13.¥b2 f5 14.¤xd6
18.¤f3 ¤e5 19.¤xe5 £xe5 cxd6 15.¦ac1 ¦fc8 16.£b1 b5
20.¦b3 17.¤d2 f4 18.e4 ¤b6 19.d4
¤xd4 20.¥xd4 exd4 21.£d3
Activando otra pieza hacia el £f6. ½-½
Página 63 de 188
Szabo, Laszlo el fuerte dominio de las casillas
Rubinetti, Jorge Alberto claves c5 y e5. Debió considerar-
[D90] se como más prudente 12...a5.

(Comenta Lazslo Szabó) 12...¤e4 13.¥b4 a5 14.¥a3


1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 d5 ¤df6 15.0-0 ¥e6 16.£c2! a4
4.¤f3 ¥g7 5.cxd5
Intentando capturar el peón
Continuación preconizada por a2, lo que no podía hacerse en se-
Smyslov. Otras posibilidades son: guida a causa de b3.
5.£b3; 5.¥f4; y 5.¥g5 para seguir
con e3. 17.¦a1! ¤d6 18.¤c5 ¥f5
19.£d1 £a5 20.¤e5!
5...¤xd5 6.¥d2!?
Buena maniobra que amenaza
Esta es la idea de Smyslov; que destrozar la posición negra con
el alfil se coloque en c3. ¤xb7, seguido de ¤xc6 - ¤xe7+
y ¤xf5.
6...0-0 7.¦c1 ¤b6 8.e3
20...¦fe8 21.¦c1 £a7
Jugada posicional que brinda 22.¥b4 h5 23.h3 ¤de4
buenas perspectivas. Najdorf su-
giere 8.¥g5!? lo cual fue puesto Era mejor jugar 23...¤d5 aun-
en práctica en la Rueda 11 en la que es difícil encontrar algo bue-
partida O'Kelly v. Szabó. no para contrarrestar la fuerza de
las piezas blancas, muy bien colo-
8...c6 cadas.

Demasiado pasivo. Mayor am- 24.g4! hxg4 25.hxg4 ¥c8


bición demuestra la continuación 26.¤xe4 ¤xe4 27.¥c4 e6
8...¤c6.

9.¥e2 ¤8d7 10.¤e4

La característica movida libera-


dora ...c5 está anulada. Y tampo-
co es posible jugar el peón rey
negro por un eventual ¥b4 y ¤d6
con gran fuerza.

10...¤f6 11.¤c5 ¤bd7


12.¤d3

Con los caballos estratégica-


mente bien colocados, la presión Es visible la ventaja posicional
de las blancas va en aumento por de las blancas. Las negras tienen
Página 64 de 188
que resignarse a una defensa pa- ¥g7 13.¦ae1 0-0 14.a4 bxa4
siva. Explotando esta situación las 15.¤xa4 ¦b8 16.¤d2 ¤b6
blancas realizan una bonita com- 17.¤xb6 ¦xb6 18.¤c4 ¦b4
binación. 19.f4 ¥d7 20.e5 dxe5 21.fxe5
£g5 22.¥d3 ¥b5 23.e6 £xd5
28.¤xf7! ¢xf7 29.£f3+ ¤f6 24.exf7+ ¦xf7 25.¦xf7 £xf7
30.g5 £b6 31.¥d6 £d8 26.b3 ¥d4+ 27.¢h1 £f2
32.¥e5 ¦f8 33.¥d3! ¦a5 28.£xf2 ¥xf2 29.¦b1 ¢g7
Contra 33...¢g8 seguía 34.gxf6 30.¤d6 ¥d4 31.¥xb5 ¦xb5
¥xf6 35.¥xg6 ¥xe5 36.£h5 etc. 32.¤c4 a5 33.¤a3 ¦b8 34.g3
a4 35.bxa4 ¦a8 36.¤c2 ¦xa4
34.¦fd1 ¢g8 35.¥xg6! ¤h7 37.¤xd4 ¦xd4 38.¦b6 ¦d2
36.¥xh7+ ¢xh7 37.£h5+ 39.¦c6 ¦c2 40.¢g1 c4 41.¢f1
¢g8 38.g6 ¦f6 h5 42.h4 c3 43.¢g1 ¢f8
44.¢f1 ¢f7 45.¢e1 ¦c1+
Intentando la salvación, pero 46.¢f2 ¢e7 47.¢e2 c2
las blancas disponen de una ma- 48.¢d2 ¦g1 49.¦xc2 ¦g2+
niobra elegante y decisiva. 50.¢d3 ¦xg3+ 51.¢e4 ¦g4+
39.¥xf6!! £xf6 40.£xa5 52.¢e5 ¦xh4 53.¦c7+ ¢d8
£xg6+ 41.¢f1. 1-0 54.¦a7 ¦g4 55.¢d6 ¢e8
56.¢e6 ¢f8 57.¢f6 ¢e8
58.¢e6 ¢d8 59.¢d6 ¢c8
Agdamus, José Luis 60.¢c6 ¢b8 61.¦b7+ ¢a8
García, Raimundo 62.¦h7 ¦f4 63.¢b6 ¦f6+
[E10] 64.¢c5 ¢b8 65.¢d4 ¦f5
66.¢e4 ¦g5 67.¢f4 ¦g4+
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 c5 68.¢f3 ¢c8 69.¦a7 ¢d8
4.d5 b5 5.¥g5 exd5 6.cxd5 h6 70.¦g7 ¢e8 71.¦a7 ¢f8
7.¥xf6 £xf6 8.¤c3 a6 9.e4 d6 72.¦h7 ¢g8 73.¦a7 ¦g5
10.¥e2 ¤d7 11.0-0 g6 12.£c2 74.¦b7 ¦f5+ 75.¢g3 ¦f7. 0-1

Página 65 de 188
Sexta Rueda
26 JULIO DE 1970

Smyslov ½ Agdamus ½
Schweber 0 Quinteros 1
Reshevsky 1 Szabo 0
Rubinetti 1 Bisguier 0
Tukmakov 1 Panno 0
Georghiu ½ Mecking ½
Damjanovic 0 Najdorf 1
Fischer 1 O’Kelly 0
García 1 Rossetto 0

A esta altura de la competencia el joven maestro soviético Vladimir


Tukmakov ya estaba concitando el interés de los aficionados, por el
empuje demostrado en sus partidas, pese a su derrota inicial frente a
Fischer. En la sexta reunión produjo una partida brillante. Tuvo como
adversario al argentino Oscar Panno, quien cometió una debilidad en el
planteo, circunstancia que bastó para que el soviético asumiera la ini-
ciativa con mano firme y rematara la lucha con un brillante sacrificio de
dama.
El gran maestro Najdorf venció rápidamente al yugoslavo Damja-
novic a raíz de un error inicial de éste.
Como siempre, la partida de Fischer atrajo el principal interés del
público. Fue una lucha de gran valor la que esta vez sostuvo con el bel-
ga O'Kelly, quien se trajo escondida una novedad (20...h6), pero de na-
da le sirvió, puesto que Fischer, con gran criterio posicional la desbara-
tó y quedó con ventaja decisiva.
De buena calidad resultó la partida que Reshevsky le ganó al húnga-
ro Szabó. El maestro norteamericano condujo el juego con gran seguri-
dad y buen concepto posicional.
De los restantes encuentros el más complicado e interesante fue el
que sostuvieron Schweher y Quinteros, que no pudo definirse en la pri-
Página 66 de 188
mera sesión de juego. Obtuvo mejores perspectivas Quinteros, y en la
sesión complementaria logró triunfar.

Smyslov, Vassily V 16.f4 ¤ed7 17.g4 ¤c5


Agdamus, José Luis 18.¤db5 cxb5 19.¤xb5 £e7
[A41] 20.¤xd6 ¤cxe4 21.¤xe8
¤xe8 22.¥xe4 £xe4 23.£f2
1.c4 g6 2.¤c3 ¥g7 3.d4 d6 ¥e6 24.b3 ¤f6 25.f5 ¤xg4
4.¤f3 e5 5.dxe5 dxe5 6.£xd8+ 26.hxg4 £xg4+ 27.£g2 ¥xf5
¢xd8 7.¤g5 ¢e8 8.¤b5 ¤a6 28.¦d6 £xg2+ 29.¢xg2 ¥f8
9.¥e3 ¥h6 10.¥d2 f6 11.¤e4 30.¦d2 ¥xa3 31.¦ed1 ¥e7
¥xd2+ 12.¢xd2 ¢e7 13.e3 32.¦d7 ¥xd7 33.¦xd7 ¢f8
¤h6 14.¥e2 ¤f7 15.¢c3 c6 34.¦xb7 a6 35.b4 ¦c8 36.c5 a5
16.¤a3 ¥f5 17.¤g3 ¥e6 37.bxa5 ¥xc5 38.¥d2 ¦a8
18.¤c2 ¦hd8 19.b4 ¦ac8 39.¦b5 ¥d6 40.¢f3 ¢e8
20.¦ad1 ¦xd1 21.¦xd1 ¤c7 41.¢e4 ¥c7 42.¦d5 h5
22.a3 ¦d8 23.¦xd8 ¢xd8 43.¥e1 h4 44.¦d3 ¦a6
24.¤e4 ¢e7 25.¤c5 ¥c8 26.f4 45.¥xh4 ¦xa5 46.¥f6 ¦f5
¤e6 27.¤d3 ¤c7 28.fxe5 fxe5 47.¥d4 ¢e7 48.¦c3 ¥d6
29.¥f3 ¥f5 30.¤c5 ¤d6 31.e4 49.¦c6 ¢e6 50.¦c8 ¦f4+
¥c8 32.¤e3 h5 33.¤d3 ¤f7 51.¢e3 ¢d5 52.¥g7 g5
34.h4 ¤e8 35.c5 ¥e6 36.a4 53.¦d8 ¢e6 54.¥d4 f6
¤f6 37.b5 ¢d7 38.b6 a6 55.¢d3 ¥e5 56.¥e3 ¦b4
39.¤c4 ¥xc4 40.¢xc4 ¢d8 57.¢e2 ¦b2+ 58.¢f1 ¢f5
41.g3 ¢c8 42.¢b4 g5 43.¥d1 59.¦a8 ¢e4 60.¥f2 ¦b1+
g4 44.¥c2 ¢b8 45.¤b2 ¢c8 61.¢e2 ¦a1 62.¦d8 g4. 0-1
46.¤c4 ¢d7 47.¥d3 ¢c8
48.¤e3 ¤d8 49.¤f5 ¤e6
50.¥c4 ¤d8 51.¤d6+ ¢d7 Reshevsky, Samuel Herman
52.a5 ¤e8 53.¤f5 ¤f6 54.¥d3 Szabo, Laszlo
¢c8 55.¤e7+ ¢b8 56.¤g6 [E56]
¤d7 57.¥c4 ¤f6 58.¥d3
¤d7. ½-½ (Comenta S. Reshevsky)
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 ¥b4
4.e3 c5 5.¤f3 0-0 6.¥d3 d5
Schweber, Samuel 7.0-0 dxc4 8.¥xc4 ¤c6 9.a3
Quinteros, Miguel Ángel ¥a5 10.¥d3 cxd4 11.exd4
[E69] ¥b6 12.¥e3 h6

1.d4 ¤f6 2.¤f3 g6 3.c4 ¥g7 Una jugada débil que acarrea
4.g3 0-0 5.¥g2 d6 6.0-0 c6 muchos el disgustos. Lo correcto
7.¤c3 £a5 8.h3 e5 9.e4 ¤bd7 era 12...¤d5 13.¤xd5 exd5 con
10.¥e3 £b4 11.£e2 exd4 mínima ventaja para las blancas.
12.a3 £a5 13.¤xd4 ¦e8
14.¦fe1 £c7 15.¦ad1 ¤e5 13.h3 ¤d5 14.¤xd5 exd5
Página 67 de 188
Aquí era preferible 14...£xd5 23.£g4 ¥e4 con algún contrajue-
aun cuando también quedaban go.
con superioridad las blancas des-
pués de 15.¥c2. 22...¦xe5 23.¦xe5 g6
24.¥b4 £f6 25.¥e7 ¥xe5
15.¥c2! £d6 26.¥xf6 ¥xf6 27.¦xc6 ¢g7
28.¦xf6 ¢xf6 29.£a6+ ¥e6
Esto es para defenderse de 30.b4. 1-0
16.£d3 a lo que seguiría 16...£g6
17.£xg6 fxg6 18.¥xg6 ¥xh3 con
igualdad. Rubinetti, Jorge Alberto
Bisguier, Arthur Bernard
16.¦e1 ¥c7 17.¦c1 ¥e6 [C61]

Debió jugarse 17...¥d7. 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5


¤d4 4.¤xd4 exd4 5.0-0 c6
18.£d3 f5 19.¥d2 ¦fe8 6.¥a4 ¤f6 7.d3 d6 8.c3 dxc3
9.¤xc3 ¥e7 10.d4 0-0 11.¥c2
d5 12.e5 ¤e8 13.f4 f5 14.¥e3
¥e6 15.¢h1 £d7 16.£d2 b6
17.¦ad1 ¤c7 18.¥a4 a5 19.a3
b5 20.¥b3 a4 21.¥c2 ¦a7
22.¤a2 ¤a8 23.£c1 ¤b6
24.¥d2 ¦c8 25.¥b4 c5
26.¥xc5 ¥xc5 27.dxc5 ¦xc5
28.¦d4 ¦ac7 29.¤b4 £c8
30.¦f2 ¤c4 31.h3 ¤a5 32.£d2
£a8 33.¢h2 £a7 34.£d1 h6
35.£f3 ¦c8 36.¦d1 ¤c4
37.¥d3 ¤a5 38.g4 fxg4
39.hxg4 £c7 40.¦e1 ¦c1
Rematando los desaciertos. Era 41.¦xc1 £xc1 42.f5 ¦f8
necesario 19...a6. 43.£g3 ¥c8 44.¤xd5 £c5
45.¤c3 ¤c6 46.e6 ¤d4
20.¥a4! 47.¤e4 £d5 48.e7 ¦e8
49.£d6 £xd6+ 50.¤xd6 ¦xe7
Jugada ganadora. Si ahora se 51.¤xc8 ¦e3 52.¥f1 ¤f3+
contesta 20...¥d7 seguiría 21.¤e5! 53.¢g3 ¤g5+ 54.¢g2 ¦e4
¤xe5 22.dxe5 ¦xe5 23.¦xe5 55.¥e2 b4 56.¤d6 ¦d4
£xe5 24.¥xd7 y de nada serviría 57.¤b5 ¦e4 58.axb4 ¦xb4
el jaque en h2. 59.¤c3 ¢h7 60.¥d1 ¦d4
61.¦c2 ¤f7 62.¥e2 ¤d6
20...¥f7 21.¥xc6 bxc6 63.¢f2 ¤f7 64.¤b5 ¦b4
22.¤e5! 65.¦c7 ¤g5 66.¦c2 ¦b3
67.¤a3 ¤h3+ 68.¢e1 ¤f4
Mejor que 22.£xf5 ¥g6 69.¥b5 ¦g3 70.¥xa4 ¦xg4
Página 68 de 188
71.¥b5 h5 72.¦f2 ¢h6 12.¤b3.
73.¤c2 ¢g5 74.¥f1 ¦g1
75.¢d2 ¦h1 76.¤d4 ¤d5 12.£d3 ¥d7
77.¥g2. 1-0
Hay también otras posibilida-
des para las negras. Por ejemplo:
Tukmakov, Vladimir B 12...b6 13.b4 ¤c6 14.¤xc6 £xc6
Panno, Oscar 15.e5 ¤d5 16.¤xd5 exd5 17.b5
[B85] con ventaja. O bien 12...d5 13.e5
¤d7 14.¦ae1 ¤c6 con juego com-
1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 plicado.
4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 d6 6.¥e2
13.g4 ¢h8?
Muy aguda es la continuación
6.g4, pero yo no quise quemar los Demasiado pasivo. Aquí ya re-
puentes ya en la apertura. sultaba necesario jugar 13...d5 a
pesar de que después de 14.e5
6...¥e7 7.0-0 0-0 8.¥e3 ¤e8 15.¦ae1 ¥c6 16.¥f3 las blan-
¤c6 9.f4 £c7 cas mantenían superioridad posi-
cional, aunque todavía con lucha.
En los últimos tiempos se ha En cambio ahora obtienen las
vuelto muy popular 9...¥d7 pero blancas un peligroso ataque.
Panno me dijo después de la par-
tida que el temía 10.¤b3 seguido 14.g5 ¤g8 15.¦f3!
de 11.g4 y el subsiguiente ataque
contra el enroque.
10.¢h1
Las blancas hacen esta movida
para esperar a que las negras des-
cubran sus intenciones.
10...a6 11.a4!
Con el fin primordial de impe-
dir el contrajuego del adversario
en el flanco dama, para iniciar
después operaciones en el flanco
rey. Este es el camino más rápido.

11...¤a5 15...¤c6 16.¦g1 ¤xd4


17.¥xd4 f5
Si ahora 11...¥d7 con la idea
de si 12.g4 ¤xd4 jugar 13.¥xd4 Con este avance es que las ne-
¥c6 etc., las negras estarían bien. gras calculaban completar su
Por lo tanto, a 11...¥d7 lo justo es plan, pero no tuvieron debida-
Página 69 de 188
mente presente que después de 7.e5 dxe5 8.fxe5 ¤g4 9.¥e4 f6
su movida 13...¢h8; aumentó 10.h3 ¤h6 11.exf6 exf6 12.0-0
considerablemente la debilidad ¤e7 13.¤e2 ¤hf5 14.c3 c6
de la gran diagonal a1-h8. La 15.¤f4 ¤g3 16.£b3+ ¦f7
cuestión se presenta ahora delica- 17.¦e1 ¤xe4 18.¦xe4 ¤d5
da para el segundo jugador. Si 19.¤e6 ¥xe6 20.¦xe6 £d7
17...¥c6 entonces 18.¦h3; simple- 21.¦e2 ¦e8 22.¦xe8+ £xe8
mente, o bien 18.¤d5 ¥xd5 (peor 23.¥d2 ¥f8 24.c4 ¤b6 25.¦e1
es 18...exd5 por 19.¥xg7+ ¢xg7 £d7 26.a4 ¦e7 27.¦xe7 £xe7
20.£d4+ etc.) 19.exd5 con fuerte 28.a5 ¤c8. ½-½
ataque.
18.¦h3 Damjanovic, Mato
Najdorf, Miguel
Con la terrible amenaza de [E70]
19.¦xh7+ ¢xh7 20.g6+ ¢h8
21.£h3+ ¤h6 22.£xh6+ seguido 1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 ¥g7
de mate. 4.e4 d6 5.¥d3 ¤c6 6.¤f3 ¥g4
7.¥e3 ¥xf3 8.£xf3 ¤d7 9.0-0
18...e5 19.¤d5 £d8 20.fxe5 ¤xd4 10.£h3 0-0 11.¦ad1 c5
fxe4 12.¥xd4 ¥xd4 13.¤e2 ¥g7
14.b3 ¤b8 15.f4 £a5 16.¥b1
También perdía 20...¥xg5 a ¤c6 17.f5 ¦ae8 18.¦f4 ¥f6
causa de 21.e6 ¥xe6 22.¥xg7+ 19.¦g4 e6 20.fxe6 fxe6 21.¦f4
¢xg7 23.£d4+ etc. O bien
20...dxe5 21.¥xe5 fxe4 22.¥xg7+ ¤d4 22.¦f2 ¥e5 23.¦xf8+
etc. ¦xf8 24.£d3 £d8. 0-1

21.e6!!
Fischer, Robert James
Buen remate. Si ahora O'Kelly de Galway, Alberic
21...¥xe6 seguía 22.¥xg7+ etc. Y [C98]
si 21...exd3 entonces 22.¥xd3
simplemente, y a pesar de la da- (Comenta Marcos Luckis)
ma de ventaja, las negras carecen 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6
de defensa satisfactoria, pues si
22...h6 23.gxh6 etc. Fischer tuvo la oportunidad de
jugar en este certamen cuatro ve-
21...h6 22.gxh6. 1-0 ces la apertura Ruy López. Bis-
guier le jugó una variante rara.
Con Rossetto jugó hasta la movi-
Georghiu, Florin da diez igual que en esta partida;
Mecking, Henrique y con Rubinetti empleó la varian-
[B09] te del cambio.

1.d4 g6 2.e4 ¥g7 3.¤c3 d6 4.¥a4 ¤f6 5.0-0 ¥e7 6.¦e1


4.f4 ¤f6 5.¤f3 0-0 6.¥d3 ¤c6 b5 7.¥b3 d6 8.c3 0-0 9.h3
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¤a5 10.¥c2 c5 11.d4 £c7 Tenía que impedirse ¤f4.
12.¤bd2 ¤c6 13.dxc5 dxc5
14.¤f1 ¥e6 23...¤f6 24.¦ed1 ¦xd1+
25.¦xd1 ¦d8 26.¦xd8+ £xd8
Como lo indica Palau en el Su-
plemento Nº 28 «El match del Si-
glo», al comentar la partida de
Reshevsky v. Smyslov, una conti-
nuación moderna es 14...¥d6;
que aunque resulta extraña a pri-
mera vista, tiene la idea de refor-
zar la defensa del peón central
para maniobrar después libre-
mente con las piezas. Una conti-
nuación posible es: 14...¥d6
15.¤h4 ¤e7 16.£f3 ¦d8 17.¤e3
£b7! 18.g4 ¤g6! con igualdad.

15.¤e3 ¦ad8 16.£e2 c4 Seguramente que O'Kelly tuvo


presente ésta posición cuando
Euwe indica 16...g6 17.¤g5 realizó su movida 20...h6. No se
¥c8 18.¥d2 ¢g7 19.¦ad1 h6 ve nada claro para las blancas y,
20.¤f3 ¥e6 21.a4 c4! con igual- sin embargo, Fischer encuentra
dad. una interesante continuación.

17.¤f5 ¦fe8 27.b3! cxb3 28.¥xb3

Parma pone a esta movida los Y el peón rey está defendido,


signos !? En las partidas de Vasiu- puesto que si 28...¤xe4 después
kov v. Suetin y Parma v. Ostojic, de 29.¥xe6+ las blancas tendrían
recientes, se jugó 17...¥xf5. dos casillas formidables para su
caballo (d5 y f5).
18.¥g5 ¤d7 19.¥xe7 ¤xe7
20.¤g5 h6 28...¤f8 29.c4!

Esta es la sorpresa que había Otra vez lo más enérgico.


preparado el simpático gran
maestro belga a su gran adversa- 29...£d7 30.£c2 £b7
rio. Smyslov, en la precitada parti- 31.cxb5 axb5 32.¤g4 ¤6d7
da frente a Reshevsky, jugó
20...¤g6 y perdió. Tal vez lo me- Si 32...¤xe4 seguía 33.¤xe5
jor es 20...¤f8. con ventaja clara.

21.¤xe6 fxe6 22.¤e3 ¤g6 33.£d3 £c6 34.£e3 ¢f7?


23.g3
Una lástima. Todavía había
Página 71 de 188
mucho juego y Fischer habría te- 10.¤xe5 ¥xe5 11.¥b2 ¦b8
nido que emplear todo su arte pa-
ra certificar la supremacía de su Rossetto trata de no producir
posición. Ahora se pierde un esquemas normales, en los que su
peón. rival maniobraría con más tranqui-
lidad; tal vez por eso no juega
35.¤xe5+ ¤xe5 36.£f4+. Y «normalmente» 11...c6 originan-
las negras abandonaron. Quizá do el típico peón dama débil, pe-
pueda parecer demasiado pronto, ro sobreprotegiendo la importan-
pero está justificado. 1-0 te casilla d5. La posible continua-
ción 12.f4 ¥g7 13.e4 ¥e6 no con-
duce a nada directo, pero algo
García, Raimundo mejor es 12.£d2 ¥e6 13.¦ad1 y si
Rossetto, Héctor 13...£b6 entonces 14.¤a4 £c7
[A41] 15.¥xe5 dxe5 16.¤c5 ¥g4
17.£d6! (17.h3 ¦ad8 y ...¥c8)
1.¤f3 g6 2.d4 ¥g7 3.c4 d6 17...£xd6 18.¦xd6 y los proble-
4.g3 e6 5.¥g2 ¤e7? mas de las negras son menores,
pero subsisten.
Las negras restringen, sin moti-
vo, la futura acción de su alfil da- 12.£d2 ¥g7? 13.¦fd1
ma.
Luego del eventual cambio en
6.0-0 ¤d7 7.¤c3 0-0 8.b3 d5, la torre dama, desde c1, impe-
e5? dirá cualquier intento de libera-
ción basado en el avance del
Esto permite a las blancas lo- peón c adversario.
grar una posición ideal para el tra-
tamiento de la India del Rey. Pa- 13...¥f5 14.e4 ¥g4 15.f3
¥e6 16.¤d5 ¤xd5
rece preferible completar el desa-
rrollo sin abrir el juego, mediante Rossetto prefiere entregar un
8...b6 9.¥b2 ¥b7 10.£c2 tienen peón a cambio de lograr cierta
mejores posibilidades por la ma- iniciativa, pero la misma resultará
yor movilidad de sus piezas. insuficiente luego de la movida
22a. de su adversario.
9.dxe5 ¤xe5
17.¥xg7 ¢xg7 18.cxd5!
En caso de 9...dxe5 las blancas ¥d7 19.£d4+ ¢g8 20.£xa7 f5
planeaban 10.¥a3! entregando ca- 21.exf5 ¥xf5 22.£d4 ¦a8
lidad luego de 10...e4 11.¤xe4 23.a4 £g5
¥xa1 12.£xa1 f6 13.¦d1 con
fuerte iniciativa. En caso de No es bueno 23...¥c2 24.¦d2
11...¦e8 12.¤fg5 las negras ten- ¥xb3? 25.¦b2 etc.
drían problemas para completar
su desarrollo. 24.¦ac1 ¦f7 25.¦e1
Página 72 de 188
La ganancia de un segundo
peón, mediante 25.g4 ¥d7
26.¦xc7 podría dar algunas chan-
ces de ataque a las negras.

25...h5 26.¦c3 ¦af8 27.f4?

Las blancas bloquean el flanco


en que se defienden para luego
tratar imponerse en el otro, pero
había tiempo para eso. Muy supe-
rior era 27.a5! seguido de 28.b4.

27...£d8 28.h4 ¦e8! Retribución de atenciones. Me-


diante 34...c5! se pudo bloquear
Rossetto aprovecha inmediata- satisfactoriamente el flanco dama,
mente la oportunidad y se enca- ya que no es claro 35.dxc6 bxc6 y
mina a un final de dama y alfil no se aprecia forma de avanzar
por bando, donde la abierta situa- los peones libres. Las consecuen-
ción del rey blanco dificultará la cias de 36.£xd6? £b6+ podrían
concreción de su ventaja material. ser trágicas para las blancas. Aho-
ra éstas ponen las cosas en su lu-
29.¦ce3 ¦fe7 30.¢f2?? gar, definitivamente.

Las blancas, algo confusas por 35.¥b5! ¥c2 36.b4 £a8


la inesperada complicación, ela- 37.a5 £c8 38.¥f1 £d7 39.b5
boran una complicada defensa £f5 40.a6 bxa6 41.bxa6 ¥b3
contra el futuro intento ¥c2; sin 42.¥g2
problemas era 30.¦xe7 ¦xe7
31.¦xe7 £xe7 32.¢f2 ¥c2 33.a5! Esta fue la movida secreta; las
¥xb3? 34.£d3. blancas en su análisis previo
«vieron» que 42.a7 ganaba lue-
30...¦xe3 31.¦xe3 ¦xe3 go de 42...£xd5 43.£xd5 ¥xd5
32.¢xe3 £a8 33.¥f1 £a5 44.¥g2; que si 42...¥xd5 43.¥d3
34.¢f2 £f7 44.¥c4!; el resultado sería el
mismo, pero luego de analizar li-
Un típico ejemplo de: ¡orden! geramente 43...c5 44.¥xf5 cxd4
¡contraorden! ¡desorden! 34...¢h7? no hallaban el camino de la victo-
ria, debido, con seguridad, a la
tensión nerviosa, ya que es fácil
apreciar que 45.¥h3 ¥b7 46.¥g2
DIAGRAMA d5 47.¢e2 no puede ofrecer difi-
cultades. La textual da un peque-
ño respiro a las negras, pero el re-
sultado final no podrá alterarse.

Página 73 de 188
42...£c2+ 43.¢g1 £b1+ de jugar las negras deben desme-
44.¢h2 £a2 45.a7. Las negras jorar su posición, permitiéndola.
abandonaron. La amenaza es 1-0
46.£e3, y debido a su obligación

Página 74 de 188
Séptima Rueda
28 JULIO DE 1970

Bisgier 0 Reshevsky 1
Rossetto ½ Smyslov ½
Najdorf ½ Fischer ½
O’Kelly 1 Schweber 0
Szabo ½ García ½
Agdamus 0 Tukmakov 1
Mecking ½ Rubinetti ½
Quinteros ½ Gheoghiu ½
Panno 1 Damjanovic 0

«No cabía un alfiler». Con esta frase se tendrá una idea cabal de lo
que era la sala de juego cuando se efectuó la séptima reunión. Desde
temprano los aficionados buscaron los mejores sitios para no perderse
detalles del sensacional encuentro de Fischer contra Najdorf. Y real-
mente, la expectativa no fue defraudada. Resultó una lucha emocionan-
te que pareció inclinarse a favor del norteamericano, pero que al finali-
zar la sesión Najdorf, por medio de una excelente tarea defensiva, anu-
ló todos los intentos de su fuerte rival y se convino el empate. La ner-
viosidad y la tensión general tuvieron su válvula de escape en el cerra-
do aplauso con que se premió a los contendientes, especialmente a
Najdorf.
Hubo otras partidas de interés, como la que Reshevsky le ganó a su
compatriota Bisguier y la de O'Kelly frente a Schweber, ganada por el
gran maestro belga.
Oscar Panno consiguió un nuevo triunfo, derrotando al yugoslavo
Damjanovic y demostrando estar en muy buenas condiciones. El hecho
es que ya se perfila como uno de los mejores candidatos para los pri-
meros puestos.
Rossetto hizo tablas con el ex campeón mundial Smyslov, quien pa-
rece estar decidido a terminar el certamen con todas tablas.
Página 75 de 188
En cuanto a Tukmakov, sigue jugando con regularidad y energía,
acumulando punto tras punto y manteniéndose firme en el segundo
puesto.

Bisguier, Arthur Bernard Las blancas, siguiendo una es-


Reshevsky, Samuel Herman trategia falsa, intentan colocar su
[D94] dama en c4, pero ese plan es
erróneo. Si Bisguier hubiese con-
(Comenta S. Reshevsky) siderado que su posición era ya
1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.e3 peligrosa, tendría que haber juga-
do con cuidado. 15.¥d2 ¤bd7
Esto es demasiado pasivo. Lo 16.¦ac1 ¤c5 17.¥c2 para seguir
mejor es continuar con 3.d5; o eventualmente con ¥b1 o bien
bien 3.¤f3. b4.

3...g6 4.¤c3 ¥g7 5.¤f3 0-0 15...b4 16.¤b1 ¤bd7


6.¥e2 d5 7.0-0 cxd4 8.¤xd4 17.¤d2 ¤c5 18.a5 ¤fd7
19.¥c2 ¤e5 20.¤2b3
Contra 8.exd4 sigue 8...dxc4
9.¥xc4 ¤bd7 con buen juego. Sin Si 20.¤c4 seguía 20...¤ed3
embargo, las blancas de todos 21.¥d2 ¦fd8 con una posición sin
modos tendrían suficiente com- esperanzas para las blancas. La
pensación por su peón dama ais- fuerza del juego de las negras so-
lado. lamente podría ser contrarrestada
sacrificando material, lo cual suce-
8...dxc4 9.¥xc4 a6 10.£e2 dió de todos modos algunas mo-
vidas más tarde.
Por lo visto las blancas no tu-
vieron muy en cuenta el buen 20...¤cd3 21.¥xd3 ¤xd3
plan esbozado por las negras. De 22.¦xd3 exd3 23.£xd3 ¥e4
otra manera habrían impedido la 24.£f1
eficaz movida ...b5 del segundo
jugador por medio de 10.a4; o
también con 10.¥e2.
10...e5 11.¤c2 e4
Ahora este avance es muy fuer-
te, ya que inmoviliza a las piezas
enemigas. De aquí en adelante las
blancas tienen que pasar a la de-
fensiva.
12.¤d4 b5 13.¥b3 ¥b7
14.¦d1 £e7 15.a4
24...¥d5 25.¦a4 ¦fc8
Página 76 de 188
26.¥d2 ¥xb3 27.¤xb3 ¥xb2 ¥e6! y no se puede 12.£xb7??
28.¦xb4 por 12...¤a5! ganando la dama.
Igualmente, si 28.¥xb4 seguía 10.¦e1 0-0 11.a3 b5 12.¥d3
28...£e4 amenazando tanto ¥b7 13.¤xd5 £xd5 14.¥e4
29...¦ab8 como ¦c2. £d7 15.¥f4?
28...¥c3 29.¦c4 ¦xc4 Esta jugada no es buena ya
30.£xc4 ¥xd2 31.¤xd2 £d8 que origina dificultades futuras;
32.£a2 ¦c8 33.h3 £d3 34.¤f3 debía jugar 15.£c2! g6 16.¥h6; y
¦c1+ 35.¢h2 £d6+ 36.g3 si 15...h6 16.£e2!
£d1. 0-1
15...¦fd8! 16.£c2 g6
Rossetto, Héctor Ahora se nota la consecuencia
Smyslov, Vassily V de la jugada débil 15.¥f4, ya que
[D27] .las negras completaron su desa-
rrollo y consiguieron una presión
1.d4 d5 2.c4 dxc4 3.¤f3 ¤f6 muy fuerte sobre mi peón dama
4.e3 e6 5.¥xc4 c5 6.0-0 a6 aislado, con este tiempo perdido
7.dxc5 £xd1 8.¦xd1 ¥xc5 para la iniciativa a manos de Fis-
9.a3 ¢e7 10.b4 ¥d6 11.¥b2 cher.
¥d7 12.¤e5 ¦c8 13.¥b3
¥xe5 14.¥xe5 ¥b5 15.¤d2 17.¦ad1 ¦ac8 18.£e2 ¥f6
¤bd7. ½-½ 19.¤e5
No era bueno 19.d5 exd5!
Najdorf, Miguel 20.¦xd5 ¤d4!
Fischer, Robert James
[D41] 19...¥xe5 20.dxe5 ¤d4!
21.£e3
(Comenta Miguel Najdorf)
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 d5 Otra consecuencia de la ubica-
4.¤c3 c5 5.cxd5 ¤xd5 ción mala del ¥f4 porque no se
puede jugar 21.¦xd4 £xd4
Noté en Fischer un cambio no- 22.¥xb7 £xf4 23.¥xc8 ¦xc8 y
table, ya que últimamente ha enri- mejor las negras ya que el peón
quecido su repertorio de apertu- e5 queda débil y la columna alfil
ras. dama está en poder de las negras.
6.e3 ¤c6 7.¥c4 cxd4 8.exd4 21...¥xe4 22.£xe4 £d5!
¥e7 9.0-0 a6
Cambiando las damas desapa-
Por regla general se juega rece un eventual contrajuego de
9...¤xc3 10.bxc3 0-0 pero Fischer las blancas en base a la ausencia
prepara la siguiente variante pro- del alfil negro que cuidaba las ca-
funda: si; 10.¥xd5? exd5 11.£b3 sillas negras del flanco rey.
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peón b2; si 27.¥h6 ¦xb2??
28.¦c1! ganando; sin embargo era
más prudente 27.e6! fxe6 28.¦xe6
¢f7 29.¦d6! d4 30.¥g5 con bue-
nas perspectivas de empate.
27...d4 28.¦d1 a5
Fijando a los peones blancos
del flanco naturalmente no
28...¦xb2 29.¦c1!
29.¦d2!
Sacrificando un peón; sin em-
bargo si 29...¦xd2 30.¥xd2 ¤xe5
31.¥xa5 ¤c4 32.¥b4! ¤xb2
33.¢e2 y mejor las blancas.
29...¦c4 30.f4 a4 31.¢e2
¤a5 32.¢d3 ¤b3 33.¦c2
¤c5+ 34.¢d2 f5?

Miguel Najdorf
23.£xd5
Si 23.£e3 £c4! 24.¦c1?? £xc1!
ganando.
23...¦xd5 24.¢f1
Evitando combinaciones a base
de ...¤e2+. Esta jugada conduce al empate;
era mejor esperar, con este avan-
24...¦c2 ce: 34...d3! 35.¦xc4 (única)
35...bxc4 36.¢e3 ¤e4 (evitando la
La posición es muy delicada; salida del alfil) 37.h3 f5 38.exf6
hay que jugar con mucha preci- ¤xf6 39.¥g5! ¢f7 40.g4 (no ¥h4
sión. por 41...¤d5+ seguido de
41...¤xf4) 40...¢e6 con ventaja de
25.¦d3! ¤c6 26.¦xd5 exd5 las negras. Otra posibilidad sería
27.¥h6 36.h3 f6 37.exf6 ¤e4+ 38.¢e3
¤xf6 39.f5! g5 40.¥xg5 d2
Defendiendo indirectamente al 41.¢xd2 ¤e4+ 42.¢e3 ¤xg5
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43.¢d4! con ventaja para las blan- Como regla general parece fa-
cas, ya que los dos peones unidos vorable desprenderse de la sime-
del flanco dama se tornan muy tría cuando las negras desarrollan
peligrosos. Si 39...gxf5 40.¢d4! su alfil por dos rey. El fianchetto
¤e4 41.g4! d2 42.¥xd2 ¤xd2 es lo indicado, y a la vez el alfil
43.gxf5 y tablas. está en condiciones de jugarse a
d3 o e2 en caso de jugar las ne-
35.exf6 ¢f7 36.¥g5 d3 gras 5...g6. La idea es preparar f4
37.¦xc4 bxc4 38.¢e3 ¤e6 si las negras colocan más tarde su
39.g4 ¤xg5 40.fxg5. ½-½ alfil en g5.

6...0-0 7.¥g2 ¤e8 8.¤ge2


O'Kelly de Galway, Alberic a6 9.0-0 ¥f6
Schweber, Samuel
[A56] Una movida que tiene porvenir
únicamente en caso de que las
(Comenta Alberto O'Kelly) blancas jugasen f4. Parece que
1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.d5
era más adecuado 9...¤d7.
Con 3.¤f3 se consigue poca
cosa para las blancas. Por otra 10.a3 ¤d7 11.¥e3
parte, pasar el centro del tablero
en la apertura tiene su pro y su Empieza la presión sobre la ca-
contra, ya que es cierto que se ga- silla c5, uno de los puntos críticos
na espacio, pero se pierde tiem- en esta defensa; el otro en e5.
po.
11...b5
3...d6 4.¤c3 e5
Un sacrificio de peón bastante
Sistema favorito de Petrosian, dudoso. Lo indicado era 11...¤c7.
que la sigue usando desde hace
unos quince años de vez en cuan- 12.cxb5 axb5 13.¤xb5 £b6
do, habiéndole dado buenos re-
sultados, como en la novena par- Yo esperaba lo que a mi juicio
tida de su match con Spassky en era lo más lógico, 13...¦b8 por el
1969. Las negras se esconden de-
trás de una pantalla de peones y ataque indirecto al peón b2.
obtienen una posición sólida que
no es fácil de atacar. 14.¤ec3 ¥a6 15.a4 ¤c7
16.£e2!
5.e4 ¥e7
Preparando el movimiento de
La alternativa ...g6 es menos la torre rey de manera de reforzar
frecuente. la defensa del punto b5 con ¥f1.

6.g3 16...¦ab8 17.¥h3!


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28.¥xc5 f6

Si 28...¥c7 seguía 29.d6 ¥d8


30.f4 f6 31.f5 seguido de 32.d7
cortando el paso al rey negro.

29.f4! ¢f7 30.¥d6

Obligando a que el alfil negro


se coloque en una situación me-
nos activa.

30...¥b6+ 31.¢g2 ¥d4


Con vistas a una liquidación 32.¢f3 h5
que en definitiva permitirá a las
blancas conservar el peón de Las blancas amenazaban un
más. bloqueo con g4.
17...¦fd8 18.b4! 33.fxe5
Rompiendo el punto crítico y De igual valor era f5.
obteniendo una posición gana-
dora. 33...fxe5 34.g4!
18...¤xb5 Asegurando de esta manera la
entrada del rey.
No había otra alternativa.
34...g6
19.axb5 ¥xb5 20.¤xb5
£xb5 21.£xb5 ¦xb5 22.¥xd7 No sirve tampoco 34...hxg4+
¦xd7 23.bxc5 dxc5 24.¦fb1 por 35.¢xg4 g6 36.h4 ¢f6 37.¥c7
etc.
Forzando mayor simplificación.
El peón c5 está de todas maneras 35.¢g3 ¥c3 36.gxh5 gxh5
condenado. 37.¢h4 ¢g6 38.¥c7 ¥e1+
39.¢h3 ¢f6 40.¥d8+ ¢f7
24...¦xb1+ 25.¦xb1 ¥e7 41.¥c7 ¢f6 42.d6!
26.¦b8+ ¦d8 27.¦xd8+ ¥xd8
Obligando a un final con dos
Las negras tienen la esperanza peones de más.
de poder impedir la entrada en
juego del rey adversario. En efec- 42...¢e6 43.d7 ¢xd7
to, si el ala del rey estuviese blo- 44.¥xe5. Y las negras abandona-
queada el rey llegaría a d7 e im- ron ante la amenaza de ¥g3 se-
pondría las tablas. guido de ¢h4. 1-0

Página 80 de 188
Szabo, Laszlo a6 14.b5 axb5 15.¥a3 b4
García, Raimundo 16.¥xb4 ¦e8 17.£b3 h5 18.h3
[E70] h4 19.g4 ¤h7 20.£c2 £f6
21.£f5 £xf5 22.gxf5 ¤hf6
1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 ¥g7 23.¥d6 ¦a5 24.¦ac1 c5
4.e4 d6 5.¤ge2 e5 6.d5 c5 25.dxc5 ¤xc5 26.¥c7 ¤xa4
7.¥g5 h6 8.¥h4 a6 9.a4 £a5 27.¤xa4 ¦xa4 28.¥xb6 ¦a2
10.f3 ¤bd7 11.¤c1 ¤h7 29.¦a1 ¦xa1 30.¦xa1 ¦e5
12.¥d3 0-0 13.0-0 ¤g5 31.¦a8+ ¢h7 32.¦a4 ¦xf5
14.£c2 £d8 15.¢h1 a5 33.¦xh4+ ¢g8 34.f3 ¤h7
16.¤1e2 ¤f6. ½-½ 35.¢g3 ¤g5 36.¦f4 ¦xf4
37.¢xf4 ¤xh3+ 38.¢e5 f6+
39.¢xd5 ¢f7 40.e4 ¤f4+
Agdamus, José Luis 41.¢d4 ¢e6. ½-½
Tukmakov, Vladimir B
[E92]
Quinteros, Miguel Ángel
1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 ¥g7 Georghiu, Florin
4.e4 d6 5.¥e2 0-0 6.¤f3 e5 [A39]
7.d5 a5 8.¥g5 h6 9.¥h4 £e8
10.¤d2 ¤a6 11.0-0 ¤h7 12.a3 1.c4 g6 2.¤c3 c5 3.¤f3 ¥g7
¥d7 13.¦b1 a4 14.¤b5 h5 4.d4 ¤f6 5.g3 0-0 6.¥g2 ¤c6
15.f3 ¥h6 16.b4 axb3 7.0-0 cxd4 8.¤xd4 ¤xd4
17.¤xb3 ¥e3+ 18.¥f2 ¥xf2+ 9.£xd4 d6 10.b3 d5 11.cxd5
19.¦xf2 b6 20.a4 ¥xb5 ¤xd5 12.£xd5 ¥xc3 13.¥h6
21.cxb5 ¤c5 22.¤xc5 dxc5 ¥xa1 14.¥xf8 £xd5 15.¥xd5
23.¦a1 £e7 24.a5 ¦xa5 ¢xf8 16.¦xa1 ¦b8 17.¦c1
25.¦xa5 bxa5 26.£a1 ¦a8 ¢e8 18.¢f1 ¥h3+ 19.¢e1
27.¥f1 ¤f6 28.£c3 ¤d7 ¦c8 20.¦xc8+ ¥xc8 21.¢d2
29.¥c4 a4 30.¥a2 a3 31.£c4 e6 22.¥g2 ¢e7 23.f4 ¢d6
¤b6 32.£c3 ¦a4 33.g3 c4 24.¢c3 b6 25.¢d4 f6 26.e3 e5+
34.f4 exf4 35.¦xf4 ¤d7 36.e5 27.¢c3. ½-½
¤xe5 37.¦e4 f6 38.£c2 £c5+
39.¢f1 £xd5 40.¦xe5 £h1+.
0-1 Panno, Oscar
Damjanovic, Mato
[A41]
Mecking, Henrique
Rubinetti, Jorge Alberto 1.c4 e5 2.¤c3 ¤c6 3.¤f3 d6
[E45] 4.d4 ¥g4 5.d5 ¤b8 6.e4 ¤d7
7.¥e2 ¤gf6 8.¥e3 ¥e7 9.0-0
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 ¥b4 0-0 10.¤d2 ¥xe2 11.£xe2
4.e3 b6 5.¤ge2 ¥a6 6.a3 ¤e8 12.b4 ¥g5 13.c5 ¥xe3
¥xc3+ 7.¤xc3 d5 8.cxd5 14.£xe3 dxc5 15.bxc5 b6
¥xf1 9.¢xf1 exd5 10.g3 0-0 16.¤b3 ¤xc5 17.¤xc5 bxc5
11.b4 c6 12.¢g2 ¤bd7 13.a4 18.£xc5 ¤d6 19.f3 h5 20.¤b5
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¤xb5 21.£xb5 ¦b8 22.£c5 39.¦b2 ¦ba6 40.¦c1 £h6
¦b6 23.¦ac1 £g5 24.£xc7 41.¦c7 ¦f6 42.£g3 ¦f4
¦b2 25.¦c2 ¦fb8 26.£c3 ¦b1 43.¦c6 g6 44.£f2 £g5 45.¦b3
27.¦cf2 £f6 28.h3 ¦1b4 ¦xb3 46.axb3 h4 47.b4 f5
29.£c7 ¦8b7 30.£c5 ¢h7 48.exf5 ¦xf5 49.¦c4 ¦f4
31.¦d2 ¦4b5 32.£e3 ¦7b6 50.¦e4 a6 51.d6 ¢g7 52.£d2
33.¦fd1 £d6 34.¢h2 ¦c5 £g3+ 53.¢h1 ¦xf3 54.gxf3
35.£f2 ¦c3 36.¦c2 ¦a3 £xh3+ 55.¢g1 £xf3 56.d7. 1-
37.¦dc1 £h6 38.¦d1 £d6 0

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Octava Rueda
30 JULIO DE 1970

Quinteros ½ O’Kelly ½
Fischer 1 Panno 0
Reshevsky ½ Mecking ½
Smyslov 1 Szabo 0
Georghiu 1 Rubinetti 0
Tukmakov 1 Rossetto 0
Damjanovic 1 Agdamus 0
García ½ Bisguier ½
Schweber 1 Najdorf 0

Sobrados motivos tuvo el público en la octava reunión para quedar


satisfecho, pues hubo lo que suele en llamarse varios «platos fuer-
tes».
Naturalmente, como es habitual, la partida de Fischer atrajo la mayor
cantidad del interés de los aficionados, especialmente porque su adver-
sario era el gran maestro argentino Oscar Panno. Fue en cierto modo
una lástima que Panno cometiera una debilidad al principio, pero de
todos modos luego se vio nuevamente a Fischer maniobrar con estilo
magistral, ganando muy bien.
Tukmakov sigue la serie y se afirma rueda a rueda como el más serio
perseguidor del líder. Esta vez su víctima fue Rossetto, al que venció en
una partida posicional excelentemente conducida.
Y las notas destacadas no terminaron ahí. Estaba aún el encuentro
de Schweber frente a Najdorf, y el público advirtió que poco a poco
crecían las dificultades de Najdorf, al punto que llegó a estar perdido.
Schweber, que había llevado muy bien la partida, cometió un error y
pudo efectuarse un cambio fundamental, pero Najdorf a su vez se equi-
vocó y en definitiva quedó perdido.
El gran maestro Reshevsky empató con el joven brasileño Mecking,
y Smyslov obtuvo en esta rueda su primer triunfo después de haber he-
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cho siete tablas. Le ganó en gran forma a Szabó.

Quinteros, Miguel Ángel cerrada de la Siciliana (Variante


O'Kelly de Galway, Alberic Vinken) en la que las negras tra-
[E09] tan de llegar con sus caballos a la
casilla d4, ¡pero Fischer todavía
1.c4 e6 2.g3 d5 3.¤f3 ¤f6 no muestra sus cartas! Por tal cau-
4.¥g2 ¥e7 5.0-0 0-0 6.d4 c6 sa posiblemente habría sido me-
7.£c2 ¤bd7 8.¤bd2 b6 9.e4 jor jugar 6...d5.
¥b7 10.b3 ¦c8 11.¥b2 £c7
12.¦fe1 ¦fd8 13.¦ad1 dxe4 7.¦e1 d6 8.c3
14.¤xe4 c5 15.d5 exd5 16.¤c3
¦e8 17.cxd5 ¥f8 18.¤d2
¦xe1+ 19.¦xe1 a6 20.a4 £b8 Ahora descubren su juego las
21.¤c4 ¦e8 22.¦d1 ¥a8 blancas. En vez de lo habitual,
23.¤e4 b5 24.axb5 axb5 que es 8.¤c3 entrando en varian-
25.¤e3 ¤xe4 26.¥xe4 g6 tes conocidas, Fischer coloca a su
27.£c3 ¤e5 28.f4 ¥g7 adversario frente a nuevos proble-
29.¢h1 ¥f6 30.£c1 ¤d7 mas.
31.¥xf6 ¤xf6 32.¥g2 £d6
33.¢g1 h5 34.f5 £e5 35.¤f1 8...0-0 9.d4 cxd4 10.cxd4
£xf5 36.£xc5 £g4 37.¦d2 d5?
¤e4 38.£xb5 ¦d8 39.¦d4
¤d6 40.£b6 £c8 41.¦d1 ¤f5 Después de este avance la par-
42.¤e3 ¤xe3 43.£xe3 £b7 tida sale de los cauces característi-
44.¦d2 £b5 45.£d3 £b6+ cos de la Defensa Siciliana y se
46.¢h1 ¦e8 47.¦e2 ¦xe2 con vierte en una Defensa France-
48.£xe2 £xb3 49.£e8+ ¢g7 sa. La contrademostración de las
50.£e5+ ¢h7 51.h3 £a2
52.¥e4 £f2 53.£xh5+ ¢g8 negras en el flanco dama resulta-
54.£h4 ¢g7 55.£f4 £xf4 rá ineficaz.
56.gxf4 ¢f6 57.h4 ¥xd5. ½-½
11.e5 ¥d7 12.¤c3 ¦c8
13.¥f4
Fischer, Robert James
Panno, Oscar Fortificando aún más el centro
[A04] (al estilo de Nimzowitz).
(Comenta Marcos Luckis)
1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d3 ¤c6 13...¤a5 14.¦c1 b5 15.b3 b4
4.g3 g6 5.¥g2 ¥g7 6.0-0 ¤ge7 16.¤e2 ¥b5 17.£d2

Hay que prestar atención con A la vez que se ataca un peón,


las blancas al orden de las juga- se prepara el cambio de los alfiles
das. Se ha entrado en la variante que corren por casillas negras.
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17...¤ac6 18.g4! 30.hxg6 fxg6 31.¥xg6 ¤g5
32.¤h5 ¤f3+ 33.¢g2 ¤h4+
Toque de clarín para iniciar la 34.¢g3 ¤xg6 35.¤f6+!
ofensiva. Como lo indicó el doc-
tor S. Tarrasch, el ataque contra el Un elegante golpe final.
enroque debe en primer término
estar apoyado por los peones. 35...¢f7 36.£h7+. Y las ne-
Además, la jugada g4 permite la gras abandonaron, pues es mate a
entrada del caballo por g3. la siguiente. A pesar de esta terri-
ble derrota debe mencionarse
18...a5 19.¤g3 £b6 20.h4! que Panno no quedó desmorali-
zado y de las restantes nueve par-
Ataque a la bayoneta. tidas ganó cuatro y empató cinco
alcanzando en definitiva un meri-
20...¤b8 21.¥h6 ¤d7 torio tercer puesto, delante de
22.£g5 ¦xc1 23.¦xc1 ¥xh6 Reshevsky, Najdorf, Smyslov y
otros cinco grandes maestros. 1-0
Con este cambio se debilita
más el sector del enroque, pero
no se ve qué haya nada mejor. Reshevsky, Samuel Herman
Mecking, Henrique
24.£xh6 ¦c8 25.¦xc8+ [D47]

Alejando una pieza de la de- 1.d4 d5 2.c4 c6 3.¤c3 ¤f6


fensa. 4.e3 e6 5.¤f3 ¤bd7 6.¥d3
dxc4 7.¥xc4 b5 8.¥d3 b4
25...¤xc8 26.h5 £d8 9.¤a4 c5 10.dxc5 ¤xc5
27.¤g5 ¤f8 28.¥e4!! 11.¤xc5 ¥xc5 12.0-0 0-0
13.e4 ¥b7 14.£e2 h6 15.¥f4
£e7 16.¦ac1 ¦ac8 17.e5 ¤d7
18.¤d2 ¥d4 19.¤c4 ¥d5
20.¦cd1 f6 21.exf6 £xf6
22.¥g3 ¤c5 23.¤d6 ¦cd8
24.¥b1 e5 25.¦xd4 exd4
26.£c2 ¦xd6 27.£xc5 ¦d7
28.£xb4 ¦e8 29.¥d3 ¢h8
30.h4 ¥g8 31.¦d1 ¦ed8 32.a4
£b6 33.£d2 ¥h7 34.¥b5 ¦e7
35.£b4 ¦b7 36.£c4 d3
37.¥e5 ¦e7 38.¥c3 £e6
39.£c5 ¦b7 40.¥a5 ¦c8
41.£d4 £e2 42.¦e1 £h5
«La inteligencia mueve a la 43.¦e5 £f7 44.¦d5 ¦e7
materia» (Voltaire). 45.¦d8+ ¦xd8 46.£xd8+ ¥g8
47.£xd3 £f4 48.£d2 £e4
28...£e7 29.¤xh7! ¤xh7 49.¥c3 £xh4 50.£d6 ¦e4
Página 85 de 188
51.£g6 ¦e7 52.¥d3 £g5 Ahora se aclara la intención de
53.£xg5 hxg5 54.f3 ¥e6 las 13...c6 seguiría simplemente
55.¥b5. ½-½ 14.£xa7.

13...£b6!
Smyslov, Vassily V
Szabo, Laszlo La mejor contestación. En caso
[A27] de 14.£xb6 axb6 15.¥f3 ¤f5 y las
negras tienen excelentes perspec-
(Comenta Vassily Smyslov ) tivas con la ubicación del caballo
1.c4 g6 2.¤f3 ¥g7 3.¤c3 e5 en d4.
4.d4 exd4 5.¤xd4 ¤c6 6.¤xc6
bxc6 7.g3 14.¥f3 £xe3

Algunas ruedas antes se produ- Merecía atención 14...d5 para


jo una posición similar en mi par- mantener la tensión de la lucha.
tida con Quinteros, donde siguió
7...¤e7 8.¥g2 0-0 9.0-0 d6 15.¥xe3 ¥xb2 16.¦ab1 c3
10.£c2 etc. 17.¥c1

7...£e7!?

La idea de esta interesante ma-


niobra pertenece al maestro so-
viético Alatorzev. Alrededor de
1930 pueden verse partidas con la
movida del texto. En el presente
encuentro Szabó intenta revivir
esta línea algo olvidada.

8.¥g2 £b4 9.0-0

Las blancas completan el desa-


rrollo y se preparan a seguir, a Después de esta fuerte jugada
9...£xc4 con 10.¥f4 d6 11.¦c1 la situación se aclara con neta
etc. ventaja de parte de las blancas.
Ahora, si 17...¥xc1 habría segui-
9...¤e7 10.£d3 do 18.¦b8+ ¤c8 19.¦xc1 y las ne-
gras pierden el peón pasado de
Por supuesto, había que tomar c3. En el final resultante las ne-
medidas urgentes para detener la gras conservan la pequeña satis-
creciente actividad del adversario facción de un peón más por la ca-
en el flanco dama. lidad.

10...¥a6 11.¤b5 cxb5 17...d5 18.¥xb2 cxb2


12.¥xa8 bxc4 13.£e3 19.¦xb2 ¢d7 20.¦d1 c6
Página 86 de 188
21.¦b4!

La colocación de esta torre en


la cuarta línea tiene gran eficacia.
Se amenaza ahora 22.¦a4.

21...¦a8

Las negras, a pesar de sus difi-


cultades, se defienden cuidadosa-
mente y entorpecen al máximo la
concreción de la ventaja material.

22.e4 ¢d6 23.exd5 cxd5


24.¦bd4 ¥b7 25.¦b1 ¥c6
26.¦db4 ¢c7

Las blancas amenazaban ¦b8


con un cambio de torres favora- Laszlo Szabo
ble para ellas.

27.g4 ¦f8 28.¦4b3 a5 Georghiu, Florin


29.¦e1 ¤c8 Rubinetti, Jorge Alberto
[E01]
Si 29...¢d6 entonces 30.¦b6 (Comenta J. Rubinetti)
¦c8 31.¦a6 a4 32.¥d1; o también 1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.¤f3 cxd4
32.¥xd5 ¢xd5 33.¦d1+ etc. 4.¤xd4 e6 5.g3 d5 6.¥g2 e5
(33.¦xe7 con ventaja Chessbase) 7.¤b3
30.¦c1 ¤e7? Perfectamente jugables son las
retiradas: 7.¤c2; 7.¤f3; 7.¤b5
Pierde en seguida. Pero hay siendo en todos los casos la res-
que reconocer que después de la puesta de las negras ...d4; (7.¤f3
mejor réplica 30...¢d6 seguiría d4 8.¤xe5? £a5+).
31.¦b8 ¦e8 (31...f6 32.¥e2! etc.)
32.g5 amenazando ¥g4, y la si- 7...d4
tuación de las negras sería muy
difícil. Por ejemplo, si 32...¢c7 La variante 7...dxc4 8.£xd8+
33.¦b5 etc. con pérdidas materia- ¢xd8 9.¤a5 es ventajosa para las
les. blancas.
31.¦e3. Y las negras abando- 8.0-0
naron, pues si 31...¢d6 se gana
con 32.¦xe7; Y si 31...¦e8 sigue Después de la partida Georg-
32.¥xd5 ¤xd5 33.¦xe8 etc. 1-0 hiu comentó que con 8.f4 habría
Página 87 de 188
obtenido ventaja considerable, 15.fxe4 ¥xf1 16.¢xf1
basándose en las continuaciones
8...¤c6 9.¥xc6+ bxc6 10.fxe5
¤g4 11.£xd4 etc. Y 8...¥b4+
9.¥d2 ¥xd2+ 10.£xd2 ¤c6
11.¥xc6+ bxc6 12.fxe5 ¤g4
13.£xd4 pero omitió la posibili-
dad de las negras; 8...¥b4+ 9.¥d2
¤g4!! que hace tambalear la estra-
tegia de las blancas. Por ejemplo:
10.¥xb4 ¤e3 11.£d3 ¤xg2+
12.¢f2 ¤e3 13.fxe5 ¤c6 14.¥d6
¥f5 seguido de 15...¤c2. Parece
mejor 10.0-0 ¥xd2 11.£xd2 ¤e3
12.¦c1 ¤xg2 13.¢xg2 exf4; o
bien 13...¤c6 con gran juego de En este momento Georghiu
las negras. ofreció tablas, lo que con buen
criterio rechacé.
8...¤c6 9.e3 Los dos peones que las blancas
tienen a cambio de la calidad per-
Si ahora 9.f4 seguía 9...e4. dida, son de escaso valor, lo que
unido al flanco dama aun sin de-
9...¥g4 10.£d3? sarrollar tornan la posición del
primer jugador difícil de sostener.
Debió jugarse 10.£d2 ¥b4 La única compensación real sería
11.£d3 dxe3 12.£xe3 0-0 con la ubicación de un caballo en d5,
juego equivalente. Otra posibili- pero eso también podrá ser evi-
dad era 10.¥f3. tado.

10...e4! 11.¥xe4 16...¥c5! 17.a3 ¥xd4


18.axb4 ¥e5 19.¦a2!
No hay opción. Si 11.£d2 ¥b4
12.£c2 d3 ganando la dama. El gran maestro rumano dificul-
11.£c2 d3 12.£d2 ¥b4 13.¤c3 ta al máximo la tarea de las ne-
¥e2 14.¦e1 ¤e5! y la amenaza gras. Sin esperanzas hubiera sido
15...¤xc4 define la partida. 19.¤c3 ¥xc3! 20.bxc3 0-0-0. Con
la movida del texto se prepara el
11...¤b4 12.£xd4 £xd4 cambio de alfiles con ¥d2 - c3
13.¤xd4 para llevar después el caballo a
d5.
La alternativa 13.exd4 ¤xe4
14.f3 (14.¦e1 f5) 14...¥xf3 19...h5?
15.¦xf3 ¤c2 ofrecía menos posi-
bilidades de resistencia. Más sencillo era 19...0-0-0
20.¢e2 h5! (más preciso que
13...¤xe4 14.f3 ¥h3 20...¢b8) 21.¦xa7 h4 consiguien-
Página 88 de 188
do una entrada decisiva de la to- Tukmakov, Vladimir B
rre negra. Rossetto, Héctor
[A07]
20.¥d2 h4 21.¢g2 f6?
(Comenta V. Tukmakov)
Se imponía 21...0-0-0 mante- 1.¤f3 d5 2.g3 ¤f6 3.¥g2
niendo la atadura de las piezas ¥f5 4.d3 e6 5.0-0 ¤bd7 6.£e1
blancas. Por ejemplo: 22.¥c3
¥xc3 23.bxc3 (23.¤xc3 ¦d2+) El sistema de desarrollo usado
23...¦d1 24.¤d2 (si 24.¦xa7? ¢b8 por las negras era empleado por
25.¦a1 h3+ seguido de 26...¦h1) Emanuel Lasker. Su idea está ba-
24...hxg3 25.hxg3 ¢b8. sada en que con la cadena de
21...0-0-0 22.¦xa7 hxg3 23.hxg3 peones se puede limitar la acción
¥xb2 24.¦a2 ¥e5 25.¥c3 ¦he8 del alfil rey blanco. Las blancas,
26.¢f3 ¦d1 etc. además de 6.£e1; pueden jugar
satisfactoriamente 6.¤bd2 y 6.e3
22.¤c3 hxg3 23.hxg3 0-0-0 seguido de 7.£e2.
24.¤d5 ¢b8 25.¥c3 ¥xc3?
6...c6
Era mejor 25...¦de8 creando
todavía algunos problemas. Más adecuado es 6...h6; dando
una retirada al alfil. Ahora el jue-
26.bxc3 ¦de8 27.¢f3 ¦e5 go difiere de los esquemas comu-
28.¦d2 ¦h1 29.c5 ¦g5?? nes.
Ahora la partida se inclina del 7.¤h4 ¥g6
lado de fas blancas. Era necesario
29...¦f1+ 30.¢g2 ¦c1; o también A 7...¥g4 seguía igualmente
29...¦h8 seguido de 30...¦he8 8.e4.
aún cuando la posición dominan-
te del caballo blanco garantiza las 8.e4 ¥e7 9.¤d2
tablas al primer jugador.
Era prematuro jugar 9.f4 por
30.¤f4 ¦h8 9...dxe4 10.dxe4 ¤g4 11.¤f3; o
también 11.¤xg6 hxg6 12.h3
Un poco mejor era 30...¦e5. £b6+ 13.¢h1 ¥c5 con buen jue-
go para las negras.
31.¤e6 ¦e5 32.¤xg7 ¦g8
33.¦d7 b6 34.cxb6 axb6 9...¤g4!?
35.¤f5 ¦c8 36.¦d6 ¢b7
37.¦xf6 ¦xc3 38.¢f4 ¦b5 Las negras temieron que des-
39.¤d6+ ¢a6 40.¤xb5 pués de 9...0-0 10.f4 el alfil de g6
peligrara. Sin embargo, 9...0-0 ha-
Un error sin consecuencias. Se bría sido más adecuado. Y tam-
ganaba con 40.¦f8 etc. bién debía considerarse 9...£b6
preparando el enroque largo.
40...¢xb5 41.g4. 1-0 Rossetto pierde tiempo y ello da
Página 89 de 188
oportunidad a las blancas para ventaja de los dos alfiles consiste
conseguir posición superior. en que en determinado momento
uno de ellos puede cambiarse
10.¤df3 dxe4 11.dxe4 ¤ge5 ventajosamente. Esto es justamen-
12.¤xe5 ¤xe5 13.¥f4! te lo que ocurre en la presente
partida.
La tentadora 13.f4 ¥xh4
14.gxh4 ¤d7 15.f5 ¥h5 16.fxe6 17...¥xd6 18.¦xd6 0-0
fxe6 17.¥g5 £b6+ 18.¢h1 h6! 19.e5 ¤d5 20.£a3!
con gran juego. Sin embargo, con-
tra la del texto podía originarse Después de 20.¥xd5 exd5
una posición bien difícil después 21.e6 las negras disponen de una
de 13...¥xh4 14.¥xe5 ¥f6 15.¦d1 buena continuación: 21...¦ae8
etc. 22.exf7+ ¦xf7 y si 23.¦xg6 ¦e2
etc.
13...¤d7 14.¦d1 £b6
20...a5
Lo mejor. Un suicidio sería
14...¥xh4 15.gxh4 £xh4 16.¥d6 También jugar el final por me-
con ataque imparable. dio de 20...£b4 21.£xb4 ¤xb4
22.c3 ¤d5 23.¦d1 condenaba a
15.¤xg6 hxg6 16.£c3 ¤f6 las negras a una penosa defensa.
Otra vez lo mejor. Si 16...¥f6 21.c3
17.e5 ¥e7 18.¥e3 £c7 (o bien
18...¥c5 19.¦xd7! ¥xe3 20.¦xb7 Es muy importante dominar la
etc.) 19.f4 con clara ventaja de las casilla b4.
blancas. También 16...£b4 era in-
ferior a causa de 17.¦xd7 ¢xd7 21...¦ad8 22.¦d1 ¦xd6
18.£xg7 con fuerte ataque.
Si 22...¤e7 con la idea de se-
17.¥d6! guir con ¤f5, se perdía un peón
con la curiosa variante 23.¦xd8
¦xd8 24.¦xd8+ £xd8 25.£d6
£e8 26.£c7 etc.

23.exd6 ¦d8 24.c4 ¤b4


25.£b3 £a7

Si 25...c5 se entraba en forma


forzada en un final perdido: 26.a3
¤d5 27.¦d3 £xb3 28.¦xb3 ¤f6
29.¦b5 (29.¥xb7 ¤e8 30.¦b5
¤xd6 etc.) 29...¦xd6 30.¥xb7 etc.

26.h4
Un gran ajedrecista dijo que la
Página 90 de 188
Parece extraño, pero no se ve 33...£d4
con claridad un camino directo
para ganar. Es por ello que las Con esto se pierde de inmedia-
blancas optan por fortalecer la to, pero aún con la mejor réplica
posición de sus piezas, aprove- 33...£d7 las blancas ganaban por
chando la falta de contra juego medio de 34.£g5 como conse-
del adversario. Y las dificultades cuencia de las grandes dificulta-
de mi adversario aumentaron por- des que tienen las negras. Ade-
que él tenía ya poco tiempo en su más, las blancas tienen superiori-
reloj. dad en el flanco dama y buen ata-
que en el flanco rey con ¥e4 y
26...¤a6 27.¥f3 ¦d7 h5.
28.¢g2 £c5
34.¥xc6 ¤xb4
Es difícil dar un buen consejo a
las negras. Después de 28...£b8 También 34...bxc6 perdía por
seguiría 29.£a3 ganando ganando 35.£xa6 £e4+ 36.¢h2 £e2
un peón. Y a 28...¤c5 entonces 37.£xc6 (o bien 37.£b6 £xc4
29.£e3 y las negras se encuentran 38.a4 etc.) 37...£xf2+ 38.£g2 etc.
en un semi zugzwang.
35.axb4 bxc6 36.£a8+ ¢h7
29.a3 a4 37.£xc6 e5 38.b5 f5 39.b6 e4
40.b7 £b2 41.£b5. 1-0
Única posibilidad de contrajue-
go. Si 29...¦xd6 entonces
30.¦xd6 £xd6 31.£xb7 c5 Damjanovic, Mato
32.£b5 con mucha fuerza. Proba- Agdamus, José Luis
blemente habría sido mejor [B31]
29...¢h8 jugando en forma pasi-
va, aunque también es dudoso 1.e4 c5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 g6
que de esta manera se pudiese 4.0-0 ¥g7 5.¦e1 e5 6.¥xc6
salvar la partida. dxc6 7.a4 ¤e7 8.d3 0-0
9.¤bd2 ¥e6 10.b3 £c7
30.£xa4 ¦xd6 31.b4 £e5 11.¤c4 ¦ae8 12.h3 f5 13.¥b2
32.¦xd6 £xd6 33.£a5 ¥xc4 14.dxc4 fxe4 15.¦xe4
¤f5 16.£e1 ¤d6 17.¥xe5
Seguramente es más fuerte es- £e7 18.¥xg7 £xg7 19.¦e5
to que 33.b5 a lo cual seguía ¦xe5 20.£xe5 £xe5 21.¤xe5
33...cxb5 34.cxb5 (o bien ¦e8 22.¤d7 ¦e2 23.¤xc5 b6
34.£xb5 £xa3 35.£xb7 ¤c5 etc.) 24.¦d1 ¤xc4 25.¦d8+ ¢g7
34...¤c5 35.£a8+ ¢h7 36.¥xb7 26.¦d7+ ¢h6 27.¤d3 ¤a5
£d4 y las negras tienen buen 28.f4 ¦xc2 29.¤e5 g5 30.f5
contrajuego. ¦c1+ 31.¢h2 g4 32.¤xg4+
Página 91 de 188
¢g5 33.f6 ¤xb3 34.¦g7+ ¢h5 gras han tomado medidas preven-
35.¤e3 ¤d4 36.f7. 1-0 tivas para impedir la maniobra
¥b5 y ¥xc6. Por ejemplo: 4...a6
5.¥g5! ¤c6 6.£d2 h6 7.¥h4 ¤f6
García, Raimundo 8.¤c3 ¥d7 9.¥c4 e6 10.¦d1 y la
Bisguier, Arthur Bernard posición de las blancas es preferi-
[E17] ble. Mejor es para las negras la
continuación 4...¥d7 5.c4 ¤c6
1.¤f3 d5 2.c4 e6 3.g3 ¤f6 6.£d2 g6 7.b3 ¥g7 8.¥b2 ¥xb2
4.¥g2 ¥e7 5.0-0 0-0 6.d4 9.£xb2 ¤f6 10.¤bd2 0-0 11.¥e2
¤bd7 7.b3 b6 8.¥b2 ¥b7 ¤h5 12.0-0 ¤f4 con excelente
9.¤bd2 c5 10.e3 dxc4 11.¤xc4 juego.
b5 12.¤ce5 ¤xe5 13.¤xe5
¥xg2 14.¢xg2 £d5+ 15.£f3 5.¥b5 ¥d7
c4 16.bxc4 bxc4 17.¦fc1 ¦ac8
18.¦ab1 ¥d6 19.£xd5 exd5 Tanto después de 5...£a5+
20.¥c3 ¥a3 21.¦e1 ¤e4 6.¤c3 a6 7.¥xc6+ bxc6 8.0-0 e5
22.¥b4 ¥xb4 23.¦xb4 f6 9.£c4 £c7 10.¤g5 ¤h6 11.f4; co-
24.¤f3. ½-½ mo 6.¤c3 £xb5 7.¤xb5 ¤xd4
8.¤fxd4 ¢d8 9.c4 ¤f6 10.f3 a6
11.¤c3 ¥d7 12.b3 ¦c8 13.a4 que-
Schweber, Samuel dan mejor las blancas.
Najdorf, Miguel
[B53] 6.¥xc6 ¥xc6

(Comenta Luis Palau) La alternativa es llevar un peón


1.e4 c5 2.¤f3 d6 hacia el centro con 6...bxc6 pero
sigue 7.c4! e5 8.£d3 ¥e7 9.0-0
En las partidas de Najdorf es £c7 10.¤c3 ¤f6 11.¥g5 con me-
más frecuente ver 2...e6; proba- jor posición. O bien 7.c4! £b6
blemente en la ocasión quiso elu- 8.£d3 e6 9.0-0 ¤f6 10.¤c3 ¥e7
dir cualquier preparación casera. 11.e5 siempre con mejores pers-
pectivas para las blancas.
3.d4 cxd4 4.£xd4
7.c4
Después de haber tenido mala
reputación, esta movida ha sido Muchos teóricos recomiendan
rehabilitada considerándose en la la siguiente variante: 7.¤c3 ¤f6
actualidad que brinda buenas po- 8.¥g5 e6 9.0-0 (9.0-0-0 sigue
sibilidades al primer jugador. La 9...¥e7 10.e5 dxe5 11.£xe5 £b8
idea de las blancas es presionar 12.£e3 £c7 13.¤e5 0-0 14.¤xc6
rápidamente en el sector central. £xc6 con buena posición)
9...¥e7 10.¦ad1 0-0 11.¦fe1 £a5!
4...¤c6 12.h3! a6 13.a3 ¦ac8 14.£d2 £b6
15.£c1 £c7 16.¤d4 h6 17.¥h4 b5
En algunas ocasiones las ne- 18.f4 con leve superioridad de
Página 92 de 188
parte de las blancas. migos. Si 22.axb4 entonces sí
22...¦b8.
7...¤f6 8.¤c3 e6 9.¥g5 ¥e7
10.0-0 0-0 11.¦fe1 h6 12.¥h4 22.e5! dxe5 23.¥xf6 ¥xf6
a6 13.¦ad1 £a5 24.¤de4 ¥e7 25.¦g3 ¢h8

De valor dudoso. Es más sana Esto ocasiona serios trastornos


la movida 13...£c7 14.£d2. Se a las negras. Pero no es nada fácil
amenaza ¤d5. encontrar algo satisfactorio. Por
ejemplo: 25...¦ed8 y ahora no sir-
14...£b6 15.¤d4 ¦ac8 ve para las blancas 26.£g4 por
16.¦e3! ¥d7 17.£e2 26...g6 (y no 26...¥f8? por
27.¤f6+ ¢h8 28.£e4 ganando en
La partida entra en su punto seguida, pues si 28...g6 29.¦xg6
culminante. Las blancas han pla- ¥g7 30.¦xh6+ etc. Y si 28...gxf6
neado un buen ataque contra el 29.£g4 etc.). Lo correcto es
enroque y ahora se hace necesa- 25...¦ed8 26.£h5 ¢f8 27.¦dd3
rio prestar gran atención en la de- ¥c6 28.¦xg7! ¢xg7 29.¦g3+ y
fensa, por las muchas amenazas parece que el ataque es irresisti-
que ciernen sobre el rey negro. ble. Las negras podían ensayar
25...¥c6 pero también sigue con
mucha fuerza 26.£h5. Y pudo ju-
garse asimismo 25...f5 con gran-
des complicaciones, pero siempre
con juego favorable para las blan-
cas.

26.£h5 ¦f8 27.¦dd3

Y subsiste la combinación de
las blancas en base al sacrificio de
la torre.

27...¦g8 28.£xf7
17...¦fe8 18.¤b3 £c7!
La complejidad de la posición
Las blancas amenazaban c5. se pone en evidencia con la ten-
tadora movida 28.¦h3 contra lo
19.¤d2 b5 20.cxb5 axb5 cual, si 28...¢h7 seguía 29.¦dg3!
21.a3 ¦b8 nuevamente amenazando
30.¦xg7+. Si 28...¥e8 seguía
La reacción de las negras en el 29.¦dg3 ¥f8 30.¤f6 g6 31.£g5
flanco dama resultó efectiva, pero etc. Y si en vez de ¥f8, 29...¥g5
aquí dejan pasar una buena juga- entonces se gana con 30.¦xg5! f5
da, como era 21...b4! desarticulan- 31.£xh6+ gxh6 32.¦xh6+ £h7
do la posición de los peones ene- 33.¦xh7+ ¢xh7 34.¤f6+ etc. Pero
Página 93 de 188
es interesante la refutación, que túan una movida que debió ha-
es la siguiente: 28.¦h3 ¥c6! cerles perder la partida, a no me-
29.¦dg3 ¥xe4! y fracasan todas diar una retribución de error por
las combinaciones en virtud de parte de su adversario.
que las negras defendieron su
punto h7 convenientemente. 32...¥e8?

28...£d8 29.£h5 b4 30.¦g6 Se ganaba simplemente con


32...bxc3! 33.¦xf8 c2! etc.
Complicando las cosas. Era
mejor 30.axb4 y después seguir 33.¦xf8 ¥xg6 34.¦xg8
con la ofensiva contra el rey. ¦xg8 35.£xe5 bxc3 36.¤xc3
¥f6 37.£e3 ¦b8 38.£c1 ¥d4
30...¢h7 31.¦h3 £f8 39.h4 ¦f8 40.£d2 e5 41.¤d1
32.¦f3 ¥h5 42.¤e3 ¦b8. Así quedó
suspendida la partida pero las ne-
Las blancas comprometieron gras la abandonaron sin conti-
seriamente el juego y ahora efec- nuarla. 1-0

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Novena Rueda
1 AGOSTO DE 1970

Pann o 1 Schweber 0
Szabo 0 Tukmakov 1
Agdamus 0 Fischer 1
Bisguier ½ Smyslov ½
Rossetto 0 Damjanovic 1
Rubinetti ½ Reshevsky ½
Najdorf 0 Quinteros 1
O’Kelly ½ Georghiu ½
Mecking ½ García ½

Fischer triunfó otra vez. Derrotó a Agdamus en una partida que el


perdedor condujo con serenidad, pero nada pudo hacer ante el juego
posicional de su fuerte adversario, quien al obtener una ligera ventaja
cambió las principales piezas para decidir el juego.
Por segunda vez consecutiva perdió Najdorf. En esta reunión fue an-
te Quinteros, desarrollándose la partida dentro de bastante complica-
ción. Najdorf tuvo la iniciativa y entregó la calidad para buscar ataque,
pero en seguida entraron ambos rivales en un ping-pong por falta de
tiempo y así se llegó a la suspensión con una posición ventajosa para
Quinteros. En la sesión complementaria éste jugó bien y se adjudicó el
punto.
Panno tuvo un buen comportamiento frente a Schweber. Con posi-
ción superior ganó un peón primero y la calidad después, imponiéndo-
se merecidamente.
Tukmakov sigue firmemente en procura de un puesto de honor,
acumulando puntos después de su única derrota inicial frente a Fischer.
Esta vez le ganó muy bien a Szabó.
En los demás encuentros, el de Rossetto con Damjanovic tuvo mu-
chas alternativas emocionantes, pero en definitiva sacó ventaja el yu-
goslavo y ganó la partida, mientras que los demás no alcanzaron a des-
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nivelarse ni a tener acciones de mayor interés.

Panno, Oscar 36.¥xd6 ¦xd6 37.exd6 £xd6


Schweber, Samuel 38.£e3 f4 39.£e4 f3+ 40.¢f2
[E61] £b4 41.£d3 ¤e2 42.¤xe2
fxe2+ 43.¢xe2 £b2+ 44.£d2
1.c4 ¤f6 2.g3 g6 3.d4 ¥g7 £xb5+ 45.£d3 £h5+ 46.¢d2
4.¥g2 0-0 5.¤c3 c5 6.d5 d6 ¦f3 47.£c4+ ¢h7 48.¦b1 ¦c3
7.¤h3 ¤a6 8.0-0 ¤c7 9.a4 49.£e4 £xh2+ 50.¦e2 £xg3
¦b8 10.¤f4 b6 11.¦b1 ¤d7 51.¦g2 £d6+ 52.¢e2 ¦c5
12.¤d3 a6 13.£c2 b5 14.cxb5 53.¦xb7 ¦a5 54.a4 ¦e5
axb5 15.b4 bxa4 16.bxc5 ¦xb1 55.¦xg7+ ¢h8 56.¦g8+ ¢xg8
17.¤xb1 ¤xc5 18.¤xc5 dxc5 57.¦xg6+ ¢h7 58.¦xd6+
19.£xc5 ¥a6 20.¤c3 £d6 ¦xe4+ 59.¢f3 ¦xa4 60.¢g3
21.£a5 ¦a8 22.¥f4 ¥xc3 h5 61.¢h3 ¢g7 62.¦d5 h4
23.£xc3 ¤xd5 24.¥xd6 ¤xc3 63.¦d6 a5 64.¦d5 ¢f6 65.¦h5
25.¥xa8 exd6 26.¦a1 ¤xe2+ ¢e6 66.¢g2 ¢d6 67.¢f2
27.¢g2 ¥b5 28.¦d1 ¢f8 ¦a2+ 68.¢e1 ¦a1+ 69.¢e2 a4
29.¥f3 d5 30.¦xd5 ¤c3 70.¦h6+ ¢e5 71.¦h5+ ¢f6
31.¦c5 a3 32.¦xc3 a2 33.¦a3 72.¢f2 a3 73.¢g2 ¦c1 74.¦a5
¥c4 34.¦a7 ¢g7 35.¥e4 ¢f6 ¦c3. 0-1
36.f4 ¢e6 37.¢f3 ¢d6 38.¢e3
¢c5 39.¥d3 ¥b3 40.¢d2
¢b4 41.¥c2 ¥c4 42.¢c1. 1-0 Agdamus, José Luis
Fischer, Robert James
[A50]
Szabo, Laszlo
Tukmakov, Vladimir B (Comenta José Agdamus)
[D71] 1.d4 ¤f6 2.c4 b6

1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 d5 Era evidente que por el hecho


4.cxd5 ¤xd5 5.g3 ¥g7 6.¥g2 de encontrarme frente al jugador
¤b6 7.e3 ¤c6 8.¤ge2 e5 9.d5 considerado el mejor del mundo,
¤e7 10.e4 c6 11.0-0 cxd5 yo hubiera dedicado las últimas
12.exd5 0-0 13.b3 ¥f5 14.¥a3 cuarenta y ocho horas a preparar-
£d7 15.£d2 ¦fd8 16.¦ad1 me para mi partida contra Fischer,
¦ac8 17.£g5 ¦e8 18.d6 ¤c6 pero resultó que todo esto no me
19.¤b5 ¦ed8 20.£e3 ¥g4 sirvió de nada ya en la segunda
21.f3 ¥e6 22.¤c7 ¥h3 jugada, puesto que para mis con-
23.¥c5 ¥xg2 24.¢xg2 ¤a8 ceptos cimentados en la base de
25.¤d5 ¦e8 26.¤ec3 f5 los tomos del Tratado General de
27.£g5 £f7 28.¦fe1 ¦cd8 Grau, ...b6 era una movida infe-
29.b4 h6 30.£d2 ¤d4 31.b5 rior.
¤b6 32.¤c7 ¦f8 33.f4 ¤c4
34.£c1 ¤xd6 35.fxe5 £xc7 3.¤c3 ¥b7 4.f3 d5 5.cxd5
Página 96 de 188
¤xd5 6.¤xd5 14.¥d3 £xc2 15.¥xc2 0-0-
0 16.¢f2 ¦d6!
Esta fue mi jugada más critica-
da, aunque pienso que es cues- ¡Gran concepto! Si 16...¦d7 en-
tión de ideas. Según los críticos el tonces 17.¦c1 y no se puede
juego debió seguirse con 6.e4 17...¤c4 por 18.¥a4.
¤xc3 7.bxc3 etc., pero resulta que
así había perdido Gligoric frente a 17.b3 ¤c6 18.¦d2 ¦hd8
Larsen veinte días atrás en Euro- 19.¦hd1 ¤b4 20.¥b1
pa, cosa de la que yo no podía
estar al tanto y que me la comen- El dogmatismo de siempre: no
tó Fischer cuando yo le pregunté querer desprenderse de la pareja
si ...b6 se había jugado anterior- de alfiles. Sin embargo, después
mente en el orden magistral. La de 20.a3 ¤xc2 21.¦xc2 no creo
continuación 6.¤xd5 lleva implí- que la fuerza de la pareja de alfi-
cita otra idea, y era evitar que el les negros alcance para ganar.
centro blanco fuese tocado con el
avance ...c5. El método ideal de 20...¥a6 21.a3 ¤c6 22.¥d3
tratar la variante, según mi suposi- ¥xd3 23.¦xd3 f5 24.¦3d2
ción, es por medio de ¥e3 y ¦c1.

6...£xd5 7.e4 £d7 8.¥c4 g6


9.£b3?

Tremendo error, y es un peca-


do. De haber seguido con mi plan
jugando 9.¥e3 ¥g7 10.£d2 es
evidente que las mejores posibili-
dades estaban de parte de las
blancas.

9...e6

Esta es una jugada natural que, Las negras amenazaban ...fxe4


no obstante, me hizo concebir es- seguido de ¤e5. Por eso es la tex-
peranzas, dado que los peones tual, pero era preferible 24.h3,
negros quedaban como «boca de pues la torre en la tercera hori-
vieja». zontal sostenía bien los peones
del flanco dama.
10.¤e2 ¥g7 11.¥e3 ¤c6
12.¦d1 ¤a5 13.£c2 £c6 24...¤a5 25.e5

Después de 13...¤xc4 las chan- No era posible 25.¤c1 por


ces blancas no serían de despre- 25...¦c6 (amenazando ¦xc1) y si
ciar. 26.¦d3 ¦c2+ etc.

Página 97 de 188
25...¦6d7 26.¤c1 ¥f8 27.b4 4...¥c5 5.0-0 0-0 6.¤xe5 ¦e8
7.¤f3! y las blancas mantienen la
27.a4 ¥a3 y el final de alfil ma- iniciativa.
lo contra un caballo bueno no re-
sultaba de mi agrado. 5.0-0

27...¤c4 28.¦a2 ¤xe5 Lo mejor, mientras que si


29.¦c2 5.¤d5 sigue 5...¤xd5 6.exd5 e4!
con buen contrajuego.
Hasta aquí yo había visto, y su-
ponía que pese al peón menos la 5...0-0 6.¥xc6
posición de las blancas no era del
todo mala, pero la próxima juga- Variante favorita del desapare-
da de mi adversario escapó a mis cido gran maestro Nimzovich.
análisis.
6...bxc6
29...b5! 30.¤e2 ¤c4 31.¦c3
e5 32.f4 exd4 33.¦xd4 ¤xe3 La alternativa es 6...dxc6 7.d3
34.¢xe3 ¦xd4 35.¤xd4 £e7 8.¤e2 ¥g4 9.¤g3 ¦ad8
¦xd4. Y las blancas abandona- 10.h3 ¥c8 11.£e2 ¦fe8 con equi-
ron. Si bien el gran Bobby destro- librio.
zó a trece sus diecisiete contendo-
res, creo que esta partida debe 7.¤xe5 ¥xc3
haberle hecho sufrir más de la
cuenta, contando que lo enfrenta- 7...£e8 8.¤d3 ¥xc3 9.dxc3
ba un ilustre desconocido. 0-1 £xe4 10.¦e1 £h4 11.£f3 ¥a6
con posición pareja.

Bisguier, Arthur Bernard 8.dxc3 ¤xe4 9.£d4 ¤d6


Smyslov, Vassily V 10.¦e1 f6 11.¤d3 ¤f7 12.c4
[C49] d6

(Comenta Luis Palau) Y las acciones están equilibra-


1.e4 e5 2.¤c3 ¤f6 3.¤f3 das. Ambos bandos tienen peque-
¤c6 4.¥b5 ¥b4 ñas debilidades muy difíciles de
explotar.
Así queda planteada la variante
denominada Doble Ruy López. 13.b3 ¥f5 14.¥b2 c5
Otra posibilidad es 4...¤d4 que 15.£c3 £d7 16.¦ad1 ¥xd3
constituye la famosa variante Ru- 17.¦xd3
binstein que en su momento re-
volucionó la teoría de esta apertu- Si 17.cxd3 seguía 17...¤e5
ra. Y actualmente se mantiene en amenazando 18...¤c6 para domi-
todo su vigor, pues no se ha en- nar el punto d4.
contrado la forma de refutarla. En
cambio, la vieja variante Clásica 17...¦fe8 18.¦de3 ¦xe3
Página 98 de 188
19.¦xe3 ¦e8 20.¢f1 ¦xe3 ve jugadas ya están mejor las ne-
21.£xe3 ¤d8 22.£f3 gras por el hecho de haber juga-
do las blancas muy pasivamente.
Intentando penetrar en campo Rossetto no supo aprovechar las
adversario, pero no es posible. El inexactitudes cometidas por las
juego se resolverá rápidamente negras en las primeras cuatro mo-
en tablas. vidas.

22...c6 23.¥c1 ¤e6 24.¥e3 10.0-0 ¤bd7 11.¤f4 ¦e8


¤f8 25.£e4 ¢f7 26.£d3 ¢e7 12.£b3 ¤b6 13.a3 ¥d6
27.¥f4 £e6 28.£d2. ½-½ 14.¤fe2 a4 15.£d1 £d7
16.¤a2 ¤c4 17.¥c3 ¤e4
18.¤b4 ¥xb4!
Rossetto, Héctor
Damjanovic, Mato Un cambio justificado, ya que
[E00] en una posición cerrada son más
valiosos los caballos.
(Comenta M. Damjanovic)
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.g3 ¥b4+ 19.axb4 ¥g4 20.£c2 ¤g5
21.¤f4 ¤f3+ 22.¢h1 £d6
Yo sabía que Rossetto no juega 23.h3 £h6 24.£e2 ¤h2
en forma precisa las aperturas, ra- 25.hxg4 ¤xf1+ 26.¢g1 ¤fxe3
zón por la cual hice una defensa 27.fxe3 ¦xe3
irregular. Lo usual en este mo-
mento es 3...d5; entrando en los
juegos de la Catalana.

4.¥d2 a5

Las negras están jugando una


especie de Defensa India, mien-
tras que las blancas se orientan
hacia una apertura Catalana, lo
cual deja bastante mal a las ne-
gras porque no pueden seguir el
desarrollo normalmente. A veces
también se puede ganar jugando
mal, pues la lucha adquiere com- Después de la movida
plicaciones de ]as que se puede 23...£h6; todas las jugadas de am-
salir airoso. bos bandos fueron prácticamente
obligadas. Las negras quedaron
5.¥g2 0-0 6.¤c3 d5 7.cxd5 con una pieza menos a cambio de
exd5 8.e3 ¥f5 9.¤ge2 c6 dos peones, pero las blancas es-
tán perdidas como consecuencia
Lo interesante es que a las nue- de la debilidad de sus peones.
Página 99 de 188
28.£f2 ¦ee8 29.¦e1 £f6 Najdorf, Miguel
30.b5 ¦xe1+ 31.£xe1 ¤d6 Quinteros, Miguel Ángel
32.bxc6 bxc6 33.£d1 ¤b5 [A56]

Las negras amenazan ahora (Comenta Miguel Quinteros)


...a3. 1.d4 ¤f6 2.c4 c5

34.¤h5 £e7 35.¥e1 ¤d6 Y nuevamente con don Miguel


36.£c1 ¤c4 37.¥f2 ¦b8 frente a frente; quizás sea uno de
38.¥f1 ¤xb2 39.£xc6 a3 los maestros que me enseñaron
40.£xd5 ¤d1 41.¥c4 muchos conceptos de ajedrez, y
es muy posible que él no lo sepa.
En este momento se suspendió Alguna vez entre ping-pong y
la partida, la que está completa- ping-pong me dijo: «Una de las
mente ganada por las negras. virtudes que debe tener un buen
maestro es la buena elección de
41...g6 42.¥b3? las líneas de juego que debe ele-
gir de acuerdo a los adversarios y
Apresurando el desenlace, aun- su situación en el torneo».
que ya no hay nada bueno. Si, Por eso consideré que no hu-
por ejemplo, 42.¤f4 seguía biera sido conveniente, aun cuan-
42...¦b1 43.¥d3 ¤e3+ 44.¥xb1 do sea una de mis defensas predi-
¤xd5 45.¤xd5 £b7 46.¤c3 £b4 lectas, jugar India del Rey tal vez
47.¥e1 £xd4+ ganando con faci- porque «el viejo jugaría gustoso
lidad. una línea tan activa para recupe-
rarse de su derrota de la ronda
42...¤xf2 43.¢xf2 gxh5 anterior con Schweber; entonces
44.gxh5 ¦b6. 0-1 ¿por qué no un sistema Benoni?»

3.d5 e5 4.¤c3 d6 5.g3 ¥e7


Rubinetti, Jorge Alberto 6.¥h3 ¤bd7
Reshevsky, Samuel Herman
[B40] La teoría indica en este mo-
mento como buena continuación
1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d3 ¤c6 el cambio de alfiles, pero como
4.g3 g6 5.d4 cxd4 6.¤xd4 d6 estaba preparado para una lucha
7.¥g2 a6 8.¤xc6 bxc6 9.0-0 larga quise evitar la simplificación
¥g7 10.c4 ¤e7 11.£c2 0-0 de piezas menores.
12.¤c3 ¦b8 13.c5 d5 14.¦d1
£c7 15.¥f4 e5 16.¥g5 d4 7.a4 0-0 8.e4 ¤e8 9.¤f3 b6
17.¤a4 ¥e6 18.b3 f6 19.¥d2 10.0-0 g6
f5 20.f3 ¤c8 21.£d3 £b7.
½-½ Comenzando a preparar las tí-
Página 100 de 188
picas demostraciones de este sis- dorf, advirtiendo que los cambios
tema, en este caso favorecido por en la columna abierta conducirían
el enroque adversario; quizás hu- a la nulidad, fiel a su olfato realiza
biera sido mejor que las blancas un arriesgado sacrificio de cali-
demoraran el enroque. dad.

11.¥h6 ¤g7 12.£d3 a5 29.exf5 h5

Esto no habría sido posible si Las columnas abiertas son para


las blancas no estuvieran enroca- las torres. Sólo con una buena de-
das, ya que la clausura del flanco fensa activa las negras podrán ca-
dama defendería el enroque largo pear el temporal.
y las torres ocuparían las colum-
nas del flanco rey para comenzar 30.¤f2 hxg4 31.hxg4 ¦h8
algún ataque. Ahora, en cambio, 32.¤e4 ¢f8 33.¤xg5 ¦h4!
las negras se preparan sólo para
jugar en favor de sus rupturas en Siguiendo la idea de la jugada
el ala rey. anterior; si 34.¤xf7 ¦xg4+
35.¢h3 ¦h4+ 36.¢g3 ¢xf7 segui-
13.¢g2 ¤f6 14.¥xc8 £xc8 do de 37...£d8 con mejor juego
15.h3 ¢h8 de piezas. Si 34.¢g3 ¥xg5
35.£xg5 ¦xg4+ 36.¢xg4 ¦g7 ga-
La jugada 16.g4, que puede nando. Tampoco es posible de-
restringir la posición negra, no es fender el peón con 34.¢f3 por
posible porque las negras obten- 34...¦xf5+ 35.gxf5 £xf5+ 36.¢e2
drían por lo menos tablas por re- ¦h2+ 37.¢e1 £xf1+ 38.¢xf1
petición de jugada. Veamos: 16.g4 ¦xd2 ganando. Si 36.¢g2 ¦g4+
¤xg4 17.¥xg7+ ¢xg7 18.hxg4 37.¢h3 ¦f4+ 38.¢h2 seguido de
£xg4+ 19.¢h1 £h3+! tablas. Si 38...¦xf1 ganando.
19.¢h2 £h5+ 20.¢g3 f5 ¡con bue-
nas chances para ganar!
34.¤e6+ ¢g8 35.¢f3 ¦fh7
16.¤h2 ¤g8 17.¥xg7+
¢xg7 18.f4 f6 19.¦f2 £d7 Las negras han sorteado los in-
20.¦af1 ¤h6 21.¤b5 ¦ae8 convenientes y ahora, faltando
22.¤f3 ¦f7 23.£d2 ¦ef8 pocos minutos para el control de
24.¤e1 ¥d8 25.¤d3 ¥e7 tiempo, la lucha se agudiza. Es
26.g4 g5 27.fxg5 fxg5 28.¦f5 uno de los momentos más dramá-
¤xf5 ticos de la partida.

Comienza a surtir efecto la 36.¦g1 £e8 37.¤c3 ¦h2


elección de la línea. No es fácil 38.¦g2 ¦7h3+ 39.¢e4 ¦h1
quebrar la posición negra y Naj- 40.¤g5 ¦xc3!!
Página 101 de 188
nía la iniciativa; como no acos-
tumbro a mirar los finales de sus-
pendidas hasta el día de su conti-
nuación, consejo que aprendí, pa-
ra que anímicamente no pueda
influir en la partida anterior a la
prosecución, dejé dormir la posi-
ción en la cartilla de ajedrez de
bolsillo y después de jugar la par-
tida con Agdamus los análisis ca-
seros demostraron que las blancas
estaban perdidas.
No es posible penetrar con el rey
Jugada decisiva, muy importan- debido a la red de mates: si
te faltando pocos segundos para 43.¢f5 £d7+ 44.¢xf6 ¦h6 mate.
la caída de la flecha. La devolu- Si 44.¤e6 ¦f1+ 45.¦f2 ¦xf2+
ción de material es correcto. Mu- 46.£xf2 £h7+ 47.¢xf6 £f7+ ga-
chas veces me sucedió que en un nando. Si 43.¤e6 £xc4+ 44.¢f5
momento tan culminante no quise ¦f1+ 45.¦f2 ¢f7 46.g5 ¦xf2+
devolver al material sacrificado; 47.£xf2 £xd5 48.¤c7 £d3+
pensaba ¡siempre hay tiempo pa- 49.¢g4 £e4+ 50.¢h3 £h7+
ra hacerlo! 51.¢g4 £g6 52.£a2+ ¢f8!
Varias veces me lamenté. Hoy 53.¤e6+ ¢e7 ganando.
la experiencia de un torneo tan
importante me enseñó que hay 43.¦f2 ¦d1! 44.£e3 ¦f1!
que aprovechar todas las oportu-
nidades porque después es muy
difícil que se vuelvan a presentar. La jugada 43.¦f2 que parecía
Al hacer ¦xc3 sólo me pregunté que daba a las blancas una buena
¿cómo es posible que el rey pue- defensa, mediante estas dos juga-
da tener seguridad en una casilla das sutiles obligan a Najdorf a
central? La respuesta lógica fue: realizar 10 jugadas que lo dejan
«hay que atacarlo». sin ninguna chance.

41.bxc3 £xa4 42.f6 ¥xf6 45.¤e6 £xc4+ 46.¢f5 ¥h4!


47.¦f3 e4! 48.¦xf1 £xf1+
La jugada secreta. Después de 49.¢xe4 £c4+ 50.¢f3 £xd5+
terminar el ping-pong donde al- 51.£e4 £xe4+ 52.¢xe4 a4
canzamos una tensión nerviosa
considerable y aun en el escena- El avance de los peones es de-
rio del teatro el público no arries- cisivo. Lo demás sólo es técnica.
gaba resultados, y algunos juga-
dores del torneo pronosticaban 53.¢d3 b5 54.¤c7 b4
con resultado incierto. Después 55.cxb4 cxb4 56.¢c4 a3
de ver la posición suspendida en 57.¢b3 ¥f2 58.g5 ¢f7 59.¤d5
el tablero mural solo sabía que te- ¥e1 60.¤c7 ¢g6 61.¤b5
Página 102 de 188
¥g3. Mecking, Henrique
García, Raimundo
Finaliza una de las luchas más [A43]
arduas que tuve en el torneo.
Ahora nuevamente comienzo a 1.e4 e6 2.d4 c5 3.d5 exd5
pensar en el título de maestro in- 4.exd5 d6 5.¤f3 ¤f6 6.¤c3
ternacional. 0-1 ¥e7 7.¥e2 0-0 8.0-0 ¤a6
9.¦e1 ¤c7 10.a4 h6 11.h3 b6
12.¤h2 ¦e8 13.¤f1 ¥f8
14.¥f4 ¥b7 15.¤e3 a6 16.¥f3
O'Kelly de Galway, Alberic b5 17.£d3 b4 18.¤e2 a5 19.c4
Georghiu, Florin ¤d7 20.£b1 ¥c8 21.b3 ¦a7
[A16] 22.¦a2 ¤e5 23.¥e4 g6 24.¤c1
f5 25.¥c2 ¤a6 26.¤d3 ¤b8
1.c4 ¤f6 2.¤f3 g6 3.¤c3 d5 27.¤f1 ¤bd7 28.¥d1 ¤xd3
4.cxd5 ¤xd5 5.e4 ¤xc3 29.¦xe8 £xe8 30.£xd3 ¤e5
6.dxc3 £xd1+ 7.¢xd1 ¥g7 31.£g3 ¥g7 32.¥c1 ¦e7
8.¥e3 ¤d7 9.¤d2 ¤e5 10.h3 33.¦e2 ¢h7 34.f4 ¤d7 35.£e1
¥d7 11.¢c2 ¥a4+ 12.b3 ¥c6 ¥d4+ 36.¥e3 ¥c3 37.¥d2
13.f3 0-0-0 14.¦e1 ¤d7 15.a4 ¦xe2 38.£xe2 £xe2 39.¥xe2
¢b8 16.¥e2 e6 17.¦d1. ½-½ ¥b2 40.¥d3 ¤f6 41.¢f2 ¢g7.
½-½

Página 103 de 188


Décima Rueda
03 AGOSTO DE 1970

Smyslov ½ Mecking ½
Fischer 1 Rossetto 0
Damjanovic ½ Szabo ½
Quinteros ½ Panno ½
Schweber 0 Agdamus 1
Tukmakov ½ Bisguier ½
García 1 Rubinetti 0
Georghiu ½ Reshevsky ½
O’Kelly ½ Najdorf ½

Fischer ganó. Jugó contra Rossetto una apertura Ruy López y en el


medio juego ganó un peón, lo que resultó ventaja suficiente para impo-
nerse en el final.
El ex campen mundial Smyslov tuvo alguna ventaja inicial en su par-
tida frente al brasileño Costa Mecking, pero más tarde se equilibró y en
definitiva fue tablas.
Complicada fue al principio la partida de O'Kelly frente a Najdorf,
pero luego se simplificó y se dio por tablas.
Como consecuencia de un juego mal conducido, Schweber quedó
mal ante Agdamus, el que pudo obtener su primera victoria en el tor-
neo.
La partida de García con Rubinetti tuvo un proceso bastante lento al
principio y ello motivó más tarde un gran apuro de tiempo en los relo-
jes de ambos adversarios. De la situación salió mejor parado García y
en la sesión complementaria triunfó.
Otras partidas no tuvieron alternativas de interés.

Página 104 de 188


Smyslov, Vassily V Ahora no daría nada 14.¤c5
Mecking, Henrique pues 14...¤xc5 15.dxc5 ¥e4
[E05] 16.£c1 £d5 17.b4 ¥f6 18.¦d1
£b7 y las negras tienen mejor jue-
(Comenta Bernardo Wexler) go.
1.c4 e6 2.g3 ¤f6 3.¥g2 d5
4.¤f3 ¥e7 5.0-0 0-0 6.d4 14...¥d5 15.¦fd1 ¦c8
dxc4 16.¤e5 ¤xe5 17.¥xd5 exd5
18.dxe5
Cediendo el centro a las blan-
cas al desaparecer el peón dama. Como resultado de los cambios
Otras opciones son 6...c6; o bien las blancas obtuvieron clara ven-
6...¤bd7. taja posicional: peón pasado y
mayor libertad de acción para sus
7.£c2 a6 8.£xc4 b5 piezas.
Conocida maniobra tendiente a 18...£d7 19.a4 c5
ubicar el alfil en b7 para luchar en
la gran diagonal. De lo contrario las blancas hu-
biesen comenzado a presionar
9.£c2 ¥b7 10.¥f4 ¤d5 con 20.axb5 axb5 21.¦a7 atando
11.¤c3 a las piezas en la defensa del
peón c7.
Smyslov se desprende de su al-
fil dama y permite que le doblen
20.axb5 axb5 21.£d3 ¦cd8
peones en la columna alfil rey,
22.¦a6
pero todo está compensado por
un mejor desarrollo y el dominio
central que ejercen las blancas. Tomando la columna torre da-
ma e intentando también e6.
11...¤xf4 12.gxf4 ¤d7
13.¤e4 f5 22...d4

Una jugada arriesgada, ya que Pero Mecking tampoco se que-


deja débil al peón rey, pero Me- da callado y trata de hacer valer
cking tenía que jugar con gran sus contrachances en el centro y
cuidado, pues se estaba planean- flanco dama donde tiene mayoría
do por las blancas ¤3-g5 y luego de peones.
jaquear en f6 (¤f6+) para explotar
debilidades de la diagonal blanca. 23.b3
En cambio, si 13...¤f6 14.¤c5 hu-
biese resultado molesto. No estaría bien 23.e6 £b7
24.¦da1 c4 y las negras toman el
14.¤g3 mando.
Página 105 de 188
23...g6 24.¦da1

Siempre es evidente que las


blancas son las que tienen la ini-
ciativa, que se traduce en el fuerte
peón rey y el dominio de las to-
rres en la columna abierta. Ahora
se tiende a centralizar el caballo,
como también impedir alguna
sorpresa desagradable de las ne-
gras mediante ...c4.

24...¦b8 25.¤f1 ¦fc8 Por fin las negras han podido


26.¤d2 £c7 27.£f3 conseguir cambiar damas para
poder aliviar un poco la presión,
En un intento de pasar al cam- pero el final igualmente se les
po enemigo mediante 28.£d5+ y presenta muy difícil a las negras,
luego 29.¦a7 creando grandes di- en donde Mecking conseguirá sal-
ficultades al poder armonizar un varse jugando con gran presión.
ataque combinado de dama y to-
rre, lo que Mecking con gran cui- 37.¦a8+ ¢f7 38.¦a6 ¢f8
dado debe impedir. 39.e6 ¦c7 40.¦b6 b4

27...£d8 28.¦c1 Las blancas han hecho que las


negras deban jugar su peón caba-
Hay que impedir que las ne- llo y de ese modo desaparece el
gras puedan llevar a cabo ...c4. peligro de ...c4 como peón pasa-
do, y todo ello ante la posibilidad
28...¦a8 de que las blancas pasen con el
caballo al centro, mejoren su torre
Busca cambiar material para y luego traigan el rey al centro,
evitar que la presión continúe. hace pensar que la partida está
definida a favor de Smyslov, co-
mo lo creyó la mayoría de los pre-
29.¦xa8 ¦xa8 30.£c6 ¦b8 sentes que observaban la partida
31.¦a1 al momento de suspenderse; pero
no será así ante la dinámica de-
De vuelta las blancas toman la fensa que opondrá Mecking.
columna abierta para pasar al
campo enemigo. 41.¤e5 ¢g7 42.¢g2 ¥f6
31...£b6 32.£d7 £b7 Las blancas podrían haber ju-
33.£e6+ ¢f8 34.¤f3 £c8 gado 42.¦a6 para impedir que las
35.£d5 £b7 36.£xb7 ¦xb7 negras tomen la columna.

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43.¤c4 ¦a7 44.¦c6 ¥e7 Fischer, Robert James
45.¤e5 ¦a2 Rossetto, Héctor
[C99]
Al fin, después de 45 jugadas,
las negras, luego de defenderse, (Comenta Bernardo Wexler)
pueden hacer una jugada de ata- 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5
que.
Fischer se siente como pez en
46.¢f3 ¦a3 47.e3 ¦xb3 el agua en la apertura Ruy López.
De las 4 patidas que disputó en el
48.¦c7 ¢f6 49.¤c6 ¢xe6 presente torneo de dicha apertu-
ra, frente a O'Kelly, Rubinetti, Bis-
Las negras, por la pieza perdi- guier y la presente, siempre obtu-
da, han conseguido dos peones vo la victoria.
peligrosos y además las piezas
blancas quedarán trabadas sin po- 3...a6 4.¥a4 ¤f6 5.0-0 b5
der volver a las primeras líneas, lo 6.¥b3 ¥e7 7.¦e1 d6 8.c3 ¤a5
que facilitará el empate.
En la actualidad las negras tie-
50.¦xe7+ ¢d6 51.¤a5 ¦a3 nen preferencia por ...0-0, para
52.¦a7 ¢d5 53.¦a8 jugar ..h6; una idea de Smyslov
que provoca partidas muy intere-
Impidiendo la desclavada del santes. Es una lástima que Rosset-
caballo que se efectuaría si se jue- to no haya optado por dicha lí-
nea, para poder ver cómo se com-
ga 53...b3 54.¦d8+ ¢e6 55.¤c4 porta contra la misma Fischer.
etc.
9.¥c2 c5 10.d4 £c7
53...¢e6 11.¤bd2 0-0 12.h3 cxd4
13.cxd4 ¥b7
El rey retorna para no permitir
la entrada del caballo blanco en Se presenta una posición muy
juego. estudiada de la variante Chigorin,
donde hay varios caminos a se-
54.¦a6+ ¢d5 55.¦a8 ¢e6 guir.
56.¦a6+ ¢d7 A) 13...¥d7; B) 13...¤c6 y la tex-
tual.
En un intento de evitar la repe- La misma es una idea del teóri-
co Panov, cuya finalidad principal
tición de jugadas, para intentar consiste en tratar de jugar ...d5
ganar, pero ya no se puede desni- para complicar la lucha por la po-
velar la posición. sesión del centro.
57.¦a7+ ¢c8 58.¦a6. Y se 14.d5
acordó el empate: si 58...b3
59.¦c6+ y luego 60.¦xc5. ½-½ Cortando de raíz la eventual
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posibilidad de una ruptura en el Y cayó el peón avanzado.
centro, a la vez que impide el re-
torno natural del caballo negro a 22...¦c8
c6. En la actualidad Fischer, lo
mismo que Keres, Gligoric y Obteniendo el dominio de la
Smyslov, están considerados co- columna alfil dama por el peón
mo los jugadores que más a fon- de menos.
do conocen la Ruy López.
23.£d3 £a4 24.¥g5
14...¦fc8
Completando el desarrollo y
Saliendo de lo conocido. Tanto defendiendo indirectamente el
Keres como Geller, cuando en- peón rey.
frentaron a Bronstein, optaron
por 14...¥c8 ya que el alfil no te- 24...h6
nía más que hacer en la diagonal
de b7. Obligando el cambio del alfil,
pero se llega a un final inferior.
15.¥d3 ¤c4 Había que considerar 24...£c2 ac-
tuando con las piezas sobre los
Intentando complicar el juego, peones blancos.
las negras no disponen de mu-
chos planes. 25.b3 £a3 26.¥xf6 ¥xf6

16.¥xc4 Si bien el negro tiene el domi-


nio de la columna abierta de alfil
dama como compensación por el
Lo indicado, así quedará débil peón, la posición del blanco es
el peón alfil dama. sólida y ha de mejorar a medida
que prosiga el juego.
16...bxc4 17.¦e3
27.£d2 ¥d8
No resulta muy común ver que
sin estar plenamente desarrollado, A fin de que el alfil entre en la
se intente ganar peones. Empero, lucha por la diagonal a7-g1, pero
la posición pasiva de las piezas ya no tendrá mayores efectos.
negras permite esta maniobra un
tanto artificial. 28.¦b1
17...a5 18.¦c3 £d7 Maniobrando para entrar en
juego con la torre para disputar la
Si 18...¥a6 19.b3 refutando la columna alfil dama.
defensa del peón.
28...¥b6 29.¦b2 £c5
19.£c2 ¥a6 20.¤xc4 ¦xc4
21.¦xc4 ¥xc4 22.£xc4 En un intento de impedir el
Página 108 de 188
cambio de torres en la columna El caballo comienza a saltar pa-
abierta, pero esto no resulta así ra agrandarse.
ante el juego preciso de Fischer.
35...¢f7 36.¤e3 ¦b5 37.a4
30.¤e1 ¦c5 38.b4

Siempre dirigiendo a forzar el Cambiando peones para obte-


cambio de torres, lo que obliga a ner uno pasado y alejado.
las negras a tomar una determina-
ción. 38...axb4 39.¦xb4 ¥c7
40.¦c4
30...£c1
Obligando a un nuevo cambio
No parece ser lo más aconseja- de torres, con lo que se favorece
ble el cambio de damas, ya que la entrada del caballo.
de ese modo se elimina alguna fu-
tura posibilidad de contrachances. 40...¦xc4 41.¤xc4 ¢e7
Pero igual aun conservando las
damas, si el blanco toma posesión Si 41...d5 seguía 42.¤e3 d4
de la columna alfil dama, siempre 43.¤d5 y el rey blanco pasa igual-
dispondrá de las mejores chances. mente al flanco dama.

31.£xc1 ¦xc1 32.¢f1 f5 42.¤e3 ¢d7 43.¤d5 ¥a5


33.exf5 44.¢d3 ¢c6 45.¢c4 ¥e1
46.f3 ¥d2 47.g3 ¥e1 48.g4
¥a5 49.¤e7+ ¢d7 50.¢b5. 1-
0

Damjanovic, Mato
Szabo, Laszlo
[C74]

1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6


4.¥a4 d6 5.c3 f5 6.exf5 ¥xf5
7.d4 e4 8.¤g5 d5 9.f3 h6
10.fxe4 hxg5 11.exf5 ¥d6
12.£e2+ ¢f8 13.¢d1 £f6
14.¥b3 ¦h4 15.£e6 ¤ge7
Fischer no tiene complejos en 16.¦f1 ¦xh2 17.¤d2 £xe6
desprenderse de la base de apoyo 18.fxe6+ ¢g8 19.¦g1 g4
de d5, porque sus piezas entran 20.¤f1 g3 21.¥e3 ¦f8
rápido en la lucha. 22.¤xh2 gxh2 23.¦h1 ¦f6
24.¥c2 ¤d8 25.¢d2 ¤xe6
33...¦d1 34.¢e2 ¦xd5 26.¦af1 ¦xf1 27.¦xf1 g5 28.g4
35.¤c2 ¢g7 29.¢e2 ¤g6 30.¥xg6
Página 109 de 188
¢xg6 31.¢f3 ¤f4 32.b3 b5 Es increíble cómo los nervios
33.¦h1 ¤d3 34.¢g2 b4 pueden jugar una mala pasada.
35.cxb4 ¤xb4 36.a4 ¤c2 Cuando jugué 9...¦e8; pensé que
37.¥f2 ¥f4 38.¢h3 ¢f6 era imposible el 0-0-0 por ...e4, y
39.¥g3 ¥xg3 40.¢xg3 ¤xd4 analicé 11.¥xf6 exd3 12.¥xe7
41.¦xh2 ¤xb3 42.¦h6+ ¢e5 dxc2 ganando una pieza gracias a
43.¦xa6 d4 44.¢f3 c5 45.¦a8 la torre en d1. En ningún momen-
c4 46.a5 d3 47.a6 c3 48.¦e8+ to se me ocurrió que se podía to-
¢f6 49.a7 d2 50.a8£ d1£+ mar 12.£xe4, como sucedió.
51.¢f2 £d2+ 52.¢g1 £d1+
53.¢f2 £d2+. ½-½ 11.¥xe4! ¤xe4 12.£xe4
¥xh4
Quinteros, Miguel Ángel A esta altura consideré que mi
Panno, Oscar posición era inferior, aparte del
[E21] peón menos. Por lo tanto, decidí
hacer un tipo de partida con ata-
1.¤f3 ¤f6 2.c4 b6 3.¤c3 ques heterogéneos, donde el
¥b7 4.d4 e6 5.g3 ¥b4 6.¥g2 peón de menos no se sentiría tan-
0-0 7.0-0 ¥xc3 8.bxc3 d6 to.
9.¤e1 £c8 10.£d3 ¤c6
11.¤c2 ¤a5 12.¥xb7 £xb7 13.£xh4 £a5 14.d5 ¦b8
13.¤a3 e5 14.¥g5 e4 15.£b1 15.£d4 c5 16.£d3?
¤d7 16.£b5 c6 17.£f5 ¦ae8
18.¥f4 ¦e6 19.d5 g6 20.dxc6 Error muy frecuente en el juga-
£xc6 21.£d5 ¦c8 22.¦fd1 dor que estima que tiene la parti-
¤xc4 23.£xc6 ¦xc6 24.¤b5 da ganada y afloja la tensión para
¦c5 25.¤xa7 g5 26.¥c1 ¤f6 evitar complicaciones. Era muy
27.a4 ¤d5 28.¤b5. ½-½ fuerte 16.£f4!
16...a6 17.a4 ¤f6 18.¤d2
Schweber, Samuel ¥d7 19.£c2 b5 20.axb5 axb5
Agdamus, José Luis 21.cxb5 ¥xb5 22.¤xb5 ¦xb5!
[A54] 23.¤c4 £a6!
(Comenta J. Agdamus)
1.d4 ¤f6 2.c4 d6 3.¤c3 e5
4.¤f3 ¤bd7 5.¥g5 ¥e7 6.e3
c6 7.£c2 h6
Este es el momento indicado,
pues si 7...0-0 8.¥d3 h6 9.h4 con
superioridad.
8.¥h4 0-0 9.¥d3 ¦e8 10.0-
0-0 e4?

Página 110 de 188


Base de toda la idea de ataque. Tukmakov, Vladimir B
Bisguier, Arthur Bernard
24.f3 ¦b4 25.b3 ¦eb8 [C87]
26.¢d2
1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6
Y no 26.¦d3 por 26...£a1+ 4.¥a4 ¤f6 5.0-0 d6 6.c3 ¥g4
27.£b1 ¦xc4+! ganando. 7.h3 ¥h5 8.d3 ¥e7 9.¦e1
¤d7 10.¤bd2 ¤c5 11.¥c2
26...¤xd5! 27.¢e1 ¦xb3 ¤e6 12.¤f1 ¤g5 13.¥xg5
¥xg5 14.¤g3 ¥xf3 15.£xf3
Consecuente con el plan inicia- g6 16.¤f1 £f6 17.£e2 0-0
do en la movida anterior. 18.¤e3 £g7 19.¤d5 f5 20.exf5
¦xf5 21.d4 ¦ff8 22.£g4 ¥h6
28.¦xd5 ¦b1+ 29.¢f2 23.dxe5 ¤xe5 24.£d4 c6
25.¤b6 ¦ad8 26.¦e4. ½-½
Si 29.¦d1 seguía 29...¦xd1+
30.¢xd1 £a1+ 31.£c1 ¦b1 etc. y
a 30.£xd1 £xc4 con posición ga- García, Raimundo
nadora. Por esa razón Schweber Rubinetti, Jorge Alberto
decide entregar la calidad. [A61]

29...¦xh1 30.¦xd6 £a1 1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.d5 e6


31.¢g3 £e1+ 32.¢h3 £g1 4.¤c3 exd5 5.cxd5 d6 6.¤f3
g6 7.¤d2 ¥g7 8.¤c4 0-0
La idea es llevar al rey blanco a 9.¥g5 h6 10.¥h4 b6 11.e3
la cuarta horizontal y después ¥a6 12.a4 £e7 13.¦c1 ¤bd7
cambiar damas. 14.b3 ¥xc4 15.bxc4 ¤e5
16.¥e2 g5 17.¥g3 ¤fd7 18.0-
33.g3 £f1+ 34.¢g4 h5+ 0 f5 19.f4 ¤g6 20.£d3 ¦ae8
35.¢f4 £b1 36.£xb1 ¦hxb1 21.¥h5 £f6 22.¤b5 gxf4
37.¦c6 ¦8b4 23.exf4 ¦e4 24.¤c7 £d4+
25.£xd4 ¥xd4+ 26.¢h1 ¢h7
De no haber sido por el apuro 27.¤e6 ¦e8 28.¦ce1 ¤f6
de tiempo, ya se podía abando- 29.¥f3 ¦xe1 30.¦xe1 ¥c3
nar. 31.¦e2 ¥b4 32.h4 ¢g8 33.h5
¤f8 34.¥h4 ¢f7 35.¤xf8
38.¦xc5 ¦c1 39.e4 ¦bxc4 ¦xf8 36.¥xf6 ¢xf6 37.¦e6+
40.¦xh5 ¦c5. Y las blancas ¢g7 38.¦g6+ ¢h7 39.¦xd6
abandonaron. Esta fue para mí co- ¦f7 40.¦e6 ¥c3 41.¥d1 ¥f6
mo los cuentos para niños, con 42.¥c2. Y las negras abandona-
un mal principio y un final feliz. ron. Habían dejado bajo sobre la
0-1 jugada 42...¥h4 pero desistieron

Página 111 de 188


de continuar la partida. 1-0 O'Kelly de Galway, Alberic
Najdorf, Miguel
[E69]
Georghiu, Florin
Reshevsky, Samuel Herman 1.c4 g6 2.¤f3 ¥g7 3.d4 ¤f6
4.g3 0-0 5.¥g2 d6 6.¤c3
[E09] ¤bd7 7.0-0 e5 8.e4 c6 9.¦b1
a5 10.¦e1 exd4 11.¤xd4 ¦e8
1.¤f3 ¤f6 2.c4 b6 3.g3 ¥b7 12.h3 £c7 13.b3 ¤c5 14.¦e2
4.¥g2 e6 5.0-0 ¥e7 6.b3 0-0 ¥d7 15.¥f4 ¦ad8 16.£d2
7.¥b2 c6 8.d4 d5 9.¤bd2 ¥c8 17.¥h6 ¥h8 18.¦d1 £b6
¤bd7 10.£c2 ¦c8 11.e4 £c7 19.¤c2 ¥e6 20.¥e3 £c7
12.¦ad1 £b8 13.¦fe1 £a8 21.¤d4 ¥c8 22.¥f4 ¥g7
14.¤e5 ¦cd8 15.¦e2 ¤xe5 23.¥h6 ¥xh6 24.£xh6 ¦e5
16.dxe5 ¤xe4 17.¤xe4 dxe4 25.£d2 ¦de8 26.¦de1 ¦5e7
18.¥xe4 ¦xd1+ 19.£xd1 ¦d8 27.¦e3 h5 28.£b2 ¤h7 29.a3
£b6 30.b4 axb4 31.axb4 ¤a6
20.¦d2 ¦xd2 21.£xd2 c5. 32.¤c2 ¥e6 33.¥f1 ¤g5
½-½ 34.¢h2. ½-½

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Página 113 de 188
Undécima Rueda
4 AGOSTO DE 1970

Bisguier ½ Damjanovic ½
Panno 1 O’Kelly 0
Najdorf ½ Georghiu ½
Reshevsky 1 García 0
Rossetto 0 Schweber 1
Rubinetti ½ Smyslov ½
Szabo 0 Fischer 1
Agdamus 0 Quinteros 1
Mecking ½ Tukmakov ½

Y siguen las victorias espectaculares de Fischer. En esta reunión de-


rrotó al húngaro Szabó, el que se arriesgó con una captura osada
(16.¤xb5) que magistralmente fue refutada por Fischer con un cálculo
preciso, y después de una excelente movida (24...¦c2) ganó un hermo-
so final digno de un gran maestro de tanta calidad.
Muy bueno fue el triunfo de Panno frente a O'Kelly. El argentino se
afirma más y más en los primeros puestos. En cuanto al ex campeón
mundial Smyslov, llama mucho la atención la interminable serie de tab-
las, interrumpida solamente una vez, que ganó. Parece no estar jugan-
do con la debida energía y conformarse con no perder.
El joven Mecking intentó sacar provecho por medio de ataque en su
partida con Tukmakov, pero este maestro soviético está jugando con
gran precisión y se mantiene en el segundo puesto firmemente. Conju-
ró con habilidad todo peligro y el juego terminó empatado.
Interesantes escaramuzas se produjeron en el encuentro de Res-
hevsky contra García. Fue una lucha de interés pero el norteamericano
maniobró con exactitud y consiguió posición ventajosa, que en definiti-
va le permitió triunfar.
Bisguier obtuvo posición superior frente al yugoslavo Damjanovic,
pero en la parte media, al cometer un serio error (37.¦d4), las blancas
Página 114 de 188
perdieron la ventaja adquirida y las negras aprovecharon la ocasión pa-
ra salvar el medio punto.

Bisguier, Arthur Bernard 36.¦c1 ¦d8 37.£c3 ¤e8


Damjanovic, Mato 38.£b3 £d6 39.¦c4 £e7
[B23] 40.£c3 ¤d6 41.¦b4 ¦c8
42.£a3 e5 43.dxe5 £xe5
1.e4 c5 2.f4 g6 3.¤f3 ¥g7 44.¤d7 £e8 45.¤b6 ¦b8
4.¤c3 d6 5.¥c4 e6 6.d4 cxd4 46.¤xa8 ¦xa8 47.£d3 £e5
7.¤xd4 a6 8.0-0 ¤c6 9.¥e3 48.¦d4 ¦a3 49.£d1 ¤b5
¤ge7 10.£d2 d5 11.exd5 exd5 50.¦d8+ ¢h7 51.£d5 £xd5
12.¥e2 0-0 13.¦ad1 ¥e6 52.¦xd5 ¤c3 53.¦d7 ¢g8
14.¥f3 ¤xd4 15.¥xd4 ¥xd4+ 54.e5 ¢f8 55.¥c6 g6 56.¦d8+
16.£xd4 ¦c8 17.¦f2 ¦e8 ¢g7 57.¦d3 ¢f8 58.¦f3 ¤b1
18.¦fd2 £c7 19.g3 h5 20.¢h1 59.¦f4 ¢g7 60.¦b4 ¤c3
b5 21.a3 ¤f5 22.£f2 d4 61.¦b7 ¢f8 62.h4 ¦a5 63.f4
23.¤e4 ¢g7 24.¦e1 ¥d5 ¦c5 64.¥f3 h5 65.¢f2 ¤d5
25.¦xd4 ¥c6 26.¦dd1 £b7 66.¥d1 ¦c7 67.¦xc7 ¤xc7
27.¤g5 ¥xf3+ 28.¤xf3 ¦xe1+ 68.¢e3 ¤d5+ 69.¢d4 ¤e7
29.¦xe1 £d5 30.¢g2 ¦c4 70.¥c2 ¤f5+ 71.¥xf5 gxf5
31.c3 ¤h6 32.£e2 ¤g4 72.¢c5 ¢e7 73.¢b6 ¢e8
33.£d2 £c6 34.¦e7 a5 74.¢c6 ¢e7 75.¢c7 ¢e8
35.£d7 £xd7 36.¦xd7 b4 76.¢d6 ¢d8 77.e6 f6 78.e7+
37.¦d4 bxa3. ½-½ ¢e8 79.¢c6 ¢xe7 80.¢c7
¢f8 81.¢d6. 1-0
Panno, Oscar
O'Kelly de Galway, Alberic
[D41]
1.c4 ¤f6 2.¤c3 e6 3.¤f3 d5
4.d4 c5 5.cxd5 ¤xd5 6.e4
¤xc3 7.bxc3 cxd4 8.cxd4
¥b4+ 9.¥d2 ¥xd2+ 10.£xd2
0-0 11.¥b5 a6 12.¥e2 b5
13.0-0 ¥b7 14.£e3 ¤d7 15.a4
bxa4 16.¦xa4 a5 17.¦b1 ¥c6
18.¦aa1 ¤f6 19.¥d3 £e7
20.¤e5 ¦fc8 21.¤c4 ¦d8
22.¤xa5 ¥e8 23.¥e2 ¦a7
24.¥f3 £c7 25.¤b3 ¦xa1
26.¦xa1 £b6 27.h3 ¥c6
28.¤c5 £b4 29.¦d1 h6
30.¢h2 £b8+ 31.g3 £b2
32.¢g2 £b4 33.£d2 £b6
34.£c3 ¦c8 35.£e3 ¥a8 Oscar Panno
Página 115 de 188
Najdorf, Miguel disputa en la arena internacional.
Georghiu, Florin Y solamente a partir de 1950 apa-
[E19] rece de vuelta en los torneos so-
viéticos, teniendo como a uno de
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 b6 sus más entusiastas ejecutantes al
4.g3 ¥b7 5.¥g2 ¥e7 6.0-0 0- maestro y teórico Suetin, obser-
0 7.¤c3 ¤e4 8.£c2 ¤xc3 vándose que se han descubierto
9.£xc3 c5 10.dxc5 bxc5 nuevas ideas y caminos que mejo-
11.¦d1 d6 12.b3 ¤c6 13.¥b2 raron mucho las posibilidades del
¥f6 14.£d2 ¥xb2 15.£xb2 bando negro.
£e7 16.¦d2 f5 17.¦ad1 ¦ad8
18.a3 e5 19.e3 e4 20.¤e1 ¤e5 8.0-0
21.£c3 ¦f6 22.b4 ¦df8 23.¥f1
g5 24.bxc5. ½-½ Las opiniones sobre esta movi-
da están muy divididas ya que
también se emplea 8.¥g5 con la
Reshevsky, Samuel Herman idea de presionar sobre el caba-
García, Raimundo llo y obligando prácticamente a
[A79] las negras a jugar h6-g5 y ¤h5
para eliminar el molesto alfil.
(Comenta Bernardo Wexle·)
1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.d5 d6 8...exd5 9.cxd5 ¦e8 10.¤d2
4.¤c3 g6 5.e4 ¥g7 6.¤f3 0-0
7.¥e2 e6 En el encuentro Averbach-Tal,
Campeonato de la U. R. S. S.,
De este modo García, luego de 1958, las blancas continuaron
cambiar el peón rey, llegará por 10.£c2 y luego de 10...¤a6
trasposición de movidas al siste- 11.¥f4 ¤b4 12.£b1 ¤xe4!?
ma Indobenoni, que hoy en día 13.¤xe4 ¥f5 14.¤fd2 ¤xd5
se practica muy frecuentemente, 15.¥xd6? error, pues siguió
pues existen en la línea adoptada 15...¤f6 y Averbach quedó perdi-
grandes posibilidades estratégicas do. Sin embargo, la entrega de
con chances para ambos bandos, Tal ha sido muy discutida y hay
aun cuando las blancas tienen análisis muy interesantes que de-
cierta ventaja de espacio con su muestran la gran complejidad de
peón dominante en d5. la entrega realizada. Es evidente
Haciendo un poco de historia que Averbach tenía que jugar 15.
diremos que esta línea tuvo reper- ¥g3. Este encuentro tuvo mucha
cusión en el encuentro que sostu- repercusión y fue el que dio base
vieron Nimzovich-Marshall, en el a las muchas novedades que se
gran torneo de Nueva York, 1927, comenzaron a descubrir para me-
y que a raíz del dominio que con- jorar el juego de las negras. Ade-
siguieron las blancas en la misma, más, Tal también en partidas que
prácticamente desapareció de la tienen muchas similitudes batió a
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Gurgenidze en 1957 y a Gligoric Del mismo modo jugó Birbra-
en 1959. ger con Tal en el Campeonato
por Equipos de la U.R.S.S., en
10...¤a6 1955, donde luego de 14.¥g5
£d7 15.£d2 ¥xc4 16.¥xc4 a6
Una jugada de Tal, que García 17.£d3 se neutralizó el avance de
conoce muy bien, ya que con la los peones negros en el flanco da-
misma obtuvo una bonita victoria ma.
frente a Rubinetti en el torneo de
Buenos Aires, 1954. Sin embargo, 14...h6
es de hacer notar que en la actua-
lidad el mismo Tal la ha dejado De doble filo; si por un lado
de lado y prefiere emplear obliga a una decisión al alfil, por
10...¤bd7 como lo hizo en el últi- otro lado debilita la cadena de
mo campeonato soviético donde peones en el flanco rey, lo que
batió a Tukmakov. Tal dice que más adelante se hará sentir.
ello se debe al encuentro que
disputó en el match U.R.S.S. v. 15.¥e3 ¥xc4
Yugoslavia, 1967, en donde lo
venció Bukic y la partida siguió lo Cediendo momentáneamente
mismo que en la presente hasta la la pareja de alfiles.
jugada 12a. de las negras.
16.¥xc4 a6 17.£d2 ¢h7
11.f3 18.¦ab1!

Lo aconsejado por Gligoric y Interesante movida con el fin


que brinda a las blancas la defen- de jugar b4 e impedir que las ne-
sa del peón rey con un peón a fin gras puedan llevar su peón a di-
de permitir la evolución de las cha casilla mejorando sus posibili-
piezas blancas y de paso elimina dades.
las posibles combinaciones a base
de ¤xe4, que tanto dolor de ca- 18...£d7 19.b4 b5 20.¥e2
beza han dado a las blancas. c4 21.a5

11...¤c7 12.a4 b6 Con las operaciones de las dis-


tintas maniobras efectuadas por
En la partida Bukic-Tal siguió los dos jugadores las blancas que-
12...¤d7 que sugieren los teóricos daron con las mejores posibilida-
Shaposhniky y Yudovich, pero des.
luego de 13.¤c4 ¤e5 14.¤e3 f5 1º) Por dominar el centro y poder
15.f4 ¤f7 16.exf5 gxf5 17.¥d3 las ubicar su alfil en d4 o bien un ca-
blancas están mejor. ballo en dicha casilla.
2º) Las negras no pueden progre-
13.¤c4 ¥a6 14.¥g5 sar en el ala dama y centro y de la
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única ruptura que dispondrían
eventualmente sería con ...f5.
3º) El plan temático de expansión
de las blancas f4-e5-d6, una vez
realizados los correspondientes
reagrupamientos de los alfiles y
las torres a la columna rey no po-
drá ser impedido.
4º) También la cuña de peones
blancos en d5-a5 impide que los
caballos negros puedan ubicarse
con todo su poderío.
La ruptura temática para ganar
21...£e7 22.¥d4 £f8 nuevas posiciones; las blancas en-
23.¥d1 ¤d7 24.¥xg7 £xg7 tregan su peón para avanzar el
25.¥c2 peón libre dama y comenzar a
operar con sus piezas para la con-
De este modo se neutraliza quista de nuevas posiciones en el
que las negras puedan desahogar campo adversario.
su posición restringida mediante
...f5 y anulado esto, el futuro 30...dxe5 31.d6 ¦e6
blanco se presenta muy favorable.
El planteo es toda una lección de En cambio, si 31...¦ee8 32.fxe5
¦xe5 33.¦xe5 ¤xe5 34.£d5 ¦e8
alta estrategia por parte de Res- 35.d7 ¤f3+ 36.£xf3 ¦xe1+ 37.¢f2
hevsky. y las blancas ganan.
25...¦e7 26.¦be1 ¤e8 32.f5 ¦f6 33.fxg6 fxg6
34.¤e4 ¦e8
En vista que no se puede pe-
netrar por el flanco dama, se in- Resignándose a la entrega de
tenta hacerlo por el de rey; la ac- calidad. Si 34...¦f7 35.¤c5 ¤gf6
ción de los caballos negros es ne- (no 35...¤xc5 36.bxc5 y hay dos
tamente defensiva. Si las negras peones blancos pasados) 36.¤e6
hubieran jugado 26...¦ae8 las £h7 37.¤c7 y cae el peón torre
blancas podrían considerar la ma- dama, quedando el peón torre pa-
niobra ¤-e2-d4-c6. sado de las blancas.

27.f4 ¤ef6 28.¦e2 ¢h8 35.¤xf6 ¤gxf6 36.¦e3 ¦e6


29.¦fe1 ¤g8
Las negras van en busca del
Tratando de impedir e5, pero peón dama avanzado, pero igual
no resultará posible evitarlo. las piezas blancas ejercen mucha
fuerza y en cuanto pasen al cam-
30.e5! po enemigo la lucha estará decidi-
Página 118 de 188
da. 54...¤d4 55.¥xa6 ¤d5
56.¥b7 ¤xb4 57.a6. 1-0
37.¦g3 ¤h5 38.¦f3 ¤hf6
39.¦g3 ¤e8 40.¦d1 ¦xd6
Rossetto, Héctor
Si bien es cierto que se gana Schweber, Samuel
otro peón, también se abre la lí- [E11]
nea para que la torre blanca pue-
da tener más campo de acción. 1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3
¥b4+ 4.¥d2 a5 5.a3 ¥xd2+
41.£e1 ¤f8 42.¦xd6 ¤xd6 6.¤bxd2 a4 7.e4 d6 8.¥e2 e5
43.£d2 ¤f7 44.£d5 9.c5 0-0 10.0-0 ¤c6 11.d5
¤b8 12.b4 axb3 13.£xb3
Penetrando sobre las posicio- ¤bd7 14.cxd6 cxd6 15.¥b5
nes negras, cuyos caballos desa- ¤c5 16.£b1 ¥d7 17.¦e1
rrollan un papel netamente pasi- ¥xb5 18.£xb5 ¦a5 19.£b1
vo. ¦a4 20.¦e3 £a5 21.h3 h6
22.£c2 b5 23.¦b1 ¦a8 24.¤b3
44...e4 45.h3 ¤xb3 25.¦bxb3 ¦c4 26.£b1
£c7 27.¢h2 ¦c2 28.¦xb5
Un escape de aire necesario ¦xf2 29.£b4 £c2 30.¤e1
para el rey blanco. £c1 31.£c3 £xc3 32.¦xc3
¤xe4 33.¦e3 f5 34.¢g1 ¦a2
45...£a1+ 46.¢h2 ¢g7 35.¦bb3 ¦a4 36.¤f3 g5
47.¥xe4 37.¦b7 ¦4xa3 38.¦xa3 ¦xa3
39.¢f1 ¦a5. 0-1
Se comienza a recoger la cose-
cha de peones ubicados en casi-
llas blancas.
47...£b2 48.¦f3
Obligando a las negras a bus-
car el cambio de damas, pero
igual las blancas no tendrían ma-
yores dificultades para imponer-
se.
48...£e5+ 49.¢g1 £xd5
50.¥xd5 ¤d6 51.¢f2 ¤d7
52.¦e3 ¤f5 53.¦e1 ¤f6
54.¥b7
Conquistando el peón de la ba-
se, con lo que nace un peón libre
para las blancas que termina el
cotejo.
Página 119 de 188
Rubinetti, Jorge Alberto 10.axb4 b5 11.cxb5 axb5 12.d4!
Smyslov, Vassily V d5 13.¥f4 ¦b6 14.£b3 e6
[B07] 15.¦fc1! con superioridad. Partida
Larsen v. Ivkov, Palma de Mallor-
1.e4 d6 2.d4 ¤f6 3.¤c3 g6 ca, 1968. La jugada hecha en la
4.f3 c6 5.¥e3 b5 6.£d2 £a5 presente partida lleva el propósito
7.¤ge2 ¤bd7 8.¤c1 £c7 9.a4 de continuar con ¤e2 y d4 con
b4 10.¤d1 e5 11.c4 bxc3 mucha presión en el centro. Las
12.¤xc3 ¥g7 13.¥e2 0-0 negras pueden oponerse ese plan
14.0-0 d5 15.exd5 ¤xd5 con 5...e5 6.¤ge2 ¤ge7 7.a3 d6
16.¤xd5 cxd5 17.¤a2 ¦b8 8.¦b1 0-0 etc. pero Fischer juega
18.b4 ¤b6 19.¦ac1 ¤c4 ahora sin temor a la citada pre-
20.¥xc4 dxc4 21.d5 a6 22.¥c5 sión blanca en el centro.
¦d8 23.¦xc4 ¥e6 24.¤c3
¦xb4 25.¥xb4 £xc4 26.¥e7 5...¤f6
¦d7 27.d6 f5 28.¦d1 £d4+
29.£xd4 exd4 30.¤e2 ¥b3 Después de 5...e6 6.¤ge2
31.¦d2 ¥xa4 32.¤xd4 ¢f7 ¤ge7 7.0-0 0-0 8.d4 cxd4 9.¤xd4
33.f4 ¥xd4+ 34.¦xd4 ¥b5 d5 la posición es equilibrada.
35.¦b4 ¦b7 36.¥d8 ¢e6
37.¥c7 ¥c6 38.¦xb7 ¥xb7. 6.d4 0-0 7.¤ge2 d6 8.0-0
½-½ ¥f5

Provocando un bloqueo cen-


Szabo, Laszlo tral.
Fischer, Robert James
[E61] 9.d5 ¤a5 10.e4 ¥d7 11.b3
a6
(Comenta Luis Palau)
1.c4 g6 2.g3 ¥g7 3.¥g2 c5 Y el contrajuego de las negras
4.¤c3 ¤c6 5.e3 en el flanco dama cobrará ahora
bastante fuerza.
Hay varias continuaciones en-
tre las que pueden decidirse las 12.¦b1 b5 13.cxb5 axb5
blancas. Las principales son 5.d3 14.b4
a lo que puede seguir 5...¦b8!
6.¥d2 a6 7.¦b1 ¤f6 8.a3 0-0 9.b4 Las blancas defienden la situa-
cxb4 10.axb4 b5! y queda en tela ción serenamente.
de juicio el relativo valor de la
movida 5.d3. Otra posibilidad es 14...cxb4 15.¦xb4 £c7
5.¤f3 y entonces sigue 5...¤f6 16.¤xb5
6.0-0 0-0 7.a3 (7.d4 se entra en
posiciones de la India del Rey) Ahora se equivocaron las blan-
7...a6 8.¦b1 ¦b8 9.b4 cxb4 cas. Lo correcto era 16.¥e3.
Página 120 de 188
16...£c5 17.£d4 24...¥xd4 25.¦xd4 ¥b5
26.¦e1 ¤b3 27.¦b4 ¤xc1!

Muy bien calculado. Parecería


que no hay nada, pero la posición
de las negras tiene una energía la-
tente que muy pronto se pondrá
en evidencia con la acertada con-
ducción de Fischer.

28.¦xb5 ¤e2+ 29.¢f1 ¤c3


30.¦c5 ¦d8!

Y comenzaron las angustias pa-


ra las blancas. Si 31.¦e3 entonces
En apariencia salvando las difi- 31...¦d1+ 32.¦e1 ¦dd2 etc.
cultades, pero el conductor de las
negras había efectuado un cálculo 31.¥h3 ¦dd2 32.¦c8+ ¢g7
exacto de la posición y obtiene 33.¦e3 ¤d1!
ahora un juego superior por me-
dio de una maniobra elegante y Otra fuerte movida. Si 34.¦xc2
precisa. ¤xe3+ ganando calidad.
17...¤xd5! 18.£xc5 dxc5 34.¦f3 ¦xf2+ 35.¦xf2
19.¦b1 ¤b4 20.¤c7 ¦xf2+ 36.¢g1
Si 20.¤bc3 seguía con mucha Por supuesto, después de
fuerza 21.¤f4. 36.¢e1 ¦xh2 el final se gana con
mayor facilidad.
20...¦a7 21.a3
36...¦e2 37.¥g4 ¦xe4. 0-1
La continuación de las blancas
resultó prácticamente forzada. Si
ahora 21.¤d5 seguía 21...¤xd5 Agdamus, José Luis
22.exd5 ¤c4 con gran dominio. Quinteros, Miguel Ángel
[A56]
21...¦xc7 22.axb4 cxb4
23.¦xb4 ¦c2! 1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.d5 e5
4.¤c3 d6 5.e4 ¤bd7 6.¤f3
Una torre en séptima que ejer- ¥e7 7.¥d3 ¤f8 8.h3 ¥d7 9.a3
cerá de ahora en adelante mucha ¤g6 10.g3 h5 11.h4 ¥g4
presión. 12.¥e2 ¤d7 13.¤d2 ¥xe2
14.£xe2 ¥f8 15.¤f1 ¤e7
24.¤d4 16.¥g5 g6 17.£d2 ¥g7 18.f3
f6 19.¥e3 f5 20.¥g5 ¤f6
Si 24.¤f4 seguía 24...¦fc8. 21.¤e3 £d7 22.b4 b6 23.¦b1
Página 121 de 188
¦c8 24.0-0 0-0 25.¢h2 ¤h7 12.¦c1 £c7 13.¥f3 ¦fd8
26.bxc5 ¦xc5 27.£d3 f4 14.g4 ¥c8 15.g5 ¤d7 16.¥g2
28.¤ed1 fxg3+ 29.¢xg3 ¤xg5 ¤a5 17.¤xa5 bxa5 18.¤e2
30.hxg5 ¤c8 31.¤b2 £d8 ¤c5 19.b3 ¥b7 20.¤g3 d5
32.£e3 ¦f4 33.¢f2 £xg5 21.exd5 ¥xd5 22.£e2 g6
34.¦h1 £f6 35.¦bg1 ¦h4 23.¦cd1 ¥xg2 24.¢xg2 ¦ac8
36.¦xg6 £xg6 37.¦xh4 ¥h6 25.¦xd8+ ¦xd8 26.¦d1 £c6+
38.£e1 ¥f4 39.£g1? ¥e3+. 0- 27.¢g1 ¦c8 28.¦d4 ¦d8
1 29.¢f2 e5 30.¦xd8+ ¥xd8
31.fxe5 ¤e4+ 32.¤xe4 £xe4
Mecking, Henrique 33.¢e1 £xe5 34.h4 h6
Tukmakov, Vladimir B 35.¢d1 hxg5 36.£d2 ¥e7
[B85] 37.hxg5 ¥b4 38.£d8+ ¢h7
39.£d4 £g3 40.c3 ¥d6 41.c4
1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 ¥e5 42.£e4 f5 43.gxf6 ¥xf6
4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 d6 6.¥e2 44.c5 £e5 45.£d3 £e6
¥e7 7.0-0 0-0 8.¥e3 ¤c6 9.f4 46.¢c2 ¢g7 47.¥d4 ¥xd4
¥d7 10.¤b3 a6 11.a4 b6 48.£xd4+ ¢f7 49.£c3 £f5+
50.¢c1 £f1+. ½-½

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Duodécima Rueda
6 AGOSTO DE 1970

Georghiu 1 García 0
Damjanovic ½ Mecking ½
Najdorf ½ Panno ½
Tukmakov ½ Rubinetti ½
Smyslov ½ Reshevsky ½
Schweber 0 Szabo 1
Quinteros ½ Rossetto ½
O’Kelly 1 Agdamus 0
Fischer 1 Bisguier 0

Hablando siempre de Fischer, la indiscutida figura del Torneo de


Buenos Aires, en su segunda edición, se impuso esta vez a su compa-
triota Bisguier, que le opuso una débil variante Ruy López poco conoci-
da. El gran talento de Fischer dominó a la variante cambiando una pie-
za por tres peones, que terminaron por significarle la victoria.
Tukmakov, gloria todavía desconocida pero sin duda lo mejor que
nos vino de los extranjeros nuevos, realizó una partida serena frente a
nuestro joven Rubinetti, de quien cabe esperar sepa dominar el análisis
por reloj para convertirse en lo que los aficionados esperan de su gran
calidad. En resumen: tablas sin problemas tácticos.
En cambio lucharon con denuedo Quinteros contra Rossetto, éste
uno de nuestros mejores valores de la primera hora. Aquél, el ajedrecis-
ta argentino que surge con perfiles más definidos. De todas maneras no
pudieron superar al cabo de dos horas y media de lucha.
Schweber sigue sumando contrariedades. Terminó perdiendo una
partida que parecía fácil después de ganar un peón en la apertura.
Apremiado por el tiempo realizó un desafortunado sacrificio de dama.
Agdamus no rindió lo que parecía por su comportamiento en el Tor-
neo del Noroeste. Tal vez le cayó mal su presentación en una compe-
tencia de esta naturaleza. Apenas al minuto de la segunda hora debió
rendirse ante O'Kelly.
Nuestros dos grandes maestros internacionales, Najdorf y Panno,
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convinieron tablas en la jugada 22a cuando los planes tácticos estaban
agotados.
Smyslov y Reshevsky, al igual que el inspirado maestro del Brasil,
Mecking en su partida contra Damjanovic, convinieron sus respectivos
empates en pocas jugadas, sin que aparentemente hubiera forma de
desnivelar el juego..
En cambio nuestro joven Raimundo García, jugando con garra y vio-
lencia pareció querer inclinar la lucha en su favor, por lo menos hasta
la jugada 37a Posteriormente cometió un grave error y debió abando-
nar.

Georghiu, Florin mente 6.g3 siguiendo con 7.¥g2


García, Raimundo para más tarde iniciar un ataque
[B81] en el flanco rey por medio de
8.f4, 9.g4 etc. Pero yo me hice la
(Comentó Bernardo Wexler) siguiente pregunta: ¿no sería posi-
1.e4 e6 2.d4 c5 3.¤f3 cxd4 ble ahorrar un tiempo, empezan-
do directamente con g4?. A fin de
Luego de intentar realizar una valorar exactamente la movida
Defensa Francesa, las negras final- 6.g4 debían tomarse ante todo las
mente optaron por una Siciliana; posibles contestaciones del adver-
sin embargo, no creo que esta sario, o sea 6...e5; 6...d5; y 6...h5.
elección sea la mejor por parte de Dado que 6...h5 no tendría
García, ya que en la Olimpíada sentido por 7.g5; 6...d5 7.exd5
Mundial de Tel Aviv en 1964, el ¤xd5 8.¥b5+ ¥d7 9.¤xd5 exd5
gran maestro rumano demostró 10.£e2+ dejaría a las blancas con
conocer muy bien dicha apertura posición muy cómoda, la única
y sentirse muy a gusto con la mis- respuesta seriamente considera-
ma porque generalmente brinda ble era 6...e5. Llegué al convenci-
alguna iniciativa para el blanco. miento de que, sin previo análisis
casero, mi adversario no arriesga-
4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 d6 6.g4 ría este avance de dudoso aspec-
to, después de 7.¥b5+ ¥d7 las
El ataque Keres, que el famoso blancas conquistan la fuerte casi-
maestro estoniano ideó en la par- lla f5 para su caballo. En realidad,
tida que disputó contra el fuerte después de 8.¥xd7+ £xd7 9.¤f5
jugador Bogoljubow en el torneo la situación de las negras se vuel-
de Salzburgo de 1943. Refiriéndo- ve crítica. Si 9...h5 etc. las blancas
se a la misma Keres, en su libro no están obligadas a seguir atro-
«El Ajedrez como yo lo juego» pellando con 10.g5 ¤xe4
editado por la Editorial Sopena, 11.¤xg7+ ¥xg7 12.¤xe4 d5 etcé-
página 199, manifestó: «Esta in- tera. (O'Kelly-Christofel, Gronin-
teresante idea se me ocurrió du- ga, 1946), sino que tienen a su
rante la partida. En la presente disposición una continuación mu-
posición se ha jugado frecuente- cho más efectiva: 10.¥g5! Si aho-
Página 124 de 188
ra 10...¤xg4 entonces sigue 11.h3 do accionar en flanco dama.
y en el peor de los casos las blan-
cas recuperan por lo menos su 7.¦g1
peón, con excelente posición.
Pasaron 27 años y aún hoy en Más usual resulta 7.¥g2; em-
día esta compleja línea se emplea pleadas por Vasiukov y Lutikov
con alguna frecuencia, en espe- frente a Tukmakov en el torneo
cial cuando uno de los jugadores de Harkov, 1967. La idea de la
quiere buscar acciones rápidas presente jugada es seguir oportu-
con grandes complicaciones y namente con 8.h4 y 9.g5.
muchas posibilidades de combi-
nación. Y aun cuando se la ha 7...¤c6 8.¥e3 a6
analizado bastante, las conclusio-
nes teóricas sobre la misma no se Jugada necesaria para no que-
han definido concretamente. dar con problemas como ocurrió
Es de hacer notar que Keres en en el encuentro Matulovic-Bukic,
varias líneas contra la Defensa Si- Yugoslavia, 1967, donde las ne-
ciliana ha realizado jugadas ries- gras se apuraron jugando 8...d5
gosas, obligando a rápidas deci- 9.¥b5 ¥d7 10.exd5 exd5 y las
siones, como por ejemplo el gam- blancas están mejor.
bito del peón caballo dama frente
a Eliskases, en Semmering, 1939, 9.h4
y el gambito, Gotemburgo, en
1955, frente a Panno. Demasiado precipitado en la
intención de avanzar el peón ca-
6...h6 ballo.

Además de la presente, las ne- 9...d5


gras disponen de otras respuestas:
6...¤c6; 6...a6; 6...¥e7; 6...d5?; y Parece más adecuado para las
6...e5. negras obligar a una decisión in-
La textual evita que el blanco mediata en el ala rey especulando
desaloje el caballo rey con g5, el avance del peón torre, median-
mas tiene el inconveniente que te 9...h5 10.g5 ¤g4 11.£d2 (el al-
debilita el flanco rey y por lo tan- fil no puede retirarse por
to se volvería muy arriesgado ha- 11...£b6) 11...¤xe3 12.£xe3 g6.
cer el enroque corto. Panno fren-
te a Rubinetti, en el torneo de la 10.exd5 ¤xd5 11.¤xd5
Y. M.C. A., 1968, y Najdorf contra £xd5 12.¥g2 £a5+ 13.c3 ¤e5
Georghiu en La Habana, 1966, 14.£e2 £c7
optaron por 6...¤c6. Mientras que
Petrosian jugó contra Padesky, en Un retroceso que no le debe
Zagrev, 1965, 6...a6 Siendo consi- haber gustado mucho a García, ya
deradas estas dos jugadas como que con su dama en a5 impedía
las mejores para el bando negro, el enroque largo, pero no se ve
que debe tratar de buscar un rápi- claro que las negras dispongan de
Página 125 de 188
planes mejores. La vuelta de la ble, pero había que vigilar el pun-
dama tiende a preparar ¤c4 como to de b7.
¥d7 para tratar de enrocar largo.
19.£f3
15.0-0-0 ¥d7
Ahora continúa el asedio hacia
Un desarrollo superficial, como el flanco dama.
diría Reti; el alfil dama sale de su 19...¥e7
casilla intentando el enroque lar-
go que no se concretará. Era me- Buscando un contraataque so-
jor de inmediato ¤c4 eliminando bre los peones en el flanco rey,
el alfil dama sin mayores apre- ya que no resulta posible 19...0-
mios. 0-0 por 20.£xf7, etc.
16.¥f4 ¤d3+ 20.g5 hxg5 21.hxg5 ¥xg5
22.£xb7 ¦a7 23.£xc7 ¦xc7
No era factible 16...¥d6 ya que 24.¥f1 ¥f6 25.¥xa6
luego de 17.¤xe6 ¥xe6 18.¦xd6
£xd6 19.¥xe5 las blancas tienen Y de los cambios provocados
mucho ataque por la calidad en- las blancas han ganado un impor-
tregada. tante peón, quedando con los tres
peones pasados en el flanco de
17.£xd3 £xf4+ 18.¢b1 dama. Las negras tienen una pe-
£c7 queña compensación en la pareja
de alfiles.
25...¦h2 26.f4 ¦c5 27.¦ge1
¦f2 28.¦f1 ¦xf1 29.¥xf1 g5
30.fxg5 ¥xg5 31.c4 ¥f6
32.¤b5 ¦h5

Intentando pasar con la torre a


las últimas líneas para conseguir
algún contrajuego. El cambio de
32...¥xb5 no ayudaría mucho a
las negras, pues el peón blanco
estaría muy avanzado.
Y recién ahora las negras se 33.¥d3 ¥e7 34.a3 ¦h2
perciben que no pueden hacer el 35.¥c2 e5 36.¤c7+ ¢d8
enroque largo. Ya que si 18...0- 37.¤d5?
0-0 19.¤c6! bxc6 20.£xa6+ ¢c7
(si 20...¢b8 21.£b6+ ¢c8 22.¥f1 Tal como indicó el maestro Be-
etc.) 21.£a7+ ¢c8 22.¥f1 con ma- cker, las blancas jugando 37.¥a4
te inminente. La dama negra debe habrían ganado una pieza. El
volver, lo que no es muy agrada- apremio del reloj de ambos riva-
Página 126 de 188
les hizo que las últimas jugadas final está matemáticamente gana-
del control de tiempo se realiza- do. Ya que si 44...¢f6 45.¢c2 (en
ran en forma vertiginosa y a ello cambio no de inmediato 45.a4
se debe que a Georghiu se le ha- pues sigue 45...¥e1 46.c6 ¢e7
ya pasado por alto dicha alternati- 47.b5 ¥a5 y las negras tendrían
va. aseguradas las tablas) 45...e4
46.a4 f4 47.a5 f3 48.¥c4 e3
37...¥c5 38.¤f6 ¥d4 49.¢d1 y luego del sacrificio del
39.¤xd7 ¢xd7 alfil por los peones negros, las
blancas imponen sus peones
Aun cuando hay alfiles de dis- avanzados.
tinto color, los tres peones del
flanco dama son muy fuertes. 45.¢c2 e4 46.¥d5 ¢c7
47.a4 ¢b8
40.b4 ¢e6 41.¦f1
Si se avanza 47...e3 48.¥f3 y
Impidiendo que las negras se luego el rey blanco pasa a colabo-
movilicen con f5, que podría dar- rar con el ejército de peones.
le contrajuego.
48.¢b3 ¢a7 49.¥e6
41...¦f2
Obligando a los peones negros
Si 41...¦e2 42.c5 e4 43.¥b3+ a colocarse en casillas negras para
¢e5 44.¥xf7 e3 45.¥c4 ¦b2+ que luego no puedan avanzar.
46.¢c1 y las blancas deben impo-
ner sus peones de ventaja. 49...e3 50.¥c4

42.¦xf2 ¥xf2 43.c5 f5 Haciendo la calesita, se impide


44.¥b3+ ¢d7? el avance de los peones.

50...¥h4 51.¥e2 f4 52.¢c4

El rey entra a apoyar a sus peo-


nes, lo que es decisivo.

52...¥e1 53.b5 ¥a5 54.¢d5


¢b7 55.¢d6 ¥c7+ 56.¢d7. Y
las negras abandonaron. Si
56...¥a5 57.¥f3+ (en cambio
57.b6 conduce a tablas por
57...¥xb6 58.cxb6 ¢xb6 - ...¢a5
y cae también el peón torre)
El maestro Becker califica esta 57...¢a7 58.¢c8 y las negras no
jugada como pasiva, haciendo tienen jugadas. 1-0
pensar que las negras podrían ha-
berse salvado, pero no es así. El
Página 127 de 188
Damjanovic, Mato 32.¢b3 ¤e5 33.¥e4 ¤f7
Mecking, Henrique 34.¦e1 ¤g5 35.¤h4 ¤xe4
[B53] 36.¦xe4 ¦xe4 37.fxe4 ¢f7
38.b5 a5 39.¢c2 ¥f6 40.¤f3
1.e4 c5 2.¤f3 d6 3.d4 cxd4 ¢g6 41.¢d3. ½-½
4.£xd4 ¤c6 5.¥b5 ¥d7
6.¥xc6 ¥xc6 7.c4 ¤f6 8.¤c3
g6 9.0-0 ¥g7 10.¥e3 0-0 Smyslov, Vassily V
11.£d3 £a5 12.¥d4 a6 13.a3 Reshevsky, Samuel Herman
b5 14.¤d5 ¥xd5 15.cxd5 ¦fc8 [E19]
16.¦ac1 £d8 17.¥c3. ½-½
1.¤f3 ¤f6 2.c4 b6 3.d4 e6
4.g3 ¥b7 5.¥g2 ¥e7 6.0-0 0-
Najdorf, Miguel 0 7.¤c3 ¤e4 8.£c2 ¤xc3
Panno, Oscar 9.£xc3 c5 10.¦d1 d6 11.£c2
[E57] ¤c6 12.¥e3 cxd4 13.¤xd4
¤xd4 14.¥xd4 ¥xg2
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 ¥b4 15.¢xg2 £c7 16.£d3 ¦ac8
4.¤f3 c5 5.e3 0-0 6.¥d3 d5 17.b3 £c6+ 18.£f3 £xf3+
7.0-0 dxc4 8.¥xc4 ¤c6 9.¥d3 19.¢xf3 ¦fd8 20.¦ac1 ¢f8
cxd4 10.exd4 ¥e7 11.a3 b6 21.¥b2 ¦c5 22.e3 f5 23.¢e2.
12.¦e1 ¥b7 13.b4 ¦c8 14.¥b2 ½-½
¦c7 15.£e2 ¦d7 16.¤e4
¤xe4 17.¥xe4 ¥f6 18.¦ac1
¤e7 19.¦c2 ¥xe4 20.£xe4
¦c7 21.¦xc7 £xc7 22.¦c1. Schweber, Samuel
½-½ Szabo, Laszlo
[B28]

Tukmakov, Vladimir B 1.e4 c5 2.¤f3 a6 3.c3 d6


Rubinetti, Jorge Alberto 4.d4 ¤d7 5.¥c4 e6 6.a4 ¥e7
[E87] 7.0-0 cxd4 8.cxd4 ¤gf6 9.e5
¤e4 10.¦e1 d5 11.¥d3 f5
1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 ¥g7 12.exf6 ¤dxf6 13.¤bd2 ¥b4
4.e4 d6 5.f3 e5 6.¤ge2 ¤bd7 14.¦e2 ¤xd2 15.¥xd2 ¥xd2
7.¥e3 0-0 8.d5 ¤h5 9.g4 ¤f4 16.£xd2 £d6 17.£g5 0-0
10.£d2 f5 11.gxf5 gxf5 12.exf5 18.¤e5 ¥d7 19.¦e3 h6
¤c5 13.¤g3 ¥xf5 14.¤xf5 20.£h4 ¥e8 21.¦ae1 ¦c8
¦xf5 15.0-0-0 b6 16.¦g1 ¢h8 22.£h3 ¤e4 23.f3 ¤f6 24.b3
17.¦g4 a6 18.¢b1 £f8 19.£c2 ¦c7 25.¤g6 ¥xg6 26.¥xg6
¦e8 20.¤e2 ¤g6 21.¥g2 ¦h5 £b4 27.£xe6+ ¢h8 28.£e5
22.h3 £f5 23.¤g3 £xc2+ £b6 29.¥b1 ¦cc8 30.g4 ¦ce8
24.¢xc2 ¦h4 25.¥g5 ¦xg4 31.£xe8 ¤xe8 32.¦xe8
26.hxg4 ¤f4 27.¥f1 h6 £xd4+ 33.¢g2 £b2+ 34.¢g3
28.¥xf4 exf4 29.¤f5 ¢h7 £f6 35.¦xf8+ £xf8 36.¥g6
30.b4 ¤d7 31.¥d3 ¢g8 £d6+. 0-1
Página 128 de 188
Quinteros, Miguel Ángel ¤g4 entraríamos en una posición
Rossetto, Héctor similar a la de la partida Mecking
[A07] v. Agdamus.
1.¤f3 d5 2.g3 ¤f6 3.¥g2 7.d5 f5 8.¤g5!
¥f5 4.0-0 c6 5.d3 e6 6.¤bd2
¥e7 7.£e1 0-0 8.e4 ¥g4 9.h3 Complemento necesario de la
¥xf3 10.¥xf3 a5 11.e5 ¤fd7 jugada precedente, dando así
12.¥g4 a4 13.¤f3 ¤a6 14.h4 tiempo para f3 y consolidando el
£b6 15.a3 ¦ae8 16.£e2 ¤c7 punto e4.
17.d4 £b5 18.£xb5 ¤xb5
19.¥e3 ¦c8 20.c3 c5 21.dxc5 8...¤f6 9.f3 0-0
¤xc5 22.¦ad1 ¦c7 23.¦fe1
¦a8 24.¥h3 ¤a7 25.¤d4 ¤d7 Si 9...h6 seguía 10.¤e6 ¥xe6
26.f4 ¥c5 27.¥f2 ¥xd4 11.dxe6 con posición de doble fi-
28.¥xd4 ¤c6 29.f5 ¤xd4 lo pero favorable para las blancas.
30.¦xd4 ¤c5 31.fxe6 fxe6 Quizá se pudo intentar 9...c5 te-
32.c4 dxc4 33.¦xc4 g6. ½-½ niendo presente que en posicio-
nes cerradas siempre hay tiempo
para el enroque.
O'Kelly de Galway, Alberic
Agdamus, José Luis 10.£d2
[A42]
Con esto se impide ...c5, juga-
(Comenta Alberto O'Kelly) da que a Agdamus le gusta hacer,
1.c4 e5 2.¤c3 d6 3.¤f3 llegando a un bloque parecido al
de su partida con Reshevsky.
De manera de controlar la casi-
lla d5, lo que es más activo que 10...c5?
3.g3 que también suele jugarse.
3...g6 4.d4 ¤d7
Contra Smyslov, Agdamus jugó
4...¥g7 lo cual está más de acuer-
do con la idea de su tercera movi-
da.
5.e4 ¥g7 6.¥e3
Tratando de evitar las líneas
comunes que se presentan con
6.¥e2.
Error posicional que lleva a
6...¤e7 una posición perdida. Interesante
era ...¥h6, y también había que
Después de 6...¤gf6 7.¥e2 considerar ...fxe4.
Página 129 de 188
11.dxc6 bxc6 12.0-0-0 h6 Fischer, Robert James
13.¤h3 f4 14.¥f2 Bisguier, Arthur Bernard
[C78]
Con la continuación 14.¥c5
¥xh3 15.£xd6 £a5 las negras ob- (Comenta Luis Palau)
tendrían un poco más de juego 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6
que en la partida. 4.¥a4 ¤f6 5.0-0 b5

14...¤e8 15.c5! El sistema cerrado propiamen-


te dicho queda planteado con
...¥e7, pero el presente avance
Debilitando la estructura de de peón, quizá apresurado, se ha
peones negros. practicado varias veces en compe-
tencias internacionales.
15...¦f6 16.cxd6 ¦xd6
17.¥c4+ ¢h7 18.£c2 6.¥b3 ¥b7
Preparando cambios en la co- En la décima rueda de este tor-
lumna dama, lo cual resultará de- neo Rossetto jugó 6...¥e7 en su
cisivo. encuentro frente a Fischer, lo que
nos parece mejor que la del texto.
18...£c7 19.¥c5 ¦xd1+ De paso conviene recordar que
20.¦xd1 ¥xh3 21.gxh3 a5 6...¤xe4 no es recomendable,
puesto que sigue 7.¦e1 d5 8.d4
Si 21...¦d8 seguía 22.¦xd8 exd4 9.¤c3! ¥e6 10.¤xe4 dxe4
£xd8 23.£d2 £c7 24.¥f7 seguido 11.¦xe4 ¥e7 12.¥xe6 fxe6
de 25.£d6 ganando el final en 13.¦xe6 £d7 14.£e2 0-0 15.£e4
con ventaja clara.
vista de la debilidad de los peo-
nes del flanco dama. 7.d4
22.£d2! Buena jugada con la que las
blancas mantienen la iniciativa,
Por la amenaza de £d7, esto es pero nos parece que era aún más
ahora decisivo. Por otra parte, en fuerte 7.¤g5 a lo que habría que
la columna caballo rey no hay na- responder 7...d5 y entonces
da que buscar. 8.exd5 ¤xd5 9.¤f3 con grandes
dificultades para las negras.
22...¥f6 23.£d7 ¦c8
24.£e6 7...¤xd4 8.¤xd4 exd4 9.c3!
Al estilo de Morphy. Iniciativa
Con una doble amenaza. y desarrollo valen mucho más
que un peón.
24...h5 25.¥xe7 ¥xe7
26.¦d7 £b6 27.£xe7+. 1-0 9...¤xe4 10.¦e1 ¥d6
Página 130 de 188
Las negras están perdidas. Si
13...¥d6 14.¦xe4+ etc.

14.£xh2 dxc3 15.¤xe4


dxe4 16.bxc3 c5 17.¦e3 c4
18.¥c2 £f6

Las negras realizan esfuerzos


para hacer valer sus tres peones
de ventaja a cambio de una pieza,
pero Fischer no da respiro.

19.¦f3 £e6 20.¦h3 £f5


Amenazando un contrajuego a 21.¥e3 ¦ad8 22.¦e1 ¦d7
base de ...¥xh2+. Ingenioso, pero 23.¥d4 ¦e8 24.¦h5
insuficiente, como lo demostrará
con precisión Fischer. Y la defensa se derrumba. Si
ahora 24...£g6 25.¦e3 etc.
11.¤d2!
24...g5 25.g4. Y las negras
Sin temor a fantasmas. abandonaron, ya que a 25...£g6
se gana con 26.¦h6. Y si
11...¥xh2+ 12.¢f1! d5 25...£xg4 26.¦xh7 es concluyen-
13.£h5 0-0 te. 1-0

Página 131 de 188


Decimotercera Rueda
8 AGOSTO DE 1970

Szabo 1 Quinteros 0
García ½ Smyslov ½
Mecking ½ Fischer ½
Agdamus 0 Najdorf 0
Bisguier 1 Schweber 0
Rubinetti 0 Damjanovic 1
Reshevsky ½ Tukmakov ½
Panno ½ Georghiu ½
Rossetto ½ O’Kelly ½

El tablero que compartían Panno y Georghiu mostró una partida fría,


en la que los rápidos cambios de peones y piezas menores hicieron
inútil toda espera de desequilibrio.
Agdamus frente a Najdorf, no pudo recuperarse de su precaria posi-
ción, Y pese a haber conseguido buena partida en la apertura, las ne-
gras consiguieron imponer el par de alfiles y una clara posición gana-
dora.
Fue tablas la partida entre Rossetto y O'Kelly, en una India de Dama
con iniciativa por parte de Rossetto pero que ante la eficaz defensa de
las negras se convino dividir el punto en la jugada 29a.
Quinteros equivocó el camino en la defensa de su partida frente a
Szabó, tal vez un poco dominado por los nervios, y perdió.
Bisguier consiguió imponerse rápidamente a Schweber, quien sin lu-
gar a dudas ha jugado en este torneo muy por debajo de sus antece-
dentes y de lo que se esperaba de él.
En cambio, en el tablero que por propia gravitación, como en todas
las ruedas desde la iniciación de este Segundo Torneo Municipal de la
Ciudad de Buenos Aires, el de Bobby Fischer frente a Costa Mecking, la
iniciativa estuvo alternadamente de una y otra parte, llegándose a un fi-
nal en el que ninguno de los dos podía arriesgar, llegándose a tablas
Página 132 de 188
por repetición de jugadas.
Las partidas de Reshevsky v. Tukmakov, simétrica de la Inglesa; y la
de García v. Smyslov (ataque Indio de Rey), fueron tablas sin mayor
emotividad.
La única partida suspendida de esta demicotercera rueda fue la de
Rubinetti contra Damjanovic, en la que el jugador argentino consiguió
una mejor posición en la apertura, en clara superioridad, pero su equi-
vocado cambio de torres transfirió la iniciativa a las negras, las que se
impusieron.

Szabo, Laszlo elástico de las negras es optar por


Quinteros, Miguel Ángel 6...¥g7 para enrocar y sacar el ca-
[A56] ballo por a6-c7 y buscar un con-
tragolpe oportuno mediante b5.
(Comenta Bernardo Wexler)
1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.d5 e5 7.¤f3 a6 8.a4
4.¤c3 d6 5.e4 g6
Cortando de raíz el intento ne-
Para desarrollar el alfil por el gro de la expansión con b5, a no
fianchetto, pero luego Quinteros ser de que lo haga con pérdida de
cambiara de idea. Por lo que es material, lo que de ningún modo
de deducir que tendría que jugar se justificaría. Ya que la entrega
directamente 5...¥e7 y enrocarse. mediante b5 es con la intención
de que las blancas deban tomar
6.h3 con el peón alfil y así distraer el
dominio del peón en el centro.
Jugada predilecta del gran
maestro húngaro, que cumple 8...b6 9.¥e3 h5 10.£c1
con distintos requisitos:
1º) No permitir que las negras A fin de impedir el canje del al-
puedan ubicar su alfil en g4. fil que corre por las casillas ne-
2º) Apoyar inmediatamente el gras, que el bando negro podía
avance de peón a g4, atacando el intentar mediante ¥h6.
flanco rey, en el supuesto caso
que las negras enroquen en dicho 10...¥e7
sector.
Parecería más lógico 10...¥g7
3º) Posibilitar la ubicación del alfil para enrocar corto, aun cuando
dama en e3, sin la molestia de las blancas oportunamente po-
que pueda existir el salto del ca- drían abrir líneas en dicho sector
ballo negro en g4. y probablemente Quinteros quiso
evitar verse envuelto en un ata-
6...¤bd7 que en el flanco rey. Se intenta
11...h4; seguido de ...¤h5 y ...g4,
Indecisión; el plan natural y lo que naturalmente impedirán
Página 133 de 188
las blancas. Había que considerar 18...g5,
para seguir a g4, con la finalidad
11.g3 principal de impedir que las blan-
cas rompan lanzas en el centro
Con exacto sentido posicional, mediante f4.
de este modo en forma simple se
desbarata el avance de ...h4. 19.¤g1 f6 20.f4

11...¦b8 12.¥d3 ¢f8 Ruptura temática de la posi-


ción, intentando abrir líneas para
Es difícil de comprender; ahora que las piezas blancas penetren
parece que el rey quiere hacer un por el flanco rey y especulando
enroque artificial. en que las negras no disponen de
piezas para retomar en e5.
13.¥d2 a5
20...¥d7 21.¤c3 £c8
Otra vez cambiando de idea, 22.¢b1 ¤f8 23.¦f1 h4 24.fxe5
ya que lo normal sería 13...¢g7 Y dxe5
aun cuando las blancas podrían
romper filas con a5, las negras
con ello también dispondrían de
contrachances en la columna ca-
ballo dama. Con el cierre del flan-
co dama, las negras se quedan sin
posibilidades en dicho flanco,
mientras que las blancas pueden
disponer allí de la casilla b5 y
también preparar tranquilamente
la ruptura de lineas en el sector
rey.

14.¥h6+ ¢e8 Un concepto equivocado, aun


cuando la posición es superior
Bueno ¿a dónde vamos? Prime- para las blancas; había que deci-
ro no nos enrocamos, después dirse por 24...fxe5. Con la toma
queremos hacer el enroque artifi- del peón central, siempre hay una
cial pasando el rey para el lado amenaza de expansión mediante
torre y ahora otra vez nos veni- d6 y luego ubicar un caballo en
mos al centro. En verdad Quinte- dicha d5, tal como justamente su-
ros no se siente cómodo en la po- cedió en la partida.
sición y duda en el plan a seguir,
lo que le resultará fatal. 25.gxh4 ¦xh4 26.£f2 g5?
15.£d2 ¤g8 16.¥e3 ¤f8 Perdiendo un importante peón;
17.0-0-0 ¤h7 18.¤b5 ¦b7 había que retroceder con la torre
Página 134 de 188
hacia la segunda línea. García, Raimundo
Smyslov, Vassily V
27.¥xg5 ¦h7 [A07]
(Comenta Raimundo García)
No se podía 27...fxg5 28.£f7+ 1.g3 d5 2.¥g2 ¤f6
reconquistando el material y pa-
sando con las piezas con gran Dentro del esquema defensivo
fuerza. favorito del ex campeón mundial,
esta ubicación del caballo rey fue
28.¥c1 ¤h6 29.d6 abandonada por el mismo hace
varios años, lo que hizo suponer
Obligando al retroceso del alfil al conductor de las blancas que
su rival seguiría fiel al espíritu de
y tomando la importante casilla la línea (liberación del alfil dama),
d5 para ubicar un caballo. pero adoptando otra forma de de-
sarrollo. De ahí que antes de efec-
29...¥d8 30.¤d5 ¤g8 tuar su siguiente movida, nada
31.¤f3 ¥xh3 32.¦fg1 £e6 novedosa, dedicasen 40 minutos
33.£g3 a considerar otras posibles conti-
nuaciones.
Cada vez pasan más piezas
3.¤f3
blancas al ataque.
De las alternativas examinadas,
33...¦bg7 34.£xg7 ¦xg7 merecen seria consideración:
35.¦xg7 a) 3.d3 y si 3...¥f5 4.¤d2 y 5.e4;
o bien 3...e5 4.¤f3 (Pirc con blan-
Lógicamente en una posición cas);
abierta y con la posibilidad de pe- b) 3.c4 c6 4.b3!? para contestar a
netrar en la misma las dos torres 4...¥f5 con 5.¥a3. Sin embargo,
en esta última variante, las negras
tienen un valor muy superior al pueden optar por 4...dxc4 5.bxc4
de la dama. £d4 6.¤c3 £xc4 7.¤f3 con juego
poco claro. Las blancas tienen
35...¤d7 36.¤c7+ ¥xc7 ventaja en desarrollo, pero en una
37.dxc7 ¤f8 38.c8£+ £xc8 partida entre Suetin y Mikenas
39.¦xg8 (inf. «Ajedrez» Nº 8, pág. 24),
fue necesaria la colaboración de
Con los cambios provocados las negras para justificar el gambi-
las blancas ganaron una pieza, lo to.
que resulta definitivo.
3...¥f5 4.0-0 e6 5.d3 ¥e7
6.¤bd2 h6 7.£e1 ¤c6
39...¥e6 40.¦g7 £c6 41.b3
¥f7 42.¦h8. 1-0 Esto resta elasticidad a la es-
Página 135 de 188
tructura negra, sin ofrecer real 13.¤a3 c5 14.f3 £a4 15.¤b5
ventaja sobre la normal ubicación ¤c6 16.¤c7 £xa2 17.£c1
en d7; además, permite a las blan- ¦ac8 18.¦a1 £b3 19.¦a3
cas desarrollar su flanco dama «a ¦xc7 20.¦xb3 ¥xb3 21.£a3
la siciliana», con ventaja. ¤a5 22.¥g3 e5 23.¥xe5 ¥xe5
24.dxe5 ¦d8 25.¥e2 ¦cd7
8.a3! 0-0 9.b4 ¤d7 10.¤b3 26.£c1 ¥c4 27.£c2 ¥b3
¥f6 11.¦b1 e5? 28.£c1 ¥c4 29.£c2 ¥b3
30.£c1. ½-½
El innecesario debilitamiento
de su peón dama dejará a las ne-
gras en situación precaria, que las Agdamus, José Luis
blancas no aprovecharon por falta Najdorf, Miguel
de tiempo (¡esos 40 minutos de la [D94]
3ª jugada!).
1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 d5
12.¤fd2! ¥e6 13.c4 dxc4 4.e3 ¥g7 5.¤f3 0-0 6.b4 c6
14.¤xc4 £c8! 15.¤ca5 7.¥d2 ¤e4 8.cxd5 ¤xd2
9.£xd2 cxd5 10.¥e2 ¤c6
Los siguientes cambios descon- 11.b5 ¤b8 12.0-0 £d6 13.a4
gestionan la posición adversaria, a5 14.£a2 ¦d8 15.¦ac1 e6
pero la mala distribución de su 16.e4 dxe4 17.¤xe4 £f4
tiempo fuerza a las blancas a acla- 18.£c2 ¤d7 19.g3 £b8
rar el juego, creando una debili- 20.¦fd1 ¤b6 21.¤e5 ¤d5
dad para luego ver qué se puede 22.£b2 f6 23.¤c4 b6 24.¤c3
hacer con ella. ¥h6 25.¤xd5 exd5 26.¤e3
¥b7 27.¦c3 £d6 28.¤g4 ¥g7
15...¤xa5 16.¤xa5 c6 17.b5 29.f4 ¦e8 30.¥f3 ¦e7 31.£b3
¦b8! 18.bxc6 bxc6 19.¥e3 c5 ¦d8 32.¦dc1 h5 33.¤e3 f5
20.¦xb8 £xb8 21.£d2 ¦c8. 34.¦c6 ¥xc6 35.¦xc6 ¥xd4
Tablas, a propuesta de las negras. 36.¦xd6 ¦xd6 37.¥xd5+ ¢h7
La existencia de dama y torre por 38.¢g2 ¦xe3 39.£c4 ¥g7
bando, además del reloj, dificulta 40.¥g8+ ¢h6 41.¥f7 ¦d2+. 0-
el libre asedio del peón débil. 1
½-½
Bisguier, Arthur Bernard
Mecking, Henrique Schweber, Samuel
Fischer, Robert James [B21]
[D80]
(Comenta A. Bisguier)
1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 d5 1.e4 c5 2.f4 ¤c6 3.¤f3 g6
4.¥g5 ¤e4 5.¥h4 ¤xc3
6.bxc3 dxc4 7.e3 ¥e6 8.¦b1 Esta es una de las defensas ló-
b6 9.¤f3 ¥g7 10.¤d2 0-0 gicas contra 2.f4, que las negras
11.¤xc4 ¥d5 12.£d2 £d7 aspiran a controlar la casilla d4 y
Página 136 de 188
a asegurar más el flanco rey. satisfactorio ...a6.

4.¥b5 ¥g7 5.0-0 £b6 10.¤c3 ¤g4 11.£e1!

Aunque esta jugada parece Esto es mejor que 11.£e2.


atractiva, la dama no queda bien
colocada. Posiblemente el planteo 11...e6 12.¥a4
de Panno en una rueda posterior Para la eventual entrada del ca-
de este torneo, 5...¤f6 seguido de ballo en b5.
enroque, iguala con mayor facili-
dad. 12...f5

6.c4 Ahora resultaba absolutamente


necesario jugar ...a6.
Este avance constituye un arma
de dos filos que crea problemas a 13.¤b5 ¥f6 14.¥d2 £d8
ambos bandos. 15.exf5 gxf5 16.h3 ¢f8

6...¤d4 7.¤xd4 Un sacrificio necesario, ya que


16...¤h6 pierde a causa de
También podía jugarse 7.¤c3 17.¤c7+ £xc7 18.£xe6+ ¥e7
pero yo esperaba ganar más tarde 19.¦ae1 £d8 20.¥c3 ¢f8 21.£g6
un tiempo atacando el alfil negro, etc.
sin que haya que temer aquí la
pérdida de un peón. 17.¥c3

7...¥xd4+ 8.¢h1 ¤f6 También se pudo tomar el ca-


ballo.
Lo mejor. Ganar el peón con
8...a6 9.¥a4 ¥xb2 10.¥xb2 £xb2 17...a6 18.¤d6 b5 19.¥d1
sería malo para las negras, pues b4 20.¥e5
ahora seguiría 11.¤c3 y después
12.¦b1. Ya no hay defensa posible. Las
negras están perdidas.
9.d3
20...¤xe5 21.fxe5 ¥e7
Jugada hecha después de larga 22.¤xf5 exf5 23.¦xf5+ ¢e8
reflexión. Graciosa era la variante 24.¥xh5+ ¦xh5 25.¦xh5 d5
9.£e2 £e6 10.e5 £g4 11.¦f3 ¤h5 26.¦h8+ ¥f8 27.£f2. 1-0
12.d3 ¤g3+ 13.hxg3 £h5 mate.

9...h5 Rubinetti, Jorge Alberto


Damjanovic, Mato
Débil, pues no debe atacarse [A38]
teniendo solamente dos piezas
para cooperar. Pero tampoco era 1.¤f3 ¤f6 2.c4 c5 3.g3 g6
Página 137 de 188
4.¥g2 ¥g7 5.0-0 0-0 6.¤c3 19.¦xa2 ¤d6 20.¤f4 ¦b8
¤c6 7.a3 d6 8.¦b1 a5 9.d3 e5 21.¤d3 £d8 22.¤c5 ¥e8
10.¤e1 ¦b8 11.¤c2 ¥d7 23.¥f1 ¦a8 24.¥e1 ¦xa2.
12.¥g5 h6 13.¥xf6 ¥xf6 ½-½
14.b4 axb4 15.axb4 ¥g7 Panno, Oscar
16.bxc5 dxc5 17.¤e3 ¤b4 Georghiu, Florin
18.¤ed5 ¤xd5 19.¥xd5 b6 [A30]
20.£c2 ¢h8 21.¦b3 f5
22.¦fb1 ¦f6 23.£a2 ¦d6 1.¤f3 ¤f6 2.c4 c5 3.g3 g6
24.£a7 ¥e8 25.e4 f4 26.¦a1 4.b3 ¥g7 5.¥b2 b6 6.¥g2
fxg3 27.hxg3 ¦d7 28.£a2 £f6 ¥b7 7.0-0 0-0 8.¤c3 ¤e4
29.¦a3 ¦dd8 30.£e2 h5 9.d4 ¤xc3 10.¥xc3 ¤c6
31.¢g2 ¥d7 32.¦a8 ¦xa8 11.¦c1 ¤xd4 12.¤xd4 ¥xg2
33.¦xa8 ¦xa8 34.¥xa8 £f8 13.¢xg2 cxd4 14.¥xd4 d6
35.¥d5 ¥f6 36.£e3 ¢g7 37.f3 15.¥xg7 ¢xg7 16.£d4+ ¢g8
£c8 38.¤d1 £a6 39.£e2 £a1 17.¦fd1 £c7 18.¦c3. ½-½
40.¤f2 ¥g5 41.d4 cxd4 42.f4
exf4 43.e5 fxg3 44.£f3 ¥f5
45.£xg3 ¥e7 46.e6 d3 Rossetto, Héctor
47.¤xd3 £f6 48.£e3 ¥d6 O'Kelly de Galway, Alberic
49.¤f2 ¥c5 50.£e2 £g5+ [E19]
51.¢f1 £f4 52.e7 ¥d3. 0-1
1.d4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.g3 b6
4.¥g2 ¥b7 5.0-0 ¥e7 6.c4 0-
Reshevsky, Samuel Herman 0 7.¤c3 ¤e4 8.£c2 ¤xc3
Tukmakov, Vladimir B 9.£xc3 c5 10.¦d1 d6 11.£c2
[A36] £c7 12.d5 exd5 13.cxd5 ¤d7
14.¤d4 ¦ac8 15.¤f5 ¥f6
1.c4 c5 2.¤c3 ¤c6 3.g3 g6 16.¥f4 ¤e5 17.a4 £d8 18.¦a3
4.¥g2 ¥g7 5.a3 a6 6.¦b1 ¦b8 g6 19.¤h6+ ¢h8 20.h4 ¦c7
7.b4 cxb4 8.axb4 b5 9.cxb5 21.£c1 ¥c8 22.e4 ¥g7
axb5 10.e3 e6 11.¤ge2 ¤ge7 23.¥g5 f6 24.¥e3 ¦e8 25.¦c3
12.0-0 0-0 13.d4 d5 14.£b3 ¤f7 26.¤xf7+ ¦xf7 27.¥h6
£b6 15.¦a1 ¥d7 16.¥d2 ¤f5 ¥d7 28.b3 ¥xh6 29.£xh6
17.¦a2 ¦a8 18.¦fa1 ¦xa2 £e7. ½-½

Página 138 de 188


Decimocuarta Rueda
9 AGOSTO DE 1970

Quinteros 1 Bisguier 0
Damjanovic ½ Reshevsky ½
O’Kelly ½ Szabo ½
Fishser 1 Rubinetti 0
Tukmakov ½ García ½
Najdorf ½ Rossetto ½
Panno ½ Agdamus ½
Schweber ½ Mecking ½
Georghiu ½ Smyslov ½

Frente a la constante expectativa y aplauso con que nuestro público


acompañó al gran maestro Fischer, en esta ronda cabía esperar que se
asegurara el torneo como su ganador, cosa que por otra parte se des-
contaba desde la iniciación. Le tocó a Rubinetti ser el acompañante de
turno, abandonando después de 28 jugadas en una Ruy López que tan-
to domina el norteamericano.
Interesante fue la lucha entre Tukmakov y García, a pesar del tem-
prano cambio de damas, en la que se utilizó una variante ideada por el
maestro Pelikán, pero la jugada 13ª de Tukmakov no consiguió dese-
quilibrar la posición llegándose a tablas por repetición de movimientos.
Schweber-Mecking jugaron una interesante partida, aunque un poco
apresurada y sin profundidad por parte de las blancas, que en dos
oportunidades ofrecieron un sacrificio un poco de ping-pong en las ju-
gadas 15ª y 16ª, Mecking aceptó la primera entrega y despreció la se-
gunda dejando perdido a su rival, que además se excedió en el tiempo.
Quinteros ganó a Bisguier en un paso más a conquistar el título de
maestro internacional, que es su gran ambición en este torneo.
Agdamus consiguió medio punto frente nada menos que a Panno,
incluyendo un sacrificio en la jugada 34...fxe4!, pero que las blancas
pudieron conjurar.
Página 139 de 188
Las cuatro partidas restantes resultaron tablas, con muy pocas pers-
pectivas de lucha, salvo la que apuraron Rossetto y Najdorf, que juga-
ron con bastante tenacidad, llegándose a una suspensión que posterior-
mente no reportó ventaja para ninguno.

Quinteros, Miguel Ángel Damjanovic, Mato


Bisguier, Arthur Bernard Reshevsky, Samuel Herman
[E09] [B81]

1.¤f3 d5 2.c4 e6 3.g3 ¤f6 1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4


4.¥g2 ¥e7 5.0-0 0-0 6.d4 4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 d6 6.¥e3
¤bd7 7.£c2 c6 8.¤bd2 b6 ¥e7 7.g4 h6 8.h4 ¤c6 9.¥e2
9.e4 ¥a6 10.¦d1 ¦c8 11.b3 c5 ¥d7 10.¦g1 d5 11.exd5 ¤xd5
12.exd5 exd5 13.£b1 £c7 12.¤xd5 exd5 13.g5 hxg5
14.¥b2 ¥b7 15.¦e1 ¦fe8 14.hxg5. ½-½
16.£d1 £b8 17.¤e5 dxc4
18.¤xd7 ¤xd7 19.¥xb7
£xb7 20.¤xc4 ¥f8 21.¦xe8 O'Kelly de Galway, Alberic
¦xe8 22.d5 ¦d8 23.£h5 ¤f6 Szabo, Laszlo
[D90]

1.d4 ¤f6 2.c4 g6 3.¤c3 d5


4.¤f3 ¥g7 5.cxd5 ¤xd5
6.¥d2 0-0 7.¦c1 ¤b6 8.¥g5
¤c6 9.e3 ¥e6 10.¥e2 ¥c4
11.0-0 ¥xe2 12.£xe2 h6
13.¥h4 f5 14.¦fd1 £d7
15.¥g3 e6 16.£b5. ½-½

Fischer, Robert James


Rubinetti, Jorge Alberto
[C69]
24.¥xf6 ¦xd5 25.£g4 h5
26.£f3 gxf6 27.¤e3 ¦d7 (Comentó Luis Palau)
28.£xf6 ¥g7 29.£g5 ¢f8 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6
30.¦e1 £e4 31.£xh5 ¦d2 4.¥xc6
32.¦d1 ¦xd1+ 33.£xd1 ¥d4
34.£c2 £f3 35.£d1 £e4 Vieja línea de juego preconi-
36.£c2 £f3 37.£d3 b5 zada por el ex campeón mundial
38.£xb5 ¥xe3 39.£b8+ ¢g7 Dr. Emanuel Lasker. Con este
40.£e5+ f6 41.£xe3 £d1+ cambio las blancas obtienen ma-
42.¢g2 £d5+ 43.£f3 £d7 yoría de peones en el flanco rey,
44.£e4 a5 45.h4 £d6 46.h5. dado que los cuatro peones ne-
1-0 gros en el flanco dama disminu-
Página 140 de 188
yen en eficacia por tener uno do- El peón rey aislado y la mala
blado. No obstante, como com- colocación del alfil aumentan los
pensación las negras logran gran problemas defensivos del argenti-
movilidad para sus piezas. no, el que intenta ahora algún
contrajuego en el flanco dama.
4...dxc6 5.0-0 f6
14.¤a5! ¥b4
Esta movida no tiene ahora la
eficacia que adquiere cuando las No hay mucho para elegir. Si
blancas han jugado 5.¤c3. Lo co- 14...c5 seguía 15.c4.
rrecto es 5...¥g4! y si 6.h3 h5 con
excelente posición, ya que contra 15.¤b3 ¦xd3
7.hxg4 hxg4 con superioridad. Y
si 7.d3 £f6 etc. Si bien es cierto que este cami-
no es de valor dudoso, tampoco
6.d4 ¥g4 7.dxe5 £xd1 se aliviaba la situación de las ne-
8.¦xd1 ¥xf3 9.gxf3 gras con otras variantes, como
por ejemplo 15...¤g6 16.a3 ¥e7
La cuestión es ahora muy dis- 17.¢f1 etc.
tinta. Las blancas dominan varios
puntos importantes y as negras 16.cxd3 ¤g6 17.¢f1! ¦f8
deberán preocuparse por su peón 18.¢e2 ¤f4+ 19.¥xf4 ¦xf4
rey. 20.¦g1 ¦h4 21.¦xg7 ¦xh2
22.a3 ¥d6
9...fxe5 10.¥e3 ¥d6

Las negras tienen dificultades y


esta movida de alfil as acentúa.
No obstante, es difícil aconsejar
algo mejor. Por ejemplo, si se ju-
gaba 10...g6 seguía 11.¤d2 ¤h6
12.¤c4 ¤f7 13.¤a5 etc. Y si
10...¤e7 entonces 11.f4 ¤g6 12.f5
seguido de 13.¤d2 también con
juego favorable.

11.¤d2 ¤e7 12.¤c4 0-0-0


13.¦d3!

Buena jugada. Aparte de pre- Y nuevamente vuelve al alfil ne-


pararse a ocupar la columna gro a su triste posición. Veremos
abierta con las dos torres , se de- ahora la forma simple pero ele-
fiende eventualmente el peón alfil gante con que Fischer conduce la
rey. parte final de la partida.

13...b5 23.f4!
Página 141 de 188
La marcha de los peones blan- fue empleada por Pelikán tam-
cos centrales resulta ahora decisi- bién contra García y después con-
va. tra Najdorf. Asimismo, Rossetto
adoptó está continuación en un
23...exf4 24.d4 ¢d8 25.¤a5 torneo anterior nada menos que
c5 26.e5 ¥f8 27.¤c6+ ¢e8 contra Fischer. Posteriormente
Rossetto dejó de lado esta varian-
Ya no hay defensa. Si 27...¢c8 te por la debilidad que se origina
se ganaba con 28.¦f7. en el peón caballo dama negro).
28.¦xc7. 1-0 10.¤xd5 ¥xa3 11.bxa3
¥e6 12.¥c4

Tukmakov, Vladimir B La mejor jugada. En cambio, si


García, Raimundo 12.£d2 se contestaba 12...f5 con
[B33] buen juego.

(Comenta V. Tukmakov) 12...£a5+ 13.£d2 £xd2+


1.e4 c5 2.¤f3 ¤c6 3.d4
cxd4 4.¤xd4 ¤f6 5.¤c3 e5 Esta posición es muy conocida.
6.¤db5 d6 13...0-0-0 también es posible, pe-
ro después de ello las blancas
Una continuación más nueva pueden obtener mejor final de to-
es 6...a6 7.¤d6+ ¥xd6 8.£xd6 rres por medio de 14.£xa5 ¤xa5
£e7 9.£xe7+ ¢xe7 10.¥e3 las 15.¥b3 ¤xb3 16.axb3 ¥xd5
blancas están mejor según mi ex- 17.exd5 ¦xd5 seguido de 18.¢e2.
periencia. Y también puede jugarse 14.¦d1.

7.¥g5 a6 8.¥xf6 14.¢xd2 0-0-0 15.¥b3

Pudo tomarse otro camino, co-


mo por ejemplo 8.¤a3 b5 9.¤d5
£a5+ 10.¥d2 £d8 11.¤xf6+ £xf6
12.c4 etc., pero como yo estoy
poco familiarizado con esta va-
riante me cuidé de complicacio-
nes en la apertura.

8...gxf6 9.¤a3 d5

A juego más complicado con-


duce la réplica 9...f5. La movida
del texto está dirigida a alcanzar
tablas en una posición inferior (N. Esta no es la mejor jugada. Me-
de la Redacción. La jugada 9...d5 jor aspecto tenía 15.¦hd1. En ca-
Página 142 de 188
so de 15...f5 seguía 16.¢c3 fxe4 17...fxe4 18.¤f6 ¥xb3 19.cxb3
17.¤b6+ (pero no 17.¤f6 ¥xc4 ¦d6 20.¤xe4 ¦g6. Esta jugada no
18.¢xc4 ¢b8 19.¤xe4 ¦c8 con la estudié suficientemente al mo-
buen juego) 17...¢c7 18.¥xe6 ver 17.¦ad1. Las blancas pensa-
fxe6 (si 18...¢xb6 19.¥xf7 ¦hf8 ban 20...¦c6+ 21.¢b2 f5 (o bien
20.¥d5 ¦xf2 21.¥xe4 etc.) 21...¦c2+ 22.¢b1 amenazando
19.¤c4 y las blancas tienen venta- 23.¦xd4) 22.¤c3 con ventaja. La
ja. Ahora bien, después de sutileza consiste en que ahora el
15.¦hd1 en vez de ...f5, puede se- caballo no dispone de la casilla c3
guir 15...¤a5 16.¥b3 ¤xb3+ por estar ocupada por el rey. Y
17.axb3 ¥xd5 18.exd5 ¦xd5+ después de 21.g3 f5 las blancas se
quedando mejor las blancas. Gar- verían forzadas a jugar 22.¤d2 y
cía, con buen criterio, descubrió entonces 22...¦c6+ 23.¢b2 ¦c2+
las fallas de 15.¥b3. 24.¢b1 ¢b8 con buen juego. En
este momento García me ofreció
15...f5 16.¢c3 ¤d4 tablas, pero yo no acepté, sin te-
ner para ello razones suficientes.
Ya es hora de descubrir el se-
creto. La variante que se encontró 21.¦he1!?
en la partida no fue para mí una
sorpresa. La misma posición se Con esta movida de torre las
había producido en una partida blancas consolidaron sus esperan-
que yo jugué frente a Koc en el zas. Amenazan, entre otras cosas,
campeonato de Ucrania de 1969, f4 22.f4; si 21...¢b8 seguía 22.¤c5
donde las negras siguieron con ¦c8 23.¦xe5 ¤e6 24.¢b4 ¦g4+
16...fxe4 17.¤f6 ¤d4 y después 25.¦e4! etc.
de 18.¦he1 las blancas quedaron
con superioridad. García reforzó 21...¤b5+ 22.¢b4
el juego de las negras.
A 22.¢b2 seguía 22...¦xg2
17.¦ad1 23.a4 ¤d4 con ventaja, pues no
es posible 24.¤d6+ ¢b8 25.¤xf7
Nada daba 17.¤e7+ ¢b8 ¦xf2+ ganando.
18.¤xf5 a causa de 18...¥xb3
19.cxb3 (o bien 19.¤xd4 ¦xd4 22...f5 23.¦c1+
20.¢xb3 ¦d2 21.¦hf1 ¦c8 y la ac-
tividad de las torres negras com- En el último momento las blan-
pensa la falta de dos peones) cas se asustaron y no se animaron
19...¦c8+; pero en vez de a ir demasiado lejos. Es verdad
17.¦ad1; era de tenerse presente que después de 23.¤c5 ¦g4+
17.f3 lo cual conducía a un juego 24.¢a5 ¤d4 25.¢b6 ¦d8! el rey
lleno de combinaciones. A esto blanco no estaría muy cómodo,
seguramente habría seguido pero después de 25.f4 empeza-
17...¢b8 18.¦ad1 ¦hg8 con de- rían complicaciones con conse-
fensa suficiente. cuencias difíciles de prever.
Página 143 de 188
En todo caso 23.¤c5 era la única Panno, Oscar
posibilidad para las blancas de in- Agdamus, José Luis
tentar ganar. [E69]

23...¢b8 24.¤c5 ¦g4+ 1.d4 ¤f6 2.c4 d6 3.¤c3 e5


25.¦c4 ¤d4 4.¤f3 ¤bd7 5.e4 g6 6.g3 ¥g7
7.¥g2 0-0 8.0-0 c6 9.¦b1 a6
Si 25...¦xg2 seguía 26.¦xe5 10.£c2 £e7 11.h3 ¦e8
¦xf2 27.¦e7 ¤d6 28.¦d4 y las ne- 12.¥e3 exd4 13.¤xd4 ¤c5
gras estarían en peligro. Con la 14.¦be1 a5 15.b3 ¥d7 16.f3
movida del texto las blancas se ¦ad8 17.¥f2 ¥c8 18.a3 £c7
ven obligadas a repetir las juga- 19.£d2 ¤fd7 20.b4 axb4
das, dado que si 26.¢a5 seguiría 21.axb4 ¤a6 22.¦b1 ¤e5
26...¢a7 27.¤xa6 bxa6 28.¦xe5 23.£e2 ¥e6 24.¤xe6 ¦xe6
¦b8 y las blancas estarían al bor- 25.¦fd1 ¤g4 26.hxg4 ¥xc3
de de la derrota. 27.b5 ¤c5 28.£c2 ¥g7 29.g5
£e7 30.£d2 ¦e8 31.¥e3 ¥e5
32.bxc6 bxc6 33.¥f4 f5
26.¢c3 ¤b5+ 27.¢b4 ¤d4 34.¥h3 fxe4 35.¥xe6+ £xe6
28.¢c3 ¤b5+. ½-½ 36.¥xe5 dxe5 37.fxe4 £g4
38.£e3 ¤xe4. ½-½
Najdorf, Miguel
Rossetto, Héctor Schweber, Samuel
[E09] Mecking, Henrique
[B40]
1.c4 ¤f6 2.g3 e6 3.¥g2 d5
4.¤f3 ¥e7 5.0-0 0-0 6.d4 c6 (Comenta Bernardo Wexler)
7.¤bd2 b6 8.£c2 ¥b7 9.e4 1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.b3
¤bd7 10.¦d1 ¦c8 11.b3 £c7
12.¥b2 £b8 13.¦ac1 ¦fd8 Por cierto muy original y típico
14.¤e1 £a8 15.¤d3 dxe4 de Schweber, que intenta eludir
16.¤xe4 c5 17.¤xf6+ ¥xf6 las variantes teóricas del momen-
18.¥xb7 £xb7 19.dxc5 bxc5 to, dado el gran conocimiento
20.¥xf6 gxf6 21.£e2 £c6 que tiene de las mismas Mecking.
22.¦e1 £d6 23.¤f4 £e5
24.£d3 £g5 25.¦cd1 f5 3...¤c6 4.¥b2 ¤f6 5.e5
26.£e3 ¤f8 27.¦xd8 £xd8 ¤d5 6.¤c3 ¤xc3 7.¥xc3 ¥e7
28.¤h5 £d4 29.£h6 ¤g6 8.¥d3
30.¢g2 ¢h8 31.£e3 £xe3
32.¦xe3 ¦d8 33.¦e2 ¢g8 Preparando las baterías por si a
34.¦c2 ¢f8 35.¢f3 ¢e7 las negras se les ocurre enrocar
36.¤f4 ¦d4 37.¤e2 ¦d3+ corto. Pero naturalmente Me-
38.¢g2 f6 39.h4 ¤e5 40.¤f4 cking, aunque jugador muy joven
¦d6 41.¦e2 a5. ½-½ y de poca experiencia, tiene un
gran olfato de los peligros, máxi-
Página 144 de 188
me que ya Schweber le ganó dos monía que reina entre las piezas
veces por ataque. negras.

8...b6 9.£e2 ¥b7 10.h4 £c7 20.¦g7+ ¢d8 21.£g4 ¢c8


22.h5 ¥c6 23.¢e2 ¢b8
Las negras se preparan para 24.¦h1 £d8 25.¦h3 d6
efectuar el enroque largo.

11.¦h3 g6 12.¤g5 ¤d4


13.¥xd4 cxd4 14.f4 h6
15.¤xf7

Schweber no quiere dar mar-


cha atrás y jugar tranquilamente
15.¤f3 con lo que obtendría parti-
da igual. El sacrificio de pieza es
demasiado optimista y ante una
defensa correcta no tendrá ningu-
na posibilidad de éxito.

15...¢xf7 16.¥xg6+ ¢f8 Ya llegó el momento en que


las negras puedan provocar la
El segundo sacrificio estaba apertura de líneas, a fin de iniciar
cargado de pólvora y el rey tiene su lógico contraataque, basándo-
que huir, ya que si 16...¢xg6 se en que se dispone de más ma-
17.¦g3+ y la situación negra es terial y que asimismo el rey blan-
delicada; pero al rehusar el sacrifi- co no está en posición muy segu-
cio desaparece el embate de las ra.
piezas blancas.
26.£xe6 ¦xf4 27.¦hg3 ¦e8
17.£h5
De defensor se pasa a ser ata-
Ya las blancas se desorientan; cante, explotando la ventaja posi-
parece mejor 17.0-0-0 para traer cional y material.
la torre a f1 y abrir líneas con f5.
28.¦g8
17...¥a3 18.¥d3 ¢e7
Un intento desesperado que
El rey se prepara para empren- no tendrá mayor fortuna en virtud
der un largo viaje hacia el flanco de que las piezas negras están en
dama en busca de refugio seguro. plena actividad.

19.¦g3 ¦af8 28...¦xe6 29.¦xd8+ ¢c7


30.¦h8 dxe5
Justo a tiempo para que el rey
se esconda sin trabar la buena ar- Sencillo y directo; se intenta
Página 145 de 188
realizar ...e4 y luego d3+ actuan- Georghiu, Florin
do sobre el rey blanco. Smyslov, Vassily V
[C93]
31.¥c4 ¦ef6 32.¦g7+ ¢d6
33.¦xa7 ¦f2+ 34.¢e1 ¥b4 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6
Mientras el ataque blanco se 4.¥a4 ¤f6 5.0-0 ¥e7 6.¦e1
esfumó por completo, por lo con- b5 7.¥b3 0-0 8.c3 d6 9.h3 h6
trario ahora su rey no podra esca- 10.d4 ¦e8 11.¤bd2 ¥f8
par al asedio de las fuerzas ne- 12.¤f1 ¥d7 13.¤g3 ¤a5
gras. 14.¥c2 c5 15.b3 ¤c6 16.d5
¤e7 17.¥e3 £c7 18.b4 cxb4
35.c3 dxc3 36.dxc3 ¥xc3+ 19.cxb4 ¤c8 20.a4 ¤b6 21.a5
37.¢d1 ¦d2+ 38.¢c1. Y en es- ¤c4 22.¥c1 ¦ac8 23.¦a2 £a7
te momento Schweber perdió por 24.¥d3 ¦c7 25.¦c2 ¦ec8
tiempo, pero igual ya todo estaba 26.¦ee2 ¤h7. ½-½
dicho. 0-1

Página 146 de 188


Decimoquinta Rueda
11 AGOSTO DE 1970

Agdamus 0 Georghiu 1
Bisguier 1 O’Kelly 0
Mecking ½ Quinteros ½
Szabo 0 Najdorf 1
Smyslov ½ Tukmakov ½
Rubinetti ½ Schweber ½
Reshevsky ½ Fischer ½
Rossetto 0 Panno 1
García ½ Damjanovic ½

En el tablero en el que se enfrentaron Szabó y Najdorf se vivieron


probablemente las escenas de mayor intensidad de esta rueda. Fue una
partida Nimzoindia, en la que el húngaro intentó una combinación de
largo alcance a partir de 22.£h5. Sin embargo, Najdorf se defendió con
éxito y terminó volcando el resultado de la partida a su favor.
Quinteros, preocupado por el punto o el medio punto que le permi-
ta alcanzar el ansiado título de maestro internacional, jugó una partida
algo nerviosa contra Mecking, aunque el desarrollo fue siempre equili-
brado y finalizó tablas.
Rossetto, con blancas, y Panno, lucharon intensamente con la sor-
presa del agresivo ataque de las blancas, en pleno desarrollo de la
apertura, del sacrificio de un peón central para forzar el ataque al rey
negro. Pero Panno se defendió con tranquilidad e ingenio, neutralizó
prontamente el ataque, pasó a la ofensiva y ganó en la jugada 43ª.
Bisguier y O'Kelly protagonizaron una activa Siciliana en la que el
belga cometió un error de cálculo al realizar el enroque largo y obsta-
culizar poco después su propia dama con la acción del alfil, permitien-
do una espléndida victoria a su rival.
Bien conducida por Georghiu fue su partida contra Agdamus, de
muy buena actuación en el torneo, que le significó resignar otro punto.
Página 147 de 188
En una partida larga e intensamente disputada, una verdadera Maratón
de 89 jugadas desarrollada en dos etapas, Rubinetti y Schweber hicie-
ron tablas.
Smyslov y Tukmakov jugaron una partida que comenzó siendo una
India de Dama y que se transformó en una variante de la Ortodoxa. Se
cambió todo el material y se arribó a unas tablas forzosas.
También dividieron el punto García con Damjanovic. Se jugaron po-
siciones perfectamente conocidas y convinieron prontamente el empa-
te.
De la jornada, la partida de mayor expectación, por los antecedentes
personales de los rivales, y por el carácter que imprimen a sus confron-
taciones la que sostuvieron Reshevsky y Fischer, y que quedó suspen-
dida para el día siguiente, en que terminó con una división de honores.

Agdamus, José Luis jor: 2...¤f6; 2...g6; 2...¤c6; y


Georghiu, Florin 2...d6.
[A57]
3.¤c3 ¤c6 4.¤f3 ¤ge7
1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.d5 b5
4.cxb5 a6 5.b6 £xb6 6.¤c3 g6 Son más seguras otras movi-
7.¤f3 d6 8.¤d2 ¥g7 9.e4 0-0 das, como ser ...a6 o ...d6.
10.¤c4 £c7 11.¥e2 ¤bd7
12.¥f4 ¤b6 13.¤e3 a5 14.£c2 5.d4 cxd4 6.¤xd4 ¤xd4
a4 15.0-0 ¥a6 16.¥xa6 ¦xa6 7.£xd4 ¤c6 8.£d3
17.h3 ¤fd7 18.¥g5 ¦e8
19.¢h1 c4 20.¦ae1 a3 21.bxa3 En el reciente torneo interna-
¤c5 22.¤b5 £d7 23.¦b1 h6 cional de Caracas, Venezuela, el
24.¥f4 ¤d3 25.¥g3 ¦c8 maestro Sigurjonsson jugó 8.£d2
26.¤xc4 ¤b2 27.¦xb2 ¦xc4 contra Ciocaltea, y ganó bien. Yo
28.£e2 ¥xb2 29.£xb2 ¤a4
30.£b3 ¦xe4 31.¤c3 ¦b6 pretendí conseguir más presión
32.¤xe4 ¦xb3 33.axb3 £b5 en el flanco dama.
34.¦c1 £xb3 35.¦c7 £b1+. 0-
1 8...a6

Algo mejor parece ser 8...¥c5.


Bisguier, Arthur Bernard
O'Kelly de Galway, Alberic 9.¥e3 b5 10.0-0-0 ¥e7
[B23] 11.g4 ¥b7 12.¥g2 d6 13.g5

(Comenta A. Bisguier) Más que con la idea de atacar,


1.e4 c5 2.f4 e6 el objeto de este avance es impe-
dir 13...¥f6.
Aquí hay muchas continuacio-
nes y es difícil decir cuál es la me- 13...£a5 14.¢b1 0-0-0
Página 148 de 188
Posiblemente era mejor el en- blancas ganarían con 27.¤c3 £c6
roque corto. La dama negra está 28.¥b5 etc. Y 26...£c6 seguía
ahora mal ubicada. 27.¤xb4 axb4 28.¦xb4 con la
mortal amenaza de 29.¥b5. 1-0
15.£d2

También era posible 15.¤d5 Mecking, Henrique


exd5 16.exd5 ¤b8 (si 16...¤b4 Quinteros, Miguel Ángel
17.£c3+) 17.£f5+ seguido de [A53]
18.£xf7 con tres peones por la
pieza. No obstante, la jugada del 1.d4 ¤f6 2.c4 d6 3.¤f3 c6
texto es más segura. 4.¤c3 ¥g4 5.e3 ¤bd7 6.¥e2
e5 7.h3 ¥h5 8.0-0 ¥e7 9.b3
15...¦d7 16.£f2 ¥d8 17.h4 0-0 10.¥b2 ¦e8 11.dxe5 dxe5
¥c7 18.¦d3 ¤b4 19.¦d2 ¢b8 12.£c2 £c7 13.¦ad1 ¤c5
20.¦hd1 ¦hd8 21.a3 ¤c6 14.¤h4 ¥xe2 15.¤xe2 ¦ad8
22.¦d3 16.¤g3 ¦xd1 17.¦xd1 ¥f8
18.¤f3 ¤fd7 19.¤g5 h6
Ahora las blancas amenazan 20.¤5e4 ¤xe4 21.¤xe4 ¤c5
23.¤a2 seguido de 24.b4 y 22.¤xc5 ¥xc5 23.£d2 f6
25.¢b2 y la dama negra estaría en 24.¢f1 ¢f8 25.¥c3 ¥e7
grave riesgo. 26.¥a5 b6 27.¥b4 ¥xb4
28.£xb4+ ¢f7 29.£d2 ¢e7
22...b4 23.¤a2 £b5 30.£b4+ ¢f7 31.£d2 ¢e7
32.£c2 ¦d8 33.¦xd8 £xd8
34.¢e2 £d6 35.g4 ¢f7 36.h4
£e6 37.f3 ¢e7 38.h5 £d6
39.£g6 ¢f8 40.£f5 ¢e7
41.£g6 ¢f8 42.a4 £a3 43.£c2
¢e7 44.¢d3 ¢e6 45.c5 bxc5
46.£c4+ ¢d6 47.¢e4 £b4
48.¢f5 £xc4 49.bxc4. ½-½

Szabo, Laszlo
Najdorf, Miguel
[E49]
Contra 23...bxa3 habría segui-
do 24.¦xa3 £b5 25.¥f1 etc. 1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 ¥b4
4.e3 c5 5.a3 ¥xc3+ 6.bxc3 0-0
24.axb4 ¤xb4 25.¦b3 a5 7.¥d3 d5 8.cxd5 exd5 9.¤e2
26.¥f1. Y las negras abandona- b6 10.0-0 ¥a6 11.¥xa6 ¤xa6
ron en vista de que si 26...£a4 las 12.¤g3 ¤c7 13.f3 ¦e8 14.¦a2
Página 149 de 188
£d7 15.¦e2 ¦ad8 16.e4 10.b4 ¤xf4 11.exf4 b6 12.0-0
a5 13.b5 ¤a7 14.c6 ¥e8
15.£c2 g6 16.¦fe1 ¥d6 17.g3
f6 18.¥d3 ¥f7 19.h4 ¢g7
20.¢g2 h5 21.¦e2 ¦e8
22.£d1 ¤c8 23.£h1 ¤e7
24.£h3 ¤f5 25.¤d1 £e7
26.a4 £f8 27.¤e3 £h8
28.¤c2 ¦e7 29.¦ae1 ¦ae8
30.¢h1 £h6 31.¤e3 ¢f8
32.¤xf5 gxf5 33.¦g1 ¥g8
34.£f1 ¦g7 35.£d1 ¦ee7
36.¦ee1 ¥h7 37.¤h2 ¦g8
38.¥e2 ¥b4 39.¦ef1 ¥g6
40.¥f3 ¦eg7 41.£e2 ¥f7
16...dxe4 17.fxe4 cxd4 42.¦d1 ¦h7 43.¤f1 ¥d6
18.¥g5 ¤b5 19.¥xf6 ¤xc3 44.¤e3 £g6 45.£d3 ¢e8
20.£d3 ¤xe2+ 21.£xe2 d3 46.¦ge1 ¢d8 47.£f1 ¦e8
22.£d2? gxf6 23.¤f5 ¦e5 48.£h3 ¥g8 49.¤c2 ¦he7
24.¦f4 ¦xf5 25.exf5 ¢h8. 0-1 50.¦e3 ¦g7 51.¦e2 ¦ge7
52.¤e1 ¥b4 53.¤c2 ¥d6
54.£f1 £h6 55.¤e1 ¥b4
Smyslov, Vassily V 56.¤c2 ¥d6 57.¤e1 ¥b4
Tukmakov, Vladimir B 58.¦c2 ¥xe1 59.£xe1 ¦h7
[E12] 60.¦e2 £f8 61.¦d3 £d6
62.¦de3 ¥f7 63.£c3 ¦hh8
1.¤f3 ¤f6 2.c4 e6 3.d4 b6 64.¦e1 ¦hg8 65.¢h2 ¦h8
4.a3 ¥b7 5.¤c3 d5 6.¥g5 ¥e7 66.£b3 ¦hg8 67.£d1 ¦h8
7.cxd5 exd5 8.e3 0-0 9.¦c1 68.£d2 ¢c8 69.¦1e2 ¢d8
¤bd7 10.¥e2 h6 11.¥h4 ¤e4 70.¥g2 ¦hg8 71.¥h3 ¦h8
12.¥xe7 £xe7 13.0-0 c5 72.£c3 ¦hg8 73.£a3 £xa3
14.dxc5 ¤xc3 15.¦xc3 bxc5 74.¦xa3 ¦g7 75.¦ae3 ¦g6
16.b4 ¦fc8 17.£d2 ¤b6 76.¦e1 ¦g7 77.¥f1 ¦g6
18.¦xc5 ¦xc5 19.bxc5 £xc5 78.¥d3 ¦g7 79.¥c2 ¦gg8
20.£b4 £xb4 21.axb4 a5 80.¢h3 ¦g7 81.¦3e2 ¦gg8
22.bxa5 ¦xa5 23.¦b1 ¥a6 82.¦e3 ¦g7 83.¦g1 ¦h8
24.¥xa6 ¦xa6 25.g3. ½-½ 84.¦ee1 ¦gh7 85.¦e2 ¦h6
86.¦ge1 ¦e8 87.¥d1 ¦h7
88.¦e3 ¢e7 89.¥c2. ½-½
Rubinetti, Jorge Alberto
Schweber, Samuel
[D37] Reshevsky, Samuel Herman
Fischer, Robert James
1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 d5 [E43]
4.¤c3 ¥e7 5.¥f4 0-0 6.e3 a6
7.c5 ¤c6 8.a3 ¤h5 9.¥e2 ¥d7 1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 ¥b4
Página 150 de 188
4.e3 b6 5.¥d3 ¥b7 6.¤f3 0-0 14.¤f5 £c5 15.¥b7 ¦b8
7.0-0 ¥xc3 8.bxc3 ¥e4 9.¥e2 16.£e2 ¦xb7 17.¥xe5 £c4
c5 10.¤d2 ¥g6 11.¥f3 ¤c6 18.£e1 exf5 19.¥xf6+ ¥e6
12.¥a3 ¦c8 13.dxc5 £e7 20.¥e5 f6 21.¥g3 ¢f7 22.b3
14.¤b3 ¤e5 15.¥e2 ¤e4 £c6 23.¤e2 ¥c5 24.¤f4 ¦e8
16.¦c1 ¤xc5 17.¥xc5 bxc5 25.£e2 g6 26.£d2 ¦d7
18.f4 ¤c6 19.¥f3 a5 20.e4 f6 27.£c1 ¥d4 28.¦b1 ¥c3
21.£e2 a4 22.¤d2 ¦b8 23.¦b1 29.¦f2 ¥d5 30.¤xd5 ¦e1+
£d6 24.g3 e5 25.f5 ¥f7 31.£xe1 ¥xe1 32.¦xe1 £xd5
26.¦fd1 ¤a5 27.¤f1 £c7 33.¦fe2 g5 34.c3 f4 35.¥f2 f3
28.¤e3 ¦xb1 29.¦xb1 ¦b8 36.¦e4 £d2 37.¢g1 £xc3
30.¦d1 £c6 31.£d3 ¦b7 32.a3 38.¦4e3 £c2 39.¦xf3 ¦d1
h6 33.¥e2 ¦b3 34.¢f2 ¦xa3 40.h3 ¦xe1+ 41.¥xe1 £b1
35.£xd7 £xd7 36.¦xd7 ¦a2 42.¦f1 £xa2 43.b4 £c2. 0-1
37.¦d8+ ¢h7 38.¦f8 ¥g8
39.¢e1 ¦a1+ 40.¢f2 ¦a2
41.¢e1 ¦a1+. ½-½ García, Raimundo
Damjanovic, Mato
[A27]
Rossetto, Héctor
Panno, Oscar 1.c4 e5 2.¤c3 ¤c6 3.¤f3 g6
[B84] 4.d4 exd4 5.¤xd4 ¥g7
6.¤xc6 bxc6 7.g3 ¤e7 8.¥g2
1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.d4 cxd4 0-0 9.0-0 d6 10.¥g5 ¥e6
4.¤xd4 a6 5.¥e2 ¤f6 6.¤c3 11.c5 d5 12.£d2 f6 13.¥h6
£c7 7.0-0 d6 8.f4 ¤bd7 ¥xh6 14.£xh6 g5 15.£h5
9.¢h1 b5 10.e5 dxe5 11.fxe5 £d7 16.£f3 ¤g6 17.£d3
¤xe5 12.¥f4 ¥d7 13.¥f3 ¦c8 ¥h3. ½-½

Página 151 de 188


Decimosexta Rueda
13 AGOSTO DE 1970

Smyslov ½ Fischer ½
Mecking ½ Najdorf ½
Rossetto ½ Georghiu ½
García 0 Schweber 1
Rubinetti ½ O’Kelly ½
Bisguier ½ Panno ½
Tukmakov 1 Damjanovic 0
Szabo 1 Agdamus 0
Reshevsky ½ Quinteros ½

En los umbrales de la finalización del torneo numeroso público con-


currió, como habitualmente, a la sala Casacuberta para presenciar la pe-
núltima rueda. Fischer y Smyslov hicieron tablas después de intensa
lucha estratégica y posicional.
Varios fueron las tablas convenidas, aunque de ninguna manera que-
pa un elogio ni de lucha ni de tenacidad para sus causantes: Rubinetti-
O'Kelly, Rossetto-Georghiu y Bisguier-Panno buscaron definir sin
arriesgar. Quinteros, con negras, frente a Reshevsky, convino tablas en
11 movimientos. ¿Acaso es el precio por un título de maestro interna-
cional?
Probablemente la mejor partida de la jornada haya sido la que Tuk-
makov le ganó a Damjanovic. El joven y hasta poco antes casi descono-
cido maestro ruso adquirió superioridad desde el planteo, llegando a
conseguir un imparable peón rey que coronaba inevitablemente, obli-
gando al abandono de su rival.
La partida entre Costa Mecking y Najdorf amenazó con ser una de
las atracciones de la rueda, y más con los antecedentes deportivos en-
tre ambos. En cierto momento pareció que el peón rey de las blancas
sería suficiente, pero Najdorf detuvo todas las chances, y al reanudarse
la partida se declaró tablas.
Página 152 de 188
García y Schweber, que también guardan una vieja rivalidad ajedre-
cística, jugaron una partida posicional, francesa, que se desarrolló por
caminos enteramente posicionales en casi todo su desarrollo. Sin em-
bargo, y después de pacientes esfuerzos, las negras consiguieron hacer
inclinar el monarca rival.

Smyslov, Vassily V posición de su enroque.


Fischer, Robert James
[A37] 16...¥h3 17.¥h1 ¦f7

(Comenta V. Smyslov)
1.¤f3 c5 2.g3 g6 3.¥g2 ¥g7
4.c4 ¤c6 5.¤c3 e6 6.b3 ¤ge7
7.¥b2 0-0 8.¤a4

Una superficialidad que pierde


mucho tiempo. Las blancas debie-
ron jugar 8.0-0 y si 8...d5 9.cxd5
exd5 y ahora 10.¤a4.

8...e5!

Esta lógica continuación no la


tuve en cuenta. Ahora las negras 18.b4!
toman la iniciativa. La continua-
ción 9.¤xc5 e4 10.¥xg7 exf3 Este contraataque anima el jue-
11.¥xf8 fxg2 12.¦g1 £xf8 go blanco. Se sacrifica un peón
13.¦xg2 d5 no promete nada por la iniciativa.
bueno para las blancas.
18...cxb4
9.0-0 d6 10.e3 f5 11.d3 h6
12.¤e1 f4! Si 18...fxe3 19.bxc5 exf2+
20.¤xf2 dxc5 21.¤xh3 £xh3
Se aumenta la actividad de las 22.¤e3 con buena compensación
negras; ellas alcanzaron a impedir por el peón sacrificado.
f4 de las blancas y consiguieron
gran presión en el flanco de rey. 19.a3 fxe3?

13.¤c2 g5 14.¦e1 ¥f5 Aquí se aprecia el efecto sor-


15.¤c3 £d7 16.¤e4 presivo del sorpresivo contraata-
que de las blancas. Fischer debió
Al fin, perdiendo dos tiempos, jugar 19...b3 20.¤b4 ¦af8 para
el caballo llegó a la casilla central. luego 21...f3.
Las blancas tienen que jugar con
mucha atención para fortificar la 20.¤xe3 bxa3 21.¥xa3 ¤f5
Página 153 de 188
22.¤xf5 £xf5 23.¦a2 ¤d4 Las blancas atacan el peón y al
24.¤xd6 mismo tiempo dejan libre el cami-
no a su rey.
La más simple continuación,
forzando un final. Más complica- 36...¥e6 37.¤xe5 ¦c8
do era 24.¦e3 ¥g4 25.£f1 ¥f8 38.¥d4 ¥h3 39.¢f2 ¦c2+
26.¤xd6 ¥xd6 27.¥xd6 ¤f3+ 40.¢e3 ¥xe5. ½-½
28.¥xf3 ¥xf3 29.¥xe5 con un
peón de más para las blancas.
Mecking, Henrique
Najdorf, Miguel
24...¤f3+ 25.¥xf3 £xf3 [E45]
26.£xf3 ¦xf3 27.¦e3 ¦xe3
28.fxe3 b6 1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤c3 ¥b4
4.e3 b6 5.¤ge2 ¥a6 6.a3
Si 28...¦f8 29.¦f2. ¥xc3+ 7.¤xc3 d5 8.cxd5
¥xf1 9.¢xf1 exd5 10.f3 ¤c6
29.¤e4 11.¢f2 0-0 12.¦e1 ¦e8
13.¢g1 £d7 14.b3 ¦ad8
Para defender al rey. 15.¦a2 ¤a5 16.¦d2 c6 17.¥b2
£e6 18.¤a2 ¤d7 19.¤c1 f6
20.¥c3 ¤b7 21.¤d3 £d6
22.a4 a5 23.¤f2 b5 24.axb5
cxb5 25.e4 ¤b6 26.e5 £c6
27.¦c2 ¦c8 28.¦ee2 £e6
29.exf6 £xf6 30.¤g4 £f5
31.¦xe8+ ¦xe8 32.¦e2 £c8
33.¥d2 a4 34.bxa4 bxa4
35.¥b4 ¤c4 36.¦a2 h5
37.¤e5 ¤xe5 38.dxe5 ¦xe5
39.¦xa4 ¤d8 40.£a1 ¦e8
41.¦a8. ½-½

Rossetto, Héctor
29...¦d8 30.¤f2 ¥e6 Georghiu, Florin
31.¥b2 a5 32.e4! [A48]

1.d4 ¤f6 2.¤f3 g6 3.¥g5


Sin temer a 32...¥xc4 por ¥g7 4.¤bd2 0-0 5.e3 d6
33.dxc4 ¦d2 34.¢f1 ¥f8 35.¤g4 y 6.¥e2 ¤bd7 7.0-0 h6 8.¥xf6
las blancas se quedan con la pie- ¥xf6 9.c3 e5 10.a4 a5 11.£c2
za de ventaja. £e7 12.¦fe1 ¥g7 13.e4 ¤b6
14.h3 ¥e6 15.¥f1 c6 16.¦ad1
32...¦b8 33.¥c3 b5 34.¦xa5 ¦fd8 17.¥e2 f5 18.¦a1 £f7
bxc4 35.dxc4 ¥xc4 36.¤g4! 19.¥f1. ½-½
Página 154 de 188
García, Raimundo sentar otro esquema menos co-
Schweber, Samuel mún, a retomar con el alfil en f6.
[C10]
6.¥d3 ¤gf6 7.¤xf6+ ¥xf6!
(Comenta Samuel Schweber) 8.c3?
1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤d2
Menos exacto que 8.£e2 0-0
Conocida como «variante Ta- 9.¥e3! ¦e8 10.0-0-0 c5 11.h4
rrasch» o «anti-Winawer», con ataque (según análisis de
apodo este último que se refiere a Pachman).
que con tal ubicación del caballo
se evita la clásica clavada median- 8...c5! 9.0-0 0-0 10.£c2 g6
te ¥b4 de las negras. Como con- 11.¥h6 ¦e8 12.¦ad1 cxd4
trapeso, el caballo en d2 es me- 13.¤xd4 a6 14.¦fe1 £c7
nos activo, no ataca el d5 y obs- 15.¥e4 ¤c5 16.¥f3 ¥d7
truye el camino del alfil dama 17.£c1 e5!
propio.
Las blancas han realizado las
3...dxe4 últimas jugadas de manera apaci-
ble, sin plan claro ni deseo de ha-
Las negras se impusieron con cer valer su iniciativa. El segundo
esta variante ante el mismo rival. jugador, por su parte, completó
Generalmente se aconsejan las su desarrollo y aprovechando su
continuaciones 3...c5; o 3...¤f6 centro móvil se lanza al contraata-
como más agresivas. Sin embar- que allí donde tiene mayoría de
go, por transposición, con la juga- peones, es decir en el flanco rey.
da del texto las negras llegan a la
idea de Rubinstein caracterizada 18.¤b3? ¤xb3! 19.axb3
por el cambio del peón central, y ¥e6
que normalmente se produce en
el siguiente orden de jugadas:
1.e4 e6 2.d4 d5 3.¤c3 dxe4
4.¤xe4 ¤f6 (indicada como mejor
que 4...¤d7) 5.¤xf6+ gxf6 6.¤f3
b6, etc.

4.¤xe4 ¤d7 5.¤f3 ¥e7

Es posible 5...¤gf6 6.¤xf6+


¤xf6 7.¥d3 ¥e7 8.0-0 0-0 9.¤e5
c5 10.dxc5 £a5 11.£e2 £xc5 con
posición sólida de las negras, pe-
ro con proyección armónica de fi-
guras de de las blancas contra el El conductor de las blancas de-
flanco rey. La jugada del texto muestra tener poca idea del final
5...¥e7 responde al deseo de pre- a producirse, dado que provoca
Página 155 de 188
el cambio de caballos la creación Rubinetti, Jorge Alberto
de un peón doblado allí donde te- O'Kelly de Galway, Alberic
nía él mayoría de peones (3 a 2). [C85]
Ahora los dos peones «sanos»
de las negras son suficientes para 1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6
frenarlos y por consiguiente, la 4.¥a4 ¤f6 5.0-0 ¥e7 6.¥xc6
mayoría de peones negros en el dxc6 7.d3 ¤d7 8.¤bd2 0-0
flanco rey (4 a 3), van a decidir el 9.¤c4 ¥d6 10.¥d2 ¦e8 11.a4
final. b6 12.¥c3 c5 13.b3 f6 14.¤h4
¤f8 15.¤f5 ¤g6 16.g3 ¥f8
20.¥d5 ¦ad8 21.¥xe6 17.£f3 ¥e6 18.h4 £d7
¦xe6 22.¦xd8+ £xd8 23.¦d1 19.¢h2 ¤e7 20.¤xe7+ ¥xe7
¦d6 24.¦xd6 £xd6 25.£d2 21.¤e3 b5 22.£e2 ¥d6 23.f3
¥e7 26.£xd6 ¥xd6 27.f3 f5 £c6 24.¢g2 ¦f8 25.h5 ¦ae8
28.¢f2 ¢f7 29.¢e3 ¥f8 26.¦h1 ¦d8 27.g4 ¦de8. ½-½
30.¥xf8 ¢xf8

Las negras eligieron esta defen- Bisguier, Arthur Bernard


sa considerada pasiva, pues Gar- Panno, Oscar
cía (que perdió últimamente la [B23]
misma con el comentarista) gran
conocedor de las últimas «pala- 1.e4 c5 2.f4 ¤c6 3.¤f3 g6
bras» en intrincadas defensas, 4.¥b5 ¥g7 5.0-0 ¤f6 6.¤c3
aparentemente se desorienta ante 0-0 7.¥xc6 bxc6 8.d3 d6
el ajedrez sencillo, pues tiene que 9.£e1 ¤e8 10.b3 ¤c7 11.¥b2
buscar el plan por sus propios ¤b5 12.¤d1 ¤d4 13.£f2 £b6
medios, equivocando muchas ve- 14.¤d2 f5 15.c3 ¤e6 16.g3
ces el camino fácil. ¥d7 17.¤e3 ¦ae8 18.¤f3 ¥c8
Y así asistimos al «suicidio» 19.¦fe1 ¢h8 20.¦ad1 £d8
de las blancas, que fue provocan- 21.£g2 £d7 22.h4. ½-½
do el cambio total de sus figuras,
para arribar a este final de peones
sin salvación para ellas. Lo demás Tukmakov, Vladimir B
es cuestión de técnica. Damjanovic, Mato
[E17]
31.b4 ¢e7 32.c4 h5 33.¢d3
h4 34.b3 ¢d6 35.¢c3 h3 (Comenta V. Tukmakov)
36.gxh3 g5 37.¢d3 ¢e6 38.h4 1.d4 ¤f6 2.c4 e6 3.¤f3 b6
gxh4 39.¢e3 ¢f6 40.¢d3 ¢g5 4.g3 ¥b7 5.¥g2 ¥e7 6.¤c3
41.¢e3 ¢g6 42.¢d3 ¢f6 c5!?
43.¢e3 ¢g5 44.¢f2 ¢f4
45.¢e2 e4 46.fxe4 fxe4 47.b5 En general se juega aquí
axb5 48.cxb5 b6 49.¢f2 ¢e5 6...¤e4 Después de la jugada del
50.¢e2 ¢d4 51.¢d2 h3 texto la partida se convierte en
52.¢e2 e3. 0-1 una defensa india.

Página 156 de 188


7.d5 exd5 8.cxd5 d6 9.¤d2 gras ¤e5.

Si 9.0-0 0-0 10.¤d2 lleva sólo 14...¦e8 15.f4 ¥f6


a la misma posición. Mientras que
9.0-0 b5 da ventaja a las blancas Por la amenaza de las blancas
después de 10.¤xb5 ¥xd5 16.e4 seguido de 17.¤f3. Las ne-
11.¥g5 ¤bd7 12.e4! gras tratan de impedir tácticamen-
te este avance.
9...0-0 10.0-0 ¤bd7
16.¤de4!
También ahora 10...b5 era ma-
la por 11.¤xb5 ¥xd5 12.¥xd5 Si 16.e4 ¥d4+ 17.¢h1 b5
¤xd5 13.¤c4 con lo que se gana 18.axb5 ¤xb5.
un peón. Más picardía se tendría
con 10...¦e8 quedando en expec- 16...¥e7 17.¤f2
tativa la salida del caballo de b8.
A 11.¤c4 u 11.e4 se podrá jugar La mejor posición para el caba-
11...¥a6. llo blanco es f3, y llegar a la de f2
es más difícil que la de d2.
11.a4 ¥a6
17...¦b8
Merece atención 11...¤e8 se-
guido de 12...¤c7 y 13...a6 prepa- Las negras sacan la torre de
rando el eventual 14...b5. una diagonal peligrosa y al mismo
tiempo preparan ...b5. A 17...g6
12.b3! (o ¥f8) 18.e4! ya sería muy desa-
Impide 12...c4 y al mismo tiem- gradable.
po prepara 13.¥b2.
18.£d2 h6
12...¤e8 13.¥b2 ¤c7
14.¦e1 Las blancas esperan jugar e4.

Ahora la lucha se cierne sobre 19.h3


el tema e4, e5. Si las blancas al-
canzan a lograr el avance del Preparando la casilla h2 para el
peón rey, sin cambiar el ¥a6 de caballo ¤g4, ¤h2, ¤f3.
las negras, tendrán clara ventaja.
Pues a pesar de la buena situa- 19...¥b7
ción de ese alfil de las negras, és-
tas tienen serias preocupaciones. Si 19...¥c8 20.e4 ¥f6 21.¤b5
Por el contrario, 14.¤c4 ¥xc4! ¥xb2 22.£xb2 ¤xb5 23.axb5 ¦b7
15.bxc4 ¥f6 con lo que las negras era mejor, pero las blancas dispo-
tienen alivio. Las blancas se ve- nían de la fuerte continuación;
rían obligadas a 16.f4 y no e4, por 20.¤b5! a6 21.¤a7! ¥b7 22.e4 con
la fuerte contestación de las ne- superioridad.
Página 157 de 188
20.e4 ¥f6 21.¤b5 ¥xb2 Ambos jugadores estaban con
22.£xb2 ¤xb5 23.axb5 ¤f6! apuro de tiempo. Ahora habría si-
do más prudente jugar 29...¥c8
30.£e4 ¦b7 aunque de todos mo-
dos la superioridad está de parte
de las blancas.

30.¦ad1 £g5

No servía 30...¥c8 por 31.e6!

31.¤e4!

Pasando elegantemente a un fi-


nal fácilmente ganado.
Malo sería 23...¦a8 24.e5 dxe5
25.fxe5 £g5 26.¤e4 £xe5 31...£xf5 32.gxf5 ¦xe5
27.£xe5 ¦xe5 28.¤d6 ¥c8 29.¦f1 33.¤d6 ¦xe1+ 34.¦xe1 ¦b8
¤f6 30.¤c4 amenazando 35.¦e7 ¥a8 36.¤xf7
31.¤xb6.
Lo mejor, aunque se gana ya
24.£c3 £d7 25.£d3 £d8 de cualquier manera. Si 36...¦b7
37.d6 ¦xe7 38.dxe7 ¢xf7
Contra 25...¦a8 habría seguido 39.exf8£+ ¢xf8 40.¥xa8 etc.
26.¦e2 y 27.¦ea2.
36...¤h7 37.¤e5 ¤f6
26.e5! 38.¤c6 ¦e8 39.¦xa7 ¥xc6
40.bxc6. 1-0
Quizá habría sido aún más
fuerte 26.¦e2.
Szabo, Laszlo
26...dxe5 27.fxe5 ¤d7 Agdamus, José Luis
[A48]
Después de 27...¤xd5 28.¦ad1
¤b4 29.£xd8 ¦bxd8 30.¦xd8 (Comenta Laszlo Szabó)
¦xd8 31.¥xb7 ganaban las blan- 1.d4 ¤f6 2.¤f3 g6 3.¥g5
cas.
Esta jugada tiene bastante fuer-
28.£f5 ¤f8 za aunque se practica poco.

Si 28...¥c8 las blancas jugarían 3...¥g7 4.¤bd2 c5 5.e3


29.£f4 £g5 30.¤e4! con neta ven-
taja. La maniobra ¥xf6 y ¤e4 no da
ningún resultado. Por ejemplo:
29.g4 ¦a8? 5.¥xf6 ¥xf6 6.¤e4 ¥xd4! etc.
Página 158 de 188
5...b6 6.c3 d6 20.fxe5 b5 21.axb5 axb5 22.e6!
bxc4 23.¥a4 con posición muy
Ahora no es conveniente 6...0- ventajosa.
0 porque entonces si es buena la
continuación 7.¥xf6 seguido de 20.axb5 £xb5 21.¥a4 £b8
8.¤e4. 22.¥e7 ¦a7.

7.¥b5+! La pérdida de calidad era inevi-


table y ahora las negras tratan de
Una idea interesante para difi- activar su contrajuego.
cultar el plan del adversario con-
sistente en ¥a6. Si ahora 23.¥xf8 ¢xf8 24.£h5 ¦e7
7...¤bd7; dicha movida de alfil no 25.fxe5 ¤xe5 26.¤xe5 dxe5
existe. 27.£g6!

7...¤fd7 8.0-0 a6 9.¥d3


¤c6 10.a4 0-0 11.£e2 h6
12.¥h4 £e8

Las negras intentan jugar ...e5.

13.d5! ¤ce5 14.¤xe5 ¤xe5


15.¥c2 f5

Las negras tratan de obstaculi-


zar el plan del adversario, que era
seguir con f4 y e4, para jugar
eventualmente e5 con gran pre- Maniobra final decisiva que vi-
sión. No obstante, el avance efec- goriza el ataque y apoya el even-
tuado provoca debilidades en la tual avance del peón dama.
masa de peones negros.
27...e4
16.f4 ¤f7 17.e4 e5 18.exf5
gxf5 No obstante considerar que era
algo mejor 27...f4 ello no alcanza-
Si las negras jugaban 18...¥xf5 ba para salvar la partida. Por
entonces 19.¥xf5 gxf5 20.¤c4 b5 ejemplo: 28.d6 ¦e6 29.d7! ¦xg6
21.axb5 axb5 22.¦xa8 £xa8 (si 29...¥xd7 30.£f5+ etc.)
23.¤e3 con ventaja clara. 30.d8£+ ¢f7 31.¥e8+ ¢e6 segui-
do de 32.¥xg6 ganando.
19.¤c4 b5
28.d6 ¦e6 29.¦xf5+ ¢g8
Después de 19...¦b8 se produ- 30.£f7+ ¢h8 31.d7 ¥xd7
cía esta interesante variante: 32.¥xd7 £xb2 33.¥xe6. 1-0
Página 159 de 188
Reshevsky, Samuel Herman 4.¤c3 d6 5.e4 ¤bd7 6.h3 ¥e7
Quinteros, Miguel Ángel 7.¥d3 ¤f8 8.¥e3 h5 9.£d2
[A56] h4 10.g4 hxg3 11.fxg3 ¤g4.
½-½
1.d4 ¤f6 2.c4 c5 3.d5 e5

Página 160 de 188


Decimoséptima Rueda
15 AGOSTO DE 1970

Damjanovic ½ Smyslov ½
Agdamus ½ Rossetto ½
Panno 1 Szabo 0
Georghiu ½ Tukmakov ½
Najdorf 1 Bisguier 0
Quinteros ½ Rubinetti ½
Schweber ½ Resahevsky ½
Fischer 1 García 0
O’Kelly ½ Mecking ½

Y se llegó, definitivamente, a la última rueda con la definición de un


torneo que ha aportado beneficios reales a nuestro ajedrez. Tal vez nos
falte tiempo suficiente para comprenderlo o valorarlo. Tal vez este de-
talle de ir entregando planillas con brevísimos comentarios a medida
del desarrollo de cada una de las ruedas no haya impedido ver más en
profundidad. Pero, con la mayoría de quienes hemos ido comentando
este suceso deportivo, nos encontramos con la ausencia de respuestas
a muchas de las preguntas formuladas.
Es de destacar, y así lo comprendió el constante público asistente el
carácter combativo de Fischer, que en ningún caso declinó de su tem-
peramento y de su búsqueda de triunfo. Las tablas que hizo pueden
considerarse verdaderos halagos para sus rivales ocasionales.
Nuestros joven valor Miguel Angel Quinteros logró uno de sus pro-
pósitos: obtener el título de maestro internacional, y lo consiguió, aun-
que no creamos que su demostración ajedrecística haya sido ejemplar.
Lo otro era un sueño: derrotar a Fischer. Lo fue para todos.
Panno, nuestro jugador mejor colocado, comenzó con flojedad, co-
mo ya es habitual en él en los últimos torneos, aunque a través de las
ruedas se vaya recuperando. Puede que esto se deba a su prolongado
alejamiento de los torneos y de la práctica del juego ciencia, ya que se
Página 161 de 188
lo impide su propia profesión de ingeniero. Tal vez no sea más que eso
y no una declinación, como parece pronunciarse inexorablemente con
el paso del tiempo en la otrora magnífica calidad de Najdorf, y que esta
vez debió luchar duramente para conseguir mejorar su propia coloca-
ción.
Lo extraño es lo de Smyslov, que apenas alcanzó una victoria y 16
tablas. Es difícil medir esta actuación.
Y una palabra final: sin hablar de aquellas insinuaciones del comien-
zo, un cálido aplauso para los organizadores. Todo, absolutamente to-
do estuvo bien en este renglón. Y todos conformes, incluyendo a los
maestros invitados y al público que premió con aplausos y agradeci-
miento cuanto estuvo bien hecho. Hubo alguna nota discordante, pero
confiarnos en que el tiempo la deje en el olvido para no empañar el
recuerdo de un gran torneo de la Ciudad de Buenos Aires.

Damjanovic, Mato ¤e4+ 34.¢g2 ¦c8 35.¥xe4


Smyslov, Vassily V dxe4 36.¦a7 ¤f5 37.¦f7 g3
[A29] 38.¤b7 ¦a8 39.¤c5 ¦a2
40.¤xe4+ ¢g4 41.¤xg3
1.c4 e5 2.¤c3 ¤f6 3.g3 ¥b4 ¤xe3+ 42.¢g1 ¦a1+ 43.¢h2
4.¥g2 0-0 5.¤f3 ¦e8 6.0-0 e4 ¤f1+ 44.¤xf1 ¦xf1 45.¢g2
7.¤d4 ¤c6 8.¤c2 ¥xc3 ¦e1 46.¦xg7+ ¢xh5 47.¦d7
9.dxc3 ¤e5 10.b3 h6 11.¥e3 ¢g4 48.d5 cxd5 49.¦b7 d4
d6 12.£d2 b6 13.¥d4 ¥d7 50.¦xb5 d3. ½-½
14.f4 exf3 15.exf3. ½-½

Panno, Oscar
Agdamus, José Luis Szabo, Laszlo
Rossetto, Héctor [A28]
[D02]
(Comenta Oscar Panno)
1.d4 ¤c6 2.¤f3 d5 3.¥f4 1.c4 e5
¥g4 4.e3 e6 5.h3 ¥xf3 6.£xf3
¥d6 7.c4 ¤ge7 8.¤c3 0-0 Las blancas juegan una Defen-
9.¦c1 ¥xf4 10.£xf4 ¤g6 sa Siciliana con los colores inverti-
11.£g3 ¤ce7 12.cxd5 exd5 dos y un tiempo de más. Como
13.¥d3 c6 14.h4 £d7 15.h5 plan general parece acertado, ya
¤h8 16.0-0 f5 17.¤e2 ¦ae8 que Szabó es un especialista del
18.b4 b5 19.a4 a6 20.axb5 Gambito Benoni, y en cambio no
axb5 21.¦a1 ¤f7 22.¦a6 ¦a8 practica asiduamente la apertura
23.¦fa1 ¦xa6 24.¦xa6 ¦e8 de peón rey.
25.¤c1 £d6 26.£xd6 ¤xd6
27.¤b3 ¢f7 28.¤a5 ¦c8 29.g4 2.¤c3 ¤f6 3.¤f3 ¤c6 4.e3
fxg4 30.¥xh7 ¦c7 31.¢g2 ¥b4 5.£c2
¢f6 32.¢g3 ¢g5 33.¥g6
Página 162 de 188
La clavada potencial del caba- riesgos por medio de h4, lo que
llo dama es fuerte, pues en cual- impide una lenta maniobra de de-
quier momento se puede cambiar salojo a base de d4.
y con ...e4 conseguir la fijación
del centro blanco, neutralizando 12...£h4
los alfiles. Esto y las siguientes
movidas conducen a mantener la Se impide momentáneamente
elasticidad necesaria. el avance señalado de h4 y obliga
al enroque largo.
5...0-0 6.d3 ¦e8 7.¥d2 ¥f8
13.0-0-0 ¤c5 14.f3
Demasiado pasivo. El ex cam-
peón mundial Smyslov, en posi- Lo mejor, pues así se refuerza
ción similar, prefirió ...d5. el punto central y se posibilita el
desalojo de la dama bloqueadora.
8.a3 d6 9.¥e2 ¥f5
14...¥xe4 15.dxe4
La estrategia de las negras re-
sulta clara pero fácilmente comba- Se juzgó más importante la ac-
tible. Se amenaza ...e4, rompien- ción en la columna dama. Intere-
do el centro de las blancas, y se sante, aunque de distintas caracte-
pretende obligar a e4 para, con rísticas, sería 15.fxe4. En ningún
...¥g4!, conseguir el dominio de caso las blancas podían tomar con
la casilla cinco dama. Lo natural el caballo, puesto que es la única
en este momento sería 10.¤e4, pieza que puede ubicarse en cin-
pero el caballo rey blanco queda- co dama.
ría muy alejado de las casillas es-
tratégicamente importantes (d5!); 15...a6 16.¤d5 £d8 17.h4
por lo tanto, es éste el que se des-
tina para bloquear el juego. Ganando espacio en el flanco
rey y preparando un futuro g5 pa-
10.¤g5 ¤d7 ra instalar el bloqueo con el alfil
rey blanco en la diagonal h3-c8.
Las negras no han calculado la Asimismo, se espera un contacto
importancia de la jugada 12 del con el enroque negro para apro-
adversario. Parecía más adecuado vechar la ventaja táctica de los en-
10...¥g4. roques heterogéneos.

11.¤ge4 ¥g6 12.g4 17...¤e7 18.¥b4 ¤xd5


19.exd5
Arriesgado pero posicional-
mente correcto, ya que mantiene Lo mejor, ya que si 19.cxd5
el fuerte caballo de cuatro rey y £d7 con chances tácticas en el
neutraliza el alfil enemigo de casi- flanco dama (...b5!).
llas blancas y la torre rey.
Ahora se amenaza crear serios 19...e4 20.f4
Página 163 de 188
Ahora la situación amenazante 24.¥d2 £f3 25.h5
de los peones blancos es clara.
No hay suficiente contrajuego pa- Más preciso era 25.¢b1 en se-
ra las negras. guida.

20...£d7 25...c6 26.¢b1 ¦ac8


27.¦df1!
Amenazando 21...¤d3+ y res-
catar el peón caballo rey. Forzando a una decisión nada
sencilla. Si se quiere evitar un fi-
21.g5 nal con peón de menos hay que
arriesgarse a £g2, y con ¦hg1 y
g6 se consigue clara situación de
ataque.

27...£e4 28.£xe4 ¦xe4


29.¦c1 c5

Una decisión que subestima la


fuerza de ¢-b2-c3-d3. Más diná-
mico era ...g6.

30.b3 b5 31.¢b2!

Esta es la única forma de con-


21...¤d3+!? solidar rápidamente la ventaja y
tomar la iniciativa. Se amenazaba
A mi juicio esto es algo precipi- ¦b8.
tado, puesto que podía esperarse
para entregar el peón. El tempera- 31...g6 32.¢c3 ¥g7+
33.¢d3 ¦ce8?
mento táctico traicionó a las ne-
gras, pues no les gusta verse limi- Más activo era 33...¦e7 para
tadas a un juego pasivo. buscar juego en la columna caba-
llo dama, lo que no obstante po-
22.¥xd3 exd3 23.£xd3 día neutralizarse con 34.¦b1 y to-
£g4 mando eventualmente con el rey
en cuatro alfil dama. El stato que
Ahora la tarea de las negras se pretende conseguir no existe a
consiste en tratar de hacer un blo- causa de la ruptura b4!
queo con la doblada de las torres
en la columna rey y abrir el flanco 34.hxg6 hxg6 35.¦b1 ¦4e7
dama. Esto les cuesta cambiar las 36.¦hc1 f6
damas y así el final no ofrece ma-
yores dificultades. Resulta lento llegar a minar el
Página 164 de 188
fuerte punto tres rey de las blan- Georghiu, Florin
cas que neutraliza la fuerza pesa- Tukmakov, Vladimir B
da de las negras. [A37]

37.gxf6 ¥xf6 38.b4 g5 1.c4 c5 2.¤f3 g6 3.g3 ¥g7


4.¥g2 ¤c6 5.¤c3 e6 6.0-0
¤ge7 7.d3 0-0 8.¥d2 b6
9.£c1 ¥b7 10.¥h6 ¥xh6
11.£xh6 ¤f5 12.£f4 £b8
13.£xb8 ¦axb8 14.a3 ¤cd4
15.¤d2 d6 16.b4 ¦fd8 17.¦fb1
¥xg2 18.¢xg2 ¦bc8 19.bxc5
dxc5 20.¦b2 ¤e7 21.¤b3
¤xb3 22.¦xb3 ¤c6 23.¤b5
¦d7 24.¦b2 ¢g7 25.f3 ¦cd8
26.¢f2 f5 27.¦ab1 ¢f6
28.¤c3 ¤e5. ½-½

39.cxb5! Najdorf, Miguel


Bisguier, Arthur Bernard
A pesar del poco tiempo dispo- [A07]
nible las blancas hallaron solu-
ción a los problemas tácticos que 1.¤f3 ¤f6 2.g3 d5 3.¥g2
se avecinaban. Se gana así otro ¤bd7 4.0-0 e5 5.c4 dxc4
peón y se prepara la decisiva ju- 6.£c2 ¦b8 7.a4 ¤c5 8.¤a3 e4
gada 41. 9.¤g5 £d5 10.£xc4 £xc4
11.¤xc4 h6 12.¤h3 ¤b3
39...gxf4 40.exf4 13.¦b1 ¥b4 14.d3 exd3
15.exd3 ¥f5 16.¦d1 ¤xc1
Desestimando las complicacio- 17.¦bxc1 c6 18.¤f4 g5 19.¤e3
nes resultantes de 40.bxa6. ¥h7 20.¤e2 ¦d8 21.d4 0-0
22.d5 ¤xd5 23.¥xd5 cxd5
24.¤xd5 ¥d6 25.¤f6+ ¢g7
40...¦e4 41.¦c4! 26.¤xh7 ¢xh7 27.¦d5 ¢g6
28.¤c3 ¥e7 29.¦cd1 ¦xd5
Liquidando las amenazas tácti- 30.¤xd5 ¥c5 31.¢f1 ¦e8
cas. En este momento se suspen- 32.f3 ¦e6 33.b3 a6 34.¦c1
dió la partida y las negras aban- ¥d6 35.¦c8 ¦e5 36.¦g8+ ¢f5
donaron sin continuar, habiendo 37.¤b6 ¦c5 38.¤c4 ¥e7
sellado 41...¦xc4. La decisión se 39.¦b8 ¦c7 40.¢e2 ¥b4
justifica, pues con 42.¢xc4 ¦c8 41.¤e3+ ¢e5 42.¦e8+ ¦e7
43.bxa6 cxb4+ 44.¢xb4 se gana. 43.¦d8 ¦c7 44.¤c4+ ¢f6
O bien 42.¢xc4 ¦e4+ 43.¢d3 45.¦h8 ¢g7 46.¦b8 ¥c5
¦d4+ 44.¢e3 y no se evita gxa6 o 47.h4 ¥a7 48.¦d8 ¥c5 49.g4
¥c3 ganando. 1-0 ¥b4 50.¦b8 ¥c5 51.a5 ¥b4
Página 165 de 188
52.¢d3 ¦d7+ 53.¢e4 ¥c5 26.exd6+ ¢xd6 27.¢e3 ¢e5
54.¦c8 ¥g1 55.f4 ¦d4+ 28.a4 ¦hd8 29.b5 g6 30.a5
56.¢e5 gxf4 57.¤d6 ¦b4 ¦xc1 31.¦xc1 ¦d5. ½-½
58.¤f5+ ¢h7 59.¦f8 b6
60.¦xf7+ ¢h8 61.¤xh6 bxa5
62.g5 ¥d4+ 63.¢d5 ¥g7 Fischer, Robert James
64.¤f5 ¦b5+ 65.¢e4 ¦b4+ García, Raimundo
66.¢f3 ¦xb3+ 67.¢xf4 ¦b4+ [B23]
68.¢f3 a4 69.¦xg7 a3 70.g6
¦a4 71.¦a7. 1-0 1.e4 c5 2.¤c3 e6 3.¤ge2 d6
4.g3 ¤f6 5.¥g2 ¤c6 6.0-0 a6
7.d3 ¥e7 8.h3 £c7 9.¥e3 b5
Quinteros, Miguel Ángel 10.a3 ¥b7 11.f4 b4 12.axb4
Rubinetti, Jorge Alberto ¤xb4 13.f5 e5 14.¤a4 0-0
[D34] 15.c3 ¤c6 16.£d2 ¦ad8 17.g4
h6 18.¤g3 ¤h7 19.b4 cxb4
1.c4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.g3 d5
4.¥g2 ¥e7 5.0-0 0-0 6.d4 c5 20.¥b6 £d7 21.¥xd8 £xd8
7.cxd5 exd5 8.¤c3 ¤c6 9.dxc5 22.cxb4 ¥g5 23.£e1 ¥h4
¥xc5 10.¥g5 d4 11.¥xf6 24.¢h2 h5 25.£d1 ¥g5
£xf6 12.¤e4 £e7 13.¤xc5 26.¦b1 ¥f4 27.¦xf4 exf4
£xc5 14.¦c1. ½-½ 28.¤xh5 £g5 29.£f3 ¤e5
30.£xf4 ¤xd3 31.£xd6 ¤f2
32.¤c5 g6 33.£f4 gxh5
Schweber, Samuel 34.£xf2 ¥c6 35.h4 £xg4
Reshevsky, Samuel Herman 36.¥h3. 1-0
[B40]

1.e4 c5 2.¤f3 e6 3.b3 ¤c6 O'Kelly de Galway, Alberic


4.¥b2 ¤f6 5.e5 ¤d5 6.¤c3 Mecking, Henrique
¤xc3 7.¥xc3 b6 8.¥d3 ¥b7 [E19]
9.£e2 £c7 10.h4 ¤e7 11.¥b2
¤d5 12.g3 ¤b4 13.¥e4 h6 1.c4 ¤f6 2.¤f3 e6 3.d4 b6
14.a3 ¥xe4 15.£xe4 £c6 4.g3 ¥b7 5.¥g2 ¥e7 6.0-0 0-
16.£xc6 ¤xc6 17.d4 cxd4 0 7.¤c3 ¤e4 8.£c2 ¤xc3
18.¤xd4 ¤xd4 19.¥xd4 ¦c8 9.£xc3 c5 10.¦d1 d6 11.£c2
20.c3 ¥c5 21.¢d2 ¢e7 ¤c6 12.¥e3 £c7 13.¦ac1 e5
22.¦hc1 f6 23.b4 ¥xd4 14.dxe5 dxe5 15.¤e1 ¤d4.
24.cxd4 fxe5 25.dxe5 d6 ½-½

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En primer término, Smyslov, Najdorf, Panno y Fischer en el acto de clausura

Al finalizar el certamen, y como uno de los actos de clausura, la Municipalidad de la Ciu-


dad de Buenos Aires organizó una sesión de partidas simultáneas en la calle Florida, inter-
viniendo muchos de los maestros participantes del torneo. En la foto puede apreciarse la ex-
traordinaria cantidad de aficionados que presenciaron los juegos
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Otro aspecto de !as simultáneas de la calle Florida, en el que se ve al gran maestro Fischer
jugando, a quien observa el profesor Casasnovas, director de Deportes y Recreación de !a
Municipalidad de Buenos Aires

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Acto de Clausura
En el teatro General San Martín, en la misma sala Casacuberta donde
se desarrolló el torneo, se efectuó el acto de clausura y reparto de pre-
mios.
Fue una fiesta en todo sentido, con 19. sala totalmente colmada de
aficionados.
Para destacar la significación de la competencia y su repercusión
mundial hablaron el coronel Plinio Isola, director general de Asistencia
de la Comunidad, y don Carlos Guimard, presidente de la Federación
Argentina de Ajedrez.
El gran maestro Alberto O'Kelly, de Bélgica, habló en nombre de los
participantes extranjeros para agradecer las múltiples atenciones recibi-
das, destacando la cordialidad del público argentino, y a continuación,
en nombre d2 los jugadores argentinos, habló el gran maestro Miguel
Najdorf.
En seguida se procedió a la entrega de premios, y en cada caso los
maestros fueron calurosamente aplaudidos por el público.
Finalmente la concurrencia fue invitada a pasar al restaurante del
Teatro, donde se ofició un lunch.

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ÍNDICE: PÁGINA / RUEDA
ECO PÀG BLANCAS NEGRAS RESULTADO RUEDA
B40 22 Damjanovic vs. Georghiu 0 1 1ª
A01 23 Fischer vs. Tukmakov 1 0 1ª
B08 25 Schweber vs. Smyslov ½ ½ 1ª
A45 26 Rossetto vs. Szabo ½ ½ 1ª
A25 26 O'Kelly vs. Reshevsky ½ ½ 1ª
E59 26 Najdorf vs. Rubinetti 1 0 1ª
A25 26 Quinteros vs. García ½ ½ 1ª
A14 27 Panno vs. Mecking 1 0 1ª
D36 30 Agdamus vs. Bisguier 0 1 1ª
C86 33 Bisguier vs. Rossetto ½ ½ 2ª
A07 34 García vs. O'Kelly ½ ½ 2ª
E89 34 Rubinetti vs. Panno ½ ½ 2ª
B38 36 Damjanovic vs. Fischer 1 0 2ª
E11 38 Tukmakov vs. Schweber 1 0 2ª
B80 40 Reshevsky vs. Najdorf ½ ½ 2ª
E90 40 Mecking vs. Agdamus 1 0 2ª
A27 41 Smyslov vs. Quinteros ½ ½ 2ª
D06 42 Georghiu vs. Szabo ½ ½ 2ª
A14 44 Quinteros vs. Tukmakov 0 1 3ª
C42 44 Fischer vs. Georghiu 1 0 3ª
E15 44 Agdamus vs. Rubinetti 0 1 3ª
A31 46 Rossetto vs. Mecking ½ ½ 3ª
E54 46 Schweber vs. Damjanovic ½ ½ 3ª
E92 46 Najdorf vs. García 1 0 3ª
A14 47 Szabo vs. Bisguier 0 1 3ª
A17 49 Panno vs. Reshevsky ½ ½ 3ª
E55 49 O'Kelly vs. Smyslov ½ ½ 3ª
A59 51 Mecking vs. Szabo 0 1 4ª
A29 51 Georghiu vs. Bisguier 1 0 4ª
A24 51 García vs. Panno 0 1 4ª
D43 53 Tukmakov vs. O'Kelly ½ ½ 4ª
C19 53 Fischer vs. Schweber 1 0 4ª
A48 55 Damjanovic vs. Quinteros 1 0 4ª
D94 55 Rubinetti vs. Rossetto ½ ½ 4ª
E56 56 Smyslov vs. Najdorf ½ ½ 4ª
E96 56 Reshevsky vs. Agdamus 1 0 4ª
B31 59 Schweber vs. Georghiu ½ ½ 5ª
A25 60 O'Kelly vs. Damjanovic ½ ½ 5ª
A35 61 Quinteros vs. Fischer 0 1 5ª
D46 61 Bisguier vs. Mecking ½ ½ 5ª
D90 61 Najdorf vs. Tukmakov ½ ½ 5ª
E74 62 Rossetto vs. Reshevsky ½ ½ 5ª
A28 63 Panno vs. Smyslov ½ ½ 5ª
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D90 64 Szabo vs. Rubinetti 1 0 5ª
E10 65 Agdamus vs. García 0 1 5ª
A41 67 Smyslov vs. Agdamus ½ ½ 6ª
E69 67 Schweber vs. Quinteros 0 1 6ª
E56 67 Reshevsky vs. Szabo 1 0 6ª
C61 68 Rubinetti vs. Bisguier 1 0 6ª
B85 69 Tukmakov vs. Panno 1 0 6ª
B09 70 Georghiu vs. Mecking ½ ½ 6ª
E70 70 Damjanovic vs. Najdorf 0 1 6ª
C98 70 Fischer vs. O'Kelly 1 0 6ª
A41 72 García vs. Rossetto 1 0 6ª
D94 76 Bisguier vs. Reshevsky 0 1 7ª
D27 77 Rossetto vs. Smyslov ½ ½ 7ª
D41 77 Najdorf vs. Fischer ½ ½ 7ª
A56 79 O'Kelly vs. Schweber 1 0 7ª
E70 81 Szabo vs. García ½ ½ 7ª
E92 81 Agdamus vs. Tukmakov 0 1 7ª
E45 81 Mecking vs. Rubinetti ½ ½ 7ª
A39 81 Quinteros vs. Georghiu ½ ½ 7ª
A41 81 Panno vs. Damjanovic 1 0 7ª
E09 84 Quinteros vs. O'Kelly ½ ½ 8ª
A04 84 Fischer vs. Panno 1 0 8ª
D47 85 Reshevsky vs. Mecking ½ ½ 8ª
A27 86 Smyslov vs. Szabo 1 0 8ª
E01 87 Georghiu vs. Rubinetti 1 0 8ª
A07 89 Tukmakov vs. Rossetto 1 0 8ª
B31 91 Damjanovic vs. Agdamus 1 0 8ª
E17 92 García vs. Bisguier ½ ½ 8ª
B53 92 Schweber vs. Najdorf 1 0 8ª
E61 96 Panno vs. Schweber 1 0 9ª
D71 96 Szabo vs. Tukmakov 0 1 9ª
A50 96 Agdamus vs. Fischer 1 0 9ª
C49 98 Bisguier vs. Smyslov ½ ½ 9ª
E00 99 Rossetto vs. Damjanovic 0 1 9ª
B40 100 Rubinetti vs. Reshevsky ½ ½ 9ª
A56 100 Najdorf vs. Quinteros 0 1 9ª
A16 103 O'Kelly vs. Georghiu ½ ½ 9ª
A43 103 Mecking vs. García ½ ½ 9ª
E05 105 Smyslov vs. Mecking ½ ½ 10ª
C99 107 Fischer vs. Rossetto 1 0 10ª
C74 109 Damjanovic vs. Szabo ½ ½ 10ª
E21 110 Quinteros vs. Panno ½ ½ 10ª
A54 110 Schweber vs. Agdamus 0 1 10ª
C87 111 Tukmakov vs. Bisguier ½ ½ 10ª
A61 111 García vs. Rubinetti 1 0 10ª
E09 112 Georghiu vs. Reshevsky ½ ½ 10ª
E69 112 O'Kelly vs. Najdorf ½ ½ 10ª

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B23 115 Bisguier vs. Damjanovic ½ ½ 11ª
D41 115 Panno vs. O'Kelly 1 0 11ª
E19 116 Najdorf vs. Georghiu ½ ½ 11ª
A79 116 Reshevsky vs. García 1 0 11ª
E11 119 Rossetto vs. Schweber 0 1 11ª
B07 120 Rubinetti vs. Smyslov ½ ½ 11ª
E61 120 Szabo vs. Fischer 0 1 11ª
A56 121 Agdamus vs. Quinteros 0 1 11ª
B85 122 Mecking vs. Tukmakov ½ ½ 11ª
B81 124 Georghiu vs. García 1 0 12ª
B53 128 Damjanovic vs. Mecking ½ ½ 12ª
E57 128 Najdorf vs. Panno ½ ½ 12ª
E87 128 Tukmakov vs. Rubinetti ½ ½ 12ª
E19 128 Smyslov vs. Reshevsky ½ ½ 12ª
B28 128 Schweber vs. Szabo 0 1 12ª
A07 129 Quinteros vs. Rossetto ½ ½ 12ª
A42 129 O'Kelly vs. Agdamus 1 0 12ª
C78 130 Fischer vs. Bisguier 1 0 12ª
A56 133 Szabo vs. Quinteros 1 0 13ª
A07 135 García vs. Smyslov ½ ½ 13ª
D80 136 Mecking vs. Fischer ½ ½ 13ª
D94 136 Agdamus vs. Najdorf 0 1 13ª
B21 136 Bisguier vs. Schweber 1 0 13ª
A38 137 Rubinetti vs. Damjanovic 0 1 13ª
A36 138 Reshevsky vs. Tukmakov ½ ½ 13ª
A30 138 Panno vs. Georghiu ½ ½ 13ª
E19 138 Rossetto vs. O'Kelly ½ ½ 13ª
E09 140 Quinteros vs. Bisguier 1 0 14ª
B81 140 Damjanovic vs. Reshevsky ½ ½ 14ª
D90 140 O'Kelly vs. Szabo ½ ½ 14ª
C69 140 Fischer vs. Rubinetti 1 0 14ª
B33 142 Tukmakov vs. García ½ ½ 14ª
E09 144 Najdorf vs. Rossetto ½ ½ 14ª
E69 144 Panno vs. Agdamus ½ ½ 14ª
B40 144 Schweber vs. Mecking 0 1 14ª
C93 146 Georghiu vs. Smyslov ½ ½ 14ª
A57 148 Agdamus vs. Georghiu 0 1 15ª
B23 148 Bisguier vs. O'Kelly 1 0 15ª
A53 149 Mecking vs. Quinteros ½ ½ 15ª
E49 149 Szabo vs. Najdorf 0 1 15ª
E12 150 Smyslov vs. Tukmakov ½ ½ 15ª
D37 150 Rubinetti vs. Schweber ½ ½ 15ª
E43 150 Reshevsky vs. Fischer ½ ½ 15ª
B84 151 Rossetto vs. Panno 0 1 15ª
A27 151 García vs. Damjanovic ½ ½ 15ª
A37 153 Smyslov vs. Fischer ½ ½ 16ª
E45 154 Mecking vs. Najdorf ½ ½ 16ª

Página 172 de 188


A48 154 Rossetto vs. Georghiu ½ ½ 16ª
C10 155 García vs. Schweber 0 1 16ª
C85 156 Rubinetti vs. O'Kelly ½ ½ 16ª
B23 156 Bisguier vs. Panno ½ ½ 16ª
E17 156 Tukmakov vs. Damjanovic 1 0 16ª
A48 158 Szabo vs. Agdamus 1 0 16ª
A56 160 Reshevsky vs. Quinteros ½ ½ 16ª
A29 162 Damjanovic vs. Smyslov ½ ½ 17ª
D02 162 Agdamus vs. Rossetto ½ ½ 17ª
A28 162 Panno vs. Szabo 1 0 17ª
A37 165 Georghiu vs. Tukmakov ½ ½ 17ª
A07 165 Najdorf vs. Bisguier 1 0 17ª
D34 166 Quinteros vs. Rubinetti ½ ½ 17ª
B40 166 Schweber vs. Reshevsky ½ ½ 17ª
B23 166 Fischer vs. García 1 0 17ª
E19 166 O'Kelly vs. Mecking ½ ½ 17ª

ÍNDICE: ECO
ECO PÀG BLANCAS NEGRAS RESULTADO RUEDA
A01 23 Fischer vs. Tukmakov 1 0 1ª
A04 84 Fischer vs. Panno 1 0 8ª
A07 34 García vs. O'Kelly ½ ½ 2ª
A07 89 Tukmakov vs. Rossetto 1 0 8ª
A07 129 Quinteros vs. Rossetto ½ ½ 12ª
A07 135 García vs. Smyslov ½ ½ 13ª
A07 165 Najdorf vs. Bisguier 1 0 17ª
A14 27 Panno vs. Mecking 1 0 1ª
A14 44 Quinteros vs. Tukmakov 0 1 3ª
A14 47 Szabo vs. Bisguier 0 1 3ª
A16 103 O'Kelly vs. Georghiu ½ ½ 9ª
A17 49 Panno vs. Reshevsky ½ ½ 3ª
A24 51 García vs. Panno 0 1 4ª
A25 26 O'Kelly vs. Reshevsky ½ ½ 1ª
A25 26 Quinteros vs. García ½ ½ 1ª
A25 60 O'Kelly vs. Damjanovic ½ ½ 5ª
A27 41 Smyslov vs. Quinteros ½ ½ 2ª
A27 86 Smyslov vs. Szabo 1 0 8ª
A27 151 García vs. Damjanovic ½ ½ 15ª
A28 63 Panno vs. Smyslov ½ ½ 5ª
A28 162 Panno vs. Szabo 1 0 17ª
A29 51 Georghiu vs. Bisguier 1 0 4ª
A29 162 Damjanovic vs. Smyslov ½ ½ 17ª
A30 138 Panno vs. Georghiu ½ ½ 13ª
A31 46 Rossetto vs. Mecking ½ ½ 3ª
Página 173 de 188
A35 61 Quinteros vs. Fischer 0 1 5ª
A36 138 Reshevsky vs. Tukmakov ½ ½ 13ª
A37 153 Smyslov vs. Fischer ½ ½ 16ª
A37 165 Georghiu vs. Tukmakov ½ ½ 17ª
A38 137 Rubinetti vs. Damjanovic 0 1 13ª
A39 81 Quinteros vs. Georghiu ½ ½ 7ª
A41 67 Smyslov vs. Agdamus ½ ½ 6ª
A41 72 García vs. Rossetto 1 0 6ª
A41 81 Panno vs. Damjanovic 1 0 7ª
A42 129 O'Kelly vs. Agdamus 1 0 12ª
A43 103 Mecking vs. García ½ ½ 9ª
A45 26 Rossetto vs. Szabo ½ ½ 1ª
A48 55 Damjanovic vs. Quinteros 1 0 4ª
A48 154 Rossetto vs. Georghiu ½ ½ 16ª
A48 158 Szabo vs. Agdamus 1 0 16ª
A50 96 Agdamus vs. Fischer 1 0 9ª
A53 149 Mecking vs. Quinteros ½ ½ 15ª
A54 110 Schweber vs. Agdamus 0 1 10ª
A56 79 O'Kelly vs. Schweber 1 0 7ª
A56 100 Najdorf vs. Quinteros 0 1 9ª
A56 121 Agdamus vs. Quinteros 0 1 11ª
A56 133 Szabo vs. Quinteros 1 0 13ª
A56 160 Reshevsky vs. Quinteros ½ ½ 16ª
A57 148 Agdamus vs. Georghiu 0 1 15ª
A59 51 Mecking vs. Szabo 0 1 4ª
A61 111 García vs. Rubinetti 1 0 10ª
A79 116 Reshevsky vs. García 1 0 11ª
B07 120 Rubinetti vs. Smyslov ½ ½ 11ª
B08 25 Schweber vs. Smyslov ½ ½ 1ª
B09 70 Georghiu vs. Mecking ½ ½ 6ª
B21 136 Bisguier vs. Schweber 1 0 13ª
B23 115 Bisguier vs. Damjanovic ½ ½ 11ª
B23 148 Bisguier vs. O'Kelly 1 0 15ª
B23 156 Bisguier vs. Panno ½ ½ 16ª
B23 166 Fischer vs. García 1 0 17ª
B28 128 Schweber vs. Szabo 0 1 12ª
B31 59 Schweber vs. Georghiu ½ ½ 5ª
B31 91 Damjanovic vs. Agdamus 1 0 8ª
B33 142 Tukmakov vs. García ½ ½ 14ª
B38 36 Damjanovic vs. Fischer 1 0 2ª
B40 22 Damjanovic vs. Georghiu 0 1 1ª
B40 100 Rubinetti vs. Reshevsky ½ ½ 9ª
B40 144 Schweber vs. Mecking 0 1 14ª
B40 166 Schweber vs. Reshevsky ½ ½ 17ª
B53 92 Schweber vs. Najdorf 1 0 8ª
B53 128 Damjanovic vs. Mecking ½ ½ 12ª
B80 40 Reshevsky vs. Najdorf ½ ½ 2ª

Página 174 de 188


B81 124 Georghiu vs. García 1 0 12ª
B81 140 Damjanovic vs. Reshevsky ½ ½ 14ª
B84 151 Rossetto vs. Panno 0 1 15ª
B85 69 Tukmakov vs. Panno 1 0 6ª
B85 122 Mecking vs. Tukmakov ½ ½ 11ª
C10 155 García vs. Schweber 0 1 16ª
C19 53 Fischer vs. Schweber 1 0 4ª
C42 44 Fischer vs. Georghiu 1 0 3ª
C49 98 Bisguier vs. Smyslov ½ ½ 9ª
C61 68 Rubinetti vs. Bisguier 1 0 6ª
C69 140 Fischer vs. Rubinetti 1 0 14ª
C74 109 Damjanovic vs. Szabo ½ ½ 10ª
C78 130 Fischer vs. Bisguier 1 0 12ª
C85 156 Rubinetti vs. O'Kelly ½ ½ 16ª
C86 33 Bisguier vs. Rossetto ½ ½ 2ª
C87 111 Tukmakov vs. Bisguier ½ ½ 10ª
C93 146 Georghiu vs. Smyslov ½ ½ 14ª
C98 70 Fischer vs. O'Kelly 1 0 6ª
C99 107 Fischer vs. Rossetto 1 0 10ª
D02 162 Agdamus vs. Rossetto ½ ½ 17ª
D06 42 Georghiu vs. Szabo ½ ½ 2ª
D27 77 Rossetto vs. Smyslov ½ ½ 7ª
D34 166 Quinteros vs. Rubinetti ½ ½ 17ª
D36 30 Agdamus vs. Bisguier 0 1 1ª
D37 150 Rubinetti vs. Schweber ½ ½ 15ª
D41 77 Najdorf vs. Fischer ½ ½ 7ª
D41 115 Panno vs. O'Kelly 1 0 11ª
D43 53 Tukmakov vs. O'Kelly ½ ½ 4ª
D46 61 Bisguier vs. Mecking ½ ½ 5ª
D47 85 Reshevsky vs. Mecking ½ ½ 8ª
D71 96 Szabo vs. Tukmakov 0 1 9ª
D80 136 Mecking vs. Fischer ½ ½ 13ª
D90 61 Najdorf vs. Tukmakov ½ ½ 5ª
D90 64 Szabo vs. Rubinetti 1 0 5ª
D90 140 O'Kelly vs. Szabo ½ ½ 14ª
D94 55 Rubinetti vs. Rossetto ½ ½ 4ª
D94 76 Bisguier vs. Reshevsky 0 1 7ª
D94 136 Agdamus vs. Najdorf 0 1 13ª
E00 99 Rossetto vs. Damjanovic 0 1 9ª
E01 87 Georghiu vs. Rubinetti 1 0 8ª
E05 105 Smyslov vs. Mecking ½ ½ 10ª
E09 84 Quinteros vs. O'Kelly ½ ½ 8ª
E09 112 Georghiu vs. Reshevsky ½ ½ 10ª
E09 140 Quinteros vs. Bisguier 1 0 14ª
E09 144 Najdorf vs. Rossetto ½ ½ 14ª
E10 65 Agdamus vs. García 0 1 5ª
E11 38 Tukmakov vs. Schweber 1 0 2ª

Página 175 de 188


E11 119 Rossetto vs. Schweber 0 1 11ª
E12 150 Smyslov vs. Tukmakov ½ ½ 15ª
E15 44 Agdamus vs. Rubinetti 0 1 3ª
E17 92 García vs. Bisguier ½ ½ 8ª
E17 156 Tukmakov vs. Damjanovic 1 0 16ª
E19 116 Najdorf vs. Georghiu ½ ½ 11ª
E19 128 Smyslov vs. Reshevsky ½ ½ 12ª
E19 138 Rossetto vs. O'Kelly ½ ½ 13ª
E19 166 O'Kelly vs. Mecking ½ ½ 17ª
E21 110 Quinteros vs. Panno ½ ½ 10ª
E43 150 Reshevsky vs. Fischer ½ ½ 15ª
E45 81 Mecking vs. Rubinetti ½ ½ 7ª
E45 154 Mecking vs. Najdorf ½ ½ 16ª
E49 149 Szabo vs. Najdorf 0 1 15ª
E54 46 Schweber vs. Damjanovic ½ ½ 3ª
E55 49 O'Kelly vs. Smyslov ½ ½ 3ª
E56 56 Smyslov vs. Najdorf ½ ½ 4ª
E56 67 Reshevsky vs. Szabo 1 0 6ª
E57 128 Najdorf vs. Panno ½ ½ 12ª
E59 26 Najdorf vs. Rubinetti 1 0 1ª
E61 96 Panno vs. Schweber 1 0 9ª
E61 120 Szabo vs. Fischer 0 1 11ª
E69 67 Schweber vs. Quinteros 0 1 6ª
E69 112 O'Kelly vs. Najdorf ½ ½ 10ª
E69 144 Panno vs. Agdamus ½ ½ 14ª
E70 70 Damjanovic vs. Najdorf 0 1 6ª
E70 81 Szabo vs. García ½ ½ 7ª
E74 62 Rossetto vs. Reshevsky ½ ½ 5ª
E87 128 Tukmakov vs. Rubinetti ½ ½ 12ª
E89 34 Rubinetti vs. Panno ½ ½ 2ª
E90 40 Mecking vs. Agdamus 1 0 2ª
E92 46 Najdorf vs. García 1 0 3ª
E92 81 Agdamus vs. Tukmakov 0 1 7ª
E96 56 Reshevsky vs. Agdamus 1 0 4ª

ÍNDICE: BLANCAS
ECO PÀG BLANCAS NEGRAS RESULTADO RUEDA
D36 30 Agdamus vs. Bisguier 0 1 1ª
E15 44 Agdamus vs. Rubinetti 0 1 3ª
E10 65 Agdamus vs. García 0 1 5ª
E92 81 Agdamus vs. Tukmakov 0 1 7ª
A50 96 Agdamus vs. Fischer 1 0 9ª
A56 121 Agdamus vs. Quinteros 0 1 11ª
Página 176 de 188
D94 136 Agdamus vs. Najdorf 0 1 13ª
A57 148 Agdamus vs. Georghiu 0 1 15ª
D02 162 Agdamus vs. Rossetto ½ ½ 17ª
C86 33 Bisguier vs. Rossetto ½ ½ 2ª
D46 61 Bisguier vs. Mecking ½ ½ 5ª
D94 76 Bisguier vs. Reshevsky 0 1 7ª
C49 98 Bisguier vs. Smyslov ½ ½ 9ª
B23 115 Bisguier vs. Damjanovic ½ ½ 11ª
B21 136 Bisguier vs. Schweber 1 0 13ª
B23 148 Bisguier vs. O'Kelly 1 0 15ª
B23 156 Bisguier vs. Panno ½ ½ 16ª
B40 22 Damjanovic vs. Georghiu 0 1 1ª
B38 36 Damjanovic vs. Fischer 1 0 2ª
A48 55 Damjanovic vs. Quinteros 1 0 4ª
E70 70 Damjanovic vs. Najdorf 0 1 6ª
B31 91 Damjanovic vs. Agdamus 1 0 8ª
C74 109 Damjanovic vs. Szabo ½ ½ 10ª
B53 128 Damjanovic vs. Mecking ½ ½ 12ª
B81 140 Damjanovic vs. Reshevsky ½ ½ 14ª
A29 162 Damjanovic vs. Smyslov ½ ½ 17ª
A01 23 Fischer vs. Tukmakov 1 0 1ª
C42 44 Fischer vs. Georghiu 1 0 3ª
C19 53 Fischer vs. Schweber 1 0 4ª
C98 70 Fischer vs. O'Kelly 1 0 6ª
A04 84 Fischer vs. Panno 1 0 8ª
C99 107 Fischer vs. Rossetto 1 0 10ª
C78 130 Fischer vs. Bisguier 1 0 12ª
C69 140 Fischer vs. Rubinetti 1 0 14ª
B23 166 Fischer vs. García 1 0 17ª
A07 34 García vs. O'Kelly ½ ½ 2ª
A24 51 García vs. Panno 0 1 4ª
A41 72 García vs. Rossetto 1 0 6ª
E17 92 García vs. Bisguier ½ ½ 8ª
A61 111 García vs. Rubinetti 1 0 10ª
A07 135 García vs. Smyslov ½ ½ 13ª
A27 151 García vs. Damjanovic ½ ½ 15ª
C10 155 García vs. Schweber 0 1 16ª
D06 42 Georghiu vs. Szabo ½ ½ 2ª
A29 51 Georghiu vs. Bisguier 1 0 4ª
B09 70 Georghiu vs. Mecking ½ ½ 6ª
E01 87 Georghiu vs. Rubinetti 1 0 8ª
E09 112 Georghiu vs. Reshevsky ½ ½ 10ª
B81 124 Georghiu vs. García 1 0 12ª
C93 146 Georghiu vs. Smyslov ½ ½ 14ª
A37 165 Georghiu vs. Tukmakov ½ ½ 17ª
E90 40 Mecking vs. Agdamus 1 0 2ª
A59 51 Mecking vs. Szabo 0 1 4ª

Página 177 de 188


E45 81 Mecking vs. Rubinetti ½ ½ 7ª
A43 103 Mecking vs. García ½ ½ 9ª
B85 122 Mecking vs. Tukmakov ½ ½ 11ª
D80 136 Mecking vs. Fischer ½ ½ 13ª
A53 149 Mecking vs. Quinteros ½ ½ 15ª
E45 154 Mecking vs. Najdorf ½ ½ 16ª
E59 26 Najdorf vs. Rubinetti 1 0 1ª
E92 46 Najdorf vs. García 1 0 3ª
D90 61 Najdorf vs. Tukmakov ½ ½ 5ª
D41 77 Najdorf vs. Fischer ½ ½ 7ª
A56 100 Najdorf vs. Quinteros 0 1 9ª
E19 116 Najdorf vs. Georghiu ½ ½ 11ª
E57 128 Najdorf vs. Panno ½ ½ 12ª
E09 144 Najdorf vs. Rossetto ½ ½ 14ª
A07 165 Najdorf vs. Bisguier 1 0 17ª
A25 26 O'Kelly vs. Reshevsky ½ ½ 1ª
E55 49 O'Kelly vs. Smyslov ½ ½ 3ª
A25 60 O'Kelly vs. Damjanovic ½ ½ 5ª
A56 79 O'Kelly vs. Schweber 1 0 7ª
A16 103 O'Kelly vs. Georghiu ½ ½ 9ª
E69 112 O'Kelly vs. Najdorf ½ ½ 10ª
A42 129 O'Kelly vs. Agdamus 1 0 12ª
D90 140 O'Kelly vs. Szabo ½ ½ 14ª
E19 166 O'Kelly vs. Mecking ½ ½ 17ª
A14 27 Panno vs. Mecking 1 0 1ª
A17 49 Panno vs. Reshevsky ½ ½ 3ª
A28 63 Panno vs. Smyslov ½ ½ 5ª
A41 81 Panno vs. Damjanovic 1 0 7ª
E61 96 Panno vs. Schweber 1 0 9ª
D41 115 Panno vs. O'Kelly 1 0 11ª
A30 138 Panno vs. Georghiu ½ ½ 13ª
E69 144 Panno vs. Agdamus ½ ½ 14ª
A28 162 Panno vs. Szabo 1 0 17ª
A25 26 Quinteros vs. García ½ ½ 1ª
A14 44 Quinteros vs. Tukmakov 0 1 3ª
A35 61 Quinteros vs. Fischer 0 1 5ª
A39 81 Quinteros vs. Georghiu ½ ½ 7ª
E09 84 Quinteros vs. O'Kelly ½ ½ 8ª
E21 110 Quinteros vs. Panno ½ ½ 10ª
A07 129 Quinteros vs. Rossetto ½ ½ 12ª
E09 140 Quinteros vs. Bisguier 1 0 14ª
D34 166 Quinteros vs. Rubinetti ½ ½ 17ª
B80 40 Reshevsky vs. Najdorf ½ ½ 2ª
E96 56 Reshevsky vs. Agdamus 1 0 4ª
E56 67 Reshevsky vs. Szabo 1 0 6ª
D47 85 Reshevsky vs. Mecking ½ ½ 8ª
A79 116 Reshevsky vs. García 1 0 11ª

Página 178 de 188


A36 138 Reshevsky vs. Tukmakov ½ ½ 13ª
E43 150 Reshevsky vs. Fischer ½ ½ 15ª
A56 160 Reshevsky vs. Quinteros ½ ½ 16ª
A45 26 Rossetto vs. Szabo ½ ½ 1ª
A31 46 Rossetto vs. Mecking ½ ½ 3ª
E74 62 Rossetto vs. Reshevsky ½ ½ 5ª
D27 77 Rossetto vs. Smyslov ½ ½ 7ª
E00 99 Rossetto vs. Damjanovic 0 1 9ª
E11 119 Rossetto vs. Schweber 0 1 11ª
E19 138 Rossetto vs. O'Kelly ½ ½ 13ª
B84 151 Rossetto vs. Panno 0 1 15ª
A48 154 Rossetto vs. Georghiu ½ ½ 16ª
E89 34 Rubinetti vs. Panno ½ ½ 2ª
D94 55 Rubinetti vs. Rossetto ½ ½ 4ª
C61 68 Rubinetti vs. Bisguier 1 0 6ª
B40 100 Rubinetti vs. Reshevsky ½ ½ 9ª
B07 120 Rubinetti vs. Smyslov ½ ½ 11ª
A38 137 Rubinetti vs. Damjanovic 0 1 13ª
D37 150 Rubinetti vs. Schweber ½ ½ 15ª
C85 156 Rubinetti vs. O'Kelly ½ ½ 16ª
B08 25 Schweber vs. Smyslov ½ ½ 1ª
E54 46 Schweber vs. Damjanovic ½ ½ 3ª
B31 59 Schweber vs. Georghiu ½ ½ 5ª
E69 67 Schweber vs. Quinteros 0 1 6ª
B53 92 Schweber vs. Najdorf 1 0 8ª
A54 110 Schweber vs. Agdamus 0 1 10ª
B28 128 Schweber vs. Szabo 0 1 12ª
B40 144 Schweber vs. Mecking 0 1 14ª
B40 166 Schweber vs. Reshevsky ½ ½ 17ª
A27 41 Smyslov vs. Quinteros ½ ½ 2ª
E56 56 Smyslov vs. Najdorf ½ ½ 4ª
A41 67 Smyslov vs. Agdamus ½ ½ 6ª
A27 86 Smyslov vs. Szabo 1 0 8ª
E05 105 Smyslov vs. Mecking ½ ½ 10ª
E19 128 Smyslov vs. Reshevsky ½ ½ 12ª
E12 150 Smyslov vs. Tukmakov ½ ½ 15ª
A37 153 Smyslov vs. Fischer ½ ½ 16ª
A14 47 Szabo vs. Bisguier 0 1 3ª
D90 64 Szabo vs. Rubinetti 1 0 5ª
E70 81 Szabo vs. García ½ ½ 7ª
D71 96 Szabo vs. Tukmakov 0 1 9ª
E61 120 Szabo vs. Fischer 0 1 11ª
A56 133 Szabo vs. Quinteros 1 0 13ª
E49 149 Szabo vs. Najdorf 0 1 15ª
A48 158 Szabo vs. Agdamus 1 0 16ª
E11 38 Tukmakov vs. Schweber 1 0 2ª
D43 53 Tukmakov vs. O'Kelly ½ ½ 4ª

Página 179 de 188


B85 69 Tukmakov vs. Panno 1 0 6ª
A07 89 Tukmakov vs. Rossetto 1 0 8ª
C87 111 Tukmakov vs. Bisguier ½ ½ 10ª
E87 128 Tukmakov vs. Rubinetti ½ ½ 12ª
B33 142 Tukmakov vs. García ½ ½ 14ª
E17 156 Tukmakov vs. Damjanovic 1 0 16ª

ÍNDICE: NEGRAS
ECO PÀG BLANCAS NEGRAS RESULTADO RUEDA
E90 40 Mecking vs. Agdamus 1 0 2ª
E96 56 Reshevsky vs. Agdamus 1 0 4ª
A41 67 Smyslov vs. Agdamus ½ ½ 6ª
B31 91 Damjanovic vs. Agdamus 1 0 8ª
A54 110 Schweber vs. Agdamus 0 1 10ª
A42 129 O'Kelly vs. Agdamus 1 0 12ª
E69 144 Panno vs. Agdamus ½ ½ 14ª
A48 158 Szabo vs. Agdamus 1 0 16ª
D36 30 Agdamus vs. Bisguier 0 1 1ª
A14 47 Szabo vs. Bisguier 0 1 3ª
A29 51 Georghiu vs. Bisguier 1 0 4ª
C61 68 Rubinetti vs. Bisguier 1 0 6ª
E17 92 García vs. Bisguier ½ ½ 8ª
C87 111 Tukmakov vs. Bisguier ½ ½ 10ª
C78 130 Fischer vs. Bisguier 1 0 12ª
E09 140 Quinteros vs. Bisguier 1 0 14ª
A07 165 Najdorf vs. Bisguier 1 0 17ª
E54 46 Schweber vs. Damjanovic ½ ½ 3ª
A25 60 O'Kelly vs. Damjanovic ½ ½ 5ª
A41 81 Panno vs. Damjanovic 1 0 7ª
E00 99 Rossetto vs. Damjanovic 0 1 9ª
B23 115 Bisguier vs. Damjanovic ½ ½ 11ª
A38 137 Rubinetti vs. Damjanovic 0 1 13ª
A27 151 García vs. Damjanovic ½ ½ 15ª
E17 156 Tukmakov vs. Damjanovic 1 0 16ª
B38 36 Damjanovic vs. Fischer 1 0 2ª
A35 61 Quinteros vs. Fischer 0 1 5ª
D41 77 Najdorf vs. Fischer ½ ½ 7ª
A50 96 Agdamus vs. Fischer 1 0 9ª
E61 120 Szabo vs. Fischer 0 1 11ª
D80 136 Mecking vs. Fischer ½ ½ 13ª
E43 150 Reshevsky vs. Fischer ½ ½ 15ª
A37 153 Smyslov vs. Fischer ½ ½ 16ª
A25 26 Quinteros vs. García ½ ½ 1ª
E92 46 Najdorf vs. García 1 0 3ª
Página 180 de 188
E10 65 Agdamus vs. García 0 1 5ª
E70 81 Szabo vs. García ½ ½ 7ª
A43 103 Mecking vs. García ½ ½ 9ª
A79 116 Reshevsky vs. García 1 0 11ª
B81 124 Georghiu vs. García 1 0 12ª
B33 142 Tukmakov vs. García ½ ½ 14ª
B23 166 Fischer vs. García 1 0 17ª
B40 22 Damjanovic vs. Georghiu 0 1 1ª
C42 44 Fischer vs. Georghiu 1 0 3ª
B31 59 Schweber vs. Georghiu ½ ½ 5ª
A39 81 Quinteros vs. Georghiu ½ ½ 7ª
A16 103 O'Kelly vs. Georghiu ½ ½ 9ª
E19 116 Najdorf vs. Georghiu ½ ½ 11ª
A30 138 Panno vs. Georghiu ½ ½ 13ª
A57 148 Agdamus vs. Georghiu 0 1 15ª
A48 154 Rossetto vs. Georghiu ½ ½ 16ª
A14 27 Panno vs. Mecking 1 0 1ª
A31 46 Rossetto vs. Mecking ½ ½ 3ª
D46 61 Bisguier vs. Mecking ½ ½ 5ª
B09 70 Georghiu vs. Mecking ½ ½ 6ª
D47 85 Reshevsky vs. Mecking ½ ½ 8ª
E05 105 Smyslov vs. Mecking ½ ½ 10ª
B53 128 Damjanovic vs. Mecking ½ ½ 12ª
B40 144 Schweber vs. Mecking 0 1 14ª
E19 166 O'Kelly vs. Mecking ½ ½ 17ª
B80 40 Reshevsky vs. Najdorf ½ ½ 2ª
E56 56 Smyslov vs. Najdorf ½ ½ 4ª
E70 70 Damjanovic vs. Najdorf 0 1 6ª
B53 92 Schweber vs. Najdorf 1 0 8ª
E69 112 O'Kelly vs. Najdorf ½ ½ 10ª
D94 136 Agdamus vs. Najdorf 0 1 13ª
E49 149 Szabo vs. Najdorf 0 1 15ª
E45 154 Mecking vs. Najdorf ½ ½ 16ª
A07 34 García vs. O'Kelly ½ ½ 2ª
D43 53 Tukmakov vs. O'Kelly ½ ½ 4ª
C98 70 Fischer vs. O'Kelly 1 0 6ª
E09 84 Quinteros vs. O'Kelly ½ ½ 8ª
D41 115 Panno vs. O'Kelly 1 0 11ª
E19 138 Rossetto vs. O'Kelly ½ ½ 13ª
B23 148 Bisguier vs. O'Kelly 1 0 15ª
C85 156 Rubinetti vs. O'Kelly ½ ½ 16ª
E89 34 Rubinetti vs. Panno ½ ½ 2ª
A24 51 García vs. Panno 0 1 4ª
B85 69 Tukmakov vs. Panno 1 0 6ª
A04 84 Fischer vs. Panno 1 0 8ª
E21 110 Quinteros vs. Panno ½ ½ 10ª
E57 128 Najdorf vs. Panno ½ ½ 12ª

Página 181 de 188


B84 151 Rossetto vs. Panno 0 1 15ª
B23 156 Bisguier vs. Panno ½ ½ 16ª
A27 41 Smyslov vs. Quinteros ½ ½ 2ª
A48 55 Damjanovic vs. Quinteros 1 0 4ª
E69 67 Schweber vs. Quinteros 0 1 6ª
A56 100 Najdorf vs. Quinteros 0 1 9ª
A56 121 Agdamus vs. Quinteros 0 1 11ª
A56 133 Szabo vs. Quinteros 1 0 13ª
A53 149 Mecking vs. Quinteros ½ ½ 15ª
A56 160 Reshevsky vs. Quinteros ½ ½ 16ª
A25 26 O'Kelly vs. Reshevsky ½ ½ 1ª
A17 49 Panno vs. Reshevsky ½ ½ 3ª
E74 62 Rossetto vs. Reshevsky ½ ½ 5ª
D94 76 Bisguier vs. Reshevsky 0 1 7ª
B40 100 Rubinetti vs. Reshevsky ½ ½ 9ª
E09 112 Georghiu vs. Reshevsky ½ ½ 10ª
E19 128 Smyslov vs. Reshevsky ½ ½ 12ª
B81 140 Damjanovic vs. Reshevsky ½ ½ 14ª
B40 166 Schweber vs. Reshevsky ½ ½ 17ª
C86 33 Bisguier vs. Rossetto ½ ½ 2ª
D94 55 Rubinetti vs. Rossetto ½ ½ 4ª
A41 72 García vs. Rossetto 1 0 6ª
A07 89 Tukmakov vs. Rossetto 1 0 8ª
C99 107 Fischer vs. Rossetto 1 0 10ª
A07 129 Quinteros vs. Rossetto ½ ½ 12ª
E09 144 Najdorf vs. Rossetto ½ ½ 14ª
D02 162 Agdamus vs. Rossetto ½ ½ 17ª
E59 26 Najdorf vs. Rubinetti 1 0 1ª
E15 44 Agdamus vs. Rubinetti 0 1 3ª
D90 64 Szabo vs. Rubinetti 1 0 5ª
E45 81 Mecking vs. Rubinetti ½ ½ 7ª
E01 87 Georghiu vs. Rubinetti 1 0 8ª
A61 111 García vs. Rubinetti 1 0 10ª
E87 128 Tukmakov vs. Rubinetti ½ ½ 12ª
C69 140 Fischer vs. Rubinetti 1 0 14ª
D34 166 Quinteros vs. Rubinetti ½ ½ 17ª
E11 38 Tukmakov vs. Schweber 1 0 2ª
C19 53 Fischer vs. Schweber 1 0 4ª
A56 79 O'Kelly vs. Schweber 1 0 7ª
E61 96 Panno vs. Schweber 1 0 9ª
E11 119 Rossetto vs. Schweber 0 1 11ª
B21 136 Bisguier vs. Schweber 1 0 13ª
D37 150 Rubinetti vs. Schweber ½ ½ 15ª
C10 155 García vs. Schweber 0 1 16ª
B08 25 Schweber vs. Smyslov ½ ½ 1ª
E55 49 O'Kelly vs. Smyslov ½ ½ 3ª
A28 63 Panno vs. Smyslov ½ ½ 5ª

Página 182 de 188


D27 77 Rossetto vs. Smyslov ½ ½ 7ª
C49 98 Bisguier vs. Smyslov ½ ½ 9ª
B07 120 Rubinetti vs. Smyslov ½ ½ 11ª
A07 135 García vs. Smyslov ½ ½ 13ª
C93 146 Georghiu vs. Smyslov ½ ½ 14ª
A29 162 Damjanovic vs. Smyslov ½ ½ 17ª
A45 26 Rossetto vs. Szabo ½ ½ 1ª
D06 42 Georghiu vs. Szabo ½ ½ 2ª
A59 51 Mecking vs. Szabo 0 1 4ª
E56 67 Reshevsky vs. Szabo 1 0 6ª
A27 86 Smyslov vs. Szabo 1 0 8ª
C74 109 Damjanovic vs. Szabo ½ ½ 10ª
B28 128 Schweber vs. Szabo 0 1 12ª
D90 140 O'Kelly vs. Szabo ½ ½ 14ª
A28 162 Panno vs. Szabo 1 0 17ª
A01 23 Fischer vs. Tukmakov 1 0 1ª
A14 44 Quinteros vs. Tukmakov 0 1 3ª
D90 61 Najdorf vs. Tukmakov ½ ½ 5ª
E92 81 Agdamus vs. Tukmakov 0 1 7ª
D71 96 Szabo vs. Tukmakov 0 1 9ª
B85 122 Mecking vs. Tukmakov ½ ½ 11ª
A36 138 Reshevsky vs. Tukmakov ½ ½ 13ª
E12 150 Smyslov vs. Tukmakov ½ ½ 15ª
A37 165 Georghiu vs. Tukmakov ½ ½ 17ª

ÍNDICE: RESULTADO
ECO PÀG BLANCAS NEGRAS RESULTADO RUEDA
B40 22 Damjanovic vs. Georghiu 0 1 1ª
D36 30 Agdamus vs. Bisguier 0 1 1ª
A14 44 Quinteros vs. Tukmakov 0 1 3ª
E15 44 Agdamus vs. Rubinetti 0 1 3ª
A14 47 Szabo vs. Bisguier 0 1 3ª
A59 51 Mecking vs. Szabo 0 1 4ª
A24 51 García vs. Panno 0 1 4ª
A35 61 Quinteros vs. Fischer 0 1 5ª
E10 65 Agdamus vs. García 0 1 5ª
E69 67 Schweber vs. Quinteros 0 1 6ª
E70 70 Damjanovic vs. Najdorf 0 1 6ª
D94 76 Bisguier vs. Reshevsky 0 1 7ª
E92 81 Agdamus vs. Tukmakov 0 1 7ª
D71 96 Szabo vs. Tukmakov 0 1 9ª
E00 99 Rossetto vs. Damjanovic 0 1 9ª
A56 100 Najdorf vs. Quinteros 0 1 9ª
A54 110 Schweber vs. Agdamus 0 1 10ª
Página 183 de 188
E11 119 Rossetto vs. Schweber 0 1 11ª
E61 120 Szabo vs. Fischer 0 1 11ª
A56 121 Agdamus vs. Quinteros 0 1 11ª
B28 128 Schweber vs. Szabo 0 1 12ª
D94 136 Agdamus vs. Najdorf 0 1 13ª
A38 137 Rubinetti vs. Damjanovic 0 1 13ª
B40 144 Schweber vs. Mecking 0 1 14ª
A57 148 Agdamus vs. Georghiu 0 1 15ª
E49 149 Szabo vs. Najdorf 0 1 15ª
B84 151 Rossetto vs. Panno 0 1 15ª
C10 155 García vs. Schweber 0 1 16ª
A01 23 Fischer vs. Tukmakov 1 0 1ª
E59 26 Najdorf vs. Rubinetti 1 0 1ª
A14 27 Panno vs. Mecking 1 0 1ª
B38 36 Damjanovic vs. Fischer 1 0 2ª
E11 38 Tukmakov vs. Schweber 1 0 2ª
E90 40 Mecking vs. Agdamus 1 0 2ª
C42 44 Fischer vs. Georghiu 1 0 3ª
E92 46 Najdorf vs. García 1 0 3ª
A29 51 Georghiu vs. Bisguier 1 0 4ª
C19 53 Fischer vs. Schweber 1 0 4ª
A48 55 Damjanovic vs. Quinteros 1 0 4ª
E96 56 Reshevsky vs. Agdamus 1 0 4ª
D90 64 Szabo vs. Rubinetti 1 0 5ª
E56 67 Reshevsky vs. Szabo 1 0 6ª
C61 68 Rubinetti vs. Bisguier 1 0 6ª
B85 69 Tukmakov vs. Panno 1 0 6ª
C98 70 Fischer vs. O'Kelly 1 0 6ª
A41 72 García vs. Rossetto 1 0 6ª
A56 79 O'Kelly vs. Schweber 1 0 7ª
A41 81 Panno vs. Damjanovic 1 0 7ª
A04 84 Fischer vs. Panno 1 0 8ª
A27 86 Smyslov vs. Szabo 1 0 8ª
E01 87 Georghiu vs. Rubinetti 1 0 8ª
A07 89 Tukmakov vs. Rossetto 1 0 8ª
B31 91 Damjanovic vs. Agdamus 1 0 8ª
B53 92 Schweber vs. Najdorf 1 0 8ª
E61 96 Panno vs. Schweber 1 0 9ª
A50 96 Agdamus vs. Fischer 1 0 9ª
C99 107 Fischer vs. Rossetto 1 0 10ª
A61 111 García vs. Rubinetti 1 0 10ª
D41 115 Panno vs. O'Kelly 1 0 11ª
A79 116 Reshevsky vs. García 1 0 11ª
B81 124 Georghiu vs. García 1 0 12ª
A42 129 O'Kelly vs. Agdamus 1 0 12ª
C78 130 Fischer vs. Bisguier 1 0 12ª
A56 133 Szabo vs. Quinteros 1 0 13ª

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B21 136 Bisguier vs. Schweber 1 0 13ª
E09 140 Quinteros vs. Bisguier 1 0 14ª
C69 140 Fischer vs. Rubinetti 1 0 14ª
B23 148 Bisguier vs. O'Kelly 1 0 15ª
E17 156 Tukmakov vs. Damjanovic 1 0 16ª
A48 158 Szabo vs. Agdamus 1 0 16ª
A28 162 Panno vs. Szabo 1 0 17ª
A07 165 Najdorf vs. Bisguier 1 0 17ª
B23 166 Fischer vs. García 1 0 17ª
B08 25 Schweber vs. Smyslov ½ ½ 1ª
A45 26 Rossetto vs. Szabo ½ ½ 1ª
A25 26 O'Kelly vs. Reshevsky ½ ½ 1ª
A25 26 Quinteros vs. García ½ ½ 1ª
C86 33 Bisguier vs. Rossetto ½ ½ 2ª
A07 34 García vs. O'Kelly ½ ½ 2ª
E89 34 Rubinetti vs. Panno ½ ½ 2ª
B80 40 Reshevsky vs. Najdorf ½ ½ 2ª
A27 41 Smyslov vs. Quinteros ½ ½ 2ª
D06 42 Georghiu vs. Szabo ½ ½ 2ª
A31 46 Rossetto vs. Mecking ½ ½ 3ª
E54 46 Schweber vs. Damjanovic ½ ½ 3ª
A17 49 Panno vs. Reshevsky ½ ½ 3ª
E55 49 O'Kelly vs. Smyslov ½ ½ 3ª
D43 53 Tukmakov vs. O'Kelly ½ ½ 4ª
D94 55 Rubinetti vs. Rossetto ½ ½ 4ª
E56 56 Smyslov vs. Najdorf ½ ½ 4ª
B31 59 Schweber vs. Georghiu ½ ½ 5ª
A25 60 O'Kelly vs. Damjanovic ½ ½ 5ª
D46 61 Bisguier vs. Mecking ½ ½ 5ª
D90 61 Najdorf vs. Tukmakov ½ ½ 5ª
E74 62 Rossetto vs. Reshevsky ½ ½ 5ª
A28 63 Panno vs. Smyslov ½ ½ 5ª
A41 67 Smyslov vs. Agdamus ½ ½ 6ª
B09 70 Georghiu vs. Mecking ½ ½ 6ª
D27 77 Rossetto vs. Smyslov ½ ½ 7ª
D41 77 Najdorf vs. Fischer ½ ½ 7ª
E70 81 Szabo vs. García ½ ½ 7ª
E45 81 Mecking vs. Rubinetti ½ ½ 7ª
A39 81 Quinteros vs. Georghiu ½ ½ 7ª
E09 84 Quinteros vs. O'Kelly ½ ½ 8ª
D47 85 Reshevsky vs. Mecking ½ ½ 8ª
E17 92 García vs. Bisguier ½ ½ 8ª
C49 98 Bisguier vs. Smyslov ½ ½ 9ª
B40 100 Rubinetti vs. Reshevsky ½ ½ 9ª
A16 103 O'Kelly vs. Georghiu ½ ½ 9ª
A43 103 Mecking vs. García ½ ½ 9ª
E05 105 Smyslov vs. Mecking ½ ½ 10ª

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C74 109 Damjanovic vs. Szabo ½ ½ 10ª
E21 110 Quinteros vs. Panno ½ ½ 10ª
C87 111 Tukmakov vs. Bisguier ½ ½ 10ª
E09 112 Georghiu vs. Reshevsky ½ ½ 10ª
E69 112 O'Kelly vs. Najdorf ½ ½ 10ª
B23 115 Bisguier vs. Damjanovic ½ ½ 11ª
E19 116 Najdorf vs. Georghiu ½ ½ 11ª
B07 120 Rubinetti vs. Smyslov ½ ½ 11ª
B85 122 Mecking vs. Tukmakov ½ ½ 11ª
B53 128 Damjanovic vs. Mecking ½ ½ 12ª
E57 128 Najdorf vs. Panno ½ ½ 12ª
E87 128 Tukmakov vs. Rubinetti ½ ½ 12ª
E19 128 Smyslov vs. Reshevsky ½ ½ 12ª
A07 129 Quinteros vs. Rossetto ½ ½ 12ª
A07 135 García vs. Smyslov ½ ½ 13ª
D80 136 Mecking vs. Fischer ½ ½ 13ª
A36 138 Reshevsky vs. Tukmakov ½ ½ 13ª
A30 138 Panno vs. Georghiu ½ ½ 13ª
E19 138 Rossetto vs. O'Kelly ½ ½ 13ª
B81 140 Damjanovic vs. Reshevsky ½ ½ 14ª
D90 140 O'Kelly vs. Szabo ½ ½ 14ª
B33 142 Tukmakov vs. García ½ ½ 14ª
E09 144 Najdorf vs. Rossetto ½ ½ 14ª
E69 144 Panno vs. Agdamus ½ ½ 14ª
C93 146 Georghiu vs. Smyslov ½ ½ 14ª
A53 149 Mecking vs. Quinteros ½ ½ 15ª
E12 150 Smyslov vs. Tukmakov ½ ½ 15ª
D37 150 Rubinetti vs. Schweber ½ ½ 15ª
E43 150 Reshevsky vs. Fischer ½ ½ 15ª
A27 151 García vs. Damjanovic ½ ½ 15ª
A37 153 Smyslov vs. Fischer ½ ½ 16ª
E45 154 Mecking vs. Najdorf ½ ½ 16ª
A48 154 Rossetto vs. Georghiu ½ ½ 16ª
C85 156 Rubinetti vs. O'Kelly ½ ½ 16ª
B23 156 Bisguier vs. Panno ½ ½ 16ª
A56 160 Reshevsky vs. Quinteros ½ ½ 16ª
A29 162 Damjanovic vs. Smyslov ½ ½ 17ª
D02 162 Agdamus vs. Rossetto ½ ½ 17ª
A37 165 Georghiu vs. Tukmakov ½ ½ 17ª
D34 166 Quinteros vs. Rubinetti ½ ½ 17ª
B40 166 Schweber vs. Reshevsky ½ ½ 17ª
E19 166 O'Kelly vs. Mecking ½ ½ 17ª

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