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MIS MANOS

Hace muchos años nació una niña cuyo nombre significaba, la estrella más
hermosa de todo el universo (Xiomara); a una temprana edad la luz que iluminaba
a esta se apagó sin dejar una explicación de lo acontecido.
Años después la pequeña se convirtió según muchos, ´´prodigio de las
matemáticas´´ y para otros una más del montón. Esta niña soñaba con ser la mejor
chef del mundo, pero con los años sus gustos cambiaron, ya no quería cocinar para
el mundo si no buscaba sanar al mundo, así fue como se interesó en la medicina,
era un sueño demasiado ambicioso al buscar ser la mejor neurocirujana, pero
nunca se rindió, ella sabía que si perseguía sus sueños sin portar cuantas veces
perdiera algún día lo lograría lo haría, porque eso es lo que le enseño Ash.
los años siguieron pasando el ingreso a la universidad no fue fácil, las
inseguridades, el pasado, muchas veces la hicieron dudar, pero la luz que se le fue
concedida con su nombre no se apagaría, ella ya no permitiría.
Al terminar su carrera brillo más que nunca la especialidad seria la parte más difícil,
pero ella ya había recorrido un gran camino, no era tiempo de rendirse y nunca fue
una opción. Ya con 31 años de vida pudo lograr todo lo que un día fue un sueño,
realmente añoraba amar a alguien pero nunca se puedo dar, porque como ella un
día lo dijo, si quería ser la mejor debía de entregarse en cuerpo y alma a la
medicina nunca se arrepentiría de nada, de alguna manera todo lo que le sucedió
permitió que ella confié en sí misma y evitar que nadie volviese a apagar la luz que
era un hermoso regalo de su padres, a los que siempre llevara consigo, por ser un
impulso importante en todo su carrera.

Lo que hace a un doctor son sus manos, el futuro está en sus manos, una vida lo
está y ella nunca amo sus manos, pero si la sonrisa de otros. Tal vez esto fue lo que
la hizo sentir digna de ser humana.

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