Está en la página 1de 4

Estimados compañeros y profesor aquí presentes

Empezare esta historia hablando un poco sobre una de mis personas favoritas y
una de las que mas me ha inspirado a continuar con mis estudios.
Iniciare esta historia contándoles que esta persona fue abandonada por su madre
a la edad de 6 meses debido a una fuerte depresión post parto, seguido de eso su
padre se hizo cargo de ella y sus 6 hermanos por un tiempo corto, al transcurso de
2 años este se ve desesperado en una situación bastante agobiante debido a la
demanda que conlleva la crianza y cuidado de 7 hijos teniendo en cuenta que las
edades no superan 13 años. Razón por la cual decide entregar la custodia entre
los conocidos que se habían mostrado interesado en el cuido de los niños.
Con tan solo 2 años y 3 meses fue entregada a un matrimonio sin hijos de edad
avanzada, si ya para ella era bastante difícil permanecer en un hogar alejada de
sus hermanos poco comprendía todos los cambios que estaba atravesando a una
corta edad. Fue creciendo en un ambiente toxico cargado de abusos maltratos
golpes y reproches por ser la niña que ni sus padres quisieron.
De su madre hasta ese momento se sabía muy poco ya que huyo sin dejar rastro
de su paradero y sin mostrar el minimo interés en sus pequeños.
A la edad de 8 años tuvo la oportunidad de conocer a su padre, con mucha
emoción se preparo aquel día que no fue como lo había imaginado ya que este no
tenia interés en mantener una relación con aquella pequeña niña.
Continuo con su vida hasta que a la edad de 15 años decidio huir de aquel
tormento con muchos miedos pero con la certeza que merecia algo mejor.
Fue asi como contrajo matrimonio muy joven a los 16 años y después de 4 hijos
aquella relación abusiva no llego muy lejos. Por lo que tuvo que criar y mantener a
4 pequeños por si sola.
Decidio darles a aquellos pequeños un hogar que ella no había conocido lleno de
amor paz y respeto.
La admiro y la amo por su capacidad de dar amor aún cuando no lo conocio y
nunca lo recibió se ha esmerado por inculcar valores y sobre todo mucho amor a
esta pequeña familia de 5.
Muchas veces damos lo que recibimos y lo que nos han enseñado a dar pero
admiro su esfuerzo y su entrega por cambiar esta realidad y cuidar con delicadeza
cada detalle de nuestra crianza para formar personas sensibles e inculcarnos ese
apego para una convivencia sana. No somos perfectos pero somos muy felices y
me siento profundamente agradecida por haber nacido en esta familia tener la
madre que Dios eligio para mi
agradecida mi infancia, mi familia y algunas vivencias.
Desde niña mi mamá siempre me preguntaba que quería ser cuando fuera grande,
a lo que a mi corta edad de 7 años no sabía que responder con claridad, pero de
pensarlo y darle algunas vueltas en mi mente llegaba la respuesta idónea. Quiero
ser doctora. A lo que venía otra pregunta ¿Por qué? Y le respondía, para curar a
todos los niños enfermos que hay en el mundo.
Mi madre sonreía y argumentaba que eran muchos niños lo que significaba una
tarea bastante difícil de realizar. Con el transcurso de los años mientras iba
creciendo mi madre hacía aquella pregunta una y otra vez, y la respuesta
continuaba siendo la misma. Desde pequeña jugaba que era una gran doctora y
que curaba a todos los enfermos que llegaban a mi consulta, incluso preparaba
mágicos ungüentos para aliviar algunos males.
Con el paso de los años y la edad adulta ese deseo de convertirme en doctora se
fue esfumando de mi mente poco a poco y durante algunos años no supe que
hacer con mis estudios razón por la cual al finalizar el colegio mantuve mi
formación académica en pausa. Mientras esto ocurría mamá de vez en cuando
volvía con aquella pregunta incomoda a lo que respondía, ya no soy una niña, no
tengo 7 años hay cosas más importantes en que pensar y acababa con la
conversación.
Mientras tanto no dejaba de alentarme a retomar mis estudios y encontrar el
camino correcto.
Esta pausa me llevo a conseguir mi primer empleo, y fue ahí donde comprendí
que debía retomar mis estudios. A mis 18 años me encontraba en un lugar poco
gratificante y poco remunerado recibiendo tratos que consideraba no eran los más
adecuados, así que me dije a mi misma que si un día llegaba a recursos humanos
mi trabajo iba estar enfocado en ayudar a todos aquellos que no son escuchados,
aquellos que incluso pasan por invisibles en muchos lugares.
Fue así como esto me llevo después de 2 años a tomar un nuevo camino. Llena
de dudas, temores e inseguridades decidí dar el gran paso así es renunciar aquel
trabajo que consideraba no merecía y buscar la oportunidad que estaba segura
Dios tenía para mi, y después de 2 largos meses la ansiada oportunidad llegó mi
sueño de pertenecer a una transnacional se había concedido.
Este nuevo comienzo implicaba salir de mi zona de confort, ya que si quería optar
por una posición mejor debía estar a la altura de aquel lugar y para ello era
necesario capacitarme, prepararme y trabajar en mi formación profesional. Esta
necesidad por superarme me llevo al INA, aunque al inicio parecía toda una
odisea estudiar y trabajar poco a poco fui asumiendo el reto hasta conseguir
aquello por lo que había luchado.
Después de algunos cursos técnicos decidí inclinarme por los Recursos Humanos
ya que había comprendido que esto me apasionaba y era en lo que me veía cada
día.
¿Y mi madre nuevamente vuelve con aquella pregunta? ¿Ahora qué quieres ser?
Esta vez la respuesta era más sencilla.
Algunos de mis amigos no apoyaban mi elección, pero a pesar de ello estaba
segura que esto era lo que apasionaba realmente, así que aquí estoy luchando
cada día por hacer realidad ese sueño.
Al inicio de la carrera todo era tal cual lo había imaginado trabajos, exámenes,
clases conocer muchas personas, ya que había que interactuar para realizar
tareas y demás proyectos. Lo próximo que recuerdo es estar recibiendo clases en
línea debido a todas las consecuencias que la pandemia implicaba y con ella
nuevos retos que asumir, pero como a todo nos acostumbramos no quedo otra
manera de poder estudiar más que esta y adaptarnos a esta nueva normalidad.
Confieso que tuve en mente durante mucho tiempo pausar la carrera mientras
esto pasaba, pero a su vez temía que si pausaba todo después me costaría
retomarlo y que iba a perder tiempo valioso que no se recupera, asi que después
de algunos meses le fui tomando el gusto, aunque extraño compartir con mis
compañeros porque debo decirles que uno de mis pasatiempos favoritos es
hablar, si hablar conocer personas e interactuar con ellas es lo que me llena de
satisfacción y de cierto modo la virtualidad ha venido a reprimir ese sentimiento de
compartir y conocer personas.
¿Un día recientemente llega mi madre con la misma pregunta? ¿Qué quieres ser?
Pero la respuesta esta vez no es la misma.
Si pudiera ser algo o alguien deseara ser la mamá de mi mamá y poder ir al
pasado para no abandonarla, no dejarla sola, para luchar por ella y poder darle
todos los besos y abrazos que nunca recibió cuando era niña y que tanta falta le
hacen. Desearía poder ir al pasado para tomarla en mis brazos y sostenerla hasta
que se quedara dormida.
Mi madre es la segunda persona más importante en mi vida, ya que el primer lugar
lo ocupa Jesús. Ella es la persona que me motiva a seguir mis sueños es una
mujer fuerte que me he guiado en el camino de la vida hasta la mujer que soy hoy.
Concluyo diciéndoles que no se rindan ante los sueños por más difíciles o
imposibles que estos parezcan, recuerden que el éxito es la suma de pequeños
esfuerzos repetidos día con día. No hay sueños grandes cuando tenemos
dedicación y voluntad para salir adelante. La clave es incluir a Jesús en todos tus
planes y estos tendrán éxito.
Por Yaneth Arróliga
Para la mujer de mi vida

También podría gustarte