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Papá, por favor, consígueme la luna.

Autor Eric Carle


Antes de irse a dormir, Mónica se asomó a la ventana y vio la
luna. La luna parecía estar muy cerca.
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«Cómo me gustaría jugar con ella» pensó Mónica. E intentó
alcanzarla.

Pero, por más que se estiraba, no podía tocarla.


– Papá, – dijo Mónica a su padre. – Por favor, consígueme la
luna.

Papá trajo una escalera muy larga.

Fue con la escalera a una montaña muy alta.

Luego colocó la escalera tan larga en la cima de la montaña tan


alta.

Y fue subiendo, subiendo.

Hasta que llegó a la luna.

A mi hija Mónica le gustaría jugar contigo – le dijo. – Pero eres


demasiado grande.
– Cada noche me iré haciendo más pequeña – dijo la luna.
– Cuando tenga el tamaño adecuado me podrás llevar contigo.

Y así fue, la luna se hizo cada vez más pequeña y más


pequeña.
Y cuando tuvo el tamaño adecuado papá la alcanzó.
Luego, bajó y bajó por la escalera.
Aquí tienes, le dijo a Mónica. Te he traído la Luna.
Mónica saltó y bailó con la Luna.
La abrazó y la lanzó al aire.
Pero la Luna continuaba haciéndose cada vez más pequeña, y
más pequeña y más pequeña hasta que desapareció por
completo.

Una noche Mónica vio reaparecer en el cielo una fina línea de


Luna
Y cada noche la Luna crecía, …

Y crecía.

Y crecía.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado, espero que os


haya gustado.

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