somos de naturaleza pecaminosa y por lo tanto están en cada uno estos problemas de carácter interno, es muy importante entender que son parte de nuestra realidad las ataduras emocionales, que se transforman en gigantes que nos paralizan y no nos deja avanzar en el cumplimiento del llamamiento eterno. Tenemos una decisión que tomar, es por lo tanto muy importante comprender la necesidad de vencer esto y no huir de las presiones que nos asedian y que se transforman en fortalezas espirituales que paralizan. Temores, complejos, tentaciones, odios, rencores , raíz de amargura, falta de perdón, soberbia y tantas otras fortalezas que se transforman en gigantes internos Es por lo tanto muy urgente tomar conciencia de la necesidad de enfrentar con la plena confianza que Jesucristo venció por nosotros en la cruz y nos dio Vida abundante junto con Él. Si comprendemos esta verdad seremos personas vencedoras que derriban todas las ataduras internas que nos limitan, nos derriban emocionalmente y espiritualmente
Salmos 51:5-10 “He aquí, en maldad he nacido,
y en pecado me concibió mi madre. He aquí, tú quieres la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría. Hazme oír gozo y alegría, y se regocijarán estos huesos que has quebrantado. Esconde tu rostro de mis pecados y borra todas mis maldades. Crea en mí, oh Dios, un corazón puro y renueva un espíritu firme dentro de mí”. Vemos aquí claramente la visión de David sobre si mismo, una totalmente negativa y con un alto grado de desencanto sobre su realidad que tuvo que enfrentar, el pecado era una constante en su mente , todo el tiempo le hacía recordar que él era el menos tenido en cuenta por su propia familia, estaba convencido de que era una gran atadura para poder enfrentar las limitaciones que tenía como fortaleza interior. Pero él no estaba solo, aprendió a vivir una vida de fe, de confianza en el perdón y el amor de Dios por lo que esas fortalezas que eran gigantes internos podía vencerlas por medio de su fe.
Proverbios 24:30- 34 “Pasé junto al campo de
un hombre perezoso y junto a la viña de un hombre falto de entendimiento. Y he aquí que por todos lados habían crecido ortigas; los cardos habían cubierto el área, y su cerco de piedra estaba destruido. Yo observé esto y lo medité en mi corazón; lo vi y saqué esta enseñanza: Un poco de dormir, un poco de dormitar y un poco de cruzar las manos para reposar. Así vendrá tu pobreza como un vagabundo, y tu escasez como un hombre armado”.
Vemos en la reflexión del escritor de Proverbios
y ve claramente como una persona con un gigante interno, en este caso, lo identifica con la pereza, como esto afecta la vida de una persona que tiene una gran adversidad que vencer que no está en el exterior, sino en su interior, esto lo aniquila emocionalmente, lo destruye anímicamente, no le permite crecer y alcanzar las metas que la vida le propone. En el plano espiritual esto también se ve reflejado en el proceso de crecimiento del desarrollo de la vida espiritual, si hay gigantes que gobiernan las emociones de alguien, esto impedirá que la vida plantada en ese corazón pueda crecer y alcanzar el desarrollo que se necesita para vivir en la plenitud de Dios. VENCER LOS GIGANTES INTERNOS ES UNA NECESIDAD DE AQUELLOS QUE QUIEREN VIVIR CONQUISTAS EXTRAORDINARIAS QUE SERÁN LOS ALCANZADOS POR LA LIBERTAD DADA POR LA VIDA DE DIOS. NO DEJEMOS QUE EL RENCOR, LA AVARICIA,LOS CELOS, LAS CONTIENDAS, LA FALTA DE AMOR, LA AMARGURA Y DESALIENTO SE TRANSFORMEN EN GIGANTES QUE CONTROLEN NUESTRAS MENTES Y GOBIERNEN LAS EMOCIONES, SINO QUE LAS DERRIBAMOS EN EL PODER DE DIOS.