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Révista de Doctrina, J.urisprude'ncia '


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Tomo VIII - 1981 •
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En los establecimientos radicados en · 1~ gar a la aplicación de lo determinado qn el
provincias de Chubut, Formósa, MisiOnes, art. 15 del decreto 343/IH.
Neuquén, Río Negró y Santa Cruz y en el Art. 12. - Las remuneraciones básicas 1"
111

Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, esta}>lecidas en la resoluCión M..T. 63/81


Antártida e ISlas del Atlánt~co Sur, podrán para el mes de junio de 1981 qUedan sin
superarse los límites anteriores .Para· el cóm- efecto. debiendo ser reemplazadas por las
puto de máyores costos, siempre que medie que figuraD: en los AnexoS 1 y II.
autorización previa debidamente fundada
del resppnsable d:l pago._ Art. 13. - Comuriíquese etc., - PoroiZe. • ·'
PRINCIPIOS CONSTITUCJONALES DE DERECHO DEL TRABAJO
Arl. 11. - Las transgresiones a lo esta- Anexos: 1 y 11: Ver B. O. del 2/7/81
tlNíliVIDUAL Y COLECTIVO) Y DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN' EL
bl~cido en la presente reso-lución darán rü- ps: 6 y 7.
ART. 14 BIS

. 1 Por GERMÁ¡.; J. BIDART CAMPoS


Resolución núm. 434 de la Caja de Subsidios Familia-res para el Personal de la
Industria
SUMARIO: I. Introducción. - Il. La norma. - III. El constituci9nalismo
Gastos de com·edor y "luncheon tickets" - Subsidios fa.mili,ares - Exención social. -' IV. ~ reforma constitucional de 1957. - V. La ley reglamentaria del
de .aportes. artículo. - VI. Cómo interpretar el artículo. - VII. El derecho de trabajar. -
v:ct1oo el 29 de may.o de 1981 VII. Las condiciones de trabajo, - IX. La jornada liinitada. - X. El descanso y
las vacaciones pagados. - XI. La retribución justa. - XII. El salario mínimo vital
' el dictamen 14.300 de la Gerencia de
Visto S_ecretaría de &tado de Segurid~ Social
móvil. - XIII. Igual remuneración por igual tarea. - XIV. Participación, contÍ-ol y
colaboración en la empresa. - XV. La prote<.-ción contra el despido arbitrario. -
Asuntos J~rídicos) y EÍ Interventor de la Caja de Subsidioo F0r - XVI. La estabilidad del émpleado. público. , XVII. Organización sindical. XVIII.
miliaf'es para el Personal. de. la Industria. Los "gremios". - XIX. La contratación colectiva. - XX. Conciliación y arbitraje.
Considerarndo: XXI. La huelga. - XXII. Garantías a los representantes gremiales. - XXIII. La
REsUELVE: 1 seguridad social.- XXI:V. Integralidad.- XXV. El seguro social.- XXVI. L.1.s "enti-
&tablecer' ~ue no correspon-
Que en el mismo se propicia que el orga-
nismo cambie su criterio con respecto a apor- Artículo 19 - dades" de la seguridad social. - XXVII. Cajas provinciales para profesionales. -
tes SQbte ..gastos de comedor" y "1unCheon de efectuar los aportes previstos en el árt. 23 XXVIII. Autonomía económica y financiera. - XXIX. Administración por los inte-
tickets... de la ley 1~.017 (t. o.. 1974) sobre las sumas resados. - XXX. Aportes. ..._ XXXI. La "ley" sobre seguro social. - XXXII. Movili-
Que sirl perjuicio de considerar que el cri- que destinen los empleado{es para: dad de jubilaciones y pensiones. XXXIII. Protección a la familia·. - XXXN. El de-
-terio adoptado oportunamCJ(!te por esta insti- a) solventar los servicios de comedor y/o bate de 1a tercera parte del. artículo en la Convención Constituyente. - XXXV. Dps- :•
de el dereCho del trabajo al de la seguridad social. - XXXVI. El art. 108 de la

t
tución en esa materia epcontraba sólidos apo.. alimentación, siempre. que se suminis-
yos juiídicos, la circunstancia de que la Exma. tren en especie y con~independencia constitución. - XXXVII. El derecho común. - XXXVIII. Cláusulas programáticas.
Cámara NacionaL de Apelaciones del Trabajo, que su entrega sea gratu.1ta o mediante XXXIX. Balance del art. 14 bis. - XL. Epílogo. '
'que actúa como Tribunal de Apelaciones res-- el pago de un porcentaje de su. valor,
pecto de las resoluciones que en :r:nateria -·de por parte de los trabajadbres;
'interpretación de la ley, dicta esta Caja, haya b) el pago de com~das en los restaurantes
expresado por intermedio de sus distintas próximos al establecimiento"siempre que I - INTRODUq::!ÓN
salas un criterio diferente, que reconoce fun- se acrediten mediallte comprobantes o
damento en 1 una interpretación distinta ele la pagos resultanteS de .la utilización del •'
misma legislación aplicable, determinan la ne- sisteiDa "luncheon tickets" o similares; 1- E!l la exposición del art. 14 bis de la constitución(') vamos a expli-
cesidad de que el organismo acepte la doctri- car interpretativamente sus cláusulas; a procurar detectar cómo funcionan;
na emergepte de la jurisprudencia citada, a e) el· pigo directo a concesionarios de se~­
fin de evitar ·un inútil <_lesgaste ju'risdiccional. vicios de comedor en los lugares de ·a dcteqninar sus mutaciones, sus déficit~ y sus formas de aplicaci6~ o in_apli-
trabajo o propietarios de bares o res-
Que el o¡;ganismo ha agotado la instancia taurantes cercanos al establec4Jliento, cación; a indagar el derecho judicial emanado de la jurisprudenci!' de la Corte 1 j
judicial, buscando que se declare la. proce- poi los .conceptos señalados én a). Suprém1; a e>¡cudriñor la voluntad histórica del constituyente de 1957 allí
dencia de su interpretación, habiéndose recu-
rridü incluso a la Corte Suprema de Justicia Art. 2Q - La Gerencia de Asuntos Jurídi- , donde sea posible.
de la Nación, tribunal que decidió que el cos procederá a citar a las empresas a las qu~
terila no constituía cuestión federal que jus- se les haya formulado cargo por los concep- No descenderemos a detallar la legislación dictada en tomo del articulo;
tificara su intervención por la vía extraordi- tos indicados en el art. 1Q mediante el dicta-
~aria del art. 14Q de la ley 48. · do de resoluciones particulares, de las qUe porque las leyes son siempre circunstanciales, y cambian o pueden cambiar,
Que la Gerencia de Asuntos Jurídicos ha hubieSen interpuesto recursos de apelación con 10 que ·nuestro eStudio se enfeudaría en un marco legal determinado y
tomado la iritervención que le compete, de sin que medie elevación de las actu~ciones a quedaría expuesto a :perder actualidad al variar o desaparecer ese marco.
acuerdo a lo 'dispuesto por la resolución 8087. la Excnía. Cámara Nacional de ApelaCiones
Que la Sindicaturá ha prestado confomii- del Trabajo, a fin de proponerles el desisti-
dad al proyecto de resolución que oportuna- miento de,los recursos por acogimiento al Cri-
terio d~ la presente resolucióD. (1) Citamos solamente dos trabajos sobre la totalidad del art. 14 bis; el de IBARTIECHE,
mente fuera puesto en su conocimiento, de jULio C., El derecho social en kt amstitución 1UlCionaJ. argentina, Cuaderno' núm. 11 del
acuerdo con ·lo establecido eq la resolución , Art. 3Q - Dar .a la pÍesimte carácter gene- Instituto de Derecho' del Trabajo Dr. Juan Bautista Abberdi, ]facultad de Derecho y
841/78 de la• Secretaria de Estado de Segu· ral y ~comunicarla -en la forma prevista para., ,Ciencias Soc'ales, Universida·d Nacional de Tucumán, 1968; y el de TISSEMBAUM, MARIANo
ridad Social. las mismas. ,. R., La constitucivnalización u codi/icaci6n del derecho del'Tmbajo, Sus fuentes e interpreta-
Por todo ello, en' uso -de las facultades ción, en el T. I del Tratada de derecho del trabajo, dirigido por MARIO L. DEVEALI, 'Ed.
conferidas ·por ia reSolución 44/78 de la Art. 49 - Comuníquese, etc. - Sadi Pepa. La Ley, Buenos Aires. 1' "
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-483-
Preferimos el análisis puro "del artícul_9, desprendido de la legislación ·contin-·
gente, pam que tenga "permanencia y, además, para que sirva. de orientación Segunda parte:
-y de medida valorativa para las leyes, pasadas, prese!}tes y .fut:uras; a) derechos gremiale~;
La Convención Constituyente que redacto ,la qonna la incorporó a con- Tercera parte:
tinuación del art. 14 de .la constitución. El- ilso y _Iá doctrina la numeraron
c~mo art. 14 bis o 14_ nuevo; La propia C!>rte emplea·la denominaéióri de art, a) Seguridad social. .
14 bis, que bien puede darse· por "oficializa~'"·
III- EL CONSTITUClONALrSMO SOCIAL

li-LA NORMA
:r:.El art. 14 bis insertado al cuerpo sistemático de la constitución de
1853--1860 por -la reforma constitucional de 1957 es una expresión mínima del
2- Leamos pausádamerite el ~exto: "El trabajo en sus diversas formas
llamado co11stitucionalismo social. E) análisis dedicado a la nueva norma no
gozará de la protección de las leyes, las_que asegurarán al trabajador: éondi- consiente que hagamos una extensa introducciórr acerca de dicho' constitucio-
ciones dignas y _eqtiitativas de labor; jornada limitaqa;-'tléscanso y vacaciones nalismo. Nuestra referencia a él sent pues, sumamente bre~e. El ~onstituci~­
pagados; retribución justa;" _salario" mínimo vital móvil; igual remuneración nalismo social es la culminación del co~stitueionalisrno dásico. No lo desplaza,
por igual tarea; participación en _las ganancias de las empresas, ·con control ni lo destruye, ni lo ~ustituye: lo completa y le da una nueva tónica. Si el"
de. la· producción y. colaborición en la dirección; protección contra el despido constitucionalismo clásico irrumpe a fines de( siglo XVIII con el propósito de
· arbitrario;- estabilidad del empleado público; organización sindical libre y dar seguridad al -hombre frehte al estado, reconociénqo-le libertades y dere-
democrática, reconocida por la simple inscripción eri un re~i~o especial. chos y limitando .al poder, el _social recae precisamente en el ámbito de los
Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de t;rabajo, d~rechos para acentuarles su fundón social, p~rDJ impl!fntar ~un estado de bienes-
recurrir ~ la conciliación y al ¡¡.rbitraje, el derecho de huelga. Los representan- tar que los promueva y, a la vez, p~ra que- ese estado allane las desigualdades
tes gremiales gozarán de las garánfias neces¡'rias para el. cumpllnaiento de su y los Ges,niveles :injustos, muy especiahnente en la relación entre capital y
·gestión sindical y las re\acioriadlls con la estabilidad de su empleo. ~ estado trabsjo. El nudo de este constitucionalismo estaría en la denominada demo-
otorgará los beneficios de la seguridad social, _que tendrá carácter de' integral
cracia social, con su plexo de derechps sociales y ·económic?s·' Y todo eiio,
e irrenunciable. En especial, la -ley establecerá: el seguro social obligatorio,
para que ~ la, s~guridad originariamente postulada por el constitucionalismo
que estará a cargó de entidades nacionales o provinciales con autohomía finan- - clásico se sun1e ahora el bienestar. Desarrollo y liberación podrían ser dos
<;iera y económica~ administradas •por los · int<'resados con participación del palabras de uso muy poste:i-ior a Ía apariqión del, constitucionalismo sócia] de
Estado, sin _que pueda existir superposición de ap.,rtes; jubilaciones y penSio- Ja primera postguerra, que dibujarían un poco su perfil actual;
nes móvi}es; la protecqión integral de h,farnilia; la defensa deÍ bien de familia;
la compensación econÓmica familiar y el acceso a ~a vivienda- digna". El texto formal de nuestra constitución de 1853 no podía, en modo, algu-
no, anticipar· en su tiempo Conte'nidos expresos. del constitubonaliSmo social
En el art. 67, inc. 11, se aí\adió a los· códigos de fondo el de trabajo y
que- sólo empezaríari a cobrar auge sesenta· o _setenta años .IIJá~ tarde. -Sin
seguridad social, embargo, es coi-recto decir que aquel texto primitivo, no contenía nada, hostil
La sinopsis del art. 14 bis ofrece él sigui¡mte diagrama: •ni impeditivo para ser interpretadO dinámicamente, cuando ya -eL constitucio-
nalismo social se hallara en boga, de un .modo favorable· a las pret,<insiohes
Primera parte.: de este último.
a J -,condiciones de trabajo en· orden a: Ahora, con una pequeña norma añadida al cuerpo secular de la consti-
a') pres~ación en. si . ilel servicio; tucion estamos en cóndiciones de reafirmar que -la ·primitiva idea de libertad (
a") remuneración; y seguridad en torno dé los derechos civil<:;; clásicos no h~ quedadó cancelada, •¡
y que el articulo integrado a los ótros ciento diez tiene que interpretarse de
a-) dilracioo;
modo constructivo y no destructivo~- es decir, en armonía y no .en Colisión con '
a"") _control de la producción y colaboración ·en la dirección do
las viej,g pautas de' libertaa de la constitución del 53, sin olvidar qué' tan
' la empresa.
viejn como ella son, asiini,mo, las que aluden desde el preámbulo al bienestar
b) asociación sindical; general y a 'la justicia, G<in este sesgo, el acomodamiento formal de la consti-
tución del 53 a la reforma del 57 no resulta imposible ni dificil.
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"-484- -485-
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IV -lA liEFORMA OONS"J.'!.'IVCIONAL l>E :f957 Aplicado este esquema a la reforma de 1957, y a su producto -que en

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el caso es el art. 14 bis-, decimos que por ahora no hay e~ativa de que 1

4- La lealtad para· con los destinatarios de este eStu~io y para con nosotros el control judicial de constitucionalida¡l descalifique a la emhienda; dado que 1
mismos nos obliga a empezar con una sintética remiSión al plinto de la incons- -según dijimos- para la jurisprudencia añida ,;na cuestión política' no justi-
titucWrtalidnd de la reforma lÍevada a cabo en 1957 por el gobierno de facto ciable. Entonces, como el art. 14 bis ha surgido de una ruptura con el art. 30
/ ·entonées en el poder. Es una opinión que hemos sustentado· permanentemente de la constitución en el mecanismo de la reforma, pero como el contenido del .
desde la primera hora, y de la que no estamos arrepentidos. No es del caso artículo infractorio es- intrínsecamerite justo, la norma de habilitación lo· con-
explicar aqui por qué a nuestro criterio esa reforma ha sjdo inválida. Si hubié- valida hasta el momento en que un cambio del ·derecho judicial acoja, y haga
ramos de resumirlo en una frase dirlamos: por no haberse llevado a cal;>o posible el planteo de inconstitucionalidad, Queda, no obstante, ·un reducto a
,dentro del marco del art .. 30 de la constitución. Pero los argU1IIentos sobrarian examinar, porque nosotros pusimos como tercera condición de la norma de
en un tema destinado a explicar el art. 14 bis, y· no a indagar;su origen formal. habilitación el que hubiera ejemplaridad en la aplicación de la norma infra9-
loria -en el caso, del art. 14 bis-. Como veremos después, hay cláusulas de
De todos modos, presupuesta nuestra firme creencia en la inconsi:itucio- dicha norma que no se han aplicado nnnca, que están dormidas en el papel,
nalidad de la enmienda, y recordado qu.e en .nuestro derecho positivo no es que no han alcanzado vigencia. Y como un minimo de vigencia es condición
posible alegar con éxito esa inconstitucionalidad porque el derecho judicial de la validez, parecerla inadecuado predicar respecto de estas cláusulas sin
de la Corte Suprema tiene convertida a la reforma constitucional el\ una vigencia, que se han convalidado por la norma de habilitación.
cuéstiÓn politica no judiciable, debemos plantearnos ·]a pregunta de q,;é pasa
con una norma de la constitución que -por el procedimiento de su 'génesis- De aqui en más, vamos' a desarrollar la explicación del articulo de marras
es inválida e inconstitucional,. y que no . puede ser· atacada con :Msibilidad haciendo caso omiso de su inconstitucionalidad. Caso contrario, deberíamos
de triunfo ,ante los tribunales. Repasemos sumiuiamente la llamada norma "de limitamos a totalizar esa misma explicación en una sola frqse: cada vez que
habilitación". En sintesis; se trata de salvar con eila la coherencia del orden en causa judicial surja '!a aplicación del art, 14 bis, el tribunal deberla decla-
juridico, diciendo que si una norma infractoria .de la oonstitución adquiere rar que la enmienda· que lo introdujo en 1957 es inconstitucional y no aplicar- .'
;
vigencia y hace perder vigencia a la norma con ]a que pugna, la nueva norma lo al easo. Como éste no es el p¡rnorama actual en el derecho vigente, abor-
infractoria se convalida por el mero hecho de que la infracción np pueda damos la-Tnorrna en, un est_udio que, sin ser exhaustivo, aspira a ser lo más
alegarse, o de que, alegada, et alegato no tenga éxito. La nueva nÓrma ."se completo posible y que omite en adelante toda la problemática que la refor-
habilita" dentro del sistema porque se supone que ese efecto ya estaba previs~ ma defectuosa ha su~citado en nuestro derecho constitucional. ¡,ll

to y contenido como posibilidad en la misma constitución. :11

El principio asi enunciado es, a nuestro parecer, demasiado formalista.


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Vamos a· inu~ducirle un correctivo: el del valor justicia,- que falta' en el enfo- V - LA LEY REGLAMENTARIA DEL ARTÍCULO 1'

<J.UQ, EI\tonces decimos que nuestra· fo,llmlación de la norma de habilitación


reza de la siguiente manera: el surgimiento de una norma que infringe a la 5 - El articulo empieza enfatizando. que. "el trabl)jo en todas sus 'fqrmas
constitución se convalida (es decir, adquiere validez además de vigencia), gozarán de la protección ~e las leyes, .las que asegurarán al trabajador ... ", y
cuando cmnple los siguientes· recaudos: a) imposibilidad de alegar la infrac- prosigue el detalle.
ción, o resultado inexitoso del ..alegato producido; b) justi9ia intrlnseca o mate-
Lo !'rimero que observamos es que: a) el trabajo débe tener tutela; b)
rial en la nueva norma; .e) ejemplaridad en la aplicación. de esa nueva norma
que es la léy la que debe ampararlo; e) que las leye¡; tienen necesaria y
(o sea, viªbilidad de seguimiento en su aplicación).
obligatoriamente que aseg;,rar todo lo que se eni.unera a continuación en el ~
De todos modos, la norma de habilitación que surte el efecto de la conva- articulo. En el reparto de competencias del poder, queda adjudicada esta
lidación en la fprma exwesada funciona sól<i provisoriamente, mientras y flinción al congreso. Por la forma imperativa y en futuro que usa el autor 1
hasta tanto la judicatura ··~o reaccione en contra. El control judicial de consti-
tucionalidad no quecl,a inhibido -a nuestro juicio- por áquel resultado transi-
de la· norma, .se advierte que no se tratá de recomendaciones, de consejos,
de aspiraciones. La ley· debe dictttrse para amparar y asegurar todos los dere-
i
torio de la norma de.habilitación. Ese ~trol conserva y retiene latente la chos que el artículo condensa. & zóna de. reserva de la ley, Esto quiere decir,
aptitud y la posibilidad de invalidar en cualquier tiempo a la norma infrac- solamente, que las normas protectoras y aseguradoras que reglamenten al
toria de la constitución,. y, ~ ende, de hacer desaparecer el resultadÓ conva- artículo deberán emanar del congreso, pero no quiere decir 'que la ~bligación
lidímte que habia surtido provisoriamente .la norma de habilitación. de proteger al trabajo impuesta, por la constitución-y por ·las leyes a las
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7- También puntualizamos con énfasis que cuanclJ> el art. 14 bis adjt¡dica
que ella remite- pueda ser esquivada, burlada o violada por los otr~s órganos expresamente obligaciones a cargo del "estado" en la parte tercera,, y cuando
de poder distintos del congreso o, aun, por los particulares. Decretos, orde- áludc a la "ley" que "asegurará" o "eStablecerá" tal o cual derecho, se há de
nanzas,' convenios colectivos,. contratos índividuales de trabajo, sentencias, etc., entcnd~r que a tono con el art. 6'7, inc. 11, ese estado .es el estado federal, y
han de respetar y complementar el amparo y la- s~guridad que provienen de la esa ley es la ley del congyeso,_ con la menuda excepción de una competencia
ley. logiferante provincial limitada a la esfera de la autonomía local (por ej., para
6 - Sin perjuicio d~ q9e reincidamos después en el tema, necesitamos ahora el personal de la administración públi.ca). Sin embargo, como el derecho ¡1ro-
puntualizar algunas característic1s de la ley a cuya reglamentación el art. 14 vincial 'no puede sublevarse ·contra el derecho que latamente IIarnarrlas fede-
bis- remite sus cláusulas. Al comienzo de la norma sc_dice que el trabajo ral (constitución, leyes del congreso y tratados, segúh norma del ~rt. 31) ,_los
gozará dé la protección de las le~s, las que asegttrarán al trabajador tales y estados provinclales asumen la obligación de respetar y cwnplir el art. 14 bis
cuales derechos. Y en la tercera p>ute leernos que, "en especial, la ley est(lble- y la JegislaciÓ;J del congreso dictada en su consecuencia, lb cual no les con-
cerá'' tales ~otras cosas. La fórmula es impera~iva, en futuro. No deja opción fiere competencia legislativa local pero sí un deb~r de acatamicntq y una
para que la ley se dicte o no se dicte. Esa ley es, bajo forma de código o facultad de aplicación en su jurisdicción propia, reservada por el a1t. 67, inc ..
de f!onnación dispersa, 1a que se eneomienda al congreso en el art. 67, inc. 11. 1
11 dentro de la previsión sobre dictado de los códigos de fondo, entre ellos
el d~ trabajo y seguridad social. Respeoto a tales códigos (excepto el de traba- VI - CÓMO INTERPRETAR EL ARTÍCULO

.- jo y seguridad -social), el art. 108 establece que las provincias no .püeden


dictados después que el congreso los haya sancionado. Quiere decir que ,la 8- Todo el art. 14 bis de~ interpretarse con amplitud generosa, porque
1
constitución previó una necesaria pero prudencial demora, y vedó 1~ l!cgisla- de sus antecedentes, de su debate, de su aprobación, de su espÚ'itu, de su raíz
ción local una vez que el. congreso sancionara cso's códigos. Sin fijar plazo, hincada en el coilstitucionalismo social, se desprende que el cOnstituyente del
la intención del autor del aít. 108· fue la de prescribir que ~n un tiPrnpo prn- 57 quiso dar una cobertura total a los principios de ese constitucionalisrno so'
denéial ·la legislación de fondo -codificada o no- quedara c•:;fahkcic~a co•1 cial. El complemento que la nueva norma añadió al articulado de la constitu-
carácter uniforme. para todo él país, lo que se concilia· con· la obligación Ccl dón particip.a, así, de la rnisiJla télesis elástica de justicia, libertad y bienestar
congreso de promover la refqrrna de la legislación en _todos sus ramos, tonsig- que inspiró al texto primitivo de 1853 y que le dio impronta desde el preárn-.
bulo,
nada en el art. 24. Si en cambio observamos ahora que el art. 102 order:ó
que los juicios criminales ordinarios se. terminarán por jurados, "una vez que Esto es importante para que la interpretación del art. 14 bis r:o se lleve a
se establezca en la república esta institución", también comprendemos a cabo con crite1ios restrictivos o estrechOs que arlgosten el horiZonte- general
través de la qiferencia de Iórmula y expresión ·que la constitución misma tenido .en vista por su aut'or. El convencional }AUREGUIBE;RRY ·expresó en la con-
aplazó hastá ef establecimiento del 'jurado el funcionamiento de e3a fmma de <
vención que "los derechos y garantías enumerados como sociales obligan a los
enjuiciamiento penal. O sea, previó el retardo y lo habilitó f'Xplícitamente. poderes del est'}do como derecho vigente". La afirmación se pu~de destilar en
En cambio, ·el art. 14 bis, si bien reenvía implícitamente a la competencia del multiples derivaciones: a) cuando .algún .derecho se formula -·en uria cláusula •
congreso del art. 67, inc. 11, da la impresión sensata de que no d!)ja librado programática, y no operativa, la naturaleza programática: no implica dejar
al congreso sancionar la ley cuando: él lo crea oportuno, ni valuar a su criterio librada a la oburrcncia temporal del legislador la vigencia de_ esa norma; el
plazos de dilación corno en la sanción de los otros códigos de fondo o de la legislador está obligado a dictar la ley reglamentaria de la cláusula ·progra-
ley sobre el ·jurado. La ·norma del -art. 14 bis .está redactada de una forma. mática, y su ausencia morosa no impide al tifular .del derecho invocru:lo, ejer-
que-constriñe al con/lreso ·a dictar la ley, r~pidamente, lo que viene bien para cerlo y disfrutarlo;· el mismo JAÓREGUIBERRY dijo: "nosotros no· quer~mos librar
acusar l.a .omisión del congreso rezagádo qué _en muchos aspectos del artículo -' una léh·a en blanco para que el legislador 'del 'futuro, por más sabio y pruden-
s~ observa de manera alarmante, a veinticuatro años de. la (eforrna constitu- te que fu¡>ra, reglamente el ejercicio de estos derechos quizás bien o quizás {
cional de 1957. desnaturalizindolo~'l; b) si los derechos sociales obligan a todos Ms poderes
)
del e·st~do, sin perjuicio de que sea la ley la que debe conferirles protección, \
Queremos remarcar, entonces, que frente a la elasticidad temporal que cualquier órgano de poder y todos Jes deben dar aplicación. Asi lo. ha hecho,
perece fluir del art. 108 y del 102, la irnperatividad pe! 14 bis, aunque· por ej., _la Corte Suprema de. Justicia, al hacer jugar el derecho a justa retri-
futurizada en el tiempo d.el verbo que emplea el constituyente del 57, no -bución _cuando ha dispuesto inde'xaciones ·en matéria de ,honorarios; e) uingún
tolera inercias inhibitorias. Es~o es importante de retener, para lo que diremos órgano de ppder puede liníitar la dimensión de esos mismos derechos alegan-
más adelante en torno de la inconstitucionalidad por omisión.
-488- - 4~9-

,,
do que los no enumera~os no están reconocidos; el convencional citado acla- :ucionales recordadas en el precedente de Fallos, 247-646. (caso "Beneduce c.

j;
ró bien que la enunciación no es taxativa, por lÍJ que lds expresamente incluí- Casa Auguste", <)e ,1961) Por ende, cuando la administración_ aplica el art.
dos en el art. 14 p's no excluyen la interpretación congruent~ con el resto de 14 bis en ·orc~en a derechos ir{dividuales, su decisión tiene que quedar abierta 1

los demás ni la existencia de "derechos implícitos, aludidos, por otra parté, en a revisión judicial.
' ' '•
1

el art. 33, que rige también para• la interpretación del art. 14 bis; d) la pro-
teé_ciÓCl c:>nstituciónal instituída •ilcanza también como obligación a las pro-
vindl\s; lo aseveró etconvencionaiJAUliEGUIBERRY, y surge, de todos modos, del VII -,EL DERECHO ·DE TRABAJAR
deber que el art. 59 impone a las constituciones locales en orden al recono-
cimiento de la parte dogmática de la constitución féderal. 12- El derecho de tmbajar ya aparece originariamente en el texto de
1853 entre h1 nómina de los derech9s llamados civiles. Cuan,do el art. 14 ·bis
9- Dijimos.ya que las pautas del art. 14 bis, además y aparte de obligar agrega que el trabajo en sus diversas normas gozará de la protección de las
nl legislodor, vinculan a todos los órganos del estado. En la c:msa "Valdez c. J~yes. enfatiza el apoyo normativo que, programáticamente, obliga al congrl'-
Ciutioni", El), 83-2ll1, de 1979, la Corte Suprema sostuvo que, en _orden a la so a multiplicar um legislación tutelar en todos los ámbitos laborales donpe-
priltccción del trabajo y ·a Jos diferentes derechos que las leyes d<;be.n asegu- cl hombre desarrolla .su actividad. Aquel derecho de trabajar, y la prestación
or, el mandato constitucional se <lirige primordialmente al legislador, pero su n'1isma en que se concreta, quedan bajo Un directo amparo~ que no deja de
cum-¡?limiento atañe asimismo a los restantes poderes públicos, los cuales, den- ser constitucional por el hecho <Je que sea la legislación la que debe porme- ·
tro de la órbita de sus .respectivas competencias, deben hacer prevaleeer el ncnizarlo.
co;;píritu protector que anima a tales normas. Y es así como, además del. citado
raso en que hizo jugar el derecho a una retribución justa y' 1~ protecciqn con- El dcn·cho de tra!Bjar implica la elección de la actividad, su cumplimien-
tra el despido,arbitrario, ha invocado ese mismo art. 14 bis para sost.ln'er que to, y su rendimiento sat(<ifactorio ,como medio de subsistencia y de, vida. En el
tanto él como el art. 17 sufr.en menorcabo cu'ando. para la regulaéión de ho- trctbajo dependiente, ese dcrcchC> se concreta en el contrató de trabajo y en la
_norarios se omite copsiderar Ía época en que se prestaron los servicios-profe- n·lación de tmbajo, que implican el binomio "empleador-empleado", .Y requiere
sionales y no se efectúa una extimación actualizada del monto del litigio (ca- -p:lr ende- del derecho o )a libertád de contratar, ya que tarito el empÍeado
es libre.. para buscar su patrono, como é~e lo es para seleccionar e incorporar
so "Galardo c. Bonnel de Lavorato" de 1978).
su personal. En el trab¡!io por cuenta propia, el derecho Cle trabajar se concre-
\
10- La obligación del estado de emanar la legislación aseguradora que
' ta habituolmcntc en el. binomio "trabajador-cliente".
'
ordena el art. 14 bis no parece precisar de otro mandato constitucional' com-
13 ~Si libremente y en el llamado mercado de tn!bajo, es como y donde
plementario. Sin embargo, a mayor abundamiento, no se nos ocurre superfluo
coordinar la nu¡va norma incorporada en 1957 _con .la del art. 24: "el congreso el, hombre encuentra ocupación, ¿qué sentido tiene el den.ominado derecho "al"
promoverá )á· reforma de la actual legislación en todos sus ramos .. .", ya que si trabajo? Dcrechó "al" trabajo np es lo mismo que derecho de trabajar, aunque
bien esta pres~ripción modificatoria se enderezó histórica y cronológicamente erróneamente en la convención constituyente de 1957 el convencional LUIS MA-
.~\ &recho vigente en 1853, su interpretación . actual puesta al día en el mo- nÍ.' JAUREG!JIBERRY haya dicho que el derecho al traba.jo se concreta a la li-
'mento de )a .\'~ienda constitucional de 1957 conlleva y renueva similar exi- bertad de elegir actividad profesiónal. Al contrario; creemos que el pretendido '
1 '•
derecho "al" trabajo consistiría en el detecho .del indiViduo sin trabajo o que•
gencia contemporánea de ajustar la legislación en vigor á. esta fecha para com-
n.o~]o encuentra, a reclamar del estado l_a provisióri de una tarea remuneratoria. ""'
patibiliza;rla _eÓn el texto añadido entre los arts. 14 y 15.
L:t constitución no contiene este derecho en ninguna de sus normas. Por
11- Atento' que en muchas cuestiones referidas a la aplicación del art.
lo menos, no figura entre-los enumerados, y no,parece que pueda incluirse con
14 bis la administración decide situaciones de hecho y de dereeho, es bueno
o! alcance de una demanda individual de ocupación tampoco entre los implí-
recordar que dejando ahora fuera. Cle discusión la naturaleza jurisdiccional . o
citos. 1
no jurisdiccional de esas decisiones, la Corte tiene dicho, textualmente, que
'\
"rig<> el principio de que cualquier ·decisión administrativa acerca de los he- Solamente ha jo dos aspectos cobraría algún sentidó la proclamación del de-
chos y del derecho' controvertidos, ha d<l quedar siempre sujeta a control ju- recho "al"· trabajo: a) como pbligación del éstado de crear, activar, y estimular
diCial suficiente". Y sigue diciendo: 'si esta exigencia no· ~e címiple, es decir, fuentes de trabaío, y de vigilar el mercado ocupacional para que cadá hombre
si h ley confiere a la autoridad administrativa interviniente el,poder de 'dictar halle la posibilidad de encontrar trabajo'; b) como oqligación del estado de pre-
resolución 'definitiva de que dependan los mencionados derechos· privados ~n venir el-paro forzoso y el desempleo, y de implanta! el seguro de deseinpleo.
deb3té, su fatal consecuencia es el desconocimiento de las garantias consti- Son, ~pues, mcdicJ.as de prom"oción, previsión, prevenc~ón, y solución las que~
- 491 ....
-490-
se:t para impedirles violarla, sea para c0mpelerlos a hacer lo que i,Ua ordena.
La constitución formal se filtra también a las relaciones entre parÚculiues con
a través de una serie -de polfticas múltiples ( qul' incluyen; por, ej., el ·fomento ¡¡"
similares exigencias. En el art. 14 bis se observa nítidamente que en Jos contra-
de migraCiones internas a zonas· despobladas, la radi"\\ciÓn- racionalmente dis- •
tos individuales de frabajo, empleador 'y empleado enmarcan .sus derechos y
tribuida de industrias y actividades reditnables. ·la politica -fiscal y ""conómica,
sus obligaciones en los preceptos de la constitll~ióñ, por manera que'toda vio-
y la reguridad -soCial, para mencionar sólo algunas) pueden hacex ac.cesibles lo
lació!l a los derechos en ella reconocidos expresa o implícitamente se tiñe del
que la fórml,lla del derecho "al" trabajo insinúa: que quien no ti.ene trabajo lo
viél y Je la nota de inconstitucionalidad. y esa inconstitncionalídad por con-
encuentre y lo consíga, o, exbepoÍona1mente, -lo supla con Prestaciones de la Se-
ductas privad·¡s es tan controlable y reparable en sede ju,dicial' como en el
guridad soc.ial.
supuesto de provenir de actos del estado. El cas9 ''Kot", de 1958 sigue siendo
14- Algunas. definiciones del derecho del traba¡jo ·aluden al cúmUlo de cjempb notable de esa extensión de los derechos a las r_elaciones privadas.
principios y normas que regulan las relaciones de.empleadores y trabajadores, No suena muy bien hablar d,e relaciones "privadas" o "entre particulares" y,
y·de ambos con el estado, para proteger el' trabajo. Dio! concepto sólo queremos
a la vez, al absorberlas .en la cpnstitución,- afirmar su emplazamiento en el cua-
<'xtraer la bifurcación de la relación: por un lado el sujeto patronal y su per-
' dro del derecho constitucional, que es derecho público. Sin embargo, aunque
sonal,. por el otro ambos sujetos con el estado.
las prestaciones entre particulares tengan en algunos casos contenidos propios
Es aceptado en nuestro derecho constitncional que los derechos humano• del derecho común .,...,n nuestro caso, del derecho laboral- podemos interpre-
son bifmntes o ambivalentes, es decir,. que el sujeto activo los titniariza y pue' tar sin demasiada sutileza que la relacióh de alteridad entre el sujeto activo y'
de hacer valer frente a un doble sujeto pasivo: el estado (federal y provincial) el sujeto pasivo de cada. derecho constitucionalmente definido, es una relación
y los demás particU:lares, incluidos los grupos sociales organizad<;>s !' no. ·de derecho constitucional. No es de extrañar la aseveración, porque cuando -por

l~J
ej.- la Corte hace jugar la indexación en relaciones privadas de compruvcntrl
Es· en e]· art. 14 .bis donde bien se advierte, a través ae muchos de de- o de deudas civiles o comerciales de cualquier clase, acude al dereCho consti-
rechos en él reconocidos, que el sujeto pasivo se desdobla. Cuando la norma tucional para encontrar, primórdialmente, el derecho de propiedad garantizado
atribuye al congreso el dictar leyes garantizadoras, demuestra en primer lugar .
como ·inviolable. Es decir,. estima que la relación entre deudor y acreedor e•
qu'l el estado tiene que prestar su actividad legiferante (por ej., para regla- derecho público, aunq!,le lo que· constitnye el contenido del débito sea de de-
mentar las nonmis programáticas, para fijar el salario mínimo, para atribuirle recho común.
1
movilidad periódica, para indemnizar el despido arbitrario, para implantar, los
seguros sociales, etc., etc.) Pero allí no se -agota e1 deber estatal que, en este La afirmaCiÓn antecedente tiene un alcance muy práctico, que en algunos.
primer supuesto, es de legislar. Con o sin-ley, el esta~o debe absten<¡rse de con- casos nos lleva a disentir con la Corte. Si está en juego -la convergencia o la
ductas lesívas ·de los derechos en todos lós casos; y en muchos de ellos, debe trama del derecho común con el derecho constitucional, debido a la vinpula-
cumplir con prestapiones positivás (por ej., liacer flúido y accesible el mercado ción del caso con de_r<X:hos conságrados en el art. 14 bis, no es aceptable re-
de trabajo para e;V:itar el desempleo y facilitar la elec~ión individual del tra- putar imprócedente el recurso extraordinario so. pretexto de que la materia de
bajo; conceder y abonar los beneficios de la seguridaa social, y. reajustarlos; la causa es de derecho común, porque en ella se anida la referencia.indispen-
desarrollar políticas sociales de promoción de la vivienda, de la plena ocupa- sabie a normas de la constitnción que hay que interpretarcsin demasiada in-
dón, de -las retribuciones suficientes -justas y· vitales-; facilitar y fomentar el comunicación ni divorcio con las de derecho común.
pluralismo sindical, etc., etc.).
. . '
15- Tom~ndo en sentido fato e1 derecho de trabajar que reconoce el art.
Una vez que la rela~ión individual de trabajo, se configura, surge- en mu-·
14 y que amplia el 14, bis, podemos hacer esta disección 'en tomo· del sujeto
chos derechos un sujeto .pasivo -el empleador- obliga~o a cumplir sus presta-
danés positivas y a omitir conductas lesivas: pagar el salario, proporcionar con-
actiyo y del sujeto pasivo: j·
diciones dignas y equitativas de labór, 'indemnizar el disW:cto arbitrario, respe- 19) Dere~ho de trabajar en su aspecto prhnario de elección de una acti- l
tar la libré agremiación del personal, con~eder el descanso pago en todas sús 'lidad:
fomw.s, éumplir ·las convenciones polectivas y ha disminuir sus beneficiós, abs- .,
a•) sujeto activo: ),] hombre y las asociaciones, empresas, personas jurídi-
tenerse de actitudes hostiles frente a los representantes gremiales o.a la huelga
cas, etc.; ~
legal, etc,
b) sujeto pasivo: el estado y los demás h01pbres.
De este snmario esbozo inferimos con patencia ·que hoy ya no sé. ·puede
decir~que la coilstitnción formal obliga exclusivamente a los órganos de poder, /
'
'
-492- -493-

29) Derecho de trabajar en su aspecto seCurnt!a:rio de desarrollo de ía acti- IX - LA JORNADA LIMITADA
vidad elegida y de disfrutar de su rendimiento econ6ntico:
'1
a) sujeto activo: el hombre y Jas asociaciones, ·empresas, personas jurídicas, 17 ~ El tiempo de trabajo no puede insumir todo el tiempo de la vida del

~
etr.; hombre. El hombre trabaja para vivir, pero no vive para trabajar. Una de las
con1liciones dignas y equitativas de labor se configura, pues, por el tiempo redu-
b) sujeto pasivo: cido y razonable del trabajo. La duraci6n del trabajo tiepe tres pausas: la diaria,
b') en ·la re¡aci6n de einpleb con determinado snjeto patronal: es- la semanal, '¡a anuaL Se trata de la jornada, del descanso hel:idomadario, y de
te sujeto en cuanto empleador; las vacaciones.

b") el estado y los demás hombres que deben respetar la relaci6n El texto no fija horas. Hubiera sido muy rigido. Hubiera paralizado, tal vez,
de empleo y los. derechos emergente& dC: ella; progresos futuros. Habla de jornada limitada. La: limitación se mi~e por una pau-
ta de razom\bilidad, inéluso relacionada con la clase· de actividad y el lugar don-
b-) cuando la actividad es independiente o por cuenta propia
d!' se desempeña; por ej., trabajo insalubre o trabajo en una mina. Es la ley. la
,(sin émpleador) : el estado y los demás hombres, que deben respetai el
cpw m!lrca <.•1 número de horas. También los convenios colectivos y el conirato
desarrollo· de esa actividad; cuando la actividad se presta en beneficio
individual. Casi universalmente, el tope máximo está en ocho horas.
de persona determinada (por ej.: el médico a su cliente, el pintor al
dueño de la casa que pinta, etc) : aquél que recibe la prestaci6n. Supongamos ahora 'que no hay ley que determine el tiempo de la jornada
diaria; un tralmjador excedido en ~1 máximo razonable -por ej., quince horas-
podría demandar igualmente la protección judicial para reducir la duración o pa-
" VIII - LAs CO~ICIONES DE TRABAJO ra n;putarsc indin•ctamentc despedido por injuria patronal, y el juez tendria que
ti <hr o¡x•ratividad a la mÍrma constitucional no reglamentada legal¡nente, median-
16- ELtrabajo como actividad humana emP<oña la dignidad personal. No te ('~ procedimiento' de 1a analogía o el recurso a. los principios generales del de-
se lo p1,1ede valorar' justamente si no -se 'toma en cuenta a su autor. Sin demasia- r('cho y. por cualquier vía, su s,olución habría de coordinar esta norma con la
das disquisiciones filosóficas.es fácil comprender por qué se exíge situar al.hom- y:l dtada snhre ]as condiciones dignas y equitativas de labor. Una jornada exa-
hre que trabaja, y a su actividad misma, en un ambiente decor~s~: porque ~··rada no proporciona condiciones temporales d.e trabajo que sean dignas y équi-
quien trabaja es una persona. - tatjvas.

"Condiciones dignas y equitativas" alude ál modo, a la calidad y a la cir- X - EL DESC".ANSO y LAS VAC'ACIONE..~ pAGADOS
. cunstancia con que debe ser tratado y en que debe ser ubicado el trabajador y su
trabajo. El svjeto está mentado en la norma, 'y es el protagonista a quien tales 18 - Razones siinilares a las qut> co~duccn a reducir el tiempo de la jornada
'condiciones 1~ son debidas. de !_rahljo a una duraci6n di·uia razonable son las que imponen el descanso se-
. m anal y H.s vtiewiom·s. La nmma _agr~ga el adjetivo •(pagados.. en masculfn,o plu-
La cláusula es tan a~plia que, por sí sola, abastece un contenido que, ·a lo ral. ¡nra cubrir las dos formas de descanso. In periódica y la anual. y confonne
mejor, hace superabundante otras partes del artículo. En efecto, condiciones dig-
nas y equitativas se refieren al ambiente, al lugar, al hora,rio, al descanso, a la
a alnsiones de algunos conYepcion1lcs en d debate de la Constituyente, no es
err·.tclo interpretar qnc la voluntad del autor de la norma fue la del pago previo
..",
retribución, al trato respetuoso, a la índole ínisma del servicio que se presta. Lo o a!1ticip:1do.
justo, lo decente; lo decoroso, lo adecuado,. eso es lo que prescribe la norma,
Respceto de la pventual o¡nisión legislativa en la reglamentación de esta nor-
no sólo durante el tiempo de trabajo y en el lugar de. trabajo, sino aún más allá
m;L. pensamos c¡ue sería .posible llegar ~m sédc judicial a resultado análogo al que
para asegurar, mediante las aludidas condiciones, la existencia dígna de la per-
sona humana. propusimos pam la 'jornada limitada.

El adjetivo "dignas" debe interpretarse como si la frase completa dijera:


.~
XI - LA RÍmuBucrÓN JUSTA !
condiciones compatibles con.la dignidad del ho!Jlbre; la dignidad de las condi-
ciones 1le labor se contagia de la dignidad de la persona. El adjetivo "eqnitativas» 19- Debe ·entenderse la remuneración como retribución-condición de vida,
alude a justas, pero con una justicia particularizada a cada caso, a cada trabaja- es decir, como s.alario que, por. su monto, oportunidad de pago, integralidad, etc.'
dor, a cáda situación, con todos los correctivos que tal singularización reqniera. y
resulta satisfactori~ suficiente para vivir. -N'o decimo~ para "subsistir", porque

'
• 1
' -.
- 494 -
-495- "
ello podria interpretarse como equivalente a "no morirse de hamb!"e", y la re-
tribuCión al trabajador, qu~ es persona, sería. inicua si en su fijación y en sus
bución justa, el constituyente parece haber querido indicar que hay que coordi-
características alcanzara apenas para sobrevivir. Deci.mos para "'vivir,. y no para 111'

' el medio por el cual. nar ambas cláusulas, y que la ley, cuando fija la cifra del salario mlnimo, no
sub>istir y sobrevivir porque. el-salario-condición de vida es
debe perder de vista que para satisfacer la remuneración justa ese mínimo ha de
quien trabaja obtiene los recursos económicos que le pernúten satisfacer sus ne-
ser económicamente suficiente según el promedio vigente de costo de vida en
cesidades. Nilcesidades de hombre, no de máquina o de animal. NI'C"sidades pll-
el momento; b) para que el salado mlnimo legalmente estipulado smta ese ren-
ra una vida personal que debe ser desarrollada en plenitud.
dimiento real, la tarea 'del legislador que determina el quantum no agota la obli-
Por supuesto que la idoneidad, la capacidad, el rendinúento, el cumplim!en- .gación que el citado tiene frente a los derechos del 'hombre; es indispnsable y
to, las condiciones personales, la situacjón econónú~a del empleador y de la so- urgente -que las polític~s sOciales propugnen. creen y consoliden un orden socioe-
ciedad en general son ·factores't:[ue inciden en la variabilidad del salario. Pero con6mico que, con todos sus tecnici:-:mos cxtralegales, proporcione condiciones
como el.trabajo no puede equip¡uarse a meréancia, la diguidad del hombre, y objetivas aptas para el rendimiento fm·oráblc del salario. O dicho en otros tér-
el nivel y confort de su vida, obligan a conjugar los factores sociales e .individu~­ minos, para que no sea un salariO flUC, magramente, alcance apenas para subsis-
les de .incidencia en forma tal· que la retribución sea suficiente. "Justa", como tir, sino un ingreso deCoroso que permita vi~ir bien. No creemos estéril inter-
reza el tex\o. pretar que la ·cláusula". general de condiciones dignas -y. equitativas de labor v.ie-
nc también a tener .aplicación aquí, para orientar la política retributiva de los
En el caso "Carrió Genaro R. en: Roggio, Dycasa Auxini c. Hidronor S. A."; asalariados.
d-el 15. de marzo de 1979, donde se discutia una regulación de honorarios para . Atrevidamente, nos acucia el deseo de proponer uma cuestión harto impQ~­
cuya fijación se habla tomado la fecha del laudo arbih·al que requirió la inter-
tante. Cuarídp el salario_ que el empleador abona al dependiente cumple con el
vención profesi9.na}, fecha que era an~erior en dos años a la sentencia rrgulato-
mínimo legal pero, evidcntem~nte~ los índices de costo de la viéla dcmue,stran
ria, la Corte estimó que el honorario no .tstaba actualizado en su verd1dero va-
de módo palmario que no es vital, porque con' él n.o $C pnedt'n sufragar los gas:
lor. y descalificó la sentencia por arbitrariedad, y aunque el fallo conjugó tres
tos mínimoS' (alimento, viviepda, vestido, etc), ¿_puede el depencl'gnte demandar
cosas: la -adecuada eontraprestación del trabajo profesional, la justicia Conmuta-
ni empleador
. para que le pague. más, o· sea, para que añada un plus al que surge
tiva, y el derecho de propied.ad, entendemos .que estaba latente en el trasfondo
eje la ley y del contrato individual de trabajo? Por un lado, quien. cumple la ley
la cláusula constitucional d~ la remune~ación justa (ver nue'itro artículo en co: li 1

parece que no puede <er obligado a m~s. Por otro, el salario c~nvenido en el con-
mentario al fallo: ED, 82-754), que rige no sólo para
.
dep_!!ndencia sino también ·para la actividad por cuenta propia.
.
el trabajo en relac'ión de
tmto ·de trabajo ~s propiedad para las partes, y éstas pueden pretender ]a in-
columidad d<: las prestaciones convenidas al amparo de la· inviolabilidad de _la
propiedad, oponiéndose¡ a que se intente alterarlas agravándolas o suavizándo-
las. Esto es ,verdaderamente así. Pero nos volvemos a preguntar sobre la lúpóte-
XII - EL SALARIO MÍI'fiMO VITAL MÓVIL ~s sugerida: por un lado está el derecho a la retribución justa, a las condiciones
digna's y equitativas, y al salario mlnimo vital; por el otro, el contra!o individual
20- Para corregir efectos nocivos de la libre contratación del salario, para de trabajo conforrr¡:e al cual patrón jr trabajador han incÓrporado a su patrimonio
no sujetari<Tcomd una mercaneh1 al juego, absoluto de·]a oferta y la demanda; pa- las prestaCiones pactadas que se sustraen a toda· modificación de· las mismas
ra sustraerl? a un único condicionamiento económico, Ia cláusula constitucional heterónomameÍl\e impuestas. Hay qne rdacionar el derecho al salario .con el
se refiere al salario mínimo vital, o sea, a aquél por, debajo de cuyo monto se .derecho de propi.,dad y de libre contratación, porque hi constitución es una uni-
.p'resumc una iñjusticia, · porque .tocja retribUción. infelior resulta inapta pa1:a dad sistemática cuyas nonn~ls nb pueden desconcctársc _pára ser ~nterpretadas en
'lue el hombre atienda sus necesidades vitales. fofm;,t_:iislada. Además, en esa interpretación coordinada y armoniosa;:hay· qUe
detectar cuál de los dexcchos que parecen oponerse entre. si tiene mayor valor.
Uno se tienta de pens~r que el salario "mínimo" vital es aquél que sólo al- 1
Creemos que el derecho al salario. Y acá viene la propuesta, más como interto~
'canza para no morirse de hambre, y-a veces -seglín la experiencia que la rea-
lidad proporciona- ni siquiera para eso. De todos modos, normológicamente, lo
que el constituyente ordena al legislador es que asegure ese salario mínimo vi-
gante que como aseveracipn: ¿podrá el juez requerido declarar inconstitu~fonal
b ley de salario mlnimo por notoria poquedad ·y, por ende; desligarse del con-
l.J
trato individual·de trabajo'sin necesidad de recurrir a figuras civilistas como la
tal, bajo cuyo nivel ni los convenios coleptivos ni el contrato individual de tra- de In imprevisión, n f;n de Óbligar al empleador a pagar una suma mayor?; ·¿esta-
bajo pueden descender. Pero, aun con. esta pauta minimalista, hay dos cosas a ría ei juez,'suplantando aÍ legislador?; ¿se tratarla de ,una indexación del mlnimo
;
proponer: a) como la fórmula sobre salario mínimo vital sigue a la de la retri- legal?; ¿no <jstaría el juez fij~ndo por sí mismo la movilidad del salario que le in-
cumbe a la .ley? ¡éuántas dudas en un marco apretado de aventuradas reflexio.-
-496-
- 497 -
nesl La ley de salario mínimo no escapa al control de constitucionalid¡td a que
XIII - IGUAL REMUNERACIÓN POR IGUAL TAREA
está sometido toda ,ley. El contrato individual de trabajo, por más contrato que '·
sea, y poJ" más nexo que guarde con el derecho constitucional de propiedad, no
21 - Esta es la única igualdad que la constitución consagra en lás rela-
pt¡éde violar la constitución. Co!h.estos elementales principios, y sin querer de-
ciones privadas. Su sentido es prohibir las discriminacior:cs arl'iitrarias en el
sorbitar la ,funció!1 judicial ni estimular un semillero de pleitos, creemos que no
p~go de salarios a' personas que realizan trabajos"similares,'Sobre todo, impe-
hay óbice constitucional para que un tribunal eleve el mínimo legal en casos
dirlas por razón de· sexo o de edad. Después, además, por religión, raza, etc.
patentes y extremos de insl,IÍiciencia, haciendo operar, más que la cláusula de
movilidad, la de vitalidad del salario mínimo. Al fin de cuentas, éí supuesto de La cuestión de la igualdad salarial plantea muchos problemas. En pri-
arbitroriedad manifiesta que, aun en cuestion(>s políticas como la calificación de mer lugar, parece que lo que asegura elementalmente es sól~ el miSmo sala-
utilidad pública en la expropiación, suscita control judicial, puede servir para rio mfninw por igi.Ial tarea. En segundo lugar, entre el personal de un mis-
juzgar la ley de salário mínimo como una ley más. Reparemos en que mo empleador, o a Jo más dentro del ámbito de un mismo convenio colecti-
d art. 14 bis no dice q_ue se tendrá po~ salario mínimo vital el que fije vo de trabajo. No parece viable comparar, para igualarlos, los salarios de per-
discrecionalmente la ley, sino dice que la ley "a,egurará" al trabajador sonas que aun con a~tividad similar se desempeñan con empleador_!3s dis-
1

el salario mínimo vital, y los calificativos de ~·mínimO" y de "vital'~ tintos e ü¡dependientes entre sí. En tercer lugar, la norma no empece a que,
uo aluden fríamente a guarismos monefarios que arbitrariamen~e esta- asegurada la no discrimínación arbitraria, el empleador liquide a algunos
blece la ley sino a cualidades· objetivas de contenido, más que dinerario, eco-. sumas mayores que a otros en concepto de mejor rendimiento, asistencia
nómico. ¿No viene acaso a nuestra ·memoria el fallo de la Corte en el, caso perfecta, mayor' dedicación. Esto quedó puntualizado con claridad en el fa-
"Práttico, c. Basso", de 1960, en el que dij9 que toda vez; que la libertad de con- llo de la Corte de 1966, caso "Ratto c. Productos Stani", al establecer el tri-
h·atar del empleador entre en conflicto con la libertad contra la opresi~h del bunal que el precepto no se opone. a discrimínaciones fundadas en la mayqr
empleado u obrero, está última debe prevalecer soJ?re aquélla, porque a~í lo re- efiewia, laboriosidad y contracción al trabajo del obrero, y que no puede
quieren los principios de un ordenamíento social, justo? privarse al empleador de premiar, por encima de lo que estipula el convenio
colectivo para cada categoría de tra)>ajadores, a 9uienes revelen méritos su-
Si la ley no fijara el salario mínimo vital, creemos que para cada ámbit<Y lo ficientes, porque de lo contrario no habría manera de estimular el trabajo,
podría estipular el respectivo ·convenio colectivo, ya que dentro de sus di¡;po- la_ eficacia y la lealtad. Ese derecho dé! empleador, añadía la Corte, no pue-
siciorfes las de tipo salarial hallan lugar adecuado y prioritario. Tambien ·pénsa'- de sujetarse a prueba de que los méritos existan.
mns que, estando fijado por ley el salario mínimo, no hay ó])ice para que los con-
venios colectivos es_tablezcan otro de~ monto mayor.
XIV- PARTICIPACIÓN, CONTROL y OOLABORACIÓN EN LA EMPRESA
El salario tie1,1e que ser móvil. Esta pauta es clara. Quedó fuera de duda
. en la convención ,que, mientras hay inflación, la movilidad es, por supuesto, as-
22 - La participaciÓn en los beneficios es un aspecto salariaL El control
cendente; y que el salario debe adaptarse .al costo de la vida. o~ando el conven-
de la producción y la colaboración en la dirección de las empresas, aunque
cional THEDY agregó a ello que el salario vital mínimo no es un salario que !-iO-
~e vinculan a la participació~ en las ga~an~ias porque sirven de algún modo
Iamentt~ sirva para comer, sino para una vida decente que comprenda toda la
p~ra que el trabajador verifique el rédito patronal, no tienen estrictamente
integridad de la vida del trabajador, aludió magníficamente a la intención del alcance remuneratorio. '1
constituyente en cuya aplicación acaba·mos. de hacer nuestra explicación y nues-
"' tm propuesta. Es imperioso que ell legüdador·· dé completo cumplimiento a Para dilucidar esta difícil cláusula vamos a partir, como hecho consuma- lo'
cs:t voluntad al fijar los mínimos salariales vitales y móvn'es, y que todo el d•J, de la realidad que hay una norma coru:titucional que dice lo que- dice.
aparato estatal aceleré la provisión de rec(}rsos en una econoniía de suficien- O st•a, no vamos a ocupamos de si es conveniente o no, deseable o no, acon- ::¡
te nbundancia para que la cláusula constitucional no se esterilice. 'Nuestra sejable o no, que cf personal participe en los benefi~ios. Los argumentos
doctrinarios en pro y e11 contra, la adversidad de algunas posiciones sindi-
t
realidad socioeconómica es harto deficiente y conspira contra la vigencüt de
dicha cláusula. l,os mínimos y su movilidad están lejos de ser vitales y c~les, las complicaciones y los resultados ~que 13. partidpacÍón irroga, son ;¡
!
justos para la generalidad de los trabajadores. ~ tem~s doctrinario-s muy interesantes pero excedén, en et mateo de nuestra
exposición, lo que demanda la comprensión del art, 14 bis. ¡1
''
El convencional N'AThi dijo: nosotros S('guimos conceptuando que, la par-
ticipación eri las ganáncias de las, empresas es un hecho que· en algún mo-
-499-
- 1498-
cilalquiera sea el término ~que se ponga -control o colaboración- debe tener
un •entido: que la participación de los obreros en las g1nancia; de ningún
mento tiene que producirse en la vida argentina, y que si se lo· incluye en
la actu:tl reforma y se le da jerarquía constitucional, s_e sienta una base seria
m•>do puede ser sustralda a los mismos "La ley -dijo B~- debe esta-
para la oportunidad en que esa reclamación surja en la vida social de nues- blecer los requisitos necesarios _pna asegurarla". Esa ley -segÓn el conven-
ci,mal ÜTERo MoNSEGUR- tiene un marco elástico: "tenemos que darle al
tro país.
legislador la amplitud, la posibilidad, no sólo de ir resolviendo los proble-
De esta opinión pareciera desprenderse la idea de que la cláusula sobre mas de acuerdo con la evolución natural de nuestro pals, sino también adap-
particip>ción se volcó al texto sin el propósito de obligar inmediatamente al t:u este derecho a las condicjones particulares de cada región del país".
cn:!1greso ~ dictar la ley reglamentaria, nada-más que comO una pauta indicativa
Es sabido que a veinticuatro años de la refonna de 1957, esta ley no se
para un futuro indeterminado, cuando la vida social reclaínara su yigencia. Sin
ha dictado. Su vacio puede, ~in duda, ·ser' llenado por los convenios colectivos
c!nbargo, si ése pudo Ser el pensamiento de lll1 miembro de la conVenci'ón, no-
de lrabajo.
~otros creemos· que, incardinada 1u norma en la consti~ción, la suprema da de
ésta Do tolera que la nom1a no funcioné, ni habilita a esperar las oportunida- 23- La n01ma habla de párticipación en las gananéias "de las empre-
des a plazo a que aludía el convencional NAIM. Nada 'de. lo que la constitu- sas", lo que hace menester averiguar qué se entiende ¡xir empresa. Ello es
ción recono.ce cQrnO derechos subjetivos está puesto en ella pa:r;a un mañ~"' importante para determinar si todo empleado en relación de dependen9ia
na rriás lejano o más próxirrlo, sino para un h_oy _y un ahora. Fijémonos que frente a tm empleadQr queda incÍuído en el derecho consignado, o si sola-
la participación está ·ubicada en el párrafo ·del articulo que se encabeza con mente éste favoréce al trabajador que se desempeña para un sujeto pab·o-
. ' ~
un imperativo: la ley "asegurará" y J!O cuando el congreso quiera, porque nal que admite la calificación de empresario' o de empresa. Con decir que
el congreso está obligadQ e impelido a dictar todas las leyes· ásegpradoras !a empresa e.J una comunidad económica que integra en unidad al ~apital
que sean necesarias o convenientes para que los derechos recon~éidos en y al trabajo, no se dilucida nuestro problema. Tampoco· con recordar que
esta parte gocen de efectividad y vigencia. :p art. 14 bis no da un consejo, esa comunidad es de actividades, de intereses y de vida. Pero cuando se
no enuncia aspiraciones para cuando sea posible satisfacerlas, no alude a añade que coordina los diversos elementos de la producción en pos de una
' '
conquistas del porvenir: ordena legislar para_. asegurar, y sólo se asegura lo ganancia, porque' es una unidad ,ecQpórnica de producción, QOS aproximamos
que realmente. se da, no lo que se prqrnete o se propone como objetivo le- un .poco más, aunque no del todo, pOrque no sabemos si toda ganancia y to-
jano. do luc,ro se asimilan a producción.

Es cierto. que el convencion~l REYNALDO-. PASTOR ajegó' que los trabaja- Por eso, ·como coilljuntamente la -cláusula dice "con éontrol de, la pro-
dores argentinos en ningún momento habían Oernostrac.lo tener· interés en la ducción", cabe asimis,;o la í:luda de si producción es únicamente la que re-
aplicación del principio· participativo. Ello también podría dar pábulo a ·]a ~ulta de una actividad que obtiene, elabora, fabrica o manufactura bienes
'posterg¡tción, a la demora._ Pero acá tambi~n decimos que sÍ. la constitución físicos -es decir, que .realmente "produce:- o también alcanza a c~alquicra
1
dispone que Se dicte una ley en la. materia, rto es excusa absOlutoria para n; otra actividad que origina ,utilidad o ganancia -"produce" dinero, y no bienes
dictarla el desinterés 'de los posibles beneficiarios. El cumplimiento inexora- o servicios de indole distinta-. Todas estas complicaciones derivan a adoptar
ble de ia constitución no depende dé la ;;.oluntad ,de los gobernantes ni de
los gobernados, 'vo1untad que en contra de la c~nstitución no es': exfrnente-
o bien un criterio restringido -en el que tal vez habria previamente. que ce-
ñir concretamente er concepto económ~co ·de empresa a .. detemúnados su- ,¡
de responsabilidad por la violación que esa. oposición···retardataria consl\ffia. puestos- o un criterio amplio' ·-en el que- toda actividad qué devenga dine- '
ro a la parte patronal se asimilarla a empresa-. De esta última forma-, em·
EMn.ró JoFRE dijo en la Convención: "¿qué es lo que le interesa al obre-
pre~a sería, l~tamente, equival~nte a establecimiento, y producción lo sería
ro de nna empresa? Le interesa que se le de participación en ·]as ganancias.
a beneficio ,económico.. En· esta última acepción, quedaría comprendido -por
En realidad, al obYero ie interesa que .se le mejore el salario para poder ele-
ej.- un comercio de regalos, d~- librería, -.de ropa, nna empresa .de transpor- 1
var sus condicjones de vida, y una de las fonnas _que s,e considera 'más eficaz
te, un sanat~rio, un éstU.dio profesional, etc. en los que sólo se obtiene, ~in 1
para mejorar su s'\lario es darle participación en las ganancias de la empresa
Pero al mismo tiempo -pl'osigu~- se le inferesa por el porvenir de la em-
pr'aducir nada en sentido fisico estri'ito, el numerario originado por la ven-
ta de la mercadería o por la actividaa desarrollada.
.,
presa, a los efectos de que trabaje con más entusiasmo, con más dedicación y
más perrilanenpia en la organización en, la cual ¡tctúa. De manera que lo que Si aceptamos el sentido amplio de empresa, quedaría todavia la difi-
·¡
al obrero le interesa no es solamente la participación en las ganancias, sino cultad ~le comprender si se le .-asimila 'el empleador individual -por ej., el
qúe se estáblezca algún modo de evitar ·que sea burlado en lo que respecta dueño de una 'pequeña ·casa de, comercio con nno o dos dependientes-.
a la _partiCipación que le correspondé'. Y el convencional BECERRA proclamaba: .,
-500- -501-

Cuando al final de la cláusula se habla de. "colaboración en la direcciónn, la· dirección. (No podría haber seguramente colaboración en la direc
tampoco se esclarece si •direcciónn es cualquier tipo de conducción, incluida aunque sí participación y control, en un estt¡dio profesional donde la a~­ 1"
la individual del propietario únicq, o si apunta al elenco directivo de los es- vidad, por requerir la profesionalidad, sóÍo admitiera el auxilio del personal '1,

tablecimientos rnóntados a escala superior de la individual. Seria en verdad administrativo pero no la intervencíón en la conducción). /
difícil aplicar. la norma a tareas como las del servicio doméstico, o a las de Lo que ha de puntualizarse es que, salvo acuerdo de pades, la partici-
los encargados de casas de renta o consorcios habitaciónales, o a las de pación en las ganancias no puede sustituir ni absm ber el monto del salario,
empleados de establecimientos de docencia privada gratuita, tanto porque en Es decir que esa ·participación ha de ser un adicional o suplemento, una vez
algunos de esos supuestos nó hay propiamente ndirección.'·, cuanto porque a que el empleado recibe su remuneración juSta.
veces falta en otros el elemento productor de ganancia.
Las explicaciones con que hemos' aspirado a interpretar .la cláusula de-
Coniesamos que no hay muchos medios para dar luz a estas dudas. }'or jan sitio a otras muchas cuestiones que, en rigor, y según nos parece, ya·
un lado, si debe prevalecer la interpretación amplia y generosa del· artículo no tienen directo .nivel constitucional, sino que pertenecen al área menor de:
. en su totalidad, no parecería conciliable con ella la solución que restrictiva- la reglamentación. No h~y en la norma constitucional pauta alguna para cal-
mente acudiera a un sentido sumamerite técnico-económico -de empresa, de cular la cifra sobre la cual dPbt• hacerse el reparto; la reglamentación podrla
producción y de dirección. l'or otro lado, si las palabras que utiliza la cláu- -por, ej.- .deducir como gasto un interés sobre el capital de la empresa. El
sula deben 'quedar salvada~ en su sentido genuino, cabe admitir que donde control de la producción daría pie a la obligación de exhibir los libros de
no hay producción ni. en sentido amplio· ni en sentido estrícto, no puede ni C'Om(.'rcio en cuanto tuvieran reiación con el punt_o de las ganancias a divi-
debe )l~ber participación en algo que no existe -caso del encargado de nn dir, pPro la rc~lanwnt:teión ch•hería preServar la reserva empresaria sobre
consorcio de copropietarios; o del personal domestico de casas particulares-: cu<•stiones- como elh;ntcla, precios, costos, programas, etc., cuyos datos pues-
Y ante tanta confusión a. disipar, la ley reglamentaria de este cjerecp~ po&ia, tos a cünocirni<.'nto del ¡)(•rsonal pudrían transferirse indebidamente a la corn-
razonablemente, manejar la diferencia de supuestos, para reconocer el de- ¡wt('ncia. Resta a~imism<í deeidir si el reparto· de g:lnandas conviene efec-
recho en los casos donde realmente hay produccjón y dirección -aunque tuarse en proporcióii al sabdo, o de acuerdo a métodos más complejos que
esta última sea individual, y la primera rinda solamente beneficio dinerario- c·omhim·n ]a antigiicd:ut ,la a:-.ish•ncia, las cargas de familia, la calificación
y para cxcluií"lo ·en los casos de ausencia. De todos modos, creemos que no ~n-fcsiona1, de. Un aspecto difícil a rcghnÍ.éntar es el que versa sobre d
sería un crHerio razonable el que atendieia sola~ente al hecho ·-de ser o no uwwtwn a distribuir: ¿!'le fija un porcentaje uniforme para todas las empre-
ser la p:>rte p1tronal un sujeto individual, ni al de ser o no ser el ~stableci­ sas. o se lo estab1f•ce con variables que est.én en función del capital empre-
mic:-Ito una empresa en el genuino' 'Sentido técnico-económico, ni al, del nú- sario. de las invt:rsioncs, de las ventas, del número de empleados?
mero de dependientes que forman la planta_ del personal. La reglamentación tiene un ancho campo de cuestiones. Planteamos a
Heinlerpretando entonces la fórmula constitucional que alnde a parti- titulo de duda esta pregunta: ¿no ...:ería razonable que la ley se circunscri-
~ip:lciÓn en lhS>' "ganancias·~, es ahora menos dudosa -la cuestión: alií doiide biera a prescribir que los convenios colectivos fijaran obligatoriamente todo
la activid:.d de un empleador que tiene ;personal dependiente origina utili- c;.;e marco de condicionainiCnto par~ el sector de actividad que regulan? So-
dades o beneficios lucrativos, aunque en sen,tidO económico no sea ganancia breviene una objeción para nosotros descartable: se dice que la participación
prod~uctiva, la cláusula tiene que aplicarse y, concordantemente, la referen- en las ganancias ·altera el principio de igual remuneraCión por igual tarea.
cia al control de la producción ha de -entenderse como abarcando toda pro- ·Si e,<ta igualdad resguarda los mínimos vitales o básicos, y no pugna con
- ducción de ganabcia, aunque ésta sea de dinero, y no producción física y es- adicionales que responden a justas causas, creemos que el plus diferente de
tricta en el sector primario (que_ produce .materi;1s primas) o en el sector participación no altera inazonablemente el derecho. a igual retribución. Mu-
secundario (que las transforma) Lo que· si tiene que haber es 1ucro u ob- cho menos si la reglamentación de la participación fuera remitida por ley
tención de bienes econón'licos, incluido en este concepto el dinero que como con carácter imperativo a la contratación colectiva. 1
beneficio se adquiere mediante una actividad. ,¡
En conclnsión, se nos oCl¡rre que de acuerdo al m;t. 14 bis la participa- XV - LA PROl'EOCIÓN CONTRA EL DESTINO ARBlTRABIO
¡1
ción es debida a todo empleado que trabaja para un ·empleador cuya acti- •
vidad, a ·la que ·'el empleado coopera directamente, devenga un beneficio lu- 24 ~ El convencional CAru.os BRAvo explicó la cláusula en íntima co- 1
craÍivo. Para esa participación, ha de mediar control de.la actividad produc- nexión con la de· estabilidad dé! empleado público. Comparando la estabili-
tora de la ganancia y, si la íncjole de la actividad lo tolera, coiaboración en dad del empleado público asegurada por la nulidad de la cesantia arbitra-
'-
- 502-
- 5d:i -
rh y la obligación estatal .de reincorporación, ;tdrnitió que en e,! campo de
hs relaciones privadas (donde e1 poder discrecional .patronal, que constituye
un despido agraviante, injurios6, ofensivo .e irrazonable; por ej., el de la emplea-
la excepción en 'la, administración pública, es la regla) resulta muy difícil
da durante el embarazo o por causa de su. maternidad; el del trabajádor que
obligar al empleador· a readmitir al 'trabajador cuyos servicios. no desea uti-
· participa ·en una huelga· legal, o por· causa dé su afiliación o desafiliación a un
lizar más. sindicato; el del trabajador al que su patrón imputa <>onductas graves o delic-
Este' paralelo es importante para 'interpretar el sentido diferente que ·tuosas no probadas; .el del trabajador en período de enfermedad, o por razo-
entre sí tienen las fórmulas de "protección contra el despido arbitrario" y de nes políticas, religiosas, raciales etc.
2
"estabilidad del empleado público".
Un despido injustificado no arbitrario, o sin causa, es el que se dispone
La doctrina ha hablado de una estabilidad pro¡»a o absoluta, que se porque meramente el empleador quiere prescindir del empleado, o porque
garantiza mediante la reincorporación, del empl<¡ado prescindido sin justá cau- ·cierra su establecíiniento, o reduce su personal.
sa, y de una estabilidad impropia o relativa qúe; en vez de la reinstalación en Hay, entonces, categorías de ·despido: a) con justa causa; b) sin causa, in-
el empleo, se traduce en el pago de una indemnización. La estabilidad justificado, inmotivado, o sin causa justa; e) arbitrario. El primer despido no
propia, entonces, se convierte en un dereCho ~ conservar el empleo ·vita~ 1
se protege porque la conducta del empleador obedece a grave inconducta de
!i"iamente; o- sea, hasta que el empleado está en condiciones legales su dependiente. Los otros dos despidos, ¿quedan equiparados cuando -la cons-
de acogerse a la jubilación, q\ledando prohibido dejarlo cesante antes de titución habla .de protección contra el despido arbitrario? ¿Sólo se protege con-
ese mmpento, salvo causales taxativamente determinadas en la ley: La cesan- tra éste? ¿El no arbitrario queda -desprotegido?
tía dispuesta fuera de estos supuestos de excepción, es nula y, al no producir
efectos válidos, obliga a reincorporar. Si la ejecución coactiVa no es viable, de- P<msamos. como solución válida que si el articulo obliga a f)roteger legal-
mente c.ontra el despido arbitrario, no prohibe tutelar contra ~1 despido sin ca'u-
. be liquidar~e al empleado cesante su remuneración como· si estuvier\ traba-
jando. La estabilidad impropia, .en cambio, no prohibe el despido m -según sa. Lo que si estimamos es que la ley debe distingüir entre ambos-supuestos. pa-
la mayor parte de la doctrina- lo. anula, sino que se circunscribe a "impedir"
que el de~pido se 'produzca,. y. a establecer, si se produce, el derecho del em-
r'a brindar amparo más intenso en caso de despidó arb-itrario -por ej:? mayor
indemnización ·que· en el Qtro-. Estamos, pues ,en desacuerdo con las inter-
f
pleado á l)na compensación economica reparatoria. Para el empleo priyado no pretaciones .doctrinales y jurisprudenciales _que definen al despido ,;.bitrario
pareee dudoso que lo que consagra la norma' es )a estabilidad impropia, a tra- como el inmotiv~do o sin fundamento en causa justa o razón legal y que, por
ende, subsumen en la categorfa de despido arbitrario al que, si bien n9 tiene
vés de ,la locución "prote~ción contra el despido arbitrario", én la que; in-
cluso, la.voz "estabilidad" no aparece, como sí en cambio figura en la' garan- . causa justa,. tampoco es arbitrario. De acuerdo a lo dicho, afirmam2s' que la
ley es constitucional ·cuand~ protege contra el despido "no arbitrario" (que la
tía concedida para el empleo público.
ce>nstitución no le obliga a tutelar, pero tampo<;o le veda). Pero decimos que
En el emp)eo privado, el ·,empleador que despide al trabajador y tiene que es incorr.titucional cuando, al protegerlo, lo valora en pie de 'igualdad con el
compensarlo, plantea el _problema de la naturaleza del despido ¿Es un ilícito despido arbitrario 'que la constitución caiifica diferenciaoamente.
laboral? ¿O ·es el ejercicio de un derecho patronal? A ros fines de comprender
25 - La duda que áhora nos acomete estriba en plantearse si la obligación
la ·norma constitucional no "hace falta -nos parece- tomar partit1o por alguna
que tiene la ley por imperio de la constitución ,de proteger contra el despido ar-
dé esas explicaciones. Lo que sí creemos indispensable es distinguir categoria:;
bitr¡¡rio, (protección que es' tipica de la estabilidad impropia) excluye o impide
de despido, para·ubicar dentro de ellas la que el texto califica como "arbitraria".
que legalmente se implante en las relaciones de empleo privado un siste-
¿Todo despido sin causa es arb(trario? ¿El amparo jurídico que la constitución
ma -de estabilidad propia, es decir, aquél que a falta de causa legal
obliga a deparar frente al despido arbitrario excluye la tutela frente al no arbi-
dé despido, óbliga al empleador ~ rffingresar al trabajador' a su ante-
trario, si, es que esta categoría existe?
rior empleo. La pregunta apunta a si, ' por enchna ' del mínimo de protección 1
Nos parece que ño ·toda ruptura injustificada del vínculo laboral puede que la co'nstitución obliga a prestar en un sistema de estabilidad impropia
reputarse arbitraria. El término arbitrario, que. en el derecho constitucional ha o relativa, ese amparo puede ser excedido, ampliado o superado- a criterio del 1
adq_uirido bastante precisión corno opuesto a razonable, y que siempre denota legislador, implantando la estabilidad propia. 1
inconstitucionalidad, ¡Jebe -interpretarse en la norma del art. 14 bis (donde apa- 1
_Que fáclicamente ello acarrea dificultades,- choca con inconvenientes, etc.,
rece por primera vez én el texto constitucional) conforme a la acepciÓn con es cierto. Ya la aludió.·el convencional BRAvo. Que legalmente sea hnposible
quela doctrina, las leyes y la jurisprudencia lo incorporaron. Un despido ar- 1
o inconstitucional, no lo .creemos. Sin embargo, conviene tener presente que: t
,bitrario no es lo mismo q~e un despi?o injustificado. Un despido arbitrario es
a) la estabilidad propi~ en el empleO privado restringe la libertad de con- •
halar, desde que el emp)eador que decide rescindir el contrato de trabajo debe
/

-505-
-504- ít de reincorporar cuando una norma legal o convencional. Jo impone.. No cree-
asumir graves obligaciones frente al trabajador; b) si no reincorpora, debe rnos que sea válido inferir del caso relatado que el derecho judicial de la Corte
pagar retr¡bucidnes que resultan más elevadas cuanto menor es la antigüe- repele siempre y en forma 11bsoluta la est!'bilidad propia en el. empieo privado,
dad del trabajador. despedido (porque esas retribuciones se devengan -por a
ya que acá apoyó su decisión contraria dicha estabilidad .en la circunstancia
ej.- hasta qué" el trabajado-': alCanza las condiciones legales para jubilarse). de que no ·babia norma expresa que consagrara convencionalmente la .sanción
' '

reincorporatoria.
El f~llo de la Corte Suprema en el caso "De Luca, José E. y otró c. Ban-
co Francés del Río de la Plata~, del 25 de febrero de 1969, consideró inconstitu- El teiilperamento adverso a la estabilidad propia en el empleo privado
cional el régimen de estabilidad propia que consagrába la ley 12.637 y su nos ofrece Serias dudas. La restricción a la libertad contractual no nos parece
decrete> reglamentario 20.268/46 para el personal bancario. El cri\erio del tri- evidentemente arbitraria ni b:iconstitucional. Es cierto que la cláusula del art.
bunal tuvo en cuenta· que el sistema era intrínsecamente injusto al establecer
~
14 bis sobre protección contra el despido arbitrario no implica prohibir el d.es-
el derecho a ser retribuid(> sin trabajar; al imponer cargas pecuniarias al em- ¡iido sino disuadirlo. Pero ése es el mínimo que la norma exige, y no creemos
pleador que, más allá de lo que constituye un derecho legitimo a la indem- que le ·esté vedado al congreso implantar una tutela máJdma que exceda lo
nizacíón, afectaba las bases de la libertad de contratar; y al conferir el dere- rigurosamente impuesto como mínimo. Es claro que en las relaciones de em- 1
cho a jubilar~ en virtud de trabajos no prestados. En suma; para la Corte, la pleo privado que se personalizan acentuadamente entre un e'!'pleadór y uno

,i
1
estabilidad propia declarada inconstitucional en el en¡pleo privado aparecía o pocos empleados, la estabilidad propia no seria justa, porque el deber de
como un régimen legal exorbitante, falto de justicia, y objetable desde el punto reincorporar signific~rfa la obligación patronaÍ_ de soportar la presencia f!sica ..
de vista ético, tanto por el pago de sumas que significaban exacciones en pro- de alguien a quien po se desea. ,Pero en empresas como las que tuvo en cuen-
vecho de determinados particulares, 'cuanto por el premio que confería a los ta el fallo del caso "De Luca", en las que resulta característica la impersonali-
trabajadores. \\ dad de la relación entre la patronal y sus dependientes, no descubrimos agra-
vio al respeto que merece la selección absolutamente libre def personal por
En el caso "Colomer, Miguel Angel c. Colegio Médico de la ciudad de
pntc del empleadot.
Córdoba", fallado el 24 de febrero de 1981, la Corte dejó sin efecto la sen-
tencia recurrida que babia sido dictada por el Superior Tribunal de Córdoba, E" resumen, la ley puede '-á nuestro juicio- establecer la estabilidad
y que interpretando la respectiva convención colectiva babia ord.enado. re- propó:l en el empleo privado cuando la índole de la relación lo pemúte. Y,
incorp:lrar al actor y, en caso de negarse el reintegro, pagar' 'indemnizaciones, por supue;to, debe ser razonable la discriminación entre los empleadores a
aparte de Jos safarios caídos desde la cesantía hasta la reincorporació~. Dijo. quicne3 se grava con ese régimen y aquéllos a los, que solamente.~ les im-
la Corte que el convenio colectivo invocado no prevéfa sanción para el su- pone h estabilidad 'impropia.
puesto de no ser observada la estabil¡dad, y puntualizó tres cosas: a·) que la
L1 objeción que puede acudir a nuestra propuesta radica en que si en
inteligencia asignada a la norma que sustentaba la condena del tribunal a quo un sector del emplee> privado la ley consagra la estabilidad propia, en ese
es irrazonable,' en tanto suprime el poder di.screcional que es imprescindible mismo ámbito ya no re hace distinción entre despido arbitrarip y despido no
reconocer a .los empleadores en lo concerniente a la integración de su perso- arbitrario, desee ·que. todo despido sin causa legal apareja la reposición en el
nal, en menoscabo del art. 14 de la constitución que consagra la libertad de empleo. Pero en aras de una protección más intensa como es la de la esta-
comercio e industria; b) que hiere el derecho. de propiedad la obligación de bilidad propia,. estimamos que el óbice puede ser descartado, en. b.nto en hr
p_agur rcmuneiacione'i que no responden a contraprestaciones de trabajo al- mera e:tabilidad relativa seguimos postulando que resultarlá inconstitucional
guno ni pueden considerarse indemnizatorias d~-<laños por falta de trabajo; identificar con igU:al amparo amlX>s .despidos. ·
e) que una vez rota la relación laboral por un despido injusto debe recono-
CPrsc el derecho a reclan1ar una indemnización razonablemente proporcional
al pmiuicio sufrido, pero no se puede admitir como legitima la' carga de se- XVI- LA ·ESTABILIDAD
' DEL EMPLEADO PÚBLICO ( 2 )
guir ,;b:mando retribuciones habiendo cesado dicha relacióp laboral por vo-
luntad inequívoca del empleador. 26 ·_'Para .!'1 empleado público, el texto no baÓla de protección contra la
Este faJ.!?·dcbe ser entendido dentro del marco. normativo que· la Corte ce:antfa, sino de estabilidad. Es· d•ble pensar que si d~ntro de la, estabilidad
interpretó. Si bien rehusó mantener la obligación de reincorP<;rar, es impor- hay una estabilidad impropia o relativa, que ·no aparcjil e'
tante destacar que lo hizo porque estimó que el coqvenio colectivo aplicado
(2) MEac.wo Lt..'NA fuc.ARDo, Estabilidad del f'm¡•lcaclo JIIÍIJ/in
no prcvcfa ese Tesujtado, o sea, porque faltaba norma expresa. •No és fácil a,d- _Aires, HiT4.
.nitir que, sobre la base de este precedente, se deba rechazar in limh!,e el deber
/
\

-506-
-007-
indcmni:Za:cion, la noml!l se pnede_ referir· a ella. P,ero.·si. esa estabilidad im• )
propia es la· que la constitución ya asj'gilró con una fórmula gramaticalmente riñe con el sentido. de hs dos fórmulas diferentes que· para cada uno de esos
diferente contra el despido· arbitrario en la .relaCión de empleo privado, tiene t'mpleos ·utiliza la oonstitución. En sunla, la estabilidad absoluta e3 ·un dere-
más lógica ·suponer que ahora el uso de la palabra "estabilidad", referida al cho "relativo" cuya esencia consiste en i~pedir la cesantía incausada mediante
empleo público, no quiere decir lo mism9 .qne en la oti:a hipótesis, sino algo el deber --en caso ·de producirse esa ces;mtía~ de reincorporar. Pero no es,
más, y. que, por ende, el cambio de la voz "protección" por el vocablo "esta- dé niriguna manera, el derecho- a una mera ind~nización.
bilidad" significa que ~n el empleo público se as!'gura la estabilidad propia
o absoluta, es decir, Ia· que, ante cesantías sin causa legal justa O sin sumario, Si la propia Corte ha diclio en el caso "Garcia, Raúl Héctor c. Provincia
obliga a reincorporar. Creemos que el paralelo surge <le la exposiCión del con- de Santa Fe" de lOOs, que la norma cónstitucional proscribe la ruptura dis-
vencional CAm.os BRAvo, qne ya citamos al tratar la protecoiftn contra el 'orecioilal .del vinculo de empleo público -lo cual es muy cierto-, la violación
despido· arbitra1io. El convencional DARÍo 'Mmó explicó .que entendía que la de esa. prohibición no se puede reparar con una simple indemnización eqpi-
intenCión de los miembros de la comisiOp redactora, como la de los conven- btiva. Y cuando la Corte también dice que la estabilida¡l del empleado pú-
oi~nales,,qtie apoyaban el. despacho, era lograr la estabilidad "efectiva" del em- blico sólo debe ceder ante la razonabilidad de la medida que pone fin a !'sa
pleado público. RAÚL RIVA· propuso como fórmula que "el empleado público relación, ·hay que interpretar que "medida razonable" es solamente, en prin-
gozará de estabilidad en sU empleo, y sóio podrá ser removido por jtlsta cau- cipio, la que se funda en causa imputable ~1 empleado, y no la que se basa
sa previo sumario administrativo tramitado con su intervención y con recurso en la voluntad del estado empleador. De manera que cuando la Corte afirma
judicial de apelaCión", El· convencional DARfo Mmó pretendía agr!'gar: "nin• que una reglamentación legal de la estabilidad en el empleo público es cons'
gún empleado públiéo podrá ser S!'parado de su empleo, ni sancionado sin titucionalmente inobjétable en tanto sea razonable (lo que quiere decir ade-
previo proceso y ejercicio de sn derecho de defensa, a partir de la sanció'\ de
esta reforma". · \ '
•• cuacla a los fines que contempla y no descalificable por razón de iniquidad)
nosotros cñad!mos 'que esa. razonabilidad no concurre si en vez de'la eventual
rcinc:>rporaci~n sólo se prevé. una indemnización. Tampoco resulta a nuestro
No ·creemos errar al interpretar que la voluntad histórica del autor· de la
juici:J 1Satisfactoria la jurisprudencia que sostiene que no vulnera ~arantías. cons-
/
norma que consagra la estabilidad del empleado público fue fu de implantar
titucionales la aplicación de .regú,nenes que permiten decretar cesantías sin su-
la estabilidad propia, como algo más que la protección mínima que otorgó
m3.rio en circunStancias particulares, si ello encuentra fundamento, en la exi-
para el empleo privado. gencia de u:1 niínimo indispensabl~ de autoridad jerárquica autónoma, y siem-
El derecho judicial emanado de la jurisprudencia <le, la Corte no reco- pre que en tales supuestos se acuerde- al agente la correlativa indemnización.
noce la estabilidad propia en el empleo públiciJ. Por un· lado, afirma que no
hay derechos absolutos, y que la estabiliqad es _susceptible de r!'glamentación 27 -La estabilidad, a nuestro juicio, queda vulnerada: a) si la cesantía
legal, la que result¡¡ inol¡jetable. en· tanto sea razonable. Por otro lado, sostie- se dispone sin causa legal mfícientemente razonable; b) si se dispone sin su-
ne que la estabiliqad no.. importa un .derecho absoluto ·a la permanencia en mario previo y sin forma suficiente. de debido proceso; e) si se d~lara en co-
la función. sino el derecho ·a una equitativa indemnización cuando el ·poder misión al person'al. La mismO> estabilidad no queda vul:6erada cuando: a) hay
legislativo de.cide suprimir un empleo, o el ejecutivo resuelve remover a 'lll!, causa legal razonable; acreditada por sumario previo que satisface el debido
empleado sin culpa ·de éste. proceso; b) se suprime el empleo; e) se dispone la cesantía por razones rea-
les ,de. verdadera racionalización o economía administrativa; d) el empleado está'
Esta síntesis que acah'\m()s de hacer correlacionándo. los ·dos principios en condiciónes de jJibilarse con· beneficio ordinario, .y es obligádo a jubilarse
• 1 ' ' '
que la Corte señala, merece· nueStra· critica. Es cierto que no hay derechos o se lo jubila de oficio. Én estas hipótesis, al, no haber causa imputable al
absolutos, pero como esto sólo quiere decir que la ley l<is p¡¡ede reglamentar agente, pero no ser tampoco,'viáble la reincorporación, la estabilidad se tra-
razonablemente, es erróneo inferir de la inexistencia de derechos absolutos
que no puede existir estabilidad· "absoluta", porque s!'gÚD · la más elemental
doctrina este calificativo de absol11ta . ( sinóninio de estabilidad "propia") ·ilóio
significa aquí . ql,1e )a' cesantía discrecional obliga a reini?Orporár; no impide,
d'uce en el derecho a una indemnización.
1
·

L\1. Corte reitera a menudo su criteriO de que la estabilidad eri el empleo


no impide la subsistencia de liis facultades a<h'ninistrativas indispensables pa-

entonces, que· la ·ley reglamente· esa ·estabilidad, pero si con~erte en ;rr;,zo- ra la <;arrecta prestaciÓn de-Jos'servicios públicos, y qué en el ejercicio de esas
nable a la·l~. que reempÍa:ia el deber de reint!'grÍu' al empleo por 'una Ílld~ facultades se ha de reconocer a · h autoridad competénte una razonable am-
nización. Yello porque,. de sér asf, esta estabilida<l en e) empleo público no · plitud de criterio en la apreciaciÓn de los distintos lactores y reglámentaciones ' 1'

la
seria distillta: dé éonsagra<la pa<a el en¡¡>leo priva<l9, ló cual reiteramos qne. en ju!lgO. El principio es muy elástico y ambiguo, por lo que demanda preci-
siones. Hagamos algunas. 1,
__1,.
1 •
-50~-
-509-

El anómalo instituto conocido con el nombre de "esil..do en comisión" sea Cort_e tiene dicho que•. .aunque. corresponde. reéonocer la validez constitucional
impuesto por ley o por decreto, tanto en sede federal ccimo pro\jncial, lesiona de las leyes de prescindibilid¡.d d~ empleados públicos, ello es así. en tanto
la estabilidad en cuanto irroga la disponibilidad de loo
augos o empleos. para 1 las circunstancias del ca:so no demuestran la existencia de indebidas <;esantías •1:¡

remover :aL personal. ~·.' encubiertas (caso· "Knaibl, Olga c. ProvinCia de Neuquén", 24 de abril .de
1974).
Distinto es el supuesto de racionalización administrativa .de' los organismos
oficjales cuanao apareja la supresión de reparticiones o ile empleos, siempre Cuando se acude a la potestad constitucional· del ejecutivo para remover
que no encubra discriminaciones arbitrariás, éesantias injustificadas en masa, empleados de la administración por si solo, háy ,que interpretar la norma en
o; lo que es peor, la baja de empleados que luego .On reeínplazados mediante concordancia con la estabilidad consagrada a· partir d.e· 1~. ·que· ha hecho
nuevos nombramientos. En estos Supuestos enunciB.tivos se demuestra la inexis- decaer la discrecionalidad absoluta para dejar subsi#ente. la. competencia en
tencia de una verdadera necesidad de racionalizar la administración. Siempre los casos en que concurre justa causa de cesantía. Si el derecho. a la estabi¡
el licenciamiento del personal tiene que ser el ~fecto, y no ']a causa, de la lidad no es absoluto, tampoco lo es la facultad de,,remoción. El derecho suo-
eliminación del empleo. jetivo y la prerrogativa presidencial ·han de jugar en recíproca coordinación,
sin aniquilarse ni el uno ni la otra.
Dijimos que el derecho a la estabilidad, con ser ésta "propia" o "absolu-
ta", no es en sí absoluto. Por eso cede ante el interés genenil que autoriza al Las leyes de prescindjbilidad por largo plazo o continuame~te renovadas·
estad6 a prescindir de los empleos y serVicios inneces¡1rios, en cuya hipótesis son, en realidad, y por eso, violatorias del derecho a la estabilidad. No es. bas-
vimos que la inyjabilidad de reincorporación transforma a aquel derecho en la tante que la jurisprudencia de la Corte afirme- que no es materia justiciable
llr
~~1
facultad de recibir la indemnizaCión equitativa, pero a la vez que las cesan- la politica administrativa condicionando siempre el principio al suplÍesto de
tías por racionalixa,ción o prescindibilidad no. pueden, empero, cobijar sep}.- que las medidas ad,;inistratiyas adoptadas con respecto a los empleados no
raciones arbitrarias. Por . e~o el controf judicial de n¡zonabilidad ha de fun- importen sanción discipli~ria ni descalificación para los mismos, como tam-
11
cionar plenamente, aun· cuando se diga que las medidas de racionalización poco es suficiente que sostenga que las. leyes. de prescindibilidad no pueden
'"'1"
o prescindibilidad gozan de presnnción' de legitimidad a sn favor. Acogiendo aplicarse cuando se imputan al agente conductas que requieren dilucidarse o
sólo parcialmente esta tesis, la Corte ha di~hó que no resulta fundailo el agta- sancionarse mediante sumario previo. Tal dimensión del control es algo, pero
.....
.vio qu,e lleva a exa,minar en sede jud.icial las razones adnúnistrativas que han no es todo.
dado origen a la separación de un agente, en aplicación de leyes de prescin-
En cambio, estamos de acuerdo con la doctrina y la jurisprudencia de la
dibilidad, siempre que se haya cumplido con la debida indemnización y que
Corte en cuanto sostienen que la estabilidad del empleado público garanti-
la medida, no configure descalificación o sanción· disciplinaria (ver, por ej., ~aso
zada en el art. 14 bis obliga también a las provincias y alcinza; pór ende, al
"Leloutre c. Gobierno Nacional [Consejo Nacional de Educación Técnicar,
personal de sus administraciones locales. Si el derecho público proyjncial omi-
19 de junio de 1979),. A la inversa, creemos que debe partirse del principio de
te o"niega la estabilidad, hay inconstitucionalidad, y esa estabilidad debe ope-
reyjsabilidad cada vez que una separación pone en juego, en ia causa judicial res-
rar directamente en aplicación de la constitución federaL No obstante, ei de-
pec\iva, el derecho a la estabilidad de un empleado.
recho judicial afianza el criterio de que las normas promciales pueden con-
Las: cesantias que invocan,. apoyándose en medidas de racionalización o . templar válidamente la remoción p<>r las ·autoridades normales de la promcia
prescindibilidad, razones de "mejor .serVicio", carecen de motivación y fun- de los empleados designados por el interventor federál, una vez ooncluida la
damento válidos o suficient~s. Las que se remiten a 'la f.;¡ta de aptitudes per- gestión 'de éste, no asistiéndoles en ese \'3-SO a: tales empleados el derechO: ,. la
sonales, en cuanto aprmtan al requisito· d./ idoneidad, no pueden adoptarse sin estabilidad.
dar al agente imputado de inidóneo la op6rtunidad de debida defensa, lo' que
~ 28- Por últiq:!o, hay opiniones fundadas que apoyari ·en la estabilidad el
reclama el preyjo SunJ<lrio. Estamos ante otrO: supuestO: en que· el poder ju-
llamado derecho a .la carrera adiJrinistrativa. Se trata de una interpretación
dicial no puede declinar el control, aun ·cuando la Corte alguna vez haya di-
que· se ~ncilia con el carácter amplio y generoso que eabe atribuir .al. art. 14
cho que no es reruable )a ponderación que la adm,inistración hace de las. ap-
bis. No 'obstante, se ha de hacer salvedád de que la estabilidad se·')iargina en
titudes perronales de sus agentes. Al contni.rio, re5paldamos ·su critei:io de que
el SU:puesto dé funcionarios sin carrera en cargos de confianza, que tienen .un
la reyjsión judicial de cesantfus procede si comportan descalificación del em-
pleado. Igualmente, ~ ·improeedeóte la baja Sin·indemnizaciÓJ:!. cuando re apli-
nombramiento transitÓtio, ocasi(!nal y precario. Fuera de este caso,
.U() creemos
·,
que _para la cobertura de la estabilidad sea válido hacer jugar la .distinción
can leye~ de prescindibilidad alegándose causas 'qrie, ·.sin sumario ni prueba,
doctrinaria ,_muy discútida- entre "fnncioJll\l'Íos" J:' "empleados~, ya qtíe el
van en desq:~edro del honor; la reJ?!.!.tacl~n o el buen nombre 4el agente. La
-511-
~ 510.-
..
uso de la ,,Voz ~empleado" p~blico en el ·art; 14 bis, tlmto <JOlllO el de la pala-
se enrola, pues, en un sindicalismo pluralista. Aclaremos que no obliga a que
por cada ~ector de actividad haya reahpente más de una entidad· sindical, si
bra ".empleo" en otros dispositivos de la constitución, tiene iuia. acepción hol- es que los trabajadores no ·crean sino una. A lo que obliga es a· que se permita
gada y .gener.il que abarca cualquier eventual categoría fabricada a otros .fines y Jio~seimpida la existencia y el funcionami.,uto de más de· una, si los traba-
por ef derecho administrativo. jadores 'así lo desean.
' ¿Por qué estamos seguros de que la C(>UStitución probtbe la unidad sin-
XVII- ORGANizACIÓN SINDICAl. ( 3 ) ! dical y escoge la pluralidad? P 0rqmi: a) los calificativos de '1il?re" y "demo-
crática" eliminan toda posibilidad ·de cortapisa que cohiba el plura'lismo; b)
29- La cláusula sobre orgánización silldical debe coordinarse en el con:
texto de la constitución con el art. 14 en la parte que ·reconoce· ef derecho de •.,' la mera inscripción en un registro da idea de que la creación de los sindicatos
d<>pende de la decisión autónoma de los trabajadores, limitándose el estado a
asociación con ·fines útiles. La libe~d de asoci;ación pre5upone poder crear o su rcgistración ..Para interpretar la cláusula que nos ocupa del modo como' de-
~
formar una asociación, poder ingresar a ella, poder' eleg_ir .a cuál ·uno va a in-
corPorarse entre varias, poder· desasociarse, no. ser compelido a asociarse, etc.
r
1
ben interpretarse las normás, o sea, guardando lealtad a la voluntad histórica
del autor· de la norma, e3 necesario ·recordar que los constituyentes de 1957
En estos aspectos juega el 'derecho individual que .tiene como sujeto activo a aspirara~ a una· organización sindical que no ~.e asemejara a la existente entre
cada hombre. Pero también la libertad de ·asociación implica, . desde el punto 1945 y 1955, que había sido instaurada por decreto 23.852/45, y que, al con-
de vista constitucipnal, que la entidad· colectiva -éualqqi(,ra .sea su forma o bario, respondiera .a las directivas básicas del gobierno proviliorÍal vmítidas el
categoria juridica, y con independencia de· que se le reconozca o no persona- 7 de diciembre de 1955, en las que se aludía a la libertad sindical. de n~anera
lidad própia- disponga de wÍ ámbit9 suficiente de libertad jurídicamente re- que qued~ra asegurado el funcionamiento auténticamente democrático, en· un
· levante para desarrollar sus fines sociales y manejar su vida interna sin Intru- marco de prescinden~ia política partidista, de las asociaciones gremiales y sin-
1
siones arbitrarias. Cuando la asociación es gremial, la traseendencia de su dicales. 1
~ctividad más allá de. la es(era del grupo organizado hace que el estadq titu- Organización libre quiere dE-cir exenta de· trabas, tanto pava su formación L
larice· un interés más intenso que·: en el mundo de las asociaciónes comunes, y cuanto para su desenvolvinJienio, sin interferencias~ni coerciones del .estado,
que, por ende, encuentre un margen más dilatado de reglamentación razona- de los empleadores, de los partidos politicos, etc. Y quiere decir también com-
qle, .de modo similar a lo que acontece con los partidos pcliticos. Y es la propia
petición, o posibilidad de ella, entre varias asociaciones, lo que equivale· a
constitución, al exigir que la orgaoiución gremial sea libre y democrática,
ia que convalida el prudente control estatal que asegure en la yida .Y en la pluralismo.
estructura interna de los entes. sindicales el cumplimiento efectivo de aquellas Organización democrática quiere decir organización respetuosa de la per-
nota~ caractiúizantes.. No olvidemos que parte de la doctrina, que nos parece sona, de sus libertade$ y de sus derechos. Es la: primera y única vez que la
comochl, encuadra a los entes sindicales en la gátegoria de personas jurídicas -constitución utiliza la palabra. Los dos calificativos-- '':libre" y "democrática"
públicas no estatliles. connotan, entonces, 1os siguientes rasgos: a) que por categoría profesional._ han
30- El art. 14 bis aborda el sindicalismo con la fórmula de "organiza- de .existir tantas organizaciones .cuantás los trabajadores de la misma decidan
ción sindical libre y democrática, reoonocida por la simple inscripción en un [orlllar; b) que cada trabajador individualmente considerado ;tiene e!' derecho
registro especial"'. · de afiliarse a la organización que él elija, el de no afiliarse a ninguna, y, el
de desafiliarse; .c.) que 1~ eStructura interna· de la~ orgaoi:iaciones debe ser,
s¡ en un .lugar determinacjo geográficamente sólo puede actuar ·o sólo se en sus cuadros, en su elección y renovación ne autoridades, en la actividad de
reconoce un sindicato por cada sector de actividad O•·profesión, el ;istCIIll\ se
denomina de unidad sindical. Si P,Ueden · actuar más de uno, se denomina de sus miembros~ etc., libre y democr~Üca.
pluralidad sindical. Entre unicato o pluralismo, no cabe vacilación para decir Las notas de libre. y democrática en la .organización sindiCjll, con el con-
que la norma enunciada opta por el s~gundo. Hay también monopolio y n.ni: cépto que acabamos de proporcionar, se desdoblan entonces en dos· direccio-
dad sindical cada vez que se adjudica. a una sola .entidad con carácter exclu- l)CS: a) el sindicato debe ~r, frente· al estado y a otros terceros, una asocia-
sivo por categoria ~profesional o sector de .actividad )a "representación" de los ción susceptible de· constituirse libre y democrátiqarp.ente, como debe serlo
intereses profesionales de los trabajadores. Unidad de representación , y <le 'en su desenvolvimientó od e:rtra; b) el siridicato debe ser, intemament¡>, es-
gestión, sería~.realmente, equivalente a uniaad sindjcal. Nuestrá constítución tructurado en 'fo~ libre y democrática, ·o sea, funcionar en .,;_ vida interna
.y en la relación con sús afiii~dos ·y con tercéri>s,' con esas dos. característi.cas.
("') LóPkz, JusTO, La a.wciacl6n profesiorlal ~ asoqiaci6n: .P.,.sonalidad · iuridica,
resrionsabUidad, poder dlsdpl/rurio. T y SS, ~I-5. .
•;::,
-· 512 -'-
-513-
Pcr , un lado, pues, la fórmula constitucional prohibe ..al estado cercenar.. o
hib!cilm o la traba para que en esa misma área exista más de una entidad con
restrlngirr~I pluralismo sindical, y a cuaiqnier otro tercero -por ej., l<>S em- ·11
personalidad gremial es claran¡ente :inconstitucional, pm; incompatibilidad ron 1
pleadores- .desconocer o· menospreciar ese pluralismo ..,.por ej., si se hacen
el sentido que tienen'los vocablos "libré' y "dt->mocrátican. Sin plu.-alismo, sin
discriminaciones arbitrarias entre afiliados de un sindicato y de ·otro, o entre
competencia, sin exención de vedas estatales, no hay libettad ni democracia
afiliados y no afiliados, etc.-. Por otro lado, descalifica toda estructura sin-
en el sindicalismo.
dical in~ema que resulte incompatible con la libertad y la democracia.
La dualidad creada cnt¡;e asociaciones meramente inscript-.!s· y asociacio-
Pero no concluye acá el esquema. El perfil que la constitución asiina al
. nes con personalidad gremial --una por sector- merece la aludida tacha de
sindicalismo precisa, inexorablemente; ~mpletarse con ~1 derecho "indfvidual
inconstitucionalidaq cuando la personalidad gremial implica C6ntraliz.>r y mo·
de asociación. El derecho de asociación con fines útiles ya constabá en el
nopolizar en la entidad que goza de ella. la totalidad de las derechos llamad<;>•
art. 14. El art. 14 bis no enfoca ese derecho especiahnente enderezado a loo
,;Iemiales, o -la: representación sindical de todo el sector, relegando a los otros
fines gremiales, pero impHcitamente le da raíz propia en la misma fórmula
sindicatos meramente inscript()S a. ia ca:teg?ría de asodaciG~~ ~Iaunes..
de la organización libre y democrática. ¿Qué queremos decir? Que para que
la-organización sindical abastezca los requisitos que el art. 14 bis le exige, tiene Si se da por supue'>to que la pen;onalidad gremial, ~ ¡i_"Qpia del de-
que existir también libe¡;tad personal de afiliarse a -un sindicato, de elegir a cuál, recho laboral o sindical, apareja el reconocimiento· .de 1IDB. eapacidad juridi<'.a
de desafiliarse, y de no afiliarse a ninguno. Toda restricción a esta libertad pspecificamente dirigida al ejercicio de los dereclms gremiales o ·sindicruell y
personal de asociación sindical atenta. contra la organización sindical libre y ~ a la representación·: sindical ante el estado y los empleadores de los -intere-:;e,:.
¡. comunes a la categoría o actividad profesional de que se .tratn. hr.mos de ad-
d<•m"crátich, ya que tal organización no puede responder a esas cualidades si
éstas están ausentes _en favor de' la persona u;dividual del trabajador. EnJ el mitir que las leyes que, declarando la existencia. pliJra1isú¡. de asockl.<lÍO!ley_'.!e
caso "Out_ón, Carlos J. y otros", de 1967, la Corte sostuvo que es incompatible trabajadores, adjudjcan con e&clusividad .a .bs. qne gozan mi aqU"'.Jl¡i P<'l=-
con el derecho de trabajar y de agremiarse li.bremente, la éxigeneia del carnet lidad gremial el ejercicio de tooos los d¡>reehos gremiales, no se compadeCen
con el_ principi~ constitucional. Es verdad qtre para el ejercicio de algunos
>indica! que otorga un solo sindicato para que los obreros puedan inscribirse
en la bolsa de trabajo, jr obtener y conservar su empleo. ''Lit libertad de agre- derechos gremiales -como el de contratación c:olectiva- se ha.!e necesaria la
mbción -dijo textualmente- importa el derecho de afiliarse-al sindicato que unidad de representación deÍ sector contratante, pero ello hs. de logran>e sin
m prefiera o no afiliarse. a ningun(), y no puede admitirse como congruente desinedro de la libertad sindk'al. Mientras no se deswncentTe el monopolio
con la constitución un ordenamiento según el cual e] derecho ele trabajar que- de los der¡lchos gremiales titularizados L'On exclusividad en una sola ""asocia-
da supeditado_a una afiliación gremial necesaria y a la permanencia en deter- ción con· personalidad gremial, no habrá orga1)i7.ación sindical libro y demo·
nlinado sindicato mientras dure la Ocupación"; crática. De mantenerse la figura de la p..c,r~onalidad ~;rcmial, será IIICJ'..<l&ter qu!"
ella no se· reserve para un solo sindieato por sector y que lils entidades sin esa
_31 - El derech~· argentino ha tornad,o usual la. figu¡;a de la "personalidad
personalidad -simplemente inscriptas~ puednq o;er, as:irni'>'mo, tirulares de al,
~remial" en eL ámbito de las asociaciones sindicales ( 4 ) .. "Sin entrar a detalles
gunos derechos gremiale~ relevantes. Si h.< n.!Ociacione3 sindical'*< sin perno-
ni requisitos a tenor de la sucesión de leyes habidas en la materia, ha sido
nálidad gremial quedan ,despojadas del eje•:cicio de todo ·®rechn &remial y de
~omún el reconocimiento o la denegatoria de tal personalidad por p;rte y a
toda· represeritatividad 'sindical, realment<> no tienen mós que el no-mbre sindi-
cargo "de:'-]a.autoridad administrativa, Soslayando también el problema del re-
cal y, por ende, nó·responden a la pauta ronrotucion.'ll. Si e;ta im¡JQnccimpe-·
cursp judicial -contra lq-s actos de reconocimiento, denegatoria, retiro, etc., de
mtivameute la orga¡rización ~sirulkal" librecy élem<x.-nl.tica.I!Or ·¡a !iimple ins-
la personalida'd gremial; lo que al derecho constitucional se le plantea es ·¡a
cripción, es porque todo el!tidad sindicai ha de ·poder cumplh· ron las funci<r·
duda acerca de si ese sistem¡¡ de personería especial adjudicada a algunos: sin-
nes pro¡>ias de los sindicátos,. o pór lo me:;;o:>s con aig;tma<. Una asod•ción des-
dicatos conspira o no contra la cláusula de organización libre y democrática
tituida de '"todits ellas, no es un sindicato~ n<Y puede ecnbirsft entre lns que la
teconocida por 1'! sin¡ple inscripción registra!.' Para disipar la· duda, no sin
organización libre y delii()('rática exige y ~ru.;.,ow, de ::r.-::do que no hay que
bastante dificultad, hay qúe recordar que la tendencia legislativa ha .sido a
computa-rla parq componer un falso e ilusorio plm-a.Usmo- siadicai. Si -~::omo se
circunscribir la personalidad gremial en una sola asociaci(m por sector de ac-
dice-:- el sindicato único. equivale 81 partido político' llnfco~ el siudkatn ú.n1co
tividad o categoría profesional en una zona determinada. Así las coSas; la pro-
más" ~ades inscriptas sin roles sindicales, no permite Süstener que por esa '
¡
ai\adidura fonnal se ha evnrlido d 1lllicato sindicaL
( 4) "f.ÁiPOú, Rooot.Fo A., Concepto de la personalidad' ·gremial, T y SS, ffi-427. 1
Sobre La ropresentad6n. sindical, ver ~on ese títul<>- el· artículo de BENITO PÉREZ, ED, Si admitimos que se m.a.11tegn la persoualidad gremial por un lado. y la
1
93-901. exist~ncia- d~ organizaciones solanwntc inscriptas por el otro, es a condición
-:-------------~~~ --
~ 514- · - 515-

de que· las úlíimas no sean. relegadas a tin plano tal de inferioridad que •e chos gremiales que Ía cláusula consigna expresamente (concertar convenios co-
roxnpa una razonable iguakbd eÍrtre tOdas. lectivos, recurrir a la conciliación y ai arbitraje, y huelga), no hay' que postU-
lar su monopolio sino considerar que también puede haber y hay· en la .cons-
titución otros sujetos activos distintos de las asociaciones gremiales que están
XVIII ..,. Los "GREMios" habilitados para ejercer derechos gremiales. Al ocuparnos concmtamente ·de
la- huelga volveremos sobre el _tema. Por ahora; vaiga insistir en que las aso-
32 -Vieñe ahora la segunda parte del articulo dedicada a los gremios. cia~iones gremiales no son los sujetos único.~ ni exclusivos de los d~rechos gre--
La palabra ·"gremio" admite ser interpretada, ·por JO. menos, en dos sentidOs: miales a que alude esta porción del art. 14 bis.
uno. coxno !á pluralidad o el conjunto de trabajadores que cufuplen una mis-
rtH actividad, un mismo oficio, una misma profesión; y aSí se puede hablar del
XIJ:C- LA CONmATACrÓN COLECriVA (>)
gremio de los bancarios, d!' los docentes, d~ los metalúrgicos, de los ~mpleados
de c:>mercio; otro, como la "entidad'' sindical que agrupa ~rganizadaniente'
33.-, Los convenios co\ectivos tenían ya su regulación legal en 1957. La
solamente a los trabajadores·!Úiliados a ella. El último es un ·concepto más
doctrina y el de;~ho comparado ofrecían también entonces un amplio cam-
restringido, y /presupone la .organización asociativa.' El concepto :¡mplio tal vez po de conacimie;t,., y de aplicaCión. De ahí que la gama variable de la con-
p1,1diera coincidir con el de "categoría profesional'', qu!' es una .deQomina~ión
trataCión colectiva haya quedado absorbida en la mención de la cláusula, y
alusiva al número de tral,>ajadores -en serie indefinida y abstracta- que per-
su reglamentación legal ulteiioz sea susceptible de moverse holgadamente <len.
t.,nece,;-. a la 'misma ~ama de actividad, y que en ~!.derecho laboral plantea el
tro de toda la co~plejida<l de la fi~ra. La Conferencia IJ?.ternaciona!'del Tra-
·problema conocido como "encuadramiento simÍical".
j bajo, en su recomendación núm. 91 de 1951, estableció que. la expresión "con-
Entre ambos sentidos, hay que esclarecer a cuál apunta la nonna del 1art. trato colectivo" comprende todo acuerdo escrito relativo a condiciones de tra-
M~ . . bajo .y empleo, que se celebra entre un empleador, un grupo de empleadmes,
o una o . varias organizaciones de empleadores por ~a parte, y por la otra, una
Cuando en la Convención de, ,1,95'7 se discutió el tema en' rélación C01J. el o varias organizaciones representativas d; trab~jadoms interesados, debidamen-
de~echo de huelga, CARLOs BRAvo pijo que se pertenece al gremio por razó;, te.elegidos y autorizados por .esto~ últimos <;le acuerdo a la legislación nacional.
del trabajo o de la ocupación y no por el hecho deJa agremiación o il:)Scrip-
ción en los mgistr,;s de una sociedad profesionál. GoNzÁLEz BERGEz;· por ·su No es del caso qbe' a!Iora abordemos la naturaleza jurídica del contrato
parte, coi.ncidió en que el gremio no es Otlfl cosa que el conjunto de trabaja- colectivo, a la que en su momento habíamos dedicado·Un·estodjo bajo e]· tí.;
doms, y CoRTÉs, en que es el conjunto de trabajadores que realizan un mis- tolo'· de "El convenio colectivo de trabajo como fuente contractual y extraesta-'
mo oficio, y no el sindicato. Pese a ello, cuando las opinjones sobre el sujeto tal", ED, ~815. Seguramente, el rasgo distintivo de ·Ja convención colectiva
titular de la huelgá ,se dividiemn entre las que preferían mencionar a los "tra- reside en la circunstancia de que al celebrarse no están determinadas ni in-
bajadores" y las .que optaban por los "gremios", prevaleció la última; y. aun- dividualizadas las personas ·que componen 1a categoría profesional · '\ la que
que según lo acabamos. de apuntar, hubo quienes jlclararo~ q¡w gremio no la · eonvención obliga. ·Ese carácter abstracto y ·general de sus disposiciones la
significaba asociación sindical, buena parte de la rloctrina y de. la jurispruden- coptrapone a los contratos que, aun siendo mult:Üaterales, ·individualizan _;. los
cia se incl!llaron .a -p~rtir áe 1957 por considerar qt¡e gr~mjo <¡S la entidad sin- beneficiarios plurales .. Después vendrá otra nota de suma im¡xlitancia para
.dical, o todavía con ;más exigencia, la que gqza de personalidad-, gremial. En el derecho constitucional, pero que, con todo, no es definitoria: se trata del
.su dictamen en el caso "Esteban, Ricardo c. Metal Madera~·: fallado por la efecto e>rga omnes. que la convención puede. imrestir.. Pero quede en claro que
C~rte el 21. de octubre pe 1980, el Procurador General· de la Nación, doctor puede haber y hay convenciones colectivas sin ese --resultado, aunque es ha-
MARio Jusro Lói•Ez, aseveró que ..con respeCto al derecho de huelga, gremio 'es bitoal depir, para tal caso, que se tr¡¡ta de contratos de derecho común qu!' li-
la organización profesional de trabajadores. mitan· sus efectos a Jos sujetos que han intervenido en la- contratación, o que
a .posteriori han adherido; De todos modos, el áspecto cuhninante se alcanza
El punto será siempre, posiblemente, objeto <:le- controversias en lá inter- cuando· el convenio logra eficacia obligatoria erga omJnes, porque es entonces
pretación, porque ·el· autor 'de la norma eligió una pálabm ámbigna, difícil <le cuando se en!~ necfOsariamente con la unicidad de re¡;iresentación de los
iluminar con' el recurso a ios debates de la Convención o a la doctrina. A.nte ' que actúan· representando loo: intereses profesionales
sujetos contratantes, . de
esa tenninología pocq. feliz, no tenemos inconveniente en aceptar qu;e gret:J?.ÍO
equivale a asociación gremial organizada, pero bajo urui ·muy· especial con- ·(•) LóPm;, JuSTO, Autonomla privada colectiva, JA, N° 3644, octubre 5-1970; I>EvEALI,
dición: que cuando en esa asociación se desc11bre la titi¡laridgd de los dere- MARio, Sindic{:toa y con.Venia9 colectivos en los' regímenes argen.tl¡rio e italiano, T y SS, I-97.
\
-514- ·- 515-

de que ·las últimas no sean. relegadas a un plano tal de inferioridad que <e chos gremiales que la cláusula consigna expresamente (concertar convenios co-
,,,
IOll\pa una íazonabJe igualdad entre todas.
lectivos, recurrir a la conciliación y ai arbitraje, y huelga), no hay'que postU-
lar su monopolio sino considerar que también puede l¡.aber y hay· en la cons-
titución otros sujetos activos distintos de las asociaciones gremiales que están '"
XVIII..,.. Los "GREMios" habilitados para ejercer derechos gremiales. A! ""upamos concretamente de
la· huelga volveremos sobre el tema. Por ahora, valga insistir en que las aso-
32 -Viene ahora la segunda parte del articulo dedicada a los gremios. ciaciones grentiales no son los sujetos únicos ni exclusivos de los derechos gre-
La palabra ·"gremio" admite ser interpretada, por lo· ménos, en dos sentidos: miales a que alude esta porción del art. 14 bis.
unÓ. como la pluralidad o el conjúnto de trabajadores qne cumplen una mis-
ffi3. actividad, un mismo oficio, una misma _profésión; y así se puede ~abiar del
XI~- LA CONrnATAcrÓN COLECTIVA (5)
gremio de los bancarios, d!J los docentes, de los metalúrgicos, de los empleados
de comercio; otro, como la "entidad" sindical que agrupa ~rgailizadamente· 33,- Los convenios colectivos tenían ya su regulación legal en 1957. La
solamente a los trabajadores afiliados a ella. El último es _un concepto más doctrina y el de~~~ho comparado . ofrecían tambien entonces un amplio cam-
restringido, y presupone la organización asociativa." El concepto o¡.mplio tal vez po de conocimierlt.> y de a plicacíón. De ahí que la gama variable. de la con-
p11diera coincidir con el de "categoría profesional", que es una denomina~>ión tratación colectiva haya quedado absorbida en la mención de la cláusula, y
y
alusiva_ al número dy trabajadores -en serie indefinida abstract.a- que per- su reglamentación .legal ulterior. sea susceptible de moverse holgadamente den.
tenecen a la. misma ram'l- de actividad, y que en el,derecho laboral plantea el tro de' toda la co[(lplejidad de la figura. La Conferencia IJOl.ternacional.del Tra-
·problema conocido como "encuadramiento sindical''. bajo, en su recomendación núm. 91 de 1951, estableció que la expresión "con-
1
Entre ambos sentidos, hay que esclarecer a cuál apunta la nonna del l.rt. trato colectivo" comprende todo acuerdo_ escrito relativo a condiciones ,de tra-
14 'bis. bajo .y empleo, que se celebra entre un empleador, un grupo de emplead01res,
. ' o una o.varias organizaciones de empleadores por una parte, y·por la otra una 1
Cuando en la Convención de. ¡957 se discutió el terna en rélación co_. el o varias organizaciones répresentativas de' trab<Íjadores interesados, debidarnen-
derecho de huelga, CARLOS BRAvo ilijo que se pertenece al gremio por raro;, te,.elegidos y autorizados pór estos últimos <)e acuerdo a la .legislación nacional.
' .
del trabajo o de la ocupación y no por el hecho de .la agremiación o inscrip-
ción en los_registr~s de una sociedad profesional. GoNzÁLEz BERGEz,·· por ·su No es del caso que· ahora abordemos la naturaleza jurídica del contrato
parte, coincidió en que el gremio no es Otlfl cosa que el conjunto de trabaja- colectivo, a la que en su momento habíamos dedicado un, estudio bajo el· tí~
dores, y CoiiTÉs, en que es el conjunto de trabajadores que realizan un mis- tulo'·de "El convenio colectivo de trabajo como fuente contractual y extraesta-'
mo oficio, y no el sindicato. Pese a ello, cuando las_ opinjones sobre el sujeto tal", ED, 45-815, Seguramente; el rasgo diStintivo ·de la convención colectiva
titular de la huelga: se dividiemn entre las· que preferían mencionar a los "tra- reside en la circunstancia de que al celebrarse no están determinadas ni in-
bajadores" y las qu~ optaban por los "gremios", prevalecló la última; y aun- dividualizadas las personas que componen la categoría profesional · a la que
qU;e según lo acabamos. cÍe apuntar, hubo qni~nes )lclararo~ ,qpe gremio no la· convención obliga. Ese C'.'rácter abstracto y ·general de sus disposfcimies la
significaba asotiaci~n sindical, b]lena parte ?e la doctrina y de. la juiispruden- co:ntrapone' a· los contratos que, aun siendo muÍtilaterales,' individualizan -1' los
cia se inclinaron .a partir de 1957 por considerar ql1.e gremjo es. la entidad sin- beneficiarios plurales .. Después vendrá otra nota de s~ma importancia para
.dical, o todavía con más exigencia, la que gqza de personalidad·. gremial. En el' derecho <(Onstitucional, pero que, con, todo, no es definitof'ii: se trata del
su dictamen en el caso "Exteban, Ricardo e~ Metal Madera";.fallado por la efecto ~»"ga omnes. que la convención puede inv_estir.. Pero quede en claro que
C~rte el 21. de octubre de 1980, el Procurador General· de la Nación, doctor puede haber y hay convenciones colectivas sin ese·resultado, aunque es ha-
MARio JuSTO LóPEz, aseveró que. con respeCto al derecho de huelga, gr.emio 'E<s bitual de,cir, para tal caso, que se tr~ta de contratos de derecho común qu!' li-
la organización profesional de trabajadores. mitan sus efectos a los sujetos que han' intervenido· en la- contratación, o que
a .postériori han adherido; De todos modos, el áspecto culminante se alcanza
El punto será siempre, posiblemente, objeto <;!"'controversias en la inter- cuando· el convenio logra eficacia obligatoria erga · omnes, porque es entonces
pret.ación, porque ·el autor ·de la norma eligió una palabra ámbigua, difícil de cuando se en!~ ne"''sariamente con la unicidad de representación de los ·
ilurnina_r con' el recurso a Íos deba:tes _de la Convención o a la doctrina. Ante sujetos contratantes, que actúan representaiJdo los intereses profesionales de
esa tenninología pocq feliz, no tenemos 'inconveniente en aceptar qu'e gre~o
equivale a asociación gremial' organizada, pero bajÓ uná. muy: especial con- (S) LóPEZ, Jusro, Autonomia privuila colf!cUva, JA, N• 3644, octubre 5-1970; l:>J;;vToAu,
cl}aión: que cuando en esa asociación se descubre la titi¡laridad de los i:lere- MA>Uo, Sindic<rtos y cont!"'""" cdectivw en los reglrrilenes mgendno e italiano, T y SS, I-97.
- .516- - 511 --
lllll!,actividad en un á;,bito geográfico deterininado, Es allí donde. la m.'g<l·· En primer . término, no· parece cl'.ldo;;o que ante la t€alidad del derecho
cíación col<x.'tiv-a pennite decir que el convenio tiene cu.e11p0 de <:lmtrato yc al- argentino se considere .que los converJo• .colectivos no pueden menoscabar
.ma de ley. Las cláusulas que toma.n.esa ·proye<'<iión general son, precisamente, derechos más favombles pa.ra el trabajador que smgen de leyes laborales de
las qne la doctxina denomina "normativas..., para tlisiinguirlas de las. qu~ se orden público, como, por otra pa1te, los contratos "indiv;icluales de trabajo
drcunscriben e. las partes su.<eriptor~s de la convención. tampocó son hábiles par<L cercenar mejores derechos emergentes de la ley y
Pero··nos· parece que cup.lesquiera sean las explicaciones de !a doctrína de] cmwenio colectivo.
aeerro del convenio colectivo, y las clasificaciones se¡Ñn sus efectos ( &ri!,ü En segündo lugar, y ·con ese alcance, 1os convenios colectivos encuen~
omnes, de empresa; de derecho común, ·etc.),.. la d!'cun~tancia apuntada de tran en las cláusulas denominadas habitualmeñtc pom.o normativas un amplio
no tratarse de un instituto 3.jeno a nuestro .derecho y a nuestra doctrina campo ' para dar aplicación a los distintos derechos que enumera el art. 14
'
desobliga a desentrañar el. sentid'? de Ja locución incorporada ·a _esta segun~ bis -por ej., menores .horarios de jornada laboral, participación en los bene·
da parte dd art. 14 bis. fieios, salarios básicos superiores al mínimo legal, etc.-
Lo
que s! resulta indudible es interpretar de qué >nodt> se concilia en En tercer lugar, si una convención colectiva_ tiene plazo de vigencia y
la norma mwva de la constitucióa la pluralidad sindirol que mtendemos concede derechos que se dan por incorporado.s automáticamente u. ios ·contra~ 1
impuesta por la ct{msula de· Ct}"{Janízació~ libre y deníocrática; con· la- unid.- tos' Individuales de trabajo) nos pare-ce muy claro que una convención colec- ;
dad de representaci6n que viene exigida pnr la proyección general del éf•'!'· tiva posterjor puede ilisminiDr o suprimir para el fü.hl.ro esos beneficios sin 1,,,
"'•1
tn de un convenio colectivo en una categoría profesional o en uh sector herir ~! derechn de propiedad ·ae los trabajadores. La duda proviene del hecho
1~~:ja
de actividad y ·en una zona. Si el convc.->Jrio colectivo inviste en lfC mayoría
de" 'los cases esa proyección obligatoria abarcadora de personas indeterpri-
a
de que;. conforme nuestro derecho judicial, los derechos emergentes de Jos 1
contratos se incorporan al patrimonio de las parte< con la !;\arantia de la pro·
nadas a priori e individualmente, comp1-ensiva. de quienes n(J han" ¡:h~rti­ piedad. in'7olable. Entonces, los derechos deparados por convenios colectivos
{'Ípado r.n la contratación, és necesario que haya unidad e::1 la representa- y trasladados a los indi\ciduales, surten ese efecto. Hay jurlsprudencia que,
CÍÓH de las partes contratantes. La doctrina y el derecho oon1parado c<JI~<r im aplicaci(m de este principio -en sí válidü-c:· ha considerado que un ronve·
ceo, 'otra vez; diferfmtcs sir.temaS para a.djudicar esa representa:ci6n unit&ria. nio colectivo posterior no puede privar de lo acordadO' con mayor amplituq
Puede. ser l<o- investidura por _],y de representacíón· gremial, o el sindicato al trabajador por ütro anterior. No compartimos la solución, porque el bene·
único, o 1a atrjbución estatal de ]a representación en cada· ~o:;o cont.:Teio, o. la ficio que desde el convenio colectivo s:e incorpora al pabimonio a través de
'c:vnnaciún de un organismo iotersindical con representación cid plurdlisú10 un contrato individual es un beneficio dmante el tiempo de vigencia del con-
g.renria 1~ etc. El último supuesto era ei esti:blecido por el deredlú urgentino venio cole_ctivo, y no por tiempo. indefinido .. Las. normas más" favorables de
eu l95il, a la fecha 'de .la reforma const:itucionaJ. F..sto es importante para un coñtrato c-olectivo puéden, pues1- a nuestro- iuicio, se¡ derogadas poi"_ otro
descartar el ,uniCa~ sindica}, pero no para re¡}utar que- tal régimen de 1u1 .ulterior, porque la inserción di) la mejóra en el contratu il)dividual en el y
comité intersindical sea el único e inexorabhr-:n.ente impu~.sto por la constitu· patti.monio del trabajador opem únicamente por el lapso en que el. mnvenio
cjón en' el art. 14 bis. Repetimos que mjt~ntras no se raonopolice· en UJ.}il (!Olectivo está en vigÓr.
ú¡úcit asccia.ci6n el conjunt:o total de los dP-r~chos. gremiales, sino que St!:
Lo~ que, en cambio, no pos parece "yiahle, es que ffiayores Dcneficios
.reparta ~~ntre varias, es viable que algunos de esos derechos -cuyo ejemplu
derivados de un convenio colectivo sean d~jados sin efecto, durante su plazo
típic'J estaría. dado por lá contr.:atación ·colactiva con efecto lirga onmes-· ~e
.de. vigencia, por una ley postt;Tior (~),. ¡¿orque el convenio colectivo prevalece
centralicen en ¡ma sol~ entidad,. siempre que el mé9anismo que COI!-ficra la
sobre. la Tey cuando establece mejores derechos que ésta, y pon;¡ue el derecho
titularidad de ia negociación ·sea suficientemente raz¿nable. Si 'la unidad de
!;le propiedad resguard{l esos mej<>res derechos que, :(nediante la cláusula
repr_escntación es necesaria cuan~o al convenio colectivo se le otorga efecto
convencional colectiva, han pasado· a fqrmar parte del" contrató individua 1
erga .O'mnes, no debe perderse de vista que asociaciones sindicales impedi-
mientras pcimanece· vigente la mentada cláusula. No obstante,_ en el caso
das de celebrarlo con esa. proyección deben quedar le_gitimadas para la nego·
~'Romano c. Usina Popular y Municipal· de Ta,ndil", la Corte Suprema de
ciadón de contratos .c~lectivos· de d-e..recho <.·om.ún.
Justicia sostuvo, con fecha 31 de julio de 1979, que la garantía acordada a lo 1~
1•
34 - Fuera de estas reflexiones, y por la· conexidad entre todos los dere· gremios de concertar convenios colectivos de trabajo no excluye la posibilida~
d.tos. qu~ 1" constituciÓn L-ónsagra, cree.tnOS iítil erJocar algunos pocos supues· de que algunas de las disposiciones contenidas en tales convenios sean dejadas
tos en los que de~eu~rímos rolucíones constitucionales impllcitas· en orden
á la contratación cqlectiva., (6) ROOnfum;z -MANCINI, Joa~.E, Modifica(:ijn( d.e c~.cton:e~ polectiva.s Por .ley_ en
perjuicio deJ waOO¡odor, T y SS, 'Vl-469. ·
-518- - 519'-

sin efecto ·por una ley .poSterior. Este principio va. e11 co11tra del llamado para- XX - CoNCILIACI'ÓN Y' •ARBJTRAJE
lelismo de las competencias: el autor de una norma es el .únko que puede
derogarla_. 35'·~ La conciliación y el arbitraje son instit'!eion"ls del. derecho colectivo
dé!· trabajo, para resolver los conflictos también llamados' colectivos, que la
En tercer lugar, cuando un convenio colectivo estipula retroactiva-
doctrina subdivide en conflictos de interéses (o económicos) y- conflictos de
mente deternúnados beneficios, pensamos que éstos no alcanzan al personal al
derecho. A tales conflictos no alude 'el-texto de ·¡a. norma, pero los presu¡JOne
\1ue el conveniO se refiere cuando ese personal ya ces6 en su. activid'ad antes
para que el· legislador los regule mediante el recurso a los medios indicad<>'~
de la vigencia del convenio, aunque baya estado en actividad durante el lapso
en la cláusula.,EIIa no impediría, nos parece, que 'algunos de esos cónflictos
retroaCtivo abarcado por la élánsula benefactora. Y ésta es la solución que
~especialmente los jurídicos- pudierarr ser encomendados ·a la comPI'tencia
deducimos del efecto liberatorio del pago --<:on rahgo constitucional ampa-
judicial por ley expresa, sea en forma originaria, sea en instancia de revisión,
rado por el derecho de propiedad- que el empleador adquirió a su favor
pero lo ·que:el .artículo permite es que .se diriman fuera de ese marco judicial
cuando, a la fecha de resolverse el contrato individual de trabajo, liqmdó
por procedimientos· .conciliatorios y ¡¡rbitrales. ('): Lo -que 1~ constitución no
las sumas suficientes que el derecho vigente a tal tiempo establecían. Sobre
tolera, ·.según .el derecho judicial' emanado efe la jupspmde~ciá de la Corte,
el puntos nos hemos extendido en n'uestro artículo: ··Aplicación ·retroactiva de
es que las controversias ':individuales" en que anidan derechos subjel;ivos se
los convenios colectivos en materia de salarios", Cuaderno núm: 10, ed. extra-
sustraigan total y definitivamente de mqdo COijlpulsivo a 1~ decisión de los
ordinaria en homef\.aje al Dr. Mariano R. Tissembaum, Instituto de Derecho
jueces, razón por la eual, Si la controversia es colectiva -y el. derecho del
del Trabajo Juan Bauti~ta Alberdi, Univ. Nacional de Tucumán, 1966.
trabajo tiene bien elaborada y diseñada esta categoría- su tratamiento puede
Hay algunos puntos más para someras disquisiciones. Uno es el de las ser radieado fu~ra de sede judicial. .
contribuciones fijadas con carácter general par· convenio colectivo a 1 tavor '11
Hay que reparar, en que la norma prevé el recurso a la conciliación y al
de la asociación obrera contratante. Parece que el sistema de la "unidad" de
arbitraje.como un."derecho" gremial. Sin embargo, ·la ley reglamentaria del 1
contratación diera razonabilidad a esa contribución, porque es el sindicato 1 '·
derecho de huelga puede, a nuestro juicio, imponer ·obligatoriamente tráfa-
¡:oelebrante del convenio el que ha permitido a todos los trabajadores de la 1 1'
·1 :¡~
tivas conciliatorias previas sin, cuyo agotamiento la medida de fuerza carece-
categoría comprendidos en ese conveniq disfrutar de las ventajas obtenidas
ría de -legalidad,• y puede asimismo prever la obligatoriedad del arbitraje en
e;, el contrato colectivo, tllnto los afiliados comq los no afiliados. Sin embargo, 1
si es cierto que unos y otros aprovechan de esos beneficios por igual, ellO es
confliCtos
, . -
que por ·su índole, magnitud, extensión, etc., alteran o pueden alte,-
rar la paz soc.ia}. En tal sentido, es· elocuente, y lo compartimos, el criterio 1
así merced al régimen legal de Ía contratación colecti-,a, y éste no ptopor-
de la. Corte Suprema en el fallo del 30 de octubre de 1979, caso "Hilanderías
ciona aSidero bastante -~ nuestro juicio- para imponer· obligatoriamente a
trabajadores nó afiliados el pago de contribuciones a· un sindicato del que no
Olmos";. al· sostener que la crjOación de una iwtam;ia aroitral obligatoria para r1
dirimir conflictos colectivos laborales es un medio raionable buscado por el 1:''
forman parfe. Exigirlo es violatorio del derecho de libre asociación. Muc)w
.legisladpr para poner térnúno y resolver situaciones que además de afectar
más grave y lesivo sería compeler a los trabajadores amparados por el conve-
a las partes en pugna, comprometen la thmquilidad social perjudicando los
nio a sindicarse en la asociación contratante. Queqaría conculcado el mismo
inte¡ese~ generales. A<imismo dijo la Corte en el aludido ·caso. que el proce-
clerecho a asociarse que, como sabemos, presenta su faz negativa en el -dere-
'dimiento instaurado no es incompatible con la garantía constitucional de
cho de no .asociarse a ninguna entidad, y de no asociarse a una detenninada.
concert31· convenios colectivos, y- que el eventual carácter restrictivo del recur-
Por último, si el efecto erga omrnes de las convenciones coleetiv~s podría so indicia} contra la decisión administrativa no coffiprómete en un conflicto
hacerle supóner a alguien que es inconstituclonal extender la obligatoriedad . de· intereses la razonabilidad de la norma que el guejoso impugnaba, atento
a sujetos que no participaron en la contratación, hay que reflexionar en el los r~feridos fines perseguidos: mantener la p;¡z soéial y !01 eficaci;. de la
hecho de que la.previsión del art. 14 bis acerca de los convenios colectivos ·actividad._econ6mica del país. En el caso "Unión Obrera Metalúrgjca c. Zunea
importa reconocer a éstos -y ~ la ley· reglamentaria respectiva- la posibi- Zuntiíli Hnos.", de 1977, si>stuvo también ·qu~ !a autoridad ,queda facultada·
lidad_ de producir. aquel efecto general más allá ·de las partes, porque ese .por la ley 16.936 para avocarse al'conocimiento de conflictos colectivos labora-
efecto es normal en el instituto de ,la convención colectiva, y como tal ya era 'Jes que excedan· al marco local y; por su índole, afecten la activida¡J- econó-·
conocido y vigente en el derecho argentino (sin cláusula constitucional) cuan- ·mica, la productividad, el desarrollo y el progre,so 'naci,onal y/o la seguridad
do el constituyente iJ;¡corporó la norma a: la constitución. Dijimos ya que esta .y biénestar de la .comunidad.
norma ápareja habilitar el funcionamiento de la contratación colectiVO\ en
toda la plenitud y variedad de posibilidades que la misma encierrá. (7) Ver GoYENA~ JuAN. CAIU..OS~ Compefencla de los tr;ibunales de trabafo. en cuestio-
- de de>recho colectivo de tmbajo, ]A, N• 4237, marz6·· l!J.-1973.
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XJ<I - LA HUELGA-
Ihgarnos un esfuerzo p_ara dejar mejor delineada la, titularidad del dere-
36 - El derecfl.o de huelga está reconocido. a los gr.e1nios. Ya vimos sncin- cho de huelga. Primero P«DSemos que antes de 1957, sin norm~ constitucional,
tamente Jas eontrover;ia.s interpretati~s en tomo de ]o que lo voz "gremio:'" ~m válido decir que el derecho ~e huelga tenia !a naturaleza de un derecho
quiere decirv y la._ dificu!ta<l de eiegir cuál de. esas acepciones queda aludida implícito. Al no' haber nónna CQn"stituciona1 explkJta) no podía decirse que
('11 1~~ constituc;.ión. Em~<·emos recordando que en la Convención ·Reform.1.- la ~onslitudón foima] limitara el reconocimiento de f",se derCcho a un solo
Üora de 1957 se destaea.ron t.n:.s' po~ciones de peso equivalente alrededor ,del sujeto aciiv9 exduyente de los den1ás. Por ende, antes de 1957 cree:ffios que
sujeto titular de la huelga. Una pr:L.-nera int(!nta.ba reconocerle; a las personas era ~cUrrcctó inducir el reconocitnlento del derec~o de huelga en 'la coristitu-
o a los habitai'.tes; la segundE, a les "trabajadores"; la tercera --!J.Ue triunf6-- ció!l m:lferial sin limitación de su titularidad a un úniCo sujeto. En segundo
a los g:·emios.
.
ténniuo, pensemos 'ahora en la nonna nueva e~·crlta en 1957; la interp1·eta..."'110S
Que la htiei¡;a es un derecho gremial podrá apuntar a dos cosas: a) a en c1 sentid::> de que titula.r'iza el derecho de huelga en las asociadonf'..s gre-
:¡ue su 11aturaleza respoGda a lo que se ll:un~n conflictos.. ~·co1ectivos"' (y no .miaks. !\.fny bien; pero ::Jos preguntamos: es~ texto ¿tiene el a.Icar.JJC-e de abolir
indivirtuales) de trabajo; ·b) a '·que e] sujeto actiVO de la huelga 00 .sea UD la titulatidau de otros sujetos posibles ·-por ej.: los trabajadores de una,eín-
t1·.tbJjador aislado-, sino muchos. concertados, 0 acaso, un gremio. ¿Y qué es prcsa sin inten'eneión de la. asociación a la que pertenece la actividad respec-
1

gr~Hlio? ¿La coJéc\iv.idad dP- in:~ t.pw ti~men igual ocupación? ¿El ~•indica.tn? tivJ.-? Para. résponder, recordemos en te:eer lugar que hay en la. constitución
fdrm.al un art. 33 sobre derechos jm.plícitos, e-nt>.·e los cuales cahr.ía suponer
Lo primer\.., es uuifoilnen!ente aceptado: la huelga es u.n m.ovi.1m"'entu Co- índnido al derecho J]e Huelga en favor de titulares que rr.J fueran grelnios.
lectivo, no es el derecho individual de ".:no trabajal.' o de holgar; es 1m Ucto }.1ás allá de la cqn-e1ación entre art. 14 bis y ;trt. 3-:3, n1anejai"íamos un princi-
cr;kctivo, difusivo, simultáneo. Eu este as_pecto, cabe dedr que es tm derecho pio corjstitucional de libertad que, en mRteria de derechos subjetivos, d;\ia n1ás
gremial en el sentido de colectivo, de perteneciente a mm plmalidiRi:l de traba- O mm1os. esto: el recon09imiento de"·un derecho á favor, de determinado sujeto
j:H.h;.res que C:'9mparten el eonHicto. En este mismo sentido, no se funda en el ~cti vo no !.iigP-ifica más que titularizar "expres..'l.mdnte" en él ese d<~rechQ, pero
individuo aislado. Lo explicó el convencional Br.Avo: ·~cuando tomamos la no obsta. a que también se reconozca implícitmnertte a ob:os titvJares no .men-
p?.labru gremio referido a 1a Íl\le1ga. lo, hicimos refiriéndola a· una situación cionados en la nom1a escrita.
de hechO que hacía a }os traba.jndo:-.s.s) a Jos que conespondía ir a la huelga.
t>St~Ivieran o HO afiHadt>s; es- un derecho de pluralidad de trabajadores, y así
Sin duda, ~o que no está forffiuiado en !a constituci6n formal puede ~ser
lo hP explicado en mi posidón, y así Bstá incluido en ese sentido en el des.pH- tan impor~ante corno lo que sí lo está..El derechO de ·b.uelga e!1 favor· de suje ·
cho". A·I..!<'REPO PALACIOS propuso que el derecho de hudga se concediera "a tos que no sOn asociaciones. gremj~]es, ¿em.ergerfa d~ una in:terpreta.ción exten-
los trabajadOres';. ComO tra-nsacción, se sugirió qne la fónnulaJ-a re7.ara: se siya del art. 14 bis (supuesto 'que éste titularizara aquel derecho en las
garantiza "a los trabnj:tdores y a los gremios" el derecho de huelga. Pero si asoc~aciones gremiales)_; p más bien lL:tbría ·que buscarlo entre lOs derechos
antes seA dijo que e1 grewio no ~ra el sindicato sino ]a pluralidad d~ trabaja- impHdtos; o: acaso, hablar de una laguna o ea..renci::r de nornJa que debe-da
cl.orí:'S, duplicar en hr tórm1J la e1 reconneilnien'to "a los trabajadore1/~ y "a los integrarse? Sea el camino· uno. u otro. según a cada Quien - mejor le parez<:a,
gremios" serla tanto como menc:ionar dos veces a un mismo s1ijeto. De ahf p~.demos de.cir sin mayor duda que: a) hay una· nom~.a expresa que asigna
llU(" al disputarse las posicio11es sobre el sujeto. titular, ywprepomÍerar ]a que l:! titularidad del dereclJO ele huelga a los gremios; b )· DO hay norma éxpresa
lo ndjudicó· a los gremios, sea coniente considerar que ej derecho de huelga que Jo ret.'OflOLCa o lo,-n:iegue a otrús sujetos acti\ 05 distintos de lOs gremiOs;
1

se 1e conc~dió a las orgaírizaciones sindiC'"ales, pese a las aclaraciones que en e) ha y una norma expresa según la cual l~s derechos decla~aGos ·ex_presamcil-
la 'C::mvención puntuhHzaron que grcnlio no es el ~jfldicato. N{~- se m;jora 1a. te no niegan ni anulan la existencia de otros irnplíCitos.
cue~tión con la aseveración del co.:.1vcne::ional CoRONA MARTL"\E'l de que «Jos
{l\Je decret~'l la huelga son los trabajadores organi7..ados en nn _grc.,mio'~, por-
·De aquí inferimos. -y esto es lo capit:;tl·- _que cuando Ulla fuerte tcnden-
qw: entone-cs. si -están organizados en un gremio, quiere decir qne gremio es
c:ia de doctrina y de jurisprudencia, inclns<>_ con a~eccdentes legaleo, inter-
e.1 cstt caso una entidad organizada y no un conjunto de trabdjr-!.dores. El
preta que el art., H bis convierte éxpresam.ente a ias. asociaoion"" con· pers<>-
nalid~d gremial en. suíetos aCtivos del derecho de huelga, la cgordinación de
cor.-Jencíur:.al DRAVO insistió-en que "la huelga se 1~ ca·nc~-demos a los gremioS,
a los trabajadores) a los homhre~ que twnen ocupación determinada". Y agregó- \a norm~ a,si intérpretada~ ron todo el complejo de la ronstitnción da pie.- para
concluir que la constitución re<:o:aoce el mismo der8cho a otr.os titulares dis-
algo muy importante pa.ra la interJ!.'retaciór. que dentro de poco va..-rnos a hacer:
tintos, paraJelrunente con aquellas a3ociaciones. y aparte de ellas. En· smua, la
"nn necesita la huelga declarada pot· los !rabajadores ser homologada por los
nomm que reconoce un dereeho a. favor de detennina<.Íü titular nn ruega ese
sindir::1to3 e:n el caso de que ella estaile".
derecho a otros titulares no consig¡¡ados en, la '!"rma. Nos: parece .que é~ta.- •'
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es la tesis que mejor ·~ compadece con el ideario total de la constitución, que nég•tivas. que, al interpretar el término. huelga· e'lli"el ·sentido eshicto de las 11

definiciones· doctrinarias, .dan por cierto. qUe lo Único garantizado en la norma


es un derecho constitucional !le la libertad.
El por qué el art. 14 bis atribuye el derecho .de huelga a los gremios se
es. Jo ·huelga. -quedando al·tn<>igeii las."d¡omás formas de acción directa. Noso- ¡,
tros discrepamo:s con esta postura, porque quien puede lo más, puede lo me-
explicaría diciendo que el constituyente de 1957 no quiso dejar duda de que ¡:·
nos .. Si la hueTga es la. fonna. extrema del con(licto. col('ctivo de trabajo, "y está
esos e~tes coiecti~os eran erigidos en sujetos activos de la -huelga, a fin de garantizada, creemos. que las formas atenuadas, .a:t'lmperad~s o menos drás-
qu>' no pudiera de modo alguno negárseles su ejerci<;io, pero sin que ello ticos. y rigurosas, tienen similar cabjda en el concepto· constitucional de huel-
apareje monopolio o exclusión. Y hay razón suficiente para develar esa inten- ga. S1 tanto en la huelga como en esas otras forma~ mi~igadas se recurre .a
ción de adjudicar .claramente el derecho a los gremios, ~i se capta qpe la medios ilícitos -por ej., el sabotaje o la ocupación del establecimiento-- eso
nueva norma iba a insertarse en un articulado constitucional donde lo común tendrá relevancia para la calificación, pero no pa¡-a connotar lá naturaleza
y habitual es depara¡: los derechos a los l¡abitantes -es decir, a la persona de la figura de que se trate. En suma, huelga en la aceÍ?ción constitucional
física-. .á que ·nos remite el art. 14 bis es tanto la clásicamente definida como tal,
El derecho de huelga_ es operativo, segúp. lo reconoció la COrte ª1 decir cuanto las .restantes formas 'de acción directa que as"umen los conflictos colec-
que puede ser invocado y ejercido aunque no medie ley reglamenta~ia del tivos de trabajo. De ahí que a nuestro juicio excedan el límite de razonabili- L
dad las reglamentaciones que, para la legalidad de la huelga, exigen el aban-
congreso a su respecto (caso "Font Jaime y otro. c. Carnicerías y Estancias
dono total del lugar "de trabajo, ya que de ese modo desamparan las otras
Galli", 15 de octubre de 1962).
medidas de acción directa a que hemos· hecha refeni'!cia.
11

37- La doctrina iuslaborista se ha ocupado de aproximarse al concepto


38- Hay algunas otras curiosidades en la materia que interesan al
1il
de huelga, y poco más· o menos ha coincidido en,conside"'!la cmpb un con-
derecho conStitucional. Sin prete_nder su agotamiento, les pasamos somera
flicto colectivo y gremial consistente eh la suspensión o abstención convenidas
revista. Tiene trascendencia la enseñanza doctrinaria de que la huelga no
del trabajo, con carácter temporal, y con abandono del lugar· de tareas, para
rompe, sino que suspende,. la relación indi~dua! de -t¡-abajo; y la tiene por-
reclamar y obtener del empleador el reconocimiento o la mejora de presta-
que a causa de esa suspensión, los ~ébitos reciprocas entre empleador y
ciones, con fines de política 'social. Aunque este concepto, como cualquier otro,
empleado· no son exigibles; por ende, el trabajador que .tiene derecho a abs-
tenga deficiencias,, perfila más o menos ]¡ls características de la huelga como
tenerse
. d~ cumplir
. sus prestaciones, no tiene aer~ho a los salarios caídos,
hech~ o movimiento gremial. Queda reservado a la doctrina 'encuadi-ar o no
salvo el caso de excepción de que la huelga haya sido provocada por· dolo,
dentro de aquel concepto a las· huelgas de solidaridad, o con .fines políticos,
culpa, injuria u otra actitud análoga de la parte. patronal. En.e! caso "Agulrre,
etc. Pero creemos que ese encuadre ·sirve, más que para averiguar si el fenó-
Ernesto ·y otros c. Céspedes, Tettamanti y Cía, S. R. L.", de 1963, la COrte
meno es o no es huelga, para delimitar su licitud o su ilicitud, su legalidad o
su ilegalidad: · Suprema declaró que pÍua la procedencia del 'pago de salarios caídos debe
; Gomprobarse una conducta patronal culpab~e en la emergencia. Mientras la
Ceñir la huelga a determinada manif~stación conflictual tiene, no obstan- re~ponsabilidad del empleador no se funde en ley que razonablemente la
te, ·importancia constituéional, porque algnnos argumentan que si lo que se imponga, ni en conducta culpable, ni en una convenCión, es improcedente
garantiza es el de¡:echo "de huelga:·, todo medio de acción directa que no obligarlo a abonar las remuneraciones correspondientes al periodo de huelga,
responda a ll\s características de la huelga,- y que no coincida con su fi\ltura- porque en tal caso se vulnerarían los _arts. 14 y 17 de la constitución. De lo 1
leza, quedará fuera del amP'!"o constitucional. Reflexionemos brevemente dicho, y de los fallos de 1963 en autos ''Buhler c. Talleres Galc y Cía.", y
sobre este punto. La "doctrina ·laboral enumera numerosos medios de aceión ·'Aguirre, Ernesto y otros c. Céspedes, Tettamanti y Cía., S. ~- L.", queda es-
directa _que trasuntan conflicto; asi, el paro que interrumpe el trabajo por
tiempo determinado, y .{¡_ue .se cumple· sin abandono del lugar de labor; los
tablecido que el pago de salarios caídos requiere: a) ley o convención razoc
nabÍes que lo impongan; "b) en ausencia de ello, comprobaCión de conducta
·-
paros rotativos; el trabajo a desgano y a reglamento, etc. Seguramente; todas patronal culpable.
estas actitudes .Qbreras tienen .diferencias con la huelga tipica, y permiten
Cuando la huelga ha sido calificada de ilegal por la autoridad adminis-
afirmar que no son huelga propiamente tal (8 ). Si no son huelga· ¿están pro-
trativa, el empleador puede poner en ·mo¡-a a los ·huelgnistas intirnándoles el
'"<!idas por el dérecho de huelga-que consagra el art. 14 bis? Hay respuestas
retorno al trabajo, y de persistir la acfitud renuente, se configura causa justa
de despido: Y acá sobreviene una hif<)tesis trabajada por la doctrina y la jtiris-
(8) Ver DEvE.u.I, MAJUo, La huelga y ÚUI ót,..., medidas de accl6n directa, DT, XX- prudenci!l,. sobre la que tenemos posición adoptada con firmeza: el emplea-
406- /
' '
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?

dor qu{' eu l:t situación t1eserípta tiene derecho a despedir: con. -causa justa, dh-;mínución del "Inislno _no puede llegar a-eximir al empleador de1 p·¿go por
puede despedir a todos ios. huelguistas o a algunos, y· la discriminaci6n que rl tit•mpó trabaiado nom\almente fuera de las 1nedidas de fuerza. ( 9 )
dt: c~e modo llev?. 11 t.::abo no co-nfigura trato irra7.onable porque si tiene
1

"den~cho" a rescintJk 1·)& contratos de todos, puede, perfe<:tf~mente elegir a 3ü -~ Ahma ·hemos de dedicarnos a ,otra cuestión vinculada con la parttci-
quiÚF!5 ~.~spicie y a qu.iént~s no, no teniendO asidero basta.'"lte fundar en ]a r:!Y..~ián i11dit>klual ck Jos trabajadm·es en la huelga. Sea que t>sh haya sid·J
.igudd..td ja (.Jbligación ~\e despedir a todos o a ningtmo. Por ende, si l_uego dedarada ror un:-" entidad. sindical sea que lo haya ~ido p~H: un grnpo ~1e
7

<k despedir a todos reincorpora 2. algunos, el despido de los no reintegrados nn,bajadores SÍ}\ il 1:al dei .sindicat07 el participar o no participa:- en la hudg:1
tampoco se vuelve jnjustiticado ni arbitrario. i~s una· canducta lib.mda a la dedsión de cada i.ndividufJ que, a nuc.<Jtrq ,.cd!e-
ric, .:..Jtá ::unpa1·::,d.a por el aerecho constitucional de hue!ga. Por ende. repu-
Se duda si el ejercido del derecho de huelga por parte del pe,-,;ónal. inhi- ~ann:s ínconslitudonal toda reglamentación que obligue a lo.; trab)liadcrcs a 1'

ht• o no al empleadnt para despedirlo, durante la vigencia del conflicto, plegarse a U!lU lwdga, _aunqUe ésta haya sido dispuesta p0~ una organizad6n li
co11 independenda de la ea lificación de la huelga y. de Jos efectos que pueda con p~r~onaliilaU Jrc_miul y aunque el b·abajador sea :1fiiíar.lo a ella. Si a~,.;. .-1Sü
:-:ut;ir la rupt11ra de ¡~· rr·laci6n de trabajo. DeSpedir a tTahajadoreS en huelga, lo-~ llamados piquf'te~.; de huelga se consideran con·c un:-i forma de huclg;t., su
¿_viola o no Pl dt·n·c+u) constitucional de huelga? Algun..'l vez, cierto fallo ;tcci1';n no puede h más allá de una invitación padfka a tomar parte {·n d
. provincial so~ tuvo 'J'": es requisito para ejercer el derecho de huelga y para nwvimientr., y mmca a conductas que rrwnosc.:'1ben la libre decisión de jos
~·u eficacia que eí c::•ntr~.t.o de trabajo se halle v.igente ·y> por consecuencia, tn.1 ha jadores.
b rescisión patronal d~ <·se contrato impide usar el derecho de hue!ga, con
4p --Un enfoque constitucional rle capital interés _gira en tomo de la ccrl.ir
io que el tribunal de b causa dec.idia acoger un a1nparo para restablecer la
fic!ldán de la huelga qur. se dispone en sede u.dministratíva para (-mca.uz:tr e1
vigencia de los contmlcs iudividuaTes de trabajo a fin de posibilitadei ejer-
- . - • t co!lflicto~ y que h1 define como legal o Hegr. l~ lícÜ.a o Hícila. Comprendemos
cicio del derecho de lrCJelga. En la capital federal hubo jurisprudencia opuesta,
fJIK~ esta .caliJicac:ión ndn1inistrativa -es la que sirve de i~mediat.a o:rieD.tación
que no se avino a on!c•n.ar que la patronal se abstuviera de adoptar medidas y pauta a las p::trtcs para reglar su.5- conductas, además de la inddencia que
confra el personal 'm huelga y de.jara sin efecto los despidos ya resueltos. rcHda en Jos canirátos indi\;¡duaJes rle trab9.jo. Ante la d~claración de ilegali-
Pensarnos que ésta {s Ja po~ici6n correcta: los empie-d.dOs tienen derecho le dad --por ej.- el '?-mpleador intima d regreso al tra1Yajo y despide con justa
7

huelga, pero e] ernpteador no cancela duia~te la huelga su potestad de res~ ran~.a si el trab<Ljadnr persiste en la adítnd hudgtústica. ·~sta califiea'e-iún de
cindi!' el v.íncqlo laboral) sin n1ás consecuencias en caso de despido que las la \nelga no put~de ser JJevada. directamente a revisión judicial, rú por los crn-
previstas en la ley para los diver~os supuestos en q?e eJ distracto se dispon-e pieadores:, ní por ios trabajadores, ui por las asociaciones sindicales: Pero no
sin causa~ arbitrariamente, o con causa justa. hit•¡) se configura una causa judicial entre un empleador·y,un empleado, o· en-
tre vario~, en la que las· p.retens~ones de las pa1tes se relacionan ccr.. los efec-
Por fin, el 'rlerBcho de huelga no alcanza a converP..r en' lícitas cualesquil~­
n< conductas de acción directa, ni obstá a sancionar los hechos qne, delictuo- to> ·de la huelga en cada contrato individual de trabajo, la revisión judicial de
sos o no, exceden el ejercicio razonable de aquel. derecho. De las sentencias la caHfieación adffiiuistrativa de la huelga se vuelve 4uprescindib1e. En el
,¡,la Corte Supr~ma en los casos "Hibas Riego y. otros", de 1964, y "Produc- leading-c~•se ''Beneduce Carmen y oh·os c. Gasa Auguste,·~ la Corte Suprtma.
tos Stani c. Figue-ro:)., Juan y otro"". de 1967, se desprende claraml"nte que de JusÚcia,. con fecha 16 de diciembre de ~961, señaló las sigtcientes pautas:
el ejercicio· de! derecho de hudga no justifica la conúsión ,de delitos comunes a) s.i bien la autoridad administrativa. puCde ·calificar- h huelg[t durante su
en ei ,Curso del thovin1icnto de fuerza. En el viejo caso ··Samuef Kot'\ de 1958. cur~o para encauzarla, tal calificación es revisable en sede ju..diuial al ú.ni.co

la Cmte establec:ió que fuera de las sHuacion~s excepcionales de legítima cff'cto de dt:ch.Hr las consecuencias de ~ huelga en los c:onfHctos individuales
\
tldensa o estado de necesidad, no existe la facultad de recurrir por sí n1ismo d(" trabajo (o sea, nQ en .los conflictos colectivos); b) en ejereicio de_ esa po-
~t bs vfas Je hecho para asegura; o defender lo que á]guien estima su dere- testad revisora, lüs jueces pueden apartarse de la ca lifk:ac:ión administrativa
dw{ Y de las circunstancias de !a causa ~Y.:' Peclaraciones expresas de los obre- y discrepar eón e11a cuando Consideren que ha estado viciada de erroí grave
ro~• qne ocupabim la fábrica, .infería que ~·surge de modo~ manifiesto e indu- o irrazonabilidad manifiesta; d) los jueces deben necesariamente calificar ·•
ibble la ilegitimidad de esa ocupación". dentro de esos cúnn.nes y con fundamentación suficiente la. hu~lga para resol-
ver los conflictos individuales de trabajo; d) en caso d¡, no haoerlo, la sen-
Si, c&'mó ]o entendemos, d rlt-;recho de huelga cubre as1m1smo a otras
formas más benignas de n<'eiún ditl'ctn. {'S lógico qdc la pérdida proporcional
del salario ..(''>rrespondh:nte al tiempo de abstención parcial del trabajo o de (9) Ver nut'.strü trabajo: La pérdida del' salario por medidas de fuerza que no Woi-
huelga, ED, 23-50. -
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- 5Z7-
tencia, es ar,hitraria;. e) Ja calificación judicial es imprescindible aun cuando
la huelga .autoriza en principio el despido sin. indemnización, no justifica la
no haya mediado calificación administrativa previa.
discriminación.. entre los partÍcipes en el movimiento. Y la Corte· Üijo que ]a.
'
En el caso "Díaz, Miguel y otro e, Auge! Risso y Cía·.", de l002, la Corte cuestión versaba sobre derecho común: la interpretación de la ley común no
puntualizó que la decisión judicial que afirn:>a estar incursa la calificación deja de ser tal aunque se trate de adecuarla a los principios y garantÍas de l!''
'-
administrativa en error grave o clara irrawnabilidad debe menqonar las r.a- la constitución. "Por consiguiente, y en principio, la interpretación de la ley
zones, siendo insuficiente una aseveración general contraria a lo res.ue]to en com_ún con arreglo a la cual no existe injuria bastante para justificar el des-
el orden administrativo. Este requisito responde a 1~ ne(:esídad de que el en- pido sin indemnización en los casos ' de huelga ilegítima, discriminando al
cauzamiento de los conflictos colectivos durante su desarrollo tenga un mí- efecto entre los participantes en ella, no puede ser revista por esta Corte, por-
nimo de eficacia jurídica permanente (ver fallo de la Corte en autos "Plaul que lo decidido es materia de derecho común propia de·]os jueces de la cau-
Telmo c. Cía de Seguros Avellaneda", 25 de setiembre de 1963.). sa". No estamos de acuerdo con este criterio: en el problema resuelto por las
instancias comunes hábía cuestión constitucional bastante, configurada por,
41- Teniendo en cuenta que el derecho de huelga figura en el art. 14 . _ la referencia a la igualdad de trato a los huelguistas, que .se suponía herida, y
bis, cuya remisión genérica a la ley habilita la competencia qel congreso, pen- al derecho de huelga, á la protección contra el despido arbitrario y, en gene-
samos que la huelga de los empleados públiéos, por más que cae en el ámbito ral, al art. 14 bis.
d~ la administración pública encabezada por el poder ejecutivo, no puede
considerarse incluída en la zona de reserva de dicho podei y, por ende, no es
susceptible de regulación por via. de decreto.
XXII- GARANTIAS A LOS REPIIESENTANTES GREMIALES

También con referencia a la reglamentación le_gal de la huelga, fe ha


discutido si durante el estado de sitio la ley puede restringir su ejercicio, en 43- El art. 14 bis dice que los representantes gremiales gozarán de las
vez. de hacerlo el poder ejecutivo en uso de las facultades de .excepción que garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las rela-
se le consideran propias en virtud de la suspensión de garantÍas constitucio- cicnada~ con la estabilidad de su empleo. No vamos ahora a hacer cuestión
nales afudida en el art. 23 de la constitución. Con fecha 21 de octubre de 1980, acerca de sí doctrinariamente tales garantÍas merecen o toleran' el nom bie de
en autos "Esteban, Ricardo c. Metal Madera S. R. L.", la Corte sostuvo que el "inmunidades" o de "fuero sindical". Lo importante es destacar -que la inten-
argumento de que durante el estado de sitio o de emergencia econó'!'ica el ción._del constituyente fue prohibir los impedimentos, las persecuciones y las
poder legislativo carece de facultad para. suspender -o restringir con carácter represalias por las actividades sindicales.
general el derecho de huelga, no se compadece con la letra ni con el
El despacho primitivo de la comisión redactora estaba concebido en tér-
espÍritu de las nc,¡rmas constitucionales que rigen el estado de sitio, ni con minos distintos a los de la cláusula aprobada; rezaba que ninguna medida de
)a jurisprudencia de la misma Corte ,que admite la constitucionalidad de represalia o contraria a su seguridad podrá adoptarse Contra los representan-
leyes de emergencia.
tes gremiales durante su gestión y como consecuencia de ella.
Lo que juzgamos irrazonable es la suspensión del derecho de huelga en Bien que algunas expresio;,es en el seno de la Convención (Como las de
forrna harto prolongada y más allá de su excepcional restricción' transitoria, LUL' A. LEo,.;) se refirieron explícitamente a .los- trabajadores que están re-
porque ello conspira contra el carácter temp<>rario que, para descartar la ar- presentando a un sindicato, .Ja locución "representantes gremiales". es más am-
bitrariedad, requieren las medidas constrictivas de los derechos en épocas de plia, y da sitio también a quienes lo son de un grupo o sector de trabajadores
cstádo de sitio.
aunque no lo sean de uña entidad sindical. '
42- Un último punto ni]ativo a la huelga nos lleva a recapacitar sobre la 'HoRAcro Tm;oy propuso otro texto: ''Los representantes sindicales no po-
procedencia del recur~o extraordinario cuando en una causa judicial hay que drán ser molestados en su libertan con níotivo de las tramitaciOnes que hagan
interpretar la constitución en la cláusula referida _al derecho ,de huelga. En- en los sindicatos~ o como consecuenciá de ello, ni afectados en su empleo con
tendemos que en ese caso hay suficiente cuestión constitucional o federal para motivo o en acción del desempeño de su mandato'' .. El convencional Coli'Í'Es
que la Corte' conozca del asunto, aunque éste se envuelva en aspectos de de- dudába acerca de si esa garantía significaba que los representantes gremiales,
recho común o de hecho y pru<;ba. Discrepamos, por eso, con la tesis opuesta pór el hecho de ser tales, no podían ser détenidos dentro del marco de no~s
que aparece en alguna jurisprudencia del Alto Tribunal. Así, en--el caso "Pepe qu,e amparan a todos los 'habitantes. Estimo -dijo- que no podemos crear in-
Domingo c.· Tamet S.A.", de 1958, la Corte enfocó lo resuelto en las instan- mu','Ídades de esté ti¡¡x>; que son concesiones de privilegio, que son fueros de
cias inferiores. e • '"" 'Ue se bahía declarado que aun cuando la ilicitud de tipo personal que no admitimos. En cambio; entendía que se trataba de evi-

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tar que el representante >indica! pudiera ser perseguid& .indebidamente con la estabilidad de ''U empleo. La primera parte cubre numerosos aspectos que
motivo de· su acción en beneficio de ·]a clase trabajadora. Prohibimos el .des-· la ·ley debe reglamentar pero que; _a falta de ley reglamentaria, pernútirán
pido, aun indemnizado, del .representanté sindical -añadí~ cuando se pro- siempre a los jueces hacer operar la cláusula verificando en cada causa judi-
duye f:n el ejercicio de su represxntación o _ ,como consecuencia d.e la misma. cial si tal o cual actit'Ud patronal o' estatal menoscaba o cohibe l-.¡ libertad del
dirigente sindical qúe se quiere garantizar para que desempeñe su función.
El convencional BRAvo explicó que la gai;antfa se desdoblaba: fren~e a
Las garantías están deparadas. en ese marco estrecho: para cumplir una ges-
l:t autoridad pública, y frente al patrono· en el sentido de la perma-
tión sindical, y no fuera de él. Si no, serian un privilegio de la persona del re-
nencia en el trab:1jo durante sus funciones y hasta un "lapso determi-
presentante, y no una protección a su c.argo y a su actividad de representante,
nado después de finalizadó el mismo. TEssro aclaró que ·la garantía
Hü era una imnunidad, y TIIEDY espeCificó que ]o 'únk-o · que se tra- Sobre qué son y quiénes son los representantes gremiales, la uonn~l no
tab de garanti7.ar al dirigente obrero erá el desempefu:i de su mandato, se pronuncia. La ley, el derecho judicial, la doctlina, han de señalizarlos. La
en tap.1¡o AMÉmco GmoLDr expuso que se procuraba darle s<Jguridad e1;1 sn ¡¡: claSificación, las categorias, los requiSitos, no pueden ser taxativos. Sí en sedt·
berta,d y en su trab~jo. CAMn.o ·M~GURRIA. Jo ~esumió diéiendo que el pro- judicial alguien no incluido en la nómina legal acredita ser realmente diri·
pósito de la cláusula en debate "no es el de establecer ni fueros personales... gente gremial, deberá extendérsele el ampáro constitucional. Mientras sé di~­
n~ tampoco imp.urridades especiales; lo único que se procura es establecer .las cute si subdelegados y delegados suplentes gozan de las garantías, si deben
garantías necesarias p:.l.ra Que, sin ser molestados> sin presiones~ sin temores de o no estar en ejercicio, si los miembros de comisiones paritarias son o no re-
ninguna nr!turalez3., puedan los representantes gremiales. cum:plh· su come- presentantes gremiales, etc., la operati~dad de la norma deber~ darle al juez
tido... plena compeúmcia para acoger o no, razonable y razonadamente, al ampam
Estas citas ~on ·e]ocuer~tes y· ~;uficientes para aseverar enfáti~a!nente que
)¡ constitucional· a un trabajador--cuya investidura 5:~ discufe en juicio o es- dü-
todo i)i,stema le-gal ·-0omo en nuestro derecho a veces }o hemos conocido- \ dosa. Y si' bien las prerrogativas son de interpretación estricta, creemos que la
r¡ue sujeta a lula .especjé de. previo permiso.. a cargo de un organismo de la 11 regla no alcanza para frustar, con criterio rígido, una tutela que su.ge de la
constitución. O sea, ha:y que interpretar la locución "representante ·gremial" • 1
admü·1i:"itra..:-i6n el p·_ocesn peP..aJ conha dirigentes sindicalesf es inconstitucio-
nal por diversidad concomitante de Tazones: a) porque "ioia la igualdad ante con realismo, pero con elasticidad, de modo que ningún trabajador que bajo
la ley y ante !a iurisdicdón; b) porque viola.la .zona de reserva del poder ju- una u otra denominación desempeña, permanente o transitoriamente, esa fun-
dicial al cohibir la plenitud de su jm~sdicción. en la esfera de la- adrninistr.t- ción, quede dcsprotegidn.
c:iÓ!"J rle j1~sticia en ln penal; e) porque al condicionar inconstitucionalmente la Cuando la norma se refiere a garantías relacionadas con la estabilidad e1i
p;ronl\ici~n del~ proccsn penal viola la división de pnderes. Igualmente incons- el empleo, interpretamos que la palabra "estabilidad" tiene el mismo sentido
titucio.aal resulta imponer Ieoo¿ii!mente una especie de "de~afueró~ ~.dmirtistra­ que cuando, renglones más arriba, aparecía dedicada al empleado público. Es
tivo previo ~1 Jespid9 En este s~ntido, y. en el caso '"'Giménez Inés c. ·Heredia nna estabilidad propia que impide el despido sin causa y el despido arbitnúio
Hnos. y Cía. S.A.", del 2 de no,·iemhre de 1978, la Corte Suprema sostuvo que y que, por ende, en caso de rescisión del contrato de trabajo, obliga a rein-
t"ratándl)-3e del p-udcr disciplinario que el .empleaU{'Jr alegaba ··haber ejercido a corporar. De ningún níodD aceptamos que· la gara.ntfa 'de estabilidad aquí
caw:a. Uc Ja ·injuria del e~pJcado. no resultaba mzonable erlgir ( confurme al enunciad<~ equivalga sólo a una sanción indemnizatoria a cargo del empleador.
a,rt. 57; ley 20.H1::J ED, 5~<)27) la intervención anterior de] Tribunal Nacional Es doctrina de la C-orte que la estabilidad constitucional que se gar¡mtiza a
de Relaciones P'ofesjon0:1Jes ni _nulifica.t" In.~ medida~ por faltá de ·SlÍ previa .in- los representantes gremiales contra los despidos arbitrarios no los coloca al
terven<:ión; y alegaba la Corte que si el imliajador había optadó por acudir margen de medidas de racionalización administrativa. gel)eral autorizarlas le-
yn forma directa a l-os trihunaies de _justicia -que en el caso eran provinciales-- gi>htivamente, ·sin propósitos disciplinarios y con objetivos de bien común.
para, demandar a m cmplcadcr por los aspectos patrim<>niales de su estabili: Al no ser aquella estabilidad' un derecho absoluto -djce la Corte- se traduce
J
dad en el e..r.1pleo, resultaba inconstltudoual Ja norma dtada por ir, en !l.esmedr~ en el reconocimiento de una equitativa indemnización cuando, por motivos de
injustificado d!'r art. 67, inc. 11 de l" C~>nstitud6n y de la :mtonomfa provincial economía, re33tructuráción u otros igualmente. razonables y justificados, el
(ya que se apartaba la musa de los jue~es ]()(,-,.]es para obliga,-. a lo. interven- •
poder administrador resuelve ¡¡rescindir de uno de sus agentes¡ sin imputarle 11
dón previa de un organismo a~J!listrativo <.--on com·petencia. mción.al como falta y al margen de que invista o no la _representación gremial:'
era el aludido Tribunal de Relaciones Profesionale<;).
Dejamos de lado, por ser sólo un as¡Jecto legal no involucrado necesariamen-
La fórmula acuf.ada por el art. 14 bis e.< amplia: ·garantías ueeesarias para te en la cláusula constitucional, el considerar si el despido incausado o arbi-
qne eí represeutant!' gremJaf-cumpla su gest[ón.sindi.cal ·y las 'relacionadas con. trario del delegado gremjal tipifica un Cf\SO de "práctica .. desleal". Ello queda
---------
-530- -531- 1'
'1

relegado al margen discrecional- de la legislación reglamentaria. Lo miSIIJ() ·si, !\.Ocial, :por lo q~e es- fácil comprender qu_e aquellas VPGes apuntan a un marco ~
\
en caso de· despida, se debe o no solicitar la reincorpomción a un organismo no !llemmente ·individual. N.o hay seguridad personal en ·un marco s.ocia] de- 1¡
administrativo (Consejo· o Tribunal de· Relaciones Profesionales). Trátase de ficitario de insegmidad colectiva, como no hay seguridad .social cuando los
materias en las que la ley puede- ordenar soluciones diversas. Igualmente, lo hombres que fonnan la sociedad a que alude el adjetivo soportan constantes 1i''
relativo al perlado posterior 'al desempeño de una representación gremial du- malestares. La seguridad social, entonces, es seguridad del .·hombre que se re-
1
rante el cual se .-extiende '¡a tutela a la estabilidad. ' fleja en ·una sociedad determinada, o mejor, seguridad de- todos los hombres
en el ámbito social. De ahí que estas menciones a lo social en lós vocabl_os se-
Una fonna de desconocer y cercenar el pluralismo sindical es re- guridad e inseguridad· se vinculen, necesariamente, con el principio de uni-
qucir estas garantías al área de los representantes de un solo sindi- versalidad o generalidad, y de integralidad, que más adelante trataremos. To-
cato -por ej., el investido de personalidad gremial-. Si cl art. 14 bis dos los hombres tienen qtie estar seguros en una- sociedad satisfactoria de
reconoce la organización sindical libre y democrática por la simple bienestar común.
inscripción en un registro ~special, es obvio que también los represen-
'tantes de asociaciones inscriptas sin personalidad gremial deben quedar Pero retrocedamos a la pregunta inicial. Seguridad e inseguridad, ¿de
qué?, ¿frente a qué? Provisoriamente digamos: seguridad ele que ante even-
amparados. Por similar razón, la cobertura de ]ils delegad~s ,del personal no
tos susceptibles de suscitar necesidades detenninadas, habrá 'prestaciones o
puede condicionarse al hecho de que esos delegados sean 'afiliados a una en-
beneficiOs con que auxiliar o mitigar esas necesidades.
tidad sindical de cualquier índole.
Se comenzó -allá por la década del 40-- a conceptuar la seguridad so-
cial como un conjunto de medidas y garantías adoptadas a favor de los hom-
XXIII - LA SEGUIDDAD SOCIAL ( 10) bres para protegerlos contra ciertos riesgos. La idea de riesgo es la primera·
que asoma cuando la seguridad social empieza a tomar auge. _y como riesgo
44- En la parte tercera, dedícada a l(l segurid¡¡d social, él art. 14 ois "9-- equivale a contingencia o a posibilidad de daño, la idea de contingencia tam-
mienza diciendo que ..el estado otorgará los beneficios de la segmidad so- bién se incorporó a la de seguridad social. El riesgp o la contingencia ocasio-
cia .. ." Cuando de inmediato sepamos qué es la segmidad social, comprepde- nan inseguridad, porque aparejan un dañ~. ¿Cuál? La reélucción o la elimi-
remos que la nonna constitucional oblig» al estado a cumplir con detennina- nación del trabajo y del salariO, tanto como cargas ·económicas adicionales.
das prestaci~mes, y no deja librada a la imciativa privada la atención de la Riesgos o contingencias son -por ej.-: la muerte, la vejez, la enfermedad,_ el
seguridad social: Si ·¡a iniciativa privada subsiste, ella no ·ha P"recido sufi- accidente 'de trabajo, el desempleo, etc.
ciente. El estado ·asume un deber: el de conced<7· y abonar los beneficios de la
Pero aquí no para la evolución de la segmidad social. Hay otros eventos
seguridad social, Tada otra formá de satisfacer la segmidad social será com-
c_1ue no son .infortunios y, no obstante, también limitan o impiden la actividad
plementariá, suplementaria, adicioljal, :¡iero nunca sustitutiva ni prioritaria, Una
y el salario, u originan gastos suplementarios. Por ej., la maternidad, cr ma-
referencia 'marginal nos lleva, sin embargo, a recordar que dentro de la tónica
trimonio, las cargas de familia. Y, todavía, ampliando más las cosas, hay si,
del art: 14 bis tienen cabida los convenios que_ se titulan de "corresponsabili-
tuaciones que pueden exceder a la capacidad de ingresos sin. ser ni irifortuniós
dad gremial" en esta materia de la seguridad social.
ni eventua1idades, sino meras necesidades. Por ej., los gastos de vacaciones o
El texto in<;<orporá una locución: ..seguridad social" que ya tiene plena de estudio. Es así como, entonces, a desgas y a contingencias, que eran las
vigencia idiomática y· conceptual en tado ef mundo, pese a ser su uso bastan- primeras situaciones <\ las que 'la seguridad social qtier:{_a dar cobertura, ~e
te nuevo, ya que data del último mediq siglo. La palabra ..seguridad" se en- agregan las meras necesidades sociales de tipo· bioeconómico que requie-ren de
laza en reciprocidad con su contraria: inseguridad; y alude a asegurn!'Úento una· compensación especial. Se habla, por ende, de cargas sociales para refe-
contra la inségmidad. Pero, ¿qué inseguridad? Si al sustantivo segmi<!ad se rirse a todos los acontecimientos -Ipalos y buenos- que provocan necesida-
añade el calificativo de social, quiere decir que 'se brinda aseguramievi-o so- des económicas requeridas de atención, sea porque hacen disminuir o perder
cial contra la inseguridaa social. Pero como aquél a quien se aseglll'll, es el el trabajo y el salario, sea porque suscitan gastos adicionales. La seguridad
hombre, resuita fácil asimilar la idea de que hay una seguridad del hombre social, enlazada a una aspiración de bienestar, se cOnvierte en una forma de
que es también social y upa insegmidad del mismo hombre que a la .VeZ es liberación de la necesidad." Y de los beneficios en dinero -que son los más
con1uncs- s_e pasa a añadir auxilios de otra índole: alojamiento, elementos de '
~

(lO) De autores varios: Curso de seguridad social,_ Universidad' Nacional de Córdoba,


est!laio, prótesis, atención médica, provisión de el~entos de cura y recupera-
ción, sc•rvicios farmacéuticos, etc.
•'
1978.
1'
- {;32- - 5.'!-3 -
'
No os ·dificil -que, ·en esta Jinea p1og.resiva. "Sf:" l1aya. ~.:onduido co¡¡cibiendo 1'
sea· porque son menesterosos o desocupadf?s). Aun así> e] conc~ept-o Ct.m.~titu­
a la seguridad--social camo un derech<>, de his: per,onaa, Es frt:nte a este dere- cional de seguridad social debe incluir el de la
asistencia social gratuita. ·
1'
cho donde ap:>rece h -etupa a que hace menc-ióc d "-rt- 14" bts cuando pres-
cribe que los. beneficios de la seguridad social seriu otorgados por el estado.
Su atención implica una a~'i:ividad · púb!im dei estado .baJo forma de deb<:r; XXIV - !NTEGRALIDAD
r..o bastan el ahorro indiV::duaJ, la beneficiencia~ el IOIItualismo, ül ·t.'Oope.r.ati-
,~ü;lno, o e1 Sl.~uro voluntariO. En la plenitud de b. scgttridad social b.s.í en- 41J ·-Después de prescribir que el estado ot<>rgará los beneficios de )a se-
mareada irrun1pe el seg\lro soeial obligatorjo. ll~ro ~i 1a paiabra ~'seguro" pue- guridad social, el texto añade que ésta tm¡.drá mrácter de inlegr<l! e irtenun·
dt~ ser· oriunda del derecho común donde s~ conodf. ya el co:atratu. de seguro, ciable.
el l-alificativo de social importu.-demarear el área dol nuevo objeto y de }a
r•ue~a finalidad. Si se mantiene la denm:~inacióu de seguro, 110 es tanto. por Lo de integral es claro. Significa qn~ la eobeltum ·de noc"t~~!d:1,dr;s tiene
afinidad con e1 tradicional cn-ntr~to de segur~J, cuanto pnr e-l nexo con la se- que ser arnplia y total. La norma no ha espe(·ifi-cado, rJ BiÍ!uiera. enunciativa-
gmidad social, C'IJil el asoguran1iento y 1a gara...'"ltÍa implickdos en e!ia, para. dar mente, los riesgos, 1as contingencias y las. 11ecesidades que tiende a amparar,
cObertura a las necesidades, y superar ]a intranquiHdad o la jnseguridad que sino que las ha abarcado globalmente con el pJincipio de integmiidad. Si a
ellas originan. en e-1 hombre. la integralidad se la considera un fenónteno expansivo de la :.egu.r.ídad socia]
de tipo vertiCal, creemos que la cláusula. contiene imp1k·it2lrrente el n1ismo
¿(/uién es el b'eneficünio de la seguri~ad sod;-tP Afiniiar que lo es e] hombre fenómeno de tipo hori~ontal, o süa, el prh!dpio de unlversaHdad ~egún el •
1
exige urm mayor prolijidad de respuesta. 51 l2. f-eguridad soda1 ~! piensa ¡.t"!O::r cual la segmiclad social y su sistema protegen a toda la población. En efecto,
mo equivalente a bienestar y a prosperidad, todo qneda resueltol e1 'su!eto si eJ art. 14 reconoce derechos a. todos los habitantes, no se advertiría por qué
beneficiario
j
son todos loS hombres. Sin emhargo, aunquo la. st;¡;;u_HdKd
'
soc:!al los de] art. 14 bis habrían de limitarse a un sector. por runp1k. que fuera, ro-
Uene una tendencia al bienestar, su objeto :no es dar dirceblme.nte bienestar, mo el de los~ trabajadores. De ahí que. hayamos estin.1a.do que la asistencia so-
sino amparar necesidades que entorpecen ei bi.enestar. J).e J.hl que una 9ecp- dal fon11a parte de la seguridad sr.ocial en f-avor do quienes no tienen recur··
ción ,m.ás restringida. 1a drcunScdba a ese mismo amparo, pero dcs-dcblándnlo sos.
.en,: a) ln. f!O}v~rtura a favor "de los tra.bnft.rd.nres m~diante un s:"lstmna _contri hu .. El carácter de irrenunciable parei.;e apm;.tar a una ohHgatodedad que r..o
t.ivo qu2· .reJac.:joTJa c.on las prestacic~;es; h) Ja atenciÓ[t de Jteees:idades con. in~ admite voluntad en contrario en cuanto al ingreso o 3 ]a ine:orporación de Jos
depender1cia de que el beneficiario sea o no trabajador, mediante Ja (~'i.S'tihv­ par~iculares al sistema. Nada agrega la nOJ'i11.1., fm eambio, acerca de si la. re~
cia social> que es grahlita (en d senti.dó de que no su fiuancla con conlr!bu~ i.tción aseguradora e' o no automátic-d (11).
ciones ;1el beneficiario). Al inciSo a} :~e refiere la J)oclaración de Filadelfia en
Sl,l defhiicióg de que 1a seguri~1ad sodal se dirige a a~n:rar a cada trabajadoT

y per~ona a· su cargo, por lo menos los wedios de subsistencia que les Permi- XXV- EL SEGFRO sór~AL
tan enfrentar a. cada contingencia que oc:tsiona Ja pérdida invol~nltaria de los
ingresos del trabajador o (jue ins rcdn . :~:: de n1anera que .no pueden euhrir 46- Lo que sigue del párrafo hasta la m<•nción de las jubilacinm,g y pcn-
1ás necesidades de su f:L-nilia. .-;iones móviles resulta) pa.ra nosotros, suman)cntc oscuro. Dice e1 texto que..
en especial, la ley establecerá el seguro 'ocia] obligatorio.
La eonstitución ha recogido b terminología "scg-üridad soc.iar r.in torhar
partido por dcfinidrines o conceptos. Es de .buena herrrtenéut.ica co!lsk1erar E! pedil jurídico y téCnico del seguro social está, bastante bien deHnm1dn
que la.loc~ciún no an.tda ~xch;sion<:.s egols~as~ sino que abarca, gtJW1'\lsamen- en la doctrina. La locución seguro social no ob<.'décc n ]a circunstancia de '1
'
te, los dos campo" d tle la s<:>gur;dad s~-cial ¡}ropia.>nente 1:21 a fa,·or de los que se haga aplicación de la figu,ra del contrato de scgum privatisric'(;, sind
habajadores~ y- d de ia as.istcnció social a favor de. cualquier persona sin re- at."hceho de que es una de las fo.Onas de haet;r accesible Ja :;egur]dud social.
cursos. Toda la t6n.ica det r.ui . .14. bis, inse.rtado en el cuadro del constitudona- La .!ncorporac!óp del vocablo a la nueva norrr!U- copstitu<;ion:tl tierll.~ que hacer-
lismo sociat, aconseja inciinarst: por la'J inte.rprctaciones amplias. Y cabe at:o- nos pensar que, tratándose de un instituto do rcl!ltiva univcrsaHúad en el de-·
tar que come todos. Jos sector&s., lat~I"fllcs estún l1oy inootJ_)Ora.dos a algún sis- reého comparado, y de elaboració~ dochinaria lo snfidc.mtcmt•ntc nítida; el-
tema de seguridad social cor.trlbuti..-a.. ca.ti uo quedan marginamiento~ de des~
proiección, sal~o 1os excepcit~na}e;.; d.~: g_uif"...nes JlO desarrollan ninguna acti\idad (1~) Ver nuestro t_rabajo La ·~automa.ticidad" en la fm'nraciór.. efe la telrJciúu aseg1ira-
(sea pnrglJ.c- e:vadei; 1a afi1iaci6n at r.P.SJ:Y~tivo ifnbito do la seguridad ~odal, áora y en el pago de lM prestadone.v, eu nuestro Hbro E.'s~ull.ios de Pt:t.1..>k.Mr.
$!)(,-fol. 9 Dé;"TC--
cho Cioa·; Ed. La Ley, p. 87.' 4
-534-
-535-
constituye:lte to ba usado con precisión técnica, aludiendo a ·lo que ea. doc- • '
En. conclusión: cuando_ d te~o habla de st.gmo social, hay que· entender
trina. y en derecho:·comparado. se llama "!'guro: social. ,Hay un criterio .de in-
que se refiere a lo que la doctrina-,y el derecho comparado tipificán como se,
terpretación valeder<>, conforme al cual cuando una· institución conocida err
guro social; cuando habla de j.:,bilaciones y pensiones, hay que entender que
el derecho vigente y en la doctrina y el derecho comparado adquiere rango
se refiere a las prestaciones Clásicaménte conocidas como tales' en el derecho
constitucional 'por incorporarse al "texto de la constitución, del><¡ ser esclare-
rugentino, donde tienen tradición bastante. Sobre esta base, el establecimien-
cida según los rasgos, las, características y los elementos con que esa'!nstitución
to 'legal del seguro soda! no ·significa prohibir ni abolir las jubilaciones pi'o-
está pla:sma:da. Los seguros sociales· eran ronocidos en la doctrina y -en· el de-
piás de la previsión social, las que, además -ya _lo dijimos- constan en men-
recho eomparadó al tiempo de.jncluirse ,en nuestra constitución la norma ·del
ción expresa del mismo· texto unos nlnglones más adelante.
art. 14 bis. Las jubilaciones lo eran, además, en el derecho argentino. -De .ahí
que las alusiones de dicho. articulo a unos y a otras de,ben entenderse sin des- Pero, dada la aludida oscuridad del párrafo, nos preguntamos: si subsis-
figuración de la fisonomía conocida en ambos institutos. A esta man!'ra de ten las jubilaciones, ¿es porque concurrentemente habrá t¡¡¡nbién para las mjs-
dilucidar el texto hizo referencia un dictamen del Proc!!rador General de la mas necesidades que algunas de ellas tutelan (.por ej., invalidez, muerte, ve-
N ación, en el caso "Hilanderías Olmos", f.allado p!Jr la Corte én 1979, al afir- jez) una prestacióñ paralela bajo la forma de un s~uro social? O, acaso ¿las
mar que el i!lstituto del arbitraje receptado por el art. 14" bis no parece excÍuir jub!]aciones se mantienen en la norma como una forma transitoria de la se-
al arbitraje obligatori~. sino incluir!<> juntamente c<>n el voluntario, puesto que goodad social hasta que la ley implante en su reemplazo el seguro social?
el precepto no distingue entre ambas variantes y éstas eran conocidas a la sa- ¿O e.s qne los seguros sociales deberán cubiir necesidades a las que las jubi-
zón por la doctrina jurídica. laciones no atiendan, y entonces comple'!lentarse. un sistema y el otro?
A la vez, entendemos que al emplear la expresión seguro soda¡, el ar- Las dificultades para contestar son muchas. Fijémonos qu~ la cláusula {eza
tículo no ha tenido el propósito de elimin!ll' !a fonna clásica de jubilaoiones que
que en especial )a ley establecerá' el seguro social y las jubilaciones y pen-
es propia del derecho argentino, tanto que más adelante se refiare a ellas. Por
siones móviles, es decir, ambas cosas en fonna 1mperativa, no una -los se~
otra parte, se ha observado _que: a) la seguridad social abre opciones y for-
guros- en el futuro, y la ol'ra -las jubilaciones- mientras tanto, sino ambas
mas diversas para ser alcanzada, entre las que se cuentan el seguro social y
las jubilaciones y pensiones de la llamada previsión social; b) en un roncepto simoltáneamente. Y •como segiín veremos, no puede existir superposición de
amplio de syguro social podrían ¡ener cabida asimismo las júbilaciones, pese aportes, parece que una misma contingencia o necesidad no puede obligar
a que difieren d~ los seguros clásiros: en tal hipótesis, el ténnino seguro so- a una misma persona a pagar dos veces la cotización a otros tantos sistemas,
cial se aplicarla también a ·las jubilaciones. Dejando momentáneamente de ni siqniem aunque se obtenga en cada ·uno t¡na prestaci(m propia, acumulable
lado el paralelo o la semejanza entre seguros y Jubilaciones, b cierto es que u Lt 'otra, Si una necesidad ya queda cubierta wr un beneficio jubilatorio, no
la mencióri constitucional de los primeros implica asumir sus notas caracteri- puede doble y $imultáneamente amparársela también con un seguro social.
zantes míniml)'S, como son, la de reservar el derecho a la prestación para casos Entonces, ¿la ley que de modo imperativo la constitución ordena dictar ten-
de nec<¡sidad, la de no tomarse en cuenta Jos medios de subsiste¡ICia del ase- drá que optar para cada necesidad por una cobertjtra iubilatoria o una del se-
gurado, la de ,ser obligatorio el pago de una cotización para _sufragar el sis- guro social?. Parece que si, con nna aclaración: si el sujeto protegido que tra-
tema, la de que tal cotización no constituye una cantidad equivabnte al ries- baja, cumple más d<¡ una actividad laboral, es e:Ogible la cotización por cada
go asumido por el asegurador ni proporciona] aL monto del beneficio, (que lo una de esas actividades, en cuyo caso, un trabajo podria eventualmente go•
es en relación a la necesidad), la de que la colectividad concurre ron su apor- zar de protección jubila}oria, y otl'!' distinto de la (\el seguro social.
te a la ,financiaCión; etc. En cambio en el sistema previsional ,que gira fundá-
COn realismo, dado que todas las formas de actividad- laboral, incluso las
mentalmente en tomo de prestaciones que se denominan jubilaciones y pen-
por cuenta propia, están ya encuadradas f,'n nuestro derecho dentro· del mar-
, siones, muchas veces se toman en cuenta los medios de vida del presunto be-
co de la previsión :.ocial que confiere· derecho a jubilación, lo más lógico re-
neficiario (por ej., para las pensiones a favor de ciertos_ deudos del ,cau-sante);
sulta suponer que ·el seguro sociál debe ser establecido por ley para la cober-
otras, no hace. falta que concurra un estado de necesidad real o presunta (ca- ' si-stema jubilatorio. A
tura de necesidades distUatas de. las. enfocadas !,lOr el
so de qnien se jubila aunque posea un patrimonio cuantioso_); suele existir
qnienes no-trabajan o no .tienen recursos y, por ehde, no roncurren con su co-
relación entre lo que se aporta (en razón del monto de las remuneraciones)
tización a· financiar ni .los. fondos de previsi6n ni los d!'l seguro social, ·no se
y el haber del beneficio, etc. LaS prestaciones previsionales se fundan en el
los incorpora ni al·iégimen 'jubilatorio ni al del seguro social obligatorio -que
trabajo personal, .sea el del afiliado para las jubilaciones, sea el del causante
son ambos t:ontrlbutivos- sino que se los- tiene que tutelar eventualmente me-
para las pensiones a los derechohabientes.
diante la asistencia social. Ello porque ya anfes la norma romenzó diciendo
~

-SJ1-
-536-

que el estado otorgará los beneficios de la seguridad· social, y viinos que ésta prpvincias "pueden" y "deben" aJ:llicar la ley de fondo sobr~ seguridad social'
n través de sus propios organismos locales, se cree que, además de la cláusula
en sentido amplio subsume a la asistencia social.
b3jo análisis, hay~ que computar la' reserva de las jurisdicciones locales que
En suma: .a,) o se interpreta en sentido. Jato que el régimen ju büatorio es para los códigos del .art. 67, inc. 11 introdujo el constituyente de 1860. Cuando
una forma pÓsi.ble de seguro social que queda absorbida ¡)or éste y que da esta reserva dice "sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales",
cumplimiento a su imposic}ón; b) o'se interpreta estrictamente que el seguro añ<tde que su apiicación corresponder~ a los tril;mnales pr~vinciales cuando
social y las jubilaciones son cosas diferentes .. J)octrinariamente, parece preferi.- las cosas o las personas caigan bajo su respectiva juri~dicción; o sea, prevé
ble esto últiino, pero prácticamente con ..{na u otra poslción se ha de enten- la aplicación judicial de la legislación de fondo en sede local por sus jueces
der que el texto del articulo que dice: la ley establecerá el seguro soéiaL .. propios, pero no prevé expresamente la aplicación administrativa. Es lógico
y las jubilaciones y pensiones móviles, obliga a que el legislador implante que, por analogía, puede extenderse la resetva de las jurisdicciones iocales
ambos sistemas, optando por cubrir algunas nec<tsidades ¡riediante el seguro judiciales a favor de las jurisdicciones administrativas de similar clase. Si se
social y Otras necesidades mediante las jubilaciones, de forma que seguros coordina esta norma de reserva con la cláusula del árt. 14 bis sobre entidades
sociáles "más jubilaciones -cubriendo necesidÍüles distintas- abarquen inte- mc:o,ales "o" provinciales hay buena !rase para dar como interpretación posi-
gralmente todas la• contingencias y a toda la póbladón. Con las jubilaciones ble que: a) el art. 67, iJlC. 11 en su reserva sólo ampara expresamente a la
éxclusivament!'.. el dcrechó ,.argentino no cubre la totalidad· de contingencias jurisdicCión provincial iudioial, y no a la administraiiva; h) el art. 14 bis
sociales, de modo que obligatoriamente debe completarse el sistema con los pemdte, pero no obliga, establecer organismos adininistrativps· locales para la
seguros sociales para las que quedan desprot~gidas. Por eso, interpretamos administración y gestión ele la seguridad social en las •provincias. Esta inter~
~que la cláusula debe ~leerse como si dijera: la ley estable,;.,rá el seguro social prctación dejaría librada a la decisión provincia1 1 o a convenios interprovincia-
bajo la fonña del seguro social clásico o de las jubilaciones. t ks, o a cJnvcnios de las provincias con el estado federal, el descentralizar o
no la administración -de 1&. seguridad social. Consecuentementeh ño sería incons-
titucional, a falta de ta,les decisiones, que organismos de~ estado federal c¡i):>rie-
ran en todo el país esa misma administradón. ¿Serb. .esta hipótesis de centra-
XA.'Vl - LAs "ENTIDADEs'' DE I..Ao sEGumoAD socrAL
iiz:~ci6n una de las que la jurisprudencia de la Corte prevé con carácter de
excepció:1 c:1ando recono~e que el congr~so puede apartar del régimen común
41- El seguro social obligatorio estará a cargo -~según el texto- de enti- del art. 67, inc. ll algunas materias incluidas en él, siempre que la intención
dades nacionales o provinciales. Es una fórmula harto ambigua y sin ninguna del legiclador sea indudable y que concurra razonabilidad suficiente?
'precisión. Primero, ,¿deja una opción amplia y libérrima para acoger indistinta- ·
¡;¡ente la competencia federal o la provincial? o al contrario, ¿esa aparente op-
ción está destinada solamente a salvar la competencia provincial para el caso XXVII - C...A J AS T'RO\'INCIAI.F1f pARA PROFESIONALES
cxclusiv; de acÜvidades·circunscriptas
, al térritorio provincial, como es el ..caso de
16s empleados de su adminiªtración }1úblíca y, acaso según alguna doctrina, 48- En el caco "Sánchez· Marcelíno y otros c. Caja Foren'se ·de la Provin-
el de los pmfesionales sobre cuyo ejerciCio labor&! la provincia tiene cierto oh de Chaco", fallado el 21 de agósto oode 1973, la O;rte Suprema reputó. que
poder de policía o de .reglamentación? Seguñdo, la norma. que pone al seguro ~o vulneraban a la constitución las normas legales imponiendo la afiliación
social a cal"t:JO de entidades nacionales o- provinciales ¿se refiere únicamente n. obligatoria a una caja para profesionales de la provincia de Chaco durante la
los seguros sociales corno distintos tééni~ménte de las jubilaciones. o abarca vigencia, de una nonm del congr.;o que, en tomo ai régimen jubüatorio nacio-
también a éstas como unaJormá posible de 13 seguridad social? nu.l de los yrofesionales, atribtúa carácter voluntario a la afiliación a ese régi-
Observemos que se dice entidades nacionales "o" provinciales, y no entida- men nacionaj por parte de profesionales ya qfiliados a regÍmenes· provincia-
d~s nacionales "y" provinciales. No deja de tener importancia gramatic_al la dife- l~s. '( 12): La sentenci¡>. da p3r c:erto que una vez dictados los códigos del art.

rencia. La "ó' en vez de .la "y" puede interpretarse como intención de librar 67, inc. 11 dé la constitución, las provinbias ya no pueden hacerlo, pero aún así
una alternativa, de deja• que las. <enti.dades de. segmidad social sean de una afia<le que una de las salvedades a tal principio es el ámbito propio en que
índole (naci~nal) o de otra (provincL~l). Y; entonce¡¡,.no quedaría implantada ''' ejercita el poder de policía bcal, que en el caso subexamen presentaba .
1~ obligatoriedad de que la administración y gestión de la seguridad social aspectos que incidían en las modalidades del ejercicio de la tarea profesional
fuera descentralizada en el~ ámbito ·local, y compartida conctL.'"Ientemente entre
estado federal y provincias. Es algo para pensar, porque no está claro. Cuando Seguridad social y facultad de las. prooirk.-iGs pa1'a
( 12) V f.Ji.QUD. VI.,.U.ARD1 ANTQNIO,
algunas exégesis de esta parte de la norma llegan a la conclusión de que las .(.""rea.r regímenes loaíles, T y SS, I-2.09. ' ·
538- --539-

en el orden local, y que por ende, las provincias p!Jdlan trazru: su regla- XA"VIII - ·Au-roNoMi~ ECONÓMICA Y FINANCIERA
mentación.
Ha de advertirse, coniorme a las caraoteristic'\5 del caso, que no se trata- 49- Las entidades nacionales o provinciales han de tener autonomía finan-
ba de la competencia -local para crear y admirustrar organismos o agencias eiera ·y económica, según el texto respectivo. Tal vez no sea técrucamente ajus-
ta'do. usar la pala\>ra autonomía, porque preferible fuera ceñirse al concepto
que aplicaran en sede provi'ncial leyes de fondo_ sobre seguridad social, sino
de autarquía. Autarquía es un término que e'! el derecho administrativo se
de otra más amplia como era crear el orgarusmo sobre la bas.e de normas pro-
emplea p;~ra connotar a entidades descentralizadas (territorial o institucional-
vinciales que regulab~n la afiliacjÓI\, las obligaciones de lo~ aportantes, los
mente) que tienen· personaljdad juridiea pública estatal. Pero nos pregun-
.beneficios a otorgar, etc.
tamos: ¿las entidades nacionales o provinciales que instaura el art. 14 bis, al
l.!:starnos, pues, en· el arduo tema de las cajas provinciaÍes para profesio- tener que ser admirustradas por los interesados con participación del estado,
nales, que de hecho existen y funcionan, sin que sucesivas l~yes del congreso podrian encuad'rar en la categoria de entiaades mitárquicas, que serian perso-
nas estatales, o deberían organizarse como ·entes públicos no estatales o para-
haynn ellcarrilapo definitivamente la cuestión. E5os sistemas loCales, tanto
estatales?
en orden a la ley previsional que aplican cuanto al orgarusmo o a la caja que
atiende_ el funcionamiento del sistema, se han. respaldado. por parte de un Somos propepsos a no hacer interpretaciones drásticas ni rigurosas, y por
sector. doctrinario· e.n el hecho de ql!e la provincia ejerce un poder de policía eSo ~nos inclinamos a sosten~er que la alusión a la autonomía- económica y
bastante- intenso en el ejercicio de la profesión (inscripción, matricul~, pago de financiera deja opción suficiente para que los organismos así diseñados en la
tasas, poder disciplinario, etc.). El argumento se ha replicado diciendo que norma ~e:m regulados legalmente en cualesquiera de esas formas, es decir,
sobre otras actividades de tipo comercial e industrial las provincia~ también como entidades ·de la admirustración pública o como personas jurídicas públi-
ejercen poder de policla (por ej., al habilitar locales, realizar inspecciones de cas no estatales. Lo que debe qnedar a salvo es el patrimoruo propio con su
higiene, etc.), y no por ello tendria fundamento la creación de cajas locales proyección de autonomía económica y financiera -si es que !:C6uimos usando
para personal del comercio o de la industria. el vocabulario y el espíritu de la norma-. Por- eso estos entes, de encajar en
la .. ¡¡dministración pública, tienen que ser descentralizados autár.quican_>ente,
En el caso "El· Comercio de Córdoba Cía de Seguros c. Instituto de Pre- ya que de funciqnar CO?~O rep:uticiones de ]a administración c~ntralfzada esta-
visión Social de la provincia de ·Córdoba", fallado el 29 de. mayo de 1964, la mos ciertos que no operaría .el sisiema de autonomía económica y financiera .
.- '
Corte dio por válida la existencia de la caja local por el hecho de que, estando
en vigor la ley nacional 14.397, ésta incluida a profesionales con actividad en '· -
Pero esto rio' viene al caso ahora en su detalle, . de modo que el ·recurso
las provincias sólo a partir de la celebración de oonveruo~ entre el gobierno a '¡a palabra autarquia como más precisa que autonomía, y la referencia a lo
federal y las ,provincias, cuya existencia no se alegó ni probó en autos. El administrativo y a lo financiero, ·creemos que alude en la norma a la capa-
tema d~ las 6ajas provinciales -como' no sea las que· afilian a personal de la ¡:idad del ente para administrarse Í>or si mismo y para poseer y administrar
administracióii públiq1. local- sierripre va a provt;>ear opiniones encontradas, un patrimonio propio afectado a su fin. No importa que si.el ente se orgaruza-
romo persona pública no estatal o paraestatal, sea creado por el estado. Lo
porque la reforma de 1957 no lo encaró explícitamente. Los pro y los contra
que Si importa es que tenga lo que la norma llama autonomía económica y
están ya agotados en la· doctrina, y no imaginamos descubrir nuevas. razones o
financiera, o sea, los. recursos patrimoniales para atender su gestión, su funcio-
sinrazones ( 13). Se ha !ransformado en cuestión de hecho, casi jnsoluble frente
namiento, sus prestaciones, etc. El patrimonio <lebe serie propio, aunque en
a la realidad constiroada- de que esas cajas existen y funcionatr efic~zmente,
parte pueda ser estatal, y como la norma constitucional no consigna explí-
en tanto los organismos n'!cionales de _previsión para profesionales rinden citamente cómo se forro¡¡ ese patrimonio, no habria óbice para que el estado
menguados benéficios, de montos las más de las veces irrisorios, por lo que fuera un c~tizante más, pero si parece que lo habria si el capjtal y los Jecur-
se los acusa de no cumplir con el fin ~lemental de_ la seguridad spcial. Confe- s-.)S del ente proviill!'ran solamente y totalmente del estado en vez
samos que es un punto que nos mantiene en la duda, y que por ahora no de derivar de aportaciqnes directas· o indirectas de ·afiliados -y terceros vincu-
hemos llegado a esclarecer con nitidez, por lo que sobre él .es honesto que lados· a ellos. Esto e~· interesante para sugerir que, implí~itamente, la llamada
no demos ahora Qpinión personal definitiva. autonomia.econóroica y financiera proporciona base-a la idea de que el carác-
ter· contributivo. que tipifica a los segi1ws· sociales y- a las jubilaciones impide
sup1ir ~bsolutl¡mente C\)D fondos del estado la 'aportación· de los interesados
("') ·ETALA; JuAN JosÉ, 'R•gÍ- !l caja.r de ¡úbilaciones y.·pensiones pMa p-rofesW-.
nhzes universitarios, DT, 1'976-179. · vinculad.~ al ~ég¡,:,CJ;~ y 111 ·e¡lte, de 1~ se&u-ridad soci!ll. ·
-54ú-¡ -· 541.-·
'
¡
XXIX- AD~trNrsTRAcrÓN Pon r.os INTJtnESADOs r obras sociales con distintas finalidades o de dps u más actividades o rchcionc~.
¡' de depcns,!ench d-!'":l aportante, :habría. nmltip!icidad -de aportes porQ no supel-
posjción'". En el pnn.to. ·€:1 dictamen r~mite- al fali~} de la Corte dd 2~) de ju!u\
1
50 ·- Las entidades de seguro social.tienen que ser administradas por los inte- 1
resados con participación del estado. Sean entidades antár~uicas o personas rle l!ií'8 en el caso "Spota. A.. A.- s. renuncia.'"~. ,,
púh)ic~...; no t-;statales~ reparemos en (¡ue primero se dice que_ han de ser "admi- f. 52-- La rcf..=>:rencia que eh 1a tercera parte del. art. 14 bis se h...'lG! a I(J:;
njstTada~: pt1T los inte-resados'', y luego se añade que hubrá "participació~ del \
1 aportrJ!; cau.ndc.. se prohibe la supeTJ?os.iéión, da por senhtdo que Jo.~ sistt.~n~:\:-:
estado", y no-a 1a inversa: no se dice que serán entidades del estado con parti-
de h. ~eguridad .socf4l. sean ~eguros propiamente tales, sean jubihíciflnps ,~)
cipacjÓn -:\f.ad;da-· de los :interesados. El orden de menciófi obliga a enfatizar
este :Hp?cto iñcsquivahle. ' '
~ pcm:im1es (y exc;eptuada )a asjstencia sociál). son contributivos. Lo que no' se
dct,Jl_le. es el S'"Í"to obligado a la aportación.
¿juega la norn::a lmlcamentc para los organismos del seguro social, o invo-
No ~abemos si nn po-co forzadamente podría extraerse dé1 .mismo .art{cu1w
l:.ico·n también a .Jos cÍe .previsión social? Si el s<Oguro social inclnye 'a las jubi-
aJgún otro prit:dpb- indicado¡- de quiénes deben cotizar. Milita una razón
h\.ci:Jn~:-:, la norma abarca en conjunto tambiéft a las últhnas. Y si, én cambio,
constitucional para i:cterpretar que los contribuyentes deben ser sujetos razo-
se .reserva. !D. dem.UT1inaci6n «seguro social.. para el estrictamente tal, sin com-
•, nablemente vincn1adr,s al sl:.;tem~ de. la seguridad social, y no terceros ajenos.
pret,det a .ia.s jubilaciones, nos parece que por analogía los organismos otor-
g~~nteli de juhHa-ciOnf.>s y pensiones han de regirse también por igual princi- ( Pero, erttre lus directarnc_ate ''inten.:=.sEJdos",
. la norma deja espacio para que
la ley 1u.!judiqnc Ja r.'f~t-ga financie1·:t. Tal vez no fuera desacertado cntencle::
pio participeJivo.
q~Je si his. entidades n.ackmal<E::S n ..-n-....1vincia1es a que hace m.t"llción el artículo
'' deben ser ar]nürJstradas por los ~ntcresados, ln más lógico es que sean esos
ndsmos 1n'ter,~'lad.Jos. !os que participen con su aportación para que, con ella,
~
·XXX-- APORTES s-e compóJlga el fondo 1Je recursos con qué atender el pago de las prestaciones.
f
Hay, además, rm priEcipio de so1ü1;1lidt'.d social que así ]o aconseja, tanto
51-· F•1 la parte referida al seguro social, y antes de aludir a las jubila- cmno •el carácteY cok·ctivo dol- régimen de la seguridad social. Por otra parte.
dones ~¡ ponsiones, la norma consigna que en Iringún cas6 puede exi~r super- si Ja autonomía. fin.anc1cra y econ6r~'dca de las entidades de seguridad social
posición de aportes. Otra vez surge la duda si la prohibición se limita al sector requít~ff: qu~ ~éstas posean· su prppiÓ patrimonio, parece que. al menos ~rdal­
de los seguros clá"icamente entendidos, o si comptende a las jubilaciones TnPnte, éste dehe originarse ·-en las ·contribur:iones de los sujetos vjnclllados al
--sm que éstas ;e den por comprendidas en el seguro social amplio, sea que sistéma.
se hs separe de él-. Acá la duda nos parece que puede quedar ¡nejor escla- Lo que 110 •3S válido. es hacer SOp<Jrtar contribuciones a favor de entidades
recida. En el seguro <Jstricto, nadie puede ser obligado a cotizar más de unA de seguridad s9cial a personaS q uo, respecto de los evenh1ales beneficiarios
vez para cubrir un~ misma necesidad y tener derecho a: una. prestación ú'nica. c1e1 sistema) ·no 'tienen con ellos una relaCión jurídica jus~~cante, y que Jam-
'f'n el régimen jubUátorio·tampoco, si -se lo da por incluido en el del-seguro. Y poco obtienen· m1 l¡enéfici~ concreto, específico y diferenciado, distinto del
si se lo reputa. autónomo, creemos que mmqne la nonna no dirija para él una , iriterés común t~n el bienestar de un sector deteiminado de pol>lación. Este
prohibición explfcita similar a la refeiida al seguro, por analogía hay q~:e principio, que imposibilita grava¡- _a un sector en benefici~> exclusivo de ,otro
arri.bar a idéntica conclusión, por una m.isma actiyidad· no se puede_aportar seCtor, si entre amboS no concm1·e suficiénte reiaci6n razonable, sui-ge del faUo
más que una cotización; si un ·misn16 sujeto cumple diversas· actividades, cada de la Corte Supreln~ de /1961 en el r.aso ~Caja de Previsión S~cial de Médicos,
una queda sometida, independientemente de las otms, a la obligación d~ BioqllimicoS, Odontólogos, Fannacéuticos, .Médicos Veterinarios Y, Obst~tras
oblar o soporta~ la contribuciÓn: y ello con desvinculacjÓn, asimismo, de qufl de Córdoba c. Casa Raúl Giannin, en el _qJe se declaró la inconstitucionalidad
pueda log1ar o no más de una prestaciótt· de una ley provincial de Córdoba "que. imponh a un determinado sector de
comerciantes e industriales un aporte sobre el prodncidn de las véntas de
En su dictamen. del 8 de julio de 1980 en el caso "Pertuso, Catalina", el instrumental, a favor de la caja de pre\~SÍÓn Ge profesionales de] arte de curar
Procurador General de la Nación especificó bien que lo que se prohibe no es que empleaban tal i?Strumental.
la "multipiiddad" ·de aportes sino la "súperposición'' de <'portes a cargo de un
mis1no a.portante por la n1isma calidad o carácter en virtud de los cual~s debo Pocos años más tard,}, en 1964, y en la causa "El Comercio de· Córdoba
aportar: es necesario que se sobrepongan en identidad el fin de la obra social Cía. de Seguros c. Instituto de Previsión Social de la provincia de Córdoba",
y 'el carácter o razón' en virtud de 1o. cual se aporta. "Es decir --afirma el la Corte sostuvo que respecto de los recaudos constituciorudes a los fines de
dictamen del doctor MARIO Jusro LóPEZ- que si se tratara de dos o más la imposición de contribuciones que pósibiliten la financiación de las cajas

1
-542- -543-
de previsión social, hay dos esepciales, a. saber: a) que entre Jos· beneficia- Que el seguro social -ostará .a. cargo· de entidades~ nacionales o provinciales
rios deJ·régimen y los :obligados a contribuir medie una relación jUrídica justi- no puede siguificar, en modo alguno, que las provincias tienen competencia
ficante; o bien: b) que estos últimos ·obtengan un beneficio concreto, espe- para legislarlo, porque la legislá.clón le inQUIJ~be al- congreso éonfonne al
cifico y diferenciado, distint9 del interés común del bienestar de un sector citado art. 67, inc.. ll de la constitución. ¿Qué sentido tiene, entonces, la
detenninado de la pobJaGión. Se debe entender -añadia la Corte- que la ,alusión a entidades provinciales? Si la ley provincial no puede regular el
vinculación justificante del aporte de terceros no requiere otra calificación seguro social en el ámbito local, y si por no poderlo tampoco puede la provin-
que la necesaria para- hacer razona~]~ la exacción ~mencionada, con base en cia otorgar beneficios derivados -de la supuesta ley para cuyo dictado es incom-
ecnsideraciones. de solidaridad que basten. para hacerla justa, Es asi como nctente, las entidades provinciales sólo tienen cabida para apÍicar ia~ leyes
la Corte 'recuerda que, confoqpe a su jurispru¡Jencia., tal~s razones de so- del congreso y para ,coneeder sobre la -base de esas leyes las prestaciones que
lidaridad existen entre quien_es practicán una misma profesión, a~ cuan- las mism:ts prevé-n. El seguro social, p-y.e.s, estará a cargo de entidades n.acio-
do el aporte se requiera a ·quienes no · están en condiciones de jubi- nales o provinciales no en .cuanto a la legislación que Jo implant~ sino en
iarse . o a quiénes por estar ya jubilados no puede significarles .bene- cuanto a la admjnistración y gestión· del sistema, y a la concesión de Jos
ficio ·alguno: (En .el caso el tribunal estimó que mediaba relación justificante, beneficios.
a la inversa del caso antes citado. de la "Ca¡já de Médicos etc", entre una com-
pañia de seguros y los profesionales de que se servía, para declarar válido el 1· 1
aporte que gravaba a dicha compañia por los honorarios profesionales que XXXII - MoVILIDAD DE .JUBILACIONES y PENSIONES 1
/
liquidaba a .los profesionales que utilizaba para cumplir sus fjnes estatutarios}.
Seria también- ·-nos iJarece.o.--el caso ·del aporte que un cliente tuviera que 54- Las jubilaciones y pensiones serán ínóviles. De los debates en la
efectuar a una caja profesional por. los servicios retribuidos del proffsional Convención queda en claro que se trata de una movilidad periódica y ascen-
con quien se asiste o cUyos servicios emplea. ·t
dente para mantener· un monto ajustado al incremento del costo de la ·vida.
Confonne al derecho judicia!.emanado de la- jurisprud~ncia de la Corte Supre-
XXXI - LA ·:LEY" SOBRE SEGURO SOCI.lli
ma, la movilidad debe arrojar un haber que resulte razonablemente propor-
cional al que percibiría el jubilaq.o s! siguiera en servicio activo. Asimismo,
53- Cu~ndo el art. 14 bis remite imperativamente a la ley para que ésta ha declarado inconstitucionales las leyes (por ej., la 17.310, ED, 20-856) que
dispusieron la congelación de los haberes jubilatorios. En cambio, según la
asegure o establezca todo !o que la constitución detennina, cabe preguntárse
a qué- ley se refiere. El interrogante surge porque en el tercer párrafo ya m'isma Corte, quien obtuvo el 'beneficio bajo un detenninado régimen de
movilidad (por ej., el 82%) no tiene derecho adquirido a mantener ese régi-
analizado'
se dice que el seguro social obli~atorio
. . ' . que debe establecer la ley men invariable y vitaliciamente, razón por· la cuaJ.]a ley puede sustituir para
estará' a cargo de entidades nacionales o provinciales, lo que a: algunos puede
sugerirles que, ¡jbr lo. menos en el áreá. del seguro social, la ley aludida tanto .
el futuro un sistema de movilidad por otro,. en tanto respete aquella proporción
puede ser dictada por. el cqngreso como· por las legislaturas provinciales. Y no razonable entre el mon\o reaJjustadp· y la suma que corrresponderia cobrar de
es asi. El otro pequeño añadido que la refonna de 1957 incorporÓ; al art. 01, hallarse trabajando, y mientra.s el cambio de sistema _no provoque un dese-
inc. 11,. confiere expresamente. al congreso la competencia de dictar el có9igo quilibrio confiscatorio.
de trabajo y 'de la seguridad SOcial. Sea en fonna Coqificada O J?.O, Ja n¡ateria '
Observamos que la movilidad impuesta a Jos beneficios previsionale< no
propi,a def derecho la hora! y del derecho de la seguridad s~l configura aparece consigna.dá para Jos seguros soCiales. Si hay segrnos de pago úuico, los
objeto de legislación exclusiva del congreso, como derecho,común. De tal hay también de pago perió,dicÓ, y· no se advierte en este caso que su monto
modo, la "ley" a que hace mención el articulo es dicho código o, en ausencia rueda ser inmóvil. Por ende, y por annlogia con las jubilaciones y pensiones,
de él, el sistema disperso de leye¿ reguladoras de la materia en todos sus pensamos que Jos seguros de pago sucesivo -sea pennanente o transitorio-
ámJ:;itos y aspeétos. Como excépcióri, las leyes .provinciales han de r~gular han de disfrlitar asimismo de movilidad.
solamente el contrato de empleo público de sus adíniuistraciones locales y los
El principio de movilidad de las prestaciones ha. sido extendido por la
beneficios de la seguridad social circunscriptos a ese sector, más, en todo Corte a las deudas de los organismos previsionales, al declarar ·inconstitucio-
. . '
caso, .algunos aspectos hiborales y de la segUridad social para las. personas na! una norma proltibitiva de la actualización -art. 49, ley 21.~ EDLA,
que en jurisdicción proviilcial desempeñan una actividad sobre la cual se recó- 1980-323- · (caso "Grassi"; de 1981). Es interesante reparar éáino el principió
!
1'
nozca alguna competencia a las provincias ( vendna a .colación el' tan debatido de movilidad puede jugar aun sin ley que lo cónsagre, y aun ·con ley que lo ~•l
problema dé hs:·profesiones liberales). '
vede. La .Corte le ha sabido dar elocuente operatividad.
'\ '
/

-~'-
-545-
XXXIII - PRcrrEccróN A LA FAMIL:[A
s,alario familiar han recibido consagración legáL El acéeso a' una vivienda
55.- La protección integral de la ..familia es -una cláusula progr.1mática '••• digna, en cambio, sigue siendo Ul)a promesa incumplida para grandes sectores
'
de muy ;vasto· alcance, que libra a la imaginación-del-legislador los campos y
las form-as de tutela. Matrimonio,

filiáeión,
. patria ·postetad, ádopción, mater- r· de la población. N,9 pensamos en una obligación esfutal directamente perso-
nalizada a favor d-e cada individuo o grupo doméstico, pero sí en el deber
nidad, jornada laboral de la mujer casada, prole nUl!\erosa, éducadón y aten- } de desplegar_ e impeler activamente. tina politica social de fomento, sea por
)
ción de la 1úñez, bien de .familia, etc., etc., son solamente algunos de esos la- construcción de ámbitos habitacionales acf"Sibles a la capacidad 5alaP:>l
aspectos. Da la impresión de que esta .cláusul;1 debe servir de pauta para la promedio, sea por el estimulo a las ent¡dades privadas que están en condi-
legislacíó'n, que se dicte en milchos rubros que el art. 14 bis cOntempla tam- '' ciones de construir, vender o alquilar viviendas. <:;abe decir 'también 'que
bién separadamente, por e)., en el derecho a igual rem!IIWración por. igual aun cuando el ac~eso a la vivienda digna está ordenado en el sector normativo
tarea,- en la jornada limitada, en las ¿'()ndiciones dignas y equitativas de ~abor, dedic~do a la familia, el mismo acceso es merecido por todo h,omhre indiVi-
1
en la proteccióp contra el despido arbitrario, . en las contingencias a cubrir dualmente considerado J?CSe a carecer de núcleo- familiar:
con beneficios de la seguridad social, etc.
Que la cláusula encierra enorme riqu~za se puede advertir cuando -por
ej.- citándola e inspirándose en. ella, la C~rte autorizó el trasplante de órga- XXXIV- Er. DEBATE DE_ LA TERCEI\8 PARTE DEL All'#cuw EN LA
nos entre hermanos, que se había denegado en las instancias inferiores· por CONVENGrÓN CONSTITUYENTE
1
la edad' de la oferente. (Véase el fallo del 6 de noviembre de 19'80 en autos
"S. y D., ,C. G.", ED, 9l-!f66, con nuestra nota sóbre Interprétaci6n con..titur 57- Si esta tercera parte del" art. 14 bis que. estamos examinando no .es
cirmtú y legal. V ida, in!egridad corporaL familia y jll!Stíoia) .
' .
pura nada clara, tampoco fue nada claro el debate sobre seguridad social en
DijiJ:no'i que al sumarse al texto coflstitucional una norma referente a l.!lia la Convención de 1957. Amcós dijo: "hasta que lleguemos al. seguro social
instih1ción en ese momento conocida por ~el derecho Vigente, se .puede inter- obligatorio va' a pasar algún tiempo", lo que podria hacer pensar que el
pretar que la misma institución se consolida cónstitucionalmente a tenor de imperativo de establecerlo por ley quédaba postergado. Pero, ¿podemos pen-
la caracterización que conteinporáneamente le da el-derecho vigente. ¿Alcan- sar q\le si la nonna omitió toda referencia dilatona, cabe interpretarlá como
zaría esta regla para ase·1erar -por ej.,- que la cláusula de 19S7 sobre pro- norma in exigible o .a plazo? De ser así, su -redacción hubiera debido aclarar que
tección integral de 1a familia qa elev!tdb a nivel constitucional el matrimonio la, ley .establecer~ "en el futuro~' o "cuandó sea oportuno" el seguro sociaL 'y
indisoluble? Si' contestáramos que sí, tal vez tuviéramos que postular 'asiniis-. "?, lo dice. Por eso, la opin_ión de un convencional no alcanza a fundar· una
mo que todo el régimen civil del matrimonio, de la filiación, del parent,¡co, inte~pretación histórica que permita demorar ha~a mejor ocasión el estable-
de la sucesión familiar, etc: pasó a endurecerse dentro de la constitución, y cimiento de dicho• seguro. Cuando JAUREGIIIBEBRY advirtió que "el-_seguro· social
,que la ley ya no podría aJterarlo o ._reformarlo, por .lo menos en sus aristas .. obligatorio es el Único medio o la .única :vía para llegar a la ·seguridad social
confonnadoras. Esta extensión sería eXcesiva. Además, la divergencia de opi- integral", dejó en claro qu" si "el estado otorgará los beneficios de !~ seguridad
~linnes entre los convencionales -algunos de los ~ue propusieron el divor<;io ,·ocia!, que tendrá mnlcter de integral_e irrenunciable", el seguro social califi-
• 1
disolutorio- y el pluralismo ideológico de Jos mjsmos, torna imposible conciliar cado por el opinante como medio único no admite áplazamientos. Sin embar-
v<•n 'la voluntad histórica del constituyeníe el propósito d~ dar estabilldad consti- go, el mismo JAUREGUIBEBRy sostuvo que ,"el seguro no es nada más que una
tucion~l a las instituciones de, familia habidas ~n la ley_ argentina a la .:\poca
de incluirse el nuevo artículo. ' '
parte de la seguridad"; '1a seguridad comprende tanto el seguro como la previ-
·sión", GIORDA."'O EcrmooYEN coincidía al afirmar- que "dentro· del rég_!rnen del ,·
' articulo con las cláusulas tutelares de la seguro social quedará incluido el sistema jubilatorio argentino", THED-y-, por su 1'
56 -Prosigue la parte final del ,1
p~rte, explicó bien que Ía seguridad social es más amplia qGe el seguro
lam(lia: la ley establecerá ]a· defensá del bi~n de familia, la compensación
económica familiar, y el acéeso a una .vivienda digna. El lJien de fámilia y el
social; éste es uno de los medios por los cuales se aseguran a la colectividad ·¡
los oeneficios de la seguridad social.
1,
-546- _; 547-
Más embarullado aún resulta el criterio sobre •las· entid\'des ;nacionales o
De las opinion,es ~:itadas se nos hace casi imposible reconducir,a 'lln' oiiterio
provinciales. MARTELLA confesó: "No. podemos llevar a nadie !' engaños en la
unitario el pensamiento del constituyente de 1957 sobre el punto. No .llegamos
materia, m.áx.irr.te en momentos. que estamos dispuestos a unificar dentro
' :• a descifrar su intimción ni su volnntad en las ~enciones que la cláusula apro-
del seguro a todas las cajas de la nación". "Lo que podrá !Íaber será que
bada hace al seguro social, a las jubilaciones, a las entidades nacionales o
en las .grandes CiudadeS' o en las capitales de provincias haya una delegación
provinciales, etc. De todos modos, si fue el rn~smo constitUyente el que confió
del seguro nacional para. aiender allí en forma inmediata la prestación de los
al ~ongreso dictar el código de seguridad social en el añadido introducido al
servicios distintos del seguro, péro no a otra cosa~·. El convencional Au..ENDE,
art. 67, inc. 11, se nos ocurre que las entidades provinciales que cita el 14 bis
cJn distinto criterio, alegó que cualquiera fuera el alcance que se le quiera
y sobre cuya creación vertierOn opiniones, los convencion~Ies intervinientes. en
dar a la norma, no debe impedir que pueda haber institucién provincial que
el debate, tendrían que aplicar las leyes del congreso y otorgar los beneficios
prestt análogo servicio. Y refiriéndose a cajas u organizacion'es de previsión
en ellas previstos, ~in poderse ~odificar por ley provincial tales prestaciones,
cxceleiltes, en provincias como Córdoba, dijo:' "'no tepdrían por qUé se!
salvo -como ya "lo dijimos- para el persona] de la administración pública
unificadas a las de la mción". "Decir que se va a -defender los intereses de
local y, acaso, para el que, eventuahnente, realiza alguna actividad suscep;
h gente de provincia instalando delegaciones eri sus capitales es, simplemente,
tibie de regulación también provincial (como los profesionales por cuenta "pro-
desconocer la realidad argentina. Actuahn,ente -agregaba- el Instituto de
pia). Repetimos con· insistencia que la ley sobre seguros sociales ·y sobre
Previsión SoCial tiene '"' cada capital de provincia delegaciones que no sirven
jubilaciones sólo 'puede ser la ley del congreso. Es la aplicación .de esa ley
absolutamente para nada".
uniforme y única de derecho común la que queda a cargo de las jurisdiccio-
nes locales res<;rvadas en el antiguo texto del- art.. 67, inc .. 11 y, ,dentro de
THEDY, por su parte, enfocaba uu agregado que rezaba: "corresponde a tales jl}risdicciones, de las entidades ~provinciales -se entiende administrati-
las. provincias crear las entidades para el cumplimiento de estos fines". Y vas- que aparecen novedosamente mentadas en el 14 bis. Esta interpretación
comentaba: "este agregado tiende a marcar en una f9rma precisa la 'afirma- ·se aveúdria con la propuesta del convencional HoRACIO THEDY quE¡ sugirió
ción. . . de que ]as provincias van a conservar de todas maneras Jos poderes añadir al párrafo esta fórmula: "coqesponde a las provincias crear ]as,entid~­
propios en la. materia económica y financiera en lo que se relaciona con el de' para el CJimplimiento de estos fines". "Crear las entidades" :-valga. la repe-
seguro social obligatorio. . . Cada "provincia creará la entiead que mejor le tición- no es ·legislar sobre la materia de fondo, ,sino organizar la administra-
parezca para determinar los principios o asegiliar las bases de la seguridad ción locaJ de aplicación.
social". "El hecho ,de que las provincias cr!Jep sus -entidades propias no impide
una acción concertada, o armónica con la nación; queaa siempre abierto el
XXXV- DESPE EL PERECirO DEL TRABAJO AL PE LA SEGURIDAP SOCIAL (14)·
C'\ffiino de los convenios entre las provincias y la nación para adherir al siste-
ma del seguro que "se establezca en el orden naciohar. GroimANO ECHEGOYEN 58- La seguridad social fue desprendiéndose del derecho laboral en cuyo
añadía: "el propósito de la comisión es ciear una entidad nacional; pero que c~mpo tuvo naciffiiento, para convertirse lentamente en una forma tutelar de

cada. una de' las prdvincias tenga su autonomía, que~ puedan resolver sus pro- riesgos inherentes al trabajo_ del hombre •Y aún más allá, de los <lesvalidos. Por
pios problemas dentro de sú juri~dicción. NtY se trata de crear un organismo esa razón comenzó poniendo a carg_o del· empleador las prestaciones que
centralizado para ·que cada· una de las personas ·de los distintos Jugare> del daban cobertura a aquellos- riesgos "respecto de su personal. Cuando la ten-
país tenga que concurrir a la capital federal. Lo que queremos es que dencia individualista es superada por la solidaridad social, la seguridad social
cada una ·de las provincias tenga sn caja". -ann la, que se ciñe directamente a beneficiar al trabajador- adquiere auto-
I!Omía, y pro.gresivamente va trasladando ,las prestaciones desde su Originario

El convencional PoNFERRAl>A, abordando el tema de los institutos de segu- círculo contractual a los org1misinos de la seguridad social. Se comprende que
'
·ridad social provinciales, ·recalcó que el r~gimen de fondo es asunto de la i'

' ( 14 Y DEVEALI, MARro, La troyectoria 'efe los seguros sociales desde el derecho. dél
legislación "y, como tal, debe pertenecer al congreso. fl·abaio hacia el derécho social, T y SS, IV-673; PÉRh""Z, BF.NITO, El derecho del trabajo 1'
!J·el de la seguridnd .social, T y SS, III-417- .
-548- - 549-

problemas de carácter social no pueden solucionarse samfactoriamente aferra- vidual que social. Lo que acabamos de decir tiene perfecta corroboración
' '
dos a la base de la responsabilidad individual; Esó no quita que empleadores cuando pensarnos en cierta Jonna de seguros que a~emperan riesgos de _grave
y empleados coticen contribuciones para subvencionar los fondos de los orga- proyección social, como el desempleo.
nismos de seguridad sociaL Pero es meneste~, para la efectividad de la tu~ela,
desembarazar a los empleadores -sobre todo en el caso de ser. éstos personas
...
XXXVI -•EL ART. 1ó8 '
DE LA CONTITUCION
fisic'as o pequeñas empresas- del costo total de la cobertura de las necesi-
dades. Nadié ignora qne cuando ese costo incide o puede incidir exqlusiva- 59- El art. .108 prohibe a las provincias dictar los códigos .civil, penal,
mente en ef patrimonio de la parte patrl'nal, ésta trata de esquivar esa inci- comercial )' de mineria después que los' ha sancionado el congreso. Correla-
dencia anticipa~amente, seleccionando su personal entre el sector menos cic•nadl la norma con el ·art. 07, .inc. 11 snrge que el congreso tiene compe-
an1cnazado por los riesgos. Es el caso -por ej.- del empleado~ que prefiere tonci~ exclusiva para dictarlos, y que una -vez 1.1sada, las provincias no pueden
personal rnasculin9 y soltero para evitar iaS cargas de matrimoni.o o de mater- abordar la legislación de fondo. No es imprescindib.Je,_ a nuestro juicio, que la
nid:ld, lo que provoca un doble efecto: no p¡3rrnitir ·que se alcanc,e el fin de materia civil; penal, comercial b minera esté legi§lada en forma codificada:
la seguridad 'soéial, y crear dificultades a determinadas personas para lograr 1
basta que sus instituciones 'hayan sido objeto ue legislación por el congreso,
ocupación en el mercado de empleo. Urge, pues, en cumplimiento de la segu- aun dispersa. Pues bien, en el art. 108 la refor.ma de 1957 no alcanzÓ a agregar J
ridad social, desplazar las prestaciones que ,cubren contingencias sociales al la menci~n del código ·de trabajo y segurida·d social a continuación de los
área de las entidades de seguridad sociaÍ, Jo cual, dada la modalidad fontri- otros códig9s de' fondQ cuya sanción se veda a las provincias después de haber
bú.tiva, no excluye la participación patrónal en la formación de sus recursos, sido dictados por el congreso. Pese a ello, creemos que la coordinación del
peio alivia en mucho 1~ situación diversa y onerosa de tener que afrontar art. 67, inc. 11 y del,art. 108, y la interpretación del espíritu o de la inten-
solamente con el patrimonio del empie~dor 13! pago total de la prestación. 'ción del constituyente, lleva a concluir que las provincias no pueden legislar
N os da la buena impresión que el texto del articulo, cuando impone al en orden al derecho laboral y a la seguridad social una vez que Ya lo ha
1
estado .otorgar Jos beneficios de la seguridad social integral, y cuando habla hecho el congreso.
de entidadl's nacionales o provinciales, está pensando en que todos los segu- Y es acá dond~ la cuestión se oscurece, porque el congreso ha legislado
rbs sociales y todas las prestaciones de la seguridad social lian de estar a cargo. en mate1ia de trabajo y seguridad social, aunque parcialm~nte; hay ley de
de esas entidades, y no exclusivamente a cargo de lós empleadores: contrato de trabajo, hay legislación jubilatoria, etc., ,pero falta iegi~lación -por
.
Es que la r,elación_ individual de trabaJo configura únicamente un presu- ej.- para muchas contingencias ·propias de Jos seguros sociales,... como el
puesto de la relación de seguridad social (y ní siqUiera lo es en el campo de desempleo. ¿Puede decirse q.ue la legislación sobre-accidentes de trab~jo, sobre
la asistencia social para los carentes de recursos).- La rel~ción de seguridasJ. maternidad, sobre invalidez, al ser parcial o dispersa, y al. no agot¡n- la cober-
/

social surge de la ley, ope legis, asi qomo su fuente, y ello de modo indero- tura de todas ras necesidades, impide que en los rubros no legislados por el
gable e irrenunciable. En cuanto a la causa, ya ha quedado dicho que la congreso ·legislen mientras tanto las provincias? Las instituciones lal¡onllés y
tunción tutelar de la seguridad social se endereza a las personas todas, prote- de la segllridad social en su pluriforme composición ¿pueden interpretarse
giendo sus necesidades de manera integral, en todo el campo de los riesgos como ya legisladas por el congreso a trav~s de los aspectos en~ocados en las
y de las contingencias. La seguridad social precave, prev.é, ·p~eviene, y no normas existentes, y décirse que por ende también las no ·legisladas ya han
solamente acude ante la necesidad consumada. En esto tiene parentesco cor. quedado sustraídas al poder transitorio éle las provincias? ¿Hay que tomar
la primitiva previsión, pero aunque s~ hable tanto de previsión ·:social'' come instituci6n por institución, y al faltar la ley del congreso en una o varias dar
de se¡;uridad "social", el adjetivo sociai. tiene una mayor intensidad "11 e por habilitada alli a la ley local? O, al contrario, Teguladas tan sólo algunas
scgnndo caso, calificando a la seguridad, porque consid~ra que esa seguridai .de las instituciones del derecho de trabajo y de la seguridad social, ¿hay que
individual de la persona está estrechamente ligada a la noción más amplia de considerar que esa. legislación fragmentarÍa e incompleta ·clrcnnscribe y agota
la seguridad social. La previsión social, en ·cambio, ha sido siempre más indi por ahora toda la materia laboral y de la seguridad sQCial para inferir ·de ahí

'
...,.....-.

-550- -551-

que los vados dejados por las leyes del congreso no pueden ser cubiertos .por fuera de aquella suma de leyes dispersas suscita competencia legal de las
las )eycs pwvinciales? ¿Cuál' es el sentido del art. 108? ¿Qué es dictar un provincias en la fmma suPletoria del art. 108. Que la conclusión difiera en
código? ¿Es dictar _necesariamente un cuerpo unitario y sistemático? No. ¿Es el s;',puesto de estar dicta.do un código y en el de existir, sólo legislación frag-
dictar tanto un código cuanta leyes sueltas sobre las instituciones propias de mentaria y suelta, no es arbitrario, porque la unidad de la codificqción y la
cada código? Eso sí. Pera', si esas leyes sueltas sólo regulan umi parte de la dispersión de la legislación fra~mentaria revelan intención también distinta· en
materia -como es el caso del derecho laboral y de la seguridad social- ¿las el autor de una y·de otra; el autor de un código aspira a dar unidad global
partes omitidas
. deben darse como nkh>zadas implícitamente por el congreso .
o, en cambio éonsiderarse susceptibles de iegislación provincial hasta que d
<le tratamiento a todas las instituciones de su área, y Jo que déia fuera queda
1
como exp,plsado o ausente de esa unidad; sólo una ley equivalente podrá
congreso las reglamente? ¿Tomamos institución por institución, o el bloque incorporarlo al sistema, expresamente paT. adición al código, implícitamente 11
unitario de todas las posibies, y entoncés las leyes parciales dejan sitio sub~i­ por adhesiÓn a su materia. En cambio, lo que el· autor d~ leyes dispersas
diario a las provinciales? Tal seguro social no está legislado por el congreso.
·1
d_cja· fuera de ias .-mismas quiere más bien decir sencillamente que a.l legislar
Unos dirán: ,lo puede legislar la provincia. Otros dirán: no puede ser. legisbdo ¡,
• - • r _sohre la ~nstitución "A'' no legisla sobre la institución .. B", tampoco se pro-
_, por las provincias, porque no debe fomarse institución por instit~ción; si hay nuncia, tampoéo lo repele; el autor de una legislación dispersa -que 'puede
otros seguros legislados, los carentes de ley del congreso se han de extender no ser el mismo en todas las nmmaciones, incluso cronológicamente separa-
como excluidos de la masa legislativa o del' supuesto código. Con lo que, regla- das- c>re_ce de la voluntad de dar tratamiento unitario y total ¡¡ la integri-
da por el congreso una sola institución de la $eguridad social, bastaría para dad de las instituciones que componen una materia, lb que hace válido I!ensar
impedir que el 1·esto omitido lo fuera por las provincias temporariamente.l <J ue lo no legislado puede serlo por las provincias hasta tanto el congreso lo
• 1
Pensemos en o[ra materia: si el código penal dictado pór el congreso regule.
omite ciertos delitos, ¿puedeh ]as provincias legislar sobre ellos? No; pero a~á Concurr'en en el caso, ;:tparte de la interpretación dt; los arts., 67, in e.
milita otra .razón.:· la zona nú delictuosa es zona. de licitud exenta de crimino-
si dad; y las provincias no pueden llenar de ilicitud penaf el ámbito de la
.
)1 y 108, la especial característica de1 art. 14 bis que, ' si bien. al remitir a la
"ley'" supone que. se trata ,del ~código de trabajo y de la seguridad social,
libertad que el congreso ha dejado franco en la ley penál. Si el código civil ordena a esa ley "asegurar" y "establecer", por lo que. si el congreso no san-
omite la adopción o la legitimación adoptiva, o \a pn:>piedad horizontal, etc., ciona Jas normas ni bajo .forll!a de código ni bajo forma de ley ais\ada, la
¿eso" vacíos pu;den ser legislados en sede local? Parece que no. imperatividacf con que esas normas. están 'propueSta~ facili.ta la interpretación'·
Áhora fijémonos ,en nuestro problema. Si bien los códigos de fondo aludi- de que se libran subsidiariamente a la competencia ,local prevista trans~toria­
dos en el art. 6.7,'
inc. 11 y en el"- art.
108 ~ueden. suplirse por l<Jgislación dis- 'IT)Cnte por el art. 10~. Esa ley no ·puede dejar de dictars,e; cuando el congreso
persa sobre.sus ins_tituciones (de hecho hay también leyes que sin incorporarse' no la dicta, las provincias están autorizadas a hacerlo durante ~1 periodo de
formahnente a un determina.do código integran su materia), debemos distin- demora.
guir la "codificación" de la "legislación dispersa". Lo que un código omite En definitiva, nuestra' tesis propuesta es la siguiente:· a) si el congreso
pru·eee que .su autor ha querido· omitirlo, -o sea, rechazarlo. Es lo que ocurría dicta un código de fondo, sú unidad y su totalidad sistemáticas impiden que
en el código de Vélez con la adopCión y con la propiedad ,horizontal. En las provincias legislen sobre su materia, tanto respecto de .las institdt'~~es
oombio, J<> que la legislación dispersa omite no paree~ ser tan\o un rechazo incluidas .en el código como de las no incluidas; b) si en vez de dictar :Un
sino ~ás bien- una abstenéión. ,Y entonces, sería viable suponer que cuando nc? código de fondo el congreso· legisla parcialmente sin unidad global algunas
.hay .codificación ~ino legislación dispersa debe. enfocarse institución por ínsti- ' .
instituciones de la maieria, las no legisladas suscitan ~a competencia temporal.,"
tución aisladamente y decir: la legislada por el congreso se retrae a las pro- de las provincias para. legislar las omitidas, según el art. 108; e) .e~te presu-
vincias; la no .legislada, se les remite momentáneamente. Su¡I\adas todas las ' puesto'clel inciso anterior se consolida cuando, tratándose de la ley que impe-
• • - • J
lnstituciones·legisladas por .el congreso,. y no agotada la serie integral de la rativamente se menciona en el art. 14 bis, el congreso no la ha dictado ni bajo
~ateri~, creem~d que ]¡¡.falt¡t.de coslificación permite admitir que lo que queda forma de código ni· como legislación dispersa. De ah\ 'que, por ej., esfa inter-
'
~

-552- ,--553-

prelación faculte a las_ provincias a legislar sobre participación en las ganan- cía precursora, y que afgnnas constituciones locales de la misma época de la
cia,, a falta de ley del congreso sobre el punto, y sobre los ámbitos de la segu- reforma de 1957 rubrican esa inclinación. Pero el problema no consiste en el
lidad social no abarcados en el derecho vigente por el congreso. '
lucimiento normativo e ideológico que tales fórmulas confieren a las codifi-
Veamos, por fin, una. regla de la Corte Suprema, referida a las leyes. Dice caciones locales, sino- en saber si el derecho provincial está )labilitado para
la Corte en el caso "Vialco, S. A. c. Agua y Energía", dé! 24 de febrero de reglar la materia. Primero digamos algo bien sabido, y es qu'e según el art.
1981, ED, 9~782, con remisión a precedentes, que eq la interpretación de las 59 de la constitución federal, y el mismo art. 31, toda la parte dogmática de
leyes !¡ay que dar pleno efecto a la intención del legislador, computandq la la constitución queda como trasvasada a las constituciones provmciales, y que
·totalidad de los preceptos de -manera que armonicen con el ordenamiento ni éstRS ni las demás normas locales pueden oponérsele. Segundo, advirtamos
jurfdico restante y eon los_ principios y garantías de la cons'titución, y que en que las f6rmulás de constitucionalismo social en los textos locales no nos inte·
casos no contemplados se ha preferir la inteligencia que favorece y no la que resan ahora en cuanto a. su eventual compatibilidad o incompatibilidad con -]a
perjudica aquella armonía y los. fines perseguidos pbr las normas. Si aplica- parte dogmática de la· constitución federal, sino en lo referente a la compe-
mos esta pauta,· decimos:· a) con respecto a los ,arts. 67, inc. 11 y 108, el ! tencia local para ocuparse de la cue_stión. Esíá bien, por ejemplo, que una
constituyente quieré que haya Iegislac!6n civil, comercial, penal, de minería ¡ constitución provincial contenga normas que, por su forma de redacción, reve-
y de trabajo y seguridad social, y por eso, mientras no la haya por ley. del len el acatamiento eri sede local a los principios del art. 14 bis; y la protecciów
'
congreso, puede haberla por leyes provmciales; .b) con resp!'cto a los mis¡nos que el estado provincial depara a los derechos consagrados en él. Pero lo que

artÍcu1os 'COOrdinados con el 14 bis, el constituyente quiere, a SU vez, Cfn expre- resulta inconstitucional es que esas normas digan -por ej.- ,que la "ley" (por
siÓn enfática, que esa le.- "asegure" y "establezca" determinados detechos que supuesto provincial) estableperá, garantizará, asegurará, etc., tal o cual cosa
delx>n gozar de protección, o respecto de los cuales el estado tiene que otor- qúe, por relación con el art. 14 bis, resulta de competencia federal. Véase
gar bené~icios. NueJtra interpretación debe fa_vorecer y no perjudicar la cohe- -por ej.- cómo la _constitución de Formosa hace obligatoria la participación
rencia y los fines de toda~ estas normas constitucionales; por eso, si no, hay en los beneficios empresarios en un minimo del 5 %. Esa norma infringe la
código de trabajo y seguridad social, las leyes no dictadas por el ccm_greso supremacía federal del art. 31, y lo dispuesto en el 67, inc, 11. Bnena reco-
en una materia o institución propias de) campo de aqúel derecho, .abren lugar Il):endación es, entonces, la de que las 'constituciones lqcales asuman las decla-
a las leyes sustitutivas de las ·provincias. Con esta interpretacióll creemos crm1- raciones de la constitnción feder~l, y -que la materia del cohstitucionalismo
plir la regla que suministra ·]a Corte. Esto en el área constitucional donde provincial 'en lo económico sdcial se dedique al área de los poderes retenidos,
hacemos jugar los arts. 67, irlcs. 11, 108 y 14 bis. En el terreno inferior de de los concurrentes, y de los concertados interjurisdiccionalmente. El resto, es
la legislación/ donde dice la Corte que hay que armoni7.ar la totalidad de crear expectativas falsas. ('6).
preceptos con el orden juridico y con los principios y garantías de la consti-
tución, decimos que nuestra interpretación se compadece con ·esta pauta cuan-
XXXVII - EL DERECHO COMÚN
do, para salvar la ansencia de legislación en muchos sectores del art. 14 'bis
qne rec<_mocen derechos, admitimos que a falta de codificación legislen u·ansi-
61 - No parece discutible que el empalme del art. 14 bis (en cuanto pre-
toriamente las provincias en los espacios omitidos por las ley!'s del congreso.
vé legislacipn reglamentaria) con la competencia del· congreso para dictar el có-
· 60 - El comentario alrededor del art. 1Ó8 nos sugiere ábordar un último digo de trabajo y segnrjdad social (art. 67, inc. ll), empiazan 'tal legislación
aspecto relacionado con él: se trata de los textos de las constituciones provín- -sea codificada o sea dispersa- en el ámbito del llainado derecho común, y no
' ciales que contienen _normas sobre constitucíonalismo social (15). Es cierto que del derecho federal. Esto es importante, más allá de lo doctri~o, por algunas
éste ha: mostrado· en nuestro derecho 'público provinciaL una marcada tenden- proyecciones prácticas.

(15) Véase TlssEMBAUM, MARrANo R., El derecho público ·provincial y el constitu- (16,) Véase FRíAs, l'Eono J., Introducqión al derecho público provincial, Depalma,
cion.alkmo socúd, Rev. Jurídica, Faculta'd de Derecho y Cieqcias Sociales, UniveiSidad Na- Buenos Aires. 1980, en el rubio de la, 2\1. parte titulado Laa cláusulas ecohJ5mioo-soclales
cional de Tucu.mán, núm. ~. 1958. · en el derocho púOlico ¡n-ooincial, p. 157 · y sigtes .
....
-~- - 555.-
Asi, si es derecho común, deben respetarse en su aplicación las jurisdiccio- reglamentaria se ¡licte. Lo que es igual, el derecho discernido programática-
nes locales -judiciales y adlninistrativas- que se reserván en el rnis1llo inc. 11 mente no es ejercitable, no es susceptible de ser gózado, se frustra, permanece
del art. 67 y en ei art. 100. La pura interpretación de esa legislación común no a la expec.taÍiva. A1go así .como e) acreedor de ~n deudor insolvente que, deJ>e
suscita caso federal simple a 'los fines del recurso extraordinario ante· 1,. Corte agu"rdar una mejora en el p1tri.monio del obligado· para hacer efectivo su cré-
y en este sentido, para el área de la legislación en materia jubilatGria, es bueno dito, aun cuando éste ya esté reconocido por sentencia firme.
recordar que la misma Corte sigue ese criterió desde q~e en el caso ''Rufina Ri-
Hay derechos del art. 14 bis que son claramente operativos,. por ej., ·]a· es-
veras de Pacheco", del 20 de mayo de ~976~ abandonó su primitiva pero hasta
ta'bifidad de(empleado público, la. huelga, ']a· igual remuneráción por igual tra-
entonces reiterada doctrina de que las leyes jubilatorias eran federales.
bajo. Estos derechos adm,iten la reglamentación~ p;ero nO la exigen imprescin-
Ahora bien, corno ya tuvimos oeasión de decirlo antes, que estemos en la diblementc. En cambio, no parece dudoso que la participación en las ganap-
zona del·derecho común no impide que, de •involucrarse a raíz de su aplicación vias empresarias es un derechq_ ·formulado en -norma programática.
en una causa, alg¡ma cláusula constitucional del art. 14 bis relativa a los ,dere·
Tal vez quedarían en zonas grises otros 111uchos del at;ticulo. El salario mí-
chos réferidos al trabajo, a. los gremios, a la seguridad social, étc., se ·abra la
nimo, vital y móvir requiere que la ley le fije su cifra dineraria y su reajuste
competencia de la Qorte por recurso extraordinari() para resolver el punto regido
periódico;~ el descanso y l~s vacaCiones pagados parecen reclamar una ley que
por la constitución y para interpretar las t¡omJas de ésta, que,. por supuesto,
de_termine cuándo y cómo se gozan, etc.
son siempre federales. Ha errado pues, la Corte, cuando ba esquivado la cues-
De tódos modos, tanto las norn1as claramente programáti~as 'CO~o estas
. ti6n constitucional so pretexto de' que la materia de la causa era de derecho
~tras que dejan dudas sobre su naturaleza, tienen un efecto_ impeditivo muy
común. Hurgar en el magma del derecho común el punto regido PG>~ la cons-
titución, llegar a su frontera, rescatarlo y· decidirlo, para nada altera la compe- claro: ni las leyes, ni los convenios colectivos, ni los contratos individuales, pue-
tencia que la Corte debe asumir err instancia extraordinaria sobre cuestiones Je- den disponer nada en contrario. Sería inconstitucional. cualquier notma que
ilerales sirnpfes y complejas. privara del descanso, de las .vacaciones, de la participación en los beneficios.
Simultáneamente, las cláus~las de marras dan una pauta indicativa y orienta- '
XXXVIII . CLÁUSULAS PROGRAMÁTICAS - dora parll los c~mtenidos norrna_tivos de las leyes, de los convenios colectivps, y
de los contratos individuales.
62- Un examen de detenida meditación sobre .el modo. como está· formulada
cad,, cláusula del art. 14 bis puede rendir el provecho de detectar si• el aere- Más Etllá de l,a neces.aria reglamentación, recordemos que la Corte ha di-
cho que anida 1en cada una está enuncia¡lo de forma operativa ·o de forma p;ro- cho que, pese a estar las normas .del art. 14 bis dé~tinadas directamente al. con-
gramática. Nr/ es del caso entrar ahora a la dilucidación de l¡¡s normas opera-. greso, también loca darles apii!"lción en la medida de su competencia y eh su
ti vas o autoejecutorias y de las norma.s programáticas en las. constituciones, del ámbito propio, a los otros poderes del estado. Es así como cualquiera de esas
valOr que tienen, de los efectos que producen, etc. Es una cuestión a' la que la normas, no obstante su programaticidad, rinden utilidad _para que los tribuna-
teorí~ constitu_cional ha prestado suficiente atención. Lo único que brevemen- les las computen al resolver la,s causas vinculadas a ellas: Un juez podría re·
te tenemos que recapitular aquí es .~1 sentido de las referidas cláusulas: se dice putar arbitralio el despido indirecto fundado en la negativa pattonal a conce-
que ·las operativas se aplican y funCionan sin necesidad de reglamevtaci6n ni .der vacaciones pagas, en la obligaci6r¡ injliStámente- impuesta a( empleado de
actividad ulterior de los 'órganos de poder, en tanto las programáticas nece- trabajar los siete días de la semana sin respetar el descanso hebdomadario, e'n el
sitan para esa aplicación y ese funcionamiento la muleta de la norma-reglamen- pago de un salario desacorde con la~retribución justa, en condiciones indignas
taria que las <)etermine, especifique, concrete,_ etc. Y todavía más: ,se añade de labor, en la 'provisión de una vivienda insalubre, etc.
que, en ausencia de la nonnación regl~entaria, 1~ nonna conStitucional pro- ,. Pero mucho más impoÍtante es el -planteo que ya hemos efectuado antes de
gramática no goza 'de andamiento propio. Cualquiera, capta el problema que ahora y que reiteraremos. Es el de la inconstitucio_11lllidad por omisión. 'Para
aquí se esconde: -5( la norma .programática, reconoce u otorga un derecho sub- .nosotros, las cláusulas programáticas que confieren derechos no pueden ser po's:
jetivo, el titular de éste no ló ·pu<:de hacer valer- ni operar basta qu<: la norma tergadas ·en su aplicación por la inercia, la de~idia o la ·mora del congreso en / .
--"556-
-557-
reglamentarias. Así como es inconstitucional hacer lo que la constitución pro-
te extravagante de esta tesis se atenúa. si recordamos que en el caso "Siri,~ de
hibe, lo es igualmente dejar de· hacer lo que ella manda. Y cuando la constitu-
1957, la Corte abrió la vía sumaria del amparo con solo interpretar y aplicar la
ción reenvía un derecho programáticamente fonnulado a la legislación, el con-
constitución, supliendo la ausencia de legíslación procesal reglamentíuia de

¡
'
greso tiene el deber de dictarla; so pena de que, transcurrido un lapso· pruden-
esa garantía, cOn lo que rescató ·un doble esfuerzo: p'riméro, interpretar, en caso
te y razonable ~n hacerlo, su OI'\'isión sea contraria a la constitución. Alguien
de duda, que una cláusula constitucional es operativa y no programática; se-
dirá,_ entre -otra~ cosas, que si la, constitución declara un derecho en- forma pro-
gundo, dar operati~dad en sede,judicial a las cláusulas programáticas.
g~mática,_ y· por ende ere derecho exige ser legalmente reglamentado, la cons-
titución quiere y habilita el resultado de que mientras no se lo reglamente no
E_!! el m~rco del art. 14 bis, cuyo texto claro e indudablé ya hemos dicho 1
pueda ser ejercido, i!Iganílo con el efecto posible de que el sujeto titular de ese
de~echo vea postergaao su goce por ausencia de reglamentación. El argumento que obliga al congreso a dictar leyes que aseguren y establezcan los derechos
no nos gusta: la constity.ción es suprema, y suprenia quiere decir que nada ·m que la norma enuncia tajantemente, resulta fácil -para nósotros, muy fácil- de-
nadie puede entorpecer su vigencia y su aplicación, tampoco el congrew re- tectar una omisión inconstitucional a veinticuatro años de efectnada la refor-
zagado que retarda la legislación complementaria. De-ahí que cuando la absten- ma de 1957; por cada norma programática no reglamentada legalmente. Los su-
ción de un órgano de poáer involucra daño para el titp.!ar d~ un derecho anida- jetos titulares de derechos que tropiezan cc;m su pleno reconocimiento y su dis-
frute por esa mora legislativa, tienen, puest a su disposici~n, la vía judicial con
"
do en una norma constitucional programática,.ere sujeto debe quedar legitima-
·do para impulsar judicialmente el control de constitucionalidad: Los sx>nteni- la cual demandar su pretensión, alegando inconstitucionalidad por omisión, e

dos de h1 constitución gue resultan inaplicados por omisión legislativ¡t 1convier- impetrando del- tribunal que remedie la laguna legislativa. Al fin y al cabo,
ten a esa parte del texto constitucional en nominal, en .cláusulas donnidas o blo- es un caso más -curioso pero no anómalo-- de control judicial de constitucio-
queadas, y los agraviados han de tener a su disposición un remedio eficaz con- nalidad. ¿Acaso si_ se II)e niega arbitrariamente un pasaporte para salir del pals
, ' ' no i¡niocaré el derecho de salida, y pettcionaré que se ordene al órgano renuen-
tra ese falseainiento.
te a expedirme la -documentación injusta o ilegalmente negada o retardada? No
¿Cuál es esa vía reparatmia, en un sh-tema institucional de control conrutu- - vemos demasiada diferencia con la sugerencia qul' proponemos para los su-
r:ional judiciario limitado en su marco y en sus alcances como es el que opera puestos en que una norma programática de la conrutnción que contiene un de-
en el orden federal arge_ntino? Por de pronto, rehusamos de plano el argumen- recho se ve trabada en su eficacia pdrque no se ha dictado la nórma ulterior
to eje que los tribunales nada pueden hacer frente a norm.y; programáticas •in reghlmentaria.
•reglamentaciÓit porque la di,~sión de poderes les veda suplir la ausencia de ley
reglamentaria.''Eso equivale a negarse a fallar por falta de ley, y eso es denega- Sübre las .cláusulas programáticas del art. 14 bis se nos ocurren -además-
ción de justicia. Además, si falta-la ley, no es.tá ausente hl norma de la conoti- otras argumentaciones. Así, si conforme. al art._-28 los derechos no pueden ser
tución que, aunque· programática, existe. dentro de un contexto. revestido do su- "alterados" por las leyes que los reglamentan, el principio cabe para enunciar co-
premacía. Entonces, el tribunal ha de llegar a ~erificar si la omisión en regla- mo complemento que tampoco es viable alterar derechos programáticos por
mentar la cláusula programática' presenta el rasgo de la inconstitucionalidad, falta de legislación anulatoria o .dilatoria. Y ~i, además, el art;. 24 impele al con- ,,
y si lo ·exhibe, ha de declarar la inconstitncionalidad por omisión. De alú en
••
greso a promover la reforma de la legislación en todos sus ramos, es evidente
más, como la falta de ley reglamentaria significa una laguna o carencia de nor- que la trinidad de los arts. J4 bis, 28 y 24 nos desplaza a la afirmación de que
ma en el ordenamiento legal, ha: de integrar el orden normativo lagunoso, " partir de la reforma de 1957 el congreso debe obligatoriamente ·dictar la le-
creando "!!ara el caso" a resolver la norma que rellene la laguna, a cuyo efecto gislación que ponga a,l día y en funcionamiento efectivo todos los derechos del
dispone de dos _métodos: a) la autointegracióú, acudiendo a soluciones del propio artículo nuevo, incluidos los deClarados en cláusulas programáticas.
derecho positivo mediante la analogía ·o los p1incipios generales; b) de fraca-
/
El tema no queda agot~do, pero sí insinuado con vehémencia Y, claridad.
sar ese camino, la heterointegración, · acudiendo directamente al valor justicia,
_A los fines de este estndio supohemos que )as reflexiopes antecedentes son bas-
a la justicia material, para discernir la solución justa. En suma, lo apÍmmtemen-
tantes, y no requieren abundar en otras consideraciones accesorias.
Ir.'
-558- 1 -559-

XXXIX- BALANCE DEL AIIT. 14 BI& pl<: inscripción en un registro, y con Ja. razonable igualdad exigida p~r el
pluralismo, no son realidades en el sindicalismo argentino.
63 -- Profesando la creencia irtsfilosófica en el trialismo, tenemos que in-
Los tres derechos conferidos a los grem1os en la segunda parte -fuera
vestigar cómo ha f'uncionado y funciona la norma del art. 14 bis en lo-que lla-
mamos el derecho corrstitucional material. Haremos un rápido rastreo de ~a di- de la suspensión temporal de sú ejercicio a que ya aludimos- han tenido en
general oportúnidad de vigencia.
me-nsión sociológica o real, y de la dimensión dikelógica o de) valor justicia. Una
primera observación nos lleva a reiterar que en muchos aspectos el congreso
no ha cumplido su obligación legiferante, p~diéndose tildar, a esta distancia
Las garantías de los representantes gremiales han conocido en algunas eta- :¡
pas la exageración inconstitucional del llamado fuero sindical y de la interven-
temporal de la refor~a, de inconstitu,cional cada una de sus omisiones. ción- de organismos administrativos más allá del sentido ortodoxo que la pro-
tección tiene.
Unf.i. segunda observaci~n nos conduce a verificar largos períodos de sus-
pensión en el ejercicio de algunos derechos (contratación colectiva, huelga, etc.) En ét campo de la seguiidad social es donde resulta más difí·,il detectar
so pretexto de situaciones de emergencia, sin que judicialmente se hay:i desca- si el funcionamiento de la'norma se .ha adecuado o' no al textJ, porque la con- ,¡
lificado esa suspensión prolongada. clusión. depende de la interpretación que se otorgue a esta terce-ra parte del ar- :¡
tículo, y_ ya sabemos que es ambigua, confusa, dudosa e imprecisa. De toJos
.
_En tercer lugar, el cóCligo de trabajo y •eg!JJCidad social no se ha dictado
modos es palpable que quedán necesidades sin cobertura, o con ·cobe¡tura in-
como unidad sistemática, sino a través de leyes dispersas que no han cubierto
1 suficiente. Baste citar, como ejemplos al azar, la desocupación y la dificultad
la totalidad de la materia. 1
de acceder a nna vivienda digna.
Por malos condicionamientos socioeconómicos y políticos, hay dereahm;
La eficacia parcial de la reforma de 1957 no conduée, entonces, a una ob-
disminuidos que, en realidad, no operan conforme a la pauta ·del articulo: Así,
servación optimista de la re\llidád.
el salário mínimo no es vital, y una buena parte de las remuneraciones prome-
dio muestra que éstas rio son justas. Dikelógicamente, el art. 14 bis parece contener propuestas justas. El va-
Funcionan, en cambio, las cláusulas sobre duración del· trabajo (jornada, lor justicia nos s,eñala que hay qu<J' mantener las realidades justas, que hay que
descanso, vaCaciones, despidO). superar las injUstas, que hay que esforzarse por crear condiciones que hagan
viable la plena operatividad' del artículo. :Para m¡IChas de sus partes es impe-
La estabilidad del empleado público· ha sufrido, en el derecho judicial, una
riosa una política imaginativa, ágil y eficaz en el campo socioeconómico; para
mutuación qu'f' la ha transformado en estabilidad impropia. Las 1'ep'etidas le-
otras; la actividad hasta ahora rezagada ·de la ley. 'Para todas, el impetu que
yes de prescindibilidad, y el ajetreo político y partidario han dado lugar a alla- / .
viene del mismo valor .justicia cuando el estado, y la sociedad son permeables
namientos inconstitucionales de la estabilidad en sentido propio.
a sti deber ser idear exigente .. El art. 14 bis. espera mucho,.muchisimo, del pre-
La participación en las ganancias, el control de la producción y la colabo- sente y del futuro.
ración en la dirección de las empresas, son .cláusulas dormidas que reyelan una
!nutación por sustracción: ni siquiera empezaron a ~tener vigencia sociológica.
XL- EPÍLoGO
La' organización sindical libre y democrática ha transitado por mutaciones
que, como rasgo común,, exhiben la tendencia al sindicato único, Cuando n'o 64 - El cierre de nuestro estudio sobre el art. 14 bis nos reconduce a in-
su imposición, Jo· que, pese a las variantes legislativas, permite decir que tegrar su texto en el amplio complejo normativ.o de la constitución. Una cons-
el pluralismo sindical libre no existe realmente, y que la personalidad gremial titución que alberga pautas y valoracionés concisas cada vez y siempre que in-
ha venido a producir ese resultado debido a la casi constante presencia de una voca el afianzamiento de la justicia, la promoción del bienestar general, el ase-
sola asocia<:>iÓn dotada de esa personalidad que, además, absorbe la totaÜdad o guramiento de los beneficios de la libert~d, ha de derivar a la ya sugerida in-
casi totaliqad de los derechos gremiales. <El reconocimiento por la sim- terpretación generosa y benefactora del artículo nuevo. En la aplicación exacta
1
-560-

~[
r 1 ·:

y total d_e sus cláurulas dilatan su campo las políticas •?ciales ·de justicia, de
111
bienestar y de desarrollo, de libertad, de-liberación. Cuando ÜRTEGA y CASSÉT nos
·~··
decía urgénternente: ~~argentinos, a las 90sas'', nos daba una recomendaci{m
LA NORMATIVA ETICO-JURIDICA DEL 'CONTRATO DE; TRABAJO ;¡'~ !
utilfsima: no nos quedem6s en Ja escritura de normas satisfactoriaS: apliqué- -lil:
moslas, démosles vigencia, hinquémoslas en la realidad de nuestras relaciones Por GuSTAvo PALAu PossE
1

11 11!!
' 1,
wciopoliticas. Que el art. 14 pis emerja de Su. 1etargo, despierte del sopo; que
adormece nmchas de sus normas, adquiera la efectividad que la supremacía de l.\11
Nunca c:->mo en la actUa1idad oyóse mencionar- y apehr tan seguido a los
la constituciÓn impone. Si no: la burla a las declaraciones formales encontrará 1 llan11dos f'Derechqs H'umanosu o "Derechos del hombre·"'; pero tampoQo nunca,
un motivo más de acusación contra el constitucionalismo social de la libertad,, y como ahora, se vive una magnitud de violaciones a esos derechos, ni existió,
tachándolo de estéril o de mezquino. El complemento normológico de los de- tampoco, un alejJ,miento por -parte d~ tantOs seres·hwnanos de los· fundamen-
rechos Ílamados sociales en nuestra carta magna compromete y acucia a nues- tos uuténticos de tales qerechos. Pocas veces, también, se ha confundido tanto
tra democracia, no a la que se platica o se describe en textos, sino a la q';'e se ,, y utilizado con fines interesados al hombre, sin previamente, establecerse un·
concepto unívoco sobre él. ~ 1
practica, se ~ve, se defiende y se promueve. ·
Creemos que dsas divergencias provienen de una diferente apreciac~ón
Un poco.al margen de lo estrictamente- juridico, se _nos hace verdad que sobre qu,é es cada ·uno de los componentes del concepto mencionado y dificil
la aplicación integral de la doctrina social de la .Iglesia ·sirve pa,ra iluminar los n·sultará lograr un autélltico §entido unívoco si, previamente, no se utiliza
planes de aplicación del art. 14 bis, y que el magisterio conciliar y pontificio un común denominador pa:ra establecer qué es el Derecho y qué es e!' Hombre.
es una fuente de inspiración segura para su operatividad. Todo lo que el artí- No es éste nuestro teu\a de hoy, pero hemos querido esbozar la cuestión
C'llo con_tiene seo compadece con las ejlseñanzas ec]esiales; lo _que· SÍ DOS ,repro- parn 'que se c9rnp_renda un aspecto parcial, p~ro no por ello menos importante,
de lo que es la unidad del derecho y.Jos/fundamento~acionales de la e"'is-
chamos y deploramos es que nuestra réalidad sociopolítica y económica JJO tencia de tal unidad en el ámbito que hoy trataremos.
brinde dinamismo ni encarnadura completa a lo que la doctrina católica P!'O-
Si entendemos por derecho la creaCión de un orden social iusto y consi-
ponc, a lo que el art. 14 .bis describe normológic¡un.enie, y a lo que el valor deramos que el derecho es, por lo tanto, el objeto de la fudicia, debemos creiJr
justicia reda.Ifla. que. como ··estructura ordenadora", forma una unidad.
Ahora bien, si hi soCiedad a la cual va dirigida la justicia es aqueÜa que
el der~cho debe ordenar en persecución del bien común qne es el objeto del
1

derecho como estructura ordenadora al servicio del hombre y éste es él com-


pmicnfe de esa sociedlfd, la que no es anterior a- él, es porque ese hombre
conlleva con sU naturaleza, tambiéri, un ordenamiento ínsito en su persona, "
que, a la vez, es común a todas las personas .• Hay, pues, dentro del o~den
único del derecho, una pluralidad de derecho_s igualmente· originarios.
¿Dqnde están escritos los llamados "d"rechos humanos"? ¿De dónde nace
el (lereclw a la vida, el de educar a los hijos, el de asociarse libremente, el -
de trabajar, etc.? ¿Qué legislador ha creado semejantes norm¡¡s? ¿Cómo puede
el hombre conocer lo recto, '1o derecho'' y cómo puede conocer que su derecho
) . .
1· no puede llegar más allá de donde llega el ·de s¡¡ prójimo? Es indudable 'que
' r el hombre tiene "fipes vitales prescritos en su naturaleza" de los cuales deri-
1
van para él re8¡xmsabfl¡dades y a cuyo. cumplimiento está obligado. "En este
.<entido vale plenamente el oicho de RuooLF VON IHEIUNo: •el fin -es· el crea-
dor del derecho•." (!). Aqui encuentra el hombre el principio juridico moral

~{Í) MEsSNER, ]OHANNEs, Etica Gdieral y Ap1icada, Edic. RIALP,.s. A., p .. 2D2 y sigtes.

.
,,, 'I'YSS -16
-560-
1
y total de sus ~láusulas dilatan su ciunpo las políticas s?ciales de justicia, de
bienestar y de desarrollo, de libertad, de liberación. Cuando ÜRTEGA y GAssE-r nns
decía urgéntemente: "argentinos, a las cosas", nos daba una recomendación
LA NORMATIVA ETICO-JURIDICA DEl'.. 'CONTRATO DE; Tf\ABAJO'
utilisima: no nos quedemÓs en la escritura de normas satisfactorias: apliqu~­
moslas, démosles vigencia, hinquémoslas en la realidad de nuestras relaciones Por GusrAvo PALAU PossE
wciopolíticas. Que el art. 14 ,bis emerja· de su -Jetarg~, despierte del sopor que
adormece nmch¡¡s de sus normas, adquiera la eféctividad que la supremacia de Nunca c:-lmo en 1~ actu_alidad oyóse mencionar y apehr tan seguido a los
la constitución impone. Si no: la burla a las declaraciones formales encontrará llam1dos "Derechos Humanos" o ''Derechos del hombre"; pero tampo<;o nunca,
un motivo más de acusación contra el constitucionalism0 social de la libertad, como ahora, se vive UJ?a magnitud de violaciones a esos derechos, ni existió,
tachándolo de estéril o de mezquino. El complemento normológico de los de- tampoco, un alejJmiento por ·parte de tantos seres· humanos de los· fundamen-
tos uuténticos de tales derechos. Pocas veces, también, se ha confundido tanto
rechos Í!amados sociales en nuestra carta magna compromete y acucia a nues-
y utilizado con fines interesados a] hombre, sin previamente, establecerse un-
tra democracia, no a la que se platica o se describe en textos, sino a la que

se concepto unívoco sObre ·éL
practica, se ~ve, se defiende y se prQIIlueve. Creemos que esas divergencias provienen de una diferente apreciac~ón
Un poco al margen de lo estrictamente· jurídico, se nos hace verdad que sobre qué es cada uno de los componentes del concepto mencionado y difícil
n·sultará lograr un auténtico sentido rmívoco si, previamente, no se utiliza
la aplicación integral !le la doctrina social, de la .Iglesia ·sirve pará iluminar los
un común denominarlor para establecér qué es el Derecho y qué es el Hombre.
planes de aplicación del art. 14 bis, y que el magisterio conciliar y1 !pontificio
No es éste nuestro tel;!Ía de hoy, pero hemos querido esbozár la cuestión
es un¡l fuente de inspiración segura para su ?peratividad. Todo lo que el artí- parn 'que se CC)mprenda un aspecto parcial, p~ro no por ello menos importante,
/

c,Ilo COI\tiene se compadece con las ep.sepanzas eclesiales; lo _que sí nos ..,repro- de lo que es la unidad del derecho y -los, fundamento~acionales de la e¡ds-
c-hamos y deploramos es que nu~stra realidad sociopolitica y económica no tenC'ia de tal unidad en el ámbito que hoy trataremo§.
brinde dinamismo ni .encarnadura .completa a lo que la doctrina católica pro- Si entendemos por derecho la crea'ción de un orden sociaL fusta ·y consi-
pone, a· lo que el art. 14 bis deséribe nonnológiC¡liDCnie, y a lo que el wlor
l deramos que el derecho es, por' lo 'tanto, el objeto. de la justicia, debemos creer
quÉ'. . como ..estructura ordenadora", forma una unidad.
justicia reclama.
Ahora bien, si la soCiedad a la cual n dirigida la justicia es aquella que 1
el derecho debe ordenar. en persecución del bien común que es el objeto. del .,
derecho como estructura ordenadora al servicio del hombre y éste es él com-
poricnte de esa socieclá'd, la que no es anteri.o_r a él, es porque ese hombre
conlleva con sU naturaleza, tall!hién', un ordenamiento ínsito en su persona, ,
que, a la vez, es común a todas las personás. Hay,' pues, dentro del orden
único d!'l derecho, una pluralidad de derechos igualmente originarios.
1'
¿Dónde están escritos los llamados "derechos humanos"? ¿Dé dónde nace
el óerech_o a la vida, el de educar a los· hijos, el de asocia;se libremente, el •
de trabajar, etc.? ¿Qué legislador ha creado semejantes norrn¡¡s? ¿Cómo puéde l
el hombre conÓce¡- lo recto, '1o derecho'' y. cómo puede conocer que su derecho ' '
no puede llegar más allá de donde llega el ·de Sl! 'prójimo? Es indudable que
el hombre tiene "fines vitale~ prescritos en su naturaleza" de los cuales deri-
van para él T~ades y a cuyo cumplimjento está obligado. "En este
< .,
sentido vale plenamente el aicho de ·RUOOLF VON IHERING: <el fin•.es· .el crea-
dor del derecho• " (U. Aquí encuentra el hombre el principio juridico moral
-~ '
- ( 1) MESSNER, JoHANNES, Eti"" General y Aplicada, Edic. RIALP,- S. A., p. 202 y sigtes.

TYSS -16
--' 562 -

superior: a cada uno lo suyo. Lo suyo incluye todos los derechos cuyo respeto
por los demás reclama cada uno. Estamos frente a la conciencia moral d0l
derecho. Entendemos que el derecho y la moral no deben confundirse, pero
r - 563.-

Al resp_ecto, normalmente resulta hábitual.entender que el ordenamiento


juddico forma una unidad, ya se la llame así u· ·orden. "Esta unidad existe
también que no puede haber verdadero derecho que contradiga. al derecho pnr ser una realidad social regulada y estructurada. Sea una comunidad o una
-sociedad, sea· el conjunto de varios sujetos vinculados por una o varias rela-
moral, porque los principios a los cuales nos venimos refiriendo copstituyen el
a priori frmdico como parte del. a priori moral. ciones jurídicas, toda reali(\ad social, en cuantó que es ordenable jurídica-
mente, es una. Y no podía ser de otra forma, pues el mismo concepto de ord~n
Tampoco es nuestra pretensi<Jn convertir este tra-bajo en una} especulación
presapone una pluralidad unificada de una u otra forma, ya sea por el
filosófico-jurídica, pero reiteramos qve no es posible continuar elaborando doc- !1·
Pspacio;- ya s~a por el fin,. ya sea porque se trata de partes de un ente. Cosa
trinas sobre los derechos humanos: los derechos subjetivísimos, cte., si no
similar cabe decir de la estructura; no se habla de estructuras allí donde no :1
conocemos, previamente, el significado de los términos y del lenguaje y la
~h1y composició11 y, por tanto, pluralidad unificada" ( 3 ).
razón de ser de cada uno de ellos en relación con lo que pretendemos signi-
Éic'li·, o si, por lo menos, n'? partimos d~ un principio unívoco sobre el Parti- L1egamos así a otra conclusión: si como dijimos, entendemos por dere-
cular. P.orque el lenguaje, en definitiva, es un conjunto de signos. que el hom- cho ia.creacWn de un orden justo y, por lo tanto, e]~ derecho es el objeto de 1
bre utiliza para expresar su pensamiento y transmitirlo ,a los demás. Si esos la justicia y la unidad u "orden" jurídico existe, por ser una unidad social 1'.¡
signos que expres~n conceptos no ponen de manifiesto sino conceptos equí- regulada l' ·estructurada, deberá ser ·distintivo peculiar del derecho, -ordenar
11
vocos, no lograremos una conclusión seria. _Desgra'ciadamente vivimos un mo·- 11 hombre -al hombré l::omo persona- en relación a los otros hombres con-
mento histórico en el que, como nunca, las~mismas .palabras significan ideoló- form1ntes de la sociedad particular o general, para obtener el bien común,
gi<;:amente conceptos opuestos. . . y algo de. ·esto sucede ,con los ¡llamados ya sea parcial o general, según sea el ámbito de tal comunidad social.
' "derechos humanos». 1 Existe, pues, -o debe existir- una Íntima vinculación entre la ley natu-
Nos hemos preguntado- de dónde nacen esas normas no escritas, neceSaria- ral~
y la ley positiva, iluminando la primera a -la segunda, porque la fuerza
mente; y la respuesta no puede ser otra que de la propia natúraleza trascen- • de la ley positiva depende del nivel de su ¡usticia.
dente del~ IÍombre, porque 'si él tiene derechos irrevocables y es, además, el La justicia implica el reconocimiento del derecho del "otro".- Ese otro es
ser social pór excelencia, está incondicÍonahnente obligado a dar "al otro" lo a qniei. algo le es debido. Es decir: exist!' un debiium y una cosa debida y
que le~ cOrresponde. "Si es cierto que hay algo que le corresponde al hombre en el desarrollo de las inúltipies relaciones humanas ordenadas ·hacia el bien
sin paliativo .de ningún género, que el hombre posee irrevocablemente un común esa cosa debida, cuando es satisfecha, ha cumplimentado el déber de'
"swum", un "derecho" que .P.uede defender contra cualquiera y que a todos justjcia.
, obliga al menos a no lesionarlo, ello es porque el hombre es pe:rso=, vale
El legislador, pues, debe crear las formas (ordenamientos) necesarias para
decir, un. ser espiritual, que es un todo en sí, que exiSte para SÍ y por sÍ y
el mejor desempeño del hombr~ en sociedad y cpando tales or<;lenamientos
en vist~ de sP propia perfección" ( 2 ). Por eso cabe agregar con MESSNER (ob.
' positivos no se adecuan a la realidad (no con su sentido de costumbre o
cit. ·p. 208),. que cuando se niegan los derechos humanos básicos, sigue,
modo de ser social del ;,omento)., o no poseen por finalidad .una justa com-
sin. embargo, cada uno convencido de que es ·sola111J~Jme el uso de los derechos
pensación de derechos y deberes, la ley positiva se "desnatura];¡zd', se "chl#e-
lo que se le ha quitado, no los derechos mismos. · ·
_rarqUiza", pierde su razón de ser.
Existen, pues, derechos ínsitos en el' hombre, a los cuales los antiguos,
~desde AlusróTEr.Es, dieron en llamar "derecho natural"; pues los consideraban El ordenamiento laboral en nuestro pals nace con un sentido ético puesto
coll5ustanciados con la náturaleza humana y provení¡m de su propio ser. como al. servicio de esa realidad social. Esa realidad -aunque ·ello ·pueda no sér
norma imperativa. Henios dicho, tambié~, que el d~recho es m¡a éstructura compartido por algunos- poseía una tradición humaniSta heredada de las
y norma de] hombre en·~ cuanto ser social. Como tal, por Jo tanto, debe orga- leyes españolas y de las propias Leyes de Indias, donde la protección del
nizarse .bajo normas elaboradas que tiendan hacia la convivencia en orden, .hombre como' persona estaba resguardljda con sabias disposiciones que demos-
paz y justicia, por lo cual necesita elaborar el sistema de normas positivas traban un marcado cuidado protectorio hacia quienes realizaban tareas rura)es
( positi~, pmitws, puesto;), ' . o propias de la arte~anía y de la incipiente industria de aquellos momentos
Esta dualidad (derecho natural-derecho positivo),- debemos concluir que . históricos ( •) .
se da, pues, ,dentro de un único orden jurídico; la dualliiad se da en Ja wnidad -----
(3) IZQuiERDO, MIGUEL SANOH'O y lli:HvADA, ]AVIER, ComP""flio de Derecho Natural,
del orden jurídico. • · EUNSA, t. -I, p. In. ·'
( 4) Conf. JuAN BIÁLEI' MASSÉ, Pruvedo de ordienan%a . Re~ del Seroicio
(2J Í'mPER, JosEF, Las virtudes fundamentQles-J'u.mcia, Edic, RIALP, S.A., p. 95. Obrero 11 Doméstioo de aéuerd'o con la legislación iv tradiciorim de .la República Argentóna
(1902).
:1 ..
~-
-564- -565-
i~
Esa fuente y predisposici6n humanist.} fue la base y el cauce por el cual
La buena fe que todo contrato implica y que debe regir la vo!Úntad dé 11
transitó una creatividad que lleva a la ley positiva actual disposiciones cuyos
las partes ( art. 63, RCf), en el contrato de trabajo se exige bajo la forma
alcances no han sido suficientemente valorados ni profundizados, algunbs de
de la "bondad:', de típica etiología moral antes que jurídica (conducta propia l¡
los cuales no tienen parangón con otras legislaciones, porque han carecido
de un buen empleador y de un buen trabajador).
de la inspiración ética que la concepción trascendente de la .persona humana
posee en nuestra legisla~ción positiva. Cuando se trata de la disolución del vínculo laboral (y el)o proviene de
ant~~riores disposiciones al régimen actual), s.e menciona nO el incumplimiento
No pretendemos ser des.cubridores de conceptos legislativos antes no :apre-
ciados ni destacados. Muy por el contrario, sólo nos atenemos a señala.r ·aspec-
de las mutuas obligaciones, sin9 algq más amplio que ello; es la injuria ( térmi-
t(r; de b ley vigente que muy seguramente fueron así evaluados po< el legis- no, también, de típica índole moral) lo que autoriza la disoluciÓn del vínculo
y --obsérvese-, no c~alquier injuria. sino aquella que por su graVedad «no
hdor en cada momento en que se crearon. DestaCaJ!lOS, solamente, que tales
consienta la prosecución de la rel8.ción... Pero aquí no se trata de un cop.~e•t­
concepdo:1c3 tutelares o normas ético-jurídicas son producto -como toda legis-·
1.lCiÓ"J. po:;itiva- de una .rcalid~d enraizada en valores morales propios de una
timiento merameiÍ\e jurídico; ~e trata de un peimitir o no la prosecución de
un xínculo que es algo más' que jurídico, un vínculo donde lo social prima
e:rltura que des~e sus origen~s concibió al hombre corno ser trascendente y
c.;piritual y, por ello, merecedor de la más alta dignidad. sobre lo jurídico absoluto y· donde lo que se ha roto por la injuria es la con-
·¡1
fianza, la buena fe, el deber de. ún buen empleador o de un buen trabajador; .1
Suele suceder que a fuerza de acostumbrarnos a repetir tales normas como
en una palabra un "comportamiento" humano que se mide por la normativa
fundamento de situaciones fácticás, nos resultan tan excesivamente supuestas,
jurídica, pero· que tiene su profundo acento mor¡1l.
que nunca nos detenemos a UI)a profundización de su ':rñás íntima naturaleza
jurídica y ética. ,1 Este campontamiento que permite o no· la prosccú_ción del vínpulo, no
Algo pe esto resulta, con distintos aspectos del Régimen de Contrato de solamente debe mepirse por la buena fe -la que seria común a ·lo moral y
Trabajo, pero especi~ente con los principios, genéricos enUnciados en el a lo jurídico-, sino que se exige que sea 'cactiva y pa8itXl17Umte," ejerciíaaa con
Capítulo VII de dicho régimen. criterio de "colaboraJCÍÓn y solidaridad:'. Ambos términos, no cabe duda, han
sido incorporados a la normativa jurídica positiva, pero provienen de rma
Es nuestra intención analizarlos a la luz de los principios ético-jurídicos·
Concepción éticO'-social, propia de las más recientes elaboraciones doctrinarias
enunciados, asignándoles ya no el alcance meramente práctico de _su aplica-
relativa; al bien' común dentro del ~mbito social y de comportamiento& mora-
ción, sino el alto sentido de bien común que los inspira, que no- debe estar
les ten.dLéntes al logro· de un nuevo orden fundado sobre principios morales,
ausPnte, nunca, de la praxis constituti~, ejecutoria, extintiva e 'interpretativa
De ,por sí el término u comportamiento" es ya propio de una valoración
de-las mutuas obligaciones (debitum) a que dan nacimientos las relaciones
moral o ética, y si ello debe apreciarse con criterio de colaboración' y solida-
laborales dentro del marco del contrato individuaL
rHad, no cabe duda de que la ley se está refiriendo a comportamientos de-ípdole
No nos ~abe duda de que el Derecho Laboral q)le hunde sus'raices.en lo_ social ftmdadoS e,n valora;iones de estricta índole· moral, ~unque esos cOmpor-
. social y que intenta ordenar rectamente las r~laciones humanas en··· el ámbito
tai?ientos deban ser relativos a las consecuencias del contrato o resulten de la
del acontecer diario del trabajador, tiene por su entidad y naturaleza un ley; de los estatutos profesionales o convenciones colectivas de trabajo.
fundamento ético, ya no solamente jurídico, sino social, político y económico.
Es. el fundamento ético de la hoy llaináda ''Cuesti6n Social", cuya ~nvergadu­ Es· indudable que el Régimen de COntrato de Traba¡o al ádoptar normas
ra sobrepasa las barreras de toda relación juridica, para alcanzar niveles insos- como las de los arts. 62 y 63, parte del principio de que la empresa es "aquella
pechados. Ello explica que un ordenamiento 'en el cual se concreta la praxis oi·ganización ile' factores de producción (bienes naturales, trabajo, técnica)
de la relación individual de trabajo, posea entre sus primeras normas un con- que tiende a producir mercancías o a la· prestación de servicios destinados a
junto de declaraciones -no por ello menos obligatorias- que a la vez de intro- la concurrencia en el mercado guiada por el deseo de lucro" ( 5 ). También
ductorias al objeto del · ordenirniento -el contrato-- implican una normativa puede decirse de ella que es "una organización de trabajo con vista a la
axiológiea que deberá .hallarse "rupuesta" en ~ada uno de los. derechos y producción continuada de dcterminad.as prestaciones y vinculada con una
organización del)laterias primas y de be~amientas' ( 6 ):
obligaciones que se establecen para <;ada parte contratante. Se trata de. nor-
mas que; antes que jurídicas, son de intrínseca índole moral, que ilurn~ilarán
. -
No se apa1:tan estas definiciones,. que son propias de un medio industria~
la -vinculación de las partes en St1 constante devenii de su re!ación existencial distinto al nuestro, del principio enunciado en nuestra ley por el art. 59 que
bajo el amparo jurídico del contrato, bajo pena d.; desvirt¡Iar a tal punto, de entiende por empresa ..la organización instrumentál -de medios personales, ma~
afectar -diriamos aún mejor~ tal vinculación, que pueda hacerla desapa- ----
recer C01UO acto jurídico. · . ( 5) MESSNER~ JoHANNES, Etica Social, Política y Econ6mica, p. 1278.
(6) Oh. cit.'p. 1268.
--'566-
1 -567-

Este principio de buena fe, de fidelidad y veracidad en los. comporta-


!eriales e inmateriales, ordenados bajo una dirección para el lqgro de fines
mientos de las partes resulta tan fundamentalmente necesario para el mante-
ecnnóm:icos o benéficos". No resulta desatinado incluir finalidades distintas
nimiento del vínculo nacido de la relación labcral, que su inobservancia es
a las meramente económicas, ya que la vida moderna exige -para bien o
}o. que en la mayoría de los casos conduce a la injuria cuya gravedad ~'no con-
para mal- que aun cie~(o tipo de organizaciones benéficas adquieran confor-
siente la prosecución de la relación" ( art. 242, RCT).
mación ernpresaria para un logro.más eficaz de sus específicos objetivos socia-
les y caritativos. La buena fe, apreciada bajo los aspectos que venimos enunciando, vincu-
Tal organización o comunidad de intereses está conducida pot el empre- lada a los criterios de colaboración y solidaridad. conjugan una aspiración, un
sario que se cÓnstituye en dador de trabajo y que posee facultades suficientes dt·Ler ser, que se proyCcta más a11á de lo estrictamente jurídico, p<:?l'O que
para organizar económica y técnicamente la ~xplotación o establecimiento ( art. c.vnformu el orden legal establecido por un derecho posHivo que -repetimos_:_
6<1. RCT). Sin perjuicio de ello, la facultad de dirección deberá ejecutarse con p~rte de la realidad del hombre eomo ser trascendente y de la humanidad·
pn:.>ervación y mejora de los derechos personales y patrimonia)es del traba- Lomo una unidad de destino realizada dentro de un orden jurídico cuyo
j1dor ( art. 65, RCT), 1 obj0tivo debe ·ser el bien común.

Dentro de ese ámbito constitucional (no institucional), tapto el emplea- El en¡¡p/eador, cuyo legítimo interés económico debe logúuse dentro del
dor como el trabajador deben desempeñarse activa y pasivamente (acción y marco de la realidad empresaria, posee una doble responsabilidad: frente a la
omisión) con comportamientos apreciados con criterio de colaboración y soli- com¡midad general o sociedad total, a la que presta con sus bienes de capital
chridad. Es decir, que s~ propende a la fmmación de una comunidad empre-' a
lm servicio relativo la cantidad y calidad de producción y frente a la comu-
saria donde exista una comprensión mutua, una mutua confianz~ ( bue~ fe), nidad profesional de sus trabajadores, a quienes como tales -en fonna comu-
donde exista la m~;h:· c~n!idod posible de responsabilidad, tanto individual nitari~. y en forma indivjdual- les debe proporcionar los medios vitales para
como comp>rtida y donde exista un vínculo de solidaridad que se funde en el logro de su realización profesional.
'l la raturaleza personal del· hombre como colaboradm en la empresa, tanto en Cumple así una esencial función sociál mediante la participación, en la coope-
1¡ puestos de ejecución como de dirección. Ese deber de colaboración entre los ración Colectiva y cuniple, al mismO tiempo, una esencial función de colabo-
. ' crear
distintos niveles de la empresa y entre empleadores y trabajadores debe ración -como ün buen empléadoT- a la personalización de quien coloca al
vjnoulos de solidaridad que se asienten sobre la base de la vinculación volun- servicio de la empresa una esencial función vital cual es la del trabajo. Y
taria y libremente disoluble y que permitan el ejercicio del derecho de con- hemos dicho esencial y no úni<~a, porque por _personalización entendemos la
ducción y dirección en forma plena -con las limitaciones propias de la ley- promoción del hombre eh todas sus posibilidades a que como ser trascen-
ejercitados con criterio de solidaridad social y fomentando en el trabajador la dente aspira. •
plena pe;sonalidad requerida para los fines existenciales del mismo. Esa soli-
El trabajador, participa en la cooperación social con el ejercicio de nna
daridad requerida! por la ·ley se expresa por la correlativa unión de finali(la-
' . profesión dentro del trabajo dependiente y retribuido, realizando con ello
des, deberes y déréchos entre las. partes y en su aspecto ético, por la mutua
no solamente su a veces rutinaria labor, necesaria para ganar su sustento, sino
rc3ponsabilidad de los unos para con los otros, porque, como sostiene
todos aquellos aCtos que sin desmerecimiento de sus derechos, lo llevan a
IfOFFNER, citando a GUNDLACH, siendo el hombre por esencia un ser social,
tomar·conciencia de que realiza una tarea sociaim·cnte imprescindible. Dentro
están condicionados y unidos mutuamente el bienestar y el ma-lestar d~ cada
uno y de la soCiedad con doble vínculo ( 1 ). de nna actitud madura respecto de sus deberes y obligaciones, podrá cumplir
con los comportamientos propios de un buen trabajador, manteniendo así vivos
Toda esta interrelación de comportamientos y responsabilidades con flln- los lazos vincula•·es con ~spíritu de buena fe, colaboración y solidaridad (y
damentos esencialmente éticos y teniendo por finalidad el bien común, deberá mutuo respeto, ca_bría agregar).
reinar en un clima de buena fe. Buena· fe o fidelidad son conceptos 'análogos
v la fidelidad no es sino una virtud que consiste en mantener la palabra La contraposición de intereses es inevitable. -No caeremos en utopismus.
;.mpeñada, "pérmanec~r firme en una responsabilidad" 'diría RoMANo GuAR- Pero la ley positiva que rige la relación laboral no es utópica y debe cumplirse
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IllNI ( ). Esto <'s la buena fe; la utilización ·de la virtud de la fidelidad, del dentro de los cauces- indicados bajo pena de fracaso del mutuo esfuerzo para
ma!1tenirniento de los comportamientos acordados, el cumplimiento respolisa- lograr la subsistencia del cbntrato. Los mutuos deberes y responsabilidades
,ble de lo pactado expresa o tácitamente, el cumplimiento de los deberes u que la ley crea como modalidad de cumplimiento de los respectivos débitos
obligaciones en la misma forma-que se desOOrfa que el otro los cumpliera. contract~ales, no pueden interpretarse "c_om'o palabras retóricas, propias de
mews frases declarativas, ya que a quien le toque interpretar la ley en
(7) I:li:iFFNER, JosEF, Problemu.oi étiq>s ik.la época in,~, p. 128. fup.ción de las situaciones fácticas ocurridas, no podrá· dejar de efectuar la
(8) GuÁRDINI, RoMANO, Una ética pa1'a nuestro tiempo, Madri~ 1974, ps. 71J7~.
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valoración adecuada de los comportamientos exigidos para ambas partes. Para
juzgar· ·esas actitudes no cuentan las inteñciones que puedÉm ser propias de
una valora_ción~ exclusivamente moral, sino los cOm.portami.entos, que indicarán,
por una parte, actitudes y por .otra reMiadó&. Las actitudes deberán ser 'las
<k un buen empleador y de un buen trabajador; los resultados, la colaboración
y Íá solidaridad. cuando tales actitudes sean- puestas'· de manifiesto dura~te J U R 1S P R U o' E N C 1 A
la relación. laboral por ambas partes contratantes, Enmarcando comportamien-
tos, actitudes y resultadqs, la buena fe será el ingrediente .sustancial que con-
formará esos resultados.
CORTE.SUPREMA DE JUSTICIA DE LA NACION, MAYO 8 DE 1980
El contrato de trabajo para realizarse dentro de tales comportamientos
debe p1rtir de una libre regulación, dentro de los, lineamientos tutelares bási- Nir:lw, Domingo.
cos propios del Derecho del Trabajo, el cual por ser derecho social por
excelencia -tódo derecho tiene por fin la utilidad. social- deberá cumplir su Jubilación de empleados municipales - Beneficio excepcional - Interés insti-
fimlidad socia\ más el"evada: el establécimiento <)el 'Orden, la pazy la libertad. tucional de, la cuestión - Procedencia del re~urso extraordinari.e - Dere-
chos consagrados en el art. 14 bis de aa. Constitución NaciOD.al - Inter¡í~­
Por lo mismo que el Derecho. del Trabajo tiene tales finalidades esencia" ,tación estricta de las prestaciones excepcionales - Ordena!)za 30.062: inexis-
le3, resulta congruente que en su regulación .específica, del contra!<> de trabajo, tencia del derecho a 'la prestac\ón con anterioridad a su derogaci6n.
imponga modaiidades de origen ético capaces de. lograr el cumplimiento de
esos fines. Los jntercEes contrapuestos que las p:trtes encuentran e• todo con- Resulta manifiesto .el interés institucional :de Zre causa en lq¡ que por atplicación
trato, aunque él tenga por finalidad afcanzar acuerdos para cumplir un obje- liel pl€1Ulrio núm. 216 de la Cámara Nacional de Apelcrelones del Trill1C1Jio' se otorgó
la iubilación contemplada en la orde1Ulnza 30.062 de la Municipalidad de la ciudald
tivo, ~~cen de que el s~bjetivismo de- cada partt3 llega a yeces á íntimos con- cte Buenos Aires al agente Que la soltcitó antes de su derogación, prest.rtndo confor-
vencimientos de que no se va logrando la éorrecta justicia cOn~utativa en la ~,
midad con ~:z ba:ia qu6 le ccmu~'icaría· el ente: pre'VisiOnal lo'Cal, pu~e-s se "encuen-
ejecución de las obligaciones. Todo conflicto jurídico emanado de esas disí- tran implicadas norma,s sobre s~eguridti'.d sacia~ con:tep:idas .en· €'! art. 14 bis d~ la
Constitución, E-Xfjte g1 an camtidad' efe casos plwntead'os co-n motiva de circu.nJStan-
miles apreciacitmes tiene en el orden jurídico general una derivación social; cúzs similares a la dlt; CJUto.s, tocio lo cuál incluye. lm pre:servacióro del 'acerva co-
pero cu~ndo esto ocurre dentro :del contrato de trabájo, el conflicto tiene una mún de· afiliadt;s y benojiciari.os.
innegable trascendencia social de caracteríSticas ampli~mente mayores y mu- El rt curso e:rtraor.C.üwrio no pracerk conrtrm lo resuelto e:n virtud efe una sen-
ch.:ls ·veces con consecuencias ·económicas y 'aun polítié'as imprevisibles. tencia 11lenaria, en tan·to no e:rista interés inlsrtituciona-1. ~en ~lll ·so·Zución d:e ·llal cues-
tión en d!'bate tJoor su po:ible vinculación con Z.W materia éonstítucianlal que· in-
De allL que el orden social .que rige el Derecho del Trabajo -y en parti- cumbe a la Ccrte Supr('ma de· J~-sticia.
c~lhr la ':'o';"'ativa del contrato de trabajo- ."rebase" tan rápidamente cuando
Las normas JSobre •st•guridad soc,'E.·l ca11t.enidas 1en el o.rt. 14 bisl dJe! la. Consti-
ap:injéen los conflictos entre las partes sujetas a ta:l orden. De aHí, también, tución, al propio tiempo que co-nsagran ikrechos Para los 1J01srible-s "{¡~:.wejidurios,
que la ~tpf~ctación" social resulte .mucho ínás visible y el objeto del derecho comportan uri mandato dirigido primcr'dialm.ente al le:gisladlor, !pera cuyo cuml]JU-
-el bien común- deba ser más eficazmente protegido para crear ese orden, miento atañe también a raJ dlemás opad•e'fles público~,-Zos: cualeS! dlentro de im
órbita
dle sus respectit~C!s compete"Tllcias, d'eben "hacer 1!revalecer el espíritu que animw a
esa paz y'esa libertad yué menéionábamos com<;> la finalidad social más eleva- tal·eS norma1s en el marco que exigen las diversas jortn.as de laljwstic:ia.
d• <le! derecho 'laboral. De allí, tambié;,, que como en ningún otro derecho
Lrrs prfstacÚme-s cxcepQionales, en tanto !Se conceden a !J'(1J)J1'0S .singularres dJe
-siempre dentro de 1~ unidad del mismo- se concreten las normas positivas persona.J1nediánte e~ cumplimiento de meno'Ties !fxigenc1la81 o reicttudiO's, o a!COTliG'1t-
-siri' dejar de ser derecho- en p,rofundas normas éticas que el legislador do bene•jicios mwyores que 'las comurzcs, sin atender especialmente a los ilequeri-
imhuído de una cultura humanista basada en criterios enraiz8.dos en n~estra .miento~ d"e laJ contingenCia-si sociales de subsis,tencirn y anc.ianid~, n'G puedlen re-
girse por las regla• <.mpllial$ <!e interpretación estahlecidiasr~o <W. los síste-
·hrga tradición europea y nacional, lÍa querido que permaneican como baluar- ma9 jubilct-ortos comun·es o -normale-s, pue-s me!Man obvf:WS ra2ones de justicia que
tes 'ntroductorios y presupuestos en c¡1da ,nqrma y en todo el contexto de una invpi·den evaluar ambos re·gímenes con las mismas pautas; reswltanld'O ~d'o
ley elabo~ada como un código de principios Óoctnriarios y jurisprudenciales dilucidarlos con criteno éstricto y riguro•so.
t;·:dadados a un texto orgáirlco de derechos y obligaciones recíprocas. Toda vez que lo. orde1ta.J!za municipal 30.062 y 8US compleme'l!tarial'l consa-
graron un bmefie-lo <xcepcionwl, h4 &e dlar.s<e la máxiina amplitUd tL la¡ oolun'tad
actua~ de la autoridad. competen't'e que lierogó tales normM 1116diant" el decreto
733/76, tw;en~o ftl curnta el interés irustitucio1Ull de !al cuestión, y en la inteli-
gencia; de que ello no crym'porta privar a la parte. de mngún dlevecho de raigam-
bre constttucjl)1tlll.

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